No bombarde Iran
In: Foreign policy: FP : política, economía e ideas globales, Heft 24, S. 52-57
ISSN: 1697-1515
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In: Foreign policy: FP : política, economía e ideas globales, Heft 24, S. 52-57
ISSN: 1697-1515
World Affairs Online
El desarrollo de las recientes elecciones presidenciales iraníes y el resultado de las mismas sorprendieron a propios y extraños. Un candidato conservador casi desconocido en el panorama político iraní, Mahmud Ahmadi Neyad, pasaba a una segunda vuelta para alcanzar posteriormente la presidencia de la República Islámica de Irán. El resultado de las elecciones presidenciales del pasado 24 de junio en Irán fue, sin duda, uno de los más inesperados y polémicos de la historia de los 25 años de la República Islámica. Por primera vez, unas elecciones presidenciales pasaban a una segunda vuelta y también por primera vez, un candidato prácticamente desconocido e insignificante en la vida política iraní accedía a la segunda ronda (después de dejar fuera de juego a políticos conocidos y consagrados como el reformista Mostafa Moín y Mehdi Karrubi) para competir con uno de los políticos más poderosos del régimen islámico, el conservador moderado Akbar Hashemi Rafsanyani. Una semana más tarde, para mayor sorpresa de los iraníes y de la comunidad internacional, Mahmud Ahmadi Neyad se convertiría en el presidente de la República Islámica de Irán.
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En los dos últimos años, la situación política en Irán ha estado dominada por una prolongada lucha por el poder entre distintas facciones, alineadas a grandes rasgos en dos campos opuestos definidos como la facción reformista y la conservadora. Esta definición ampliamente aceptada podría resultar ser una simplificación engañosa del complejo sistema político del país, siendo ésta una de las razones por la que muchas predicciones sobre la evolución del régimen han demostrado ser erróneas. Tal y como Wilfred Buchta argumenta en un profundo ensayo sobre la estructura del poder en Irán, "estas facciones pueden asumir posiciones muy distintas sobre distintos asuntos, lo que hace imposible clasificar de manera precisa a un determinado individuo como más moderado o más radical".
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Uno de los retos más complejos y apremiantes para la próxima Administración norteamericana, independientemente de que esté George W. Bush o John Kerry en la Casa Blanca, será desactivar la crisis de proliferación de armas nucleares con Irán, país que muchos analistas creen que adquirirá armas nucleares dentro de los próximos cuatro años. Evitar el terrorismo nuclear será el tema de seguridad nacional clave para la próxima Administración, y como tal, ilustra el contexto principal de la política exterior de EEUU. Tanto el presidente George W. Bush como el senador John Kerry han afirmado que la base de cualquier plan para impedir el terrorismo nuclear pasa por frenar los ya adelantados programas de Estados que aspiran a poseer armas nucleares. Una opinión muy extendida es que Irán está haciendo uso de su programa de energía nuclear civil para encubrir el desarrollo de armas aprovechando lagunas legales que permiten el enriquecimiento de uranio para fines pacíficos. El 18 de junio la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) informó que Irán tiene prácticamente completada la fase inicial de un ciclo de combustible nuclear. Ello lleva a muchos expertos a creer que Teherán construirá una bomba nuclear durante la próxima Administración (las previsiones de los servicios de inteligencia estadounidense e israelí apuntan hacia 2007 ó 2008). La Cámara de Representantes de EEUU aprobó el 6 de mayo la Resolución 398, con 376 votos a favor y 3 en contra, pidiendo al Gobierno estadounidense que empleara todos los medios apropiados para evitar, disuadir e impedir que Irán adquiera armas nucleares. Ello refleja la emergencia de un amplio consenso bipartidista de que contener a Irán deberá ser una de las máximas prioridades de seguridad nacional, independientemente de cuál sea la Administración que ocupe la Casa Blanca el próximo enero.
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In: UNISCI Discussion Papers, Heft 29, S. 205-215
La Casa Blanca ha indicado que habla en serio sobre su intención de impedir que Irán adquiera armamento nuclear. Una reciente oleada de declaraciones por altos cargos estadounidenses indica que EEUU ha optado por tomar una línea "dura" en lo que respecta a Irán, país que muchos analistas creen que podría construir una bomba nuclear dentro de los próximos cuatro años. Los líderes europeos se han apresurado a subrayar la necesidad de optar por la diplomacia en vez de la acción militar. La Casa Blanca ha sido cuidadosa en expresar públicamente su apoyo a la iniciativa diplomática llevada a cabo por el Reino Unido, Francia y Alemania que apremia a Teherán a que abandone sus ambiciones nucleares. Sin embargo, en privado, altos cargos estadounidenses ven esta iniciativa con el mismo escepticismo con el que vieron en su día el intento de la ONU con anterioridad a la invasión de Irak. Ciertamente, comentarios estadounidenses recientes en torno a la posibilidad de un ataque a Irán por parte de Israel tenían la intención de advertir a la UE que tomara una postura más firme contra Teherán. De cualquier modo, los comentarios sobre acciones militares contra Irán deben considerarse seriamente. Si la diplomacia de la UE fracasa en su intento de solucionar la actual situación de punto muerto a la que se ha llegado con Irán, parece inevitable una confrontación entre Washington y Teherán.
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"Hassan Rouhani´ssurprising first round victory in thepresidencial elections represents a significant shift in the Iranian political landscape."Shaul Bakhash from "The Wilson Center".15/06/2013 Luego de las recientes elecciones llevadas a cabo en Irán el fin de semana pasado, todo parece indicar que la mayoría de los medios de prensa a nivel mundial (e incluso algunas cancillerías o instituciones altamente reconocidas como la que mencionamos arriba) han entrado en una suerte de amnesia que, si bien no es estrictamente inexplicable, no deja de ser llamativa e incluso políticamente peligrosa.Basta escuchar los informes remitidos por los enviados internacionales desde Teherán, las manifestaciones de entusiasmo de un electorado que votó con una participación superior al 72% y la tranquila figura del ganador en primera vuelta, Hassan Rouhani, para que cualquier observador distraído crea que, efectivamente, en Irán acaba de llevarse a cabo una verdadera "fiesta de la democracia". En realidad, a poco que se observe el proceso de cerca, las elecciones han sido un aquelarre de autoritarismo teocrático, de negación de las libertades políticas y de desconocimiento de la voluntad del pueblo iraní.El ganador, Hassan Rouhani, de 64 años es, para comenzar, el único candidato religioso y, paradójicamente, el único considerado "moderado" de los seis candidatos que sobrevivieron políticamente a la masacre de precandidatos (eran mas de 670 y fueron autorizados 8 a presentarse – 2 se retiraron a último momento) que realizare el Ayatolah Alí Jameini y sus acólitos agazapados en el "Consejo de Guardianes". La definición de quienes estaban capacitados para competir como candidatos en estas recientes elecciones fue una versión islámica, multitudinaria y renovada del viejo "dedazo" priísta de México. Aquí, un viejito supuestamente dotado de no se sabe que saberes o legitimidades infusas, acompañado de otros tantos ancianos sádicos y fanáticos, entusiastas de seccionar manos de ladronzuelos, azotar o lapidar mujeres, y demás "purezas éticas", decidieron por las suyas que, entre más de 670 candidatos, sólo 8 eran "aptos".Evidentemente, la sucesión de Mahmoud Ahmadinejad planteaba algunos problemas. Su proverbial incompetencia había complicado la política iraní durante aproximadamente unos 8 años. Además de haber sido el implementador del fraude electoral del 2009, Ahmadinejad evidentemente era una figura de mucho menor envergadura que Rouhani: desde su sistemática desprolijidad hasta el conservadurismo cerril que lo caracterizaba, signaron uno de los períodos más negros de la historia del Irán moderno.Mientras que su política exterior aislaba totalmente a Irán (con la excepción del aplauso del finado Chávez y de algún otro gobierno latinoamericano despistado), el país se hundía en una descomunal crisis económica que ha llevado a ese gran productor de hidrocarburos al colmo de las paradojas: tener que establecer un estricto régimen de racionamiento de gasolinas.Rouhani, en cambio, obtuvo (y aparentemente sin fraude ostensible) unos 18 millones de votos de entrada, en la primera y única vuelta de las elecciones, y, apoyado en esa alta participación electoral "aplastó" a los candidatos conservadores más cercanos al ex presidente, Mohammed Qualibaf y Said Jalil.El triunfo de Hassan Rouhani, poco tiene que ver con su supuesta "moderación". Responde en primer lugar a un voto "anti-Ahmadinejad" masivo. En segundo lugar también es el efecto de la arrasadora crisis económica que, entre las sanciones occidentales y la incapacidad del gobierno Ahmadinejad, a desmantelado el nivel de vida de los iraníes. No debe dejar de mencionarse el hecho de que Rouhani se manejó de manera infinitamente más inteligente que sus contendientes (y que su antecesor), lo que no debería sorprender a nadie, con los medios y la prensa en general, antes y durante la campaña. El flamante ganador es un hombre culto, habla media docena de idiomas y ostenta un doctorado en Derecho en la Universidad de Glasgow. En otros términos, mantiene alguna relación de comprensión cultural con el mundo contemporáneo, cosa que la mayoría de sus contendientes carece radicalmente: ensimismados en un fundamentalismo grotesco, aspiran a transformar a Irán en una potencia simultáneamente medioeval y nuclear. Aunque Corea del Norte se parecería un poco a eso, lo menos que puede decirse que semejante programa es altamente improbable de que sea viable.En el desierto político causado por el totalitarismo fundamentalista del "lider" Alí Jameini en Irán, Hassan Rouhani es una suerte de sobreviviente. Por ello es que los escasísimos políticos todavía existentes de lo que fue, en su momento, una corriente razonablemente "moderada" y "reformista" dentro del demencial extremismo del régimen iraní, le otorgaron su apoyo. Mohammed Khatami, Akbar Rafsanjani y el propio candidato Mohammed Reza Aref (uno de los 2 renunciantes a ser candidatos que sobrevivieron a la "razzia" de precandidatos instrumentada por Ali Jameini) se plegaron a la causa de Rouhani y pusieron toda su escasa influencia en el voto a su favor. Pero hasta aquí va la lista de los llamados "moderados" que puedan ser considerados como activos. Los verdaderos reformistas de antes yacen bajo tierra, otros han optado por el exilio, muchos han optado por bajar los brazos y sólo algún personaje como Khatami (que lleva años en arresto domiciliario) hace esporádicamente alguna declaración divergente con el "establishment".Por ello, a pesar del estruendo y de los desmedidos entusiasmos como los que se expresan en fragmento mencionado arriba, nada permite augurar un cambio significativo ni en la política interna ni en la internacional de Irán. Por más que el presidente recientemente electo haya mencionado en su campaña la existencia de algo tan exótico en Irán como una "carta de derechos civiles", de "pluralismo político", "apertura internacional del país", nada hace pensar que dichas declaraciones no sean otra cosa que una simple retórica electoral para cosechar los innumerables votos anti-conservadores que quedaron huérfanos desde la brutal represión que siguió la fraudulenta reelección de Ahjmadinejad.Cualquier analista que hoy, a la luz de los elementos que disponemos a la fecha, pretenda que el nuevo presidente electo en Irán estará dispuesto a negociar sensatamente el programa nuclear, que se avendré en un futuro inmediato a detener al Bachar el Assad en su empeño de asesinar al pueblo sirio o que piense que va a iniciar el desmontaje del demencial aparato de Hizbollah, directamente desconoce radicalmente la lógica política del totalitarismo teocrático iraní.
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Interpretando el feminismo como el movimiento político e ideológico que es, en este artículo, nos centraremos en las mujeres artistas iraníes que, con su praxis, contribuyen cada día a subvertir los principios patriarcales dominantes en su país (aunque también de los países en los que se hospedan). Abordaremos el trabajo de algunas de estas artistas, tanto de las que viven en el exilio como las que se han quedado en Irán o residen a caballo entre su lugar de origen y países ajenos a su cultura. Observaremos cómo existe una verdadera ofensiva artística por parte de unas mujeres que son conscientes de la situación desigual en la que se encuentran y utilizan su actividad como elemento de acción y disensión. Conociendo los lenguajes internacionales, saben utilizarlos, aunque se interesan por desplegar un sistema simbólico e iconográfico que bebe de las fuentes de su cultura. De esta manera, despliegan un conjunto de relaciones visuales complejas e incluso enigmáticas que dejan fluir la imaginación de quienes las observan. ; Understanding feminism as the political and ideological movement that it is, we will focus on Iranian women artists who, with their praxis, contribute everyday to subvert the prevailing patriarchal principles of their country of origin (though certainly they also do it in the countries they are living in). We will deal with the work of the artists who live in exile, the ones who have stayed in Iran and those who live between their homeland and other countries far from their culture. We will observe that there is a real artistic push from women who are conscious of their unequal situation and use their activity as a tool for action and dissent. They know international languages and how to use them, though they are interested in unfolding a symbolic and iconographic system based on their cultural sources. Thus, they display a group of complex and even enigmatic visual relationships that let the public imagination run free.
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Interpretando el feminismo como el movimiento político e ideológico que es, en este artículo, nos centraremos en las mujeres artistas iraníes que, con su praxis, contribuyen cada día a subvertir los principios patriarcales dominantes en su país (aunque también de los países en los que se hospedan). Abordaremos el trabajo de algunas de estas artistas, tanto de las que viven en el exilio como las que se han quedado en Irán o residen a caballo entre su lugar de origen y países ajenos a su cultura. Observaremos cómo existe una verdadera ofensiva artística por parte de unas mujeres que son conscientes de la situación desigual en la que se encuentran y utilizan su actividad como elemento de acción y disensión. Conociendo los lenguajes internacionales, saben utilizarlos, aunque se interesan por desplegar un sistema simbólico e iconográfico que bebe de las fuentes de su cultura. De esta manera, despliegan un conjunto de relaciones visuales complejas e incluso enigmáticas que dejan fluir la imaginación de quienes las observan. ; Understanding feminism as the political and ideological movement that it is, we will focus on Iranian women artists who, with their praxis, contribute everyday to subvert the prevailing patriarchal principles of their country of origin (though certainly they also do it in the countries they are living in). We will deal with the work of the artists who live in exile, the ones who have stayed in Iran and those who live between their homeland and other countries far from their culture. We will observe that there is a real artistic push from women who are conscious of their unequal situation and use their activity as a tool for action and dissent. They know international languages and how to use them, though they are interested in unfolding a symbolic and iconographic system based on their cultural sources. Thus, they display a group of complex and even enigmatic visual relationships that let the public imagination run free.
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In: Politeia; Vol 31, No 40 (2008): Politeia
En estos últimos años estamos asistiendo a un acercamiento entre Irán y Venezuela, sobre todo después de la coincidencia en el poder de Mahmoud Ahmadinejad y de Hugo Chávez. Sin embargo, las relaciones bilaterales se establecieron antes. El nuevo dinamismo de los lazos iraní-venezolanos se debe al activismo del líder venezolano en el marco de su proyecto internacional alternativo. A nivel político,los dos presidentes desarrollan políticas exteriores radicales críticas hacia el modelo económico y político internacional vigente. A nivel económico, ambos presidentes han firmado una multitud de acuerdos en campos muy diversos en una voluntad de implementar un desarrollo económico endógeno gracias a sus recursos petroleros. Esta relación privilegiada tiene como consecuencia un apoyo mutuo en losasuntos internacionales en la ONU y una voluntad de ampliar la relación bilateral a nuevos socios,en particular los estados aliados de Venezuela en América Latina. Pero este acercamiento se enfrenta a varios obstáculos, entre los cuales sus relaciones con las grandes potencias y las críticas regionales, sobre todo en América del Sur frente a este proyecto de cambio radical. Una cuestión pendiente sigue siendo la durabilidad de la relación bilateral tal como se estádiseñando actualmente.Iran-Venezuela: Toward full rapprochementAbstractIn recent years, Iran and Venezuela have been aiming toward rapprochement, especially after Mahmoud Ahmadinejad and Hugo Chávez, respectively,coincided as heads of state. Nevertheless, bilateral relations had previously been established. The newdy namics of the Iran-Venezuela bonds are duemainly to the Venezuelan leader's activism derived from his alternative foreign project. At a political level, both presidents maintain radical and critical foreign-policy positions toward the economic and political model internationally applied. On the economic front, both presidents have executed a series of agreements spanning diverse areas aimed at fostering endogenous economic development funded by theiroil resources. This privileged relation gives rise tomutual support in international affairs before UNO and a willingness to expand bilateral relations to new partners, mainly other Latin American states who are Venezuelan allies. This rapprochement, however, faces several obstacles, which include their standing relations with large world powers and harsh regionalcriticism, especially in South America, toward the radical-change project. The durability of these bilateral relations, as they are currently structured, still stands as a cause for concern.
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Este ARI estudia el resultado de las elecciones presidenciales iraníes del 12 de junio de 2009, así como sus repercusiones, tanto internas para la elite y la sociedad iraní como externas para el entorno regional e internacional. Las elecciones presidenciales de 2009 en Irán han sido las más atípicas de la historia republicana. La campaña electoral, la participación ciudadana y los resultados sorprendieron a todos, y las manifestaciones de protesta, sumadas a la impugnación de los resultados, fueron novedades absolutas en este proceso electoral. Las consecuencias para el sistema republicano son aún impredecibles, pero se ha producido un movimiento social y en la propia elite político-clerical que difícilmente podrá ser obviado o silenciado, al menos sin utilizar una cuota muy alta de represión. No se prevén cambios sustanciales en la política exterior iraní en los próximos años, ni tampoco mejoría en sus relaciones con EEUU y la UE.
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El artículo intenta dar respuesta a las siguientes preguntas que se desprenden de la actual situación política iraní en relación a la continuación de su programa nuclear, su relación con Estados Unidos y su rol como potencia regional en Medio Oriente y el Golfo Pérsico. ¿Qué consecuencias regionales podría acarrear el ingreso de Irán en el mundo de la energía atómica? ¿estamos ante la posibilidad cierta de otra guerra por liberar a la región de otra "amenaza mundial"? ¿es posible la negociación y la cohabitación con un régimen como el iraní, dotado de energía nuclear, y en el peor de los casos, con armas atómicas? En primer lugar, se describen las características principales y el funcionamiento del sistema político iraní creado en 1979 y el estado actual del panorama político interno desde la llegada de Ahmadineyad a la presidencia. También se analiza el mecanismo de toma de decisiones en la política exterior iraní y la evolución de la cuestión nuclear desde sus orígenes hasta la situación actual. En último lugar las posibilidades de negociaciones, principalmente con Estados Unidos, para destrabar el estancamiento diplomático, en este caso la intervención de Irán como estado que podría colaborar en mantener la estabilidad de Iraq ante una próxima partida de las tropas estadounidenses. ; This article seeks to answer the following questions that derive from the present Irani political situation in relation to its nuclear program, its relationship with the USA and its regional potential in the Middle East and the Persian Gulf. What are the regional consequences which could be brought about by the introduction of Iran in the world of atomic energy? Are we facing the possibility of another war for the sake of freeing the region from another ?world threat?? Is negotiation and co-inhabitation feasible with a regime such as the Irani one, which counts with nuclear energy and, at its worst, atomic weapons? In the first place, the main characteristics and the functioning of the Irani political system created in 1979 are described, as well as the present state of the internal political situation since the advent of the Ahmadineyad presidency. The article also analyses the decision- making process in Irani foreign policy and the evolution of the nuclear question since its origins. Finally, the article deals with the possibility of negotiating, mainly with the USA, in order to stop diplomatic stagnation, in particular Irani intervention as a State that could collaborate in order to maintain the stability of Iraq in the face of a future departure of American troops. ; Instituto de Relaciones Internacionales
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In: Pensamiento político: revista de afirmación Mexicana, Band 19, S. 19-32
ISSN: 0031-4757