El artículo explora el impacto de las presiones y directrices que poderosas instituciones transnacionales como el Banco Mundial dictan en la elaboración de las políticas de la educación superior en México. En este sentido, el artículo adopta una postura crítica frente a la falta de creatividad y autonomía del gobierno para elaborar una política educativa que realmente responda a los desafíos nacionales y no simplemente traduzca los esquemas de privatización de la educación que estos organismos imponen. En este fenómeno se encuentra la principal causa del actual conflicto de la UNM. La parte final del ensayo es un aporte de suma originalidad en donde se exploran los posibles desenlaces de este conflicto.
Se plantea la necesidad y vigencia del concepto de "formación económica de la sociedad" para el estudio, explicación y análisis de la realidad histórico- social. Dentro de este contexto, y particularmente relacionado con los conceptos de "hegemonía" e ''ideología", el estudio del fenómeno educativo requiere no sólo del reconocimiento de aspectos tales como la reforma educativa, la política educativa, la legislación o el discurso ideológico, sino también de la manera como son producidos esos aspectos, sus condiciones materiales y sociales, los canales por los que circulan y sus formas de recepción. La política educativa puede, así, tratarse como un proceso de significaciones sociales (político-ideológico) y analizarse como un proceso social de producción.
Modificar el sistema educativo e incrementar el valor social de la escolaridad se ha convertido en un formidable reto político para el gobierno y la sociedad mexicana. En este sentido, lo que la población opina sobre el sistema de enseñanza es fundamental para el logro de acuerdos que permitan modificarlo y hacer que funcione adecuadamente para satisfacer las exigencias del modelo fincado en la apertura del mercado. Al respecto, se hace un análisis de los valores educativos que tenían los mexicanos en 1989, época en que se advierte que el esfuerzo educativo realizado anteriormente fue insuficiente y que, además, la escolaridad se distribuyó social y territorialmente de forma muy desigual.
Ante las críticas que reciben los maestros, culpados en general por la sociedad del deterioro que sufren los niveles educativos en nuestro país, el autor intenta ubicar la problemática denunciada en el contexto de la sociedad global, a fin de bosquejar algunas opciones que permitan mejorar el ejercicio de la docencia.
Vasconcelos, más que un pensador político, fue un filósofo y, en cuanto educador, un promotor de energía excepcional, cuyo valor fue el de explicarse y definir la política nacional de educación como una cruzada que dirigió con entusiasmo mesiánico, entregándose de lleno a la tarea de dar contenido cultural al nacionalismo revolucionario.
A mediados del 2003 el Ministerio de Educación inició un programa piloto cuyo objetivo fue incrementar la asistencia diaria y la permanencia en clase de los docentes a través de un sistema de incentivos para los maestros en algunas zonas rurales del Perú. Los docentes que lograran la META (nombre con el que fue rebautizado el programa Mejor Educación a través de más Tiempo en el Aula el 2004) recibirían un incentivo monetario. El programa fue continuado durante el año 2004, pero además de la asistencia docente, se recogieron datos sobre el rendimiento de los estudiantes en comprensión de lectura y matemática (las pruebas fueron administradas a inicios y fin del año escolar, de modo que se pudiera estimar el crecimiento en rendimiento). El estudio encontró que la realización del programa tuvo un impacto positivo en la asistencia de los docentes. El efecto del programa en el rendimiento es menos claro, aunque se observa una tendencia a una asociación positiva. Si bien el programa ha sido descontinuado, en el presente documento se analizan algunas implicancias de políticas para programas de incentivos a favor de los docentes (por ejemplo, que se vinculen los incentivos con programas de desarrollo profesional). En cualquier caso, estas iniciativas deberían estar vinculadas a la Ley de Carrera Pública Magisterial, que está siendo implementada paulatinamente por el Ministerio de Educación.
El modelo actual de la UNAM, que podría llamarse de la universidad de masas, está en quiebra. Si algo demostró la huelga de 1999-2000 fue la incapacidad de la UNAM para garantizar condiciones mínimas de estabilidad que atiendan las necesidades de una población estudiantil del orden de 250 000 alumnos. Está claro que la universidad tiene que cambiar. La crisis comenzó hace muchos años. En 1980 se titularon 8 680 alumnos en la UNAM, y el gobierno estimaba que dicho número podría duplicarse en 1990. Pero la producción de egresados titulados se ha estabilizado en unos 11 000 anuales. Se comenzó a restringir el contingente de primer ingreso a la universidad y la población estudiantil de licenciatura fue congelada en unos 135 000. En resumen, puede afirmarse que hace dos decenios concluyó el periodo de crecimiento descontrolado de la UNAM (1950-1980) y que desde entonces nos encontramos en una etapa de saturación y de estabilización. ¿Por qué los mejores estudiantes ya no optan por la UNAM? Otras universidades tanto públicas como privadas compiten exitosamente con nosotros, a pesar de que son caras, que la calidad suele ser mediocre y que el ingreso es difícil. En la UNAM ha habido una notable disminución de la demanda en las carreras tecnológicas y científicas, que antes atraían a un selecto contingente de estudiantes. Ya en 1989 la carrera de físico contaba apenas con un total de 873 alumnos; la de matemático, con 518, la de ingeniero geofísico, con 250 y la de urbanista con 27. El número de egresados anuales en estas carreras no justifica el esfuerzo de mantener estas opciones. El principal efecto de la crisis actual ha sido el de agudizar y dramatizar los problemas estructurales que ya existían en la UNM: expansión de la demanda de matrícula de bajas calificaciones, baja eficiencia terminal, escasez de profesores calificados, y lo que algunos han dado en llamar la politización del ingreso. La OCDE ha compilado unas cifras dramáticas: de 100 estudiantes que ingresan a la escuela primaria, s61o 40 logran completar su educación básica. Sin embargo, el número de estudiantes que cursa educación superior se ha incrementado de 30 000 en 1950 a 1 250 000 en 1990. Esta expansión se debió precisamente a 'la idea que prevaleció en la década de 1970 de que la universidad debía ofrecer posibilidades de promoción social", enfoque que sorprendió a los expertos de la OCDE. "Lo que en realidad nos impactó", dicen con cierta ingenuidad, "fue la politización de cualquier debate, de cualquier iniciativa tocante a la educación superior".
En este artículo, el autor se cuestiona sobre qué tipo de universidad queremos ser, cómo y por qué. En primer lugar, aclara, tenemos que recordar que la universidad es resultado de un complejo proceso histórico que involucró a todos los sectores sociales (económicos, religiosos, culturales, políticos, etcétera). En segundo lugar, la universidad es en sí misma una fuerza transformadora que promueve cambios en la sociedad con el poder del conocimiento. El autor concluye que la noción de autonomía universitaria debe significar libertad de cátedra y pensamiento, rechazando cualquier idea de exclusión o discriminación. Después de todo, la universidad es un producto social y como tal debe interactuar con su realidad inmediata y mediata: de las ideas a las acciones sólo hay un paso, pero este paso debe darse prudentemente.
El artículo sostiene que los valores de pluralidad intelectual, libertad de cátedra y autonomía son consustantivos a la UNAM desde su fundación. Naturalmente, la afirmación de estos valores no ha sido una empresa libre de obstáculos y dificultades tal y como un rápido reacomodo sobre su propia historia así lo demuestra. Además, la Universidad, pese a su indiscutible importancia en cuanto generadora de conocimiento y alta cultura, es una institución sumamente vulnerable. En este sentido, el artículo defiende la tesis que sostiene que las fragilidades intrínsecas de la universidad -y de la educación superior, en general- están siendo aprovechadas por las altas estructuras burocráticas encargadas de manejar la educación pública en México para cancelar su autonomía y su libertad. De esta suerte, el autor del artículo sostiene que a partir de una lectura maliciosa y sesgada del deterioro de la educación pública, se busca impulsar un proyecto de transformación de la misma bajo una perspectiva privatizadora. Por tanto, la principal consecuencia que tales proyectos 'modernizadores" guardan no es otra más que la eliminación del cometido político desempeñado por la Universidad el cual consiste en democratizar el acceso a los bienes que generan sus funciones.
El presente artículo recoge los resultados preliminares de una ambiciosa investigación semántica que examina detenidamente el manejo del conflicto universitario por parte de los principales medios escritos del país. El encuadramiento que estos medios han dado al conflicto parece concentrarse en dos líneas interpretativas que, tal y como lo demuestra esta investigación, no logran agotar adecuadamente su complejidad interna. La primera de estas líneas de análisis sostiene que el conflicto es la "única" alternativa que se ha dejado a la comunidad universitaria frente a los proyectos de transformación de la universidad dictados desde las altas esferas de las estructuras de poder. La segunda línea, en cambio, estima que la reacción de protesta de los estudiantes constituye el producto de una indeseable, innecesaria e inadecuada "salida" a los impulsos agresivos y las energías mal encauzadas del estudiantado de la universidad. Ambas interpretaciones son parciales y sesgadas. En este sentido, el artículo sostiene, como parte de sus conclusiones provisionales, que los medios periodísticos no han logrado superar las tentaciones de darle al conflicto un manejo sensacionalista y distorsionador del fenómeno en cuestión.
En el ámbito de la educación superior, el Programa de Mejoramiento del Profesorado (Promep) es un tema en boga por la trascendencia y alcances que ha tenido en las universidades públicas estatales donde se aplica. Por tal motivo, no ha estado exento de críticas relacionadas con la política de educación superior. Sin embargo, las más de las veces, las críticas al Promep no han tenido fundamento y, por ello, el objetivo del presente trabajo es hacer una revisión analítica a las principales objeciones hechas al Promep, así como dar a conocer las características de dicho programa y los resultados obtenidos a la fecha.
Apoyándose en el marco teórico sustentado por los pensadores de la Escuela de Frankfurt, que resalta la lógica de la racionalidad tecnológica, el principio de eficiencia, de productividad y competitividad que caracteriza a la modernidad, la autora lleva a cabo, en este ensayo, el análisis del proyecto de modernización educativa promovida por Salinas de Gortari, cuyo objetivo es someter la formación de las nuevas generaciones a los requerimientos de la acumulación de capital, en las condiciones de la globalización de la economía mundial.
Después de elaborar un diagnóstico de la situación en la que se encontraba el posgrado a principios de 1992, el autor señala la necesidad que hubo de diseñar un proyecto en donde se situara a la investigación como el centro motor de la actividad diaria del posgrado. Asimismo, subraya la importancia de que éste contara con un órgano de difusión apropiado y la urgencia de reformar los planes de estudio, entre otras cuestiones, a fin de que se logren los niveles de excelencia que lo coloquen como la mejor opción en su ramo en el país.
A partir de establecer que todo proyecto educativo es necesariamente un proyecto político, se explica cómo la modernización en la enseñanza superior y sus cambios paulatinos son planteados para la supuesta satisfacción de las demandas sociales, pero obedecen a la perspectiva gubernamental, consustanciados con la modernización y la crisis económica que el país viene enfrentando desde hace más de diez años.
Inputs to try to understand the facts that are occurring in Oaxaca in this 2016 related to the conflict of teachers and the repression of the Mexican Government by the imposition of Educational Reform.