Open Access BASE2018

Review of the documentary short film ; Reseña del cortometraje documental

Abstract

El censo de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI) afirma que, en 2006, de un total de 214,275 personas encarceladas, 8,767 eran indígenas. De ellos, 8,767 eran hombres y sólo 383 mujeres. Este último número podría parecer bajo, pero no es casualidad. De acuerdo con Aída Hernández, esta cifra revelaría que muchas mujeres no se reconocen como indígenas debido al racismo y discriminación a los que se enfrentan (2016:203). Por otra parte, según datos de la Secretaría de Seguridad Pública, en 2009, del total de mujeres encarceladas en México, 60% se encontraba por delitos contra la salud, es decir, delitos que tienen que ver con narcotráfico (Rodríguez, 2014).Desde que inició la llamada "Guerra contra el narcotráfico" en 2006, durante el sexenio del expresidente de México Felipe Calderón, las políticas de seguridad nacional incluyeron no sólo la militarización del país, sino la criminalización de mujeres indígenas, quienes parecieran ser los chivos expiatorios de esta guerra de baja intensidad que hasta la fecha continúa. Muchas de las mujeres indígenasencarceladas por este delito eran sólo transportistas de droga o, en el caso de que efectivamente fueran vendedoras, las cantidades eran mínimas. Otras muchas mujeres encarceladas son inocentes y están en prisión injustamente. Las mujeres encarceladas en México se enfrentan no sólo a un sistema de justicia racista sino también sexista, en el que los cuerpos son controlados y criminalizados a partir del color de piel y la clase. Es decir, existe una racialización de los cuerpos que son encarcelados y controlados. Un paisaje y una institución que marca y encarcela cuerpos específicos, cuerpos que son leídos como desechables.El documental Semillas de guamúchil retrata las voces, historias y rostros de cinco mujeres que estuvieron encarceladas en el Centro de Readaptación Social (CERESO) de Atlacholoaya, Morelos, por distintos delitos y ahora viven en libertad. En este documental, Martha Elena Bermúdez, Marisol "Águila del mar", Leo Zavaleta, Alejandra Reynosa y Rosa Salazar, nos comparten sus vivencias en prisión, así como también la continuación de su vida en el presente fuera de la cárcel ; El censo de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI) afirma que, en 2006, de un total de 214,275 personas encarceladas, 8,767 eran indígenas. De ellos, 8,767 eran hombres y sólo 383 mujeres. Este último número podría parecer bajo, pero no es casualidad. De acuerdo con Aída Hernández, esta cifra revelaría que muchas mujeres no se reconocen como indígenas debido al racismo y discriminación a los que se enfrentan (2016:203). Por otra parte, según datos de la Secretaría de Seguridad Pública, en 2009, del total de mujeres encarceladas en México, 60% se encontraba por delitos contra la salud, es decir, delitos que tienen que ver con narcotráfico (Rodríguez, 2014).Desde que inició la llamada "Guerra contra el narcotráfico" en 2006, durante el sexenio del expresidente de México Felipe Calderón, las políticas de seguridad nacional incluyeron no sólo la militarización del país, sino la criminalización de mujeres indígenas, quienes parecieran ser los chivos expiatorios de esta guerra de baja intensidad que hasta la fecha continúa. Muchas de las mujeres indígenasencarceladas por este delito eran sólo transportistas de droga o, en el caso de que efectivamente fueran vendedoras, las cantidades eran mínimas. Otras muchas mujeres encarceladas son inocentes y están en prisión injustamente. Las mujeres encarceladas en México se enfrentan no sólo a un sistema de justicia racista sino también sexista, en el que los cuerpos son controlados y criminalizados a partir del color de piel y la clase. Es decir, existe una racialización de los cuerpos que son encarcelados y controlados. Un paisaje y una institución que marca y encarcela cuerpos específicos, cuerpos que son leídos como desechables.El documental Semillas de guamúchil retrata las voces, historias y rostros de cinco mujeres que estuvieron encarceladas en el Centro de Readaptación Social (CERESO) de Atlacholoaya, Morelos, por distintos delitos y ahora viven en libertad. En este documental, Martha Elena Bermúdez, Marisol "Águila del mar", Leo Zavaleta, Alejandra Reynosa y Rosa Salazar, nos comparten sus vivencias en prisión, así como también la continuación de su vida en el presente fuera de la cárcel

Sprachen

Spanisch, Kastilisch

Verlag

Universidade de Brasília

DOI

10.26512/abya-yala.v2i1.10752

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