El empleo de aviones de combate no tripulados contra al-Qaeda en Pakistán: ¿una estrategia eficaz?
La campaña de ataques con aviones de combate no tripulados (drones) por parte de la CIA en Pakistán está infligiendo daños severos a los recursos humanos y a la operatividad de al-Qaeda. Sin embargo, es dudoso que esta estrategia impida por sí sola la preparación de nuevos atentados terroristas en Europa y EEUU. EEUU ha convertido el empleo de aviones de combate no tripulados (drones) en el principal instrumento para debilitar el liderazgo y la funcionalidad de al-Qaeda en Pakistán. La utilización de drones armados con este fin fue una posibilidad que se barajó antes de los atentados del 11 de septiembre de 2001 y que comenzó a aplicarse desde el inicio de la intervención en Afganistán, pero ha sido con la Administración Obama cuando los ataques con drones en Pakistán han alcanzado unos niveles de intensidad verdaderamente significativos. Esta circunstancia está motivando que se cuestionen cada vez más los aspectos legales y éticos de dicha estrategia, al tiempo que ha suscitado un debate sobre la efectividad de las acciones de decapitación, basándose en los resultados de experiencias previas contra grupos distintos de al-Qaeda. A la luz de la información disponible se puede afirmar que los ataques con drones por parte de la CIA en Pakistán están debilitando a al-Qaeda, pero que por sí solos resultan insuficientes a la hora de acabar con la organización terrorista y evitar su participación en nuevos atentados en Europa y EEUU.