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Estancados en la Guerra Fria
In: VI Congreso de Relaciones Internacionales (La Plata, 2012)
Todo indica que es necesario analizar la evolución histórica del concepto de agresión para poder determinar si los actos de la Resolución 3314 (XXIX) cubren la totalidad del espectro posible actual o si hoy sólo representan una parte. De ello se desprenderá la pertinencia de la aplicación del concepto o la necesidad de incorporar situaciones que debieran ser tenidas en cuenta por el planificador estratégico militar.
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Afganistán: rezago de la Guerra Fría (Coyuntura)
El autor explica la evolución de los acontecimientos en ese país desde 1973 y considera que el régimen de los Talibán y el apoyo y hospitalidad que le han dado a la organización Al Qaeda de Osama Bin Laden constituyen, en esencia, un rezago, o epílogo, de la Guerra Fría. El autor también explica los esfuerzos en curso para establecer en Afganistán un gobierno que garantice estabilidad y paz a un pueblo que ya ha sufrido demasiado durante casi tres décadas y examina algunas de las posibles motivaciones de los actos terroristas contra los Estados Unidos. ; The author explains the evolution of events in Afghanistan since 1973 and considers that the Taliban regime and the support and hospitality that it has given to the Al Qaeda organization of Osama Bin Laden constitute, in essence, a left-over, or an epilogue, of the cold war. AIso discussed are current efforts to establish a government in Afghanistan that would ensure stability and peace to a people that has suffered too much over almost three decades as well as some of the possible motives for the terrorist attack against the United States.
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RECICLANDO GUERRA FRIA
El régimen de Corea del Norte, si no estuviese armado hasta los dientes, si no insistiese en desarrollar militarmente el arma nuclear y si no contase con la connivencia de la China, sería una caricatura. Políticamente es una satrapía hereditaria, económicamente es incapaz de alimentar, vestir y alojar a su población e ideológica y culturalmente cohabita, entre las telas de araña del archivo de la Guerra Fría, con un puñado de totalitarismos que vegetan en las orillas de la historia. Su posición no es cómoda en el concierto internacional y, menos aún, en el regional. Su enemigo de antaño, Corea del Sur, en los últimos 60 años se ha transformado en la 13ava. economía del mundo con un producto per cápita que ya superaba los U$ 25.000 hacia el año 2007.En este contexto la dinastía de los Kim insiste en intentar convencer a su sufrida población de la superioridad del régimen comunista. Aunque la opacidad de las cifras es casi total, hay indicios para creer que, en realidad, los norcoreanos se alimentan con mucha dificultad (1/4 de ellos declararía que algún familiar ha muerto de hambre en los últimos años) y cuando lo hacen es gracias a la ayuda alimentaria china y sudcoreana.Por qué razones, el 23 de noviembre, el ejército de Corea del Norte procedió a atacar la isla sudcoreana de Yeonpyeong, es algo de difícil interpretación. Es cierto que los norcoreanos vienen mostrándose incrementalmente agresivos desde 2007 cuando probaron su primer misil de largo alcance, luego procedieron a una explosión nuclear subterránea, a inicios de 2010 hundieron un barco sudcoreano y, ahora, proceden a este bombardeo que, al desatar la respuesta del régimen del sur, pareció por unas horas un "remake" del escenario de los años 1950.Una cosa es segura. La comunidad internacional reaccionó casi unánimemente y con vehemencia a un ataque que es de los más graves desde que la guerra se "congeló" en 1953. Los EE.UU., Gran Bretaña, Japón, Rusia, Alemania, España, Canadá, Brasil, etc., así como las Naciones Unidas condenaron, con energías diversas, el ataque norcoreano. Pero, quien se limitó a mostrar preocupación y a instar a las partes a "la mesura" fue China, es decir, una forma ni siquiera elegante de endosar la agresión de su satélite.Los analistas han esgrimido varias hipótesis para explicar este incidente y, todas ellas, parten de un mismo supuesto: que la reciente agresión tiene su explicación en la situación interna de Corea del Norte. Una de estas hipótesis tiene que ver con la creciente carencia de alimentos ya que, ante la escalada de agresividad norcoreana los vecinos del sur han disminuido los aportes humanitarios. Otra interpretación se vincula al inminente cambio de "líder" que ya se ha anunciado en el país. Estando Kim Jong II debilitado en su salud, hace algún tiempo decidió ungir a uno de sus hijos, Kim Jong-Un, como su heredero y la asunción de este nuevo "líder" requeriría de una "demostración de fuerza". Esta tesis tiene a su favor el hecho de que, el 12 de noviembre pasado, el régimen norcoreano prácticamente "invitó" a un especialista nuclear norteamericano a visitar su nueva (y hasta ese momento secreta) planta de enriquecimiento de uranio en un notorio acto de desafío a los EE.UU. y a la comunidad internacional. En otros términos: una fanfarroneada más destinada a decirle al mundo "sepan que, aunque cambiamos de "líder", no tenemos arroz, pero sí bastante uranio enriquecido". Hay, por otra parte, también una tercera hipótesis que intenta vincular el incidente con la inminencia de maniobras aeronavales conjuntas (en los hechos en el momento de publicarse este editorial ya se habrán llevado a cabo) entre Corea del Sur y los EE.UU. El nexo es imaginable pero dichas maniobras estaban previstas y anunciadas de larga data y si algún nuevo elemento hubiesen de incorporar, ello estaría seguramente vinculado al reciente ataque norcoreano.Han pasado 6 días desde que se llevó a cabo el bombardeo iniciado por Corea del Norte y hasta ahora, los dos bloques en disputa juegan a "subir" la apuesta lo que, dentro de ciertos límites, forma parte del juego. Pero también es cierto que el tiempo ha pasado y el conflicto tiende a "instalarse" en este nuevo escalón de agresividad.Pero quizás, para intentar comprender mejor el "nuevo" conflicto, exista un segundo enfoque que conviene traer a colación porque supone una aproximación más "macro" del incidente que es, al mismo tiempo, una interpretación más "actual" de lo que está sucediendo. Aunque tiene el inconveniente de marginar casi totalmente el papel del régimen norcoreano del desarrollo de los acontecimientos, posee al mismo tiempo la capacidad de explicar la clara negativa china a proceder a la condena de su aliado. En otras palabras, este segundo enfoque parte de la base que el problema que detona el incidente no es Corea del Norte sino que, en realidad, el verdadero problema es la China.En las últimas semanas, y aunque la opinión pública no haya reparado demasiado en ello, la administración Obama procedió a dar dos pasos estratégicos de importancia en el sentido de una potencial redefinición significativa del escenario político internacional. Y estos dos pasos hubieron de desencadenar, con toda seguridad, un enorme malestar en la China.En efecto, en la reciente reunión de Lisboa donde se comenzó a discutir sobre el reperfilamiento de la OTAN, finalmente parece haberse avanzado en el viejo problema de encontrar algún modelo de "asociación" de Rusia a lo que algún día será la nueva organización del Atlántico Norte. Los lectores recordarán que este tema lleva casi 2 décadas (en realidad desde la caída del Muro de Berlín) sin avance alguno. De confirmarse este tema, el cambio en la configuración de fuerzas entre EE.UU, Europa y Asia sería muy significativo.Y ello no es todo: al mismo tiempo conviene recordar que, a inicio de este mes, el presidente Obama declaró (en un seguramente muy meditado arranque de "sinceridad") que "deseaba" ver a la India, con su veto en mano, sentada en el Consejo de Seguridad de la ONU.En resumidas cuentas, los EE.UU., además de sus reiterados y conocidos reproches a la China en los temas comerciales y monetarios, están desplegando una muy amplia estrategia de "contención" de la creciente influencia de la China en el mundo y todo indica que esta última ya ha registrado la importancia de los movimientos diplomáticos norteamericanos. Utilizar a Corea del Norte para recordarle a Obama que consultar la opinión de la dictadura china (en temas fundamentales como los arriba citados y que, además, involucran a dos de sus grandes y tradicionales contendientes históricos en Asia) es fundamental, no deja de ser una hipótesis a considerar muy seriamente.
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¿Otra vez la Guerra Fría?
Rusia, como heredera de la Unión Soviética, conserva los reflejos de gran potencia, aunque en la escena mundial tenga muy limitado el ejercicio del poder político, militar y económico que correspondieron antes a la potencia que fue. Tanto el gobierno como una buena parte de los ciudadanos padecen una especie de sentimiento de humillación nacional que se une a la perplejidad de experimentar que la pérdida de peso internacional ha coincidido precisamente con el proceso de instauración de las libertades. Fruto de esta frustración nacional son algunas amenazas, por el momento sólo verbales, en las que los líderes rusos aluden a su todavía poderosísimo arsenal nuclear, a la ventaja geopolítica que, respecto a Occidente, da a Rusia su dilatado territorio, a sus inmensos yacimientos de gas y petróleo como llaves de la amistad o de la enemistad con Occidente. En todo este alarde verbal subyace el profundo rechazo a la imagen monopolar del mundo que, bajo el liderazgo de EE UU, ha reemplazado al mundo bipolar anterior a la desintegración del bloque comunista.
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LA GUERRA FRÍA EN RETROSPECTIVA
In: Revista de Estudios Sociales, Heft 15, S. 165-167
ISSN: 1900-5180
La guerra después de la guerra, 1939-1949: Presentación
In: Historia y política: ideas, proceso y movimientos, Heft 47, S. 17-26
ISSN: 1989-063X
Una nueva y diferente Guerra Fría
TREINTA TRES AÑOS DESPUÉS QUE TERMINASE La Guerra Fría, el mundo se encuentra ante un complejo escenario de potencias nucleares en grave tensión, una guerra abierta en el centro de Europa, aumento del gasto militar, y el rearme con nuevas tecnologías. Los enfrentamientos de grandes potencias ya no son entre capitalismo y comunismo como durante la Guerra Fría, sino económicos, energéticos comerciales, tecnológicos, y militares en un mismo sistema económico y un marco geopolítico en transformación que cuestiona al sistema multilateral.
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La Guerra Fría en América Latina
In: Secuencia: revista de historia y ciencias sociales
ISSN: 2395-8464
Vanni Pettiná, La Guerra Fría en América Latina, México, El Colegio de México, 2018, 260 pp. ISBN 978-607-628-249-6
DEPOIS DA GUERRA FRIA:: A ESCOLA SUPERIOR DE GUERRA
In: Revista da Escola Superior de Guerra, Band 28, Heft 57, S. 123-148
ISSN: 2675-2174
O texto analisa as posições adotadas pelos intelectuais da Escola Superior de Guerra (ESG) em relação à constituição de uma nova orientação para as Forças Armadas brasileiras diante da realidade geopolítica decorrente do final da Guerra Fria e das ações unilaterais dos Estados Unidos (EUA). Demonstra também como os esguianos repensaram, no período entre 1989 e 2006, a ligação militar e doutrinária com os EUA, questão presente na Escola desde a sua fundação. E assinala ainda como estes pensadores passaram a considerar a ameaça de uma intervenção estadunidense em território brasileiro e como defender soberania nacional diante desse risco potencial.
La Operación Cóndor y la guerra fría
In: Universum: revista de humanidades y ciencias sociales, Band 19, Heft 1
ISSN: 0718-2376