Transicion y represion politica
In: Revista de estudios políticos, Heft 70, S. 225
ISSN: 0048-7694
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In: Revista de estudios políticos, Heft 70, S. 225
ISSN: 0048-7694
The literature related to the political transition has generally ignored the external variable, thus the political-social and economic aspects have been privileged, in order to analyze the accelerating or reducing role that they play in the consolidation of transitions. Because each transition process has its own peculiarity, the importance of comparative analysis of these experiences is highlighted, which today are abundantly treated by the political essence. This presentation of the international question tries to link the external variable and the transition processes. In this paper, a comparative analysis of the association between the beginning of the political transition and foreign affairs is carried out in the cases of Argentina, Greece and Portugal, to then focus on the particular case of Latin America. ; La literatura vinculada a la transición política generalmente ha soslayado la variable externa, así los aspectos político-sociales y los económicos han sido privilegiados, en orden a analizar el rol acelerador o reductor que ellos desempeñan en lo que hace a la consolidación de las transiciones. Debido que cada proceso de transición tiene su propia peculiaridad se destaca la importancia del análisis comparado de estas experiencias, que hoy son abundantemente tratadas por la esencia política. Esta presentación de la cuestión internacional pretende vincular la variable externa y los procesos de transición. En el presente trabajo se realiza un análisis comparado de la asociación entre el inicio de la transición política y los asuntos externos en los casos de Argentina, Grecia y Portugal, para luego focalizarse en el caso particular latinoamericano.
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Las elecciones legislativas anticipadas que tuvieron lugar el domingo 13 de junio en Bélgica, produjeron un seísmo político, pronosticado sí, pero no por ello menos violento: la Nueva Alianza Flamenca (N-VA), independentista, se convirtió en el primer partido flamencófono, luego de haber difundido su aspiración de que Bélgica desaparezca como Estado.En una región —Flandes— donde vive el 60% de los casi 11 millones de belgas, la N-VA de Bart de Wever ha obtenido el 29% de los sufragios, pero más grave es que juntos los partidos independentistas flamencos han llegado al 45% de los votos en su región, ganándoles a los partidos tradicionales: socialistas, liberales, y democristianos. Bélgica es un país sin formaciones políticas nacionales, todas son regionales y en Valonia, el francófono Partido Socialista (PS) llega a la cabeza con 37% de los votos, contando la tercera región enclavada en tierra flamenca: la capital belga bilingüe, aunque mayoritariamente de habla francesa.Y una vez más, se afirma la querella entre los valones y los flamencos, que ha marcado la historia de ese pequeño país, seis veces menor que el Uruguay, pero que multiplica por 3 sus habitantes, por 5 el PBI per cápita y por 16 el PBI total.La historia belgaAntes aún de la batalla de Waterloo, Gran Bretaña consideraba que era imprescindible para su seguridad establecer un equilibrio de fuerzas entre las grandes potencias continentales y, por su lado, Austria, Prusia y Rusia acordaron formar un Estado tapón entre ellas y Francia. A la caída de Napoleón, en el Congreso de Viena, se establece el Reino Unido de los Países Bajos, formado por los territorios actuales de Holanda, Bélgica y Luxemburgo. El error principal fue aprobar una Constitución unitaria y no federal, cuando el Norte era protestante y el Sur católico.En 1830, estalla la Revolución belga por el levantamiento de las provincias católicas del Sur, contra el poder central neerlandés y protestante. Flandes y Valonia acopladas crean el Reino de Bélgica en 1831, Estado católico con el francés como lengua oficial, pese a que su mayoría era de habla flamenca. Se vuelve a incurrir en el mismo error y se crea un reino unitario, cuando las poblaciones estaban soldadas por la religión, pero separadas fanáticamente por el idioma: Flandes hablaba flamenco (neerlandés) y Valonia, francés.Este desequilibrio si bien fue corregido en 1992, con la aprobación del régimen federal, no subsanó la separación de los belgas por la lengua, y cada comunidad se siente diferente y se desarrolla de distinta manera, agregando una exacerbación lingüística al problema que existe, como en otros países, entre un Norte productivo y rico y un Sur considerado "indolente" y más pobre.Habiendo estudiado 6 años en Bélgica, siempre recuerdo una historia que se contaba: en la RTB (Radio televisión belga), los periodistas está separados por idioma y en la puerta de la parte francófona hay un cartel que reza: "Aquí se habla francés"; mientras que en la flamenca, el cartel dice: "Aquí no se habla, se trabaja".Aunque siempre supuse que la anécdota era falsa, representa esa rivalidad mezclada de odio y de desconexión de difícil solución.¿Y ahora qué?Para empezar, la negociación ya iniciada por el Rey Alberto II puede ser larga y Bélgica asume la presidencia de la Unión Europa en julio, lo cual complica más las cosas. Hay que recordar que en un horizonte menos triunfalista flamenco, en 2007, envenenadas siempre por la rivalidad lingüística, las consultas demoraron 9 meses para concertar el nombre del Primer Ministro actual, Yves Leterme.Lo lógico sería llegar a un gobierno de coalición flamenco-francófono entre los más votados de una y otra lengua: el líder valón del PS, Elio di Rupo y el ganador flamenco Bart de Wever, pero éste último ha confirmado, apenas terminado el escrutinio, que no desea intentar presidir una coalición de gobierno con los francófonos. Aunque está dispuesto a admitir a uno de ellos como Jefe de Gobierno, —sería la primera vez desde 1974— a cambio de conseguir un compromiso de mayor autonomía para los flamencos, creando una confederación, en la que Bélgica mantendría el control sobre muy pocos asuntos, como la política exterior y las Fuerzas Armadas, sabiendo que en esta instancia la secesión es difícil, pero pensando que en el futuro es ineluctable.Los líderes de habla francesa tiene todos la voluntad de reformar el Estado pero temen, con razón, que ese paso de Wever hacía la confederación, sea un paso hacia la disolución de Bélgica.Entonces lo probable es que di Rupo, hombre de compromiso, trate de lograr una coalición con Wever (o sin él). No es fácil, hay mucho antagonismo, pero di Rupo ha dado una primera señal al declarar que el mensaje de los electores flamencos debe ser entendido.De cualquier forma, el resultado de las elecciones belgas es un problema a futuro para la Europa de las naciones, para la Unión Europea y especialmente para su capital Bruselas, sede —además— de la OTAN.*Escritor, Periodista, Analista Internacional, Ex Embajador.
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In: Claves de la jurisprudencia
Política, Derecho y Psicología son campos que confluyen en la dimensión de lo simbólico. Este texto encuentra el sostén en los tres campos para desarrollar un análisis de los símbolos políticos y las transiciones. El recorrido del análisis discurre a través de tres etapas. En la primera se expone sucintamente el concepto de transición y su significado. En la segunda se examina con detalle la noción de símbolo para, a partir del análisis de su definición, dilucidar aquellos aspectos que permiten comprenderlo, caracterizarlo y dar cuenta de sus funciones; prestando una particular atención al concepto de símbolo político. Por último, partiendo de la experiencia del autor, como testigo presencial o como protagonista, se distinguen tres pautas de funcionamiento de los símbolos en los procesos de transición política: los símbolos de cambio, los símbolos de reconocimiento y los símbolos de acompañamiento. ; Politics, Law and Psychology are fields that come together in the symbolic. This text takes evidence from those three areas to develop an analysis of political symbols and political transitions. The development of the analysis goes through three stages. The first succinctly describes the concept of transition and its meaning. The second closely examines the notion of the symbol, in terms of its definition, to explain aspects that allow us to understand it, characterise it and make its functions clear. Finally, from the author's experience as a witness and as an actor, I suggest three ways of understanding symbols in the processes of political transition: as symbols of change, as symbols of acknowledgment, and as symbols of support.
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En el siglo XX y hasta el día de hoy el mundo utilizó como fuentes energéticas primarias (de manera prioritaria) los denominados combustibles fósiles, a saber, el petróleo, el carbón y el gas natural. Sin embargo, los efectos sobre el ambiente que han dado lugar al cambio climático han generado una tendencia cada vez más creciente a reemplazar estas energías por fuentes más limpias como la eólica, la solar o la geotérmica. Aún se plantean acciones más radicales como reducir el consumo de energía de forma drástica para evitar una catástrofe global de proporciones inimaginables. Este proceso se ha denominado "la transición energética", que sin lugar a dudas se viene desarrollando en mayor o menor medida en casi todos los países del así llamado "primer mundo". En este artículo se analiza la situación de la matriz energética colombiana y las políticas del país de cara a este proceso de transición hacia energías limpias. ; During the 20th century until today the world spend, as primary energetic resources (with priority), fossil fuels such as oil, coal and natural gas. However, the effects on the environment which led to climatic change, have been generated a growing tendency to replace such forms of energy with cleaner ones like wind, solar and geothermal energy. Yet many people plan radical actions which implies a drastic reduction of energy consumption, in order to avoid a massive global catastrophe. This process has been denominated "energetic transition" and it's developed almost in every part of the "first world" contries. This article analyzes the situation within theColombian energetic matrix and the country's policies to face this transition process towards clean energies.
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In: Mientras tanto, Heft 117, S. 123-157
ISSN: 0210-8259
La primera década posdictadura puede ser abordada desde diversos posicionamientos. El principal objetivo de este artículo es analizar la reorganización del campo cinematográfico durante ese decenio desde la perspectiva de la producción operaprimista, considerando como premisa fundamental que el cine producido durante esos años fue un cine de transición, pero fundamentalmente un cine en transición. Repensar la producción audiovisual considerando que el cine argentino, entre los años 1984 y 1994 vivenció su propia transición, la transición cinematográfica, permite examinar continuidades, rupturas y aparentes paradojas. Los ejes que estructuran el análisis incluyen el rol del Instituto Nacional de Cinematografía, la heterogénea composición del conjunto de operaprimistas y la influencia que otras transiciones, como la democrática y la tecnológica, le imprimieron al cine de aquellos años de reapertura y reconquista de libertades. ; The first post-dictatorship decade can be approached from various positions. The main objective of this article is to analyze the reorganization of the cinematographic field during that period from the perspective of debut films production, considering as a fundamental premise that the cinema produced during those years was a cinema of transition, but fundamentally a cinema in transition. Reviewing audiovisual production considering that Argentine cinema, between the years 1984 and 1994 experienced its own transition, the cinematographic transition, allows examine continuities, ruptures and apparent paradoxes. The axes that structure the analysis include the role of the National Institute of Cinematography, the heterogeneous composition of the set of debut filmmakers and the influence that other transitions, such as the democratic and technological ones, they gaved it to the cinema to those years of reopening and reconquest of freedoms
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El proceso de retirada de la UE (Brexit) plantea cuestiones de gran trascendencia en el Derecho Constitucional británico y en el de la UE, a la luz del artículo 50 TUE. Algunos de los problemas planteados en el Derecho británico se han resuelto por la Supreme Court en el asunto Miller; pero otros siguen abiertos: el papel del Parlamento en la adaptación del derecho de la UE, que el Gobierno pretende desplazar a través de la asunción de una ilimitada delegación de poderes (la cláusula Enrique VIII); o el de los territorios autónomos, que pretenden ser marginados de la recuperación de competencias de la UE. El resultado de las negociaciones puede poner en riesgo la cohesión interna británica, tanto con Escocia como con Irlanda del Norte. Y las condiciones de la retirada y de las relaciones futuras entre ambos —especialmente en caso de falta de acuerdo— pueden afectar gravemente a la estabilidad económica del RU. El derecho formal a la retirada queda, así, profundamente condicionado por su viabilidad práctica.The withdrawal process from the EU (Brexit) raises issues of great significance both in British constitutional law and in EU law, according to Article 50 TEU. Some of the issues raised in the British legal system have been settled by the Supreme Court in the Miller case; but there are others still to be clarified: the role of Parliament in the task of adapting EU law, which the Government is attempting to replace via an unlimited delegation of powers (the Henry VIII clauses); or that of the devolved bodies, which the Government is seeking to exclude from the recovery of powers from the EU. The outcome of the negotiations may jeopardize British internal cohesion, in relation to both Scotland and Northern Ireland. And the circumstances of withdrawal and future relations between the UK and the EU —especially in the case of no deal— could seriously affect the UK's economic wealth and stability. The formal right to withdrawal is thus deeply conditioned by its practical feasibility.
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Los estados de facto postsoviéticos -- Tierra, gentes, pasado : el Transdniéster y su contexto histórico-político -- Del derrube de la Unión Soviética a la guerra : el proceso de secesión Transnistrio -- La República Moldava de Pridnestrovie : dos décadas de independencia y construcción estatal en un terriotorio disputado -- Ucrania en su contexto -- La transición de Ucrania hacia la democracia (1991-1999) -- Una década de encuentros y desencuentros entre Ucrania, La Federación Rusa y la UE (2000-2009) -- Los años del nuevo gobierno Uraciano (2010-2013) -- Ucrania, en la encrucijada -- Guerra en Ucrania -- Transnistria y Ucrania, ¿un modelo de gestión del Hinterland Ruso?
Venezuela ha conocido recientemente tres transiciones. La primera transcurrió entre la caída del dictador Marcos Pérez Jiménez y el desarrollo de un modelo de democracia representativa. La segunda transcurrió entre la llegada de Higo Chávez a la presidencia y su posterior fallecimiento. La tercera se desarrolla desde la muerte física de Chávez hasta la presidencia de su sucesor Nicolás Maduro. Este artículo analiza el desenvolvimiento de esas tres etapas, los actores que participan en ellas, las políticas públicas generadas así como su entorno social y económico, haciendo un énfasis en la situación actual y en sus proyecciones.
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Venezuela ha conocido recientemente tres transiciones. La primera transcurrió entre la caída del dictador Marcos Pérez Jiménez y el desarrollo de un modelo de democracia representativa. La segunda transcurrió entre la llegada de Higo Chávez a la presidencia y su posterior fallecimiento. La tercera se desarrolla desde la muerte física de Chávez hasta la presidencia de su sucesor Nicolás Maduro. Este artículo analiza el desenvolvimiento de esas tres etapas, los actores que participan en ellas, las políticas públicas generadas así como su entorno social y económico, haciendo un énfasis en la situación actual y en sus proyecciones.
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