Del nacionalismo al populismo: cultura y política en Puerto Rico
"Papers offer historical insights into the search for cultural and political identity in Puerto Rico"--Handbook of Latin American Studies, v. 57
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"Papers offer historical insights into the search for cultural and political identity in Puerto Rico"--Handbook of Latin American Studies, v. 57
World Affairs Online
In: Journal of Latin American studies, Band 24, Heft 2, S. 448-450
ISSN: 1469-767X
In: Examãpaku: revista eletrônica de Ciências Sociais, História e Relações Internacionais, Band 8, Heft 2, S. 45
ISSN: 1983-9065
Este artigo irá discorrer sobre como a influência de um elemento cultural, a música, pode afetar a política do meio no qual está inserida. E, para tanto, será utilizado o caso único da Finlândia no seu processo de independência, que teve seu nacionalismo influenciado pela música de seu compositor máximo, Jean Sibelius, através de uma de suas maiores obras, a peça Finlândia, que teve importância fundamental na formação do nacionalismo deste país.
In: Archivos de historia del movimiento obrero y de la izquierda, Heft 13, S. 53-73
ISSN: 2683-9601
Este artículo analiza la conformación de organizaciones obreras nacionalistas durante los años 30. En este marco, se abordan las prácticas sindicales, los productos culturales y los proyectos económicos que el nacionalismo diseñó para transformar el mundo del trabajo, que ellos percibían amenazado por las ideologías de izquierda. A partir de los resultados obtenidos en el estudio, se afirma que el nacionalismo argentino fue un movimiento que se caracterizó por incluir, organizar y movilizar a distintos sectores de los trabajadores.
In: Estudios políticos: revista de ciencia política, Heft 24, S. 215-257
ISSN: 0185-1616
This paper explains & discusses two main ideas -- cultural identity & sovereignty -- the foundations of Mexican nationalism. Today, with the powerful momentum of globalization & formal integration into the US economy through the North American Free Trade Agreement (NAFTA), Mexicans & their government are having great difficulties in accomplishing the fundamental task of constructing a new form of cultural identity & of nationalism to support their national interests. In order to do that, on one hand, the elites have to relinquish their sole right to economic & social prosperity, while the common people live in poverty & distress; & on the other hand, the common people have to learn to engage in active, plural, & democratic participation. These actions will create the framework needed to solve the political & social problems & guarantee a favorable economic & social outcome. 45 References. Adapted from the source document.
In: Comunicación y hombre: CyH : revista interdisciplinar de ciencias de la comunicación y humanidades, Heft 4, S. 103-118
ISSN: 1885-9542
Este trabajo se propone analizar los fundamentos, identidad, predominancia étnica y el simbolismo cultural de los movimientos nacionales. El nacionalismo como factor de identifi cación es el principal aglutinante para la signifi cación y expresión política del poder de movilización en la emergencia de movimientos nacionales. La modernidad permea el nacionalismo en los movimientos nacionales y sus estructuras de oportunidad política y funcionamiento. Se concluye que los movimientos nacionales han sido un factor de cambio social en gran escala.
In this article, we examine the influence of the nationalistic ideology that emerged from the Mexican Revolution in 1910 as a way of understanding the role and presence of foreigners in the new model of a nation that was to be constructed.The defensive Nationalism that was strengthened by the outbreak of the revolution, limited the influence of the flow of immigration. The emergence of the doctrine of 'Mestizaje' sustained a conceptual framework in which latent ethnic and racial biases eventually supported the immigration policy adopted by the government in the post-revolutionary period.The Mexican people assumed the leading and exclusive role in the effort to create this new societal project, while the participation of foreigners was excluded from it. ; En este artículo se examina el influjo de la ideología nacionalista surgida de la Revolución Mexicana sobre la manera de entender el rol y la presencia de los extranjeros en el nuevo modelo de nación que se buscó construir.El nacionalismo de tipo defensivo que se afianzó con el estallido de la revolución optó por limitar el aporte del flujo inmigratorio. El surgimiento de la doctrina del Mestizaje representó el marco conceptual en el que prejuicios étnicos y raciales latentes terminaron por sustentar la política de inmigración adoptada por los gobiernos en el periodo posrevolucionario.El 'pueblo mexicano' asumió el papel protagónico y exclusivo en el esfuerzo por hacer realidad el nuevo proyecto de sociedad, en tanto que la participación de los extranjeros terminará excluida de él.
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In: https://morethesis.unimore.it/theses/available/etd-11142018-141615/
L'obiettivo della presente tesi è porre in relazione la cultura taurina con il nazionalismo spagnolo all'interno di un periodo di tempo che include tre momenti storici fondamentali: i primi anni della Restaurazione, il 1898 e l'inizio della dittatura di Primo de Rivera. La ricerca verte sull'analisi del discorso di un corpus di riviste pubblicate in tale periodo, che consta dei seguenti titoli: El Chiclanero, El Eco Taurino, El Enano, El Gallo Inglés, El Látigo, El Loro, El Puntillero, El Tío Jindama, El Toreo, La Lidia, Madrid Taurino, Sol y Sombra, Unión Taurina. Il momento storico esaminato rappresenta un lasso di tempo durante il quale la Spagna attraversò un periodo di forte crisi identitaria e culturale dovuta a due ragioni principali. In primo luogo, l'assenza di una politica nazionalizzatrice (Álvarez Junco: 2001, Villares, Moreno Luzón: 2009) che non venne realizzata nonostante gli sforzi in tale ottica. Secondariamente, la perdita definitiva dell'impero coloniale nel 1898 (Fusi: 2000, Pan-Montojo: 2006). A causa di tali avvenimenti le élites del paese, di cui la Generazione del 98 fu l'esempio più fulgido, si interrogarono sull'identità della penisola iberica, sulle sue caratteristiche in relazione al suo passato e al suo futuro. Contestualmente, in Spagna la corrida de toros diventò il primo grande intrattenimento di massa del paese (Shubert: 2002). Questo successo, unito ad un particolare legame con gli strati popolari della società (Juaristi: 2013, Mitchell: 1991) diede l'impulso alla nascita di un particolare genere giornalistico, la stampa taurina. Sviluppatosi a partire dalla metà dell'Ottocento e composto da un elevatissimo numero di riviste (Cossío: 1961), si dotò fin dal principio di una ricchezza testuale notevole, legata sia all'argomento trattato, sia alla costruzione identitaria di cui tale argomento fu oggetto. Il corpus di riviste taurine analizzato qualitativamente evidenzia tre tipi principali di discorso al suo interno, capaci di costruire e riflettere il proprio oggetto. Uno artistico-sportivo, legato alla descrizione della corrida e al gergo taurino, estremamente specifico e preciso (Claramunt: 2001); uno politico-propagandistico, usato negli editoriali presenti nelle riviste con fine persuasivo (Gomis: 1974); e infine un discorso letterario-costumbrista, legato a componimenti in versi e a testi che descrivono l'atmosfera delle città spagnole nei momenti delle ferias locali, di cui la corrida è parte integrante. Nella selezione del materiale di studio rientrano solamente gli ultimi due tipi di discorso, poiché pregni di riferimenti alla situazione spagnola dell'epoca. La decostruzione degli scritti, avvenuta utilizzando concetti tipici dell'analisi del discorso come intertestualità, partecipazione, indessicalità, coerenza, coesione, implicature pragmatiche e inferenze (Bachtin: 1986, Eco 1997, Fairclough: 1992, Johnstone: 2008, Van Dijk: 2016), permette di comprendere la costruzione identitaria della cultura taurina. Di fatto, le riviste si rivolgono ad un potenziale lettore, l'aficionado (appassionato ed esperto di corrida), formandolo allo stesso tempo, e veicolando un'ideologia (Van Dijk, 2003) legata a un'identità romantico-conservatrice molto simile alla cultura militare spagnola (Jensen: 2014, Álvarez Junco: 2013). Riassumendo, la corrida è una diversione formativa che accompagna la Spagna e le sue imprese belliche perlomeno dal Medioevo, è specchio e agente attivo del Volksgeist nazionale, e infine è un'arte nella quale confluiscono cultura popolare e elitista. In conclusione, è possibile rilevare una chiara costruzione culturale che prova a reagire ad un momento di crisi identitario, tentando di sopperire alla mancata instaurazione di una cultura e una di politica nazionalizzatrici.
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En las últimas décadas, la nueva historia cultural ha ido abriendo espacios desde los que iluminar zonas del pasado poco exploradas anteriormente y desde los que replantear en su conjunto nuestra comprensión de los grandes procesos históricos. Una renovación que ha resultado particularmente evidente en algunos de los ámbitos que más han centrado últimamente la atención de los especialistas: el del estudio de los procesos de construcción nacional y el de la historia cultural de la política. En la historiografía española, el debate sobre la «nación» ha ocupado en los últimos años cientos de páginas, tantas como las que se han dedicado a la incorporación de conceptos como el de «cultura política». Sin embargo, solo hasta hace bien poco unos y otros estudiosos han empezado a cruzar sus caminos. En este texto repaso brevemente algunos de los últimos desarrollos teóricos en el estudio de las naciones y de los nacionalismos, posteriormente sitúo los debates que ha suscitado el concepto de «cultura política» en España, y, por último, señalo de qué modos puede ser útil dicho concepto (o lo está siendo) para el estudio del nacionalismo español. In recent decades, the New Cultural History has raised new questions about the past and has contributed decisively to improve our understanding of main historical processes. The renovation has been specially important in two fields: the study of nations and nationalism, and the cultural history of politics. In Spain, many specialists have worked in the study of Spanish nationalism; at the same time, many others have analyzed the formation of modern Spanish «political cultures». Nevertheless, they have not crossed their ways until now. In this article, I explain briefly the most recent theoretical trends on the study of nations and nationalisms; after that, I summarize the debates aroused by the concept of «political culture» in Spanish historiography; finally, I point out how this concept could be useful for the study of Spanish nationalism.
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The Mexican archaeological heritage is a tourist attraction, its construction depended on a historical process, intertwined with a search for identity elements to built a nation idea, based on its self and hetero recognition, along with the background of what we now consider archaeology. In order to know this process, a review of novohispano and western scientific texts about the pre-Columbian past, produced between the 17th and 18th centuries, that represent the process of its construction as an identity element, is presented. This process was mediated by the rationality that Enlightenment represented, the "leyenda negra" of Spain, and by Creole and Spanish nationalism. Thus, the realization of this historical process resulted from a dialogic dynamic between the New World and the West, because the politics and cultural conditions of both continents, facilitated the fact that they coincided in giving scientific production a nationalist use, which began to represent the Mexican nation internally and externally. ; El patrimonio arqueológico mexicano es un atractivo turístico, su construcción como tal dependió de un proceso histórico en el que se entrelazaron la búsqueda de elementos identitarios para representar la idea de nación, en función de su auto y heterorreconocimiento, junto con los antecedentes de lo que hoy consideramos arqueología. Para conocer este proceso, se presenta una revisión de textos científicos novohispanos y occidentales sobre el pasado prehispánico, producidos entre los siglos XVII y XVIII, que representan su construcción como elemento identitario de una nación en ciernes. Este proceso estuvo mediado por la racionalidad que representó la Ilustración, la afirmación de la "leyenda negra" de España y por el movimiento político del nacionalismo criollo y español. Por lo tanto, la realización de dicho proceso histórico resultó de una dinámica dialógica, a veces contrapuesta, entre el Nuevo Mundo y Occidente, porque las condiciones políticas y culturales de ambos continentes facilitaron el hecho ...
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El artículo se divide en dos secciones. La primera es una aproximación teórica sobre la nación y el nacionalismo, la política homogeneizadora del estado liberal y la importancia de construir una identidad nacional en México. Posteriormente se señalan los mecanismos utilizados por el Estado mexicano para implantar la conciencia nacional entre la población, las prácticas cívicas fomentadas desde la escuela y las relaciones que se establecen entre la historia nacional –difundida en la educación básica– y la memoria cultural de los pueblos indígenas –reproducida oralmente. El texto concluye con una reflexión sobre la alquimia que se produce entre la construcción de la identidad nacional y los contenidos culturales locales.AbstractThe article is divided into two sections. The first is a theoretical approach of the nation and nationalism, the homogenizing policies of the liberal state and the importance of building a national identity in Mexico. Then, the article identifies the mechanisms used by the Mexican government to establish the national consciousness among the population. The article also refers to the civic practices promoted by schools and the relationships established between national history –as spread in basic education– and the cultural memory of the indigenous people -produced orally. The text concludes with a reflection on the alchemy that occurs between the construction of national identity and the manifestations of local culture content.Recibido: 21 de abril de 2010 Aceptado: 14 de junio de 2010
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In: Estudios políticos: revista de ciencia política, Heft 24, S. 215-257
ISSN: 0185-1616
Discusses cultural identity, sovereignty, autonomy, and nationalism in Mexico in the era of globalization and NAFTA; impact of the US on Mexican national identity. Summary in English.
In: Colección Historia cultural de Costa Rica 10
Con prácticamente la misma superficie territorial que Europa, con más del doble de población que el Viejo Continente y una historia caracterizada por ser tan profunda como rica (con más de 3500 años de antigüedad, si no más), la civilización china se consagra como un universo cultural, económico, político, social y hasta filosófico completamente distinto al que estamos acostumbrados en Occidente. Ese "micro-cosmos" civilizatorio que constituye la sociedad china, está confeccionado por numerosísimos retazos culturales, étnicos, lingüísticos, religiosos, etc. que desafían la homogeneidad necesaria para erigir un Estado- Nación; uniformidad que, como veremos, fue pretendida largamente por varios gobiernos chinos a lo largo de su historia. Si bien es cierto que la mayoría de la población (un 92% aproximadamente) pertenece a la etnia Han, es de destacar que el restante 8% (nada más ni nada menos que unas 120 millones de personas) tiene una importancia considerable, dada tanto por su plural composición (hay 56 grupos étnicos) como por su dispersión en el territorio chino (se encuentra en un 60% de éste).La voluntad por acaparar esa pluralidad bajo una gran nación china es otro de los propósitos manifiestos de la presente dictadura; como dijimos, dicha pretensión, sin embargo, no es nueva. Más bien, toda la literatura con respecto al tema coincide en señalar que los sueños por concretar una única nacionalidad comienzan a vislumbrarse insípidamente luego de la Guerras del Opio (iniciadas en 1840) que terminaron con dos derrotas chinas a manos de las escuadras inglesas y francesas. A estas guerras se le sumó la adquisición (en 1847), por parte de Gran Bretaña, de Hong Kong, enclave británico en la China continental que perduraría hasta nuestros días. Al imperialismo occidental se le agregarían, tiempo después (para 1894), los arrestos expansionistas japoneses. Éstos se plasmarían en la guerra sino-japonesa, en donde el Japón le demostraría al mundo su poderío tras la revolución Mejí derrotando a una débil China que, luego de firmar el Tratado de Shimonoseki, le cedería al primero la isla de Formosa (Taiwán), lasislas Pescadores y la península de Liaodong.La merma del poder chino, la seria limitación de su soberanía -que últimamente parecía pendular entre intereses de potencias extranjeras- y la humillación que significase dichos enfrentamientos ante la comunidad internacional, confluyeron, como suele suceder en la mayoría de los casos, en la creación de un sentimiento anti-occidental y anti-japonés. Éstos devendrían luego, y como producto de la expansión de las ideas occidentales sobre la "nación", en un sentimiento nacionalista; nacionalismo que, podemos decir, nació en principio como producto de las continuas amenazas y vejaciones exteriores. Uno de los primeros hechos nacionalistas que podemos constatar se produjo en 1900 con la revolución Boxer, un levantamiento nacionalista que buscó expulsar a todos los extranjeros y a los chinos cristianos de China. Su punto más álgido ocurrió en Pekín, en donde los Yihetuan (los revolucionarios) arremetieron contra los extranjeros instalados en la actual capital china. Rápidamente los franceses, británicos, rusos, alemanes y estadounidenses, italianos, austro-húngaros y japoneses, configurando la "Alianza de las ocho naciones", enviaron tropas para contrarrestar el ataque; China otra vez perdería ante la explotación extranjera. Previamente, el nacionalismo chino comenzaba a mirar, para finales del siglo XVIII, para dentro de fronteras. Es así que se gestaría el malestar para con la dinastía Qing (gobierno chino, hasta ese momento); dinastía implementada por los manchúes, hoy minoría étnica en China, en el siglo XVII. Por oposición a los manchúes, tildados de "bárbaros" y de corruptos, la definición de lo propiamente "chino" sufriría una transformación: se restringiría solamente a lo Han, nuevo sinónimo de lo civilizado. Esta misma actitud llevaría a considerar a los manchúes como un elemento foráneo a la nación china. Inflamado por estas ideas, animado por la instalación, al estilo Occidental, de una República (demandada por los sectores más populares del país) y tras el fracaso del movimiento Reformista, Sun Yat-sen comandó la "Revolución Xinhai", la cual derrocaría a la dinastía Qing y la sustituiría por una efímera República China. Inmediatamente luego de instalada la República, el concepto de lo que puede ser identificable como "chino" mutó nuevamente. Inversamente a lo que ocurrió antes de la revolución, lo "chino" se ensancharía para albergar en él a los diversos grupos minoritarios (incluyendo los manchúes). Esa ampliación tuvo lugar seguramente porque la acotación del término chino a lo Han hubiera devenido en un nuevo conflicto generalizado que hubiese puesto en peligro la reunificación nacional, la unidad y cohesión interna del país. Durante el período en que duró la República de China, el poder del Estado iría consolidándose, aunque muy lentamente. Asimismo es durante este período que se labraría el concepto de "Zhonghua minzu" (noción que hasta hoy en día es invocada por el gobierno chino) y que recoge la idea de una nacionalidad sumamente inclusiva, y que perseguía la unión de las "Cinco nacionalidades" (han, manchúes, mongoles, hui, y tibetanos).La Gran Guerra cambiaría el curso de las cosas. Pese a que China formó parte del bando ganador, el Tratado de Versalles supuso condiciones desfavorables. Entre ellas la transferencia de territorios al Japón en Manchuria. Con lo cual, otra vez, el pueblo chino sentiría que se le impusieron, desde el exterior, condiciones humillantes. Así detonarían las protestas estudiantiles reclamando la no ratificación del Tratado. Es por ese entonces cuando se produce la germinación del Partido Comunista Chino (PCC), de corte claramente nacionalista. Y es que muchos de los estudiantes que participaron en los disturbios contra el Tratado de Versalles confluyeron en sentar las bases, en 1921, del Partido Comunista. De esta manera, el nacionalismo se fusiona con el planteo comunista, siendo el primero la propulsión primigenia y un componente distintivo del PCC. Como señala Lui Kang (profesor de Cultura China en Duke University) "The current Chinese communist government is more a product of nationalism than a product of ideology like Marxism and Communism". El corolario del nacionalismo chino se consolidaría definitivamente con la Segunda Guerra Mundial y con las catastróficas arremetidas japonesas en territorio chino, y su ocupación desde el 1931 al 1945.Canalizando los resentimientos históricos, recogiendo los malestares del gran campesinado y haciéndose eco, en general, de todos los descontentos acumulados durante siglos, el Partido Comunista se haría con el gobierno para 1949, luego de la hazañosa y memorable "Larga Marcha". Siendo consecuente con su matriz nacionalista, el Partido Comunista replantearía, desde la práctica gubernamental, el nacionalismo chino, poniendo el acento, sobre todo, en la centralización del poder de la nueva nación China. Para ello, dicho Estado-Partido, prensaría la multiculturalidad existente en el territorio chino y adoptaría una postura de negación de la multinacionalidad de la civilización china, trabajando, por el contrario, el ya señalado concepto de "Zhonghua minzu". Esa ambición por generar una nacionalidad ampliada sería plasmada durante la famosa Revolución Cultural cuando, en nombre del "progreso" y de la homogeneización cultural, los diversos grupos minoritarios se vieron atacados por el gobierno en sus costumbres tradicionales, en la utilización de su lenguaje, en sus creencias religiosas, etc. siendo sometidos, posteriormente, a una "reeducación" más acorde con el ideal maoísta. La modernización estaba teniendo lugar, y en su paso debía eliminar todo lo "antiguo," sean ideas, costumbres, hábitos o culturas enteras.Durante esa etapa reciente de la historia de la China moderna, es cuando se comenzó a forjar el Estado-Nación propiamente dicho. Es un proceso que hasta el día de hoy continúa en marcha, y no es posible comprender cabalmente el comportamiento del actual PCC si no logramos atender la dimensión histórica que la construcción de tal anhelado Estado-Nación chino le significa al gobierno comunista. Hoy en día, el PCC se encuentra correspondiendo aquel profundo legado histórico; herencia que claramente marca el compás de cada uno de sus movimientos. Si observamos los hechos que se suceden en el interior de China a través de esta lupa nos percataremos de que cada golpe que da el gobierno se potencia por ese peso histórico. De ahí la desproporcionalidad de las respuestas para con los movimientos autonomistas; de ahí la mano dura con Taiwán. Y es que ceder en Taiwán, concederle la autonomía a los tibetanos, ser flexibles con los disturbios en la provincia musulmanas de Xinjiang en el norte o dar el brazo a torcer a cualquier tipo de afán secesionista, no representaría solamente una pérdida de territorio, de recursos económicos y de capital humano. Sería muchísimo más que eso: significaría la renuncia expresa a la construcción de la "gran China"; simbolizaría la frustración de albergar a todos los grupos bajo una misma bandera y representaría el fin de un sueño largamente alimentado, de una quimera motivadora pero, tal vez, y desde siempre, irrealizable. * Estudiante de la Licenciatura en Estudios Internacionales, FACS, Universidad ORT.
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Este trabajo reflexiona acerca de la naturaleza de los movimientos sociales en defensa de la conservación del patrimonio cultural de la nación, ocurridos en México durante las últimas décadas. Estos movimientos, conocidos como patrimonialistas, son resultado de la crisis cultural. Dicha crisis incide en las nociones de nacionalismo y ciudadanía en las que se apoya el discurso de la acción social en defensa de los bienes culturales. Se revisa el proceso político mexicano y la transición democrática de la nación para comprender el proceso histórico social debido al cual se abandona la noción de nacionalismo (revolucionario) como herramienta ideológica fundamental en la construcción del modelo cultural del Estado-Nación mexicano. El nacionalismo, junto a la educación y la cultura, han sido el vehículo para la transmisión de los valores y principios de identificación de lo propio individual y lo propio colectivo, fundamento de las identidades nacionales.
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