A pocos años de superado el año 1945, ocurrió algo sin precedentes en la historia de la guerra. La introducción de la bomba nuclear a los arsenales de las grandes potencias alteró el cálculo militar. Como resultado de la famosa destrucción mutua asegurada (también conocida como MAD, por sus iniciales en inglés), el inicio de una guerra entre superpotencias constituía un suicidio. En la práctica, la guerra entre éstas desapareció por primera vez en la historia.La bomba nuclear era un arma adecuada para la Guerra Fría porque esta última era básicamente una confrontación ideológica. Como los conflictos ideológicos son absolutos, un arma absoluta como la bomba nuclear es más concebible en ese que en otro tipo de choque.El fin de la Guerra Fría terminó la era de los grandes conflictos ideológicos. La tesis de Francis Fukuyama se mantiene esencialmente correcta: no ha surgido ninguna alternativa de importancia a la democracia liberal como forma de gobierno. De hecho, este tipo de régimen político no ha hecho más que expandirse – lo cual, a su vez, reduce las ocasiones en las que pueden surgir conflictos armados.Una bomba nuclear automáticamente altera la lógica de un conflicto: aniquila por igual a militares y civiles, deja inutilizables enormes extensiones de territorio debido a la radiación y, por último, provoca una respuesta igualmente devastadora. Puesto que ya existe tecnología militar mucho más precisa y menos arrasadora de sus objetivos, las bombas nucleares han perdido su razón de ser.En este punto es conveniente una aclaración. Lo recién dicho no se aplica a aquellos países cuyos gobiernos son reductos de sistemas ideológicos violentos. Son pocos los que persisten, pero sobre todo en el caso de Irán, y en el de cualquier otro régimen totalitario o teocrático, la obstrucción de su búsqueda de la tecnología nuclear debe ser un objetivo primario y común a todas las grandes democracias. Lo mismo se aplica a grupos terroristas que, a pesar de ser de tamaño reducido comparados con estados, podrían causar un daño inmenso si obtuviesen esa tecnología. El estudio de la guerra, como todos los estudios sociales, debe procurar identificar tendencias y no reglas; la de la obsolescencia de las armas nucleares es también una de ellas.En lo que va del siglo XXI la guerra es un fenómeno más escaso que en el XX. Vastas regiones se encuentran en situaciones de paz muy extendida: el continente americano, el europeo y Asia Oriental son los principales ejemplos. Esta es una afirmación cuya validez es obligatoriamente comparativa. Sería absurdo hablar de una paz garantizada o incluso perpetua, pero sí se puede hablar de una consolidación muy profunda de la tan buscada "estabilidad".Por lo tanto –y como también sugiere el teórico Thomas Barnett-, los principales usos de la fuerza serán en las regiones inestables del mundo, que son principalmente dos: el mundo islámico y África subsahariana.En el caso del primero la cuestión del terrorismo de motivaciones religiosas es, desde los 1980s aproximadamente, el elemento más prominente en cuestiones de seguridad. Aunque tuvo dos décadas de baja intensidad, el ataque terrorista de 2001 en Estados Unidos alteró radicalmente el cálculo inicial. A partir de ese año, la jihad organizada pasó a ser un enemigo declarado de ese país y sus aliados.La amenaza terrorista islámica seguirá existiendo siempre que la realidad política y cultural que la alimenta se mantenga incambiada. Esto incluye un estancamiento durante múltiples décadas bajo gobiernos dictatoriales, una influencia desmedida de la religión organizada en la vida pública y privada y, no menos importante, una urgente necesidad de reformar las doctrinas cívico-religiosas referentes a la mujer, los no musulmanes, los derechos individuales y otros aspectos. Sin embargo, varios acontecimientos positivos la han erosionado. El régimen teocrático de Irán tiene sus días contados, ya que enormes proporciones de su población –educada, atenta a la modernización y secular hasta hacía pocas décadas- han demostrado estar dispuestas a arriesgar sus vidas para derrocarlo. Al-Qaeda se ha visto reducida a escarbar en los rincones más perdidos del planeta (en las montañas del Hindu Kush y los desiertos de Yemen) tan sólo para sobrevivir y a duras penas organizar nuevos ataques de escala pequeña. Sobre todo, la lenta aparición de un gobierno pluralista y democrático en Iraq parece augurar una nueva era en el mundo islámico en general y el árabe en particular.África como continente relegado África, en cambio, no presenta las mismas condiciones. Ese continente no ha logrado establecer niveles mínimos de estabilidad y gobernabilidad desde su independencia respecto a las potencias europeas. Cuestiones como los derechos individuales y la prosperidad económica son, en enormes porciones de la región, un sueño distante.Los males africanos van desde genocidios y guerras civiles hasta disturbios étnicos y anarquía. Casi todos los países del continente han conocido alguno de ellos: Sudán, Etiopía, Eritrea, Somalia, Chad, Uganda, Congo, Rwanda, Kenya, Costa de Marfil, Nigeria, Zimbabwe y hasta Sudáfrica, cubriendo en conjunto a cientos de millones de personas, integran este grupo.Históricamente, esto la haría una región propicia para albergar numerosas operaciones militares de parte de potencias de fuera de la región. Sin embargo, siempre que persistan dos condiciones África seguirá teniendo relativamente menos importancia que las demás regiones del mundo. La primera y más importante es que sus hechos de violencia hasta ahora no han tenido el famoso spillover effect hacia el mundo próspero – algo que sí ha tenido el mundo islámico con el caso de la jihad. En segundo lugar, mientras siga habiendo cuestiones de mayor sensibilidad en otros continentes, África no será una prioridad. Esta cruda y desafortunada realidad la demuestra el simple hecho de que, a pesar de la multiplicidad de acontecimientos nefastos en los países arriba mencionados, hasta el día de hoy no se ha registrado ahí una sola intervención militar a gran escala de parte de una gran potencia.Esta tendencia de África a permanecer en la ignominia se ve reforzada por el hecho de que el mundo del core (el "núcleo funcional del mundo" según Barnett) cada vez está logrando darse a sí mismo una mayor capacidad de depender menos de las regiones problemáticas del planeta. La explicación de este fenómeno la provee otro factor central del futuro de la guerra.Tecnología Aunque el proceso sea lento, la dirección de este proces apunta a objetivos bien conocidos, como la búsqueda de fuentes de energía alternativas. En las áreas de innovación tecnológica, comercial, financiera y virtualmente cualquier otra, los grandes centros productivos mantienen su supremacía. El futuro de la humanidad se está decidiendo en regiones como Silicon Valley, la costa atlántica de Estados Unidos, los países del Mar del Norte y Japón – no en los paquidérmicos Brasil, Rusia o India. Incluso China tiene poco para aportar en términos de innovación más allá de ser un talentoso imitador de tecnologías extranjeras. De estas supuestas "potencias emergentes", algunas se muestran incompetentes y excesivamente ambiciosas, como Brasil o Turquía. Otras, como China, tienen una conducción mucho más cuidadosa y por lo tanto exitosa. Es difícil imaginar a cualquiera de ellas como una superpotencia política o tecnológica, comparable en su nivel de liderazgo indiscutible en esos campos a las potencias del siglo XX.El campo militar, que siempre es el pionero en la incorporación de tecnologías prototipo, lidera el camino de la innovación. La próxima frontera de la tecnología militar consiste en mantener la capacidad de intervención global de los grandes países como Estados Unidos con una reducción casi total de pérdidas humanas. En las próximas décadas las intervenciones militares se volverán más conservadoras en el uso de recursos humanos y más audaces en el uso de tecnologías de monitoreo y supresión de amenazas a través de vehículos controlados de forma remota. Al ser más fácil en términos de costos, la intervención será más frecuente e, incluso, podrá privatizarse parcialmente. Esto último ya comenzó a ocurrir en la década que está terminando. Los famosos "contratistas" estadounidenses, británicos, israelíes y de otros orígenes han tenido actuaciones de enorme importancia en las campañas de Iraq y Afganistán, así como en actividades adicionales como la provisión de suministros, el entrenamiento e incluso la inteligencia estratégica.Cuando sí se usen las "botas en el suelo", algo que de ninguna manera se debe pensar que dejará de ocurrir, será con un apoyo tecnológico aún más intenso del existente actualmente. Los soldados podrán valerse de otra frontera de la tecnología: la aumentación humana. La incorporación de tecnología al propio cuerpo humano para aumentar sus capacidades físicas es un desarrollo inevitable, y que su primer uso sea militar es también casi una certeza. Esta tecnología está viendo sus primeros usos en el reemplazo de extremidades y órganos perdidos en combate. La pérdida de vidas de soldados es algo cada vez menos usual, y seguirá siendo menos frecuente.Esta separación de una parte de la humanidad a través de un salto tecnológico cualitativo ha preocupado desde hace décadas a los pensadores del tema. Para la cuestión de la guerra, lo que significa es que la hará más rápida y eficiente. Permitirá comprometer menos a las tropas de los estados - pero igual proyectar la fuerza necesaria para garantizar la seguridad, en particular ante sociedades cuyos actos de violencia se desparramen hacia los grandes centros de poder.Estas son solamente algunas consideraciones básicas. El punto es que las tendencias tecnológicas y políticas apuntan hacia un cambio en la guerra. En vez de flotas inmensas de bombarderos y vehículos blindados, fuerzas armadas de millones de personas y la consideración constante de la devastación nuclear, se observa una dispersión del fenómeno. Las campañas serán más breves, con unidades más pequeñas, con participaciones puntuales y restringidas. Se conducirán con más cautela en el uso de soldados, gracias a la protección que otorga la posibilidad de monitorear permanentemente al enemigo, al punto de reducirlo a transportar su correspondencia montado en mulas (como es el caso actual en Pakistán y Afganistán).Las grandes intervenciones como las de Iraq y Afganistán han desembocado en la adopción de la estrategia denominada "anti-insurgencia". Su funcionamiento en Iraq es considerado un éxito; el caso de Afganistán resta por resolverse. En cualquier caso, se trata de una propuesta que requiere una presencia inmensa en términos de cantidad de tropas y de tiempo en el país "anfitrión". Las pérdidas que genera son altas, porque la doctrina obliga a los soldados a mantenerse cercanos a la población y contener su fuego ante la más mínima posibilidad de dañar o incluso ofender a los civiles. Este enorme esfuerzo hace difícil imaginar que, una vez resueltas las dos campañas ya mencionadas, Estados Unidos vuelva a entablar una invasión (con ocupación) más, al menos de carácter voluntario. De ser esto así, la actual "moda" anti-insurgente será en realidad un paréntesis dentro de la tendencia hacia la reducción de las grandes campañas militares.En conclusión, el fin de la posibilidad de la guerra nuclear entre las grandes potencias ha aumentado la seguridad de aquellas regiones que son mejor gobernadas. Ya no es necesario vivir bajo el terror de la destrucción mutua asegurada. Aquellos países que generen ingobernabilidad e inestabilidad siempre tendrán abierta y sugerida la opción de integrarse a esa sociedad internacional funcionante. Sin embargo, la evolución tecnológica permitirá intervenir con aún mayor libertad en aquellos países que persistan en sus usos de la violencia contra potencias que se sientan agredidas. Por último, es meritorio notar que estas afirmaciones dependen de un mantenimiento de las tendencias actuales. Un resurgimiento de regímenes ideológicos en países de alto poder, como Rusia o China, fácilmente podría alterar este cálculo. El punto es que en el estado actual de las cosas, esos y otros países parecen conformarse con una integración -de múltiples grados de intensidad, según el país- al functioning core de Barnett.Apuntes bibliográficosThomas Barnett expone su teoría sobre el functioning core del mundo -y su contrapartida, la non-functioning gap- en su libro "The Pentagon's New Map: War and Peace in the Twenty-first Century". 2004. Penguin. New York.Un estudio similar referente a la cuestión de los países que logran integrarse al sistema político-económico mundial es "The J Curve: A New Way to Understand Why Nations Rise and Fall", de Ian Bremmer. 2006. Simon & Schuster. New York.Para una discusión extensiva sobre la lógica de la guerra nuclear -y las razones por las cuales en la práctica es una posibilidad muy remota- véase el clásico "Arms and Influence", de Thomas Schelling. 1966. Yale Universiy Press. New Haven.Para una apreciación de lo profundos que son los problemas de violencia en África, véase el reciente artículo en Foreign Policy de Jeffrey Gettleman: "Africa's Forever Wars". Edición de marzo-abril de 2010. *Licenciado en Estudios Internacionales - Universidad ORT Uruguay Estudiante en el Master of Arts in Security Studies - Georgetown University
[SPA] El papel del sector fundacional español, en términos de organizaciones sin fines de lucro, es canalizar los esfuerzos privados en beneficio de interés general, donde el objetivo principal no es obtener la rentabilidad, como en el caso de las empresas comerciales, pero para lograr generales objetivos de interés. Por lo tanto, se presenta como una fórmula ideal para llevar a cabo el emprendimiento social, especialmente en el actual momento de crisis global, donde se llega a cuestionar el funcionamiento y la capacidad del Estado de Bienestar como lo conocemos. El sector de las fundaciones españolas representa, desde el punto de vista, una parte muy importante de la economía del sector social cuantitativa y cualitativa. Su creciente importancia se refleja en el número de organizaciones existentes, el empleo que generan, las necesidades sociales que cubren y el número de beneficiarios a las que sirven. Por esta razón, el conocimiento y el desarrollo de esta figura en un nivel jurídico, económico, financiero, social, descriptiva y empírica, en su conjunto, es una necesidad de entenderse en un marco de mediano y largo plazo. Fundaciones normalmente obtienen recursos y financiación a través de subvenciones o donaciones y legados de fuentes privadas de gobierno. Por lo tanto, los donantes y la demanda general del público cada vez más la transparencia de la información económica y financiera, y más mecanismos de control de fundaciones como la de todas las otras organizaciones sin fines de lucro, a fin de garantizar el uso adecuado de los recursos que la directa o indirectamente dar a ellos. De esta manera, la evidente necesidad de evaluar su actividad con el objetivo de mejorar su rendimiento y de asegurar a sus fundadores, una ejecución adecuada de los recursos surge. En este sentido, es precisamente desde el campo de la contabilidad de donde tienen que responder a la necesidad de proporcionar información económica y financiera de estas organizaciones de funcionamiento y las actividades de una manera adaptada a sus objetivos y para la sociedad y los grupos de interés demandas. Sin embargo, no ha sido una tarea fácil a lo largo de su historia, debido a que varias reformas contables han tenido que producirse hasta una configuración de modelo de contabilidad adecuados a la realidad económica de este tipo de organizaciones se ha alcanzado. Sin embargo, esta información no es suficiente si el objetivo es descubrir el alcance de su actuación en la gestión de recursos para el cumplimiento de sus fines de interés general, en cuyo caso hay que recurrir a otras herramientas para complementar esa información. La razón de esta Tesis es, dada la importancia que creemos que el sector de la fundación tiene en España, para realizar una-económico-financiera legal estudio, para mostrar sus principales escalas y su importancia como generador de empleo, que culminó en un estudio para evaluar el rendimiento de 260 cuidado, la educación y las fundaciones culturales mediante la aplicación de una técnica no paramétrica saber Análisis Envolvente de Datos (DEA). Esta técnica, desarrollado por Charnes et. al., (1978), se puede determinar la frontera de eficiencia de las "mejores prácticas" de las unidades evaluadas mediante un modelo de optimización matemática, y también nos permite estudiar el cambio de la productividad mediante el Índice de Productividad Malmquist total de los factores en base a la metodología DEA ( Färe et al., 1994). El estudio se complementa con un análisis de la eficiencia del programa y un análisis de la DEA en dos etapas usando un modelo de regresión logística para evaluar la posible asociación de covariables relevantes en la fundación del sector (sin fines de lucro), a saber (Charnes et al., 1981): el tamaño, la liquidez , la deuda, la antigüedad, los voluntarios, los excedentes, dotaciones y tamaño de la estructura de gobierno. Esto nos permite comparar con el desempeño de estas organizaciones como previamente calculado. Bajo esta motivación y estímulo para profundizar en el estudio del sector de las fundaciones en España, en esta tesis se propone una serie de objetivos básicos que se alcanzan a lo largo de los siete capítulos en los que se estructura el estudio: el primer capítulo comienza con el objetivo de acercarse la conceptualización del Tercer Sector y el papel que las fundaciones tienen en este ámbito; el segundo capítulo persigue hacer un estudio de este tipo de organizaciones desde una perspectiva jurídica; el tercero tiene como objetivo desarrollar y analizar las necesidades de información económica y financiera de las fundaciones; en el cuarto capítulo el objetivo es analizar las actividades económicas de las fundaciones a través del cual se logran los fines de interés general de la organización; en el quinto se analizan los conceptos de eficiencia y productividad y la metodología en uso se justifica y desarrollado; el sexto capítulo se analizan los resultados del modelo de eficiencia y, por último, el capítulo séptimo summerises las conclusiones más importantes de la investigación. [ENG] The role of the Spanish foundation sector, in terms of non-profit organisations, is to channel private efforts for the benefit of general interest, where the main goal is not to obtain profitability, as in the case of trading companies, but to achieve general interest objectives. It is therefore presented as an ideal formula to accomplish social entrepreneurship, especially in the current global crisis moment, where we get to question the functioning and capacity of the Welfare State as we know it. The Spanish foundation sector represents, from a quantitative and qualitative point of view, a very important part of the Social Economy Sector. Its increasing importance is reflected by the number of organisations existing, the employment they generate, the social needs they cover and the number of beneficiaries they serve. For this reason, the knowledge and development of this figure at a legal, economic, financial, social, descriptive and empirical level, as a whole, is a need to be understood within a framework of medium and long term. Foundations typically obtain resources and funding through government grants or donations and bequests from private sources. Therefore, donors and the general public demand more and more transparency of economic and financial information, and more control mechanisms from foundations as from all other non-profit organisations, so as to ensure the proper use of the resources that the directly or indirectly give to them. In this way, the obvious need to evaluate their activity with the aim of improving their performance and of ensuring its funders an adequate implementation of resources arises. In this sense, it is precisely from the accounting field from where they have to respond to the need to provide economic and financial information on these organisations' operation and activities in a manner adapted to their goals and to the society and stakeholders' demands. However, it has not been an easy task throughout their history, because several accounting reforms have had to occur until an accounting model configuration suitable to the economic reality of such organisations has been reached. However, such information is not sufficient if the aim is to discover the extent of their performance in managing resources for the fulfillment of their general interest purposes, in which case we must resort to other tools to complement that information. The reason for this Thesis is, given the importance that we believe the foundation sector has in Spain, to perform a legal-economic-financial study, to show their main scales and their importance as a generator of employment, culminating in a study to evaluate the performance of 260 care, educational and cultural foundations by applying a non-parametric technique namely Data Envelopment Analysis (DEA). This technique, developed by Charnes et. al., (1978), can determine the efficiency frontier of "best practices" of the evaluated units using a mathematical optimization model, and it also allows us to study the productivity change using the Total Factor Productivity Malmquist Index based on the DEA methodology (Färe et al., 1994). The study is complemented by a programme efficiency analysis (Charnes et al., 1981) and a two-stage DEA analysis using a logit regression model to evaluate the possible association of relevant covariates in the foundation (nonprofit) sector, namely: size, liquidity, debt, antiquity, volunteers, surplus, endowments and size of governing structure. This enables us to compare with the performance of these organisations as previously calculated. Under this motivation and encouragement to deepen in the study of the foundation sector in Spain, in this Thesis we propose a set of basic objectives which are reached along the seven chapters in which the study is structured: the first chapter begins with the aim of approaching the conceptualization of the Third Sector and the role that foundations hold in this area; the second chapter pursues to make a study of such organisations from a legal perspective; the third one aims to develop and analyse the needs of economic and financial information of foundations; in the fourth chapter the goal is to analyse the economic activities of the foundations through which the general interest purposes of the organisation are achieved; in the fifth one the concepts of efficiency and productivity are analysed and the methodology in use is justified and developed; the sixth chapter analyses the results of the model of efficiency, and finally, the seventh chapter summerises the most important conclusions of the investigation. ; [ENG] The role of the Spanish foundation sector, in terms of non-profit organisations, is to channel private efforts for the benefit of general interest, where the main goal is not to obtain profitability, as in the case of trading companies, but to achieve general interest objectives. It is therefore presented as an ideal formula to accomplish social entrepreneurship, especially in the current global crisis moment, where we get to question the functioning and capacity of the Welfare State as we know it. The Spanish foundation sector represents, from a quantitative and qualitative point of view, a very important part of the Social Economy Sector. Its increasing importance is reflected by the number of organisations existing, the employment they generate, the social needs they cover and the number of beneficiaries they serve. For this reason, the knowledge and development of this figure at a legal, economic, financial, social, descriptive and empirical level, as a whole, is a need to be understood within a framework of medium and long term. Foundations typically obtain resources and funding through government grants or donations and bequests from private sources. Therefore, donors and the general public demand more and more transparency of economic and financial information, and more control mechanisms from foundations as from all other non-profit organisations, so as to ensure the proper use of the resources that the directly or indirectly give to them. In this way, the obvious need to evaluate their activity with the aim of improving their performance and of ensuring its funders an adequate implementation of resources arises. In this sense, it is precisely from the accounting field from where they have to respond to the need to provide economic and financial information on these organisations' operation and activities in a manner adapted to their goals and to the society and stakeholders' demands. However, it has not been an easy task throughout their history, because several accounting reforms have had to occur until an accounting model configuration suitable to the economic reality of such organisations has been reached. However, such information is not sufficient if the aim is to discover the extent of their performance in managing resources for the fulfillment of their general interest purposes, in which case we must resort to other tools to complement that information. The reason for this Thesis is, given the importance that we believe the foundation sector has in Spain, to perform a legal-economic-financial study, to show their main scales and their importance as a generator of employment, culminating in a study to evaluate the performance of 260 care, educational and cultural foundations by applying a non-parametric technique namely Data Envelopment Analysis (DEA). This technique, developed by Charnes et. al., (1978), can determine the efficiency frontier of "best practices" of the evaluated units using a mathematical optimization model, and it also allows us to study the productivity change using the Total Factor Productivity Malmquist Index based on the DEA methodology (Färe et al., 1994). The study is complemented by a programme efficiency analysis (Charnes et al., 1981) and a two-stage DEA analysis using a logit regression model to evaluate the possible association of relevant covariates in the foundation (nonprofit) sector, namely: size, liquidity, debt, antiquity, volunteers, surplus, endowments and size of governing structure. This enables us to compare with the performance of these organisations as previously calculated. Under this motivation and encouragement to deepen in the study of the foundation sector in Spain, in this Thesis we propose a set of basic objectives which are reached along the seven chapters in which the study is structured: the first chapter begins with the aim of approaching the conceptualization of the Third Sector and the role that foundations hold in this area; the second chapter pursues to make a study of such organisations from a legal perspective; the third one aims to develop and analyse the needs of economic and financial information of foundations; in the fourth chapter the goal is to analyse the economic activities of the foundations through which the general interest purposes of the organisation are achieved; in the fifth one the concepts of efficiency and productivity are analysed and the methodology in use is justified and developed; the sixth chapter analyses the results of the model of efficiency, and finally, the seventh chapter summerises the most important conclusions of the investigation. ; Universidad Politécnica de Cartagena
Correspondence between Melchor Ortega and Gen. Plutarco Elías Calles who is living in exile in San Diego, CA. He tells about the political events occurred in Guanajuato and Michoacán. He tells him about the "super-provecho" law, the electoral campaign of Almazán and that he had to express his support to him because the members of the Reformist Party of Guanajuato had done so. He also tells about the reaction of the Mexican president to the brochure published by Mr. Richberg about the oil expropriation. Gen. Plutarco Elías Calles replies informing that he is sending his point of view regarding the situation in Mexico and that he respects his decision to support Almazán. Melchor Ortega writes to Gen. Plutarco Elías Calles informing of the situation of the oil industry. He states it is risky to make an agreement with the Sinclair group since it only represents a part of the industry. He says he accompanied Almazán to Guanajuato and was impressed to see the amount of people that support him. He asks the General to ask Mr. Castellanos about politics in the U.S. and the possibilities of Roosevelt to be reelected. He informs the General that Juan Platt will visit him. Reply from the Gen. Plutarco Elías Calles stating that the situation of the railroads and oil industry represents two significant problems in Mexico that must be solved by the government. The General states that the US government has changed its positions regarding the "New Deal" and that the success of the electoral campaign of Almazán is due to the failure of the government. Melchor Ortega sends to Gen. Plutarco Elías Calles an analysis of the fourteen claims by the oil workers to the president. He mentions the note sent from the United States to Mexico asking to submit the oil matter to an arbitration tribunal. He writes about Roosevelt and the birth of his son. Gen. Plutarco Elías Calles writes to Melchor Ortega expressing he has learned about the European conflict through the newspapers and radio. He writes about the war in Europe, the note from the US to Mexico and the electoral campaign of Roosevelt. Letter from Melchor Ortega to General Plutarco Elías Calles writing about the war in Europe, the public opinion in Mexico regarding the involvement of the U.S., and politics in Mexico. He tells he attended the reception for Almazán in Monterrey, he talked to Plutarco Elías Calles Jr. and that he is concerned about General Tapia's health. Reply from Gen. Plutarco Elías Calles. He says General Tapia had a surgery and is getting better. He writes about the war in Europe and analyzes the attitude of the Latin American countries and the United States. Last page of a letter signed by Melchor Ortega in which he writes about Almazán. Note dated on November 13, 1940 in which they write about measures to take in Mexico and that are urgent. Encoded letter dated on November 14, 1940 in San Antonio Texas in which the author expresses he is disappointed because of an unsuccessful business. The author informs that "Güero" Ortiz called him from Torreon and offered to accompany him during his trip. Letter from Gen. Plutarco Elías Calles in which he writes about a matter and recommends solving it in Mexico. It is likely that he refers to the election of Almazán and his decision to accept loss even when everyone thought he had won. Letter from Gen. Plutarco Elías Calles expressing he is glad to be back home and says he does not know the date for his return to Mexico. Letter from Gen. Plutarco Elías Calles to Melchor Ortega expressing his sympathy for the death of Ortega's father-in-law and writing about the political situation in Mexico. He informs he has not any trip planned to Havana and that he already decided to go back to Mexico. / Correspondencia entre Melchor Ortega y el general PEC, que se encuentra en el exilio en San Diego, Cal. Melchor Ortega escribe al general PEC comentando los últimos acontecimientos políticos, sobre todo en los estados de Guanajuato y Michoacán, adonde ha estado de visita. Le informa del revuelo que ha causado la ley del súper-provecho; de la arrolladora fuerza que ha adquirido la candidatura de Almazán en los estados de Guanajuato y Morelia, que incluso ya él tuvo que pronunciarse a favor de este candidato porque así se han declarado los miembros del Partido Renovador Guanajuatense. Lamenta haber tenido que dar este paso aisladamente. Por último le comenta de la reacción violenta del Presidente de la República contra el folleto que sobre la cuestión petrolera publicó Mr. Richberg. Respuesta del general PEC indicando que con un amigo común le envía sus puntos de vista sobre la situación del país. Le dice que respeta su decisión de unirse al grupo independiente guanajuatense que apoya a Almazán, lamenta que los partidos independientes no se hayan podido poner de acuerdo para lanzar un candidato que se oponga al actual régimen, cuyas líneas de conducta parece que quieren sepultar la revolución, han destruido la economía y los valores morales de nuestro pueblo. Melchor Ortega escribe al general PEC comentando que ya cambió impresiones con el amigo común que lo visitó y con Fernando Torreblanca, quien también acaba de regresar de San Diego. Le informa de la difícil situación de la industria petrolera que obligó al presidente a pactar con el sindicato, ya que se gasta más que los rendimientos en sueldos y prestaciones, por lo que el erario tiene que prestarle a la empresa. En lo que se refiere al arreglo con la Sinclair piensa que puede ser peligroso porque sólo representa a un grupo de compañías. Le comenta que acompañó a Almazán en una gira por Guanajuato y que está impresionado de la cantidad de personas que lo apoyan. Por conducto del general PEC pide a Castellanos que le informe del desarrollo de la política norteamericana y de las posibilidades de que se reelija Roosevelt. Le informa que lo visitará Juan Platt. Respuesta del general PEC en la que se refiere al asunto de los Ferrocarriles y del petróleo como dos serios problemas del país que deben quedar resueltos por el actual gobierno. Respecto a la situación política en Estados Unidos, después de siete años de política del "New Deal" comenta que dicha administración ha suavizado su postura y su radicalismo y se ocupa preferentemente de los problemas que puedan surgir con la actual guerra. Le informa que la prensa norteamericana confirma sus noticias sobre la gira de Almazán por Guanajuato y su éxito, que se debe a la demagogia, desenfreno, falta de garantías y desorden del actual régimen. Melchor Ortega escribe al general PEC analizando los catorce puntos petitorios que hizo el presidente a los trabajadores petroleros, cuya repuesta fue una negativa en todo lo que se refería a prestaciones. Le habla de la nota que el gobierno de Estados Unidos envió a México pidiendo se someta la cuestión del petróleo a un Tribunal de Arbitraje, a lo que ya anteriormente el presidente se había negado. Respecto a la cuestión electoral en Estados Unidos parece que Roosevelt no podrá reelegirse por tercera vez, lo que es probable que dé oportunidad a un republicano de llegar a la presidencia. Le comunica el nacimiento de un varoncito y que tanto el bebé como su señora se encuentran bien. Respuesta del general PEC comentando que ha estado pendiente, a través de la prensa y la radio, del conflicto europeo y que la guerra se ha desencadenado a raíz de la invasión alemana a Dinamarca y Noruega; también comenta que cada país y medio de información da una versión distinta de los hechos. Su opinión es que Alemania ha extendido sus dominios a los países nórdicos y ha creado el frente de guerra que deseaban Inglaterra y Francia, como válvula de escape de las energías contenidas. El general PEC se lamenta de la nota que el Departamento de Estado envió a la cancillería en relación con el asunto del petróleo. Respecto a la política norteamericana hay indicios de que los partidarios de Roosevelt tienen esperanzas de que los acontecimientos mundiales exijan su permanencia en el poder. Los republicanos y algunos líderes demócratas opinan lo contrario. Carta de Melchor Ortega al general PEC disculpándose por no haber escrito antes, pues estuvo fuera de la ciudad, y comentando la guerra en Europa, donde las tropas alemanas han asolado con su técnica, rapidez y audacia. Habla de la opinión generalizada de que Estados Unidos va a entrar seguramente, y de que es posible que arrastre a México, lo que sería un desastre sin importar si el resultado es el triunfo o una derrota. Con respecto a la política nacional le informa que hizo unas declaraciones a la prensa contestando ataques que constantemente se hacen a los callistas. También comenta que tomó parte en la organización de la recepción que se hizo a Almazán en Monterrey. Le comenta que a pesar de que el gobierno sostiene que respetaría el voto, en todas las capas sociales hay la certidumbre de que no será así. Le informa que en Monterrey saludó a Aco (Plutarco Elías Calles Chacón) y se muestra inquieto por la salud del general Tapia. Respuesta del general PEC informando que el general Tapia fue operado pero ya se encuentra bien; respecto a la guerra en Europa le comenta que el mundo está asombrado y considera que la apreciación de Melchor Ortega en sentido moral es justa al condenar la agresión a Holanda, Bélgica y Luxemburgo, países que habían observado neutralidad. Analiza la actitud de los países hispanoamericanos, que hasta el momento es ecuánime, lo que no sucede con Estados Unidos, donde flota una pasión partidista y una histeria de guerra. Respecto a los ataques que han sufrido los pocos amigos que le quedan piensa que es lógico suponer que las declaraciones de Melchor Ortega deben haber causado estupor. En cuanto al resultado de las elecciones está de acuerdo en que es muy difícil que se respete la decisión del pueblo. Última página de una carta firmada por Melchor Ortega en la que habla de Almazán, de su campaña, que se ha enfriado mucho, de su falta de definición en asuntos prioritarios; así como de la inexperiencia y poco tino de la dirección política. Comenta que hay la idea de que traicionará la esperanza de quienes lo apoyan y aceptará la imposición. Nota fechada 13 de noviembre de 1940, sin destinatario ni firma, en la que se habla de una "acción que debe llevarse a cabo en el país y que se ha aplazado para completar los arreglos necesarios que le den eficacia. Le urgen al destinatario que accione dentro del país en las próximas horas. Le asegura al final que todos están dispuestos a acompañarlo. Carta en clave firmada por M. sin especificar el nombre del destinatario fechada en San Antonio, Texas, el 14 de noviembre de 1940, en la que el autor se manifiesta muy desilusionado en el negocio, que tiende a liquidarse, que la responsabilidad es de quien quiso concentrarla, que es seguro no se firmarán contratos de trabajo. Le informa que el Güero Ortiz le llamó desde Torreón y le ofreció acompañarlo en su viaje de regreso, le aseguró que las cosas cambiarían y que todo sería diferente. Respuesta sin especificar remitente ni destinatario, pero con las características de papel, máquina, etc., del general PEC en la que manifiesta que sus dudas respecto al éxito de la empresa eran válidas, que temía algo desagradable le hubiera pasado, porque su situación era comprometida y que para que un "negocio de esa naturaleza" tenga éxito es necesario un guía de firme voluntad, lo que no ocurrió en este caso. Le recomienda que este asunto se resuelva en el país, sin comprometer la soberanía nacional. Es posible que se trate de la elección de Almazán y de su decisión de aceptar su derrota en las urnas cuando todos estaban convencidos de que ganó. Carta del general PEC a Melchor Ortega congratulándose de haber regresado con bien a su hogar y de haber logrado garantías para sus amigos y correligionarios. Respecto a la actitud de Juan Rajas (Juan Andrew Almazán) es estéril hacer algún comentario, la opinión pública lo juzgó. Respecto a su regreso al país no ha definido fecha, ya que tiene que arreglar asuntos de familia y personales. Carta del general PEC a Melchor Ortega lamentando la muerte de su suegro y comentando la situación del país, la política del nuevo gobierno y su opinión de que es necesario extirpar el quiste cardenista para que México progrese. Le participa que no ha pensado hacer ningún viaje a La Habana y que tiene decidido regresar al país.
Desde hace algún tiempo (aproximadamente un par de décadas atrás) y con más intensidad en los últimos años, progresivamente, cada vez mayor cantidad de juristas, académicos, profesores e investigadores, que conforman la comunidad académico-científica del área del derecho y de lo jurídico (entendido como algo más abarcativo que el derecho positivo vigente), se preocupan por la práctica cotidiana, el contexto, las opciones y los efectos de la disciplina. El derecho en práctica, en acción, en conflicto, en funcionamiento. En ese derrotero despiertan interés epistémico, en primera instancia, los conflictos sociales, económicos, políticos que merecen intervención de las agencias estatales y, más específicamente, las agencias vinculadas al mundo del derecho. La visibilidad de algunos de los conflictos, la invisibilidad de otros y las razones de ello. Luego, el interés se dirige a las opciones y variadas soluciones posibles, que se pueden pergeñar normativamente para esos conflictos, y para detectar porqué se opta por una u otra vía normativa resolutiva. Después la preocupación se orienta a diseñar la estructura institucional adecuada para que la creación normativa opere sobre la realidad y por designar al personal más idóneo y pertinente en su formación, a fin de obtener eficacia en los resultados de la aplicación de las soluciones jurídicas propuestas. Finalmente, el interés deriva en los efectos de todas las operaciones anteriores, sus resultados, para corroborar si los problemas se han encaminado en vías de las soluciones previstas. Lo que los investigadores del área, principalmente pero no exclusivamente, en los Estados Unidos y Canadá, denominan the everyday of law o, de otro modo, law in practice, not law in the books. Y no exclusivamente porque los cambios de paradigma, en la generación de conocimiento científico en la disciplina jurídica, se van expandiendo con relativa rapidez, tecnología disponible mediante, y programas de formación, especialización e investigación que se extienden y que cuentan con una gran demanda de expertos y estudiosos de distintas latitudes que buscan su perfeccionamiento, si es necesario, fuera de sus países de origen. En España y Latinoamérica el análisis del derecho suele emprenderse, tradicionalmente, y aún hoy con frecuencia, de una manera prescriptiva y filosófica más relacionada al campo del "deber ser". Se privilegia el discurso abstracto y normativista en desmedro de la generación de datos e insumos de conocimiento básico para, a partir de allí, plantearse prospectivas, recomendaciones o intervenciones sobre las instituciones. En países anglosajones, en particular Estados Unidos y Canadá, se producen una gran cantidad de estudios empíricos sobre derecho, la mayoría de ellos estudios cuantitativos. Se interesan particularmente por las relaciones interpoderes a partir de datos e insumos materiales sobre la producción de las agencias estatales, la performance de instituciones y del personal que desempeña los roles institucionales, por ejemplo tribunales y jueces, los sesgos, tendencias o comportamientos más comunes y/o repetidos de esas producciones, y luego, detectados esos patrones, se orientan a la búsqueda de las variables explicativas de esos comportamientos. A partir de allí, los análisis agregados y cualitativos, las hipótesis complejas e interrelacionadas, las prospectivas y recomendaciones operativas o de intervención estatal. Este tipo de mirada, más desagregada y microscópica, sobre el quehacer cotidiano de las agencias y los funcionarios judiciales, permite ver cosas no visibles para doctrinas demasiado generalistas, o prescriptivistas, o en exceso sesgadas a lo filosófico.1 La generación de conocimiento riguroso, en términos empírico-cuantitativos, nos aproxima a la realidad de los conflictos sobre los que opera el derecho y sus agencias. Situarnos frente a la realidad nos enfrenta a otras perspectivas que nos indican que los conflictos suelen decidirse por cuestiones que no se relacionan con los tópicos filosóficos, prescriptivos y doctrinarios o, al menos, no sólo por ellos y que, más aún, suelen disimularse los verdaderos motivos que existen detrás de una decisión, normativa o judicial, con argumentos eufemísticamente jurídico- técnicos y/o filosóficos. Es que si se sabe poco sobre las instituciones y agencias estatales, sobre lo qué producen, sobre el personal que desempeña los roles decisorios en ellas y sobre las características de los conflictos en los que operan, no se sabrá qué cambiar para mejorarlas o, peor aún, basados en diagnósticos errados, sólo sustentados en intuiciones, creencias, impresiones, principios ideológicos o prejuicios de cualquier tipo, se promoverán reformas, acciones y decisiones que producirán efectos institucionales y sociales no queridos e imprevisibles.2 1 Barrera Leticia, La Corte Suprema en escena. Una etnografía del mundo judicial, págs. 14 y 15, Siglo XXI, Buenos Aires, 2012. 2 En este sentido, Molinelli N. Guillermo, Valeria Palanza y Gisela Sin, Congreso, Presidencia y Justicia en Argentina. Materiales para su estudio, pág. 21, Temas, 1999. El derecho constitucional, y las disciplinas afines, no son ajenas a estas preocupaciones. El estudio de la constitución no puede ser entendido al margen de las teorías sobre el Estado, o ignorando el conocimiento sobre la producción de sus agencias e instituciones, y sin el auxilio inter y multidisciplinario de perspectivas politológicas y de sociología jurídica sobre los fenómenos en los que opera. A tal fin, resulta muy importante la generación de conocimiento y el análisis crítico de la jurisprudencia constitucional, como producto final del juicio de constitucionalidad de la actividad de los poderes públicos y los particulares, y como referencia de interpretación y aplicación de la Constitución por los jueces, los cuales resultan actores principalísimos del proceso.3 La investigación que se presenta ha generado conocimiento estadístico y cuantitativo complejo y relacionado, en torno a la actividad y producción del Tribunal Constitucional de España (TC) en el ejercicio del control de constitucionalidad. El conocimiento básico generado y los insumos recolectados y sistematizados permiten la detección de comportamientos, sesgos y tendencias específicos en la performance del TC, y la enunciación de hipótesis explicativas certeras y relevantes relacionadas a esa producción, para su verificación o refutación total o parcial articulando variables diversas, y el desarrollo posterior de análisis agregado teórico sustentable y consistente respecto al ejercicio efectivo del control de constitucionalidad y a las características del mismo por parte del TC. Como forma plausible para la recolección y captura de datos y para el conocimiento del comportamiento de la institución, se ha adoptado una metodología empírico-cuantitativa- descriptiva-comparatista, con análisis cualitativo agregado. Ello, pues la investigación ofrece una cantidad de variables y desagregaciones que permiten adquirir a los datos estadísticos un nivel explicativo-cualitativo, que define el carácter mixto, descriptivo-explicativo, del trabajo. La existencia de datos sobre el ejercicio del control de constitucionalidad y la desagregación de sus características, permite también establecer las características de la relación existente entre el TC y los otros poderes políticos del Estado. Como variada doctrina sostiene y recomienda, el análisis de la jurisprudencia de los tribunales es la unidad analítica adecuada para abrir juicios objetivos sobre la performance de las agencias judiciales. A tal fin, el desafío es diseñar un proyecto de investigación sólido y sustentable, que sistematice el conocimiento generado, de modo tal que permita realizar análisis retrospectivos y recomendaciones prospectivas consistentes, verificables y explicativas sobre el objeto de estudio de la investigación. 3 De Esteban J., Curso de derecho constitucional español, III, Madrid, pág. 28, 1994. Además de las clásicas lecciones dogmáticas de los constitucionalistas, se conocen trabajos teórico-históricos y también existen análisis casuísticos del accionar del TC a través del hilo conductor de sus decisiones más salientes. También se han producido algunos trabajos muy rigurosos sobre aspectos muy desagregados y específicos de la producción del TC, y que han sido consultados, utilizados y citados debidamente en los apartados pertinentes de este trabajo. Aun así, no se conocen estudios empíricos cuantitativamente suficientes -ya sea por la cantidad de casos consultados y recolectados para recoger información, ya sea por la cantidad de años-períodos tomados en series diacrónicas extensas- que permitan desarrollar criterios de valoración y análisis objetivos y sistemáticos, basados en el comportamiento y accionar concreto del TC, a partir del análisis de sus decisiones, de sus sentencias. El presente trabajo analiza la producción que ha tenido el TC, desde su creación en 1980 hasta Diciembre de 2011, fecha en la que se cerró la etapa de recolección de datos, a través de la verificación empírica de su accionar, consultando todas las sentencias que sobre control de constitucionalidad ha emitido resolviendo las impugnaciones interpuestas por las vías procesales conducentes a tal fin. La compulsa y construcción de la base de datos se llevó a cabo revisando las resoluciones que están publicadas y disponibles en la página-web del TC. Para ello, se han revisado todas las sentencias y resoluciones producidas por el TC en materia de recurso de inconstitucionalidad, cuestión de inconstitucionalidad y conflicto positivo de competencia.4 El control de constitucionalidad es la facultad-atribución más política y relevante en términos de relaciones institucionales que desarrolla el TC, por la cual puede inhibir y, con efectos erga omnes, anular la validez y aplicabilidad de una decisión normativa de los otros poderes políticos del Estado. A partir de la compulsa de autos y sentencias realizado en esta investigación, se ha construido una base de datos cuantitativos suficientes, en una significativa serie diacrónica que abarca desde el propio origen del TC, y que permite como objetivo principal, en vía exploratoria y descriptiva, observar si, efectivamente, ese control de constitucionalidad se ha llevado a cabo. Y en el caso afirmativo, en el que el TC haya ejercido debidamente su función de control, detectar: en qué medida y con qué frecuencia, sobre qué tipo de normas, en qué períodos con 4 De acuerdo a las pautas metodológicas debidamente explicitadas en el Capítulo 1, b.- Qué información y cómo se la buscó, capturó y sistematizó. Especificaciones metodológicas. Se han detectado 81 sentencias, declarando normas inconstitucionales, por la vía procesal del conflicto positivo de competencia. Se hace esta aclaración pues, prima facie, no es un instrumento procesal de control constitucional mayor o menor intensidad, en relación a qué materias jurídicas, sobre qué jurisdicción, para normas nacionales o autonómicas, y con qué actitudes por parte de los magistrados, con sentencias unánimes o con disidencias, sobre qué bienes jurídicos tutelados por la Constitución española (CE) con más asiduidad; entre otras características y variables plausibles de ser cuantificadas, detectadas y analizadas, merced al estudio empírico-cuantitativo producido. Además podrán realizarse análisis cualitativos, generando hipótesis explicativas sobre el sensible tema de las relaciones interpoderes del Estado, de la independencia del TC respecto de los otros poderes políticos institucionales o, como actualmente se propone en la comunidad académica, sobre los niveles posibles y alcanzados de diálogo, cooperación e interdependencia del sistema político e institucional. El aporte de insumos y materiales objetivos de conocimiento básico sobre el comportamiento efectivo del TC, permite producir análisis e hipótesis más objetivas, superando el sesgo "prescriptivista" en la crítica de su performance, ante la falta de referencias empíricas suficientes para el estudio del ejercicio del control de constitucionalidad y de las características de las relaciones de independencia y/o cooperación e interdependencia entre el TC y los poderes ejecutivo y legislativo, tanto estatales como autonómicos. La base de datos y cuadros estadísticos generados con variada información aportan material objetivo para que el análisis no sólo se base en especulaciones políticas, ideológicas o históricas, o en opiniones subjetivas, intuiciones, creencias o juicios impresionistas. Por supuesto que la investigación no se agota aquí, más bien se inicia, ya que este estudio de tipo descriptivo, exploratorio, cuantitativo, podrá ser refinado y profundizado por otros investigadores mediante análisis más cualitativos, sustentados en la información y cuadros generados en este trabajo o en articulación con otros. Pues, además de las conclusiones o comportamientos del TC suficientemente verificados en este trabajo, existen otras vías sugeridas de profundización que deben continuarse por expertos de otras áreas del derecho, aprovechando la información producida. Por ello, estimo que este trabajo presenta el valor de las verificaciones e hipótesis corroboradas, pero, tan valioso como ello, son las vías posibles de investigación a desarrollar con el material generado y puesto a disposición de la comunidad académico-científica del área. 5 5 Modelo de investigación compatible y adecuado, a efectos de estudios comparados, con el desarrollado por el autor en, Bercholc Jorge O., La independencia de la Corte Suprema a través del control de constitucionalidad. Respecto a los otros poderes políticos del Estado (1935-1998)", Ediar, 2004, Buenos Aires. También es el esquema y modelo de trabajo de un estudio mayor, que contempla la performance de tribunales de similar relevancia en otros países. Se trata del proyecto de investigación UBACyT, acreditado por la Universidad de Buenos Aires, Secretaría de Ciencia y Técnica, convocatoria 2010/2012 y 2013/2016, n° Proyecto 20020120100031, Resolución Conclusiones. Verificación de hipótesis Se presenta aquí un listado de conclusiones e hipótesis debidamente verificadas y consistentes, como inventario y síntesis de lo ya desarrollado en profundidad en los capítulos y apartados pertinentes de esta investigación. Las conclusiones e hipótesis verificadas se sustentan en los insumos básicos generados en la investigación que conforman a su vez la información y cuadros estadísticos vertidos en el capítulo anterior. Por ello, todas las conclusiones que se enumeran adquieren solidez científica sustentable en datos empíricos- cuantitativos. En su caso, refutables pero con instrumentos de similar rigurosidad y solidez. Por supuesto que el nivel de análisis cualitativo agregado de los datos que reflejan la producción del TC pueden transitar vías diferentes a las aquí transitadas, pero la agenda de temas y datos emergentes, como característicos de la producción del TC resultan insoslayables. 1.- Se ha verificado debidamente la hipótesis principal de la investigación. El TC ha ejercido activamente la facultad del control de constitucionalidad de los actos normativos de los otros poderes políticos del Estado. Se sustenta tal conclusión, en el análisis agregado de los cuadros estadísticos generados donde se verifica que, i) se han declarado inconstitucionalidades en importante cantidad y proporcionalidad, tanto considerando la variable resoluciones (autos y sentencias), como la variable normas; ii) durante todos los gobiernos desde la existencia del TC, aunque con variados matices desagregados y con distinto grado de intensidad; iii) sobre todo nivel de normas -leyes y decretos-; iv) tanto de jurisdicción nacional como autonómica; v) sobre normas sancionadas contemporáneamente y con anterioridad a la formación del TC que dictó la resolución; vi) sobre normas patrimoniales en mayor medida, pero también en otro tipo de normas, vii) sobre normas de materias variadas, aunque autonómicas y administrativas en una notoria mayor proporción, lo que demuestra que el TC es más activo y con menor self restraint ante los gobiernos autonómicos; viii) con un alto porcentaje de sentencias unánimes. 2.- Dado lo expuesto en el punto anterior, también se verifica la hipótesis accesoria; el TC ha tenido durante el período investigado, un nivel relativo importante de independencia respecto de los otros poderes políticos del Estado. En especial, se sustenta esta conclusión, en los resultados comparados obtenidos tanto interna como externamente al objeto de estudio, que demuestran que la producción del TC muestra datos similares a los tribunales comparados de otros sistemas político-jurídicos en declaraciones de inconstitucionalidad, tanto considerando sentencias como normas. 3.- Corroborada la existencia de las hipótesis principal y accesoria, se observa que el cruce de la información obtenida, a través de las variables compulsadas y las diversas verificaciones de las hipótesis secundarias, permiten sustentar los enunciados más desagregados que detallamos a continuación, y que resultan conclusiones independientes suficientemente probadas. a.- Sobre la actividad del TC: La excesiva carga de trabajo del TC, provocada, en especial, por la ola de amparos, que en su amplísima mayoría son inadmitidos por carecer de fundamentos, implican un dispendio de actividad jurisdiccional del TC irracional en términos materiales, y una exposición pública innecesaria que lesiona su legitimidad social, la que debería resguardarse a efectos de que el TC confronte eficazmente y con poder decisorio intacto, casos muy conflictivos y politizados que hacen a la naturaleza de su rol institucional. No resulta gratuita para el TC la sobrecarga de trabajo estéril que implica rechazar miles de recursos de amparo, retrasando así el tratamiento y la resolución de otros asuntos de alta importancia jurídico- política e institucional. La accesibilidad a la justicia y a la alta instancia del TC, implicada en la política visible y transparente del tribunal a efectos del acceso a la protección de los derechos fundamentales, se transforma en frustración jurídica, pérdida de legitimidad y autoridad de la institución, cuando se verifica que la inmensa mayoría de los amparos son inadmitidos. b.- El ejercicio del control de constitucionalidad: El TC ha hecho un ejercicio intenso y consistente del control de constitucionalidad. Ello nos lleva a la constatación de que el TC ha tenido una producción con un nivel relativo importante de independencia respecto de los otros poderes políticos del Estado. Obsérvese que declaró inconstitucionalidades en 331 decisiones, un 24% del total de las decisiones capturadas y se declararon inconstitucionales 304 normas distintas. b.i.- También se ejerció control por parte del TC sobre normas contemporáneas: Refuerza lo expuesto en el apartado precedente que el TC declaró inconstitucionales, 54 leyes y reales decretos nacionales contemporáneos (sobre un total de 142), ello implica que el 38% del total de normas nacionales inconstitucionales fueron contemporáneas. Debe tenerse en consideración que esa performance se produjo, principalmente, entre 1980 y Diciembre de 1998. Ello sin perjuicio de que utilizó el polémico mecanismo de las sentencias interpretativas, para salvar de la inconstitucionalidad a otras 36 normas nacionales contemporáneas, el 53% del total de sentencias interpretativas emitidas sobre normas nacionales. b.ii.- Más sentencias sobre normas nacionales, más inconstitucionalidades sobre normas autonómicas: El TC declara en mucha mayor proporción inconstitucionalidades sobre normas autonómicas que nacionales, a pesar de que los planteos de inconstitucionalidad cuestionan en mucha mayor proporción y cantidad a normas nacionales. El TC se muestra más activo en declarar inconstitucionalidades de normas autonómicas que de normas nacionales. b.iii.- ¿Qué clase de normas se cuestionan ante el TC, patrimoniales o no patrimoniales? Ello depende de la vía procesal utilizada: A mayor legitimación activa de los ciudadanos, y a mayor receptividad jurisdiccional directa de las demandas de los recurrentes, mayores equerimientos de tipo patrimonial a los tribunales. A mayores filtros jurisdiccionales de admisibilidad, y/o, a mayores restricciones de legitimación para acceder a los más altos tribunales, disminuyen las demandas patrimoniales y se observa mayor producción en el control de normas no patrimoniales. Es la hipótesis que se corrobora observando las performances comparadas de varios tribunales considerando la variable patrimonialidad de las normas cuestionadas. Dicho de otro modo, los ciudadanos, individual y subjetivamente, tienen como principal preocupación que los impulsa a demandar la vía jurisdiccional del Estado, los temas económicos y patrimoniales que los afectan. b.iv.- Las normas sobre temas administrativos han sido las más conflictivas, tanto en la jurisdicción nacional como en la autonómica: Notoriamente la materia administrativa es ampliamente mayoritaria entre las normas cuestionadas por inconstitucionalidad ante el TC. El 47% de los autos y sentencias se emitieron respecto de normas sobre temas administrativos. Se trata de 579 sentencias. El resto de las materias sobre las que tratan las normas quedan en un rango a partir del 12%, para el caso de las de materia tributaria y, en orden decreciente, normas sobre temas penales, civiles, comerciales. Considerando como unidad de análisis las normas declaradas inconstitucionales, 188 fueron en materia administrativa, el 62% del total general de 304 normas, lo que indica también, mediante otra unidad de análisis, que el conflicto constitucional predominante en el TC fue, para el período relevado, en torno a la materia administrativa. Queda claramente corroborado, a través de diferentes unidades de análisis y considerando distintas variables, que las normas de materia administrativa son las más de mayor conflictividad constitucional sobre las que debe resolver el TC. El conflicto constitucional administrativo resulta de absoluta relevancia en su producción y evidencia las aristas salientes, en términos jurídicos, del conflicto político e institucional español. Los datos estadísticos analizados muestran al TC como una institución con una enorme responsabilidad en el rediseño de la ingeniería institucional estatal española, en la distribución de competencias entre el Estado central y las CCAA y en el desarrollo de las autonomías. b.v.- El Artículo 149.1 C.E. es el más frecuentemente invocado como violado por las normas cuestionadas: Prácticamente todas las competencias exclusivas del Estado enumeradas en el art. 149.1 han sido invocadas ante el TC como violadas. Pero, claramente el más invocado es el 149.1.1ª que se repite en decenas de sentencias como materia supuestamente violada de la CE por las normas cuestionadas. b.vi.- Se ha registrado un alto grado de sentencias unánimes en la performance del TC: El TC mantuvo una performance muy pareja en los porcentajes de unanimidades obtenidos en las sentencias durante toda su existencia. Siempre se ha mantenido en un piso alto de unanimidades en torno del 80%, y dentro de un rango máximo de hasta el 92%, salvo en un período del TC en el que las unanimidades bajaron notoriamente a un 64%, entre el año 2004 y 2010, por diversas causas que se analizan en el capítulo pertinente. Esa crisis de consenso en el TC se hace más notoria cuando se trata la inconstitucionalidad de normas nacionales, en particular durante los años 1980 a 1989 y 1998 a 2010. c.- Las características técnicas y personales de los magistrados del TC: i.- Los académicos han sido y son clara mayoría en el TC por sobre los magistrados de carrera. ii.- Los magistrados académicos han sido mayormente progresistas (de acuerdo a la caracterización que se ha hecho para esta variable), los provenientes de la carrera judicial (jueces o magistrados de carrera) han sido mayormente conservadores. iii.- El dominio de los magistrados publicistas es manifiesto, han sido absoluta mayoría en el TC. iv.- Si bien se observa un dominio de administrativistas y constitucionalistas, se detecta un déficit en el tipo de especialidad verificado en los magistrados en relación a la producción del TC en el control de constitucionalidad. v.- Hay tendencia progresista entre los magistrados del TC. Los magistrados progresistas son mayormente académicos y expertos en derecho constitucional. Los magistrados conservadores son mayormente jueces de carrera y provenientes del fuero contencioso administrativo o expertos en derecho administrativo. vi.- El déficit de representación femenina es evidente. Sólo 5 magistradas mujeres han sido designadas en el TC. Todas ellas académicas y publicistas, ninguna conservadora. vii.- La procedencia regional ha sido variada en los magistrados del TC. Pero se observa una fuerte influencia de la Universidad Complutense de Madrid como alma mater. viii.- El identikit del magistrado del TC español arroja que: es por amplia mayoría varón y publicista. Predominantemente son académicos, progresistas y expertos en derecho administrativo y constitucional. De variada procedencia regional, pero con una impronta e influencia madrileña a través, como alma mater, de la Universidad Complutense. d.- La performance de los Magistrados del TC a través de sus voto s: i.- Se verifica que los magistrados emiten más votos por la constitucionalidad de las normas cuestionadas cuando están más identificados ideológicamente con el gobierno. A contrario sensu, se observan menos votos constitucionalistas cuando están menos identificados ideológicamente con el gobierno. Una relación directamente proporcional ii.- Por el contrario se da una performance inversamente proporcional en el caso de los votos por la inconstitucionalidad. Los magistrados emiten más votos inconstitucionalistas cuando menos identificados ideológicamente con el gobierno. Otra vez, a contrario sensu, son menos inconstitucionalistas cuando más identificados ideológicamente con el gobierno. iii.- Las inadmisiones en casos impulsados para obtener una inconstitucionalidad mediante las vías procesales pertinentes, pueden ser utilizadas como un modo encubierto de rechazo a fin de evitar pronunciamientos comprometedores para el TC, evitando producir una declaración de inconstitucionalidad que pudiera provocar rispideces con el ejecutivo y/o el legislativo, dada la eventual trascendencia política de la norma en cuestión, y/o necesidad del gobierno de turno de que la misma no sea invalidada. iv.- Se verifican datos muy contundentes que nos muestran, en general, una producción muy prudente y cuidadosa de los magistrados del TC, en orden a producir sentencias unánimes. Solo 6 magistrados (sobre un total de 50) han votado en disidencia por sobre el 10% de los votos que emitieron durante sus estancias en el TC. Los indicadores responden satisfactoriamente a los datos comparados externos al TC. v.- El rol de los presidentes del TC en la obtención de sentencias unánimes : Los presidentes del Tribunal Constitucional español han asumido ese papel de liderazgo y procuran las sentencias unánimes. Por ello no registran votos en disidencia durante sus presidencias o disminuyen notoriamente esos votos si se compara su performance como magistrados, con la que les cupo como presidentes. Salvo el llamativo caso de Casas Baamonde, única magistrada que accedió a la presidencia, que tiene la mayoría de sus votos en disidencia durante el período de su presidencia. Ello, sin duda, es un reflejo de una compleja etapa en la vida del TC y de un deficitario liderazgo de Casas Baamonde en su rol de presidente. vi.- El Great Dissenter del TC: Jorge Rodriguez Zapata, magistrado entre 2002 y 2010, fue el Great Dissenter del TC. Su performance fue de 84 votos en disidencia, el 24% del total de sus votos emitidos. Los otros magistrados que lideran el ranking de disidencias del TC fueron: Conde Martín de Hijas, Rodríguez Arribas, Garcia Calvo, Delgado Barrio y Fernández Viagas. Presentan disidencias superiores al 10% de los votos emitidos durante sus estadías en el TC. e.- El TC y las CCAA: i.- El 64% de las sentencias sobre normas de jurisdicción autonómica, se emiten en el marco de recursos de inconstitucionalidad, incoados a través de los órganos políticos legitimados por el 162.1.a CE, a contrario sensu de lo que se observa en la jurisdicción nacional. Lo que también permite corroborar que la conflictividad constitucional en normas de jurisdicción autonómica está fuertemente influenciada por la puja política y competencial entre las CCAA y el Estado central. Sólo el 28% de las sentencias del TC sobre normas autonómicas se emite ante cuestiones de inconstitucionalidad. ii.- Sin perjuicio del desarrollo autonómico sostenido y de la conflictividad competencial creciente, la legislación nacional continúa siendo el sustento mayoritario y dominante del derecho común en el sistema jurídico español. Ello es también demostrativo de que las competencias administrativas, jurisdiccionales y políticas continúan con preponderancia en manos del Estado central. iii.- La puja competencial entre el Estado central y las CCAA es el conflicto más relevante que debe resolver el TC, por lo que su performance se ve envuelta en una conflictividad de alto voltaje político. Del total de inconstitucionalidades (tanto en jurisdicción nacional como autonómica) declaradas por el TC, el 68% fue en recursos de inconstitucionalidad y conflictos de competencia, esto es, en conflictos competenciales donde confrontan los órganos políticos legitimados por el 162.1.a CE. Sólo el 32% de declaraciones de inconstitucionalidades se produce ante cuestiones de inconstitucionalidad. iv.- Refuerza sólidamente lo expuesto que el 72% de las sentencias para normas autonómicas se producen en recursos de inconstitucionalidad y conflictos de competencia, porcentual que aumenta al 82% en sentencias que declaran inconstitucionalidades, ello significa que la conflictividad autonómica es mayoritariamente competencial y entre los órganos políticos legitimados por el 162.1.a CE. v.- Tanto en recursos de inconstitucionalidad como en conflictos de competencia, el Gobierno fue el más activo órgano impulsor (art. 162.1.a CE) de los procesos, lo fue en un 57% y un 46% respectivamente. En los conflictos de competencia siguen como impulsores Cataluña con el 28% y el País Vasco con el 22%. vi.- Las declaraciones de inconstitucionalidades de normas autonómicas que son, proporcionalmente, casi el doble que para las nacionales, demuestra que esa puja competencial y política entre las CCAA y el Estado nacional se resuelve, mayoritariamente, a favor del Estado nacional. Esta conclusión es también sustentable de acuerdo a lo observado a través del índice de conflictividad y éxito autonómico (ICEA) que demuestra que el Gobierno posee un índice de éxitos ante el TC muy superior a las CCAA. vii.- El País Vasco y Cataluña, como es sabido, son las CCAA más conflictivas en su relación con el Estado central y reivindicativas de sus competencias y su autonomía. Las estadísticas no hacen más que confirmar la especie. País Vasco y Cataluña son las CCAA que han sufrido mayor cantidad de declaración de inconstitucionalidades. También se diferencian claramente del resto de las CCAA, por la mayor cantidad de casos en los que fueron cuestionadas sus normas. El País Vasco y Cataluña tuvieron casi un centenar de autos y sentencias del TC en que fueron cuestionadas sus normas autonómicas. viii.- El conflicto político-competencial-jurídico-constitucional entre el Gobierno nacional y Cataluña se ha judicializado notoriamente por una serie de acciones de ambos actores. Y se ha judicializado en medida mayor que cualquier otro conflicto entre el Gobierno nacional y las CCAA, incluso el que involucra al País Vasco, que parece transitar por canales más políticos que jurídicos, al menos en comparación a las opciones catalanas. ix.- Lo expuesto nos lleva a esgrimir otra hipótesis sólida, de tipo secundario, en el marco de la judicialización del conflicto entre el Gobierno y Cataluña. El Gobierno basó su estrategia en la actividad del TC vía recursos de inconstitucionalidad y el uso de lo dispuesto por el art.161.2 CE. Cataluña también fue activa en el uso del TC vía recursos de inconstitucionalidad, pero con una actitud del poder judicial ordinario en Cataluña muy sugestiva, hiperactiva en plantear ante el TC cuestiones de inconstitucionalidad sobre normas nacionales, y muy pasiva en hacerlo sobre normas de la propia Cataluña. x.- El TC ha sido restrictivo en declarar inconstitucionalidades por la vía procesal de las cuestiones de inconstitucionalidad, vía mayoritariamente utilizada por tribunales autonómicos. xi.- El País Vasco proporcionalmente, y Cataluña nominalmente, son las CCAA que han logrado con más suceso, la declaración de inconstitucionalidades por el TC cuando han impulsado el cuestionamiento de normas. xii.- Todas las CCAA han tenido declaraciones de inconstitucionalidad de sus normas, mayoritariamente, en materia administrativa. xiii.- Cataluña tiene el mejor índice de éxitos considerando las variables computadas, con una diferencia notoria respecto a las demás CCAA. Además es también la CA que muestra la mayor actividad judicial ante el TC, de una intensidad muy superior en relación al resto de las CCAA, incluso al País Vasco. El índice -ICEA- refleja un coeficiente que relaciona los éxitos y la densidad e intensidad de la actividad judicial ante el TC en pos de dirimir los conflictos que involucran al Gobierno y a las CCAA. Ello implica que la judicialización del conflicto le ha significado a Cataluña un relativo éxito, en términos comparados al resto de las CCAA, en su puja político-competencial-jurídico-constitucional con el Gobierno nacional. xiv.- El Gobierno presenta un ICEA muy superior a todas las CCAA, incluso notoriamente más exitoso que Cataluña, lo que demuestra, a su vez, que la jurisdicción constitucional le resulta muy favorable como ámbito de resolución del conflicto político-competencial-jurídico- constitucional, que lo confronta con las CCAA. f.- La performance del TC desagregada por Formaciones: i.- Formación TC nº 1. Período 1980-1986 (Presidencia García Pelayo) a.- A este período fundacional del TC suele atribuírsele una gran fecundidad pues, el TC se enfrentó a una tarea excepcional, que excedió lo estrictamente jurídico y aún la normal carga política que, se sabe, debe soportar un tribunal que ejerce el control de constitucionalidad. La transición democrática, las incertidumbres políticas, sociales y culturales, las ambigüedades juridicas de la CE, producto de las limitaciones políticas del momento constituyente, generaron un marco de excepcionales desafíos para el TC y para los magistrados pioneros de aquel entonces. b.- El TC en sus primeros años estuvo conformado mayoritariamente por magistrados de centro y otros sin definición detectada. Hubo también una buena porción de magistrados del sector conservador. También fueron mayoría, desde el inicio del TC, los publicistas y los académicos. c.- Esta formación del TC, resulta la más inconstitucionalista de todo el período (cuadros n° 6 y 7), entiéndase, la que más declaraciones de inconstitucionalidad produjo. También registra un uso activo de las suspensiones del art. 161.2 CE, y de las SI (sentencias interpretativas).Todos ellos indicadores de una formación activa, creativa, y que asumió con vigor la fuerte carga política que implicaba poner en funcionamiento la jurisdicción constitucional. ii- Formación TC nº 2 y 3. Período 1986-1992 (Presidencia Tomás y Valiente) a.- Estas dos formaciones, bajo la presidencia de Tomás y Valiente, presentan tres indicadores muy relevantes que corroboran el activismo, creatividad, independencia y carácter fundacional que, a la jurisdicción constitucional, le imprimió el TC en sus primeros años. Entiéndase en sentido descriptivo, no axiológico, pues ello implicaría otros análisis y valoraciones, pero es consistente la información que verifica el carácter de actor institucional muy activo del TC, en su compleja tarea de dar andamiento a su jurisdicción, y de completar los vacios y ambigüedades de la flamante CE. b.- Sustentando lo anterior, se verifica que estas formaciones presentan: 1) la mayor cantidad de normas nacionales contemporáneas declaradas inconstitucionales, y en el marco político de un gobierno con mayorías parlamentarias sólidas; 2) también la mayor cantidad de suspensiones de normas autonómicas decretadas según el procedimiento del art. 161.2 CE; y, finalmente, 3) la mayor cantidad de sentencias interpretativas. El uso de las tres variables por el TC, en sus formaciones n° 2 y 3, fue el más activo e intenso de todo el período investigado. c.- Paulatinamente fue aumentando, desde fines de los ´80 y en la década del '90, el sector de magistrados progresistas, conviviendo con un sector minoritario conservador y debilitándose el sector de centro más alejado de los "extremos" del sistema político español. iii.- Formación TC nº 4. Período 1992-1995 (Presidencia Rodríguez Piñero) a.- Fue la formación con mayor cantidad de normas autonómicas declaradas inconstitucionales. b.- A partir de este período aumentó la cantidad de magistrados de carrera. A su vez, aumentaron los magistrados de filiación ideológica progresista a un 75%, el porcentual más alto de todas las formaciones del TC. iv.- Formación TC nº 5, 6 y 7 Período 1995-2004 (Presidencias Rodríguez Bereijo, Cruz Villalón y Jiménez de Parga) a.- Han sido las formaciones n° 5 y 6 las de menor porcentual de constitucionalidades, 29% y 31% respectivamente. También las formaciones que registran menor porcentual de declaración de inconstitucionalidades de todo el período investigado, 17%, 22% y 19% para las tres formaciones (n° 5, 6 y 7) respectivamente. Bajan notoriamente las normas inconstitucionales contemporáneas, especialmente durante la formación n° 6, iniciando una tendencia marcada de escaso porcentaje en esta variable. Paulatinamente, bajan también las sentencias unánimes cuando se declaran inconstitucionalidades, del 77% en la formación n° 5, al 53% en la formación n° 7. La tendencia se observa, particularmente, en las sentencias que declaran inconstitucionalidades y también para inconstitucionalidades de normas nacionales (cuadros n° 61 y sigtes.). Además, el porcentaje de inadmisiones durante esas formaciones, duplica el porcentual promedio de todo el período y triplica a casi todas las otras formaciones consideradas individualmente. Semejante disparidad amerita análisis más cualitativos pues son diferencias notables, que ocurren en períodos bien delimitados. Parece haber operado, en este período, un exceso de judicialización en el conflicto por el reparto territorial del poder, vía los planteos de cuestiones de inconstitucionalidad incoados por jueces ordinarios que correspondieron mayoritariamente a jueces autonómicos contra normas nacionales. Ante ese activismo, el TC puede haber utilizado la inadmisión como mecanismo de auto-restricción y defensa. b.- La combinación de las siguientes variables: a) bajos porcentuales de inconstitucionalidades, b) altos porcentajes de inadmisiones, y c) escasas declaraciones de inconstitucionalidad de normas contemporáneas, nos está indicando una tendencia notoria hacia una pérdida de activismo por parte del TC y una producción en la que aumenta el self restraint, evitando confrontar con los otros poderes políticos del Estado. Ello es indicativo de una relativa debilidad del TC o, dicho de otro modo, de una pérdida de legitimidad o autoridad política del TC, y de un avance sobre la institución por parte de los otros poderes políticos del Estado, y/o de los partidos políticos a través de las vías institucionales que puedan utilizar a tal fin. c.- Una lectura ex post facto de lo ocurrido en los años venideros, permite identificar a estas formaciones n° 5, 6 y 7, para el período 1995-2004, como las de un período de transición en la historia del TC; desde los inicios, con marcado protagonismo, autoridad jurisdiccional, activismo, creatividad y fuerte incidencia en el diseño institucional dejado pendiente por la CE; hacia un periodo marcado por las disidencias entre los magistrados, la excesiva "partidización" del TC, la judicialización de temas eminentemente políticos, la pérdida de legitimidad política y social, y los alineamientos partidarios de los magistrados. v.- Formación TC nº 8. Período 2004-2010 (Presidencia Casas Baamonde) a.- Promediando esta década, el TC se polarizó entre un sector progresista mayoritario y un sector conservador minoritario, pero consistente y más concentrado en detrimento del centro. En especial durante esta formación, el empate de fuerzas se hizo evidente y entorpeció el proceso de decisiones generando serios conflictos en el seno del TC. b.- Los académicos fueron, en esta formación, el 50% de los magistrados, el porcentual más bajo de académicos de todo el período investigado. Los publicistas, como en toda la historia del TC, fueron amplia mayoría. c.- En el conflictivo período 2004-2010 de la formación n° 8, hubo un alineamiento por filiación ideológica que produjo una performance diferenciada con un sesgo de votos por la mayoría y por la constitucionalidad en los magistrados progresistas, y en disidencia y por la inconstitucionalidad entre los magistrados conservadores. Esta formación fue contemporánea del gobierno de Rodriguez Zapatero por ello, el sesgo referido, responde a las hipótesis formuladas en el apartado 4.a.- del capítulo 2: d.- Las unanimidades bajaron, para esta formación, notoriamente a un 64% (cuadros n° 61 y 64). Un indicador de ello es la inédita y llamativa performance de la presidenta en materia de disidencias pues, Casas Baamonde ha sido, de los magistrados que han llegado a la presidencia del TC, la única que tiene la mayoría de sus votos en disidencia durante el período de su presidencia. Ello nos indica escaso liderazgo. Es una época compleja para el TC por varias razones que tienen un hilo conductor, su excesiva "partidización" o judicialización de cuestiones de alto voltaje político. vi.- Formación TC nº 9. Período 2011 (Presidencia Sala Sánchez) a.- El TC en la formación n° 9, hasta fines del 2011, subió notablemente su performance de votos unánimes. Aún mucho más que el promedio histórico. Esta formación presenta un piso-promedio del 90% de sentencias unánimes, que es aún superior, 95% y 90%, en las dos variables mensuradas que contemplan sentencias por la inconstitucionalidad en general y para normas nacionales. b.- La formación n° 9 muestra una conformación mayoritariamente progresista y una sólida minoría conservadora, manteniendo una conformación polarizada aunque menos confrontativa que en la formación anterior (cuadro n° 60). Prácticamente todos los magistrados registrados en este período fueron publicistas, y se mantuvo muy equilibrado, el plantel de magistrados, entre académicos y magistrados de carrera, con predominio de los primeros. 4.- En relación a estas conclusiones deben aclararse los siguientes aspectos metodológicos: a.- La solidez en la corroboración de las hipótesis se sustenta en la cantidad de datos capturados, las diversas mediciones y desagregaciones efectuadas, y la aplicación del método comparado tanto interna como externamente, respecto al objeto de estudio. Así se obtienen juicios objetivos relativos a los parámetros comparables. b.- El control comparativo interno al objeto de estudio se satisface con la cantidad de datos recolectados y cuadros estadísticos generados, -aproximadamente 3.630 resoluciones consultadas; 1.341 autos y sentencias capturadas y de ellas extraídos las distintas variables útiles ya enumeradas- y la secuencia temporal extendida de la investigación -abarcativa de treinta y un años de actividad del TC, 1980 a 2011-. Ello permite diferentes estadísticas comparadas sobre el propio objeto de estudio. c.- El control comparado externo se satisface con los datos comparados de Tribunales Constitucionales y Cortes Supremas pertenecientes a sistemas políticos extranjeros (Alemania, Argentina, Canadá y EEUU). Por supuesto, esta vía del método comparado presenta no pocas dificultades, ya que requiere buscar estudios que hayan generado estadísticas metodológicamente compatibles a efectos de la comparación o, como en este caso, elaborar las pautas de medición específicas que compatibilicen los datos detectados en trabajos comparados con los que fueron generados para éste. d.- Respecto a la hipótesis accesoria, se ha transitado una de las vías propuestas por los autores que sustentan el método de determinación relativo de independencia judicial a través del examen de las sentencias. Recuérdese que, tal cual la doctrina citada, el examen de las sentencias es la más definitoria a tal fin. En su caso esta vía es condición necesaria para la corroboración de la hipótesis, sólo puede ser refutada por insuficiente en tanto el tránsito por otras demuestre tal cosa.
Desde la perspectiva de fines del siglo XX, los regímenes políticos de la España de los años veinte y treinta aparecen como una secuencia de ensayos en respuesta a la profunda crisis sufrida por el sistema de la Restauración (1876-1923). Bajo ese enfoque, la Segunda República (1931-1936) se nos muestra inscrita en el esfuerzo por encontrar una nueva alternativa tras el fracaso de la Dictadura primorriverista (1923-1930) y las dictablandas del general Dámaso Berenguer y del almirante Juan Bautista Aznar. No es, pues, una cuestión casual acortar cronológicamente nuestro objeto de estudio entre el 13 de Septiembre de 1923 y el 18 de Julio de 1936. En esas fechas se gestó el desplazamiento de los antiguos partidos dinásticos por otros grupos de la que sería la derecha autoritaria Alfonsina (conservadores subversivos, en calificación de Gil Pecharromán) y, más tarde, por el movimiento republicano y los socialistas. Lo entonces acontecido sirvió de referente para posteriores actuaciones políticas, desde la valoración ideológica de sus elementos rechazables, corregibles o asumibles. Ciertamente, hay que subrayar que las costumbres y la vida cotidiana de los españoles cambió sustancialmente entre 1923 y 1936. La tímida pero imparable introducción de nuevos medios de transporte transformó el paisaje urbano. El automóvil, dirigido hacia la locomoción individual de los consumidores más pudientes, comenzaba a proliferar por las vías de las principales ciudades, forzando la ampliación de calles y modificando los usos habituales de la red pública. En paralelo, el crecimiento demográfico de las urbes impulsó tanto la construcción de viviendas (la más de las veces desordenada y de escasa calidad) como la expansión del Metropolitano (Madrid, Barcelona), al igual que las líneas de tranvías y los autobuses de enlaces con la provincia. Estos últimos, junto a los camiones, vinieron a completar el transporte de personas y mercancías por ferrocarril, estimulando el tendido de numerosos kilómetros de caminos vecinales y carreteras provinciales. También la radio irrumpió a mediado de los veinte. De lámparas para los de mayores posibilidades y de galena para el común de las gentes, los receptores comenzaron a formar parte del mobiliario doméstico, canalizando las noticias que antes sólo llegaban a través de la prensa. Por su parte ésta, comenzó a difundir información gráfica gracias a los últimos adelantos técnicos. La expansión del telégrafo y del teléfono contribuyeron a la mejora de las comunicaciones, aunque sujetos a la protección menopolística de la Dictadura (Telefónica, CAMPSA, Tabacalera, Compañía Arrendataria de Fósforos, etc.). Fueron también los años del avance de la aviación y de la promesa de los dirigibles, acariciando algunos la posibilidad de convertir a Sevilla en el aeropuerto terminal de Europa (Tomás de Martín-Barbadillo). Por último y para concluir el cuadro de aquellas innovaciones modernizadoras, cabe subrayar cómo la mujer se incorporó lenta pero inexorablemente a la vida pública (participación en el plebiscito de 1926, ingreso creciente en la población activa, nombramientos de concejalas en 1928, estreno del voto femenino en las elecciones de 1933). Buena parte de estos fenómenos se amplificaron en la Sevilla que estaba preparándose para celebrar con el máximo ornato la tan esperada como retrasada Exposición Iberoamericana (1929). Al sensible crecimiento vegetativo de la ciudad se le sumó la inmigración atraída por los puestos de trabajo del proyectado Certamen, precipitando el hacinamiento en barriadas periféricas surgidas sin orden ni concierto (Cerro del Águila, Villalatas, Amate). Y es que Sevilla mostraba sensibles contrastes. Por un lado, sufría frecuentes inundaciones y también, paradójicamente, un deficiente suministro de aguas, responsabilidad de una empresa extranjera (The Seville Water Works Company Limited). Contaba con un sistema de alumbrado para la Exposición (farolas diseñadas por Aníbal González), mientras muchos ciudadanos carecían de suficiente fluido eléctrico. Capital orgullosa de sí, pero capaz de plegarse a los designios de José Cruz-Conde (el tercer hombre más influyente de España, después del Alfonso XIII y de Primo, según el diplomático Carlos Morla Lynch). Feudo aparente del conservador marqués de Torrenueva y, a la vez, centro de disturbios estudiantiles que tantos problemas dieran al gobernador, conde de San Luis, y al ministro de la Gobernación, marqués de Hoyos. Baluarte anarquista y comunista durante la República, radical y socialista en las elecciones de 1931, pero también vivero de la primera sublevación grave contra el régimen nacido el 14 de abril (Sanjurjo). Cuna de líderes republicanos (Martínez Barrio, José Díaz) y campo de experimentos del Nuevo Orden tras el 18 de julio. A la vez cofrade y crisol de huelgas violentas. Foco destacado de la Masonería española y lugar de nacimiento de la Liga Católica. Ciudad semindustrial y terciaria en medio de una provincia agrícola. Es en esas coordenadas cronológicas y espaciales donde emplazamos el objeto de estudio: la Diputación Provincial de Sevilla. Un análisis fundamentado en la respuesta a estos dos interrogantes: 1ª) ¿qué puede aportar el estudio de las instituciones político-administrativas al conocimiento de la España contemporánea?; y 2ª) ¿por qué elegir dentro del conjunto de este tipo de organismos a la entidad provincial? El Estado, como comunidad de personas asentadas en un territorio fijo y sujetas a una dirección política común, se encuentra constituido por tres elementos básicos: población, territorio y poder (Andrés de Blas, Ramón Cotarelo). Este último –es decir, el poder o la capacidad para imponer obediencia desde una autoridad- se sirve de dos tipos de instrumentos (Duverger): los ideológicos (legitimidad, soberanía) y los materiales (órganos y aparatos del Estado). Planteado este esquema conceptual, se entiende que el estudio de las instituciones político-administrativas resulta imprescindible para observar las formas de ejercer el poder. Lo llamativo es que este relevante campo de investigación no haya despertado todavía el suficiente interés entre los estudiosos, mientras que otras cuestiones como el movimiento obrero, el papel del sindicalismo o la politología –especialmente la de los partidos externos al sistema- sí han recibido brillantes tratamientos, tanto en forma de síntesis globales como en obras de rango local. Es decir, hasta no hace mucho se ha analizado más la historia de los contra-poderes que el comportamiento preciso del propio poder, bien por las influencias ideológicas derivadas de la coyuntura política de los últimos años del franquismo y la transición democrática, bien por la acumulación de trabajos en determinadas parcelas historiográficas marcando tendencia generales, consideradas dignas de atención. Compárese, a modo de ejemplo, el número de monografías sobre la historia del sindicalismo con aquéllas otras que tratan de los organismos públicos responsables, en mayor o menor medida, de paliar las causas de la conflictividad social. Diseccionar las pautas de comportamiento de las instituciones (insistimos, soportes del poder) obliga a mostrar también las interrelaciones gobernantes-gobernados. No se trata sólo de esbozar la composición de unas corporaciones, saber quién ocupa determinados cargos o precisar el origen de la selección del personal político (sea por elecciones o por nombramiento gubernativo). Es todo eso, pero también lo es enlazar su actuación gestora con las realidades materiales y humanas objetivas sobre las que hubo de desplegarse. Este estudio sobre la Diputación Provincial de Sevilla ha sido realizado sobre la premisa de no perder esos referentes de la realidad. Otro aspecto a resaltar en la parcela de la historia de las instituciones lo constituye su interacción con la política. Ya durante el siglo XIX y la gestación del Estado liberal no pocos tratadistas se esforzaron en deslindar las esferas de lo político y lo administrativo. Ante el panorama de la creciente politización del funcionamiento del Estado y el enraizamiento del fenómeno caciquil, la práctica totalidad de los proyectos de reforma de la Administración recogieron declaraciones de expresa –y teórica- separación entre el apasionado campo de las luchas partidistas y el área –supuestamente neutra- de las decisiones de gobierno. Hasta tal punto llegaron a calar estos mensajes en la opinión pública que no fue excepcional el que un gobernador, un concejal o un diputado provincial formulasen públicos votos por dejar "en las puertas" su utillaje político y prometieran dedicarse a la gestión de los asuntos públicos bajo la más estricta independencia. Sin embargo, esos propósitos se hicieron tan inviables como el total divorcio entre la figura del político y del gestor público. Y es que, naturalmente, la Política y la Administración son dos asuntos distintos pero comparten intersecciones en los órganos del Estado, en las corporaciones y en los cargos públicos. Sabido es que el político es una figura y la función que pueda desempeñar en el aparato del Estado es otra. Ambas poseen, evidentemente, mucho en común, aunque presentan diferencias sustanciales. Es en este punto donde la historia de las instituciones tiene bastante que ofrecer al campo de la historia política. Comprendida dentro de ésta se encuentran: los programas; las pugnas ideológicas; los organigramas de las formaciones políticas; las campañas electorales; la génesis, desarrollo y evolución de las agrupaciones; el funcionamiento de los partidos; y, entre otros extremos, los individuos políticos. Ahora bien, ese conjunto de elementos se guía por determinadas conductas que pueden cambiar parcial o totalmente (de hecho, lo hacen) cuando el político o un partido pasa a asumir responsabilidades públicas. En este aspecto, fue bien relevante el cambio de actitud que registraron los partidos externos antes de 1923 en Sevilla: cuando eran beneficiarios del encasillado, guardaban sus baterías más agresivas contra el caciquismo de las formaciones dinásticas. Tampoco sería menor la transformación de republicanos y socialistas a la hora de ocupar los ayuntamientos o las diputaciones provinciales a raíz del cambio de abril de 1931. Valga una muestra: Hermenegildo Casas, presidente de la Diputación Provincial durante el primer bienio, abandonó su agresividad verbal como miembro del Ayuntamiento hispalense de 1930. Es más: su gestión al frente del organismo de la provincia le desmarcó de su propio partido (PSOE), del que acabaría saliendo en 1934. Creemos conveniente, por tanto, completar la historia política con las conclusiones aportadas por este tipo de estudios. Por último, resulta muy útil el análisis de las instituciones –y, dentro de éstas, de las locales- para inferir el modelo de Estado en que están inscritas y en qué medida cumplen su función ante los ciudadanos. Ese enfoque constituye, a nuestro juicio, un ángulo privilegiado para comprender tanto los problemas del edificio estatal español durante el primer tercio del siglo XX (déficit, desestructuración, ineficacia) como el arranque de las alternativas regionalistas o nacionalistas, que tuvieron sus orígenes no sólo en componentes culturales (lengua, tradición) sino en la escasa operatividad que el Estado centralizado brindó a sus ciudadanos-contribuyentes. Y es que los responsables políticos durante la Dictadura primorriverista y la Segunda República no corrigieron las inercias y los vicios del edificio estatal. Si Primo de Rivera no se atrevió a suprimir las diputaciones provinciales, tampoco los gobernantes republicanos reorganizaron en profundidad la estructura del Estado –adjetivado como integral- salvo el reconocimiento de algunas autonomías (Cataluña). Y todavía resulta una cuestión pendiente. Baste recordar la última polémica suscitada por el cuestionamiento de los gobernadores civiles como figuras adecuadas dentro del Estado de las autonomías. Lo afirmado en párrafos anteriores avala suficientemente el valor de la historia de las instituciones político-administrativas. Ahora bien, ¿qué particularidades ofrecen las diputaciones para ser objetos de estudio? Varias son las razones que justifican la opción. En primer lugar, las diputaciones eran piezas estratégicas dentro del sistema político-administrativo español. Encargadas de velar por los intereses de las provincias, estaban emplazadas entre el Gobernador Civil y los ayuntamientos, lo que les convertía en elementos clave en coyunturas electorales durante la Restauración. Muchos reformistas a comienzos de siglo las consideraban auténticas lacras, viveros de caciquismo y paradigmas de la corrupción. En general, eran fieles obedientes a las consignas de Gobernación, transmitidas a través del gobernador de turno, y atendían regularmente el sometimiento político de las localidades de la provincia. Pero no es solo ésta la única vertiente atractiva de las diputaciones para los investigadores. De hecho, después de 1923 siguen presentando un enorme interés por la entrada en vigor del Estatuto Provincial de José Calvo Sotelo, en aquel entonces director general de Administración Local (marzo 1925). Aquella obra legislativa superaba a la vieja Ley Provincial de 1882 tanto en sus aspectos técnicos como en sus efectos prácticos: las diputaciones recibieron competencias y un sensible reforzamiento de sus recursos, alentando el desarrollo de una amplia actividad en materia de obras públicas y beneficencia. Obviamente, cabe adjudicar parte de aquel desenvolvimiento material a la coyuntura de bonanza económica de los años veinte, pero también es cierto que los responsables de las corporaciones provinciales durante los gobiernos Berenguer/Aznar y las nuevas comisiones gestoras republicanas reconocieron las cualidades del Estatuto, al plantear proyectos de reforma inspirados en él. Es decir, la abundancia material de los años veinte no hizo sino realzar las capacidades potenciales intrínsecas del Estatuto Provincial. Con independencia de lo expuesto, la elección de la provincia como ámbito de análisis merece otros comentarios. En primer lugar, si situamos el centro de nuestro enfoque sobre la Diputación, conviene metodológicamente abrir el campo de estudio al conjunto global de los municipios de la provincia y, también, al Gobierno Civil. Bajo ese primas pretendemos superar el estrecho marco local al que están referidos la mayor parte de los trabajos disponibles. Actualmente asistimos a una proliferación de la historia local –tal vez excesiva- que, si bien resulta imprescindible, por otra complejiza cada vez más la elaboración de posteriores síntesis, aparte desniveles cualitativos. Por ello, juzgamos interesante el análisis de escalas intermedias como pueden ser la provincia o la región, siempre y cuando la temática seleccionada lo permita. La provincia, aunque nacida de la mano del legislador, ha cobrado carta de naturaleza tanto para el sistema político-administrativo como para los ciudadanos. Incluso el actual Estado de las autonomías ha corroborado la vigencia de las viejas provincias de Javier de Burgos. Y además –subrayamos esta cualidad- las provincias significaban mucho más en las década de los veinte y los treinta que hoy. En el caso de Sevilla, según el censo de 1930, la capital aglutinaba unos 228.000 habitantes mientras que en la provincia vivían 576.000; es decir: la suma de los municipios rurales doblaba sobradamente los efectivos demográficos de la capital. Es más, 17 localidades agrupaban a 267.000 ciudadanos, lo que indica la existencia de auténticas agrociudades con un peso demográfico y económico nada desdeñable dentro del conjunto provincial. Estos ingredientes bastan para justificar esta línea de investigación: la historia de Sevilla no es sólo la de la capital, sino también la de su entorno provincial y la de las mutuas interrelaciones entre ambas. Indudablemente, si alguna institución nos sirve para contemplar una amplia panorámica de la provincia, ésa es la Diputación Provincial. Sus diversas y heterogéneas áreas de gestión abarcaban tanto las obras públicas como la beneficencia, la enseñanza y el control de los ayuntamientos, las comunicaciones y la administración provincial de las elecciones… Suficientes argumentos para dedicar no sólo uno, sino varios trabajos monográficos a estas cuestiones. El afirmar que las diputaciones constituyen una interesante parcela de trabajo no es ningún descubrimiento original. Desde finales de los años setenta y a lo largo de los ochenta han aparecido una serie de valiosas obras sobre estas instituciones, aunque los esfuerzos pioneros se remontan a casi hace treinta años. Fue el profesor Cuenca Toribio uno de los primeros que se internó en este campo al publicar en 1963 un artículo titulado "Los orígenes del la Diputación sevillana" (Archivo Hispalense, nº 118, marzo-abril 1963). Entre 1964 y 1966; en la misma revista, el entonces cronista oficial de la provincia, Manuel Justiniano y Martínez realizó un esbozo de la historia de la Diputación hispalense durante la Dictadura y la República. A escala más general y en 1966, la Diputación Provincial de Barcelona promovió una obra colectiva en varios volúmenes sobre la historia de estos organismos bajo el título de La Provincia. Ya en la década de los setenta vieron la luz otros trabajos locales –véase el apéndice bibliográfico-, como fueron los de Salcedo Izu (Navarra, 1972), Lladonosa Pujol (Lérida, 1974), González Mariñas (Galicia, 1978) o Piña Homs (Baleares, 1979), aparte uno colectivo titulado: Asistencia hospitalaria. Estudios de las Diputaciones Provinciales, (1978). Pero la definitiva consolidación se produjo en la década de los ochenta y comienzos de los noventa, al aparecer un buen número de monografías sobre diputaciones, alguno de cuyos títulos recogemos aquí: Manuel Santana Molina (La Diputación provincial en la España decimonónica); José González Casanovas (Las Diputaciones Provinciales en España, 1812-1985); Fariña Fajardo y Pereira Figueroa (La Diputación de Pontevedra, 1836-1986), Borja de Riquer (ed.), (Historia de la Diputaciò de Barcelona); Enrique Orduña Rebollo (Evolución histórica de la Diputación Provincial de Segovia, 1833-1990); Pedro Ortega Gil (Evolución legislativa de la Diputación Provincial en España, 1812-1845. La Diputación Provincial de Guadalajara); Encarnación Lemus López (Extremadura, 1923-1930. La historia a través de las Diputaciones Provinciales); José Ángel Semas y José Antonio Armillas (La Diputación de Aragón: gobierno aragonés del reino a la comunidad autónoma); aparte los trabajos, aún inéditos o en curso de realización sobre los organismos provinciales de Valladolid (Heliodoro Pastrana) o León (Luis Carlos Sen Rodríguez). El IV Symposium de Historia de la Administración (cuyas Actas fueron publicadas por el Instituto Nacional de Administración Pública en 1983) y el Symposium Internacional sobre Organización del Estado Moderno y Contemporáneo en Italia y España, celebrado en Barcelona en 1991, significaron dos hitos historiográficos en esta materia al poner al día el estado de la cuestión. El elenco de trabajos citado conforma un grupo internamente heterogéneo. Cada uno trata períodos distintos y tienen sus propios enfoques, estableciendo paradigmas de referencia muy dispares. Dentro de este conjunto hemos seleccionado las pautas metodológicas consideradas más pertinentes y adecuadas para la elaboración de la presente Tesis Doctoral. A continuación planteamos cuáles han sido los objetivos, las hipótesis generales y la metodología que han orientado las coordenadas de esta obra. El análisis de la trayectoria histórica de una Diputación puede abordarse desde numerosas premisas y ángulos. Tras analizar la bibliografía disponible hemos optado por delimitar nuestra área de investigación en dos direcciones. En primer lugar, algo obligado: acotar el tratamiento de los que representa la institución. Esta se ofrece como órgano político (la corporación provincial) y como organismo administrativo. Si la primera vertiente es de por sí suficientemente amplia (todo lo relacionado con la dimensión política de la entidad), la segunda –es decir, las distintas líneas de gestión- pronto se reveló ante nosotros como un campo inabarcable en toda su complejidad. No cabía, consecuentemente, hacer sólo una historia de la beneficencia o de las obras públicas provinciales en profundidad y, por ello, decidimos mostrar un esbozo general de la variada actividad gestora de la Diputación en sus epígrafes correspondientes. Una panorámica que contiene campos de estudio de alto interés, señalando a los establecimientos benéficos y sanitarios dependientes de la Diputación como merecedores en un futuro de obras monográficas bajo perspectivas cronológicas más amplias. Hecha la anterior advertencia, conviene precisar otra observación previa de calado aún más hondo si cabe, por cuanto define el estilo global del estudio realizado. Si hemos restringido el terreno de la gestión administrativa a unas pinceladas generales, no ocurre así con las interacciones de la Diputación respecto de otras instituciones político-administrativas y la propia realidad provincial. Y es que no concebimos procedente historiar la trayectoria de este tipo de entidades sin tener presente el contexto representado por los gobiernos civiles o los ayuntamientos. Una institución exenta, esto es, presuponiéndola sin interconexiones con sus inmediatos órganos jerárquicos (superiores o inferiores) encierra un error de partida que puede desembocar en unas conclusiones metodológicamente erróneas o, cuando menos, incompletas. En el caso que nos ocupa, no podríamos responder a muchos interrogantes sin tener en cuenta extremos como cuál fue el marco legal de estos organismos, quién fue gobernador en determinadas coyunturas o en qué situación se hallaba socio-económicamente la provincia. Es más, los diputados provinciales fueron en muchas ocasiones concejales o diputados en Cortes. En consecuencia, las instituciones hay que analizarlas insertas en el ámbito de la estructura estatal al que pertenecieron. Eso es justamente lo que hemos hecho en el caso de la Diputación Provincial sevillana. Establecidos el marco propuesto, formulamos una serie de hipótesis de trabajo generales y otras, más concretas y específicas, según los aspectos de las materias tratadas. Siguiendo el método comúnmente utilizado (formulación, contraste de hipótesis, verificación-síntesis y elaboración de conclusiones), hemos de reconocer con toda honestidad que algunas de nuestras premisas se modificaron en el transcurso de la investigación ante la consulta de las fuentes. Así, por ejemplo, le ocurrió a la apreciación previa sobre el balance general de la Diputación primorriverista sevillana en su aspecto gestor, considerada a priori menor de lo que en realidad fue. El asunto de la persistencia del caciquismo más allá de 1923 fue otro de los interrogantes planteados en las primeras fases del proceso. En nuestro análisis pudimos confirmar para la corporación provincial sevillana una clara permanencia de viejos políticos, tal y como demostrarse en sus trabajos Javier Tusell pero, igualmente, constatamos la emergencia de figuras nuevas en el espectro de la derecha autoritaria, aceptando por consiguiente la opinión de Gómez-Navarro. Matices y definiciones conceptuales han resultado elementos obligados en la elaboración de una síntesis entre ambos fenómenos, en apariencia dispares. Por último, resultó sorprendente comprobar cómo el balance de la Diputación sevillana durante la Segunda República fue más pobre de lo que podría creerse, aparte el sorprendente grado de politización alcanzado en la vida administrativa de esta institución y las artes neocaciquiles practicadas por los partidos hegemónicos en la Sevilla de aquellas fechas. Sobre las fuentes utilizadas podemos distinguir cinco grandes grupos en orden a una clasificación de los centros de documentación donde hemos trabajado: a) archivos provinciales o locales; b) nacionales; c) privados; d) hemerotecas; y e) bibliotecas. En primer lugar, figuran los archivos provinciales o locales, destacando naturalmente el de la Diputación Provincial de Sevilla. Este archivo presenta sus fondos modernos perfectamente catalogados, pero su documentación contemporánea –considerada aún como administrativa- no se encuentra totalmente organizada. El inventario que utiliza es de 1964 y es objeto de reactualización hoy en día. En el año 1995 estos fondos fueron objeto de traslado, al cambiar la sede de la Diputación desde la Plaza del Triunfo al antiguo cuartel de Intendencia. Hasta ese año, la documentación utilizada en este trabajo se partía entre la biblioteca y el archivo de legajos propiamente dicho. La primera, amplia y muy completa, contenía los documentos encuadernados; entre ellos, el Boletín Oficial de la Provincia o las series de Actas de la corporación provincial (Pleno, Comisión Permanente, Comisión Gestora). Los legajos y carpetas quedan referidos a las áreas competencia de la Diputación (Secretaría, Intervención, elecciones, quintas, beneficencia, etc), aunque su ordenación no es absolutamente correcta. Por ejemplo, no resultó extraño encontrar documentos sobre caminos vecinales de comienzos de los veinte dentro de una carpeta que prometía guardar actas electorales de los treinta. La prolongación de este estado de cosas procede más de la falta de recursos que de una ausencia de preocupación sincera y real por mejorar la organización de estos fondos. Así lo demuestra el que la directora de este archivo, Antonia Herrera Heredia, publicase en el Ministerio de Cultura una obra titulada Manual de organización de fondos de corporaciones locales. El Archivo de la Diputación Provincial de Sevilla (1980). De cualquier modo y para nuestros propósitos, la asimetría organizativa de los fondos custodiados en la Diputación ha producido un uso desigualmente intenso de sus documentos. Esta carencia ha debido ser cubierta con otras fuentes indirectas. Los archivos municipales, en cambio, lo hallamos en un estado razonablemente bueno gracias a la preocupación de las áreas o delegaciones de Cultura de los ayuntamientos y el apoyo prestado por la Diputación Provincial, que ha contribuido a la labor de inventario y publicación de los fondos locales, en ocasiones en mal estado y dispersos- la consulta de archivos en diversos municipios (Alcalá del Río, Carmona, Morón, Lora, etc) nos ha proporcionado un amplio soporte documental del que ya conocíamos su valor. Al fin y al cabo, lo que en su día fue nuestro primer trabajo de investigación (un análisis de la política municipal durante la Segunda República en Lora del Río) significó el primer aporte en un campo que, ahora, con el presente estudio sobre la Diputación Provincial se desarrolla en profundidad a una escala más amplia. Por otro lado, hemos considerado imprescindible la consulta de otros fondos localizados en Sevilla, hasta la fecha sorprendentemente inéditos. La exhumación de este tipo de documentos trasciende como mucho la mera anécdota de su descubrimiento, pues gracias a sus informaciones hemos podido reconstruir con mayor precisión biografías personales y profesionales de la galería de figuras aquí tratadas. Entre éstos archivos destacarían principalmente dos: el de la Capitanía General de Sevilla y el de la Prisión Provincial. Ninguno de los dos se encuentra en una situación óptima y no resultó sencillo el acceso a los mismos pero, como compensación, ofrecieron informaciones extraordinariamente valiosas. Nuestras consultas en la Capitanía General nos ha proporcionado una imagen más precisa de lo que significaron las delegaciones gubernativas o el grado de censura durante la Dictadura de Primo de Rivera, entre otros extremos. El de la Prisión Provincial –de reciente ordenación- ha permitido precisar el perfil biográfico de muchas de las autoridades que fueron represaliadas en 1936. Otros archivos locales consultado como el del Gobierno Civil (prácticamente reducido a sus libros registro de asociaciones), el Histórico Provincial o el de Hacienda también han sido objeto de nuestra atención, aunque su importancia para nuestro estudio se encuentra en un segundo plano. En cuanto a los archivos de impronta nacional hemos visitado los siguientes, al considerarlos ineludibles: Archivo Histórico Nacional; Archivo Histórico Nacional-Sección Guerra Civil; Archivo General de la Administración y Servicio Histórico Militar. La temática y el período tratados justifican su consulta, aunque la utilidad de los mismos ha sido muy variable. Así, si los archivos nacionales de Madrid y Salamanca nos han resultado muy fructíferos, no cabe decir lo mismo del Servicio Histórico Militar o el de la Administración. Del primero, naturalmente, sólo esperamos información castrense sobre el período primorriverista, dominado por la militarización de buena parte de las estructuras públicas (Navajas Zubeldia) y, hasta cierto punto, nos ha servido para complementar algunas informaciones obtenidas en la Capitanía General de Sevilla. Sin embargo, el segundo defraudó nuestras expectativas. El Archivo General de la Administración alberga un copioso conjunto documental, si bien su complejo sistema de inventario no permite un acceso ágil al documento. Por otro lado, es difícil hallar allí información concreta sobre una provincia determinada al no corresponder en ocasiones los contenidos reales del legajo con su descripción. Estos problemas devienen de la reciente creación del Archivo y de la transferencia a su sección de Gobernación de los fondos el Ministerio del Interior y del antiguo archivo que existía en Guadalajara (palacio del Infantado). Ambos cuerpos documentales no ofrecían una óptima catalogación y, como añadidura, han presentado problemas para fusionarlos correctamente. Las carencias encontradas en estos centros sobre el tema que estábamos tratando y el exigible afán por documentar al máximo la investigación nos llevaron también a consultar otros archivos como el de Segovia, la Fundación Pablo Iglesias o la Fundación de Investigaciones Marxistas, éstas últimas en Madrid. Otras dos inspecciones de interés han sido las realizadas en el Archivo Nacional de Cataluña (donde se conserva la documentación relativa a la Mancomunidad catalana) y la Fundación Francisco Largo Caballero que completaron nuestra indagación, además de sugerirnos líneas de trabajo post-doctorales. Las hemerotecas han representado otra fuente de información, en especial las municipales de Sevilla y Madrid, aparte la utilización de alguna prensa local conservada en colecciones particulares. Con todo, conviene precisar algunos extremos con respecto al uso de la prensa en la parcela de la historia política y de las instituciones. Por un lado, hay que advertir que las informaciones periodísticas sobre las instituciones político-administrativas locales o provinciales ocupaban espacios muy pequeños o casi marginales en los rotativos. Tal vez el Ayuntamiento de la capital se escapa un poco a esta regla por las consecuencias inmediatas que su gestión representaba para los lectores de la capital, o sea, la mayor parte de la clientela de la prensa escrita por aquel entonces. Pero, en el caso de la Diputación y los municipios de la provincia, las informaciones se limitaban muchas veces a extractar las sesiones celebradas y a la publicación de algunos anuncios. Sólo en coyunturas de crisis política o sonados recambios en las corporaciones, la prensa dejaba traslucir algo más que la frialdad de las simples fuentes oficiales o actas transcritas. Estas excepciones se dieron con relativa frecuencia durante los años republicanos y menos durante la Dictadura, debido a la censura ejercida sobre los medios de comunicación. Desde luego, el sexenio no se reveló de una dureza extrema en cuanto a censura de prensa se refiere, pero sí la practicó en grado suficiente como para interferir las labores del historiador. Valga un solo ejemplo: el cese de José Cruz-Conde como gobernador civil de Sevilla. El final del mandato de una figura tan señera, que además era director de la Exposición Iberoamericana y estaba dotado de grandes influencias políticas, se reflejó en la prensa de pasada, aludiendo ambiguamente a un roce con el gobernador militar: el infante Don Carlos. El conflicto, en realidad, tenía más calado del que puede sospecharse de la lectura de los periódicos de aquel entonces. Tras el roce entre Cruz-Conde y el infante latió el conflicto de los Artillero, cuerpo al que pertenecía el primero: aquella fue la oportunidad de los crecientes enemigos de la Dictadura para sacudirse un baluarte del primorriverismo en Sevilla. Tampoco faltaron ciertas sonrisas entre lo más destacado de la escena social hispalense ante la despedida de Cruz-Conde. En lo tocante a su falta de profundidad en los aspectos más espinosos, puede aplicarse similares consideraciones a las fuentes oficiales. Evidentemente, éstas son imprescindibles para reconstruir la gestión administrativa y las directrices generales de una actuación, pero no son completas ni cubren todos los aspectos que interesan a un historiador. Por ejemplo, entre la documentación conservada en las instituciones no se encuentra normalmente correspondencia particular de los políticos, papeles de extraordinaria utilidad para comprender muchas de las decisiones políticas adoptadas, con quiénes se relacionaban los políticos, qué calidad tenían esos contactos epistolares, etc. en otro orden de cosas, tampoco las fuentes oficiales aclaran muchas de las sutilezas de la gestión administrativa: un acuerdo puede estar perfectamente recogido en las actas de la corporación y, sin embargo, dejar de cumplirse; unos fondos destinados para un menester pueden desviarse suavemente hacia objetivos menos confesables; el nombramiento de un funcionario puede reunir todos los requisitos legales pero, en verdad, procedía de una compleja maniobra caciquil en unas oposiciones, el beneficiario de la concesión de una obra –directa o por el sistema de subasta- presentaba, en apariencia, una mediocre oferta pero era familiar de uno de los diputados provinciales, etc. además, la propia complejidad burocráticas favorece el desorden documental de los fondos institucionales. Siendo esto así, nos parecía obligado acudir a otro tipo de fuentes: los archivos privados. Precisamente, desde el Departamento de Historia Contemporánea de la Universidad de Sevilla se viene promoviendo desde hace algún tiempo la exhumación de conjuntos documentales particulares. La labor es ardua por varias razones. En primer término, porque no existe una cultura de conservación del patrimonio documental en muchas de las familias más insignes que, en su día, marcaron una época y, en consecuencia, la información puede haberse perdido. En otras ocasiones, porque existen documentos pero en un mal estado de conservación o muy incompletos. Por último, puede darse el caso de que el fondo esté incluso organizado pero, curiosamente, nadie sabe de él, bien por celo de quienes lo custodian, bien porque nadie le ha prestado la debida atención. Este último grupo es el que debe merecer los esfuerzos de recuperación más intensos. En el curso de la investigación hemos indagado sobre la existencia de archivos privados de apellidos que figuraron al frente de la Diputación Provincial de Sevilla. Desafortunadamente, no hemos hallado indicio alguno en la mayor parte de los casos. Los descendientes del presidente de la Diputación durante la Dictadura, José María López-Cepero, no han mantenido bajo su propiedad ninguno de los papeles que poseyeron en su día. Tampoco se ha conservado rastro de la documentación de Pedro Parias y lo mismo caber afirmar de la mayor parte de os miembros de la Diputación. Sin embargo, nuestra búsqueda tuvo fortuna al encontrar dos fondos especialmente trascendentes para este estudio. Nos referimos al archivo de José Cruz-Conde (hallado en el domicilio particular de la familia en Córdoba) y a los fondos del presidente de la Diputación Hermenegildo Casas, en México. Ambos han resultado fundamentales para nuestra investigación al haber pertenecido a figuras clave en la política sevillana de aquellos años: Cruz-Conde fue mucho más que un gobernador civil, en realidad el indiscutible amo de la escena pública en la provincia (y en Córdoba) entre 1926 y 1929; Hermenegildo Casas, el principal líder socialista hispalense al comienzo de la República y presidente de la Diputación entre 1931 y 19354. Bien es verdad que los archivos privados no suelen ser cuantitativamente copiosos. De hecho, el de Hermenegildo Casas se encuentra muy esquilmado debido a las pérdidas que sufrió en su largo periplo hacia el exilio mexicano. Sin embargo, sus escasos documentos nos dicen mucho de su trayectoria masónica y de sus principios ideológicos, acercándoos a los pliegues más íntimos de su fibra humana: todavía en los años setenta ensalzaba su andalucismo y fervor por Sevilla en cada ocasión que se le presentaba. Algunos hallazgos en ese pequeño fondo muestran otras dimensiones distintas a las de la lucha política. La oración fúnebre pronunciada por el socialista Juan Simeón Vidarte con motivo del fallecimiento de Casas (1967) en toda una muestra de militancia masónica y de fraternal compañerismo más allá de las siglas de partido y de las controversias que les separaron durante la Segunda República. Al archivo de Cruz-Conde es acreedor de mayores comentarios. Su contenido puede dividirse en dos bloques principales: a) el de diversos asuntos particulares; y b) el de su correspondencia. En el primero apareen documentos relacionados con su situación económica particular (gestionada por la casa Lázaro and Brothers de Madrid), diversos títulos y certificados, recortes de prensa, el proyecto de reforma de Sevilla (1926) que fue rechazado por él, papeles relativos a la Exposición Iberoamericana, organización de Renovación Española en Córdoba y, entre otros, una interesante memoria sobre la situación política antes de la Dictadura y durante el Directorio Militar. El segundo apartado está compuesto por su correspondencia, organizada y en buen estado de conservación. Ojear esas cartas equivale a realizar un recorrido a través de todo un elenco de personales que caracterizaron la vida política de los años veinte y parte de los treinta. En ellas, cartas recibidas o copia de las contestadas, se recogen decenas de firmas, como las de Eduardo Aunós, el conde de Bustillo, Federico Berenguer, Manuel Blasco Garzón, Hermenegildo Casas, Carlos Cañal, José Calvo Sotelo, el duque de la Unión de Cuba, José María Gil Robles, José María Pemán y Pemartín, José Antonio Primo de Rivera, José Yanguas, etc. Con todo, los avatares del tiempo y de la Guerra Civil produjeron lamentables mellas en esta modélica organización de un archivo privado: no figura, por ejemplo, ningún cruce epistolar con el marqués de Estella. Aparte lo descrito, el archivo de Cruz-Conde también contiene algunos papeles menores sin catalogación precisa y un interesante diario escrito de puño y letra por don José a lo largo de sus asilos diplomáticos en el Madrid de la guerra civil (1936-1939). El ex-gobernador de Sevilla estuvo implicado en los preparativos del Alzamiento del 18 de Julio en Córdoba pero, sin embargo, las circunstancias de última hora (muerte de Calvo Sotelo) y los requerimientos del general García de la Herrán le hicieron permanecer en Madrid. El fracaso de la sublevación obligó a Cruz-Conde a buscar asilo diplomático en diversas legaciones y embajadas (Perú, Argentina, República Dominicana) hasta acabar sus días en el Hospital francés a fines del mes de enero de 1939. Precisamente, este diario es objeto de un estudio que estamos llevando a cabo y que verá la luz en un futuro próximo. Tanto la tarea de extraer información para la presente Tesis Doctoral como la profundización biográfica en la figura de José Cruz-Conde han sido posibles mediante la amabilidad de su familia y, muy especialmente, de Antonio Cruz-Conde, sobrino-nieto del que fuera director de la Exposición, a quien agradecemos su colaboración desde estos párrafos. Han sido también de sumo valor las aportaciones de las publicaciones de la época. Hemos examinado una ingente bibliografía política de los años veinte y treinta en la Biblioteca Nacional (Madrid) y en otros centros como la Biblioteca Arús o la comúnmente conocida como Biblioteca Figueras, ambas en Barcelona. Singular énfasis queremos poner en la segunda porque en ella hemos encontrado obras que no se hallaba en la Nacional y, sin duda, recoge referencias bibliográficas de sumo interés para los analistas del siglo XX español. Por otro lado, también hemos accedido a otros centros como la Biblioteca del Ministerio del Interior, la de Administración Pública, la del Ministerio de Administraciones Públicas (MAP) o la del Instituto Nacional de Administraciones Públicas (INAP). Tal y como el lector puede intuir, entre estas bibliotecas existen bastantes duplicidades y sería bastante racionalizador simplificarlas en una sola, correctamente dotada y organizada. La Biblioteca del Parlamento Andaluz y, sobre todo, la de la Universidad de Sevilla también han sido objeto de nuestras consultas. Por último, quisiera agradecer la disposición de Eduardo Ybarra al dejarnos investigar en su acogedora biblioteca particular. Volviendo al análisis de las fuentes originales consultadas y para cerrar este apartado, conviene hacer una última mención sobre la historia oral, son de sobra conocidos los argumentos en pro y en contra de la historia realizada a partir del recurso de las entrevistas personales. Nosotros hemos utilizado este recurso excepcionalmente y con la debida precaución por dos razones. De entrada, porque los entrevistados no son de primera mano (todas las personalidades que nos interesaban habían fallecido ya) y, en segundo lugar, porque son familiares de la figura que había motivado nuestra atención. Por todo ello, sólo han sido tomadas en cuenta cuando no existía documentación o cuando, indirectamente, hemos podido comprobar la veracidad de sus informaciones. Particularmente, he de agradecer la cooperación que nos prestaron la hija del marqués de Castellón (diputado provincial por el distrito de Utrera-Marchena entre 1924-1925), las familias de López-Cepero y de Muñoz Conde, Elena Casas Ordoñez (hija de Hermenegildo Casas) y, de nuevo, Antonio Cruz-Conde. Dicho lo anterior, la estructuración definitiva de los capítulos que siguen obedecen a un planteamiento cronológico en el que se intercalan núcleos temáticos específicos, todo ello precedido de un primer capítulo introductorio donde se traza una síntesis de las diputaciones provinciales desde su nacimiento hasta 1923, acercándonos a la situación vivida por la Diputación sevillana poco antes de la irrupción de la Dictadura primorriverista. Como queda indicado, el capítulo introductorio describe la génesis y evolución de los organismos provinciales en el siglo XIX. Las diputaciones fueron piezas en la construcción del Estado liberal en España y, como tales, sufrieron los avatares políticos del primer tercio de la pasada centuria. Nacidas sobre el papel en la Constitución de 1812, vivieron con interrupciones los primeros años de su existencia. Tras el Trienio Liberal, esos órganos desaparecieron durante la segunda etapa absolutista del reinado de Fernando VII y no sería hasta 1833 cuando tuvo lugar su definitiva implantación. La división territorial diseñada por Javier de Burgos les otorgó un dominio delimitado sobre el que ejercer su gestión, mediatizada ésta por la guerra carlista. El reinado de Isabel II y el sexenio revolucionario transfirieron cartas de naturaleza tanto a las provincias como a las instituciones político-administrativas encargadas de administrarlas (además de las diputaciones, también los gobiernos civiles). El segundo epígrafe del capítulo se dedica a valorar el papel de estos organismos dentro del sistema de la Restauración canovista y sus profundas raíces caciquiles. Por último, se concluye con una aproximación al estado en que se encontraba la Diputación Provincial de Sevilla en los años finales de la crisis del sistema. La sublevación de Primo de Rivera, el 13 de septiembre de 1923, irrumpió bajo una aureola de propósitos regeneradores envueltos en dictados autoritarios, constituyendo un auténtico impacto para las diputaciones. Precisamente, el capítulo segundo se inicia con un esbozo acerca de lo que significó en Sevilla la última corporación provincial del turno y en qué forma ésta hubo de asumir las normas del Directorio Militar. El entonces presidente de la Comisión –Serasúa Barandiarán- supo acomodarse a la nueva situación manteniendo unas relaciones más que cordiales con el gobernador civil: el general Francisco Perales Vallejo. Aquel fue uno de los primeros gestos de entendimiento entre los viejos políticos y las autoridades militares, en principio tan firmemente anticaciquiles como regeneradoras. Y es que los enérgicos proyectos de la Dictadura se fueron domesticando al poco de acceder al poder. Incluso, el dictador acarició la idea de suprimir de un plumazo los viveros de caciquismo representados por las diputaciones, pero todo quedó en una mera sustitución de corporaciones en enero de 1924, a excepción de las provincias vascongadas que conservaron sus diputados. En la sevillana, todos los miembros del pleno provincial fueron reemplazados por otros entre los que se contaron figuras de la vieja política pero, también, la emergencia de hombres nuevos (sobre todo católicos). La segunda parte del capítulo aborda las transformaciones acontecidas en la Administración Local de la provincia de Sevilla, de acuerdo con nuestro objetivo de incardinar a la Diputación dentro de la jerarquía institucional. En consecuencia, se tratan los cambios producidos en el Gobiernos Civil y en los ayuntamientos, reservando un apartado al fenómeno de los delegados gubernativos, bisturí anticaciquil en la última epidermis municipal y supuesto espejo de las virtudes que habrían de conducir el futuro del país. El ruido de las primeras purificadoras fue mucho mayor de lo que en realidad se consiguió, aunque ciertas cosas sí llegaron a cambiar. La persistencia de caciques no implicó la subsistencia del caciquismo anterior al 13 de Septiembre de 1923 y, de hecho, la gestión de los organismos administrativos registró notables modificaciones. Un ejemplo fue la actividad desplegada por la Diputación dirigida por el abogado católico José María López-Cepero y Muru entre enero de 1924 y marzo de 1925. Precisamente, en ésta última fecha Calvo Sotelo publicó su Estatuto Provincial gracias al cual la actividad de las diputaciones mejoró sensiblemente durante casi cinco años. El tercer bloque de contenidos está dedicado al estudio del desarrollo de aquel Estatuto para el caso sevillano. Una vez expuesto en el segundo capítulo su significado legislativo y sus innovaciones, en éste se contemplan los efectos palpables producidos por el Estatuto en combinación con los acontecimientos políticos que se dieron cita en la Sevilla del período 1925-1930. Fue entonces cuando se fraguó el mayor esfuerzo económico de la institución provincial, en forma de caminos vecinales, mejoras en la beneficencia y contribución a la puesta a punto de la Exposición Iberoamericana. Esa gestión se adecuó a las pautas marcadas por el régimen, secundadas y suscritas plenamente por las dos figuras que ocuparon la presidencia de la Diputación en aquellos años: José María López-Cepero (abril 1925 – junio 1928) y Pedro Parias (julio 1928 – enero 1930). No obstante, el consenso alcanzado en lo administrativo se conjugó con una serie de crisis políticas –conectadas con el progresivo desgaste del régimen- entre las que destacamos la del Ayuntamiento (1927) y la de la Diputación (1928). La actuación del gobernador civil José Cruz-Conde es la clave de aquellos sobresaltos políticos en su afán por controlar el status quo de la Unión Patriótica (UP) y, sobre todo, por llevar a buen término la citada Exposición. No dudó en sustituir a los católico-mauristas por el apoyo incondicional de los grupos económicos (Unión Comercial) que apostaban decididamente por la celebración del Certamen, promesa para el desarrollo del comercio exterior. Relacionado con aquel auge de las élites económicas reservamos un espacio para el estudio de un fenómeno hasta la fecha prácticamente inédito: el rotarismo. De hecho, el Rotary Club de Sevilla experimentó un sensible auge entre 1927 (fecha de su inauguración) y 1930, militando en esta cantidad diputados provinciales pertenecientes a actividades industriales, mercantiles o profesiones liberales. Finalmente, la caída de Cruz-Conde, los últimos reajustes políticos, el balance presupuestario de las corporaciones provinciales primorriveristas y el significado de la III Asamblea de diputaciones, organizada en Sevilla, jalonan la fase terminal de la Dictadura en nuestro estudio. El cuarto capítulo refiere lo que fue el crítico año de 1930. Hemos centrado especial atención en los meses que median entre la Dictadura y la República porque, además de servir de bisagra a los dos períodos que determinan este trabajo, durante el mismo se planteó la reforma del marco legal de las diputaciones. En ese año, incluso bajo una atmósfera revisionista contra lo ejecutado durante el sexenio, nadie quiso volver a la vieja Ley Provincial de 1882, decantándose la mayor parte de las diputaciones por realizar una reforma a partir de lo plasmado en el Estatuto de Calvo Sotelo. Esa postura equivalió a reconocer la superioridad de la legislación provincial primorriverista respecto de la de la Restauración. Actitud aún más significativa por cuanto en 1930 muchos personajes de la vieja política se habían reincorporado a los ayuntamientos y diputaciones. En Sevilla, los conservadores –acaudillados por el marqués de Torrenueva- dominaron toda la estructura político-administrativa de la provincia, desde el Gobierno Civil a los ayuntamientos pasando, lógicamente, por la Diputación. El objetivo político de los gobiernos Berenguer y Aznar radicó en preparar las próximas citas electorales, definitivas para el futuro curso político del país y el sostenimiento de la monarquía de Alfonso XIII. Pero no pudo lograrse por falta de consenso entre las propias filas monárquicas, aderezado además por el progresivo crecimiento de las dificultades económicas. Problemas políticos y económicos actuaron como una auténtica pinza sobre aquellas corporaciones transitorias e incapaces de desarrollar una labor gestora a medio plazo. La Diputación sevillana acusó todos estos factores, aunque con la mejor voluntad intentara sobreponerse a ellos. Creó –algo tardíamente- la Caja de Ahorros Provincial (el precedente de la actual Caja de Ahorros San Fernando de Sevilla y Jerez) con una mínima infraestructura y bajo un contexto desfavorable para las imposiciones. Por otro lado, consiguió ganar un pulso al propio Gobierno Berenguer cuando éste intentó resumir el cobro de las contribuciones del Estado en la provincia, cesión efectuada durante la Dictadura. Algunos logro, pues, se registraron en el haber de la Diputación presidida por el conservador Manuel Sarasúa. Sin embargo, poco pudieron hacer los monárquicos ante el impacto de las elecciones del 12 de abril de 1931. Los sorprendentes resultados que arrojaron las urnas precipitaron la proclamación del régimen republicano, transformando radicalmente el perfil político de la provincia de Sevilla. Precisamente, el quinto capítulo centra su interés en el análisis pormenorizado de los primeros meses de República, fechas en las que se operó una deliberada planificación republicanizadora de las corporaciones locales. De ahí la relevancia que le otorgamos al estudio de las elecciones municipales del 12 de abril y 31 de mayo de 1931. Junto a ello, analizamos las características de los nombramientos gubernativos efectuados en el Gobierno Civil y en la Diputación Provincial (ésta pasaría a ser dirigida por una Comisión Gestora designada por el gobernador y los partidos). De gran interés ha resultado el examen de los rasgos neocaciquiles adquiridos por algunos políticos republicanos y el constatar la conversión de personajes antes adscritos a las filas monárquicas, corroborando en ambos extremos las observaciones de Shlomo Ben Ami en su Anatomía de una transición. Por otro lado, se trata el controvertido rema de la Masonería y sus relaciones con el mundo de la política a través de los órganos de la estructura administrativa local. Hemos cuantificado qué número de masones ocupó cargos políticos en el Gobierno Civil, la Diputación y los ayuntamientos para, con posterioridad, delimitar las fronteras de la fraternidad masónica y los compromisos partidistas. ¿Influía la masonería en la política republicana a través de los hermanos emplazados en cargos de representación? ¿Ejercitó la Orden el recurso a las vías de favor o, por el contrario, fue instrumentalizada por los hermanos para conseguir beneficios particulares? Son cuestiones planteadas y a las que pretendemos responder –según la documentación consultada- en su correspondiente epígrafe. En último lugar, realizamos un somero examen de los resultados de las elecciones generales de 28 de junio de 1931 (además de las parciales de 12 de julio y 4 de octubre) con la finalidad de conocer cuál era el pulso político de la provincia en esas fechas. Llegados a este punto, procedemos al examen de la gestión provincial republicana durante el primer bienio, prácticamente coincidente con la presidencia del socialista Hermenegildo Casas Jiménez. En ese balance abordamos un heterogéneo abanico de asuntos: la transformación ideológica de la beneficencia; el fomento de las obras públicas como fórmula para conjurar el desempleo, la politización del organismo administrativo; etc. Especial relieve le concedemos al papel desempeñado por la Diputación –gracias a los empeños de Casas- en la dirección del proceso autonómico para la región andaluza. Los avatares políticos nacionales y el desgaste de los republicanos-socialistas tuvieron su traducción en Sevilla y en su Diputación. Por un lado, Hermenegildo Casas abandonó el PSOE y se unió al grupo de disidentes del PRR, encabezados por Diego Martínez Barrio; por otro, las elecciones de 1933 cambiaron el espectro político y, en consecuencia, la corporación fue renovada a favor de una sólida mayoría radical liderada por el médico José Manuel Puelles. No obstante, aquella Diputación tuvo una corta existencia (febrero-septiembre 1934) debido a la crisis del PRR, muy acusada en las filas del radicalismo sevillano. Casi todos los cuadros del partido siguieron a Martínez Barrio, dejando unos huecos rellenados con personajes procedentes de la vieja política o de las derechas moderadas, bajo el control de Guillermo Moreno Calvo, subsecretario en los gobiernos lerrouxistas. En consecuencia, la corporación provincial propiamente rectificadora fue la dirigida por José Prieto Carreño, con un perfil político lerrouxista y cedista, más el añadido de algún agrario. La labor de rectificación emprendida por aquellos diputados no tuvo éxito. Tal y como describimos en el capítulo séptimo, las dificultades económica y la precariedad del marco legal de la Diputación fueron factores adicionales en la crisis política casi permanente del lerrouxismo hispalense (siempre en reorganización). Al final, el escándalo Nombela y el hundimiento político de Guillermo Moreno Calvo dieron al traste con los equipos políticos del PRR tanto en la Diputación como en los ayuntamientos. No faltaron lerrouxistas que ensayaran aproximaciones hacia la operación centrista tejida por el gabinete del Portela Valladares y, de hecho, uno de ellos fue el presidente José Prieto Carreño. Incluso, curiosamente, el ex-socialista Hermenegildo Casas aceptó durante una semana asumir la presidencia de la Diputación poco antes de las elecciones del 16 de febrero de 1936. Sin embargo, todos estos propósitos quedaron desbaratados tras el triunfo del Frente Popular en las urnas. Al igual que los demás comicios, las elecciones de febrero son analizadas para extraer el mapa político de la provincia. Con dicho análisis arranca el último capítulo, centrado en los recambios introducidos por el Gobierno Azaña en las instituciones político-administrativas sevillanas. A la Diputación volvió José Manuel Puelles de los Santos con una mayoría de diputados martinbarristas, aunque sin faltar representantes de los demás partidos: PSOE, Izquierda Republicana y comunistas. Lógicamente, prestamos suma atención a la gestión desplegada por aquella corporación en su esfuerzo por recuperar las líneas de trabajo del primer bienio, incluyendo la reactivación del proceso autonómico. De especial interés se han revelado las elecciones a compromisarios celebradas en abril de 1936 con motivo de la caída de Alcalá-Zamora como presidente de la república. Los compromisarios que habrían de elegir a Manuel Azaña como nuevo jefe del Estado estuvieron integrados en Sevilla mayoritariamente por miembros del Frente Popular, ante unas derechas que se abstuvieron de presentar candidatos. El rechazo de una parte del espectro de partidos a participar en esas elecciones era una muestra de hasta qué grado se había deteriorado la convivencia política. La República se había convertido en un régimen de una parte del país, en parte por la instrumentalización de unos y en parte por la desafección de otros. La Guerra Civil sería la trágica consecuencia de esa ruptura. Esta obra está inscrita en las líneas de trabajo abiertas en el Departamento de historia Contemporánea en torno al tema Política y políticos en la Sevilla contemporánea. Agradezco desde estos párrafos la colaboración de sus miembros y, en especial, a María Parias y Leandro Álvarez, con quienes he tenido el gusto de intercambiar puntos de vista en el proceso de elaboración de la presente Tesis Doctoral. Quiero reconocer, igualmente, las conversaciones, contraste de pareceres y densas jornadas de trabajo que he sostenido con el director del presente estudio, profesor Alfonso Braojos, a quien me une no sólo el compartir proyectos intelectuales sino también una bien fundada amistad. No resulta posible hilvanar todos aquellos nombres con quienes, de un modo u otro, sostengo deuda de gratitud. Asumiendo los riesgos de una sucinta relación y disculpando los probables olvidos, quiero referir en primer lugar el amable trato dispensando por el personal de los archivos consultados, en especial el de la Diputación Provincial de Sevilla, tanto por l que se refiere a su actual directora, Carmen Barriga, como a las encargadas del servicio, siempre atentas a mis peticiones y valiosas informadoras de los fondos allí custodiados. Iguales consideraciones he de consignar respecto de los empleados de la Hemeroteca Municipal. También el director de la prisión provincial Sevilla-1, Javier Romero, es acreedor de mi reconocimiento al facilitarme los trámites pertinentes ante instituciones Penitenciarias y el acceso a la documentación recientemente ordenada. Por otro lado, las consultas en la Capitanía General de la Segunda Región Militar hubieran permanecido en un mero deseo a no ser por los permisos concedidos por el Capitán General y los buenos oficios del comandante Carpintero y del capitán Subirá. Con independencia de los favores concedidos por los titulares de documentación particular y reiterándoles mi gratitud, quiero hacer mención a todos aquellos investigadores con los que he cambiado impresiones, ofreciéndome ideas estimables. Largas horas de charla y amistad he compartido con Manuel Ruiz Romero hablando de temas políticos en relación con el proceso autonómico andaluz durante la Segunda República. Una relación ésta que no sólo ha sido fecunda sino que comenzó con la mayor honestidad profesional que puede haber entre dos investigadores: intercambiándose información extraída de los archivos que cada uno había visitado. Igual transparencia y honradez intelectual he encontrado en el profesor y compañero Juan Ortiz Villalba. Su amplio conocimiento sobre la historia cordobesa me han servido para profundizar en los aspectos biográficos de José Cruz-Conde, objeto de un futuro proyecto investigador. También he encontrado colaboración y ayuda en otros colegas que han abordado el tema de la historia de las diputaciones. Entre ellos quiero destacar , en primer lugar, a la profesora Encarnación Lemus (Universidad de Huelva) y a los profesores Eduardo Alonso Olea (Universidad del País Vasco), Manuel Requena Gallego (Universidad de Albacete), Pedro Carasa Soto (Universidad de Valladolid) y José Miguel Delgado Idarreta (Universidad de La Rioja). Los aportes bibliográficos facilitados por la biblioteca de la Facultad de Derecho y el Instituto García Oviedo han resultado imprescindibles para completar los repertorios de obras de referencia. La última sección de agradecimientos, tal como corresponde a lo más importante, va dirigida a mis seres más queridos: mis padres que compartieron conmigo los primeros pasos de esta investigación y, especialmente, mi mujer, sin cuyo aliento, sacrificio, compresión y ayuda esta obra no habría tenido objetivo mi meta. A todos ellos, pues, y a todos los que no han sido mencionados, se dirige mi pública gratitud. Naturalmente y siendo justa la advertencia, las imprecisiones o ausencias que el lector pueda encontrar son de exclusiva responsabilidad del autor.
El objetivo principal de esta Tesis Doctoral es evaluar el desempeño financiero de las inversiones socialmente responsables (ISR). En las últimas décadas, la gestión de inversiones ha experimentado un proceso progresivo de adaptación en el que los objetivos financieros convencionales se han complementado con atributos no financieros como los criterios medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG). Esta tendencia refleja una creciente conciencia sobre cuestiones ambientales, sociales y éticas que influye de manera importante en las decisiones de compra de los inversores (Mollet y Ziegler, 2014). La ISR atrae a inversores que desean ir más allá de la utilidad financiera de sus inversiones y que esperan una utilidad no financiera que refleje sus valores sociales (Auer, 2016; Auer y Schuhmacher, 2016). Los aspectos ESG se están convirtiendo en una parte importante del proceso de toma de decisiones de los inversores al ayudarles a identificar oportunidades y riesgos en el largo plazo. De acuerdo con el Global Sustainable Investment Review de 2016, en 2016 hubo 22,89 billones de dólares gestionados profesionalmente en el marco de estrategias de inversión responsable a nivel mundial, lo que representa un aumento del 25% desde 2014. En 2016, el 53% de los gestores en Europa utilizaron estrategias de inversión responsable, siendo esta proporción del 22% en EE.UU. y del 51% en Australia/Nueva Zelanda. Esta tendencia se ha ratificado para los dos últimos años. Los gestores de activos estadounidenses consideraron criterios ESG en su gestión por valor de 11,6 billones de dólares, un 44 por ciento más que los 8,1 billones de dólares de 2016 (USSIF, 2018). El informe EUROSIF (2018) también revela un crecimiento sostenido en Europa de las estrategias de inversión sostenibles. Los dos últimos años (2016-2018) muestran signos manifiestos de que la ISR se está convirtiendo en parte integrante de la gestión de los fondos europeos. La idea básica de la ISR es aplicar un conjunto de filtros al universo de inversión disponible con el fin de seleccionar o excluir activos en función de criterios ESG (Auer, 2016). En la práctica, existen diferentes estrategias ISR, como la integración, la selección positiva/best-in-class, la selección ética/negativa, la gobernanza, el compromiso, etc., todas ellas con el objetivo de dirigir los fondos hacia empresas socialmente responsables con proyectos y políticas constructivas y sostenibles. Desde la perspectiva de los inversores, la cuestión crítica es si la selección de acciones socialmente responsable conduce a ganancias o pérdidas en términos de rendimiento financiero. Por parte de las empresas, la cuestión es si el gasto de recursos en prácticas de responsabilidad social de las empresas (RSE) redundará en beneficio de la empresa y aumentará su valor. Si hacer el bien (social y medioambiental) está vinculado a hacerlo bien (financieramente), las empresas podrían verse incentivadas a comportarse de manera más sostenible. Una relación positiva entre el desempeño social y el financiero legitimaría incluso la RSE sobre razones económicas (Margolis et al. 2009). El crecimiento de la ISR y sus consecuencias ha estimulado la realización de estudios empíricos evaluando su comportamiento financiero. Una parte importante de la literatura se ha centrado en el rendimiento financiero de los fondos de inversión ISR. En general, estos estudios encuentran que no hay diferencias significativas en el desempeño financiero de fondos ISR y fondos de tipo convencional (Leite et al. 2018)2. Sin embargo, la evaluación del impacto financiero de la ISR mediante el análisis del rendimiento de los fondos de inversión ISR gestionados activamente presenta algunas deficiencias. Por ejemplo, como señalan Brammer et al (2006) y Kempf y Osthoff (2007), existen efectos confusos -como las habilidades de gestión del gestor y los honorarios y tasas por la gestión- que pueden dificultar la identificación del rendimiento de las ISR. Además, la evidencia de Utz y Wimmer (2014), Humphrey et al. (2016), y Statman y Glushkov (2016) sugiere que la etiqueta "socialmente responsable" puede ser una estrategia de marketing de los fondos, lo que suscitaría dudas entre los inversores sobre si un fondo ISR es realmente socialmente responsable. En consecuencia, los inversores pueden tener dificultades para saber en qué medida un fondo ISR tiene realmente en cuenta los criterios sociales en su proceso de selección. Para superar las limitaciones asociadas a los estudios sobre fondos de inversión ISR gestionados activamente, un enfoque alternativo para evaluar los efectos financieros de la ISR consiste en analizar el rendimiento de carteras sintéticas formadas utilizando características sociales, medioambientales y de gobernanza de las empresas. En esta Tesis Doctoral, seguimos este enfoque para evaluar las inversiones socialmente responsables. Esta Tesis Doctoral está organizada en dos secciones. La primera incluye los capítulos 1 y 2 en los que se evalúan algunos aspectos metodológicos relacionados con una medida de rendimiento financiero que se utiliza para evaluar el rendimiento financiero de la ISR en la sección dos. La segunda sección incluye los capítulos 3, 4, 5 y 6 en los que se evalúa el desempeño financiero de la ISR desde diferentes perspectivas. Primera Sección. En el Capítulo 1 se evalúa la utilidad de una estrategia de inversión sectorial basada en el modelo de tres factores de Fama y French (1992). En este capítulo desarrollamos un proceso de inversión, que hasta donde sabemos es nuevo, incluyendo en una cartera acciones que están infravaloradas con respecto a sus índices sectoriales, es decir, tomamos como factor de mercado relevante el índice sectorial al que pertenecen las empresas. Nuestro principal objetivo en este capítulo es comprobar si es posible conseguir de forma consistente una rentabilidad extraordinaria mediante una estrategia sectorial basada en el modelo de Fama y French (1992) para la toma de decisiones de inversión. En el Capítulo 2 se evalúa si el modelo Fama y French (1992) puede convertirse en una herramienta más versátil y flexible, capaz de incorporar las variaciones en las características de las empresas de una forma más dinámica. Específicamente, prestamos atención al procedimiento que siguen Fama y French (1992) para formar los factores de riesgo. Ellos toman datos anuales y evalúan las carteras de valor y tamaño una vez al año, manteniéndolas invariables durante todo el período. Sin embargo, observamos que las características de las empresas pueden variar durante un periodo de 12 meses. Argumentamos que en ese periodo la valoración de una empresa puede cambiar como resultado de, por ejemplo, variaciones en su precio de mercado, su tamaño o su precio en libros; sin embargo el modelo de Fama y French (1992) no refleja con precisión esta dinámica. Nuestro principal objetivo en este capítulo es probar la eficacia del modelo tomando datos mensuales y reformando las carteras de valor y tamaño al final de cada mes para desarrollar una herramienta más dinámica y adaptable. Segunda Sección. En el Capítulo 3 se evalúa el rendimiento financiero de carteras que pueden formar inversores minoristas con conciencia social en comparación con inversiones convencionales. Observamos que la mayoría de los estudios previos que evalúan el rendimiento financiero de la ISR se llevan a cabo desde la perspectiva de las decisiones de inversión de los inversores institucionales y no desde la perspectiva de los inversores particulares que desean mantener carteras ISR. Sin embargo, ha habido un aumento considerable de la popularidad de la ISR entre los inversores minoristas (Benijts, 2010). Nilsson (2015) destaca que los inversores particulares optan por dedicar al menos una parte de sus fondos a inversiones que incluyan algún tipo de preocupación social o medioambiental, convirtiéndose así en un factor importante en la configuración de la ISR. Según el Global Sustainable Investment Review de 2016, aunque el mercado ISR en la mayoría de las regiones está dominado por inversores institucionales profesionales, el interés de los inversores particulares por la ISR está adquiriendo relevancia. De hecho, la proporción relativa de inversiones en ISR al por menor en Canadá, Europa y Estados Unidos aumentó del 13 por ciento en 2014 al 26 por ciento a comienzos de 2016 (GSIA, 2016). El objetivo de este capítulo es evaluar el rendimiento de las carteras que pueden formar los inversores minoristas socialmente responsables en comparación con las inversiones convencionales. Utilizamos varias medidas de rendimiento financiero; entre otras, la desarrollada en el capítulo 2 de esta Tesis Doctoral. Como punto relevante para los inversores minoristas, para la selección de las empresas socialmente responsables acudimos a una fuente de información de acceso libre al público a la que puede acceder cualquier inversor minorista. Adicionalmente, en este capítulo analizamos el impacto que pueden tener diferentes estados del mercado (alcistas y bajistas) sobre el rendimiento financiero de las carteras ISR. Investigaciones recientes muestran que el rendimiento de fondos de renta variable ISR (Nofsinger y Varma, 2014; Becchetti et al., 2015, Leite y Cortez, 2015), fondos de renta fija de ISR (Henke, 2016) y empresas socialmente responsables (Brzeszczyński y McIntosh, 2014; Carvalho y Areal, 2016) son sensibles a diferentes estados del mercado. En el Capítulo 4 evaluamos el desempeño financiero de carteras de acciones construidas con criterios de RSC a nivel internacional. Observamos que los estudios previos que abordan el desempeño de las carteras sintéticas socialmente responsables adolecen de algunas limitaciones e inconsistencias, a saber: (1) la mayoría de los estudios previos se centran en los mercados bursátiles de EE.UU. y Europa; (2) con la excepción de Badía et al. (2017), los estudios anteriores no comparan el desempeño de las carteras de ISR de diferentes regiones del mundo; (3) existen estudios que miden la RSC sólo a través de una de sus dimensiones individuales, mientras que otros consideran medidas agregadas de la RSC; (4) la mayoría de los estudios no evalúan la influencia de la industria en el desempeño financiero de las carteras de acciones ISR; (5) en varios de los estudios que evalúan a empresas europeas, se utilizan muestras de tamaño reducido; (6) falta evidencia actualizada; y (7) algunos investigadores simplemente dividen los períodos de análisis en subperíodos para evaluar el ―efecto de tiempo‖, sin embargo, es posible que se haya descuidado un efecto importante, el impacto de diferentes estados del mercado sobre el rendimiento financiero. Nuestro principal objetivo en este capítulo es evaluar el rendimiento financiero de carteras construidas sobre la base de criterios RSC superando las limitaciones previas. Formamos carteras de acciones con valoraciones de sostenibilidad altas y bajas e investigamos el rendimiento de dichas carteras utilizando modelos multifactoriales. En este capítulo, ampliamos el análisis sobre el impacto de la utilización de filtros socialmente responsables en el rendimiento de las carteras de inversión a otras áreas geográficas (Norteamérica, Europa, Japón y Asia-Pacífico); comparamos el rendimiento financiero de las carteras ISR de estas regiones entre sí; formamos carteras basadas en una medida agregada de RSE, así como en tres de sus dimensiones específicas ESG; evaluamos la influencia de la industria en el rendimiento financiero de las carteras de acciones ISR; y, por último, evaluamos el rendimiento financiero de las carteras de acciones ISR en diferentes estados de los mercados: alcistas, bajistas y períodos de mercados mixtos. En el Capítulo 5 evaluamos el rendimiento financiero de carteras de deuda pública formadas según criterios ESG. Observamos que, aunque el concepto de ISR se relacionó originalmente con la selección de acciones, la proporción de inversores que aplican criterios ISR a bonos ha crecido significativamente en los últimos años. Según el Foro Europeo de Inversión Sostenible (EUROSIF, 2016), la renta variable representaba más del 30% de los activos de ISR en diciembre de 2015, lo que supone un descenso significativo respecto al 50% del año anterior. Por otra parte, se ha producido un fuerte aumento de los bonos, que han pasado del 40% registrado en diciembre de 2013 al 64%. Tanto los bonos corporativos como los bonos gubernamentales experimentaron un crecimiento notable. En este sentido, las implicaciones financieras de los procesos de selección ESG sobre bonos corporativos pueden estar estrechamente relacionadas con la selección de acciones, ya que los bonos corporativos están asociados a empresas. De hecho, estudios previos (por ejemplo, Derwall y Koedijk, 2009; Leite y Cortez, 2016) que evalúan el desempeño financiero de fondos que invierten en bonos de renta fija socialmente responsables, encuentran que en promedio tuvieron un desempeño similar al de los fondos convencionales. Estos resultados están en línea con la mayoría de los estudios empíricos sobre el desempeño de los fondos ISR que muestran que tienden a tener un desempeño similar al de sus pares convencionales (Revelly y Viviani, 2015). Sin embargo, los procesos de selección ESG sobre bonos gubernamentales, dado que no están relacionados con las empresas, pueden ayudar a comprender las consecuencias de la ISR para activos alternativos. A pesar del crecimiento del mercado de deuda pública ISR y del desarrollo de calificaciones de los países basadas en factores ESG en los últimos años, se ha pasado por alto el vínculo entre la rentabilidad de la deuda pública y el rendimiento de los países en términos de preocupaciones ESG. De hecho, hasta donde sabemos, ninguna investigación previa ha evaluado el rendimiento financiero de las inversiones responsables en bonos gubernamentales. El objetivo principal de este capítulo es llenar este vacío. Evaluamos el rendimiento financiero de carteras de deuda pública formadas según criterios ESG. A diferencia de estudios previos, en los que se aplican calificaciones de sostenibilidad de las empresas, se utilizan calificaciones de sostenibilidad relacionadas con los países. En el capítulo 6 se estudia un aspecto poco evaluado de la RSE: la distinción entre inversiones en cuestiones de sostenibilidad materiales e inmateriales. Sólo las empresas que se centran en cuestiones de sostenibilidad material asociadas a sus operaciones principales deberían lograr una ventaja competitiva y obtener un mayor rendimiento social y financiero. Las actividades de RSE y las innovaciones relacionadas deben realizarse sobre aspectos materiales, ya que de lo contrario no se debería espera un efecto positivo en el rendimiento financiero. De hecho, las inversiones en cuestiones inmateriales pueden implicar costes empresariales adicionales sin un rendimiento social y financiero asociado. Para las empresas es importante centrarse en las cuestiones materiales ya que de este modo invierten en aspectos sociales que realmente afectan a sus operaciones. A pesar de que temas como la seguridad de los productos, el cambio climático y la intensidad en el uso de los recursos tienen impactos en varias industrias, como señalan Herz and Rogers (2016), esos efectos a menudo varían en gran medida de una industria a otra. Los riesgos pueden estar en todas partes, aunque también son particulares. Como consecuencia, las empresas de diferentes industrias tienen sus perfiles de sostenibilidad particulares. Es probable que una empresa que invierte sobre temas de sostenibilidad material en su industria logre un desempeño financiero positivo. Mientras tanto, es probable que una empresa que invierte en cuestiones de sostenibilidad materiales pero también inmateriales no logre un rendimiento financiero superior. En este capítulo, el objetivo principal es evaluar el rendimiento financiero de carteras de acciones formadas en función de cuestiones de RSC materiales e inmateriales. Khan et al (2016) muestran que las empresas estadounidenses con un fuerte desempeño en aspectos materiales superan a las empresas con un desempeño pobre en temas materiales. Nuestro conjunto de datos incluye empresas de estadounidenses y Europa. De este modo, ampliamos las pruebas anteriores de Khan et al. (2016) a las empresas europeas. La evaluación de las empresas estadounidenses y europeas es particularmente interesante dada la heterogeneidad de las pautas de desarrollo de la ISR en los distintos países (Neher y Hebb, 2015). En este capítulo utilizamos las puntuaciones de las empresas a partir de un conjunto de datos original que integra los estándares del Mapa de Materialidad SASB que, hasta donde sabemos, no se ha utilizado antes en este contexto. ; The main objective of this Doctoral Thesis is to evaluate the financial performance of socially responsible investments (SRI). In recent decades, investment management has undergone a progressive adaption process in which conventional financial objectives are increasingly being complemented by non-financial attributes such as environment, social and governance (ESG) criteria. This trend reflects an increasing awareness of environmental, social, and ethical issues that is strongly influencing the purchase decisions of investors (Mollet and Ziegler, 2014). SRI appeals to investors who wish to go beyond the financial utility of their investments and also derive non-financial utility from holding securities that reflect their social values (Auer, 2016; Auer and Schuhmacher, 2016). Additionally, ESG issues are becoming an important part of investors' decision-making process by helping them to identify firms' long-term opportunities and risks. According to the 2016 Global Sustainable Investment Review, in 2016 there were $22.89 trillion of assets being professionally managed under responsible investment strategies globally, representing an increase of 25% since 2014. In 2016, 53% of managers in Europe used responsible investment strategies, this proportion being 22% in the US and 51% in Australia/New Zealand. This tendency has been ratified recently for the last two years. US asset managers considered ESG criteria across $11.6 trillion in assets, up 44 percent from $8.1 trillion in 2016 (USSIF, 2018). The EUROSIF (2018) report discloses sustained growth for most sustainable and responsible investment strategies. The past two years (2016-2018) show manifest signs of SRI becoming integral to European fund management. The basic idea of SRI is to apply a set of screens to the available investment universe, in order to select or exclude assets based on ESG criteria (Auer, 2016). In practice, there is a range of SRI strategies, such as integration, positive/best-in-class screening, ethical/negative screening, governance and engagement, etc. All of these aim to drive funds towards socially responsible firms with constructive sustainable projects and policies. From an investors' perspective, the critical issue is whether socially responsible stock selection leads to gains or losses in terms of financial performance. On the firms' side, the question is whether spending resources on corporate social responsibility (CSR) practices will render benefits for the firm and increase its value. If doing good is indeed linked to doing well, firms may be led to behave in a more sustainable way. A positive relationship between social and financial performance would even legitimize CSR on economic grounds (Margolis et al. 2009). The growth of SRI and its consequences has stimulated empirical studies assessing financial behaviours. An important stream of the literature has focused on the financial performance of SRI mutual funds. In general, these studies find that there are no significant differences between the performance of SRI mutual funds and conventional funds (Leite et al. 2018). However, assessing the financial impact of SRI by evaluating the performance of actively managed SRI mutual funds has some shortcomings. For instance, as Brammer et al. (2006), and Kempf and Osthoff (2007) point out, there are confounding effects - such as fund manager skills and management fees - that may make it difficult to identify the performance that is due to the social characteristics of the underlying holdings. Furthermore, the evidence of Utz and Wimmer (2014), Humphrey et al. (2016), and Statman and Glushkov (2016) suggests that the 'socially responsible' label may be more akin to a marketing strategy, thus raising doubts among investors that an SRI fund is really socially responsible. As a consequence, investors may find it difficult to know the extent to which an SRI fund is really considering social criteria in its selection process. To overcome the limitations associated to studies on actively managed SRI mutual funds, an alternative approach to evaluate the financial effects of SRI involves evaluating the performance of synthetic portfolios formed on assets' social characteristics. In this Doctoral Thesis, we follow this approach to evaluating socially responsible investments. This Doctoral Thesis is organized in two sections. The first includes chapters 1 and 2 in which we evaluate some methodological aspects related to a financial performance measure which is used to assess the financial performance of SRI in Section two. The second Section includes Chapters 3, 4, 5, and 6 in which we evaluate the financial performance of SRI from different perspectives. First Section. In Chapter 1 we assess the usefulness of a sector investment strategy based on the three-factor Fama and French (1992) model. We develop an investment process that is, as far as we know, new by including stocks that are undervalued with respect to their sector indices in a portfolio. We take as the relevant market factor the sector index to which firms belong. We base the strategy on the difficulty entailed in effectively choosing the appropriate market portfolio (Roll, 1977).Our main objective in this chapter is to test whether it is possible to consistently achieve extra-financial returns by means of a sector strategy using the Fama and French model (1992) as a basis for decision-making. In Chapter 2 we evaluate whether the Fama and French (1992) model may be adapted to become a more versatile and flexible tool, capable of incorporating variations of firms characteristics in a more dynamic form. We pay attention to the procedure that Fama and French (1992) follow to form the risk factors. They take annual data, and the value and size portfolios are assessed once a year, maintaining invariability during the whole period. However, we note that firms' characteristics can change during any given 12-month period. We argue that, over time, firms' valuation may change as a result of variations in its market price, size or book price, and we are aware that the Fama and French (1992) model does not accurately reflect these dynamics. Our main objective in this chapter is to test the effectiveness of the model by taking month-to-month data and reforming the value and size portfolios at the end of each month, aiming to develop a more dynamic and adaptable tool. Second Section. In Chapter 3 we evaluate the financial performance of portfolios that can be formed by socially conscious retail investors compared to conventional investments. We note that most previous studies evaluating the financial performance of SRI are conducted from the perspective of institutional investors' investment decisions and not from the perspective of retail investors who wish to hold SRI portfolios. Nonetheless, there has been a considerable increase in the popularity of SRI among retail investors (Benijts, 2010). Nilsson (2015) highlights that retail investors choose to devote at least part of their funds to investments that include some kind of social or environmental concerns, thereby having become an important factor in shaping SRI. According to the 2016 Global Sustainable Investment Review, although the SRI market in most of the regions is dominated by professional institutional investors, retail investors' interest in SRI is gaining relevance. Indeed, the relative proportion of retail SRI investments in Canada, Europe and the United States increased from 13 percent in 2014 to 26 percent at the start of 2016 (GSIA, 2016). Furthermore, over one third of SRI assets in the United States come from retail investors. The objective of this chapter is to assess the performance of portfolios that can be formed by socially responsible retail investors compared to conventional investments. We use several financial performance measures. Among others, that developed in chapter 2 of this Doctoral Thesis. As a relevant point to retail investors, we use stocks listed on a source freely available to the public that any retail investor may access. Additionally, we analyse the impact of different market states on the financial performance of SRI portfolios. Recent research shows that the performance of SRI equity funds (Nofsinger and Varma, 2014; Becchetti et al., 2015, Leite and Cortez, 2015), SRI fixed-income funds (Henke, 2016), and socially responsible stocks (Brzeszczyński and McIntosh, 2014; Carvalho and Areal, 2016) is sensitive to different market states (e.g., expansion and recession periods). In Chapter 4 we evaluate the financial performance of international stock portfolios based on CSR criteria. We note that previous studies that address the performance of socially screened synthetic portfolios suffer from some limitations and inconsistencies, namely, (1) the majority of prior evidence only refers to the US and European stock markets; (2) with the exception of Badía et al. (2017), previous studies do not compare the performance of SRI portfolios of different regions worldwide; (3) there are studies that measure CSR through one of its individual dimension only, whereas others consider an aggregate construct of CSR; (4) most studies do not evaluate the influence of specific industries on the financial performance of SRI stock portfolios; (5) in several studies assessing European firms, undersized samples are used; (6) up-to-date evidence is lacking; and (7) some researchers who split sample periods merely into sub-periods to evaluate a 'time effect', i.e., whether SRI returns were better in earlier years and yet declined in more recent periods, may have neglected an important effect, specifically, the impact of different market states. Our main objective in this chapter is to evaluate the financial performance of international stock portfolios based on CSR criteria aiming to overcome previous limitations in the evaluation of SRI stock portfolio performance. We form portfolios of stocks with high and low sustainability scores and investigate the performance of such portfolios using multi-factor models. In this chapter, we extend the analysis on the impact of including socially responsible screens on investment portfolios performance to additional geographical areas (North America, Europe, Japan, and Asia Pacific); we compare the financial performance of SRI portfolios of these regions to each other; we form portfolios based on an aggregate measure of CSR as well as on three of its specific ESG dimensions; we evaluate the influence of specific industries on the financial performance of SRI stock portfolios; and finally, we assess the financial performance of SRI stock portfolios over different market states: bear, bull and mixed market periods. In Chapter 5 we evaluate the financial performance of government bond portfolios formed according to ESG criteria. We note that although the concept of SRI was originally related to stock selection, the proportion of portfolio investors applying SRI criteria to bonds has grown significantly in recent years. According to the European Sustainable Investment Forum (EUROSIF, 2016), equities represented over 30% of SRI assets in December 2015, a significant decrease from the previous year's 50%. Meanwhile, there was a strong increase in bonds from the 40% registered in December 2013 to 64%. Both corporate bonds and government bonds underwent a remarkable growth. The former rose from 21.3% to 51.17% of the bond allocation, while the latter increased from 16.6% to 41.26%.In this regard, the financial implications of ESG screening processes on corporate bonds may be closely related to stock selections since corporate bonds are associated with firms. Indeed, previous studies (e.g., Derwall and Koedijk, 2009; Leite and Cortez, 2016) which evaluate the financial performance of mutual funds that invest in socially responsible fixed-income stocks, find that the average SRI bond funds performed similarly to conventional funds. These results are in line with most empirical studies about the performance of SRI funds, which show that they tend to have a similar performance to their conventional peers (Revelly and Viviani, 2015). However, ESG screening processes on government bonds, since they are not related to firms, can help gain an in-depth understanding of SRI consequences for alternative assets. Despite the SRI government bond market growth and the development of country ratings based on ESG factors in recent years, the link between government bond returns and country performance in terms of ESG concerns has been overlooked. In fact, to the best of our knowledge, no previous research has evaluated the financial performance of responsible government bond investments. The main objective of this chapter is to fill this gap. We assess the financial performance of government bond portfolios formed according to ESG criteria. We thus open a discussion on the financial performance of SRI for an alternative asset to firms.In contrast to previous studies, which apply firm sustainability ratings, we use sustainability ratings related to countries. In Chapter 6 we ascertain a less assessed aspect in CSR: distinguishing between investments in material versus immaterial sustainability issues. We note that only firms focused on material sustainability issues associated with their main operations should achieve a competitive advantage and obtain a higher social and financial performance. CSR activities and innovations should be performed on material aspects since otherwise a positive effect on financial performance is not expected. Indeed, investments on immaterial issues may involve additional corporate costs without a social and financial performance associated return. Focusing on material issues is important for firms since they do investments in social aspects that truly affect their operations. Despite issues as prod¬uct safety, climate change, and resource intensity have impacts across several industries, as Hertz et al. (2016) note, those effects often vary to a great extent from one industry to the next. Risks may be everywhere, although they are indeed also particular. As a consequence, firms of specific industries have their particular sustainability profiles. Thus, a firm investing and reporting on material sustainability issues is likely achieved positive financial performance. Meanwhile, a firm investing on material but also on immaterial sustainability issues is likely not achieved superior financial performance. In this chapter, the main objective is to assess the financial performance of stock portfolios formed according to material and immaterial CSR issues. Khan et al. (2016) show that US firms with strong performance on material aspects outperform firms with poor performance on material topics. Our dataset includes companies from US and Europe. We thus extend the previous evidence of Khan et al. (2016) to European firms. Evaluating firms from US and Europe is particularly interesting given the heterogeneity in the patterns of development of SRI across countries (Neher and Hebb, 2015). Furthermore, we use firm' scores from an original dataset that integrates the SASB Materiality Map standards which, to our knowledge, has not been used before.
La historia es una disciplina incómoda para los filósofos de las ciencias sociales. Piénsese en la respuesta a la pregunta: ¿es posible encontrar leyes del desarrollo histórico de las sociedades? K. Popper creía que no y afirmaba que la creencia en dicha posibilidad era la fuente de los totalitarismos del siglo XX. Eso afirmaba en"The poverty of historicism" en 1957. Unos años antes Carl Gustav Hempel creía haber encontrado la fórmula básica para expresar una explicación en términos científicos a través de la formulación de leyes en un estilo nomológico deductivo (ver HEMPEL, 2005). Y creía que dicha fórmula también se aplicaba a la historia. En el campo de la sociología fue George Homans quien dio impulso a las ideas de filósofos como C. G. Hempel y R. Braithwaite quienes creían que era posible llegar a teorías deductivas de la misma naturaleza tanto en las ciencias naturales como en las ciencias sociales (ver HOMANS, 1970). A mediados de la década pasada, Philip S. Gorsky publica un provocador artículo en "Sociological Methodology" con el título "The poverty of deductivism" y retoma la vieja discusión sobre el lugar de la historia en la teorización en ciencias sociales (GORSKY, 2004). Lo hace, afirmando exactamente la tesis contraria a Popper: las ciencias sociales no son más que historia.Como señala Thomas Smith, el estudio de la historia es particularmente importante en la investigación en Relaciones Internacionales:"As either political backdrop or behavioral laboratory, history is never far removed from International theory and research. When theory is constructed from the bottom up, history provides the building blocks. When theory is constructed from the top down, history serves to test or falsify theoretical concepts. Case studies are focused, comparative historical analyses. The learning and institutionalist literature is explicitly historical and evolutionary. When quantitatively oriented researchers speak of 'events data' or 'data making', they are referring to historical representations abstracted from a welter of evidence. Normative theorists stress the historical context of moral action. Marxist theorists seek to uncover the hidden histories upon which international theory is founded, while postmodernists point out privileged views of the past that have shaped the discipline. (…) Formal theory, including game theory is perhaps the most ahistorical of theoretical approaches, yet increasingly it too is being put to the historical test". (SMITH, 1999, 8)La investigación histórica y el problema de la explicaciónEn el presente artículo retomaremos las ideas de uno de los sociólogos vivos más interesantes del siglo XX: Arthur L. Stinchcombe (1) (de aquí en más ALS). Al hacerlo pretendemos presentar una discusión del tema que está a medio camino entre las pretensiones deductivistas y el relativismo histórico. Al mismo tiempo pretendemos aportar elementos que apuntan a mostrar lo fructífero de la obra de investigadores que le dan una importancia clave a la historia en ciencias sociales.Antes de comenzar la exposición creemos importante dejar sentado que sentimos una profunda admiración por las ideas de ambos "bandos": aquellos que defienden el proyecto de que los resultados de la investigación deberían poder ser generalizables como la de aquellos que defienden que la investigación social debe explicar hechos históricos singulares e irrepetibles. Creemos que la postura de Stinchcombe busca un término medio mediante el cual, la investigación social se nutra de la particularidad histórica sin renunciar a encontrar generalizaciones aplicables más allá de los casos concretos que formaron parte del estudio realizado.Abordaremos el libro que ALS especialmente escribió sobre teoría social e historia y que se llama "Theoretical methods in social history" de 1978. En este libro Stinchcombe comienza a delinear una perspectiva sobre la explicación en ciencias sociales que hoy en día es una corriente ya instalada en el panorama de las mismas. Me refiero a la perspectiva analítica, la cual se nutre del pensamiento de cientistas sociales provenientes de diversas disciplinas como la economía (T. Schelling) o la sociología (R. Boudon, P. Hedström), así como de la filosofía (J. Elster, P. Manicas, W. Salmon) (2). La idea de mecanismo social como base de una explicación en términos científicos aparece delineada con claridad en la siguiente cita de Peter Hedström:"A social mechanism, as defined here, is a constellation of entities and activities that are linked to one another in such a way that they regularly bring about a particular type of outcome. We explain an observed phenomenon by referring to the social mechanism by which such a phenomenon is regularly brought about". (HEDSTRÖM, 2005, 11)La idea de "mecanismo" tiene una clara inspiración en el individualismo metodológico, la perspectiva según la cual toda explicación de un hecho social en términos agregados (como puede ser la civilización capitalista, la revolución rusa o las recientes revueltas en medio oriente) debe remitirse en última instancia a individuos y sus acciones. Para expresarlo en términos actuales, toda explicación en ciencias sociales debe tener micro fundamentos (LITTLE, 1991). Más allá de esta especificación, la idea de la existencia de un "mecanismo" vinculante entre causa y efecto pretende ser una alternativa a dos formas tradicionales de abordar la causalidad en ciencia: la explicación en términos nomológico - deductivos (covering law model) y la explicación en términos estadísticos. ¿Qué tiene de diferente la idea de mecanismo? Para entender su singularidad repasaremos en los siguientes excursos los principales elementos de las dos teorías rivales (covering law model y explicación estadística).Excurso 1. Covering law model: Carl Gustav HempelActualmente se reconoce en filosofía de la ciencia que el trabajo de C. G. Hempel sobre la explicación científica es la piedra angular de la discusión sobre la materia en la segunda mitad del siglo XX (SALMON 2006, MANICAS, 2006). Según W. Salmon el artículo original de Hempel con Paul Oppenheim de 1948 "is the fountainhead from which the vast bulk of subsequent philosophical work on scientific explanation has flowed –directly or indirectly" (SALMON, 2006, 8).Más allá de sus aciertos y errores hay que conocer el argumento de Hempel para adentrarse en la discusión contemporánea sobre qué es explicar en ciencia.En su formulación inicial, Hempel establece que una explicación científica adquiere la forma de un argumento deductivo con sus premisas y su conclusión. Supongamos que queremos explicar un cierto evento E. Dar respuesta a la pregunta ¿por qué E ocurre? implicaría subsumir el evento E en alguna ley general. Es decir, E queda explicado cuando su ocurrencia se deduce de ciertas leyes conocidas y de determinadas condiciones en las cuales el evento se produce. La explicación de un evento adquiere la forma de un silogismo en el cual una de las premisas establece al menos una ley general, otra premisa refiere a ciertas condiciones iniciales (ambas constituyen el explanans) y la conclusión es el evento que quiere ser explicado (explanandum). Se posee una explicación cuando el explanandum es una consecuencia lógica del set de premisas que constituyen el explanans.Esta idea puede representarse de la siguiente forma:Si ocurre A entonces ocurre B (la forma de una ley general)A ocurre (refiere a las condiciones iniciales o "relevantes") --- Por lo tanto, ocurre B (evento a ser explicado o explanandum)Esta explicación que está formulada para leyes universales también puede formularse de manera probabilística con lo cual tenemos un tipo de explicación que abarca procesos de pensamiento de tipo inductivo o estadístico (para profundizar en esta posibilidad ver MANICAS 2006; SALMON, 2006; HEDSTRÖM 2005).La debilidad habitualmente criticada a este modelo de la explicación científica es que no es suficientemente restrictivo como para eliminar explicaciones obvias o superficiales. Veamos un ejemplo conocido de este tipo de crítica al modelo de Hempel que aparece en Manicas (2006); Salmon, (2006) y Hedström (2005):Nadie que tome píldoras anticonceptivas en forma regular queda embarazadoPedro toma píldoras anticonceptivas regularmente --- Por tanto, Pedro no ha quedado embarazadoEl problema denunciado por los críticos de Hempel es que el covering law model está construido en términos de un argumento lógico en vez de estar construido en términos de causas y sus "poderes" para la producción de eventos ("poderes" o "capacidades" que hay que dilucidar teóricamente). La consecuencia que tiene esta deficiencia es que explicaciones incorrectas (como la presentada en el silogismo previo) deberían ser admitidas si se sigue estrictamente la propuesta del covering law model. En palabras de Hedström: "The fact to be explained can be logically derived from the premises –both of which can be assumed to be true- but the explanation is nevertheless incorrect because it refers to the wrong causal mechanisms" (HEDSTRÖM, 2005, 16).Veremos en la presentación de las ideas de Stinchcombe sobre la investigación histórica, que en éste tipo de perspectiva analítica no solo importa señalar que dos fenómenos aparecen juntos o uno sucede al otro sino que es necesario establecer por qué eso ocurre de determinada manera y en determinadas circunstancias. Precisamente, para Stinchcombe la investigación histórica es una fuente ineludible para descubrir y probar los mecanismos por los cuales determinadas causas producen determinados efectos.Excurso 2. La explicación estadísticaLa explicación estadística en su formulación tradicional está vinculada a la idea de "correlación" o "dependencia robusta". Si en el covering law model la explicación de un fenómeno implica que se posee una teoría desarrollada capaz de subsumir el fenómeno en sus leyes, el modelo estadístico desconfía de las teorías generales y se dirige a la constatación inductiva de regularidades. Esto es, a la asociación de dos fenómenos lo cual implica, en términos estadísticos, que los valores de dos variables tienden a variar en forma conjunta. Hay una sutileza a tener en cuenta cuando se aborda la explicación estadística: la asociación o correlación entre dos variables no necesariamente implica que una sea la causa de la otra, aunque sí es un indicador de que puede haber una relación de tipo causal. X e Y pueden tener una asociación robusta pero puede suceder que ambas sean un efecto de Z con lo cual la relación entre X e Y es espúrea (en términos llanos: se trata de una falsa relación de causalidad). Si bien siempre existe este riesgo también hay formas de controlar la espuriedad de la relación entre X e Y manteniendo constantes los valores de otras variables y observando qué ocurre con la relación original entre X e Y. De aquí viene uno de los pilares de la explicación estadística: una relación es robusta (y por tanto podemos creer que existiría una relación de causalidad entre ambas) si dicha relación al ser controlada por otras relaciones se mantiene firme.Hay dos problemas con este tipo de explicación. En primer lugar, no es posible controlar una relación entre dos variables mediante todas las posibles variables que podrían oficiar como control. En segundo lugar, constatar una regularidad no implica explicar porqué ocurre dicha regularidad. Ya desde Hume sabemos que la causalidad no es observable y este es un problema con mucha investigación orientada a la búsqueda de explicaciones meramente estadísticas. Por ejemplo, durante mucho tiempo se insistió en la importancia de la educación de la madre como predictor del nivel académico alcanzado por los hijos. Esta afirmación provenía de la constatación de una relación robusta entre el nivel educativo alcanzado por la madre y los resultados académicos de los niños. Ahora bien, ¿por qué ocurre este fenómeno? ¿Se trata de una transmisión de conocimiento desde la madre hacia el hijo? ¿Es debido a que una mayor educación en la madre hace que ésta sea más sensible a la evolución educativa de sus hijos e intervenga para componer problemas en la misma? La investigación estadística es muy útil para explorar la pertinencia de hipótesis alternativas como las planteadas recién, pero no es la herramienta capaz de generar por sí misma explicaciones de los fenómenos. En última instancia, la explicación de las relaciones es una cuestión de teoría, es decir, de una perspectiva teórica capaz de develar los mecanismos por los cuales un cierto fenómeno influye sobre otro. Esta es la principal crítica que desde tiendas "analíticas" se hace al tipo de investigación que confía exclusivamente en la detección y control de regularidades.Una propuesta heterodoxa para la investigación históricaEn "Theoretical Methods in Social History" ALS cuestiona tanto la investigación histórica cuantitativa sin una orientación teórica como la idea deductivista de emplear la investigación histórica sólo para validar teorías. Para ALS la investigación histórica es útil para construir teorías. En sus propias palabras:"Our object has been to analyze how generality can be wrested from historical facts" (1978, 115). El desacuerdo con el deductivismo no pasa por negar que un objetivo del trabajo científico sea elaborar y trabajar con conceptos generales, sino en la metodología para construir dichos conceptos. Por su parte, ALS también se separa de la perspectiva que niega la posibilidad de generalizar a partir del estudio de la historia, "the Nietszche – Dilthey side of epistemology" tal como le llama el autor. ALS afirma que los conceptos deben poder captar la singularidad de los hechos y que esto es clave para construir conceptos generales con alto potencial de ingresar en sentencias causales fructíferas.Para ALS la "gran teoría" (como el marxismo o el estructural funcionalismo) solo sirve como un punto de partida: nos facilita ciertos conceptos que nos ayudan a determinar por donde comenzaremos a observar el fenómeno de interés. En definitiva, las grandes teorías pueden mostrar coherencia lógica, pero no necesariamente ser capaces de explicar de forma coherente una secuencia empírica de eventos.La investigación histórica permite avanzar en la teorización aportando precisamente la clase de ajuste "a los hechos" que toda buena teoría debería tener. Este ajuste hace que la teoría tenga un mayor caudal explicativo. ALS explica su idea con suma claridad en el siguiente párrafo:"Concepts are things that capture aspects of the facts for a theory; they are the lexicon that the grammar of theory turns into general sentences about the world.The argument is that the power and fruitfulness of those sentences is determined by the realism and exactness of the lexicon of concepts, and not by the theoretical grammar. The problem of eliminating false sentences by research, the traditional problem of epistemology, is not as problematic as the problem of having sentences interesting enough to be worth accepting or rejecting. And this is determined by whether or not our concepts capture those aspects of reality that enter into powerful and fruitful causal sentences". (1978, 115) (énfasis agregado M.B.)¿Qué método de abordaje propone ALS para investigar un fenómeno histórico y poder teorizar a partir de él? En su forma más sencilla se compone de cuatro pasos.Tomar una secuencia de hechos claramente delimitada en el tiempoObservar la secuencia de hechos a partir de algún concepto general(tomado de teorías previas) con un foco preciso: tratar de vincular una serie de hechos que están conectados a dicha noción general como causa y efecto.Tratar de componer dicha secuencia de hechos en una teoría causalque pueda explicar la secuencia de interés.Probar los conceptos a partir de su capacidad para generar analogíasA continuación retomaremos cada uno de los pasos planteados por ALS para abordar un objeto de estudio histórico. Nos proponemos mostrar la originalidad de su perspectiva.Tomar una secuencia de hechos claramente delimitada en el tiempoUn gran problema de las grandes teorías de la historia como el marxismo o la teoría de la modernización es que trabajan con largo períodos. Este abordaje lleva al investigador a darle prioridad a los aspectos narrativos de la gran secuencia histórica antes que a la formalización de una secuencia causal capaz de mostrar la conexión entre los fenómenos. El marxismo, la teoría de la concentración del poder político (de Jouvenel) y la teoría de la modernización todas tratan de explicar el transcurso desde el siglo XV al siglo XX apelando a algún mecanismo "maestro" que opera a través de la historia y cuyos efectos son acumulativos. Para el marxismo ese mecanismo está en los conflictos que surgen a partir de la propiedad de los medios de producción, para de Jouvenel está en la concentración de poder en los gobiernos centrales, para la teoría de la modernización está en los procesos de diferenciación. ¿Cómo podemos hacer para establecer cuál mecanismo es el más importante en la generación del mundo moderno?Para ALS, la única forma de hacerlo es investigar una secuencia relevante de acontecimientos históricos de moderada extensión que permita (a partir de la riqueza y profundidad que brinda un contexto específico) probar que el mecanismo explicativo "maestro" puede postularse como variable exógena. Es decir, oficia como causa del output final sin ser afectado por cambios en las variables que integran el modelo.Observar una secuencia de hechos históricos y tratar de componer dicha secuencia en una teoría causalLos pasos 2 y 3 son clave en la exposición de ALS porque es en el proceso de ajustar una secuencia de hechos en una cadena de causas y efectos cuando "emergen" los mecanismos explicativos más fructíferos. ALS afirma que los buenos historiadores que tienen una inclinación teorética, no importando el paradigma del cual parten, pueden llegar a descubrir similares mecanismos teóricos. ¿Por qué? "Por que han mirado los hechos" nos diría el autor. Vinculado a este punto, el autor plantea la siguiente paradoja (la cual intenta resolver en el capítulo 2 del libro de referencia):"De Tocqueville's theory of revolution is almost completely unanticipated in conservative thought, Trotsky's theory of the Russian Revolution almost completely unanticipated in Marxist thought; they are very similar, and both are probably basically true". (1978, 5)La teoría de la revolución que puede extraerse de los escritos de de Tocqueville (sobre la revolución francesa) y de Trotsky (sobre la revolución rusa) son muy parecidas ya que recaen en similares mecanismos explicativos. ¿Cómo es esto posible? Para ALS es posible porque ambos historiadores construyen teorías adecuadas a la secuencia de hechos que quieren explicar y dado que estos hechos son análogos un resultado posible es que las teorías también lo sean. Sin duda, es un argumento fuerte y dedicaremos unos breves párrafos a mostrar la pertinencia del análisis de ALS. Pero antes, es importante que resaltemos la riqueza del pensamiento del autor. Contra toda intuición previa, ALS nos dice que dos investigadores que políticamente se ubican en las antípodas piensan igual cuando trabajan como teóricos de la sociedad. ¿No es acaso una buena prueba de la importancia de "razonar los hechos" ésta que nos ofrece ALS?Sin ser exhaustivos repasaremos un mecanismo explicativo del quiebre revolucionario que –según ALS- aparece teorizado de la misma manera en Trotsky y de Tocqueville.El mecanismo básico del cambio revolucionario que abordan de manera muy similar Trotsky y de Tocqueville es el relativo a la crisis de la autoridad tradicional. Toda revolución implica un cambio de autoridad. Por ello, para ambos autores (Trotsky y de Tocqueville) la reflexión sobre cuáles son los elementos que propician en un sistema social este cambio, es un punto clave en su explicación de la revolución.A ambos les interesa la decadencia de la autoridad real y se concentran en los mecanismos que permiten mantener o que son capaces de erosionar la legitimidad de dicha autoridad.Ambos autores apuntan a conceptos que permitan dar cuenta de qué condiciones favorecen en las masas la formación de la creencia en la posibilidad de una alternativa a la autoridad instituida. Ambos niegan que la privación sea por sí sola capaz de movilizar a los grupos sociales que forman parte del conflicto. Antes que por las condiciones de vida de la población se preocupan por problemas tales como la percepción de injusticia como motor de un proceso de extrañamiento entre los grupos sociales, lo cual genera un contexto que estimula (aunque no sea causa directa) el proceso revolucionario. Como puede verse, ambos autores remiten su explicación a mecanismos que operan a través de individuos. Por tanto, ambos tienen una posición encuadrada dentro del individualismo metodológico.Ambos intentan dar cuenta de un cambio cognitivo en la población que va desde el respeto a la autoridad hacia el activo cuestionamiento de la legitimidad de la autoridad instituida. Este cambio, para ambos autores, no depende exclusivamente de las condiciones de vida (factores estructurales de la situación). Es fruto de un cambio cognitivo en el cual es clave la deslegitimación de la autoridad, la posibilidad de imaginar una alternativa y la evaluación de que dicha alternativa tiene posibilidades de triunfar.Un elemento central de la legitimidad de una autoridad está en su efectividad en el cumplimiento de los fines para los cuales ha sido creada: "effectiveness, especially in services to the public, legitimates authority, and ineffectiveness makes the privileges of authority galling" (1978, 35).Ambos autores intentan explicar cómo ciertos patrones sociales, ciertas prácticas de gobierno y ciertos eventos históricos provocan una distribución desigual de la fé en los propósitos de la autoridad instituida y en la percepción de su efectividad al ser comparada con la efectividad de sus posibles alternativas. El foco del análisis de ambos autores está en los procesos cognitivos (3), fundamentalmente comparativos, que producen deslegitimación de la autoridad. Esta es una lección muy valiosa que surge de la investigación de Trotsky y de Tocqueville sobre los procesos revolucionarios: determinar contra qué es comparada la autoridad instituida (por parte de los grupos sociales que desafían o participan, activa o pasivamente, del derrocamiento de la autoridad establecida).En definitiva, tanto Trotsky como de Tocqueville extraen de sus respectivas investigaciones históricas, mecanismos que operan a nivel de la cognición de los actores y es a partir de estos procesos de cambio que dan una explicación de la particular secuencia de hechos que concluye en el quiebre abrupto de vastos esquemas absolutos de poder. "They are all directed at the problem of explaining the decay of authority, they all have something to do with people forming purposes and believing, or not believing, that particular social organs are effective in pursuing those purposes, and they have to do with the perception of possibilities". (1978, 40)"The gradual spreading of the conviction that perhaps a better alternative is really possible (…) is what both Trotsky and de Tocqueville see as the basic psychological process of undermining the traditional authority". (1978, 40)Así como Trotsky y de Tocqueville enfatizan en los mecanismos que estimulan el proceso revolucionario, también son capaces de encontrar en sus investigaciones, los mecanismos que desestimulan dicho proceso. Para ambos autores, por ejemplo, la discusión pública y la participación de los diferentes grupos sociales en la elaboración de la política tienden a no erosionar la legitimidad de las autoridades instituidas. Este tipo de mecanismo impide que se dispare un proceso de enajenación respecto a la autoridad y quienes la ejercen.Probar los conceptos a partir de su capacidad para generar analogíasAhora bien, ¿cómo es posible saber si la teoría a la que se ha llegado es promisoria? Para ALS, una teoría es "fuerte" cuando los mecanismos causales que emplea para explicar un fenómeno son válidos para explicar diferentes instancias históricas concretas. Es decir, cuando nos permite realizar analogías.La analogía es un típico producto de la investigación empírica. Considerar a dos objetos como similares (los predicados que A y B tienen en común y que los diferencian de un tercer objeto C) surge de una comparación minuciosa entre los objetos. Para ello hay que investigar (puesto que hay que hacer comparaciones). Una vez que tenemos un concepto que separa a dos objetos de otros, tenemos en potencia un concepto con alta capacidad para poder ingresar en sentencias causales. ¿Por qué? Porque podemos presumir que la analogía encontrada es causa de comportamientos similares entre A y B, comportamiento que en otros objetos adquiere valores diferentes.En la medida en que ALS defiende la estrategia de investigar series de eventos históricos de moderada extensión, el hallazgo de analogías fructíferas a nivel del comportamiento de los actores (individuales o corporativos) tiene mayor probabilidad de emerger durante el trabajo de investigación mismo. Ya que el estudio cuidadoso de la historia le ofrece al investigador un campo "rico" en posibilidades para hallar fenómenos análogos (fenómenos en los cuales los mismos mecanismos producen similares resultados). Por tanto, el estudio de la historia para ALS es una fábrica de conceptos con mayor potencial explicativo que el pensamiento teórico en abstracto, desarraigado. Es más fructífero construir conceptos a partir de la elaboración de analogías históricamente situadas que elaborarlos en abstracto sin un "teatro de operaciones" que pueda ayudar al investigador.Esto no implica un llamado al inductivismo ingenuo, "it is about the use of facts to improve ideas, to make them richer, more flexible, more powerful" (1978, 24).Un ejemplo de razonamiento por analogía tomado de Letras InternacionalesPara ejemplificar el método propuesto por ALS tomaremos un análisis realizado en Letras Internacionales por Javier Bonilla en editorial correspondiente al número 100 de la revista. En dicho editorial Bonilla aborda el problema de los "fundamentalismos islámicos" y su explicación en tanto fenómeno político. Dice acerca de los mismos:"Si hoy alguien quiere creer que los talibanes afganos, así como la miríada de grupos más o menos afines, autónomos o apoyados por distintos estados, son sólo "fundamentalistas islámicos" que, indignados por la irrespetuosa fuerza de la globalización generada en Occidente, han optado por defender su identidad religiosa y cultural, estará seguramente en todo su derecho. Pero tendrá inevitablemente que explicar dos cosas.La primera: ¿como se "defiende" la pureza del Islam mediante el expediente de aplicar 200 azotes y ejecutar de tres tiros en la cabeza en la plaza pública a una viuda encinta?. Si esta metodología no es la forma misma de instaurar el Terror para controlar a la población por el ejercicio del Terror mismo, no imaginamos un mecanismo mejor.La segunda: ¿por qué razones, tanto el 'modus operandi' de la exhibición pública del Terror, como el sistemático recurso al desmentido propagandístico cínicamente reñido con las evidencias que utilizan los talibanes, resultan ser prácticamente idénticos a los métodos de Lenin, de Hitler, de Mussolini, de Stalin, de Enver Hoxha, de Tito, de Pol Pot, de Castro o de Kim Jong-il , entre otros ?"(4).Este razonamiento puede ser tomado como un ejemplo de aplicación de la propuesta de ALS respecto a las analogías. Veamos la propuesta del editorialista en términos sencillos:Todo régimen político que es análogo a otro régimen político en el ejercicio del terror en forma pública es también análogo en no aceptar ninguna limitación ética, en la intención de imponer su relato y lograr sus fines (5). En consecuencia, una forma de conceptualizar qué es el régimen talibán es hacerlo formar parte del mismo conjunto que integran la Alemania nazi o la Unión Soviética bajo Stalin.Estas analogías son muy valiosas cuando nos enfrentamos a la explicación de un fenómeno político. En primer lugar, implican una conceptualización que recorre un camino que podríamos llamar "bottom – up". En el sentido que parte desde características observables del régimen y asciende en la conceptualización de las mismas (el camino inverso es despreocuparse de las características observables y aplicar apresuradamente una categoría teórica tomando al régimen como un vago ejemplo de la misma). En segundo lugar, apunta a clasificar las características observadas en alguna categoría análoga y ya conocida de régimen político. Esto permite ahondar en el estudio del fenómeno contemporáneo al menos con una herramienta desarrollada como punto de partida. La comparación minuciosa nos dirá si nuestro punto de partida es el correcto o no. En tercer lugar, nos permite eludir explicaciones aparentemente poderosas como aquella que hace del florecimiento de fundamentalismos la consecuencia de una misteriosa fuerza llamada "globalización" (nunca definida con precisión y desprovista de todo anclaje individual). Eludir este tipo de explicaciones basadas en grandes abstracciones es muy importante aunque los cientistas sociales solemos ser adictos a ellas. Conceptos como "globalización" o "modernidad líquida" son adictivos porque nos transmiten la sensación de que podemos explicar casi cualquier cosa con ellos. Sin embargo, su problema es que la inconsistencia de la definición de los mismos y su nulo anclaje en la actividad concreta de individuos no nos permiten esclarecer cómo es que esa fuerza llamada "globalización" genera aquellos fenómenos que queremos explicar. La utilización indiscriminada de estos conceptos nos hace sentir que al menos tenemos una explicación, aunque no se tenga la más mínima idea de cómo es que opera el explanans en el mundo concreto de los individuos que hacen o dejan de hacer determinadas cosas y con ello producen resultados a nivel colectivo.(1) Arthur L. Stinchcombe (1933) es actualmente profesor emérito en el Departamento de Sociología en Northwestern University. Previamente enseñó en Johns Hopkins, Berkeley, University of Chicago y University of Arizona. En su carrera se destacan tanto sus contribuciones al área de la metodología como de la construcción de teorías en ciencias sociales. Ha escrito más de 12 libros en muy distintas áreas como desarrollo agrícola, organización industrial y educación. Su segundo libro es un clásico en el área de la construcción de teorías y se llama precisamente "Constructing social theories", publicado originalmente en 1968. Dicho libro ha sido traducido al español. Ganó a lo largo de su carrera muchos premios, destacamos los más recientes: en 2004 Distinguished Career Prize, American Sociological Association; en 2007 Lazarsfeld Award for career contribution of methodology, ASA Methods Section. Una excelente entrevista en la que puede leerse sobre su trabajo de investigación hasta finales de la década de 1980 está en Swedberg (1990, ver bibliografía).(2) La lista no es exhaustiva. Pueden consultarse tres antologías de exponentes de la corriente analítica en las siguientes referencias especificadas en la bibliografía de este artículo: Hedström y Silverberg 1998, Hedström y Bearman, 2009 y Noguera et. Al., 2006.(3) Proceso cognitivo que se produce a nivel de los individuos que forman parte de los grupos en conflicto.(4) Disponible en:http://www.ort.edu.uy/facs/boletininternacionales/contenidos/100/editorialbonilla100.html(5) No aceptar limitaciones y pretender una sumisión total es una de las virtudes del concepto de totalitarismo que permiten diferenciar este tipo de régimen de otros que pueden ser similares en algún aspecto. Pablo Brum escribe: "Hitchens acota que totalitarismo 'is a useful term, because it separates 'ordinary' forms of despotism –those which merely exact obedience from their subjects- from the absolutist systems which demand that citizens become wholly subjects and surrender their private lives and personalities entirely to the state, or to the supreme leader'" (BRUM, 2011). *Profesor de Fundamentos de la Investigación Social, Métodos de investigación y Taller de Monografía.Depto de Estudios InternacionalesFACS – ORT Uruguay(ma.baudean@gmail.com). BIBLIOGRAFÍABRAITHWAITE, Richard. 1965 [1953]. La explicación científica. Madrid, Tecnos.BRUM, Pablo. 2011. El Impacto del Totalitarismo en el Siglo XX. Documento de Investigación Nº 62. Montevideo, FACS-ORT.GORSKY, Philip S. 2004. The Poverty of Deductivism: A Constructive Realist Model of Sociological Explanation. En: Sociological Methodology, 2005.HEDSTRÖM, Peter; SWEDBERG, Richard. 1998. Social Mechanisms. An analytical approach to social theory. New York, Cambridge University Press.HEDSTRÖM, Peter. 2005. Dissecting the Social. On the Principles of Analytical Sociology. New York, Cambridge University Press.HEDSTRÖM P., BEARMAN, P. (Editors). 2009. The Oxford Handbook of Analytical Sociology. USA, Oxford University Press.HEMPEL, Carl G. 2005 [1965]. La explicación científica. Estudios sobre la filosofía de la ciencia. Barcelona, Paidós.HOMANS, George C. 1970. Naturaleza de la ciencia social. Buenos Aires, Eudeba.LITTLE, Daniel. 1991. Varieties of social explanation: An Introduction to the Philosophy of Social Science.Colorado: Westview Press.MANICAS, Peter. 2006. A realist philosophy of social science. Explanation and Understanding. New York, Cambridge University Press.Analytical Sociological Theory Papers. En: Papers Revista de Sociología (número especial), 80, 2006, p. 1-307.POPPER, Karl. 1969 [1957]. The poverty of historicism. London, Routledge.SALMON, Wesley. 2006 [1989]. Four decades of scientific explanation. USA, University of Pittsburgh Press.SMITH, Thomas W. 1999. History and International Relations. London, Routledge.STINCHCOMBE, Arthur L. 1978. Theoretical methods in social history. New York, Academic Press.SWEDBERG, Richard. 1990. Economics and sociology. Redefining their boundaries: conversations with economists and sociologists. New Jersey, Princeton University Press.
IntroducciónA fines de los cincuenta, el escritor argentino Jorge Abelardo Ramos comenzaba su libro Revolución y contrarrevolución en la Argentina con las siguientes palabras: "Somos un país porque no pudimos integrar una nación y fuimos argentinos porque fracasamos en ser americanos. Aquí se encierra todo nuestro drama y la clave de la revolución que vendrá…La Nación, que hasta 1810 era el conjunto de América hispana, y en cierto sentido, también España, se disgrega en una polvareda difusa de pequeños estados… En el siglo que presencia el movimiento de las nacionalidades, la América indo-ibérica pierde su unidad nacional. En nuestros días se festeja dicha tragedia: esta monstruosidad no hace sino iluminar sombríamente la pérdida de la conciencia nacional latinoamericana. Recobrarla por un acto de reposesión de nuestro pasado histórico, será el primer paso de nuestra revolución…" (Ramos, 1957:13-14). El texto suena más como bandera de lucha que como verdad histórica; sin embargo, el argumento fue tomado a pie juntillas por varias generaciones de latinoamericanos, en particular en los años setenta del siglo pasado. La idea de América Latina como una región unida y luego fragmentada por los imperios, las oligarquías nativas, los militares, los nacionalistas, los conservadores o los liberales es un mito fuertemente arraigado en la región, que ha logrado instalarse de nuevo en la mente de mucha gente. Otra literatura, tan profusa como la anterior, presenta en un sentido opuesto a la desunión latinoamericana como un problema de origen. Con motivo de la celebración del Bicentenario en varios países de la región, el escritor chileno Carlos Franz escribió lo siguiente: "América Latina entra en su tercer siglo más invocada que vista, más virtual que real, más literaria que literal. No en balde, la narrativa es uno de los pocos sitios en los que América Latina llegó a existir como imagen conjunta. Nuestros bicentenarios conmemoran, sobre todo, doscientos años de soledad" (Franz, 2010: 19). Este texto, como tantos otros, remite a la idea de América Latina como una mera geografía, a una región formada por varias subregiones, a un continente con realidades diversas, a la desunión como una condición histórica inicial que se transforma con el tiempo en un aspecto estructural. Esta visión de América Latina también se ha reforzado en la última década con el fin de la homogeneidad "rara" de los noventa –más propia del acomodamiento de un área periférica a las realidades internacionales de la inmediata posguerra fría que de nuevas condiciones endógenas- y, en particular, con la aparición de fuerzas políticas y sociales muy críticas de las ideas liberales que reinaron en aquellos años.Sepultados el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) en su versión continental y el Consenso de Washington, cuestionada en muchos lugares la democracia liberal, avivados viejos y nuevos conflictos entre países y profundizadas las brechas sociales la mentada mayor homogeneidad de los noventa dio paso a la noción de "creciente heterogeneidad" de los 2000. Las dificultades de los procesos de integración también alentaron la idea de que América Latina tendía más a acentuar sus divisiones que a construir un proyecto político y económico común, incluso a escala subregional. Alianzas que habían sido definidas como estratégicas –el caso más notorio, fue la formada por la Argentina y Brasil- no mostraron en los hechos tal carácter. La relación bilateral careció de las formas de cooperación estrechas, la confianza mutua, la colaboración prolongada y la comunidad de intereses propias de toda alianza. Así, la idea de heterogeneidad de la región, el fracaso de la integración y la amenaza de polarización signaron la forma predominante de acercarse a los temas de América Latina en la década de 2000. Más aún, la oposición integración/polarización se convirtió en el recurso heurístico principal para abordar las relaciones entre países o grupos de países en la región. Cientos de artículos y numerosas reuniones académicas que han convocado a reflexionar sobre el futuro de la región a partir de estas opciones polares son la evidencia más clara de que el asunto no es banal y que expresa dilemas o dicotomías que están en el ambiente de nuestro tiempo. La espiral de conflictos entre Colombia y Venezuela, sus diferentes modelos de política interna y estrategias opuestas de política exterior se han citado hasta el cansancio como la mejor muestra de la diversidad y polarización regional.Debo confesar de entrada que no me siento cómodo frente a preguntas del tipo América Latina ¿integrada o fragmentada? o ¿dónde está y hacia dónde va América Latina en materia de relaciones intrarregionales? Nos colocan frente a un universo demasiado agregado en el que es fácil despistarse o terminar diciendo trivialidades. Más aún, me cuesta pensar que alguien pueda plantearse seriamente contestarlas. Sí creo entender o, al menos, vislumbrar el rumbo internacional de algunos de sus países, al igual que ignoro el de otros, por ejemplo, el de mi propio país, la Argentina. Así como tengo numerosas dudas sobre el futuro de la región, creo tener algunas certezas directamente referidas a las oposiciones polares en boga y, en consecuencia, las expongo de una vez: los caminos que transita la región no van en dirección de la integración ni de la polarización. Ni una ni otra han de ser los procesos dominantes en los próximos años, otros procesos de afuera y de adentro definirán el carácter de los vínculos intrarregionales. No sé muy bien como lo harán, pero hasta aquí me atrevo a llegar.Si estoy en lo cierto, tampoco vale, como suele hacerse, enlazar a la integración y la polarización con una conjunción disyuntiva, presentando a ambos procesos como alternativas opuestas, al estilo "unidos o dominados", "liberación o dependencia". Se trata, como éstas, de una oposición falsa y reduccionista y, además, sin ninguna clase de appeal: integración o polarización no vibra como un buen slogan para sacar una muchedumbre a la calle. Advierto finalmente que nada hay en este artículo de carácter normativo. Mi propósito se limita a comentar el alcance de los dos procesos identificados en el título del trabajo como así también a señalar otros fenómenos que considero más relevantes para pensar el futuro de las relaciones intrarregionales. I. La integración: ¿de qué estamos hablando?Una primera aclaración se impone en este punto. Digo que América Latina "no se integrará" si entendemos la integración como un proceso de ahondamiento de las opciones de integración subregional por las que optaron en su momento los países de la región teniendo como espejo a la Unión Europea. El rumbo seguido por América Latina en las dos últimas décadas en materia de integración es un libro abierto sobre las dificultades de procesos relativamente exitosos que terminan empantanados –la Comunidad Andina de Naciones (CAN)- y de otros que han experimentado sucesivas situaciones de crisis, retrocesos y fugas hacia delante que ponen seriamente en duda su realización como una unión aduanera –el caso del Mercosur-. A estas alturas del partido, sabemos que no hay un solo texto para la integración y que ella puede incluso frustrarse. América Latina o algunas subregiones dentro de ella tampoco reunirán en los años venideros los atributos que desde ópticas más políticas se identifican como constitutivos de un bloque integrado de países: la posibilidad de actuar en equipo y la formación una "comunidad pluralista de seguridad" en el marco de una cultura de amistad (Wendt, 1999: 297/307).Es fundamental hacer esta puntualización porque el término integración se usa de modo frecuente para referirse a procesos de naturaleza bien diferente. Por ejemplo, a la "integración hemisférica" mediante la constitución del ALCA (un proyecto que se frustró en la Octava Reunión Ministerial de Comercio celebrada en Miami en el mes de noviembre de 2003 y que no tiene posibilidades de resucitar con un alcance interamericano) y, en sus antípodas, a la "integración de los pueblos" como promesa de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA). 2La parálisis de los procesos de integración subregionales influyó en la utilización del término integración para referirse a vínculos políticos y militares, a lazos culturales y entre actores de la sociedad civil, a políticas sociales, a proyectos para la construcción de obras de infraestructura y de energía entre países. Así, toda vinculación transfronteriza entró en esta amplia y difusa categoría de la integración. Solo faltó poner bajo el rótulo de la integración latinoamericana a las redes transnacionales del crimen organizado y el narcotráfico, esto es, al lado oscuro de la luna en materia de relaciones intrarregionales. En principio, no es incorrecto extender el concepto integración a gran parte de los procesos que menciono; el problema es que esta práctica habitual se convierta –como de hecho sucede- en un recurso para disimular o velar reveses al tiempo que la llama de la idea original de integración se mantiene viva a la manera de un rito. La ceremonia se celebra con frecuencia irregular pero el oficio siempre convoca a relanzar procesos cada vez más alejados de las metas fijadas y de las expectativas creadas en el momento de su fundación. No es mi propósito explayarme sobre los factores que dan cuenta de este fenómeno: vacío o incompatibilidad de objetivos estratégicos, exceso de nacionalismo, déficit de liderazgo, fuertes asimetrías entre los socios, falta de voluntad política para cumplir los compromisos asumidos, ausencia de mecanismos de trade off que generen incentivos para una cooperación estable, adopción de medidas de política comercial unilaterales, estrategias diversas y aun divergentes de inserción internacional, fracturas y conflictos políticos, factores externos a la región que operan como fuerzas centrífugas. La literatura especializada los ha tratado de manera extensa y convincente. Sí me importa señalar su impacto negativo sobre el resultado y las perspectivas de los procesos de integración regional, cuyo principal objetivo de origen fue la integración económica de los países el área, independientemente de la retórica más o menos colorida que siempre ha acompañado a esta empresa. Como concluyen Bouzas, da Motta Veiga y Rios: "De hecho, la "pérdida de foco" ha sido una característica reiterada de los procesos de integración en América del Sur, lo que ha contribuido a hacerlos crecientemente irrelevantes desde el punto de vista económico. Si la integración regional es concebida como un instrumento para promover los proyectos nacionales de desarrollo, un criterio fundamental para la construcción de la agenda debería ser la identificación del aporte que la integración económica puede hacer y de los instrumentos concretos para hacerla efectiva" (Bouzas, da Motta Veida y Ríos, 2008: 340/1).En los hechos, se ha seguido el camino inverso y los temas económicos quedaron en la trastienda para no obstaculizar la "nueva" agenda de la integración de América Latina, mucho más ambiciosa y extensa que la "vieja". Ella incluye, entre otros temas, la "interconectividad", la cultura, la ciencia y la tecnología, el vínculo entre los "pueblos", la cooperación en temas de seguridad y de defensa, la búsqueda de acuerdos y la coordinación de políticas para resolver problemas o crisis regionales. Esta manifiesta alteración de las jerarquías en los temas de la agenda, como ha sucedido en los últimos años, es la mejor muestra de las penurias y tropiezos de la integración realmente existente en América Latina. Además, integración, cooperación y concertación se pusieron en una misma bolsa como si fueran conceptos similares. En medio de esta confusión bastante generalizada, la única expresión reciente de un avance meritorio en materia de integración regional fue la firma del demorado Código Aduanero del Mercosur, la eliminación del doble cobro de arancel y la distribución de la renta aduanera durante la 39 Cumbre del bloque, realizada de San Juan, Argentina, a principios de agosto de 2010. Por cierto, todas estas decisiones deben completar el ciclo de su aprobación en cada país miembro. Como advierte acertadamente Félix Peña, hay que tener en cuenta que el Mercosur tiene varios "cadáveres legales", por ejemplo, importantes acuerdos en materia de defensa de la competencia y de tratamiento a las inversiones que no pudieron atravesar exitosamente ese ciclo. También advierte que el propio Código Aduanero ya había sido aprobado en 1994 en una versión anterior (Peña, 2010: 2) Retomo el tema de la integración más adelante.II. Ahora la polarizaciónDigo en segundo lugar que América Latina "no se polarizará" si entendemos por polarización un acrecentamiento de las diferencias políticas y económicas existentes que lleve a la división en partes o direcciones contrarias entre los países de la región. No se trata de negar las diferencias, que existen y son importantes. El error frecuente en los análisis de moda es el de exagerarlas, por ignorancia o interés, o el de presentarlas en forma simplista e ideologizada, como cuando se habla ligeramente de buena y mala izquierda (Castañeda, 2006). Mi punto es que estas diferencias no concluirán en la polarización de América Latina, entendida la idea como lo acabo de hacer, esto es, como una región conformada por polos opuestos y enfrentados. Los problemas y conflictos están a la orden del día, pero también pesan numerosas fuerzas de moderación, históricas y nuevas. Además, estos conflictos y problemas no son necesariamente una consecuencia de las diferencias políticas, a veces lo son de las similitudes políticas. No se me escapa que la idea de polarización se estructura en torno a otra noción, de fuerte presencia en la región y con la que se establece una dudosa correlación: la así referida "mayor heterogeneidad de América Latina". Una frase repetida por puro hábito y que por lo general se reduce solo a este enunciado, sin que se aclare, por consiguiente, cual es la circunstancia anterior en la que la región habría sido más homogénea. La idea solo puede aceptarse si hace referencia a la homogeneidad de los noventa –que es la que en general se observa para hacer comparaciones con la década actual- en la que tuvo mucho que ver el fin de la Guerra Fría y la victoria de Estados Unidos en ese conflicto. También podría aceptarse si se hace referencia a que los "diferentes" -antes bien, yo diría, los "históricamente relegados"- no solo son más visibles desde el punto de vista político sino que también gobiernan algunos países. Fuera de esto, la noción de mayor heterogeneidad no es más que una muletilla. ¿Cuándo fue América Latina homogénea política y económicamente? ¿Acaso cuando convivieron en la década de 1910 revoluciones como la mexicana, dictaduras tradicionales, repúblicas bananeras y democracias que ampliaban la participación popular? Y en los años setenta ¿qué homogeneidad mostraron las dictaduras militares del Cono Sur con regímenes políticos como los de Costa Rica, Colombia y Venezuela o el de México, bajo los gobiernos del PRI? ¿Qué años o qué década pueden citarse como ejemplo de homogeneidad? Siempre se apela, pero como excepción a la regla, a la fugaz homogeneidad relativa de principios de los sesenta que posibilitó anudar con Washington la Alianza para el Progreso en respuesta a la "heterogénea" Cuba. Por otra parte, ¿Cuándo tuvo América Latina un proyecto político estratégico regional o actuó con una sola voz? El Consenso de Viña del Mar del año 1969 y el Grupo de Contadora junto a su Grupo de Apoyo en los años ochenta suelen citarse más como casos singulares que como muestra de la capacidad de la región para la acción colectiva. América Latina en su totalidad o segmentos de ella como región unida y relevante en el mundo ha sido hasta aquí una aspiración de buena parte de los latinoamericanos, una idea movilizadora cuyo tiempo está por verse si alguna vez llegará.La diversidad política, económica, geográfica, cultural y social de América Latina salta a la vista y, en consecuencia, no es materia de discusión; más aun, su variedad es, en muchos aspectos, un capital extraordinario. La región fue, es y será heterogénea, aunque probablemente menos que muchas otras áreas del mundo. ¿Qué es entonces lo que hoy inquieta o da pie al debate cuando se habla de heterogeneidad? Claramente, dos cosas: el vínculo entre heterogeneidad y polarización y, en una versión más atenuada, entre heterogeneidad y fragmentación. La heterogeneidad varía de condición a problema para que América Latina o partes de ella se unan, se integren, cooperen, se expresen al unísono. En el primer caso, la polarización sería, en lo fundamental, la consecuencia esperable de las diferencias políticas e ideológicas que hay en América Latina. En el segundo caso, la fragmentación sería el producto de una gama de factores más complejos, aunque las variables políticas también ocupan un lugar de relevancia en el análisis.El asunto que tenemos entre manos es resbaladizo y requiere algunas aclaraciones. Primero, estimo altamente improbable que las diferencias políticas existentes terminen dividiendo a la región en partes (de nuevo, los polos) que se aíslen o se enfrenten. No hay evidencia empírica para sustentar esta tesis. Las fuerzas políticas con mayores credenciales para polarizar a la región serían las distintas corrientes que integran o se consideran cercanas al "socialismo del siglo XXI". Pongo el acento en estas fuerzas porque son las que más se mencionan como principal fuente de "polarización" y porque la "izquierda buena" hace rato que aprobó el examen en la asignatura "no polarización". La acción "polarizadora" de la derecha liberal en América Latina tiene un viejo linaje y es un argumento clásico de los sectores nacionalistas tanto de derecha como de izquierda, tan usado como el de la obra "balcanizadora" de los imperios en la región. 3Los "albistas" tienen mucho en común, constituyen en buena medida una alianza y aparecen a primera vista como lo más cercano a un bloque en América Latina y el Caribe. No debe subestimarse su capacidad de reunir adeptos, dentro y fuera del espacio que ocupan sus países miembros en una región con profundas cesuras sociales como la nuestra. Pasar de esto a un polo que se separe o enfrente a otro u otros es algo bien improbable. También lo es que una escalada bilateral entre un país bolivariano y otro del ambiguo resto obligue a los demás a partirse en dos bandos. 4Cuba y Venezuela han establecido en la década de 2000 la alianza más estrecha que existe en América Latina. La Habana la buscó para asegurar la subsistencia del régimen y para obtener beneficios económicos, Caracas consideró a la experiencia revolucionaria de la isla como una fuente de inspiración y de ayuda vital para implantar su propio proyecto revolucionario. Como bien destaca Carlos A. Romero: "La puesta en marcha del ALBA, a fines de 2004, y el tránsito venezolano de una revolución nacionalista hacia una revolución socialista permitieron darle un giro a las relaciones entre a los dos países hacia un plano más regional" (Romero, 2009: 3 y 4). Sin embargo, es poco probable que la epopeya revolucionaria que promueven se expanda y asiente mucho más allá de su alcance actual. El libreto bolivariano se opone a la mayor parte de las ideas en materia de democracia, desarrollo económico, defensa y política exterior que prevalecen en la región. También es visto en muchas capitales como una forma indebida de injerencia en asuntos internos o en proyectos subregionales acuñados con anterioridad. La salida de Venezuela de la CAN para acceder con anhelos fundacionales a un "nuevo Mercosur" encontró una rápida respuesta por parte del canciller de Brasil; Celso Amorín: "No es el Mercosur el que tiene que adaptarse a Venezuela, sino Venezuela la que tiene que adaptarse al Mercosusr". Es asimismo poco probable que los miembros del ALBA sean capaces de unirse en torno a un proyecto colectivo en condiciones de realizarse. Encuentran resistencia en sus propios países, aunque de diferente magnitud, y dentro y fuera de la región. Sus "aliados" externos son pocos y con fuertes límites, ningún actor extrarregional (salvo Irán) procura alianzas "agresivas" en la región que aviven el fuego de la discordia o que hostiguen a Estados Unidos. En consecuencia, la posibilidad de que las fuerzas que impulsan el ALBA logren construir un "nuevo mapa geopolítico" en la región, como suele ponerlo Hugo Chávez, y que a este mapa se oponga un "eje" de la derecha es a mi juicio remota. Que estas mismas fuerzas sean al mismo tiempo una fuente de polarización doméstica es discutible, ya que la evidencia empírica es contrastante. Chavistas y opositores pueden terminar ahondando gravemente las fracturas políticas en Venezuela. Por su parte, "polarizadores" como Evo Morales y Rafael Correa se han mostrado capaces de brindar estabilidad política a dos países signados por la debilidad y fragilidad de los gobiernos y por crisis institucionales crónicas, enfrentando fuerzas de fragmentación internas, sobre todo en Bolivia.En su gran mayoría, las distintas expresiones de la derecha latinoamericana tampoco cuentan con condiciones o se proponen la formación de un bloque activo que confronte a los albistas o a otras formas de la izquierda en la región. Los gobiernos de derecha no han cerrado filas con la Colombia de Uribe en sus conflictos con la Venezuela de Chávez ni los gobiernos de izquierda han corrido en apoyo de este último, más allá de sus declaraciones de solidaridad con Caracas y sus críticas al Uribismo y a Washington. Si bien apunta a contrarrestar la iniciativa del ALBA, el principal objetivo del "Acuerdo del Pacífico" impulsado por Alan García en 2006, es el de ampliar el comercio y las inversiones de los países que lo integran con las naciones de Asia-Pacífico. En breve, las intenciones de los actores, en su gran mayoría, no van en sentido de la polarización. Tampoco ella sería el resultado no querido de la competencia entre las fuerzas políticas y sociales que más gravitan en América Latina o de factores que podrían operar en ese sentido desde el exterior. Estados Unidos, siempre el primer imputado en la asignatura "divide y reinarás", no parece estar particularmente ocupado en agrietar la región. Los intereses y energías de Washington vis-a-vis su vecinos del sur están más puestos en los problemas transnacionales que le llegan de América Latina (crimen organizado, narcotráfico, migraciones ilegales), en los que Estados Unidos es claramente co-responsable, que en derrotar la causa de los bolivarianos y de otros movimientos afines.Cabe recordar que en los setenta se señalaba a la geografía, al tipo de vínculo establecido con los Estados Unidos y al grado de diversificación de las relaciones exteriores como las causas principales de la separación "irremediable" entre la América Latina del Norte y la del Sur. Es correcto situar a esta idea como la primera versión fuerte de una forma de polarización regional al norte y sur del Canal de Panamá, una visión que perdura hasta hoy por razones fáciles de entender: las "dos" Américas Latina viven realidades diferentes y sus vínculos con Estados Unidos tienen distinto carácter e importancia relativa. México, el Estado más importante de la América Latina del Norte, concentra el 90% de su comercio exterior con Estados Unidos de donde proviene el 90% de las inversiones y del turismo que llegan al país. Como se ha dicho tantas veces, México tiene su corazón en América Latina pero su cabeza y cartera en Estados Unidos, un dilema que también viven la mayoría de los países de América Central y el Caribe.La idea de la separación de América Latina en dos partes diferenciadas es una construcción intelectual valiosa para explicar un proceso que debe atenderse cuidadosamente en todo análisis de las relaciones interamericanas e intrarregionales. Sin embargo, cuando se toma esta lectura al pie de la letra se corre el riesgo de no captar otros fenómenos que nos permiten plantear algunos interrogantes sobre la profundidad, límites geográficos, magnitud y evolución probable de esta "fractura". La América Latina del Norte estrechará cada vez más sus lazos con Estados Unidos al tiempo que establecerá nuevas formas de relación con la del Sur. Estos dos procesos, a pesar de la incuestionable menor relevancia del segundo, ponen en entredicho las visiones que apuestan a una separación creciente de la brecha entre el norte y el sur de América Latina. Me valgo de algunos ejemplos muy a la mano para sostener mis dudas. La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) está integrada por países de las dos Américas Latinas –Bolivia, Ecuador y Venezuela por la del Sur y Antigua y Barbuda, Cuba, Dominica, Nicaragua y San Vicente y Granadinas por la del Norte-. La estrecha alianza entre Bogotá y Washington parece situar a Colombia en la América Latina del Norte o, dicho de otro modo, parece ampliar la frontera austral de esta subregión introduciendo una cuña importantísima en el territorio disminuido, por consiguiente, de la América Latina del Sur. Los países del Cono Sur juegan un papel de primer orden en la operación de mantenimiento de la paz en Haití, conocida como MINUSTAH. También lo jugaron, sobre todo la Argentina y Brasil, en la crisis de Honduras tras el golpe de estado contra Zelaya; luego de la elección de Porfirio Lobo, las posiciones a favor y en contra del reconocimiento del nuevo gobierno salvadoreño no obedecieron al clivaje geográfico norte-sur que dividiría a las dos Américas Latinas. El comercio entre los países que componen el Mercosur se retrajo a mediados de los 2000 mientras aumentaba la importancia de México como mercado de destino para las exportaciones sudamericanas, especialmente para la Argentina, Brasil, Colombia, Chile y Uruguay. Las inversiones mexicanas han crecido notablemente en los últimos veinte años en Venezuela, Brasil, la Argentina, Chile, Colombia, Ecuador y Perú. La "complementariedad natural" entre México y Colombia en el combate al crimen organizado y el narcotráfico ha llevado a los dos países a buscar nuevas formas de cooperación en este campo. México y Chile han forjado un estrecho vínculo a partir de enfoques e intereses comunes en el plano bilateral, al igual que en el regional y global. Los dos países unieron fuerzas en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para oponerse a la decisión del gobierno de George W. Bush de invadir militarmente a Irak en 2003. Por último, los gobiernos de México y Brasil acordaron en febrero de 2010 iniciar un proceso de trabajo para alcanzar un acuerdo comercial amplio y estratégico entre los dos países. Todo esto sin la grandilocuencia que suele acompañar a los anuncios y empeños formales de integración y cooperación regional. La noción de polarización en América Latina reapareció en los noventa, la causa esta vez era el proyecto ALCA promovido por Washington y las reacciones favorables y adversas que generaba. Como ya apunté, la iniciativa de alcance hemisférico se fue debilitando para terminar diluyéndose, aunque siguió avanzando mediante la firma de tratados de libre comercio bilaterales o por grupos de países. Es mucho lo que se puede decir sobre este proceso, pero no que su resultado haya sido la polarización de la región entre quienes firmaron y quienes se opusieron. Simplemente, no se conformaron dos bloques (Pacífico y Atlántico, como se los construía), ni siquiera uno. En realidad, este proceso incidió negativamente en la integración subregional, como la entiendo aquí, en especial en la CAN. Puede considerarse un factor de fragmentación pero no de polarización. * Ph.D. en Relaciones Internacionales, The Paul Nitze School of Advanced International Studies (SAIS), The Johns Hopkins UniversityDirector de la Maestría en Estudios Internacionales, Universidad Torcuato Di TellaPresidente de la fundación Grupo Vidanta1. El presente artículo es una versión reducida de un trabajo preparado para el German Institute for International and Security Affair2. A pesar de la forma teatral en la que Hugo Chávez decretó la muerte del ALCA en la III Cumbre de los Pueblos, una reunión paralela a la IV Cumbre de las Américas de Mar del Plata que tuvo lugar en noviembre de 2005, este proyecto de integración hemisférica había sido herido de muerte en la reunión de Miami citada. En esta oportunidad, el proyecto original, estructurado sobre la base del consenso continental y del "single undertaking", fue reemplazado por un ALCA-light, de compromisos vagos y pocos profundos.3. Me refiero aquí al argumento de uso generalizado y no a la actuación de los imperios en la región, que sin duda produjo divisiones y acentuó o alentó varios conflictos entre países.4. Durante el último pico de tensión entre Colombia-Venezuela, que sucedió a la ruptura de relaciones bilaterales por parte de Hugo Chávez en julio de 2010, los países latinoamericanos, sin distinción de banderas políticas, procuraron moderar el conflicto y no azuzarlo. Néstor Kirchner, en su calidad de Secretario General de la UNASUR, con la ayuda de Lula y de los hermanos Castro, logró que los gobiernos de Bogotá y Caracas restablecieran sus lazos y que se abriera un espacio de diálogo entre las partes.BibliografíaBouzas, Roberto; da Motta Veiga, Pedro y Ríos, Sandra (2008): "Crisis y perspectivas de la integración en América del Sur." En Lagos, Ricardo (compilador) (2008): América Latina ¿integración o fragmentación? Buenos Aires: Editorial Edhasa. Castañeda, Jorge (2006): "Latin America's Left Turn." En Foreign Affairs, Vol: 85, No. 3 (May - Jun., 2006). Franz, Carlos (2010): "Doscientos años de soledad." En La Nación, 27 de mayo.Hirst, Monica (2008): "La política sudamericana de Brasil: entre el peso de las asimetrías y la incidencia de nuevas coyunturas." En Escenarios Políticos en América Latina: cuadernos de gobernabilidad democrática 2: Trabajos del Observatorio Regional / coordinado por Fernando Calderón, Primera Edición. Buenos Aires: Siglo XXI Editores.Peña, Felix: "¿Una nueva etapa del Mercosur?: Horizontes abiertos tras la Cumbre de San Juan." Disponible en: http://www.felixpena.com.ar/index.php?contenido=negociaciones&neagno=informes/2010-08-horizontes-abiertos-cumbre-san-juan. Ramos, Jorge Abelardo (1957): Revolución y contrarrevolución en la Argentina. Las masas en nuestra historia. Buenos Aires: Editorial Amerindia.Romero, Carlos A. (2009): "Venezuela y Cuba. Una seguridad diferente." Disponible en: http://nuevomundo.revues.org/55550 Wendt, Alexander (1999): Social Theory of International Politics. Cambridge: Cambridge University Press.
Mención Internacional en el título de doctor ; The world is going through constant technological changes, and what it seems to be a great improvement to the life in Earth at one moment, can lead to disastrous effects in the future. This has happened several times during the human being history, and one clear example is the climate change, global warming, and greenhouse effect. Since the industrial revolution, the humanity went through several technological changes: some of them allowed us to progress as a civilization, but others will lead us to self-destruction. A recent example is the release of chlorofluorocarbon (CFC) gases that destroyed a huge part of the ozone layer at the Earth's poles. Nowadays, one of the big problems that we are facing is the massive amount of carbon dioxide that we are throwing into atmosphere, mainly due to the energy generation activities. That is why this thesis is focused on increase the efficiency of devices that produce energy in a cleaner way, using solar energy. Doing so, in a near future we will be able to replace the actual contaminating energy sources for cleaner, non-emitting, renewable energy sources. Of course, this topic is too general, so this work is split in three big sections, intending to give full coverage to the topic. The first section is based onto the building blocks of solar harvesting, i.e., the solar cells. The more mature technology, commercially available is the silicon-based solar cell, but in the last years, a lot of technologies were also developed such as organic photovoltaics or perovskites. Each of these technologies have their own fabrication procedure, being the silicon very expensive and high energy demanding, while in the case of organic or perovskite the fabrication procedures are usually solvent-based and cheaper in terms of energy and material costs. After a brief explanation of the most used thin-film deposition techniques (used on organics and perovskites) the building process of a methylammonium lead iodide perovskite is explained step by step. This fabrication gave a resulting solar cell with a power conversion efficiency of 16.9%. Due to the environmental issues that this novel material can cause (mainly because it has lead in its composition), a lead-free perovskite was also studied (cesium tin iodide). The conclusion extracted from this study is that this lead-free perovskite could have very interesting applications, for example in smart windows, but their electrical conductivity problems should be solved first. Ending with this section, a proof of concept including organic and perovskite photodetectors into a visible light communication system was carried out, resulting in both technologies being able to perform good enough to be part of an audio link (with a bandwith higher than 40 kHz). Once we have a device to work with, in order to stablish their properties, it should be characterized. That is what the second section is about. This characterization must be done in a standardized way, under certain conditions and circumstances. One of these conditions is to have a stable, well-defined illumination source, that can recreate the standard AM1.5G spectrum (which is the spectrum of light that arrives at the Earth's surface, coming from the Sun). All this restrictions and parameters that dictates whether a light source is valid for this process or not are defined by the International Electrotechnical Commission under the standard IEC 60904-9. During this thesis, due to the necessity of this light to characterize devices, we decided to create one. This gave birth to SUNBOX, our proprietary solar simulator. SUNBOX belongs to a AAA-Class according to the IEC standard, which represents the highest quality possible in solar simulators. It is fully based on light emitting diodes and also customizable, with a tunable spectrum that can go from 0.2 to 1.2 suns and has 14 different wavelengths that can be intensity-tuned freely. It is also clearly distinguishable from the commercial ones because its structure is 3D-printed, so it is lightweight and has a low cost. Due to the intellectual property protection as a utility model, only a brief part regarding the electronic design is explained in this document, together with the calibration procedure that was carried out in terms of spectral match, homogeneity, and temporal instability that qualifies SUNBOX as an AAA-Class solar simulator. At the end of this section, some characterizations made with SUNBOX are shown, using different functionalities, to obtain key parameters in different types of solar cells. The characterization methods that were used, such as I-V curves or spectroscopy impedance are also explained along the document. Finally, in the third section, other approaches to improve the efficiency of the devices were studied, based on the optical treatment of light (light management). This management lies on the ability that some materials have to interact with the incident light, mainly in the form of nanoparticles, nanorods, or small gratings. Using a Finite Element Method simulation software (COMSOL® and JCMSuite®), several results were obtained remarking the importance of the inclusion of a nanostructure inside a device, increasing the amount of photogenerated current by 40% in a hydrogenated amorphous silicon-based device and by 20.5% in a perovskite/silicon tandem solar cell. Furthermore, preliminary results were obtained applying a nanostructure into a deep ultraviolet light emitting diode, that went from a light extraction efficiency value of 4.57% to around 15%, thus, multiplying by three the amount of extracted light with the same electrical power consumption. In summary, the main conclusion of this work is that it is possible to increase the efficiency of actual devices by and important factor and that there is a lot of room for future improvements. A boost in efficiency can be applied not only using novel materials with better electrical and optical properties, but also optimizing the devices that exist nowadays using light management techniques through the inclusion of nanostructures inside these devices. This has been demonstrated during this work using both approaches: the material science, creating a novel material with a cutting-edge fabrication method, unraveling the properties and applications for this material; and the photonics science, simulating the response of the device with the inclusion of a nanostructure in it, showing an outstanding improvement in all three study cases. ; El mundo actual está constantemente sometido a cambios tecnológicos, y lo que en un momento pudo ser un gran avance para la vida en la Tierra, puede ocasionar efectos desastrosos en el futuro. Esto ha ocurrido en varias ocasiones en la historia de la humanidad y claros ejemplos de ello son el cambio climático, el calentamiento global y el incremento del efecto invernadero. Desde la Revolución Industrial se han producido diversos cambios y avances tecnológicos muy importantes para la sociedad: algunos de ellos nos permitieron avanzar como civilización, pero otros nos dirigen hacia nuestra propia autodestrucción. Un ejemplo reciente podría ser la emisión de los llamados clorofluorocarbonos a la atmósfera, unos gases que destruyeron la mayor parte de la capa de ozono en los polos de la Tierra, ocasionando que una gran parte de radiación solar incidiera en los glaciares polares, incrementando la fusión de ellos y con ello contribuyendo al peligroso deshielo polar. Hoy en día, uno de los grandes problemas a los que nos enfrentamos es la gran cantidad de dióxido de carbono que estamos vertiendo a la atmósfera, principalmente debido a las actividades de generación de energía. Por ello, el objetivo de esta tesis está centrado en incrementar la eficiencia de los dispositivos capaces de producir energía de una forma más limpia, usando la energía solar. De esta forma, en el futuro cercano seremos capaces de sustituir las fuentes de energía contaminantes que usamos actualmente por otras fuentes de energía mas limpia, renovables y que no emitan gases. Cierto es que este tema puede parecer prácticamente inabarcable, y por ello se ha dividido este trabajo en tres secciones principales que se estudian en detalle, para dar cobertura completa a todo el tema. La primera sección está basada en el estudio de las unidades básicas de la recolección de energía solar, las celdas solares. La tecnología más madura comercialmente disponible es la celda solar basada en silicio (tanto monocristalino como policristalino), pero durante los últimos años se han desarrollado otras tecnologías tales como las celdas orgánicas o de perovskita. Cada una de estas tecnologías tiene su propio procedimiento de fabricación, siendo las basadas en silicio las más caras de hacer debido a su procesamiento y a la gran cantidad de energía necesaria para su refinado. Sin embargo, en el caso de las celdas orgánicas y de perovskita los métodos de fabricación están basados en solventes y deposiciones de líquido en capas delgadas, lo que las hace mucho más económicas en términos de materiales y de consumo energético. Después de una breve explicación de las técnicas de deposición de lámina delgada más usadas (aplicables tanto en orgánicas como en perovskitas), se explica el proceso de fabricación paso a paso de una celda solar de yoduro de metilamonio plomo. Esta fabricación dio como resultado una celda solar con un valor de eficiencia del 16.9%. Debido a los problemas ambientales que puede causar este material (ya que contiene plomo, altamente tóxico), durante este trabajo se estudió también una perovskita libre de plomo (yoduro de estaño cesio). La conclusión principal extraída de este estudio es que esta perovskita libre de plomo puede tener aplicaciones muy interesantes, tales como ventanas inteligentes debido a su transparencia, pero sus problemas de conductividad eléctrica deben de ser resueltos en primer lugar, para conseguir un dispositivo eficiente. Para finalizar esta sección, se llevó a cabo una prueba de concepto que consistió en introducir fotodetectores orgánicos y de perovskita en un sistema de comunicación por luz visible (VLC), comprobando que ambas tecnologías respondían de forma correcta para formar parte de un sistema de transmisión de audio (su ancho de banda era superior a 40 kHz en ambos casos). Una vez se dispone de un dispositivo funcional, para poder determinar sus propiedades internas, se debe caracterizar. En esto consiste la segunda sección. Estas caracterizaciones deben hacerse siguiendo los estándares correspondientes, bajo ciertas condiciones y en unas circunstancias determinadas. Una de estas condiciones es tener una fuente de luz estable y bien definida, que pueda recrear el espectro AM1.5G (que es el espectro de luz que llega a la superficie de la Tierra emitido por el Sol) para excitar las muestras que se encuentren bajo análisis. Todas las restricciones y parámetros que determinan si una fuente de luz es adecuada o no para este proceso están definidos por la Comisión Electrotécnica Internacional bajo el estándar IEC 60904-9. Durante el desarrollo de esta tesis, debido a la necesidad de caracterizar dispositivos, se optó por crear una de estas fuentes de luz. Así nació SUNBOX, nuestro simulador solar. SUNBOX pertenece a la clase AAA según el estándar IEC, lo que significa que posee la mayor calidad posible como simulador solar. Está completamente basado en diodos emisores de luz y también es personalizable, con un espectro ajustable que puede cubrir desde 0.2 hasta 1.2 soles. Dispone de 14 longitudes de onda de emisión diferentes que también pueden ser ajustadas libremente, de forma que se pueden realizar análisis en longitudes de onda concretas, tales como azul, ultravioleta o infrarrojo. Es fácilmente distinguible de sus contrapartes comerciales disponibles en el mercado, ya que su chasis está realizado por impresión 3D, así que es muy ligero y de bajo coste. Debido a la protección de la propiedad intelectual bajo un modelo de utilidad y un registro software, solo una parte del diseño electrónico se explica en este documento, junto con todo el procedimiento de calibración que se llevó a cabo en términos de coincidencia espectral, homogeneidad y estabilidad temporal, que clasifican a SUNBOX como un simulador solar de clase AAA. Al final de esta sección, se muestran algunas de las caracterizaciones de dispositivos llevadas a cabo con SUNBOX, usando sus diferentes funcionalidades para obtener parámetros clave de distintos tipos de celdas solares. Los métodos de caracterización llevados a cabo, tales como el trazado de curvas tensión corriente o la espectroscopía de impedancias también se explican en el documento. Por último, en la tercera sección, se estudian otras técnicas para mejorar la eficiencia de los dispositivos, basadas en el tratamiento óptico de la luz (gestión de la luz o "light management"). Esta gestión de la luz se basa en la habilidad que tienen algunos materiales para interactuar con la luz que incide sobre ellos. Normalmente estos materiales necesitan estar en forma de nanopartículas, nanobarras o pequeñas redes de difracción. Usando varios softwares de simulación (COMSOL® y JCMSuite®) basados en el método de elementos finitos (FEM), se han obtenido varios resultados que remarcan la importancia de incluir nanoestructuras dentro de los dispositivos, incrementando la cantidad de corriente fotogenerada en un 40% en un dispositivo basado en silicio amorfo hidrogenado y en un 20.5% en un dispositivo basado en un tándem de perovskita y silicio monocristalino. Además, se han obtenido resultados preliminares que demuestran que estas nanoestructuras pueden ser también muy efectivas no solo en dispositivos receptores de luz, sino también en emisores. En este caso se aplicó una nanoestructura a un diodo emisor de luz ultravioleta profunda, que mejoró su eficiencia de extracción de luz de un 4.57% a alrededor de un 15%, triplicando la cantidad de luz emitida con el mismo consumo de potencia eléctrica. En resumen, la conclusión principal de este trabajo es que es posible incrementar la eficiencia de los dispositivos actuales de una forma sustancial, quedando aún mucho espacio para mejorar. Se ha demostrado que un incremento en la eficiencia puede obtenerse no solo usando materiales novedosos con mejores propiedades ópticas y eléctricas, sino también optimizando los dispositivos existentes actualmente usando técnicas de gestión de la luz a través de la inclusión de nanoestructuras en estos dispositivos. Respecto a la primera aproximación, relacionada con la ciencia de materiales, en este trabajo se ha fabricado un material novedoso usando una técnica de fabricación poco explorada en estas aplicaciones (co-evaporación), descubriendo las propiedades y posibles aplicaciones de este material. Respecto a la segunda aproximación, relacionada con la fotónica, se han creado diseños de nanoestructuras y se ha simulado su respuesta, descubriendo una mejora muy importante en la eficiencia de los tres dispositivos estudiados. ; The present work has been funded from the following projects: • Comunidad de Madrid through SINFOTON-CM Research Program (S2013/MIT-2790) and SINFOTON2-CM (S2018/NMT-4326) • Ministerio de Economia, Agencia Estatal de Investigación and European Union's FEDER through TEC2016-77242-C3-(1-R, 2-R and 3-R) AEI/FEDER, UE Projects. • European Research Council (ERC) via Consolidator Grant (724424-No-LIMIT) • Generalitat Valenciana via Prometeo Grant Q-Devices (Prometeo/2018/098) • European Commission via FET Open grant (862656-DROP-IT) Also, this project could not be possible with the financial support of the Ministerio de Educación y Formación Profesional through the following grants that I have received: • Doctoral Grant FPU research fellowship (FPU17/00612). • Research Stay Grant (EST18/00399) supporting my research stay at Jaume I University (Castellón, Spain) • Research Stay Grant (EST19/00073) supporting my research stay at Helmholtz Zentrum Berlin and Zuse Institute Berlin (Berlin, Germany). ; Programa de Doctorado en Ingeniería Eléctrica, Electrónica y Automática por la Universidad Carlos III de Madrid ; Presidente: Javier Alda Serrano.- Secretario: Fernando B. Naranjo Vega.- Vocal: Sven Burger
A partir do âmbito da formação do individuo desde o campo da educação visual, formula-se a promoção e difusão das diferentes abordagens do pensamento contemporâneo, levando ao público geral para o desenvolvimento da educação na arte contemporânea, desde os diferentes espaços de socialização do individuo, na cidade, como fator de democratização ao aceso do conhecimento, projetando-se nas estruturas arquitetónicas das áreas centrais mais importantes das urbes, levando a educação a través da cultura de "massa", da cultura visual, por meio da projeção de vídeo, como um artefacto que procura ser um sistema de formação e reflexão para impulsionar a cultura, especialmente o pensamento artístico contemporâneo, que têm como objetivo a inclusão de grupos de indivíduos que não tiveram a oportunidade de ter formação na Arte Contemporânea, proporcionando ferramentas para a compreensão, de forma que os cidadãos possam assimilar o pensamento crítico e a criatividade, onde se permite ao individuo ter uma nova aproximação e assimilação das diferentes linhas do pensamento, aumentando as perspetivas e a apreciação dos diferentes paradigmas que nos propõe a contemporaneidade, na expansão do pensamento do novo individuo e a reflexão de nossa própria sociedade, desde a própria urbe, como uma proposta de projeção multimédia mural, que visa não só a difusão da cultura, como também do conhecimento da arte contemporânea, colmatar a lacuna, para permitir a conexão e assimilação dos novos conceitos e o acesso as reflexões que a contemporaneidade nos propõe. Pretende-se a evolução do individuo procurando meios para alcançar a sua educação artística na área da arte contemporânea, como linguagem de expressão atual de forma democrática e inclusiva. Pelo qual torna-se imperativo, propor um novo sistema de formação e reflexão para impulsar a cultura, desde uma difusão democrática, especialmente no pensamento artístico contemporâneo. Sendo necessário oferecer ferramentas para a compreensão e assimilação da arte contemporânea, de forma que o cidadão assimile o pensamento crítico e a criatividade artística. Criando-se assim um novo paradigma para a difusão do conhecimento artístico. Este novo paradigma pretende a intervenção na área do vídeo digital como meio de ensino, considerando aqui a educação visual, a partir da projeção multimédia mural no espaço público, na perspetiva de chegar a maior quantidade de indivíduos, considerando especialmente aqueles que não têm aceso a cultura e formação, quer pelo tempo, estilo de vida ou circunstâncias diversas, que pretende a inclusão de todos os grupos, entendendo que é fundamental e prioritário para os indivíduos de grupos mais vulneráveis. Partindo do principio de que todo ser humano é influenciado pelo entorno, pelas imagens que circunda o ser, pois não há duvida que toda nossa vida se desenvolve dentro do contexto visual, todo é assumido na primeira mão pela imagem que recebemos da denominada cultura visual, permitindo contextualizar a importância da cultura visual na sociedade, onde a cultura visual refere imagens como ponto central para a representação do significado do mundo, utilizando reiteradamente a linguagem visual para fomentar e induzir as pessoas, apresentando a cultura visual que emerge como um crescente e importante campo interdisciplinar. Na criação e desenvolvimento dos objetivos baseados no processo de conceção e implementação no cenário educativo, fora dos espaços propostos pelo sistema tradicional de ensino, pelo qual destina-se a ocupar uma vaga existente na formação, falando especificamente da educação no espaço público como meio de difusão e ensino do conhecimento da contemporaneidade, assumindo como base os conhecimentos das novas linguagens na atualidade da arte e da cultura. Para isso propõe-se especificamente a criação, desenvolvimento e a exploração de um artefacto, tomando como base de reflexão os cenários de arte experimental do projeto "+ PROJECTION AC - Projeção da arte contemporânea no espaço público", onde opta-se como base a arte contemporânea como área de conexão do pensamento atual, pois a arte contemporânea tem sido fundamental no processo de construção de novas perspetivas, transformando a compreensão e a perceção da realidade. Escolhendo pela sua amplitude o tema da instalação na arte contemporânea, por ser a linguagem por excelência da arte contemporânea. Levando o que com ela está implícito e as suas reflexiones perante o individuo da massa, o individuo geral da urbe que vive e deambula pela cidade, com a proposta de uma formulação que traz novas visões e novos desafios para a educação, que propõe o oportuno que é oferecer conteúdos baseados na arte contemporânea aos cidadãos que conformam as urbes. Surgindo a necessidade de utilizar os meios visuais que já são parte do ser contemporâneo e utiliza-os como ferramentas de educação visual, para isto foi fundamental elaborar, organizar, programar e realizar diferentes vídeos digitais, para o trabalho inicial de aproximar a contemporaneidade e seus diferentes conteúdos. Na perspetiva de converter algumas estruturas arquitetónicas da cidade em telas de projeção nos espaços públicos, tornando-se as cidades em espaços de educação, reflexão, difusão e intercambio de pensamentos, o artefacto, que é a constituição diária de possíveis experiências com enorme poder, não apenas expressivo, mas persuasivo e revelador de conhecimento. Desde os enfoques e técnicas de desenvolvimento da imagem digital referente a projeção, a partir do importante campo interdisciplinar com os meios da tecnologia computacional, para a realização do artefacto de vídeo pedagógico para impartir conhecimento, desde o desenvolvimento da mediação e curadoria dos elementos a utilizar como base teórica dos dados rigorosos, de forma sintetizada e criar processos de aprendizagem, onde são expostos saberes e reflexões filosóficas. Para a captação, medição e estudo do comportamento dos indivíduos perante a proposta, foi utilizado os inquéritos no seu estudo da implementação da intervenção no espaço público, na captação, medição e analises do comportamento dos indivíduos perante a proposta, na avaliação das variáveis das unidades de análises, de modo de obter os dados necessários para o estudo da investigação na verificação da aparência da realidade social e apreciação do publico, tendo em conta que a recoleção de dados leva os pontos específicos e necessários para realizar o modelo da matriz de inquérito, onde se têm em consideração os elementos de medição no projeto como as tipologias do individuo entrevistado (inquerido) e seus elementos de identificação social e cultural, onde os parâmetros permitam valorizar o comportamento e a forma como os indivíduos assumem o projeto dentro do contexto, além de um estudo do comportamento e aptidões do público perante a intervenção, na investigação de campo, como uma importante forma do método etnográfico. Verificando também em cada uma das tabelas de visualização de dados, onde podemos apreciar que, de todas as variáveis, seja a idade, o sexo/género, o nível de estudos ou profissão, ou ainda as respostas relativas à visualização, foi possível determinar que a proporção de aceitação do projeto foi de uma percentagem bastante elevada, demonstrando pelas respostas um apoio quase total à iniciativa, com as seguintes percentagens em cada uma das 13 perguntas do inquérito: 1- 99,22% apreciaram positivamente; 2- 99,22% considerou esta iniciativa interessante; 3- 71,32% não tinha visto projeções sobre edifícios públicos na cidade antes desta iniciativa de projeção; 4- 99,22% considerou positivo que se realizassem intervenções em espaços públicos com projeções sobre as fachadas de edifícios institucionais; 5- 99,22% concordaram com a utilização de projeções para evidenciar conteúdos que transmitam conceitos relacionados com a arte contemporânea; 6- 76,74% afirmaram saber pouco ou nada sobre os temas mencionados sobre a arte contemporânea na projeção, especificamente sobre a instalação; 7- 100% consideraram que é apropriado colocar conteúdos que ofereçam conhecimentos sobre a arte contemporânea à população em geral; 8- 100% consideraram que esta proposta é útil ou muito útil a nível cultural; 9- 97,67% consideraram que a informação colocada na projeção é importante; 10- 100% consideraram que esta iniciativa deveria ser repetida mais frequentemente; 11- 97,67% consideraram que é possível adquirir novos conhecimentos a partir da informação fornecida nas projeções; 12- 98,45% consideraram que a informação adquirida através da projeção pode melhorar os seus conhecimentos sobre arte e cultura; 13- 98,45% consideraram que a informação adquirida através da projeção pode melhorar os seus conhecimentos, especificamente sobre conceitos relacionados com a arte contemporânea. Assim, podemos determinar que existe uma apetência evidente por parte dos cidadãos para acederem a conteúdos informativos potenciadores de aquisição de conhecimento sobre os temas discutidos, independentemente das suas variantes socioculturais, onde o indivíduo assume a iniciativa de uma boa forma, demonstrando interesse nas respostas e reafirmando a série de questões colocadas, também tal como apresentadas no estudo etnográfico, onde foi possível verificar o interesse dos diferentes tipos de pessoas que se apresentavam com diferentes indumentárias e possivelmente interesses culturais diferenciados. O trabalho apresenta os resultados favoráveis obtidos no projeto piloto, com a esperança de que existam possibilidades futuras de abertura para realizar um programa formativo/educativo estabelecido, que expanda a videoteca para uma maior cobertura de aspetos teóricos e dados da arte contemporânea, assim como ampliar as ferramentas de reflexão do cidadão e o desenvolvimento e evolução do ser, em direção a um futuro mais reflexivo e de pensamento aberto a novos desafios, que permita considerações que visem contribuir para novas possibilidades de estudo, colocando em prática a relevância e a coerência da sua implementação, como um programa democrático e estável de educação de arte contemporânea através da vídeo-arte, como uma nova forma, mesmo paradigma, para expor as práticas e teorizações educacionais no espaço público. Ficou assim estabelecido como necessidade a flexibilização dos conteúdos no seu tempo e espaço, reconfigurando as práticas de ensino e aprendizagem, com um ambiente acessível e motivador, rápido, organizado e dinâmico, que permita ao público assumir quantas vezes deseje e a quantidade de conteúdos que desejar assumir, segundo as circunstâncias do contexto da urbe e do espaço público onde se implemente a intervenção, o que implica pensar mais além da escola e dos espaços formalmente concebidos para o ensino, pensando também em outros espaços e instâncias sociais nas comunidades existentes nas cidades. Transpor as obras para o espaço urbano, implica também transferir o que leva à revelação da reflexão e dos novos paradigmas da arte contemporânea, que modificam o pensamento, geram conhecimento, que em certa medida é transferido para o público, transformando-se em uma forma de democratizar o acesso ao conhecimento, criando abertura para novas possibilidades de reflexão. Torna-se imperioso repensar a urbe e os seus espaços públicos para que possam cumprir com o papel de encontro, de visualização, de diferença, de enriquecimento social, de formação e educação, onde nas cidades se seja capaz de potenciar a escuta do pulsar da vida urbana contemporânea, abrindo canais de democratização no acesso ao conhecimento para os seus cidadãos, em implantações do pensamento e das novas formas de abordar a contemporaneidade, na base da cidadania participativa, voltando à democracia e às suas origens, base fundamental da democracia com uma verdadeira participação, pois a nossa sociedade deve ver a importância da transferência de conhecimento e tomar consciência do valor da educação, já que cada ser humano é em grande medida aquilo que resulta da sua educação. Ficou demonstrado que o recurso à projeção mural multimédia como ferramenta de média-arte digital para proporcionar cenários de educação/formação visual na área da arte contemporânea permite ampliar as ferramentas de reflexão do cidadão e o desenvolvimento e evolução do ser, augurando um futuro mais reflexivo e de pensamento aberto a novos desafios de âmbito educativo/formativo nos espaços públicos, o que permite considerações que visem contribuir para novas possibilidades que estudem e coloquem em prática a relevância e a coerência de sua implementação, através de um programa democrático e estável de educação na arte contemporânea, nas comunidades das cidades, para a transformação do ensino, com uma nova possibilidade de educação, criando um novo paradigma que emerge em favor da evolução do ser humano. No âmbito da implementação do programa estável o objetivo é, em primeiro lugar, expandir o conhecimento acerca da arte contemporânea recorrendo a fundos e apoio institucional e governamental para desenvolver a implementação de um programa estável e continuador do projeto "+ PROJECÇÃO AC - Arte Contemporânea no Espaço Público", do estudo "Projeção Digital de Arte Contemporânea no Espaço Público: Formação e Divulgação a partir da Cidade", na cidade do Funchal, na Região da Madeira, Portugal, uma vez que foi selecionado o projeto "+ PROJECÇÃO AC - Projeção da Arte Contemporânea" Nº 33 na lista de candidaturas, apresentado na Convocatória de Projetos "Funchal 2027 Capital Europeia da Cultura", nos resultados "PROJECTOS CULTURAIS Funchal 2027", da convocatória aberta a nível regional, nacional e internacional. Neste contexto podemos nos permitir ter uma grande perspetiva para uma programação estável nos próximos anos, com o apoio financeiro necessário para pôr em prática a programação e produção de novos vídeos com conteúdos diversificados, para levar estas intervenções às diferentes freguesias da cidade e mais tarde às diferentes cidades e vilas da região, permitindo assim a possibilidade de instanciar inovação na transformação das formas de ensinar recorrendo à projeção mural, implementando um novo paradigma de ensino público, em defesa da expansão do conhecimento, em favor da evolução do pensamento humano. ; En el ámbito de la formación del individuo desde el campo de la educación visual, se formula la promoción y difusión de los diferentes enfoques del pensamiento contemporáneo, llevándolos al público general para el desarrollo de la educación en el arte contemporáneo. Desde los diferentes espacios de socialización del ser humano, en la ciudad, como factor de democratización al acceso del conocimiento, proyectándose en las estructuras arquitectónicas de las áreas centrales mas importantes de las urbes. Llevando la educación a través de la cultura de "masa", de la cultura visual, por medio de la proyección de video, como un artefacto que busca ser un sistema de formación y reflexión para impulsar la cultura, especialmente el pensamiento artístico contemporáneo, que tiene como objetivo incluir a grupos de individuos que no han tenido la oportunidad de tener formación en el Arte Contemporáneo. Proporcionando herramientas para la comprensión, de modo que los ciudadanos puedan asimilar el pensamiento crítico y la creatividad, donde se permite al individuo tener una nueva aproximación y asimilación de las diferentes líneas de pensamiento, aumentando las perspectivas y la apreciación de los diferentes paradigmas que nos propone la contemporaneidad, en la expansión del pensamiento del nuevo individuo y la reflexión de nuestra propia sociedad. Desde la propia urbe, como una propuesta de proyección multimedia mural, que visa no solo la difusión de la cultura, sino también del conocimiento del arte contemporáneo, cerrando la brecha, para permitir la conexión y asimilación de los nuevos conceptos y el acceso a las reflexiones que la contemporaneidad nos propone. ; In the context of the individual formation from the field of visual education, formulates the promotion and dissemination of different approaches to contemporary thinking, leading them to the general public for the development of education in contemporary art, since the different spaces for man socialization, in the city, as a factor of democratizing access to knowledge. Projecting into the architectural structure of the most important central areas of cities, teaching contemporary art through the culture of "mass" of visual culture, through video projection, as an artefact that seeks to be a training and reflection system to boost culture, especially contemporary artistic thinking, which targets to include groups of individuals who in one way or another did not have the opportunity to learn about contemporary art, offering tools for understanding, so that the citizen assimilates and expands critical thinking and creativity, where it allows the individual to have a new approach and understanding of the different lines of thinking , increasing different perspectives, and appreciating different paradigms that proposes to contemporary, expanding the new individual thought and reflection of our own society, from the metropolis itself, as a proposal for multimedia projection wall aiming not only to diffusion culture, also from the knowledge of contemporary art, closes the gap that does not allow the connection and assimilation of the new concepts, and access to the reflections that the contemporaneity proposes to us.
La ciudad ha ocupado un lugar central en la construcción del pensamiento social moderno en toda la cultura occidental. Ella ha encarnado el espacio privilegiado para la constitución de lo político, del orden social y económico, de las instituciones, de la monumentalidad y del arte que expresa su proyección en el tiempo. Ha escenificado, por tanto, distintos ideales de la modernidad capitalista, ya sea en su variante industrial o en la global y neoliberal. Sin embargo, la ciudad también ha sido la instancia predilecta para, a través de las sociabilidades que hace posible, cuestionar colectivamente esos ideales y generar nuevas alternativas, reinventando formas de ciudadanía y participación política. En América Latina, la ciudad como materialidad, como idea y como escenario político, es el artefacto cultural que inventa e instala, a veces dolorosamente, la modernidad. No hablamos de las ciudades ancestrales que, por cierto, precedieron a nuestras ciudades modernas, sino de aquellas ciudades coloniales que operaron como enclaves y trofeos del viejo mundo; o de las ciudades republicanas que configuraron con sus trazas y arquitectura monumental las naciones imaginadas; o de las ciudades como polos de desarrollo y progreso que promovieron la violenta "aculturación" de masas campesinas a la manera de la "civilización urbana". Lo cierto es que, en la conformación de las culturas y el pensamiento social latinoamericano del siglo XX, el debate sobre lo urbano, y sobre la representación social de la ciudad y las posibilidades de emancipación que promueve, ha ocupado un sitial central.
Este número especial de Revista Persona y Sociedad es una invitación a pensar en claves de pasado y presente nuestras ciudades latinoamericanas del siglo XXI, territorios marcados por la desigualdad, la expoliación de derechos, distintos tipos de violencias, la mercantilización y modelos económicos que privilegian los grandes intereses transnacionales. Paradójicamente, nuestras ciudades, mientras se visten de nuevas diversidades culturales, se homogeneizan en su estética de fronteras, cordones de miseria, enclaves de riqueza, carreteras y proyectos inmobiliarios. Nos enfrentamos así a contradicciones y fracturas que permean nuestras ciudades en sus memorias colectivas, en sus maneras de construir, habitar y transitar, y que nos hablan de procesos que nos son propios y a la vez comunes a otras ciudades del planeta. Tales contradicciones y fracturas, sin embargo, no son completamente naturalizadas ni están totalmente anquilosadas en el tiempo. Tal como observamos en Buenos Aires en 2001, en La Paz en 2003, en São Paulo en 2011 o, recientemente, en Quito y Santiago en 2019, los residentes urbanos responden creativamente a la desigualdad. No solo abren nuevas oportunidades de movilización, sino que también ensayan nuevas alternativas políticas, expanden nuestro entendimiento de los derechos y redefinen los criterios de membresía de los modelos de ciudadanía. Las ciudades y sus transformaciones, en definitiva, nos hablan de cómo los ciudadanos, en su relación con los Estados nacionales, buscan responder imaginativamente a un dilema central de la sociedad moderna: cómo administrar el problema de la pertenencia a la comunidad política a través de distintas formas de representación.
La invitación de este número de Revista Persona y Sociedad fue convocar a la comunidad científica a publicar ensayos que den cuenta de los nuevos diálogos, los nuevos debates que puedan crear vínculos y tender puentes entre nuestras ciudades. En esa línea, nos interesa plantear algunas preguntas para la reflexión conjunta. Entre ellas: reconociendo el lugar que ocupa la ciudad como objeto de interés en la cultura, la política y la economía latinoamericana, ¿cómo y quiénes piensan y hacen la ciudad del siglo XXI? ¿Qué elementos de este pensamiento y de estas representaciones impactan e inciden en las transformaciones urbanas de las ciudades latinoamericanas? ¿Qué es lo nuevo en nuestras ciudades latinoamericanas del siglo XXI? ¿Qué es lo antiguo? ¿Cuáles son las especificidades de nuestras ciudades en este siglo? ¿Cuáles son sus fronteras, cuáles sus dependencias? ¿En qué dialogan las ciudades latinoamericanas? ¿Cuáles son los silencios y los vacíos en este diálogo?
La invitación fue, también, a recuperar la escritura ensayística, esto es, una escritura amable que, siguiendo la tradición latinoamericana consolidada las primeras décadas del siglo XX, permita una narrativa interpretativa y conceptual que, distanciada del positivismo, abra líneas comprensivas sobre la cultura urbana. Compartiendo el estatuto ambiguo del ensayo como género literario, nos interesa esta ambigüedad en tanto permite un modo de escritura teórica en el límite del rigor. Como bien advierte Gabriel Castillo en Las estéticas nocturnas: ensayo republicano y representación cultural en Iberoamérica y Chile (2003), el ensayo supone una alternativa al texto que se pretende científico, metódico, erudito, profesional, académico, sin negar la posibilidad de que este último pueda siempre a su vez ser cuestionado por un referente que lo vuelve ensayo de otro texto, y así sucesivamente. Pero el ensayo tenderá a extender sus posibilidades de lectura invocando libertad crítica e intelección intuitiva e inspirada.
Siete son los ensayos que, finalmente, fueron seleccionados para este número de la revista, cubriendo un amplio espectro de realidades urbanas desde México a Chile, pasando por el cordón de ciudades andinas. Tres son los grandes temas que se nos plantean y que ciertamente dialogan entre sí. A modo de introducción y marco de análisis, el ensayo de Eduardo Kingman instala la pregunta por el diálogo entre pasado y presente en las ciudades nuestras. En un segundo momento, dos trabajos, el de Raúl Olmedo y el de Gabriel Espinoza, abordan el problema de la vertiginosidad de las transformaciones en la ciudad contemporánea, a partir de los procesos de renovación urbana de la mano del mercado inmobiliario y sus consecuencias en términos de gentrificación. En esta misma línea, Mercedes González Bracco se pregunta por las transformaciones del imaginario del habitar a partir de los cambios en las subjetividades contemporáneas en la ciudad vertical. Finalmente, como tercer campo temático, Manuela Badilla y Felipe Ulloa reflexionan sobre el malestar social, la desigualdad en términos de género y clase social, y cómo tales realidades horadan las estructuras sociales y permean la vida cotidiana de los habitantes de la ciudad. Cierran este número temático, Matthew Caulkins, Mauro Fontana, Felipe Aracena y Mabel Cobos con su análisis de las movilizaciones y estallidos que hemos visto este último tiempo, para dar cuenta de lo que los autores anuncian como las utopías contrahegemónicas que se tejen en la ciudad.
Abre este ejercicio ensayístico el historiador y antropólogo quiteño Eduardo Kingman, preguntándose si se puede hablar de ciudades andinas. Desde el sentido común ciudadano, advierte, estas son percibidas como modelos fallidos de modernización y urbanización. Kingman, sin embargo, arriesga interrogar el pasado del presente y el presente del pasado de nuestras ciudades, admitiendo que, al igual que José María Arguedas, nunca se puede estar seguro de entenderlas. Buena advertencia para iniciar este dossier temático sobre las ciudades latinoamericanas. Y es que entender las ciudades es siempre "ubicarse en el cruce de temporalidades distintas, en el umbral entre el presente y el pasado, entre lo moderno y lo no moderno, como realidades y espacialidades yuxtapuestas, así como entre distintas regiones y entre la ciudad y el campo". Las ciudades son, por definición, espacios de cambios y movimiento —debemos agregar—, lo que las hace aun más inasibles: "cambios relacionados con un pasado más o menos lejano, pero también cambios recientes, resultado del despliegue de la modernización y la modernidad contemporáneas". No se puede estudiar una ciudad a partir de modelos, advierte Kingman, porque cualquier modelo, por fascinante que parezca, es reduccionista y no capta la dinámica real de los fenómenos. El presente y el pasado de una ciudad no pueden sino ser reconstituidos a partir de fragmentos e imágenes dialécticas, para entender hasta qué punto las perspectivas abiertas por ese acercamiento nos van a ayudar a comprender lo que somos como conglomerados sociales. En esta búsqueda de los fragmentos, el autor nos guía amablemente a través de las contradicciones en que las ciudades andinas se desenvuelvan, deteniéndose en cuatro ámbitos: la presencia del pasado; las relaciones campo ciudad; el predominante lugar de las ciudades en nuestro continente; y la vida cotidiana como espacio donde las formas de escamoteo, incorporación y transfiguración desde abajo logran sortear las directrices dominantes. En medio de estos trajines, los procesos de reinvención identitarios, celebra Kingman, son la otra cara de las grandes demoliciones provocadas por la renovación urbana y por la crisis social profundizada en estos días por la crisis epidemiológica.
En un segundo momento, tres ensayos reflexionan sobre la renovación urbana de la mano del mercado inmobiliario, la gentrificación y las transformaciones en el imaginario del habitar urbano. Raúl Olmedo trae a luz el caso de Airbnb en Ciudad de México, como ejemplo de economía colaborativa que deviene en una economía depredatoria a través de la turistificación de ciertos espacios de la ciudad. Aun cuando, en el discurso, Airbnb se sustenta en el compartir y en las asociaciones en red, lo cierto es que, en el caso de los arriendos, el resultado es la fragmentación de las viviendas con el solo objetivo de extraer rentas. A partir del caso de dos museos (Castillo de Chapultepec y Palacio de Bellas Artes), el autor problematiza el impacto de Airbnb en la resignificación de sectores del centro histórico, que se sintetiza en la expulsión tanto de vecinos como de las buenas prácticas vecinales, y de la buena memoria.
Para la ciudad de Santiago, Gabriel Espinoza problematiza los simulacros que se despliegan con los procesos de gentrificación, a partir de la observación del barrio Franklin, un sector comercial de origen obrero, conocido por sus galpones, la venta en calles y veredas de todo tipo de objetos y artefactos, de primera y segunda mano. El autor interroga a esta clase de pasado obrero y cómo sus actividades e intercambios han devenido en simulacro y teatro. En el paso del "cachivache" a la "antigüedad", no solo la clase obrera desaparece y se recubre de nuevas significaciones simbólicas; también el espacio barrial se privatiza, se encarece y echa a sus antiguos habitantes. Concluye el autor señalando que esto no implica que toda expulsión sea espacial en el plano topográfico, sino que estas también operan a un nivel capilar en el plano de lo simbólico.
En una línea similar, pero para la ciudad de Buenos Aires, Mercedes González Bracco profundiza en los cambios en el imaginario del habitar de las clases medias porteñas desde la segunda mitad del siglo XX, hasta la actualidad. En tal sentido, propone una lectura de sus continuidades y rupturas para caracterizar la emergencia de las clases medias. Señala al respecto cómo su imaginario del buen vivir estuvo dominado por la idea del "departamento tecnificado", para luego sufrir un deslizamiento hacia la "casa sensible" como nuevo parámetro de legitimidad en la construcción del espacio doméstico y espacio de satisfacción personal. En cada uno de estos desplazamientos, apunta, el papel de los medios de comunicación y el mercado inmobiliario ha sido central. Hoy en día, agrega, tal deslizamiento también se observa en la actual legitimación de estilos de vida vinculados al "mercado de la casa" y opciones como los barrios cerrados suburbanos y las torres jardín en la ciudad.
En una tercera línea temática están los ensayos sobre la desigualdad y el malestar social, demostrando, como bien nos recuerda Kingman, que la multitud no es necesariamente equivalente a desorden ni siquiera en momentos de grandes movilizaciones sociales. Pero, como lo exponen estos tres ensayos sobre la ciudad de Santiago, en estas expresiones públicas a menudo se incuban las profundas violencias e inequidades de nuestra sociedad desigual.
Felipe Ulloa problematiza en torno a las significaciones que construyen jóvenes mujeres universitarias en las calles de Santiago. Desde el inicio de su ensayo advierte sobre los altos niveles de violencia que ellas perciben en la vida cotidiana, donde el género se articula como una fuente constante de malos tratos. En estos términos, la investigación permite reconocer el carácter multidimensional y problemático de las desigualdades espaciales y de la movilidad cotidiana urbana para las jóvenes. Así, el autor señala que aun cuando las calles son definidas por las jóvenes mujeres como espacios de libertad y donde se manifiesta lo diverso, también en ellas se puede ser víctima de amenazas. Una ciudad ambivalente, que es peligrosa, pero que también da placer, y donde, paradójicamente, las jóvenes mujeres se ven y se levantan como sujetas de derecho. Desde la sociología de la individuación, el ensayo demuestra cómo las jóvenes universitarias se producen activamente en tanto que sujetos frente a los límites que imponen las condiciones estructurales. La calle, en conclusión, tiene importantes efectos para la constitución de sujeto de las mujeres jóvenes, a la vez que invita a ser repensada y reconstruida como espacio de libertad, de derechos, de igualdad entre géneros, de encuentros con otros.
El ensayo de Manuela Badilla analiza, para la ciudad de Santiago, un modo de recordar, de construir memorias, que distingue la periferia urbana del resto de la ciudad. Son memorias que se construyen en los espacios periféricos, marcados por la desigualdad y la segregación. Estas otras memorias son levantadas por jóvenes que desafían el pasado hegemónico desde su experiencia de segregación, de distancia, a la que se suma la de estar de paso. Son memorias urbanas efímeras, que intentan "seguir el rastro y ritmo de los residentes, así como el cambio acelerado del escenario urbano". Las acciones por medio de las cuales se conmemoran distintos hitos pueden durar semanas o desaparecer inmediatamente, son memorias fugaces en las que la calle aparece como el lugar predominante. La autora rescata el potencial del concepto de memoria urbana, en especial después del levantamiento social iniciado el 18 de octubre de 2019, periodo que ha movilizado la significación del territorio, sus demandas y sus sentidos de pertenencia. Hacer memoria pos 18 de octubre mostró ser parte de los repertorios de acción de los jóvenes de la periferia de Santiago, fortaleciendo vínculos generacionales y estrechando sentidos de pertenencia, haciendo del espacio periférico un lugar con identidades y demandas propias.
Finalmente, cierra este número de Revista Persona y Sociedad el ensayo sobre la revuelta social que se inició en octubre de 2019, en Santiago de Chile y, específicamente, en la ahora bautizada Plaza Dignidad. En este ensayo, Matthew Caulkins, Mauro Fontana, Felipe Aracena y Mabel Cobos plantean que, a partir del estallido social, es posible dar cuenta de la ciudad como soporte y escenario de conflictos políticos; pero también de la ciudad como un territorio que se construye y resignifica constantemente. La disputa por la apropiación del espacio urbano cobra un sentido en sí mismo —más allá de las demandas sociales que enuncia—, pues es la manifestación de distintos territorios que están en construcción y en conflicto. Qué elementos permanecen, cuáles se reutilizan, cuáles se destruyen o cuáles se resignifican, son clave para comprender los límites establecidos entre estos territorios que entran en conflicto y que constituyen parte de una misma ciudad. En este marco, se revisa un corpus de prácticas contrahegemónicas realizadas durante la revuelta social, tales como la expresión activa de los cuerpos, objetos y grafitis de los y las manifestantes. Para los investigadores, tales prácticas constituyen "recursos en la configuración material de nuevos territorios". Concluyen al respecto que ellas son "utopías contrahegemónicas", las cuales tuvieron como fin sitiar y poner en jaque el orden del espacio urbano hegemónico. Y con esto, también al proyecto hegemónico producido y mantenido por el Estado.
Finalmente, nuestros reconocimientos y agradecimientos a los evaluadores y las evaluadoras de los artículos, que de manera generosa permitieron que este número de Revista Persona y Sociedad saliera a la luz en óptimas condiciones.