El laicismo republicano: tolerancia e intolerancia religiosa en la Segunda República española
La Segunda República parecía destinada a resolver, entre otros muchos problemas, la vieja cuestión religiosa que tanto había perturbado la convivencia de los españoles en la época contemporánea. Hasta abril de 1931 la intransigencia de la Iglesia católica había sido el principal impedimento para introducir en el ordenamiento constitucional y legislativo español de preceptos que asegurasen una auténtica libertad religiosa. Después de esta fecha, la solución finalmente adoptada por la nueva mayoría republicana fue de una radicalidad tal que no hizo sino enconar aún más el conflicto ya existente entre católicos y laicistas. Pudo haber sido de otra manera, sin embargo, si se hubieran escuchado las propuestas que, desde las filas de unos y otros, abogaban por otras fórmulas, inspiradas en un ideal de amplia tolerancia o, cuando menos, inducidas por la necesidad de responder al desafío de tan singular circunstancia histórica demostrando un mayor grado de transigencia.