Another realism: the politics of Gandhian nonviolence
In: American political science review, Band 106, Heft 2, S. 455-470
ISSN: 0003-0554
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In: American political science review, Band 106, Heft 2, S. 455-470
ISSN: 0003-0554
World Affairs Online
El problema de la articulación entre educación y trabajo es un problema estructural e histórico del sistema educativo argentino desde su fundación en el siglo XIX. En ese período fundacional se hace presente una tensión entre el polo de la formación profesional y el de la formación propedéutica que no se resuelve en los períodos históricos posteriores sino que solo se profundiza uno u otro modelo o enfoque educativo en cada uno de los distintos períodos históricos. Esta tesis atraviesa ese problema. Se inscribe, principalmente, en la perspectiva teórica que surge de los trabajos de Ernesto Laclau y Chantal Mouffe y que se constituye como el Análisis Político del Discurso (APD). Su marco teórico se orienta hacia la comprensión de los procesos históricos —contextuales— en los que se construyen y transforman los significados. Propone que el discurso es una totalidad significativa productora de sentido que estructura la vida social y que toda configuración discursiva es histórica, contingente y dependiente de un contexto particular. Presupone el análisis de este contexto ya que es la condición de posibilidad de la emergencia de un discurso también siempre histórico y particular. Nuestro problema de investigación consiste en analizar la articulación discursiva particular entre los elementos educación y trabajo en Argentina durante los períodos 1992-1999 y 2003-2007. En el primer período, la educación que se articula con el trabajo debía estar basada en competencias para formar individuos competentes a los que se los define como gestores de sí mismos; en el segundo, se debía educar para la productividad, para contribuir al desarrollo con inclusión y así formar sujetos de la inclusión a los que se define como sujetos sociales de derecho. Nuestra hipótesis es que los dos períodos delimitados pueden ser considerados como aquellos que contienen los mayores hitos en la política educativa de los últimos veinte años ya que ambos se caracterizan por la sanción de un gran paquete legislativo para el campo educativo y una reforma consecuente que modifica tanto la organización y la estructura académica del sistema educativo como la cantidad de años de obligatoriedad escolar. Los gobiernos comprendidos entre los años 1999-2002 no sancionan nuevas leyes educativas de importancia ni realizan cambios significativos en el sistema educativo. Al delimitar y comparar los dos períodos mencionados, intentamos reconstruir la disputa por los sentidos que se da en la dinámica de la articulación entre los elementos educación y trabajo. Esos sentidos en disputa son los que definen las orientaciones político-pedagógicas que, destinadas al nivel medio, el Ministerio de Educación —voz oficial para la construcción del discurso educativo— materializa y desarrolla en sus documentos. Consideramos al discurso educativo en dos dimensiones: una relacional, el discurso educativo se define en su relación con otros discursos (y existe un influjo mutuo entre los debates del campo educativo y los de los otros campos de lo social); otra específica, el discurso educativo se configura con elementos que le son propios. Analizamos cómo se expresa la articulación mencionada en las revistas Zona Educativa (1996-1999) y El monitor de la educación (2004-2007). Nuestra propuesta principal consiste en la reconstrucción de la lucha por la construcción discursiva de hegemonía para el campo educativo en torno a la articulación entre la educación y el trabajo. Para analizar esta articulación nos concentramos en el nivel medio del sistema educativo porque la tensión entre el polo de la formación profesional y el de la formación propedéutica es propia de él: este es el nivel del que se espera que "prepare" o bien para continuar los estudios superiores o bien para insertarse en el mercado de trabajo. Por lo tanto, rastreamos la articulación particular entre educación y trabajo y damos cuenta de qué resolución de la tensión entre los dos polos se propone en los dos períodos históricos delimitados. Proponemos como eje de análisis esta relación porque adquiere un peso nuevo y particular como producto, por un lado, de los cambios en el modelo educativo y en el modelo productivo —y de las relaciones que se establecen entre ellos— y, por otro, de la relación diferencial que se establece entre ambos períodos. Y proponemos el análisis de las dos publicaciones mencionadas porque se constituyen como la voz oficial del Ministerio de Educación. Sin embargo, cada una expresa la diferencia entre los períodos delimitados: Zona Educativa exhorta a la modernización del país y del sistema educativo; El monitor de la educación acompaña desde el discurso educativo la implementación de un modelo de desarrollo con justicia social. La especificidad de nuestro tema de investigación consiste en analizar la articulación discursiva de los elementos educación y trabajo en las dos revistas del Ministerio de Educación insertas en los dos períodos históricos delimitados. La articulación discursiva de estos elementos genera las condiciones de posibilidad para las políticas educativas, el uso del APD como herramienta vinculada con el análisis de las políticas educativas, permite problematizar los modos en que los discursos se vuelven insumos para configurar reorientaciones institucionales. Se busca abordar la construcción categorial que actúa como punto de partida para definir las prioridades para la política educativa —y sus consecuentes orientaciones político-pedagógicas— del período neoliberal y del posneoliberal e identificar continuidades y rupturas entre ambos períodos para poder reconstruir la disputa por los sentidos de la articulación entre los elementos educación y trabajo. Es decir, que otra especificidad de esta tesis consiste en dar cuenta de la lucha por la construcción discursiva de hegemonía para el campo educativo en torno a la articulación entre la educación y el trabajo. ; Fil: Sapoznikow, Wendy. Universidad de Buenos Aires. Facultad de Ciencias Sociales. Buenos Aires, Argentina
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An analysis of theoretical sources demonstrates that the potential for the development of radicalism in a democracy is very high. Many prominent scientists have studied the problem, including P. Salmon, Ch. Mouffe, D. Della Porta. That freedom and scope for activities that appear in an individual in a democracy, allows you to freely seek political adherents or independently propagate the ideals of this or that doctrine. Democracy is not at all a panacea for the development of radical ideas. It, like other forms of government, is not immune from a surge in the popularity of radicalism.In the conditions of totalitarian and authoritarian societies, the emergence and mass development of an ideology that would outshine the official one is extremely unlikely. As a result of the theoretical analysis was founded that modern communication tools play an important role, thanks to which people began to communicate much more with each other and exchange information. Social networks are not just places where like-minded people meet, but real spaces for recruiting radicals. This creates new threats to democracy. Already, the number of protests and pogroms is increasing every year, not to mention the success of radical political forces in the elections, which can be considered a key indicator of the development of radicalism in democratic societies.Moreover, frustration in the current form of government can lead to massive confrontations of the civilian population with power structures. With this, the countries, in which the so-called «color revolutions» occurred repeatedly, came across. Representatives of political leaders of democratic countries usually recognize the right of people to vote and support radical parties, but they often oppose their successful results and refuse to cooperate with them, believing that such harm will damage their political reputation. For example, the incident occurred with the party «Swedish Democrats», when they did not want to be with them in the parliament. Such a reaction on the part of the democrats underscores once again that they are afraid of a real surge in the popularity of radical parties and movements, when it will be impossible to ignore them.At the same time, many political forces already use radical slogans and slogans to achieve immediate goals. This is clearly seen in the example of the Ukrainian political parties, which used varying degrees of intensity of such speech in their own programs and in the speeches of their representatives. The study showed that it would not be possible to completely solve the problems of the popularity of radicalism, but it is quite possible to reduce the degree of social tension. ; Установлено, что проблематика исследования радикализма будет актуальна и в дальнейшем. Успехи радикалов на выборах, мигрантский и экономический кризис, политическая нестабильность, массовые акции протеста – все это свидетельство того, что в крайних правых и крайних левых еще будет шанс выйти на политическую авансцену. Таким образом, демократия вовсе не является панацеей от развития радикальных идей. Она, как и другие формы правления, не защищена от всплеска популярности радикализма. Ключевой причиной, по которой именно в демократических обществах радикалы имеют наименьшую степень влияния, есть широкая возможность для выбора. Это позволяет человеку легче найти политическую силу или идеологию, которая в полной мере отражает его интересы.Оценено влияние современных технологий и выявлено, что методы распространения радикальных доктрин приобретают все новые формы. Это порождает новые угрозы для демократии. Уже сейчас ежегодно растет количество протестов и погромов, не говоря уже об успехах радикальных политических сил на выборах, что можно считать ключевым показателем развития радикализма в условиях демократического общества. Главное, что могут сделать представители политического истеблишмента демократических государств, это попытаться снизить напряжение путем переговоров с представителями радикалов, ведь полностью искоренить крайне правых или левых не представляется возможным.Таким образом, свобода собраний и коммуникаций, возможность добиться победы легитимным способом делает современные радикальные партии достаточно популярными. Используя традиционные приемы (жесткая риторика, упор на системные и коренные изменения, простота и доступность для каждого), они фактически предлагают ответы на вопросы, которые являются наиболее обсуждаемыми в обществе. Для демократии радикалы представляют определенную угрозу, поэтому от них часто пытаются отгородиться, но не во всех странах это проходит одинаково успешно. Например, националистические лозунги приносят дополнительные проценты голосов политическим партиям. Поскольку радикальные доктрины уже есть и по-прежнему создаются, то нет ничего удивительного в том, что они востребованны и никакие существующие виды запретов не способны на 100% решить данную проблематику. ; Встановлено, що проблематика дослідження радикалізму буде актуальна і в подальшому. Успіхи радикалів на виборах, мігрантська і економічна криза, політична нестабільність, масові акції протесту – все це свідчення того, що у крайніх правих і крайніх лівих ще буде шанс вийти на політичну авансцену. Таким чином, демократія зовсім не є панацеєю від розвитку радикальних ідей. Вона, як і інші форми правління, не захищена від сплеску популярності радикалізму. Ключовою причиною, з якої саме в демократичних суспільствах радикали мають найменший ступінь впливу, є широка можливість для вибору. Це дозволяє людині легше знайти політичну силу чи ідеологію, яка в повній мірі відображає її інтереси.Оцінено вплив сучасних технологій і виявлено, що методи поширення радикальних доктрин набувають все нові форми. Це породжує нові загрози для демократії. Уже зараз щорічно зростає кількість протестів і погромів, не кажучи вже про успіхи радикальних політичних сил на виборах, що можна вважати ключовим показником розвитку радикалізму в умовах демократичних суспільств. Головне, що можуть зробити представники політичного істеблішменту демократичних держав, це спробувати знизити напругу шляхом переговорів із представниками радикалів, адже повністю викорінити крайніх правих чи лівих не є можливим.Таким чином, свобода зібрань та комунікацій і можливість домогтися перемоги легітимним способом роблять сучасні радикальні партії досить популярними. Використовуючи традиційні прийоми (жорстка риторика, наголос на системних і корінних змінах, простота і доступність для кожного), вони фактично пропонують відповіді на питання, які є найбільш обговорюваними в суспільстві. Для демократії радикали представляють певну загрозу, тому від них часто намагаються відгородитися, але не у всіх країнах це проходить однаково успішно. Наприклад, націоналістичні гасла часом приносять додаткові відсотки голосів політичним партіям. Оскільки радикальні доктрини вже є і як і раніше створюються, то немає нічого дивного в тому, що вони є затребуваними і ніякі існуючі види заборон не здатні на 100% вирішити дану проблематику.
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1- Introducción En un breve artículo ciertamente premonitorio, William Schneider (1994) identificaba las características de la nueva cultura política que, condicionada y a su vez potenciada por las nuevas tecnologías de la información, estaba cambiando la relación histórica entre partidos, líderes y electores. Schneider avanzaba tres características principales de este nuevo acontecer político (Schneider, 1994: 779), a saber: el pragmatismo entendido como la dilución de las ideologías; el personalismo con la emergencia de la figura del candidato por sobre la del partido; y por último el populismo como un movimiento claramente anti-elitista y anti-establishment. En el mundo post guerra fría, la demanda acentuada de participación popular y de control del demos sobre los procesos de decisión y las herméticas elites gubernamentales, obligaría al sistema político a rever las estrategias de comunicación, facilitar la inclusión de las masas y mejorar los procesos de rendición de cuentas. Esto conduciría a une mejora del sistema político y del funcionamiento democrático de las instituciones2. Sin embargo, escasos son los cambios que las principales democracias del mundo han introducido en sus instituciones para mejorar el proceso de inclusión democrática, como así lo atestan el mantenimiento de sistemas electorales a menudo arcaicos y la renuencia de las élites políticas a la utilización de mecanismos de democracia directa. Donde sí ha existido una modificación orientada a complacer a la ciudadanía es, como bien menciona Schneider, en el discurso y en la estrategia política. Cortejar a las masas e incluirlas en un proyecto común (del cual excluiremos a las élites) ha progresivamente reemplazado el debate ideológico. El discurso político se transforma entonces en una técnica de movilización del pueblo en contra de una comunidad política desarticulada y debilitada cuyas instituciones flaquean en sus componentes organizativo y representativo (Badie, 1997: 227). Es en este ámbito de quebranto de los valores de la democracia representativa donde la crisis de la representación y "la faillite du politique" cobran amplio sentido y donde el populismo se inscribe entonces como un proceso subversivo de los canales tradicionales de movilización política, creando nuevas lealtades (apolíticas o anti políticas) culturales, nacionales, comunitarias, étnicas, etc., en reemplazo de las anticuadas construcciones sociales (élites, establishment, clase política, etc.). Pero si el populismo se define antes que nada en oposición al sistema político, no es en sí ni una teoría política ni un programa económico alternativo (Touraine, 1997: 242), y es por eso que podemos argumentar que el populismo se inscribe más en la práctica discursiva que en el dominio de lo normativo. Pero, a fin de cuentas, ¿qué es el populismo? Todo y nada se ha escrito sobre este fenómeno que apasiona y confunde tanto por su complejidad (e inconsistencia) teórica, su variabilidad histórica y la ambigüedad moral que este fenómeno histórico, político e ideológico ha generado entre críticos y defensores. El estudio del populismo ha sido objeto de enfoques disciplinarios que, en lugar de integrar el fenómeno en un contexto general, han contribuido a su compartimentación (Holmes, 1990: 27). Así, los historiadores se han focalizado en los aspectos descriptivos del fenómeno, los politólogos han intentado construir definiciones operativas del concepto, los sociólogos se han centrado en aplicar las teorías de la movilización para explicar la construcción de los movimientos populistas, y los enfoques marxistas, por ejemplo, han aportado clarificaciones sobre la relación entre el populismo y el desarrollo del sistema capitalista moderno. Ernesto Laclau, uno de los más fecundos pensadores sobre la cuestión, ha propuesto que el sustento del populismo reside en la oposición semiótica entre una entidad denominada Pueblo y otra denominada Poder (Laclau, 1977: 167) y que es la propia vaguedad de estas construcciones discursivas la que avala la permanencia y resistencia de este fenómeno. El populismo se articularía y construiría a partir de dos premisas centrales. La primera es una dependencia epistemológica de lo negativo, del enemigo; el populismo, como movimiento con un débil componente ideológico y normativo, se construye preferentemente sobre la crítica más que sobre la propuesta. Es en la identificación del enemigo donde el populismo gana la mitad de la batalla. La segundad premisa, igualmente negativa, es la construcción de un sentido y vínculo comunitario a través del "sacrificio colectivo". Es necesario para esto una articulación narrativa que oponga al Pueblo (o sociedad virtuosa) a una élite egotista destinada al sacrificio (Schulte-Sasse, 1993: 96). El populismo, por lo tanto, no sólo debe definir (y construir) un enemigo, sino que la eliminación de ese enemigo pasa a ser el factor aglutinante del discurso y el accionar político. Si el enfoque de Laclau permite efectivamente un amplio espectro de análisis, es la imprecisión conceptual del "fenómeno populista" lo que ha llevado a la manipulación y abuso teóricos de un concepto por demás interesante. En efecto, la política del antagonismo no es privilegio exclusivo de los movimientos populistas, sino que es producto de la banalización y pauperización del discurso político, contribuyendo así a la creación de sociedades binarias donde los matices y la búsqueda de compromisos inclusivos ceden terreno frente a posiciones radicales. Aquellos que anunciaban el amanecer de una "política de consenso" más allá de las tradicionales demarcaciones izquierda/derecha, constatan en la actualidad la emergencia de nuevas fronteras políticas que fragilizan el consenso y de partidos políticos que aprovechan la debilidad del debate democrático para anunciarse como representantes directos investidos de la voz del pueblo (Mouffe, 2005: 51). En este sentido, la práctica discursiva que construye categorías excluyentes como pueblo/poder, amigo/enemigo, sociedad civil/élites, nacional/foráneo etc., no define únicamente al populismo, sino que ha pasado a ser una estrategia recurrente de movilización política en las democracias modernas. Por lo tanto, la fuerza explicativa de este proceso semiótico en referencia al populismo se diluye, ya sea porque se ha "populizado" la política o porque se ha politizado el populismo. 2- El populismo europeo El populismo europeo, vigente desde mediados/fines del siglo XIX, está fuertemente ligado al sentimiento nacionalista y, en algunos casos, a la consolidación del Estado. Desde fines del siglo XVIII, las nociones de nación y pueblo han articulado las construcciones de las diferentes instituciones y regímenes políticos, pero independientemente de cuáles hayan sido los caminos recorridos, todos se han visto inculcar por el Estado un cuerpo de valores destinado a exaltar las particularidades propias de cada pueblo, cimentadas en un sentimiento de solidaridad excluyente (Hermet, 1997: 34). Esta construcción de una solidaridad e identidad nacional siguió dos caminos diferentes. En los países liberales como Gran Bretaña y Francia, donde existía ya una ciudadanía en vías de expansión, la adhesión al proyecto nacionalista se logró bajo el entendido que si las masas hasta ahora sometidas devenían progresivamente actores políticos, el sistema sólo podría sostenerse a través de la solidaridad y pertenencia a una identidad común, a la vez nacionalista y cívica. Es en el ejercicio creciente de sus responsabilidades y derechos cívicos y políticos donde el pueblo (la ciudadanía en este caso) edifica un proyecto único del cual todos son parte. Por el contrario, en estados más autoritarios que liberales y de creación reciente y cuyo proceso de unificación aún no estaba terminado, como en Alemania o Italia, la nacionalización acelerada de esas identidades fragmentadas, tanto a nivel político como religioso, se construyó antes que nada sobre la solidaridad cultural de la población, a fin de paliar el lento (o inexistente) proceso de construcción cívica (Hermet, 1997: 35). El primer tipo de construcción nacional es lo que ha pasado a denominarse nacionalismo cívico liberal, más acotado a los Estados de Europa occidental. El segundo caso es el de un nacional-populismo o un nacionalismo orgánico y autoritario, más propio de Europa central y oriental Estas construcciones arquetípicas reflejan las dos grandes concepciones sobre la nación y la ciudadanía. La idea de nacionalismo occidental u oriental es intercambiable con la noción de nacionalismo político (el caso francés) o cultural (caso alemán). Si bien es sabido que todos los nacionalismos poseen a su vez características políticas o culturales, la distinción entre estas dos vertientes dependerá de la importancia relativa y de la prioridad histórica de los principios de la organización política o de las preocupaciones culturales (lengua, literatura, historia, folklore, etc.). En el caso de la nación política (Francia): el pueblo = Estado = nación. Toda la población residente sobre el territorio controlado por el Estado constituye la nación. Es el Estado quien crea, quien define la nación (creación desde arriba). En este caso, la unidad política precede a la unidad cultural. En este modelo, la ciudadanía puede ser adquirida por todos aquellos nacidos en el territorio (ius solis), y que adhieran a esta concepción (en el caso francés, a los valores republicanos). Típicamente esta forma de nacionalismo no reconoce la diferencia cultural (ej. velo musulmán). En el caso del nacionalismo cultural (Alemania), la unión se logra a través de una identidad común, lingüística, étnica o cultural. La Nación crea el Estado; la unidad cultural precede a la unidad política. En estos casos, la ciudadanía no puede ser adquirida, sino que es innata, reservada a un grupo primigenio definido en términos étnico-culturales (ius sanguinis). Este nacionalismo no reconoce la asimilación cultural (ej: los judíos o los turcos) (Greenfield, 1999: 48-49). El nacionalismo cívico liberal fue en gran medida impulsado por la clase dominante del momento-la burguesía económica-, y reposa sobre principios abstractos de igualdad y libertad propios de individuos desarraigados de los lazos comunitarios y necesarios para la creación de regímenes burgueses liberales (Khon, 1967). La burguesía, que no se reconocía en le "petit peuple", se oponía a la creación de una identidad nacional basada en características culturales populares. El nacional-populismo, por el contrario, más pasional que intelectual, se desarrolló ahí donde los constructores del Estado nación no tenían otro recurso que exaltar los particularismos culturales (o étnicos) de la comunidad en su proceso de construcción política. En los países de Europa Oriental, donde las élites burguesas carecían del empuje necesario (en parte por una débil industrialización y la permanencia de fuertes estructuras rurales, con históricos lazos de solidaridad entre sí y de subordinación a la autoridad), los valores liberales no lograron influenciar la construcción del Estado. El nacional populismo puede ser visto, igualmente, como un fenómeno de resistencia y de rechazo hacia una opresión exterior, como fue el caso de los Balcanes bajo la dominación Austro-Húngara, de Irlanda hacia Inglaterra o del país vasco contra España. Esta forma de solidaridad se cristalizó en gran medida en las minorías oprimidas en el seno de imperios multiétnicos que, ansiosos por imponer una uniformidad liberal o autoritaria, provocaron como reacción la consolidación de identidades nacionales deseosas de garantizar su libertad, autonomía e integridad a través de la edificación de un Estado propio. El nacional populismo, exacerbando en algunos casos el carácter casi mesiánico de pertenencia a una cultura única, producirá emancipaciones ideológicas peligrosas como el fascismo. El populismo europeo ha conocido diferentes corrientes políticas a lo largo del siglo XX que desgraciadamente no podemos tratar aquí. Conviene sin embargo mencionar que en su acepción más reciente, el populismo europeo se ha visto revigorizado por una unión discursiva con la extrema derecha (o lo que se ha denominado como la "nouvelle droite"), que maneja a placer los discursos identitarios, nacionalistas y anti-elites en un peligroso cocktail ideológico a fuerte potencial de movilización. Mazzolenni ha identificado 5 características centrales de este "neo-populismo" europeo (2003: 117). En primer lugar el populismo conduce a una valorización del pueblo, del "hombre de la calle". El llamado al pueblo implica la participación política directa y la desconfianza de la democracia representativa. El "culto al pueblo" se acompaña con la crítica a las élites. En cuarto lugar, un equilibrio precario se instala entre crítica y aceptación del sistema. Como las instituciones son necesarias para aportar la legitimidad política, la crítica no puede abiertamente intentar destruir el sistema político; en algunos países pueden entonces instalarse "simulacros de democracia". Por último, el populismo es acompañado casi siempre de la exaltación del líder carismático en el cual se concentran el proyecto y las aspiraciones del pueblo. Convengamos, sin embargo, que no todos los movimientos populistas europeos son de derecha, reflejando así la "flexibilidad" ideológica (u oportunismo político) de estos partidos así como la heterogeneidad de la base de apoyo a los movimientos populistas. Estos y otros puntos han conducido a ciertos autores a ver en el resurgimiento del populismo de derecha una amenaza al orden democrático (Mouffe, 2005), pero otros, más mesurados, ven en el éxito de estos partidos de "nueva derecha" un realineamiento de los clivajes tradicionales y de las lealtades partidarias (Sciarini et al. 2002, Hug y Treschel, 2002, Lachat y Kriesi, 2008, Oesch, 2008). En este sentido, los partidos populistas se beneficiarían de un posicionamiento ideológico en terreno fértil y de una hábil estrategia política frente al inmovilismo de los partidos más tradicionales, socialistas y de centro derecha, limitados en su accionar por lealtades de clase y concepciones morales anquilosadas. 3- El populismo Latinoamericano El caso latinoamericano no escapa, como sus colegas europeo o norteamericano, a las dificultades de conceptualización producto de diferentes enfoques disciplinarios. Weyland (2001) ha realizado un importante trabajo estudiando los diferentes conceptos que han sido utilizados para abarcar el populismo latinoamericano y demostrar que la confusión conceptual proviene del hecho que los académicos enfatizan diferentes atributos como características decisivas del concepto, sin ponerse de acuerdo si estamos hablando del ámbito político, económico, social, discursivo u otro (Weyland, 2001:2). Tres grandes enfoques han predominado en el estudio del populismo. Entre 1960-80, la utilización de conceptos cumulativos predominó en el estudio del fenómeno3, influenciada por las teorías desarrollistas (modernización y dependencia) que argumentaban la fuerte subordinación de la esfera política a los factores socio económicos. Estos autores resaltaban en el populismo un conjunto central de características políticas y socioeconómicas. Los regímenes populistas serían en parte una respuesta a los fenómenos de urbanización, de industrialización y de participación masiva que fragilizaron las instituciones existentes y permitieron la emergencia de regímenes inestables centrados a menudo en una lógica de acción política personalista y carismática, plebiscitaria y redistributiva, destinada a agrupar y movilizar las masas desorganizadas y amorfas (Germani, 1974). Ciertos autores han querido ver en el populismo un proceso de desarrollo intermedio entre el pasaje de una sociedad tradicional o pre industrial hacia una sociedad moderna industrializada, orientada a la sustitución de importaciones y donde un régimen oligárquico cede terreno frente a la emergencia de la sociedad de masas (Cardoso y Faletto, 1979). Otros autores, como Roberts (1995: 89), han intentando descifrar el populismo utilizando conceptos radiales o de adición4. Así, los populismos latinoamericanos tendrían las siguientes características: Un liderazgo paternalista y personalista; una coalición política heterogénea y multi –clase; un proceso de movilización política top down que cortocircuita las instancias tradicionales de mediación; una ideología amorfa y ecléctica; y un proyecto económico que utiliza importantes políticas redistributivas y clientelares. La existencia de estos 5 aspectos caracterizaría al populismo pleno, mientras que la presencia de una o más características constituiría sub-tipos particulares de populismo. Por último, la tradición más reciente se ha centrado en el estudio del populismo latinoamericano como un concepto clásico en el ámbito político. El populismo no puede ser enfocado como un concepto económico, argumenta Weyland (2001:11) porque su utilización es confusa y problemática y la política económica es, en manos populistas, un instrumento, no un fin. La definición política ve al populismo como una manera particular de competir y ejercer el poder. El populismo se sitúa en la esfera de la dominación, no de la distribución. El populismo intenta antes que nada construir formas de control político, y la distribución de beneficios a través de políticas socio-económicas es una herramienta para facilitar ese control. El líder populista busca ganar y ejercer el poder, y su oportunismo tiene como corolario un débil compromiso en el campo ideológico y programático. Construido a partir de la dicotomía amigo/enemigo que permea toda acción política, el populismo debe ser definido como una estrategia política, entendida como la capacidad de los líderes de perpetuarse en la arena política. Bajo el populismo, el "gobierno" es ejercido por un líder carismático, no por un grupo u organización política (Weyland, 2001: 18). El populismo surge principalmente cuando ese líder logra arrear y agrupar el apoyo masivo de gran parte del pueblo en un movimiento espontaneo y atomizado donde la lealtad de cada individuo se inscribe en una lógica vertical de subordinación entre él y el líder, y no en una lógica horizontal de solidaridad mecánica de pertenencia a un proyecto común. En este sentido, los movimientos populistas y sus adherentes carecen de la cohesión ideológica necesaria para que el movimiento sobreviva a la partida/muerte del líder. 4- Democracia populista Vs. Populismos semi-democráticos A modo de breve conclusión, desearía discutir brevemente uno de los puntos subrayados en la introducción. Si una de las características principales de la nueva cultura política y democrática es el populismo, entendido como un discurso anti élite y anti establishment (y hasta anti intelectual), conviene interrogarse entonces en qué se parecen las democracias populistas modernas (como la Americana o la Francesa) y los regímenes populistas democráticos o semi-democráticos (Argentina, Venezuela, Ecuador, etc.). Por lo tanto, hay que distinguir entre lo que es una característica secundaria del sistema – el populismo como lenguaje político – de un principio ordenador y legitimador del poder -el populismo en los regímenes latinoamericanos-. La diferencia puede ser entendida con un claro ejemplo. Mientras que el lenguaje populista en las democracias modernas tiene como cometido "igualar" al líder político con el votante común, el populismo latinoamericano presupone todo lo contrario, la excepcionalidad del líder. El populismo americano o francés actual elimina todo privilegio, todo "passe-droit" que la figura del líder político piense poder tener por su pertenencia a un grupo privilegiado; por el contrario, presupone que el contrato de confianza ciudadano entre gobernados y gobernantes demanda una conducta intachable y responsable de estos últimos. En el caso de los populismos semi-democráticos, el líder es por naturaleza excepcional y, ya sea por la escasa instrucción cívica y ciudadana, por la corrupción del sistema político o por lo que es aún peor, la creencia dogmática en el carácter mesiánico del líder, éste se encuentra, de facto, por encima de la ciudadanía (y por ende de la ley). El culto al líder al que se libran los populismos latinoamericanos y la triste complacencia de las ciudadanías amorfas erosionan el accionar democrático, debilitan la separación de poderes y conducen a la utilización irresponsable y clientelista de los recursos nacionales. Si es innegable igualmente que el discurso populista en las democracias modernas puede ser antes que nada una estrategia política en época de crisis y vacas flacas, no obstante éste se construye sobre una premisa incuestionable: la igualdad ciudadana y la necesidad de contralor del poder político. Lo importante aquí no es la incorporación ética por parte de las élites de los principios de igualdad y responsabilidad, sino la sanción, electoral o legal, de todo comportamiento que infrinja ese contrato de confianza. Lejos de mí la idea de asimilar al elector francés o americano a un quijote cívico y moralizador, pero en su estrategia "maximizadora" de bienestar no se encuentra la tolerancia a la corrupción política, al abuso de poder o a la desigualdad manifiesta entre gobernantes y gobernados. Si bien admitimos que el populismo latinoamericano emerge en un contexto histórico de débil institucionalización en las décadas del 20-30 en adelante (en cierta medida heredero de las tradiciones caudillistas), y que el vínculo primordial entre líder y pueblo fue en parte necesario para asegurar derechos sociales y cívicos antes del otorgamiento de plenos derechos políticos, ¿qué argumentos justifican 60 años después de un Perón o un Vargas la ciega obsecuencia ante un "déspota iluminado"?.1- El presente artículo retoma partes de un trabajo más extenso dedicado al estudio del fenómeno populista en los Estados Unidos (en vías de publicación). Lo que se presenta a continuación sirve como introducción teórica en dicho artículo. La conclusión de este artículo sí representa una reflexión original.2- Autores como Schumpeter, sin embargo, han argumentado contra el concepto clásico de democracia popular extendida, avanzando que una parte importante de la ciudadanía carece de los conocimientos necesarios para realizar juicios instruidos y determinar el bien común y que por lo tanto estaría ésta a la merced de élites políticas "manipuladoras". En este sentido, el ciudadano debería limitarse a la elección de líderes y a su sanción periódica vía los procesos electorales. Ver J. SHUMPETER, 1994 (rev. ed), Capitalism. Socialism and Democracy, Routledge.3- Los conceptos cumulativos elaboran definiciones combinando los atributos de diferentes campos a través de la lógica de inclusión "Y". Sólo las características comunes de todos los dominios son adoptadas como determinantes del concepto. Los conceptos cumulativos aportan un alto estándar de inclusión con un pequeño número de casos y excluyen la posibilidad de casos "límite". Un problema recurrente de los conceptos cumulativos es su debilidad empírica si hay escasa superposición entre las diferentes áreas de estudio, generando así pocos casos reales que cumplan con el fuerte contenido teórico.4- Los conceptos radiales utilizan la preposición lógica "O", conectando los atributos propuestos por los autores en diferentes campos. Si un caso posee al menos una de estas características puede ser incorporado al estudio del concepto. Si los conceptos radiales poseen las ventajas de abarcar un amplio universo de casos, la pertinencia de cada caso dependerá del número de características totales que posea, falseando entonces la comparación entre los diferentes casos. Así, en el caso del populismo, tendríamos populismos "leves" que poseen unas pocas características conceptuales contra populismos fuertes que se asemejarían a los "tipos ideales". 5- BibliografíaAERSINGER, P., «Ideology and Behavior : Legislative Politics in Western Populism» in Agricultural History, Vol. 58 (jan. 1984), pp. 43-58.AGULHON, M., et al. «Le populisme ? Neuf réponses» in Vingtième Siècle. Revue d´histoire, Nº56, Numéro spécial : Les populismes (Oct.-Dec., 1997), pp. 224-242.BADIE, B., «Une Faillite du Politique» in «Le populisme ? Neuf réponses» in Vingtième Siècle. 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El número de ENCUENTROS LATINOAMERICANOS que aquí presentamos, se inscribe en la perspectiva de los intereses de la Sección "Pensamiento, Sociedad y Democracia" del Centro de Estudios Interdisciplinarios Latinoamericanos (CEIL) "Profa. Lucía Sala". En la convocatoria para el mismo realizada en 2015, se privilegió el dossier "Democracias en revolución y revoluciones en democracia", invitando también a las y los colegas, a la presentación de artículos para las secciones "Pensamiento", "Sociedad", "Democracia" e "Integración", así como de reseñas bibliográficas de interés en el campo de los estudios interdisciplinarios latinoamericanos. El dossier "Democracias en revolución y revoluciones en democracia", descontando su intrínseca relevancia, fue concebido especialmente como aporte al programa de investigación que bajo esa denominación fue promovido inicialmente desde el Instituto de Altos Estudios Nacionales (IAEN) de la República de Ecuador, programa del que el CEIL es desde los inicios del mismo uno de sus nodos en Uruguay. En nuestra convocatoria a realizar aportes al dossier, señalábamos que en la década de los sesenta del siglo XX uno de los tópicos que centralmente convocó al pensamiento en el campo de las ciencias humanas y sociales fue el de la revolución. Que en la de los setenta el foco se desplazó tal vez a la naturaleza de los nuevos autoritarismos entonces emergentes, que a través de su ejercicio del poder dejaron fuera de lugar el horizonte de revolución de la década precedente. Ya en la década de los ochenta, coincidiendo con los procesos de transición a la democracia en la región, el tópico de la democracia adquirió una centralidad que no ha declinado hasta el presente, aunque atravesado por nuevos procesos a nivel regional y global y por otros asuntos de impacto creciente.Hoy, no obstante síntomas que han llevado a muchos analistas a pensar o vaticinar una declinación o crisis del ciclo de gobiernos de izquierda o progresistas en América Latina, abriendo lugar a un ciclo de gobiernos de derecha o conservadores, que podrían ser síntoma a nivel del escenario político, de cambios posibles más profundos en lo socio-político y cultural en el sentido de una recomposición hegemónica de horizonte mundial; procesoscomo los que con distintos grados de dificultad tienen lugar en Venezuela, Bolivia y Ecuador, identificados respectivamente como "revolución bolivariana", "revolución cultural y democrática" y "revolución ciudadana", ponen en específica relación y tensión a las lógicas de la democracia y la revolución, que en contextos anteriores se presentaban como excluyentes. Con recientes giros a la derecha en Argentina y Brasil, en estos países, así como en Uruguay, sin reivindicarse explícitamente el concepto de revolución, han tenido lugar transformaciones sociales, políticas e institucionales que podrían entenderse como revolucionarias, aunque realizadas en democracia. Con sus particularidades, los procesos en Venezuela, Bolivia y Ecuador por un lado y los de Argentina, Brasil y Uruguay por otro, se constituyeron en las referencias fundantes e iniciales del programa "Democracias en revolución y revoluciones en democracia", abierto a la investigación y reflexión sobre otros países de la región y sobre esta como conjunto. A título indicativo aunque no excluyente, señalamos que los problemas relativos a: Estado, democracia y derechos, identidad, cultura e interculturalidad, procesos de integración regional, usos y sentidos de democracia y revolución en los procesos actuales y en el pensamiento latinoamericano pasado y presente, encontrarían eventual acogida en el dossier entonces proyectado. Sobre esos antecedentes, contamos finalmente en el dossier "Democracias en revolución y revoluciones en democracia" con los artículos que a continuación presentamos brevemente. Sebastián Levalle en "América Latina: entre la anomalía y la utopía. Una lectura americanista de los procesos de cambio en Bolivia, Ecuador y Venezuela en el siglo XXI". (págs. 7-40), se propone a través de una lectura nuestroamericanista profundizar en elementos constitutivos de la realidad latinoamericana que permitan la comprensión de los procesos en curso en lo que va del siglo XXI en Venezuela, Bolivia y Ecuador. El camino que nos invita a recorrer –desde lo tópico a lo utópico-, consta de tres momentos. El primero de los mismos apunta a la asunción de nuestras especificidades latinoamericanas. En el segundo se procura dar cuenta de los horizontes de visibilidad de lo identitario en el marco de las protestas y movilizaciones populares contra las políticas neoliberales. El artículo culmina con una discusión sobre las tensiones y el rumbo de los procesos de cambio en los tres países considerados.En "Política social en Venezuela. Las Misiones sociales" (págs. 41-67), su autora, Alba Carosio, se centra en el análisis de las políticas sociales de la Revolución Bolivariana, que enmarcadas en una filosofía de la izquierda política orientada a la realización de la igualdad y la justicia social como principios fundamentales, se han desarrollado como Misiones Sociales. Procura dar cuenta de la singularidad en la construcción de estas políticas sociales, en las que por mecanismos no institucionales se procura responder a las demandas sociales, procurando fortalecer o crear un vínculo personal entre las y los sujetos demandantes y los líderes políticos junto con sus funcionarios más cercanos, que dicen acerca de la singular presencia de la dimensión emocional intersubjetivamente tejida, en la construcción, extensión, profundización y consolidación de estas políticas sociales. Javier Alfredo Biardeau Restrepo, en su artículo "La hegemonía estadounidense y el cierre del universo del discurso sobre la democracia: tensiones frente al proyecto bolivariano de "democracia social y participativa" (págs.68-114), indaga las fuentes sobre las que el modelo de democracia de los EEUU ha fundado su condición de sentido común legitimador de su sociedad y construido su retórica democrática de proyección internacional hegemónica. El artículo recorre momentos históricos de significación en la constitución de la gramática política de la mentalidad de sus élites, incluyendo la promoción de la activación de la carta democrática interamericana contra la revolución bolivariana en la primera década del siglo en curso. Fundamentos de la república liberal en su relación con la soberanía popular, hacen part6e del análisis, para culminar en consideraciones sobre la profundización de la participación y el protagonismo popular en la construcción de la democracia revolucionaria en Venezuela, en cuanto bases socio-políticas y culturales para prácticas de emancipación y autodeterminación nacional que permitan adversar al imperialismo en su proceso de globalización neoliberal.Una reflexión de carácter regional, es la que desarrolla Eduardo J. Vior en su texto "La revolución de la ciudadanía suramericana" (págs.115-155). Enmarca la misma en los procesos institucionalmente promovidos desde la UNASUR, que suponen actual o potencialmente sobre la referencia los derechos humanos de los migrantes en la región, la perspectiva de constitución de una ciudadanía suramericana. Lo revolucionario de estos procesos radica en que deja de ser el Estado quien tiene la prerrogativa de otorgar la ciudadanía, para ser las personas o los grupos en su condición de titulares de derechos, quienes eligen el Estado en el que legitimar el ejercicio de su ciudadanía. A partir de esta novedad impulsada por la UNASUR en concurrencia con las demandas por derechos y ciudadanía de los migrantes, se consideran los problemas teóricos, jurídicos y políticos que la misma pone en escena, trazando algunas de las líneas más relevantes del debate y se avanzan conjeturas plausibles respecto de los caminos por los que podría progresar esta nueva forma de construcción de ciudadanía, la que también es considerada y tipificada en la perspectiva de la teoría de la revolución. Se discuten en definitiva las condiciones históricas y teóricas de factibilidad de una ciudadanía suramericana, así como su inscripción en el que se tipifica como un ciclo largo de la revolución democrática, para focalizar finalmente la continuidadde esta revolución con las condiciones actuales de los que califica como "metarregionalismos disgregadores". Gustavo José Albino de Sousa en su artículo "Políticas y conceptos de educación integral en Brasil: ¿La búsqueda de avances democráticos? (págs.156-207), en el marco de la que valora como una coyuntura –política, económica y social- global que afecta a los distintos países, pone en el foco de su análisis al concepto de educación integral en Brasil, su implementación en el marco de los programas y políticas de gobierno y su potencial contribución al desarrollo de la democracia en ese país. Contextualiza brevemente la política educacional brasileña en sus caminos neoliberales y de la Tercera Vía, pasando por la comprensión contemporánea de la educación integral y especialmente de las políticas del Gobierno Federal de Brasil a través del Programa Más Educación y del Plan Nacional de Educación 2014-20124. Las conclusiones parecen revelar que el aporte esperado de la educación a los avances democráticos, queda por debajo de las expectativas. Lejos de tales avances, la propuesta educativa vigente, en lugar de integración de las clases sociales parece promover un alejamiento de las mismas, lo cual pone en evidencia la necesidad de la transformación de la misma para el desarrollo democrático de Brasil. José Stagnaro Bonilla en "Dictadura, izquierda y democracia en Uruguay. Transformación de la izquierda uruguaya pos dictadura" (págs.208-248) propone un análisis de los discursos de la izquierda uruguaya en relación al uso del concepto de "democracia" que en los mismos se hace presente antes y después del golpe de Estado del 27 de junio de 1973, valorando como una verdadera "mutación" la que en relación a dicho concepto se ha operado en esos discursos que se sitúan en esos tiempos políticamente tan diferentes de la pre-dictadura y de la pos-dictadura. Desde el punto de vista teórico, el artículo hace suyo la perspectiva del análisis del discurso propuesta por Ernesto Laclau y Chantal Mouffe, para dar cuenta del surgimiento de la nueva izquierda institucional uruguaya que se extiende y consolida en la década de los 90 con la formación del "Encuentro Progresista". El análisis da cuenta de las que interpreta como causas de ese cambio en los usos del concepto de democracia, indicando que a partir de la recuperación de la institucionalidad democrática en 1985, la izquierda internalizará como propio el discurso que reduce a la política a la administración del Estado y que se adscribe a las virtudes de la democracia representativa."Democracias para la liberación y la necesidad de un proyecto transmoderno" de Héctor Altamirano (págs. 249-271) ensaya aproximaciones a diversos aspectos de las democracias contemporáneas en América Latina, desde procesos cuyo inicio remite a la década de los 70 del siglo pasado. En esa línea realiza algunas valoraciones sobre la recomposición del sistema mundial, así como consideraciones sobre los rasgos del desarrollo de uncambio cultural que profundiza el individualismo, para lo que entre otras lógicas procura la destrucción de valores y criterios propios de las formas comunitarias de vida. Frente a esa recomposición hegemónica de alcance planetario y los rasgos hiper-individualistas que caracterizan a su producción de identidad, registra procesos emergentes contra-hegemónicos en Latinoamérica a los que propone identificar como semillas de sociedades emancipatorias que a futuro desarrollarán "democracias para la liberación". Adscribe a esos procesos el carácter de necesarios, no en el sentido de inevitables, sino en cuanto aquellos de los cuales depende desde hoy la posibilidad de vida humana y de la naturaleza en el planeta en el futuro. Karen Wild Díaz en "Traernos unos a otros a la existencia. Micropolítica indígena y ontologías relacionales" (págs.272-290), reflexiona sobre el neoextractivismo desarrollista en América Latina, al que identifica como forma específica de la experiencia moderna/colonial en nuestra región, explicitando y considerando los ejes de esa estrategia que apuntalan el avance y profundización del capitalismo al mercantilizar tanto a los seres humanos como a su entorno vital, con la consecuente sujeción y exclusión social y natural. Postula la tesis de que para hacer posible un mundo en el que todos puedan vivir –la naturaleza incluida-, que más allá de la experiencia moderna/colonial abriría una perspectiva transmoderna/poscolonial, lo que se precisa no son formas alternativas de desarrollo, sino alternativas al desarrollo que habiliten la configuración de otras formas de experiencia. En esa perspectiva el artículo se interesa por las ontologías relacionales, las que constituyen la matriz de las comunidades indígenas-campesinas y argumenta en la dirección de fundamentar que algunas de las luchas que comunidades informadas por las ontologías relacionales, desarrollan contra los megaproyectos neoextractivistas, verosímilmente habrían de constituirse en fundamentales antagonistas a la modernidad / colonialidad hoy dominante. "Tres perspectivas sobre la vía democrática al socialismo o avanzar en democracia al socialismo: Rodney Arismendi, Nicos Poulantzas y Álvaro García Linera" de Alexis Capobianco Vieyto (págs.291-343) presenta en sus líneas fundamentales el pensamiento de Rodney Arismendi – quien fuera Secretario del Partido Comunista del Uruguay de 1955 a 1987, fundador del Frente Amplio y diputado durante un extenso período-, en torno a sus conceptos de "Democracia avanzada" y "Avanzar en democracia" que expresara y promoviera oportunamente como formas de alcanzar y realizar en democracia la transición al socialismo. El interés puesto en el pensamiento de Arismendi se enriquece a través de la búsqueda y presentación de puntos de contacto con los planteamientos del actual Vicepresidente del Estado Plurinacional de Bolivia y dirigente del Movimiento a l Socialismo en ese país andino, asi como con los del teórico eurocomunista Nicos Poulantzas que cuenta entre las principales fuentes teóricas del intelectual y político boliviano.Con motivo de la conmemoración de los cien años del nacimiento del Ingeniero José Luis Massera (José Luis Massera, 8 de junio de 1915 – 9 de setiembre de 2002), destacado científico, intelectual y político uruguayo, una Comisión de Homenajes llevó a cabo durante el año 2015 una serie de actividades, entre las cuales se realizó la Mesa Redonda "El aporte de Massera al avance en democracia" en la Biblioteca del Palacio Legislativo, el 8 de junio de 2015. Para esa ocasión y con ese título, quien ahora escribe, participó con una exposición (págs. 344-362) en la que luego de reflexionar sobre la expresión "avance en democracia" , lo hizo sobre "avanzar en democracia como consigna estratégico-táctica", sobre los antecedentes teórico-políticos de dicha consigna, planteamientos de Massera en la pre-dictadura y en la pos-dictadura en relación a la misma, y su posicionamiento último de transición al comunismo que en 1996 –luego del derrumbe de la Unión Soviética y el campo socialista-, dice acerca de una perspectiva crítica y teórica que se permitió ir más allá de la coyuntura. Fuera del dossier, como único aporte a la Sección Pensamiento, tenemos el artículo "Juan Luis Segundo en la filosofía política latinoamericana" de Federico Frontán, (págs.363-385) que se propone reivindicar la religiosidad popular como lugar del pensamiento crítico, lo hace a través de una consideración de la influencia del pensamiento de Pablo de Tarso en la teología de la liberación en general y específicamente, en los escritos del teólogo y filósofo uruguayo, considerando los aportes de Juan Luis Segundo a la reflexión política contemporánea, así como su concepción de la "religiosidad popular" en América Latina. Respondiendo a la solicitud de la editorial se presenta una reseña crítica del libro Pueblos indígenas para el mundo del mañana. Una guía de Stepehn Corry (págs.386-396) Quiero agradecer a todas las personas que hicieron posible este número: a quienes tienen la autoría de los artículos enviados de los cuales un número significativo finalmente se ha publicado, a quienes colaboraron con las evaluaciones de los mismos y, muy especialmente, a Daniel Michelazzo por haber realizado todo el proceso de comunicación con autores y evaluadores, garantizando el anonimato del proceso de evaluación, y su inevaluable aporte a la edición del número y a Karen Wild Díaz por haber colaborado en el análisis del grado de respuesta de los autores a las evaluaciones realizadas, aportando fundamentos a la toma de decisiones respecto de los artículos a ser finalmente aceptados e incluidos en la presente publicación. Yamandú AcostaEditor
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Maahanmuutosta ja monikulttuurisista yhteiskunnista keskustellaan kaikkialla läntisessä maailmassa. Globalisaation tuloksena ihmisten odotetaan liikkuvan paikasta toiseen enemmän ja nopeammin kuin koskaan. Samalla kun yksilöt, ryhmät ja ideat liikkuvat ja kohtaavat, yhteiskuntien vanhat ja olemassa olevat rakenteet tulevat haastetuiksi. Sosiaalinen epävarmuus johtaa usein kysymyksiin siitä, mikä jokin yhteiskunta itsessään on, mitkä sen perustavat tekijät ovat ja ketkä ovat sen jäseniä. Millaisia uusia jäseniä yhteiskuntaan hyväksytään ja millä ehdoilla? Kuinka suhtaudutaan olemassa oleviin vähemmistöihin? Tässä tutkimuksessa tarkastellaan, kuinka suomalaiset ja alankomaalaiset ajanviete- ja järjestölehdet osallistuivat tähän keskusteluun vuosina 2003–2006. Tutkimuksessa analysoidaan maahanmuuton ja etnisen moninaisuuden diskursseja sekä maahanmuuttajien ja etnisiin vähemmistöihin kuuluvien henkilöiden artikulaatioita yleisaikakauslehdissä Suomen Kuvalehti ja Elsevier, rakennusalan ammattiliittolehdissä Rakentaja ja FNV Bouw Magazine (Bouw), naistenlehdissä Me Naiset ja Libelle sekä seniorikansalaisten lehdissä ET ja Plus Magazine (Plus). Kirjoittaessaan näistä aiheista aikakauslehdet artikuloivat ihmisistä representaatioita, joihin sisältyy ajatus siitä, keitä he ovat ja millaisia ominaisuuksia heillä on. Nämä artikulaatiot tarjoavat maahanmuuttajille ja etnisiin vähemmistöihin kuuluville subjektipositioita, jotka ovat yhdistelmä teksteissä ihmisille määritettyjä identiteettikategorioita ja muita ominaisuuksia, jotka kertovat mihin ryhmään ihminen kuuluu. Aikakauslehdet eivät pelkästään pyri vahvistamaan kansallista yhteisöä, vaan lisäksi ja erityisesti lukijoiden muodostamaa yhteisöä. Aikakauslehdet rakentavat symbolisia yhteisöjä jotka voivat olla sisään- tai ulossulkevia suhteessa maahanmuuttajiin ja etnisiin vähemmistöihin. Tällä on todellista merkitystä teksteissä esitettyjen ihmisten kannalta, sillä median rooli on keskeinen siinä, kuinka näihin ihmisiin suhtaudutaan median ulkopuolella tapahtuvissa kohtaamisissa sekä julkisissa mielipiteissä. Suomi ja Alankomaat valittiin vertailun kohteeksi niiden yhtäläisyyksien vuoksi länsimaisina hyvinvointivaltioina, mutta etenkin johtuen niiden erilaisista maahanmuuttohistorioista. Alankomaat on ollut kaupan keskus ja maahanmuuton kohde kautta vuosisatojen. Se on vastaanottanut suuria maahanmuuttajaryhmiä 1950-luvulta lähtien ja on nykyisin yksi Euroopan monikulttuurisimpia maita. Suomessa on ajoittain ollut liikaväestöä työmahdollisuuksiin nähden, ja se on muuttunut maastamuuttomaasta varsinaiseksi maahanmuuttomaaksi vasta 1990-luvulta alkaen. Tutkimuksessa analysoidaan maahanmuuton ja etnisen moninaisuuden diskursseja. Siinä kysytään, mitkä maahanmuuttaja- ja etnisiin vähemmistöihin kuuluvat toimijat ovat keskeisiä eri aikakauslehdille: keitä määritellään toimijoiksi ja miten? Millaisia subjektipositioita maahanmuuttajatoimijoille ja etnisiin vähemmistöihin kuuluville annetaan ja kuinka heidän subjektipositionsa ja sosiaalinen identiteettinsä artikuloidaan? Miten lukijat asemoidaan teksteissä suhteessa maahanmuuttajiin ja etnisiin vähemmistöihin? Lisäksi tutkimuksessa pyritään määrittämään, kenelle aikakauslehdet tarjoavat symbolisten ja todellisten yhteisöjen jäsenyyttä ja millä ehdoilla kontekstissa, joka ajoittain on kasvavan kriittinen monikulttuurisuutta kohtaan. Symboliset yhteisöt ovat yhteisöjä, joiden jäsenet eivät välttämättä tunne toisiaan. Siksi yhteisyys ja samanlaisuus jäsenten välillä on kuviteltava ja sitä on vahvistettava symbolisesti. Kansakunnat ovat symbolisia yhteisöjä samoin kuin mediayleisöt, ja niitä määritellään mediateksteissä. Tutkimuksessa kiinnitetään myös huomiota niihin vaihtoehtoihin, joilla etnistä moninaisuutta katsotaan yhteiskunnassa voitavan järjestää: vaihtoehtoisia diskursseja ovat universalismi, assimilaatio, multikulturalismi ja eriytyneisyys (segregaatio). Tutkimuksessa yhdistetään määrällisiä ja laadullisia tutkimusmenetelmiä. Kummassakin analyysimenetelmässä on lähtökohtana Laclaun ja Mouffen (1985/2001) diskurssiteoria. Määrällisen analyysin, joka lisäksi nojaa identiteettiteorioihin, tuloksia esitellään luvussa 4. Määrällinen analyysi tarjoaa yleiskuvan tutkimusmateriaalista ja sen sisällöstä, erityisesti tekstien toimijoista. Sen avulla tuotetaan alustava analyysi toimijoille teksteissä artikuloitavista subjektipositioista. Analyysi myös tarkentaa laadullisen analyysin kohteita. Määrällistä analyysia seuraavassa laadullisessa diskurssiteoreettisessa analyysissa luvussa 5 analysoidaan maahanmuuttoa ja etnistä moninaisuutta koskevia diskursiivisia kenttiä, diskursseja, subjektipositioita, toimijoiden välille luotavia hierarkioita ja symbolisia yhteisöjä eri lehdissä. Analyysia jatketaan johtopäätösluvussa 6. Määrällisen analyysin pohjalta voidaan todeta, että suomalaisissa aikakauslehdissä kirjoitetaan maahanmuutosta ja etnisistä vähemmistöistä huomattavasti harvemmin kuin alankomaalaisissa lehdissä. Suomalaiset lehdet hyödynsivät henkilökohtaisempaa näkökulmaa asioihin, kun taas alankomaalaislehdet kirjoittivat suuremmista ryhmistä. Kaikilla lehdillä oli itselleen tyypillinen tapa esittää ja tarkastella maahanmuuttajia ja etnisiä vähemmistöjä. Yhdistelemällä eri muuttujia koskevia tuloksia voitiin määritellä maahanmuuttaja- ja etnisiin ryhmiin kuuluvien henkilöiden tyyppitapaukset eri lehdissä. Nämä tyyppitapaukset edustivat sellaisia ihmisiä ja aiheita, jotka olivat keskeisiä lehdelle ja sen lukijoille. Rakennusalan ammattiliittolehdissä maahanmuuttajan tyyppitapaus oli ulkomaalainen rakennustyöntekijä, joka joko oli tai ei ollut ammattiliiton jäsen. Naistenlehdissä sekä seniorilehdessä ET maahanmuuttajan tai etniseen vähemmistöön kuuluvan tyyppitapauksena oli suomalaisen tai hollantilaisen perheenjäsen, työkaveri tai muu läheinen. Yleisaikakauslehdessä Suomen Kuvalehti maahanmuuttajina esiintyivät menestyvät maahanmuuttajat ja asiantuntijat sekä maahan mahdollisesti tulossa olevat maahanmuuttajat. Alankomaalaisessa Elsevierissä ja seniorilehdessä Plus tyyppitapauksena oli alankomaalainen etnisten vähemmistöjen kategoria, allochtoon tai muslimit, tai yksittäinen samoja ryhmiä edustava asiantuntija. Rakennusalan ammattiliittolehtien diskursseissa maahanmuutto ja ulkomaalaiset rakennustyöntekijät artikuloitiin uhkaksi, liiton jäseninä tervetulleeksi joukoksi, tai niissä kannettiin huolta etnisiin vähemmistöihin kuuluvien henkilöiden työmarkkinaosallistumisesta. Universalismi artikuloitiin etnisen moninaisuuden järjestämisen vaihtoehdoksi. Naistenlehdissä ja ET¬-lehdessä artikuloitiin perheissä tapahtuvan kulttuurienvälisyyden, monikulttuurisen dialogin ja integraation, naiseuden juhlinnan ja henkilökohtaisten kokemusten juhlinnan diskurssit. Kaikissa diskursseissa artikuloitiin eri näkökulmista, kuinka ihmiset kohtaavat toisensa päivittäisessä elämässä ja kotoutuvat onnistuneesti. Diskurssit perustuivat enimmäkseen multikulturalistisiin näkemyksiin, mutta myös yhteiskunnallista osallistumista vaativaan universalismiin. Yleisaikakauslehdet ja seniorilehti Plus artikuloivat universalismin, assimilaation ja multikulturalismin diskurssit, joissa kaikissa otettiin erityinen näkökulma siihen, kuinka maahanmuuttajien ja etnisten vähemmistöjen tulisi kiinnittyä ja rakentaa siltoja yhteiskuntaan. Taloudellista osallistumista edellyttävää universalismia ja kulttuurista sulautumista vaativaa assimilaatiota painotettiin eniten. Eri lehdissä artikuloitujen diskurssien yhteenvetona voidaan todeta, että kaikki diskurssit perustuivat neljään eri tapaan artikuloida maahanmuutto ja etninen moninaisuus. Nämä aiheet ja ryhmät artikuloitiin uhkaksi, hyödykkeeksi, uhreiksi tai juhlinnan kohteiksi. Nämä artikulaatiot yhdistyivät erityisempiin maahanmuuttajien ja etnisiin vähemmistöihin kuuluvien subjektipositioiden artikulaatioihin. Niillä oli myös yhteys etnisen moninaisuuden järjestämistä ja symbolisia yhteisöjä koskeviin artikulaatioihin. Maahanmuuttajia ja etnisiä vähemmistöjä koskevat erityiset subjektipositiot muodostuivat teksteissä kolmesta elementistä, jotka ovat määräävässä asemassa sen suhteen, millaiseksi subjektipositio artikuloidaan. Ensimmäinen elementti määrittelee, ottaako artikulaatio kollektiivisen vai yksilöllisen näkökulman kohteena olevaan henkilöön. Toinen elementti määrittää missä määrin subjektipositio perustuu etniseen tai ei-etniseen identiteettikategoriaan. Kolmas elementti määrittää, esitetäänkö subjektipositio kuuluvaksi johonkin tiettyyn ryhmään vai sen ulkopuolelle. Nämä kolme elementtiä ovat siis 1) kollektiivinen–yksilöllinen, 2) etninen–ei-etninen ja 3) sisäpuoli–ulkopuoli. Nämä elementit muodostavat kahdeksan mahdollista yhdistelmää, ja elementtejä voidaan käyttää laajemminkin maahanmuuttajien ja etnisiin vähemmistöihin kuuluvien subjektipositioiden analysoimiseen mediateksteissä. Tutkimus osoittaa, että kaikkiaan uutisjournalismilla ja aikakauslehtijournalismilla on paljon yhteistä maahanmuuton ja etnisen moninaisuuden käsittelytavoissa. Tässä mielessä analysoidut aikakauslehdet olivat pikemminkin perinteisiä, eivätkä uutta luovia. Aikakauslehdissä näkyi kuitenkin selvemmin, että ne palvelevat kahta tarkoitusta kirjoittaessaan maahanmuutosta ja etnisestä moninaisuudesta. Yhtäältä aikakauslehdet artikuloivat lehdelle ja lukijoille tärkeän symbolisen yhteisön, mutta samalla ne myös artikuloivat kansallista yhteisöä. Nämä artikulaatiot esiintyivät rinnakkain, mutta jompaakumpaa niistä korostettiin. Rakennusalan ammattiliittolehdissä artikuloitiin ammattiliiton yhteisöä ja naistenlehdet korostivat naisten ja perheiden yhteisöjen artikulaatioita, kun taas yleisaikakauslehdet painottivat kansallista symbolista yhteisöä. Kaikki lehdet reflektoivat myös sitä symbolisen yhteisön kontekstia, jossa ne on tuotettu, eli tässä tapauksessa läntistä hyvinvointiyhteiskuntaa. Analysoidut aikakauslehdet osoittivat, että ne eivät ole pelkästään identiteettimedioita, jotka artikuloivat lukijoiden yhteisöjä, vaan myös poliittisia medioita, jotka käsittelevät yhteiskuntaa ja sen jäseniä laajassa mittakaavassa. Siksi maahanmuuttajien ja etnisen moninaisuuden artikulaatiot olivat myös osittain yhtenäisiä kaikissa lehdissä. Kaikilla lehdillä oli kuitenkin myös erityinen tapa lähestyä yhteiskunnallisia keskustelunaiheita, ja tämä tapa ei aina ollut sellainen kuin uutisjournalismissa. Aikakauslehdet myös tarjosivat tilaa henkilökohtaisille lähestymistavoille ja yksittäisille äänille. Suomalaisissa aikakauslehdissä maahanmuutto ei vuosina 2003–2006 vielä ollut yhteiskunnallisesti kovin merkittävä aihe. Sitä käsiteltiin enimmäkseen yksittäisten henkilöiden kokemusten kautta tai tulevaisuuden ilmiönä. Alankomaalaiset aikakauslehdet kertoivat monikulttuurisuuden kriisistä, jonka osana käydään kiivasta keskustelua yhteiskunnan etnisestä moninaisuudesta ja kansakunnan yhtenäisyydestä. Etenkin muslimivähemmistöön kohdistui epäilyksiä. Suomalaisessakin keskustelussa oli viitteitä tästä eurooppalaisesta keskustelusta. Kaikkia suomalaisia ja alankomaalaisia artikulaatioita ja diskursseja yhdistää se, että ne rakentavat kuvaa yhteiskuntaa ja kansakuntaa koskevista sosiaalisista kuvitelmista ja myyteistä. Aikakauslehdet pyrkivät ylläpitämään kansakuntaa artikuloimalla symbolisia yhteisöjä, jotka enimmäkseen ovat avoimia vain niille maahanmuuttajille ja etnisille vähemmistöille, jotka ovat osoittautuneet eniten samankaltaisiksi "syntyperäisten" asukkaiden kanssa. Maahanmuuttajan tai etniseen vähemmistöön kuuluvan subjektipositio molemmissa maissa artikuloitiin jokseenkin ulkopuoliseksi. Suomalaisessa keskustelussa maahanmuuttajat eivät vielä "olleet perillä"; alankomaalaisessa keskustelussa etniset vähemmistöt olivat läsnä, mutta usein sijoitettuina yhteiskunnan laitamille. Kaikista voimakkain ja kattavin yhteiskunnallinen myytti, joka yhdisti suomalaisia ja alankomaalaisia diskursseja, oli läntisen hyvinvointivaltion myytti. Kaikki lehdet käsittelivät hyvinvointivaltiota ja sen perustuksia, ja maahanmuuttajat ja etniset vähemmistöt sekä heidän subjektipositionsa artikuloitiin suhteessa hyvinvointivaltioon. Suomalaisissa lehdissä tarve ylläpitää hyvinvointivaltiota tulevaisuudessa oli ratkaiseva sen suhteen, millaisia maahanmuuttajia ja maahanmuuttoa halutaan nyt ja tulevaisuudessa. Alankomaiden tapauksessa huoli murenevasta hyvinvointivaltiosta ohjasi diskursseja aikakauslehdissä. Uusliberaali markkinalogiikka, joka vaatii, että hyvinvointivaltion jokainen jäsen on tuottava, määritteli aikakauslehdissä, kenet voitiin hyväksyä kansakunnan symboliseen yhteisöön ja millä ehdoilla. Yksilöt olivat henkilökohtaisessa vastuussa täyttää nämä vaatimukset ja heidän arvonsa symbolisen, samoin kuin todellisten yhteisöjen jäsenenä riippui heidän kyvystään onnistua siinä. Ihmisten jäsenyys valtiossa ja yhteiskunnassa ei perustunut esimerkiksi kansalais- tai poliittisiin oikeuksiin, eikä edes sosiaalisiin oikeuksiin, vaan sosiaaliseen velvollisuuteen antaa tuottava panos: maahanmuuttajien ja etnisten vähemmistöjen tulee palvella hyvinvointivaltiota, ei päinvastoin. ; Immigration and multicultural societies are debated all over the Western world nowadays. As a result of globalisation people are expected to move more and faster than ever. At the same time, when actual individuals move and new groups of people and ideas encounter each other, the more the 'old' or the 'already existing' paradigms within a society are challenged. Within societies, this social insecurity most often leads to ponderings concerning the society itself: what are the constructions of the society and who are its members? Which new members is the society willing to let in and on what conditions? How is the society to treat those minorities already forming part of it? This research discusses how popular and organisational magazines in Finland and in the Netherlands are taking part in this debate in 2003–2006. Discourses of immigration and ethnic diversity and articulations of immigrants and people belonging to ethnic minorities in general news magazines Suomen Kuvalehti and Elsevier, construction trade union magazines Rakentaja and Bouw, women's magazines Me Naiset and Libelle and seniors' magazines ET and Plus Magazine are analysed. When writing about these issues, magazines are articulating representations of people, including ideas of who they are and what kind of qualities they have. These articulations offer subject positions to immigrant and ethnic minority actors: selections of socially defined identity categories and qualities that are ascribed to people in the texts and that carry an idea of to which group people belong. Magazines not only aim at strengthening a national community, but also or especially the community that consists of their readers. In so doing, magazine texts construct symbolic communities that can be inclusive or exclusive towards immigrants and ethnic minorities. This has real effects on the lives of the people, since the role of the media is important in how these people are treated in encounters outside the media, as well as in the wider public opinions on these groups. Finland and the Netherlands were chosen to be the objects of this comparison due to their similarities as Western welfare states, but even more so due to their different immigration histories. Through the centuries, the Netherlands has been a central location for commerce and a destination for migrations. It has received large groups of immigrants from the 1950s on, and today it is one of the most multicultural countries in Europe. Finland has at times had an excess of population in proportion to jobs available. Hence it has traditionally been a country of emigration and did not see any extensive migration until 1990s and onwards. The study investigates the discourses articulated around floating signifiers immigration and ethnic diversity. It asks which ethnic or immigrant actors are relevant for different magazines: who is defined as actors in magazine texts and how are they defined? What kind of subject positions are ethnic/immigrant actors given to and, how are their collective identities and subject positions articulated? How are readers in different magazines positioned in relation to immigrants and ethnic minorities? Yet another question in this study is to determine to whom membership of the symbolic and real communities is available in different magazines in Finnish and Dutch contexts, which at times grow increasingly critical towards diversity and multiculturalism, and to determine under what conditions membership is possible. Symbolic communities are communities, in which the members do not know each other personally. Therefore, the unity and similarity between the members has to be imagined and strengthened symbolically. Nations are symbolic communities, but so are also media audiences, and they are articulated in media texts. The study also pays attention to articulations of possible versions of organisation of ethnic diversity in society, alternative discourses being universalism, assimilation, multiculturalism or differentialism. In this research quantitative and qualitative methods are combined to answer the research questions set. In both methods of analysis Laclau and Mouffe's discourse theory (1985/2001) was used as a starting point. The quantitative content analysis in Chapter 4 that furthermore derives from theoretical discussion of identities, provides a general overview of the research material and its contents, especially the actors represented, but also clarifies on which issues to concentrate in the qualitative discourse analysis. It is also an initial analysis of the subject positions articulated in the texts. In the thereafter following qualitative discourse theoretical analysis in Chapter 5 the discursive fields concerning immigration and ethnic diversity in the selected magazines, the discourses on these issues, and the subject positions articulated, hierarchies created and symbolic communities suggested in the magazine texts are analysed. This analysis is continued in Chapter 6. On the basis of the quantitative analysis, it can be said that Finnish magazines discuss immigration and ethnic minorities to a much lesser extent than Dutch magazines. The Finnish magazines used more a personal view on the issues, while the Dutch magazines were discussing larger groups. All the magazines analysed had a specific way of representing immigrants and ethnic minorities. By combining the results of the analysis of different variables, it was possible to characterise a 'typical representative' of an immigrant or ethnic actor in each of the magazines discussed. These typical representatives of immigrants and ethnic minority members represented the types of people and topics that were relevant to the magazine and its readers. The typical representative of an immigrant in the construction trade union magazines was a foreign construction worker, either a union-member or a non-union member. In the women's magazines and in seniors' magazine ET, the typical representative was a family member, a colleague or another close acquaintance of the Finnish or the Dutch. In general news magazine Suomen Kuvalehti the typical representative was a successful immigrant or a celebrated expert, or an immigrant who had not arrived in Finland yet. In general news magazine Elsevier and in seniors' magazine Plus, the typical representatives were the Dutch allochtoon or Muslim minority, and individual experts representing the same minorities. The discourses in the construction trade union magazines articulated immigration and foreign construction workers as a threat, as a welcome group in the labour union or they expressed a worry about the labour participation of ethnic minority members. Universalism was articulated as the option to organise ethnic diversity. The women's magazines and seniors' magazine ET articulated discourses on intercultural exchange in families, multicultural dialogue and integration, celebration of womanhood and celebration of personal histories. The discourses each articulated from a slightly different perspective how people encounter each other in real-life situations or integrate successfully. The discourses were based on multicultural views mostly, but also on universalism requiring societal participation. The news magazines and seniors' magazine Plus Magazine articulated discourses of universalism, assimilation and multiculturalism, all with a specific view on bonding and bridging of immigrants and ethnic minorities within a society. Universalism insisting on economic bridging and assimilation requiring cultural bonding were stressed the most. To summarise the discourses articulated in different magazines, it can be concluded that all the discourses were based on four different articulations of immigration and ethnic diversity. These issues and the groups involved were articulated as a threat, as a utility, as victims or as objects of celebration. These articulations were connected to the articulations of the specific subject positions of immigrants and ethnic minorities in each case. They also had a connection with articulations on the options of organisation of an ethnically diverse society, and with that, the articulation of symbolic communities. The specific subject positions articulated on immigrants and ethnic minorities included three elements that play a decisive role in the overall composition of the subject position. One element in the articulations defines whether the articulation takes a collective or individual approach to the person in question, the second element whether and to what extent a subject position includes dominantly an ethnic identity or a non-ethnicity-based identity categorisation, and the third whether the subject position under articulation is represented as belonging to a certain inside group or being on the outside. The three elements are then 1) collective-individual, 2) ethnicity-non-ethnicity and 3) inside-outside. These elements that make eight possible combinations can be further used to analyse the subject positions of immigrants and ethnic minority members in media texts. This research shows that, all in all, news journalism and magazine journalism share many similarities in terms of issues and views on immigration and ethnic diversity. In that the magazines were rather traditional instead of innovative or daring. What however is clearer in magazine journalism than in news is that magazines serve two purposes when they write about immigration and ethnic diversity. On one hand, the magazines articulated a symbolic in-community that is important to the magazine and its readers, but, at the same time, they also articulated the national community at large. The articulations of the symbolic communities of the readerships and the national community existed side-by-side, but one of them was stressed above the other. In case of the construction trade union magazines, it was most of all the community of the trade union that was articulated, and the women's magazines stressed an articulation of the community of women (and families), whereas the general news magazines highlighted the national symbolic community. All the magazines also reflected the context of the symbolic community within which they had been produced, in these cases, the societies that are Western welfare states. The magazines analysed here show that they are not merely identity media, articulating only an in-community of readers, but also political media, discussing society and the groups living in it on a large scale. Therefore, all the magazines also shared similar articulations on the issues of immigration and ethnic diversity. All the magazines, however, also had a specific way of approaching societal debates, and it was not always the way that we are used to seeing in news journalism. The magazines also offered spaces for personal approaches and voices. In 2003–2006, immigration was still a relatively minor phenomenon in the Finnish magazines. When immigration was discussed, it was mostly through experiences of individuals or as a future scenario. The Dutch magazines were discussing the crisis of multiculturalism, including a heated debate on ethnic diversity in the society and national cohesion. Especially the loyalty of the Muslim minority was questioned. The Finnish discussion also showed influences from this European debate. What combines the discourses and articulations in all the magazines in Finland and in the Netherlands is that they all contribute to social imaginaries and myths about the nation and the society. The magazines were striving to maintain the nation by articulating symbolic communities that mostly were open to those immigrants and ethnic minorities only that had proven the most similar to the 'native' inhabitants. The subject position of an immigrant or a member of an ethnic minority was in both countries articulated to be somewhat on the outside. In the Finnish discussions, the immigrants were 'not really there yet'; in the Dutch discussion, the ethnic minorities were present but they were often located on the outskirts of society. The strongest and most over-arching societal myth that combined the Finnish and Dutch discourses was the myth of a Western welfare state. In all the magazines, the welfare state and its premises were reflected and immigrants and ethnic minorities and their subject positions were articulated in relation to the welfare state. In Finland the need to maintain the welfare state in the future was decisive on what kind of immigrants and immigration was desired now and in the future. In the Dutch case, the worry for the failing welfare state guided the discourses in the magazines. The neoliberal market logic that requires that each member of a welfare state is a productive member defined who can be accepted in the symbolic community of the nation and society and on which terms. People were individually responsible to fulfil the requirements and their value as a member of the symbolic, as well as the actual, community depended on their ability to do so. People's membership in the state and the society was not based on civil or political rights, and not even on social rights, but on a social responsibility to contribute in ways deemed productive: immigrants and ethnic minorities needed to serve the welfare state, not the opposite.
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