Canarias es una de las regiones españolas que registra mayores niveles de abstención en las diferentes consultas electorales. Este comportamiento puede explicarse por razones de diverso tipo, pero sin duda, la falta de confianza en los cargos públicos electos y en las instituciones es uno de los factores de mayor peso. Con este fin, en la presente comunicación se expone resumidamente una reciente experiencia realizada en Canarias por el Grupo de Investigación en Geografía Social y Económica de la ULPGC consistente en situar las diferentes respuestas que dio una muestra de ciudadanos residentes en las Islas a una encuesta de opinión confeccionada al efecto sobre el grado de confianza que le inspiran las instituciones oficiales. A su vez, los opinantes fueron desagregados por islas, comarcas y municipios, poniéndose en evidencia la enorme pluralidad y complejidad que es capaz de albergar una sociedad moderna como la canaria. ; The Canary Islands is one of the Spanish regions that register major levels of abstention in the different elections. This behavior can be explained because of different reasons, but undoubtedly, the lack of confidence in the elected politicians and in the public institutions is one of the factors with major weight. In this work, a recent experiment carried out in the islands by the Group of Research in Social and Economic Geography (GEYS) of the University of Las Palmas de Gran Canaria is exposed briefly. Different answers given in a poll by a sample of resident citizens in the islands, about the confidence degree that the public institutions inspire, is evaluated. The results were analyzed by islands, regions and municipalities, proving the enormous plurality and complexity of the modern canary society.
Canarias es una de las regiones españolas que registra mayores niveles de abstención en las diferentes consultas electorales. Este comportamiento puede explicarse por razones de diverso tipo, pero sin duda, la falta de confianza en los cargos públicos electos y en las instituciones es uno de los factores de mayor peso. Con este fin, en la presente comunicación se expone resumidamente una reciente experiencia realizada en Canarias por el Grupo de Investigación en Geografía Social y Económica de la ULPGC consistente en situar las diferentes respuestas que dio una muestra de ciudadanos residentes en las Islas a una encuesta de opinión confeccionada al efecto sobre el grado de confianza que le inspiran las instituciones oficiales. A su vez, los opinantes fueron desagregados por islas, comarcas y municipios, poniéndose en evidencia la enorme pluralidad y complejidad que es capaz de albergar una sociedad moderna como la canaria. ; The Canary Islands is one of the Spanish regions that register major levels of abstention in the different elections. This behavior can be explained because of different reasons, but undoubtedly, the lack of confidence in the elected politicians and in the public institutions is one of the factors with major weight. In this work, a recent experiment carried out in the islands by the Group of Research in Social and Economic Geography (GEYS) of the University of Las Palmas de Gran Canaria is exposed briefly. Different answers given in a poll by a sample of resident citizens in the islands, about the confidence degree that the public institutions inspire, is evaluated. The results were analyzed by islands, regions and municipalities, proving the enormous plurality and complexity of the modern canary society. ; 15
Es una reseña de la obra: Ignacio SÁNCHEZ AMOR. Extremadura germinal: instituciones, partidos y políticas públicas en la Transición. Vol. 1. El Tablero. Valencia: Tirant lo Blanch, 2016, 989 pp. ISBN: 978-84-16349-70-8. ; It's a review of the work: Ignacio SÁNCHEZ AMOR. Extremadura germinal: instituciones, partidos y políticas públicas en la Transición. Vol. 1. El Tablero. Valencia: Tirant lo Blanch, 2016, 989 pp. ISBN: 978-84-16349-70-8. ; peerReviewed
En las últimas dos décadas se ha asistido al surgimiento del concepto de capital social como variable de interés económico. Sin embargo, dada su relativamente reciente aparición, todavía se encuentra poco operativo y es frecuente encontrarse con ambigüedades y contradicciones. El esfuerzo de los investigadores del capital social desde el primer momento ha ido encaminado a clarificar y dar forma a un concepto que todavía hoy sigue siendo confuso. Ahn y Ostrom (2002) consideran que el escepticismo de los más críticos con el programa de investigación del capital social no es totalmente injustificado, y sostiene que un paso clave para hacer el concepto menos confuso será definirlo adecuadamente, distinguirlo de las otras formas de capital, identificar sus propias formas, aclarar el significado de cada una de sus formas, establecer relaciones causales entre ellas y sus consecuencias, desarrollar mejores medidas de capital social y diseñar estudios empíricos más sólidos para comprobar las teorías del capital social. La demostración de su importancia había llegado antes que una definición clara y sólida del término. Como referencia fundamental se sitúa el influyente Making Democracy Work de Putnam et al. (1993), donde fundamenta en términos de capital social la divergencia económica de las regiones del norte y del sur de Italia. Unas regiones que al comienzo del siglo XX partían de condiciones económicas similares. Sostenían en su estudio que las comunidades con una mayor -o mejor- dotación de capital social eran más capaces de aprovechar las oportunidades económicas que se les brindaban. En esa dotación de capital social entraban cuestiones como el nivel de civismo generalizado de los ciudadanos, la tendencia a asociarse o la confianza intra e intergrupal. Putnam, Ostrom y muchos otros autores continuaron dando forma a un término que entendían de importancia fundamental para el rendimiento institucional y económico. A finales de los años 90 y principios de los 2000, se sucedieron los estudios empíricos donde se demostraban los diferentes rendimientos económicos de regiones o grupos de personas similares por su distinta dotación de capital social (Conley y Udry, 2001; Barr, 1996, 2000; Grootaert, 2001). Capital Social y la Nueva Economía Institucional Making Democracy Work (Putnam et al., 1993) es fundamentalmente un estudio sobre el rendimiento institucional. En 1970, a causa de la repentina transferencia de competencias –idénticas- desde el gobierno central italiano a quince gobiernos regionales de reciente creación, Robert D. Putnam y su equipo decidieron hacer un seguimiento del proceso y su desempeño durante los 20 años siguientes. Desde la unificación italiana de finales del siglo XIX el Estado había sido organizado desde una intensa centralización y la delimitación de los nuevos distritos se correspondía con las regiones históricas. Este hecho les permitió dar una explicación de las variables actuales del capital social a través seguimiento de su trayectoria histórica desde el siglo XI. A través de estas variables se manifestaba la historia para determinar, según Putnam et al., la divergencia económica entre las regiones del norte y del sur de Italia. Descubren un poderoso vínculo entre el rendimiento institucional y la comunidad cívica, lo que les lleva a buscar en la historia a qué se debe que unas regiones sean más cívicas que otras. La definición más recurrente de rendimiento institucional vería éste como la medida en que una institución es capaz de contribuir a la eficiencia en las relaciones de reciprocidad. Las instituciones son consideradas las "reglas del juego", y su éxito radica en "permitir a los actores que resuelvan sus diferencias lo más eficientemente posible". Putnam et al. consideran que no es suficiente, pues aunque tal concepción de las instituciones políticas es pertinente, "no agota el papel de las instituciones en la vida pública" (1993:40). Afirman que las instituciones son mecanismos para conseguir fines, no sólo para conseguir acuerdos; deben hacer cosas como "educar a los niños, pagar a los pensionistas, acabar con la delincuencia, crear puestos de trabajo, contener los precios, fomentar valores familiares, etcétera" (1993:40). Descubren en su estudio que: "algunos gobiernos regionales han alcanzado sistemáticamente más éxito que otros, han sido más eficaces en su funcionamiento interno, más creativos en sus iniciativas políticas, más efectivos en la implementación de dichas iniciativas […] (y estas diferencias han sido) ampliamente reconocidas por los electores de los gobiernos regionales, tanto por los ciudadanos corrientes como por los líderes comunitarios […] Algunos lugares están mejor gobernados que otros, incluso cuando los gobiernos en cuestión cuentan con estructuras idénticas y recursos legales y financieros equivalentes" (1993:126). En cuanto a cómo esa capacidad cívica se traduce en gobiernos más eficientes, creativos y eficaces, Boix y Posner (2000) en su revisión del libro de Putnam et al., proponen cuatro modelos: • Votantes racionales y élites competitivas: Democracia perfectamente competitiva, donde los votantes, que están bien informados y se movilizan rápidamente, castigan a aquellos representantes políticos que son incompetentes. • Eficiencia burocrática: El capital social incrementa la eficacia institucional dado el alto nivel de capacidad para trabajar juntos burocracia y ciudadanos. Dado que el capital social facilita el compromiso y la cooperación, una burocracia cívica producirá un mejor funcionamiento gubernamental. • Virtud cívica: Supone que el Capital social afecta a la propia naturaleza (ética) de las demandas articuladas por los ciudadanos. • Capital Social y cooperación entre élites: el grado en que las élites políticas pueden buscar bien objetivos particularistas o, por el contrario, llegar a pactos consociales puede estar en función del grado de capital social que tienen tanto ellos como las comunidades que representan. Por lo tanto, la función del capital social no acabaría con la perfección de las instituciones, es necesario también para conservarlas. Además, en el sentido de Putnam et al., las instituciones habrían de ser proactivas, no limitándose exclusivamente a la eficiencia o la respuesta a las demandas; esto implica que parte de su perfección habrá de apoyarse en lo que aquí conocemos como capital social, atendiendo especialmente al atributo de eficiencia burocrática de Boix y Posner que acabamos de ver. La relación del capital social con los postulados de la Nueva Economía Institucional es evidente. ; As dúas últimas décadas testemuñaron o xurdimento do concepto de capital social como unha variable de interese económico. Con todo, dada a súa aparencia relativamente recente, aínda preséntase pouco operativo e é común atoparse con ambigüidades e contradicións. Os esforzos dos investigadores do capital desde o inicio foi deseñado para aclarar e dar forma a un concepto que aínda permanece escuro. Ahn e Ostrom (2002) consideran que o escepticismo dos máis críticos do programa de investigación de capital social non é totalmente inxustificada, e argumenta que un paso fundamental para facer o concepto menos confuso pasará por definilo axeitadamente, distinguilo la doutras formas de capital , identificar os seus propios camiños, para aclarar o significado de cada unha das súas formas, incluso as relacións causais e as súas consecuencias, desenvolver mellores medidas de capital social e estudos empíricos máis sólidos destinados a probar as teorías do capital social. A demostración da súa importancia chegou antes cunha definición clara do termo e sólido. Como referencia fundamental reside a influente Making Democracy Work (Putnam et al., 1993), que fundamenta en termos de capital social a diverxencia económica entre as rexións do norte e do sur de Italia. Rexións que no inicio do século XX partían de condicións económicas semellantes. Eles argumentaron no seu estudo que as comunidades cunha maior -ou mellor- dotación capital social eran máis capaces de sacar proveito das oportunidades económicas que lles eran ofrecidos. Nesa dotación de capital social entran cuestión como o nivel de civilidade xeralizada dos cidadáns, a tendencia a asociarse, a confianza intra e intergrupal. Putnam, Ostrom e moitos outros continuaron a moldear un termo fundamental para entender o funcionamento económico e institucional. A finais dos anos 90 e comezos dos 2000, sucedéronse os estudos empíricos onde se demostraban os diferentes rendementos económicos de rexións ou grupos de persoas semellantes pola súa dotación de capital social distinto (Conley e Udry, 2001; Barr, 1996, 2000 ; Grootaert, 2001). Capital Social e Nova Economía Institucional Making Democracy Work (Putnam et al., 1993) é esencialmente un estudo do rendemento institucional. En 1970, por mor da súbita transferencia de –idénticas- competencias dende o goberno central italiano a quince recentemente creadas administracións rexionais, Robert D. Putnam e o seu equipo decidiron seguir o proceso e rendemento ao longo dos 20 anos seguintes. Dende a unificación de Italia a finais do século XIX, o Estado foi organizado dende una intensa centralización e a delimitación dos novos distritos correspondían ás rexións históricas. Isto permitiu-lles dar unha explicación sobre as variables de capital actuais a través da súa franxa histórica dende o século XI. A través destas variables se manifestaba a historia para determinar, segundo Putnam et al., a diverxencia económica entre as rexións do norte e do sur de Italia. Atoparon unha forte conexión entre o rendemento institucional e comunidade cívica, o que os leva a buscar na historia a qué se debe que algunhas rexións sexan máis cívicas que outras. A definición máis recurrente de desempeño institucional vería éste como a medida en que unha institución é capaz de contribuír á eficiencia nas relacións de reciprocidade. As institucións son consideradas as "regras do xogo", e o seu éxito radica en "permitir aos actores que resolvan as súas diferencias de forma tan eficiente canto sea posible." Putnam et al. consideran que non é suficiente, porque aínda que esa concepción das institucións políticas é pertinente ", non esgota o papel das institucións na vida pública" (1993:40). Eles afirman que as institucións son mecanismos para acadar fins, non só para obter acordos, deben facer cousas como " educar aos nenos, pagar aos xubilados, combater o crime, crean empregos, conter os prezos, promover a familia, etc."(1993:40). Descobren no seu estudo que: "Algúns gobernos rexionais acadaron sistemáticamente máis éxito que otros, foron máis eficaces no seu funcionamento interno, máis creativos nas súas iniciativas políticas, máis efectivos na implantación destas iniciativas [.] (e esas diferenzas foron) amplamente recoñecidas polos electores dos gobernos rexionáis, tanto polos cidadáns correntes coma po los líderes comunitarios […] Algúns lugares están mellor gobernados ca outros, inclusive cando os gobernos en cuestión contan con structuras idénticas e recursos legáis e financieiros equivalentes "(1993:126). En canto á cómo esa capacidade tradúcese en gobernos máis eficientes, creativos e eficaces, Boix e Posner (2000) na súa crítica do libro de Putnam et al., propoñen catro modelos: • Electores racionais e élites competitivas. Democracia perfectamente competitiva, onde os electores, que están ben informados e mobilízanse rápidamente, castigan aos representantes políticos que son incompetentes. • Eficiencia burocrática. O capital social aumenta a eficacia organizacional, dado o alto nivel de capacidade de traballar xuntos burocracia e os cidadáns. Dado que o capital social facilita o compromiso e a cooperación, a burocracia cívica producirá un mellor funcionamento gubernamental. • Virtud cívica: Asume que o capital social afecta a propia natureza (ética) das demandas articuladas polos cidadáns. • Capital social e cooperación entre as elites: o grao en que as elites políticas poden buscar tanto obxectivos particularistas como, inversamente, acadar acordos consociales pode estar en función do grao de capital social que teñen tanto eles como as comunidades que representan. Polo tanto, o papel do capital social non acaba coa perfección das institucións, é necesario tamén para a conservación. Ademáis, no sentido de Putnam et al., as institucións serían pro-activas, non se limitando só á eficiencia ou á resposta das demandas, isto implica que parte da súa perfección haberá de sustentarse no que aquí coñecemos como capital social, atendendo especialmente ó atributo de eficiencia burocrática de Boix y Posner que acabamos de ver. A relación do capital social cos principios da Nova Economía Institucional é evidente. A importancia do efecto acumulativo da historia para a formación e cambio institucional e da chamada dependencia do camiño (Path Dependence) ocupan un lugar central na literatura da Nova Economía Institucional e nos descubrimentos do capital social. Por outra banda, destácase en ambas o papel de crenzas e actitudes, normas morais, as normas sociais, costumes e sistemas políticos como variables clave para o desempeño económico. A Nova Economía Institucional, na súa esencia multidisciplinar, ten desenrolada unha extensa literatura con unha multitude de ferramentas que serán esenciais para o estudo do capital social.
En las últimas dos décadas se ha asistido al surgimiento del concepto de capital social como variable de interés económico. Sin embargo, dada su relativamente reciente aparición, todavía se encuentra poco operativo y es frecuente encontrarse con ambigüedades y contradicciones. El esfuerzo de los investigadores del capital social desde el primer momento ha ido encaminado a clarificar y dar forma a un concepto que todavía hoy sigue siendo confuso. Ahn y Ostrom (2002) consideran que el escepticismo de los más críticos con el programa de investigación del capital social no es totalmente injustificado, y sostiene que un paso clave para hacer el concepto menos confuso será definirlo adecuadamente, distinguirlo de las otras formas de capital, identificar sus propias formas, aclarar el significado de cada una de sus formas, establecer relaciones causales entre ellas y sus consecuencias, desarrollar mejores medidas de capital social y diseñar estudios empíricos más sólidos para comprobar las teorías del capital social. La demostración de su importancia había llegado antes que una definición clara y sólida del término. Como referencia fundamental se sitúa el influyente Making Democracy Work de Putnam et al. (1993), donde fundamenta en términos de capital social la divergencia económica de las regiones del norte y del sur de Italia. Unas regiones que al comienzo del siglo XX partían de condiciones económicas similares. Sostenían en su estudio que las comunidades con una mayor -o mejor- dotación de capital social eran más capaces de aprovechar las oportunidades económicas que se les brindaban. En esa dotación de capital social entraban cuestiones como el nivel de civismo generalizado de los ciudadanos, la tendencia a asociarse o la confianza intra e intergrupal. Putnam, Ostrom y muchos otros autores continuaron dando forma a un término que entendían de importancia fundamental para el rendimiento institucional y económico. A finales de los años 90 y principios de los 2000, se sucedieron los estudios empíricos donde se ...
En el frontispicio, además: en dos libros divididas, "esasaber, De republica, i Principe" ; Pie de imprenta tomado del colofón ; Sign.: []4, 2[calderón]-4[calderón]4, A-2C4 ; Iniciales grabadas ; Frontispicio calcográfico:"Dª. Mª. Eugeª. de Beer f."
Es una reseña de la obra: Manuel Ortiz Heras (coord.): La Transición se hizo en los pueblos. El caso de la provincia de Albacete. Madrid, Biblioteca Nueva, 2016. 352 p. ISBN: 978-84-16647-14-9 ; It is a review of the work: Manuel Ortiz Heras (coord.): La Transición se hizo en los pueblos. El caso de la provincia de Albacete. Madrid, Biblioteca Nueva, 2016. 352 p. ISBN: 978-84-16647-14-9
Alcalá de Henares & Madrid, Universidad, 1644. ; Citation confidence: The work may be genuine, but there is a heightened possibility that this works could be a bibliographical ghost. An exemplar may survive in only a single copy, or there may be no known surviving copy. ; Citation/reference: IB: 62124
[ES] La tesis doctoral discute, en general, acerca de la labor de control que el Poder Legislativo puede ejercer sobre los actos de gobierno, en específico en lo que atañe a la formulación y la implementación de las políticas públicas. Diversos actores intervienen ¿de manera simultánea¿ en ese proceso, entre ellos el Poder Ejecutivo, el Poder Legislativo, el Poder Judicial, la burocracia estatal, los partidos políticos, las organizaciones privadas, entre otros, cada uno de ellos con sus respectivos incentivos y marcos de actuación. Una institución de la cual se espera que asuma un rol decisivo en el ciclo de formulación de las políticas públicas es el Congreso al que, debido a su naturaleza, le corresponde representar los intereses de los ciudadanos, identificar problemas, proponer soluciones y vigilar su adecuado cumplimiento. Dicho lo anterior, el objetivo principal de la presente investigación consiste en demostrar que los Parlamentos pueden ejercer sus funciones de control sobre las políticas públicas a través de mecanismos informales, es decir reglas no escritas. Para ello, se propone el estudio a profundidad de dos casos, Chile y Perú, a fin de explicar cómo mediante el ejercicio de vías de influencia informal sobre la burocracia los legisladores de ambos Congresos participan en la toma de decisiones, ya sea negociando directamente con funcionarios del Estado en puestos de decisión, colaborando y arribando a acuerdos con el gobierno o promoviendo determinados proyectos que son de su interés. La relevancia del tema de investigación de la presente tesis se funda en dos consideraciones. En primer lugar, uno de los ingredientes indispensables en la arquitectura democrática de cualquier país es el control político que realizan los Parlamentos, el cual busca garantizar que las decisiones de los legisladores sean puestas en práctica; es decir, que su voluntad sea tomada en cuenta y no obviada, ni por el gobierno ni la burocracia. Como se desarrollará en los capítulos que vienen, el control parlamentario tiene que ver con la fiscalización sobre los actos del Ejecutivo aunque, también, con la participación en la deliberación de los asuntos públicos. Por cierto, un Congreso involucrado en las negociaciones conducentes a la elaboración de las políticas puede lograr que estas se construyan sobre la base de amplios consensos sociales y, además, sean perdurables en el tiempo. En segundo término, en América Latina las prácticas informales ejercen un rol decisivo en el funcionamiento de las instituciones democráticas; a pesar de ello, el énfasis académico suele estar colocado en las reglas formales, en parte porque la identificación de las reglas informales requiere de un trabajo de campo bastante más arduo que complejiza el arribo a hallazgos y conclusiones (Weyland, 2002). En ese sentido, el estudio de las reglas informales ¿fuera de aportes relevantes que serán reseñados¿ se mantiene como una deuda pendiente en la producción académica en la región. Por lo tanto, esta investigación propone enfocarse en las reglas informales como una variable que ayuda a comprender, mejor, el rol de los Congresos en tareas de control sobre las políticas públicas y la administración. En América Latina, los presidentes a la cabeza del Poder Ejecutivo disponen de prerrogativas formales que les garantizan una participación activa en la producción de las políticas. Sobre Chile se ha sugerido que, pese a la existencia de un diseño constitucional que coloca al presidente de ese país como uno de los más poderosos de la región ¿quizás el más poderoso de todos¿, la observación del funcionamiento de la democracia chilena permite concluir que el Congreso, si bien débil en términos constitucionales, influye de forma sustancial en políticas públicas. Parte de la solución a dicha aparente contradicción descansa en las reglas informales que le otorgan al Parlamento chileno ¿uno de los más profesionales y preparados dentro de los estándares de la región, de acuerdo con la literatura especializada¿ un protagonismo mucho más importante del que la simple lectura de las reglas escritas lleva a suponer. Dada la importancia de las reglas informales en el funcionamiento de la política de América Latina, esta tesis busca establecer si tal incongruencia entre las reglas formales y el poder real en las relaciones entre el Ejecutivo y el Legislativo se puede poner a prueba recogiendo evidencia de otro país. El Ejecutivo de Perú es considerado también como uno de los más poderosos formalmente hablando de América Latina. Sin embargo, y a diferencia de lo que ocurre en Chile, la capacidad técnica y profesional del Congreso peruano es valorada entre las más bajas en la región. De hecho, se ha llegado a afirmar la absoluta preeminencia del Ejecutivo peruano en materia de políticas públicas frente a una legislatura débil, lo cual derivaría, a su vez, en la ausencia de incentivos para la cooperación entre ambas ramas. Como se intentará mostrar en la presente investigación, tal diagnóstico no toma en cuenta las vías políticas informales que el Congreso de Perú emplea para influir sobre la administración y, por ende, en el ciclo de elaboración de las políticas. De esta forma, la utilidad de investigar los casos de Chile y Perú es que permite la comparación de dos Parlamentos que interactúan con Ejecutivos más poderosos que ellos y que, al mismo tiempo, presentan capacidades muy distintas, las que orientan su labor y definen las características de su vinculación con el proceso de las políticas. El texto consta de cinco capítulos. El primero pone el énfasis en lo que se conoce como el ciclo de las políticas públicas, concentrándose en describir en detalle a los actores que intervienen en él, explicando sus funciones, sus incentivos y la naturaleza de las interacciones que se producen entre ellos. El segundo, en tanto, desarrolla el concepto de control parlamentario. Se argumenta que existen, a grandes rasgos, dos criterios para entenderlo, uno que tiene que ver con la idea de una fiscalización posterior sobre la actuación del Ejecutivo y la burocracia pública (con una visión sancionadora o punitiva) y un segundo criterio que lo asume más como un control sobre las decisiones públicas. El ejemplo de los Estados Unidos, que se revisa en amplitud, demuestra que el Congreso de ese país influye sobre todo informalmente en la administración pública (ciertos autores sugieren, incluso, la existencia de una codirección con el Ejecutivo en tareas de gobierno) y que el modelo constitucional de separación de poderes, en el que se inspiran los regímenes presidenciales latinoamericanos, no significa que el Legislativo deba inhibirse de intervenir en materia de políticas. Suele asumirse de que existe concurrencia entre el comportamiento de los actores y las normas establecidas. Sin embargo, la presunción de que las instituciones formales permiten prever y describir de manera precisa todas las formas relevantes del comportamiento político no ha demostrado ser una mirada suficiente. La discrepancia entre las reglas formales y el comportamiento político real, advertida por diversos autores, da lugar al estudio de lo que se conoce como las reglas informales. El tercer capítulo se concentra en explicar qué se entiende por estas últimas, cuál es la importancia de su análisis ¿sobre todo en una región como América Latina¿ y cuáles son las perspectivas metodológicas más relevantes para su abordaje e investigación. Los capítulos cuarto y quinto desarrollan los estudios de caso. Explican, de manera detallada, la forma en que los Congresos de Chile y Perú participan en el proceso de las políticas mediante mecanismos de influencia informal sobre la administración pública. Ambos apartados se sustentan en el trabajo de campo realizado especialmente para esta investigación. Se realizaron 68 entrevistas en profundidad a informantes clave. La selección incluye, en su gran mayoría, a legisladores chilenos y peruanos, pero también a funcionarios y expertos en temas de administración pública. Para el análisis se realizaron 37 entrevistas en Valparaíso y 31 en Lima, sedes de los Parlamentos chileno y peruano. Finalmente, el estudio termina con las más importantes conclusiones.
La discusión sobre desarrollo lleva ya décadas en el ambiente académico internacional. No hay ni siquiera acuerdo sobre cómo éste debe ser definido. En cuanto a cómo avanzar en la senda del desarrollo, el foco se centra en las políticas públicas. Los analistas, sin embargo, se preocupan más por el aspecto de la gestión de las políticas. Esto le resta énfasis a la reflexión sobre las políticas en sí mismas, a sus fundamentos. En este terreno, aparecen las ciencias sociales haciendo su papel. De los hallazgos de sus investigaciones derivan los enfoques teóricos, que pueden ser divergentes. Desde una óptica general, los enfoques que llegan a aplicarse dependen del carácter de las instituciones prevalentes en cada país. Las instituciones pueden ser conservadoras o transformadoras. El que sea vigente uno u otro tipo de instituciones refleja la orientación de la elite política. Esto lleva al dilema ciencia o poder. El poder se separará de la ciencia si logra posición dominante una elite de índole conservadora. Sucederá un cambio político cuando haya un contexto externo favorable al cambio e internamente se configure una elite de cambio con una propuesta sostenible.
Desde 1978 no se ha aprobado la Ley Orgánica de la Corona. Es un grave déficit de norma. El Gobierno del Reino de España no ha tenido en cuenta esta situación. Tampoco los grupos parlamentarios han presentado propuestas al respecto. La situación es inusual en una forma de Estado Constitucional de Monarquía Parlamentaria. En el resto de Reinos de Europa esto no ocurre. Es necesario al menos un reglamento que regule aspectos concretos de su especial Derecho Civil, en espera de la Ley. ; Since 1978 the Organic Act of the Crown hasn ́t been approved.It is a serious lack of Law. The Government of the Spanish Kingdom has not taken account of this situation. Neither the parliamentary groups have submitted proposals. The situation is unusual in a form of State Constitutional Parliamentary Monarchy. In the other European kingdoms it does not happen. It is necessary at least a regulation for the specific aspects of Special Civil Law, pending the Act. ; peerReviewed