Resumo Chipre é um país mediterrâneo, situado a sul da Turquia, e considerado uma nação transcontinental, que por definição é um estado cujo território contíguo se estende por mais de um continente, o que não é especificamente o caso, mas por ter na sua composição étnica gregos e turcos, pode ser considerado, por questões culturais, um elo entre a Europa e a Ásia. O trabalho tem como objetivo o estudo das questões geopolíticas cipriotas, e foi usada como metodologia a pesquisa bibliográfica, e a análise dos trabalhos existentes.Palavras Chaves: Geopolítica; Ásia; Europa.
In: Revista internacional de la Cruz Roja, Band 21, Heft 134, S. 265-265
La República de Chipre se adhirió, el 18 de marzo de 1996, al Protocolo adicional a los Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949 relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados no internacionales (Protocolo II), aprobado en Ginebra el 8 de junio de 1977. El Protocolo II entrará en vigor, para la República de Chipre, el 18 de septiembre de 1996.Con esta adhesión asciende a 135 el número de Estados Partes en el Protocolo II. La República de Chipre es Parte en el Protocolo I desde el 1 de junio de 1979.
Fil: Canepa, Martín. Universidad de Buenos Aires. Facultad de Derecho. Cátedra Derecho de la Integración. Buenos Aires, Argentina ; Fil: Canepa, Martín. Universidad de Buenos Aires. Facultad de Derecho. Cátedra Derecho Internacional Público. Buenos Aires, Argentina ; La cátedra Jean Monnet es una cátedra universitaria otorgada por la Comisión Europea en el marco de su plan de acción. Tienen como objetivo reforzar la docencia y la investigación sobre la integración europea en las universidades, tanto de los Estados miembros como de terceros países. Su nombre hace honor a quien fuera un político francés que, como asesor de Robert Schuman, contribuyó decisivamente a poner los cimientos de las entonces Comunidades Europeas. La primera etapa de esta publicación concluyó en el año 2018, comenzó una segunda época en el año 2019 con el nombre Revista "Integración Regional y Derechos Humanos". -- Sección Ensayos.
In this paper I answer the question of why people, particularly men, hunt recreationally. I combine ethnography and archival research to explore the personal motivations of contemporary recreational hunters in Northern Cyprus. I then go on to examine histories of recreational hunting by different colonisers of Cyprus. In both past and present cases, my analysis reveals that recreational hunting is a personal practice in being free in the context of everyday life in a coercive civilisation. In addition, recreational hunting is recognised as being entangled with gains in political rights in the wake of the Enlightenment and its extension to newly free citizens, men in particular. Furthermore, the history of recreational hunting situates it as spatially juxtaposed against the fixed settlements of coercive civilization, echoing protected areas today. I conclude that male citizens hunt recreationally seeking a passing taste of elitist ways of being free, as it is a demonstration of the limited sovereignty over one's life that being a legal citizen offers.
After the bailouts of Greece, Ireland, Portugal and Spain, the rescue to Cyprus emerged in March 2013, and it seems that it will not be the last. Cyprus is a tiny country, its population represents only 0.26% of the population of the Eurozone and its GDP 0.19% of the GDP of the Eurozone. Despite this, its particular financial crisis and subsequent bailout have led to further turmoil in the already long Eurozone crisis. The case of Cyprus provides a new occasion to reflect on the effects of bubbles, the accumulation of debt, the errors and omissions of governments and banks, and on the immature governance of the Eurozone. In this article, after a few brief socio-political brushstrokes of Cyprus, the reason for its crisis is described. After that, the financial rescue plan for Cyprus, its errors and shortcomings, are analyzed. Finally, the article exposes the need for changes in European governance. ; Tras los rescates a Grecia, Irlanda, Portugal y España, en marzo de 2013 surge el rescate a Chipre, y parece que no será el último. Chipre es un país minúsculo, su población significa sólo el 0,26% de la población de la Eurozona y su PIB el 0,19% del PIB de la Eurozona. A pesar de ello, su particular crisis financiera y posterior rescate han supuesto nuevas turbulencias en la ya larga crisis de la Eurozona. El caso de Chipre brinda una nueva ocasión para reflexionar sobre los efectos de las burbujas, la acumulación de deuda, los errores y las omisiones de gobiernos y bancos, y sobre la inmadura gobernanza de la Eurozona. En este artículo, tras unas breves pinceladas socio-políticas de Chipre, se describe el porqué de su crisis. Tras ello, se analiza el plan de rescate financiero a Chipre, sus errores e insuficiencias. Finalmente, el artículo expone la necesidad de cambios en la gobernanza europea.
Este informe examina el acuerdo histórico adoptado por los líderes de la Unión Europa en la Cumbre celebrada en Bruselas los días 16 y 17 de diciembre en el que se acepta comenzar las negociaciones de adhesión con Turquía tras 41 años en la antesala de Europa. El proceso comenzará el 3 de octubre de 2005, a condición de que para entonces Turquía haya reconocido tácitamente a Chipre, que entró a formar parte de la UE el pasado mes de mayo. Turquía invadió la isla en 1974 y desde entonces ésta ha permanecido dividida. Tanto el anterior Gobierno español del Partido Popular (1996 a 2004) como la actual Administración socialista han sido de los más activos defensores de la adhesión de Turquía a la UE. Los líderes de la Unión Europea aprobaron la trascendental recomendación de la Comisión del 6 de octubre de iniciar negociaciones de adhesión con Turquía. Sin embargo, añadieron una condición que amenazaba con poner fin al matrimonio antes de que la pareja llegara al altar. Las negociaciones estuvieron a punto de fracasar como resultado de la exigencia de que Ankara reconociese formalmente a Chipre. La situación resulta surrealista, puesto que Turquía está decidida a ingresar en un club en el que no reconoce formalmente a uno de sus miembros. Recep Tayyip Erdogan, el Primer Ministro turco, rechazó la primera propuesta de la UE y amenazó con abandonar la Cumbre, aparentemente respaldado por el jefe de las Fuerzas Armadas turcas. Su juego arriesgado le mereció la pena. Finalmente se alcanzó un compromiso en virtud del cual Turquía aceptaba ampliar su unión aduanera (que data de 1996) para incluir a Chipre antes de octubre. Esto permitió a Erdogan guardar las apariencias en casa, especialmente de cara al poderoso estamento militar, al mantener que Turquía no estaba reconociendo formalmente a Chipre, sino realizando un gesto de buena voluntad casi equivalente al reconocimiento. Otras condiciones impuestas por la UE para la posible adhesión de Turquía incluían negociaciones sin plazo definido, ninguna garantía de pertenencia plena de no cumplirse las condiciones establecidas y la posibilidad de mantener ciertas salvaguardias por lo que respecta a la inmigración de trabajadores turcos. El prolongado proceso de ingreso, durante el cual Turquía deberá armonizar sus leyes con la legislación de la EU, durará al menos diez años y podría verse prolongado por las promesas de Austria y Francia de celebrar referendos sobre el ingreso de Turquía en algún momento futuro. Todos los países de la Unión tienen derecho a vetar la adhesión de un nuevo miembro. Una votación celebrada en Francia en 1972 mostró que dos tercios de los votantes apoyaban la adhesión del Reino Unido a la UE. Como país de gran tamaño (con una población superior a los 70 millones), pobre (con una renta per cápita del 27% de la media de la UE-25) y musulmán, la adhesión de Turquía se encuentra en una categoría especial propia, de consecuencias trascendentales para el país y para la Unión Europea en su conjunto.