El neoextractivismo, como modelo de acumulación basado en la sobreexplotación de la naturaleza y el despojo territorial, ha sido designado como la principal locomotora de desarrollo en Colombia que opera a través de megaproyectos orientados a la explotación de minerales, biomasa y energía. Conflictos ecológicos, culturales, sociales, económicos y políticos revelan las múltiples contradicciones de este modelo; al tiempo que se fortalecen las resistencias sociales por la defensa del territorio, la naturaleza y la cultura.
2020 es la expresión del cúmulo de consecuencias provocadas por un capitalismo rapaz. La degradación del medio ambiente por la explotación de los recursos naturales crece en forma exponencial y a un ritmo nunca visto en otra época de la historia económica. Por lo que, dar a conocer las alternativas al desarrollo económico y compartir conocimiento de entrelazamiento de estas con la sociedad, son necesarios en las discusiones de cualquier lugar, desde centros de investigación hasta una pequeña comunidad o localidad, qué es el extractivismo y el neoextractivismo como modo de relación social de crecimiento económico a base de la explotación y destrucción de los recursos naturales, remarcar que a pesar de que pueden ser medio de crecimiento económico ciertos productos como los minerales, su explotación se ve inmersa en una ilusión desarrollista, dominada por el capital financiarizado, y por último sus consecuencias y manifestaciones de los que reconocen la importancia de la tierra, agua, aire y que nos anuncian de que sin la recuperación de esa conexión ancestral de esos elementos, no habrá desarrollo económico.
La bonanza en los precios globales de las materias primas a comienzos del siglo XXI produjo un aumento importante de la inversión extranjera directa en América Latina, en especial en operaciones de minería a gran escala. Desde entonces ha aparecido un corpus de literatura crítica en torno al concepto de «neoextractivismo» que ha analizado esta nueva fase extractiva de recursos naturales en esta región del mundo. En este artículo, hacemos un análisis crítico del enfoque neoextractivista y de la relación entre la extracción de recursos y el desarrollo económico. Lo importante es el énfasis que nos proponemos hacer en que el enfoque neoextractivista no se configura mediante una postura analítica unificada. En su lugar, es heterogéneo, con diferentes énfasis que van desde la ecología política, la geografía, la sociología y la economía política. También argumentamos que las discusiones dentro de las diversas miradas al neoextractivismo indican algunas reelaboraciones de temas anteriores abordados en la teoría crítica latinoamericana, como la economía del desarrollo y en especial la teoría de la dependencia.
La especialización en la producción de materias primas, lejos de permitir una acumulación que garantice la inversión en alternativas al extractivismo, tiende a bloquear la posibilidad de otras actividades generando procesos de desindustrialización en el continente, y el deterioro de la soberanía alimentaria. Con esto no se están construyendo alternativas al capitalismo, ni siquiera poniéndole obstáculos, sino alimentando su insaciable maquinaria depredadora.
Este trabajo investiga el vínculo histórico-filosófico entre el proyecto que la modernidad epistemológica inaugura hacia principios del Siglo XVII y el neoextractivismo actual. Para ello, el trabajo historiográfico se convierte en búsqueda de la procedencia que, a diferencia de la historia tradicional, se abstiene de reproducir el pasado como mera justificación del presente. Se pretende mostrar la continuidad conceptual y económico-política entre el modo en que la ciencia clásica concibe la relación con la naturaleza devenida objeto y mecanismo, y por lo mismo mercancía. Este modo de pensar y hacer sobre la naturaleza queda sintetizado en la denominada "ontología dualista" en la que la potencia técnica de nuestros días, sin medir consecuencias en su búsqueda de la acumulación del capital, convierte a la propia ciencia-tecnología en fuerza geológica que desbarata el equilibrio bioterritorial entre seres humanos y no humanos, y produce un ecocidio que lleva al cambio climático. Este proceso epistemológico ha sido a la vez un proceso político, y se da en necesidad sincrónica con el colonialismo.
Este artículo elabora una caracterización de la crisis capitalista mundial, así como de su más reciente expresión en el sistema financiero luego de la burbuja del 2008 y las repercusiones que manifiesta en las economías latinoamericanas, enfatizando en el análisis de la Revolución Ciudadana de Ecuador y el papel de este país en la economía mundial a la luz de las exigencias del capital transnacional. Se analiza la relación del proceso liderado por Rafael Correa con la valorización del capital a nivel mundial en la crisis económica, así como su conexión con las llamadas potencias emergentes. Finalmente, se aportan argumentos que contradicen la caracterización de este proceso como una vertiente del "socialismo del siglo XXI", resaltando sus características neoextractivistas.
En el plano imaginario, Olavarría (Buenos Aires, Argentina) es reconocida como la "ciudad del cemento" por su fuerte impronta minera y migrante (sobre todo europea), cuestiones que han favorecido la negación e invisibilizacion de las poblaciones originarias en el relato histórico local. En este trabajo, se abordan desde una perspectiva antropológica aquellas prácticas y discursos de mujeres mapuche locales que ponen el eje en la defensa del territorio en términos culturales y ontológicos frente al avance del neoextractivismo. Las experiencias recuperadas son desplegadas en el espacio público y tienen como objetivo visibilizar la presencia indígena en el área de estudio y poner en tensión este modelo de desarrollo socioterritorial. Estas escenas han sido registradas a través de: observaciones participantes, entrevistas abiertas y semiestructuradas a las y los actores presentes, relevamiento de medios de comunicación locales. Este artículo analiza el lugar que ocupan estas intervenciones en el proceso de constituirse como mujeres indígenas en un contexto urbano y en la valoración de estas como parte de sus agendas personales, familiares y/o comunitarias. Los principales resultados dan cuenta de un creciente grado de visibilidad y sistematicidad de estas prácticas, así como de la construcción de redes con instituciones y organizaciones locales. En suma, todo ello permitiría afirmar que en el área de estudio están aconteciendo procesos organizativos e identitarios de carácter etnopolítico que ponen en cuestión el imaginario hegemónico local y plantean líneas posibles de transformación.
Conforme a la literatura, el actual paradigma neoextractivista latinoamericano diferiría del modelo extractivo "clásico" neoliberal debido al menor peso relativo del capital privado extranjero y la captación por parte del Estado de gran parte del excedente generado a través de distintos mecanismos (reformas normativo-institucio- nales, aumento de tributos, creación de empresas públicas, imposición de derechos de exportación, etc.). Este artículo examina críticamente esas tesis y las contrasta empíricamente para la Argentina analizando los casos del agronegocio, la pesca marítima y la minería metalífera. Contrariamente a lo establecido por la literatura, los resultados muestran que el modelo extractivo argentino no representa un "progresismo neodesarrollista" puro, sino más bien un patrón de acumulación extremadamente contradictorio, donde la mayor intervención estatal coexiste con la mayor presencia del capital privado extranjero y donde el predominio de los atributos clásicos neoliberales o de los modernos rasgos neoextractivistas varía según las actividades económicas involucradas.
El presente artículo pretende una aproximación a la formación de enclaves extractivos en la República Democrática del Congo, haciendo un estudio comparativo con la República de Angola, en pos de dar cuenta de las tendencias regionales que les hacen similares, y las particularidades locales que singularizan sus respectivas inserciones neoliberales. La hipótesis de este trabajo, tomando los aportes de autores como James Ferguson (2007), es que se ha venido instalando un paradigma desde 1980 en adelante en gran parte del continente africano, que aquí denominamos como "neoextractivismo", incorporando el modelo de Maristella Svampa (2019), que lo pensaba para América Latina. Mientras que Ferguson concentra su análisis del neoliberalismo en África en Angola, donde observa la instalación de una producción petrolífera cualitativa y espacialmente separada del resto de la sociedad, y Svampa lo hace en relación con las concesiones que tanto gobiernos nacional-populares como neoliberales de la región latinoamericana han hecho a las compañías extractivas, aquí se propone un matiz adicional. El caso congolés da cuenta de la imposición de una brecha que separa las ganancias de la explotación respecto al Estado y su población, como en el caso angoleño, pero con una serie de particularidades históricas que ha combinado el accionar de milicias, rutas ilegales, liberalización neoliberal e inserción de los capitales extranjeros. Este sincretismo ha privado de las ganancias de los minerales estratégicos a los trabajadores locales que los explotan y del gobierno en cuyo territorio se encuentran subterráneamente. Ambos casos formarían parte de una más amplia reorganización capitalista que ha venido operando en el continente africano desde 1970 en adelante, y que necesariamente requiere de un estudio comparativo, tomando aportes de los análisis de la región latinoamericana, en tanto parte del Sur global.
In: Encrucijada Americana: revista electrónica del Departamento de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Alberto Hurtado, Band 12, Heft 1, S. 5
Los gobiernos autodenominados progresistas en la América Latina del siglo XXI manifestaron en sus inicios querer modificar la matriz productiva y dar el salto hacia el posneoliberalismo. Esto quería decir, alejarse del modelo primario exportador-extractivista e implementar estrategias de diversificación económica. Estas medidas tendrían como consecuencia directa el aminoramiento de la conflictividad socioambiental en los territorios.
A poco andar el siglo, los gobiernos que dieron este viraje ideológico presentaron una paradoja que se manifestó no sólo en la continuidad del modelo primario exportador, sino en la profundización del mismo, dando paso a un neoextractivismo selectivo. Como consecuencia del proceso ha habido un aumento de la conflictividad socioambiental en los territorios.
El objetivo de este artículo es caracterizar los progresismos de Argentina, Bolivia y Chile enfatizando en sus procesos extractivos. La hipótesis postula que durante los gobiernos progresistas aumentó la conflictividad socioambiental de los tres casos. En términos metodológicos, se ha optado por el debate bibliográfico para caracterizar los progresismos y la construcción de una matriz de análisis a partir de aquellos conflictos socioambientales que tuvieran relación con la extracción minera, antes y durante los gobiernos progresistas de los tres países analizados, entre los años 2001 y 2013.