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La transición a la democracia en Sudáfrica vino acompañada de una enorme carga emotiva y de uninteresante desafío de aplicación empírica de la Ciencia Política. Emotiva, por las características delrégimen autoritario precedente, basado en la segregación racial y la exclusión política de la mayoríade la población. Emotiva, asimismo, por la personalidad carismática y el enorme ejemplo cívico dequien simbolizó el cambio. Nelson Mandela —27 años en prisión— entendió que el futuro del paísno podía pasar por ningún tipo de revancha ni nuevas formas de exclusión de los antaño excluyentesy que era necesario diseñar un sistema institucional que permitiera la convivencia armoniosa de losdiferentes grupos étnicos del país. Y fue en este punto donde la Ciencia Política tuvo un lugar desta-cado. Bajo la inspiración directa de la obra de Arend Lijphart, la transición sudafricana se llevó a cabomediante un diseño institucional que recogía, casi en su totalidad, el tipo ideal de "democracia de con-senso" que formulara el politólogo holandés en su seminal obra Democracies: Patterns of Majorita-rian & Consensus Government in Twenty-one Countries.Este artículo forma parte de un trabajo más amplio donde estudio por qué y cómo cambió el régimenpolítico sudafricano de uno excluyente a otro democrático, qué tipo de democracia es y cómo le estáyendo a la democracia sudafricana. En primer lugar, haré un resumen sucinto de las causas de la tran-sición sudafricana y cómo se llevó a cabo. Posteriormente, analizaré los mecanismos institucionalesdesplegados para hacer viable la convivencia multiétnica en lo que, como consecuencia de la transi-ción, había dejado de ser un régimen de segregación racial. En la tercera parte trataré algunos aspec-tos de los procesos electorales ocurridos desde 1994, para concluir con una evaluación, también sucin-ta, de los problemas que afronta la democracia sudafricana.

Examines the democratic transition and consolidation process in South Africa; the Apr. 1994 multi-racial elections, regional economic integration, politics in southern Africa, constitutional revision, and other issues; 6 articles. Summaries in English p. 290-2.

The transition to democracy in South Africa carried with it an enormous emotional burden as well as an interesting challenge for the empirical application of political science. Emotional, because of the characteristics of the out-going authoritarian regime which was based on racial segregation and the political exclusion of the majority of the population. Emotional, also, due to the charisma and great civic example of someone who came to symbolize change. Nelson Mandela -27 years in prison- understood that the future of the country depended on the avoidance of any and all types of revenge on, or exclusion of, the once exclusive segment of the population. He also knew that it was necessary to design an institutional system that would allow for the harmonious coexistence of different ethnic groups in the country. And it was here that political science played a key role. Directly inspired by the work of Arend Lijphart, the South African transition was carried out according to an institutional design which was based, almost in its entirety, on the ideal paradigm of "democracy by consensus". This ideal was formulated by the Dutch political scientist in his seminal work Democracies: Patterns of Majoritarian and Consensus Government in Twenty-One Countries. This article is part of a larger work in which I study why and how the South African political system changed from an exclusive one to a democratic one, what kind of democracy it is and how the South African democracy is moving forward. First. I will provide a brief summary of the causes of the South African transition and how it was carried out. Later I will analyze the institutional mechanisms developed to make viable the multi-ethnic coexistence in what, as a result of the transition. had ceased to be a system of racial segregation. In the third part I will discuss some aspects of electoral processes since 1994, concluding with an assessment, also brief, of the problems facing South African democracy. Adapted from the source document.

El actual embajador de Sudáfrica en la Argentina analiza las particularidades del proceso de democratización que vive esa nación. Hace hincapié en los diversos programas de reformas políticas, económicas y sociales que implementará la gestión de Nelson Mandela, primer presidente tras los largos años del apartheid. ; Current South African Ambassador in Argentina analyses the particular aspects of the democratization process that nation is going through. He emphasizes the different political, social and economic reform programmes that Nelson Mandela's government -the first after the long apartheid years- will carry out in the future. ; Instituto de Relaciones Internacionales

Ever since that South Africa was admitted like a member of BRICS (Brazil, Russia, India, China and South Africa), its regional leadership was limited to the African Austral. This can be appreciated in the little commercial bonding with the continent, due to its principaleconomic partners are in Asia, in addition its limited participation in the peacekeeping operations the ongoing in this part of the world, show us its little leadership in matters of security and defense of the Africa continent, fundamental aspect to consolidated like a regional leader; All this added to the polarized socioeconomic situation that present its population and the high indexes of corruption that exist in the government, could limit its aspirations of consolidated like a "rising power" of this part of the globe. However, its geopolitical potential, that is support in its geostrategic location, its abundance in natural resources, principally in mining and its soft power, that use to promotion the multilateralism, democratic principles, the equality and the defense of human rights, they place to South African in a position of great expectative for this international Forum. ; Desde que Sudáfrica fue admitido como miembro de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), su liderazgo se limitó únicamente a la región de África austral, la cual se puede apreciar tanto en su poca vinculación comercial, debido a que sus principales socios económicos se encuentran en Asia, y en su escasa participación en las operaciones de mantenimiento de paz que se vienen desarrollando en esta parte del mundo, lo que nos muestra su poco liderazgo en los asuntos de seguridad y defensa del continente Africano, aspecto fundamental para consolidarse como un líder regional; todo esto sumado a la polarizada situación socioeconómica que presenta su población y a los altos índices de corrupción que existen en el gobierno, podrían limitar sus aspiraciones de consolidarse como la "potencia emergente" de esta parte del globo. Sin embargo, su potencial geopolítico, el cual se sustenta en su ubicación geoestratégica, su abundancia en recursos naturales, principalmente en minería y su soft power, por medio del cual promueve el multilateralismo, la democracia, la igualdad y la defensa de los derechos humanos, lo colocan en una posición de gran expectativa para este foro internacional.