Timor Est, «vu d'Indonésie»
In: Archipel: études interdisciplinaires sur le monde insulindien, Band 46, Heft 1, S. 119-129
ISSN: 2104-3655
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In: Archipel: études interdisciplinaires sur le monde insulindien, Band 46, Heft 1, S. 119-129
ISSN: 2104-3655
In: Politique internationale: pi, S. 350-364
ISSN: 0221-2781
Examines human rights violations and opposition to Indonesian occupation in East Timor. Summaries in English and Spanish p. 397 and 411.
In: Défense nationale: problèmes politiques, économiques, scientifiques, militaires, Band 51, Heft 2, S. 187-189
ISSN: 0035-1075, 0336-1489
World Affairs Online
In: Politique internationale: pi, Heft 64, S. 351-364
ISSN: 0221-2781
World Affairs Online
In: Le monde diplomatique, Band 40, S. 22 : il(s)
ISSN: 0026-9395, 1147-2766
Aunque ya en el siglo XVIII, con el debilitamiento del Imperio Otomano, los viajes de aventureros europeos a las tierras mencionadas por la Biblia (Asiria y Babilonia) aumentaron, fueron las Guerras de Crimea entre los Imperios Ruso y Otomano, en 1851, y entre los Imperios Persa y Otomano, pocos años más tarde, los que permitieron la llegada de arqueólogos occidentales al Próximo Oriente. Éstos, en efecto, eran militares, que acudían para apoyar a los poderes otomano o persa en función de los intereses en la zona, cuyo control era imprescindible para los desplazamientos entre Europa y las colonias británicas, francesas y alemanas de la India y de Indochina. Esos arqueólogos-militares, que necesitaban trazar planos detallados para las campañas militares y arqueológicas, hallaron las mejores condiciones para iniciar las primeras excavaciones, financiadas por gobiernos y museos públicos británicos y franceses. El Imperio Germánico se incorporó a la conquista territorial y las exploraciones a finales del siglo XIX, tratando de recuperar el tiempo perdido. Finalmente, el siglo XX vio llegar a los arqueólogos norteamericanos enviados por grandes universidades. Las misiones fueron facilitadas con la desmembración del Imperio Otomano y la transformación de los territorios árabes del Imperio en colonias británicas y francesas, lo que aceleró el transvase de piezas hacia Occidente hasta finales de la Segunda Guerra Mundial, cuando la creación de los primeros estados árabes estableció nuevas reglas para la exploración y el reparto. Este número monográfico de la revista DC papers estudiará las estrechas relaciones entre el dominio colonial y la arqueología, en busca de las "raíces" de la cultura europea, que tenían que ser sumerias y no acadias, asirias o babilónicas, unas culturas semitas (como la hebrea) rechazadas por arqueólogos germánicos, sobre todo, en los años veinte y treinta. ; Peer Reviewed
BASE
Aunque ya en el siglo XVIII, con el debilitamiento del Imperio Otomano, los viajes de aventureros europeos a las tierras mencionadas por la Biblia (Asiria y Babilonia) aumentaron, fueron las Guerras de Crimea entre los Imperios Ruso y Otomano, en 1851, y entre los Imperios Persa y Otomano, pocos años más tarde, los que permitieron la llegada de arqueólogos occidentales al Próximo Oriente. Éstos, en efecto, eran militares, que acudían para apoyar a los poderes otomano o persa en función de los intereses en la zona, cuyo control era imprescindible para los desplazamientos entre Europa y las colonias británicas, francesas y alemanas de la India y de Indochina. Esos arqueólogos-militares, que necesitaban trazar planos detallados para las campañas militares y arqueológicas, hallaron las mejores condiciones para iniciar las primeras excavaciones, financiadas por gobiernos y museos públicos británicos y franceses. El Imperio Germánico se incorporó a la conquista territorial y las exploraciones a finales del siglo XIX, tratando de recuperar el tiempo perdido. Finalmente, el siglo XX vio llegar a los arqueólogos norteamericanos enviados por grandes universidades. Las misiones fueron facilitadas con la desmembración del Imperio Otomano y la transformación de los territorios árabes del Imperio en colonias británicas y francesas, lo que aceleró el transvase de piezas hacia Occidente hasta finales de la Segunda Guerra Mundial, cuando la creación de los primeros estados árabes estableció nuevas reglas para la exploración y el reparto. Este número monográfico de la revista DC papers estudiará las estrechas relaciones entre el dominio colonial y la arqueología, en busca de las "raíces" de la cultura europea, que tenían que ser sumerias y no acadias, asirias o babilónicas, unas culturas semitas (como la hebrea) rechazadas por arqueólogos germánicos, sobre todo, en los años veinte y treinta. ; Peer Reviewed
BASE
In: Rivista di studi politici internazionali: RSPI, Band 67, Heft 2, S. 321
ISSN: 0035-6611
In: Storia e politica: rivista trimestr. ; organo dell'Ist. di Studi Storici e Politici della Fac. di Scienze Polit. dell'Univ. di Roma, Band 23, Heft 2, S. 200
ISSN: 0039-1905
In: Recherches asiatiques
World Affairs Online
In: Foreign affairs: an American quarterly review, Band 45, Heft 4, S. 624
ISSN: 2327-7793