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In the early postwar years Norway was among the most active in the campaign against Franco's Spain, supporting the policy of keeping Spain out of the UN, and pushing for UN members to break off diplomatic relations with Spain. Within a few years the policy of ostracism was seen to fail as it appeared to strengthen rather than weaken the Franco regime. Spain was then gradually allowed into the warmth. Until the early 1950s Norway's retreat from its 1946 position was very reluctant, and it was in 1949 the last Western European state to accept normalization. Spain retaliated with economic pressures, and by 1951 Norway had relented and joined in the general reestablishment of normal diplomatic relations, and in 1955 accepted the package deal that brought Spain into the UN. The article discusses the foreign policy concerns and the domestic political struggles that explain Norwegian policies, including the veto on Spanish NATO membership that was never given up. ; En los primeros años de la posguerra Noruega fue uno de los países más activos en la campaña en contra de la España de Franco, apoyando la política de apartar a España fuera de las Naciones Unidas y presionando a los miembros de ésta a romper las relaciones diplomáticas con ella. En unos pocos años se comprobó el fracaso de la política del ostracismo, puesto que acabó por fortalecer, más que debilitar, el régimen franquista. A partir de entonces, las relaciones con España fueron templándose poco a poco. Hasta los primeros años cincuenta, la retractación noruega de su posición de 1946 resultó un tanto reacia, y no fue hasta 1949 cuando se convirtió en el último de los estados de Europa occidental en aceptar la normalización de la situación. España contraatacó con presiones económicas y para 1951 Noruega ya había cedido su posición para unirse al restablecimiento general de las relaciones diplomáticas normales, de manera que en 1955 aceptó el paquete de acuerdos que llevó a España a las Naciones Unidas. Este artículo analiza las relaciones internacionales y las luchas políticas domésticas que explican las políticas noruegas, incluyendo el veto al ingreso de España como miembro de la OTAN, que nunca fue levantado.