The End of Neoliberalism in Chile?
In: Dissent: a quarterly of politics and culture, Band 69, Heft 1, S. 86-94
ISSN: 1946-0910
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In: Dissent: a quarterly of politics and culture, Band 69, Heft 1, S. 86-94
ISSN: 1946-0910
In: Radical Americas, Band 6, Heft 1
ISSN: 2399-4606
La elección de Salvador Allende y la Unidad Popular en 1970 desató un radical y original proceso revolucionario, cuestión apreciable no sólo en la profundidad de las medidas redistributivas y las expectativas generadas, sino también en la ferocidad con que ese proyecto fue respondido por quienes se identificaron con un ideal contrarrevolucionario. Esa contrarrevolución inicialmente reducida a sectores conservadores y reaccionarios se transformó en cuestión de meses en una inmensa movilización de masas, que terminaría por pavimentar el camino hacia el golpe militar. Este ensayo analiza ese proceso contrarrevolucionario, explorando sus raíces históricas, los principales actores involucrados y la innovaciones en las prácticas políticas desarrolladas entonces. El "bloque contrarrevolucionario" formado por una diversidad de actores políticos y sociales -algunos de los cuales no tenían experiencia de movilización política previa- fundamentó su accionar en la adopción y socialización de un "guión" anticomunista de larga data, con el cual pudieron hacer sentido a la cambiante realidad de entonces. Ese "guión", basado en décadas de recepciones de eventos de otras latitudes, elaboraciones y acusaciones contra todos aquellos identificados como comunistas, aspiró a reducir la originalidad del proyecto político de la Unidad Popular a una reedición en territorio chileno de las experiencias socialistas clásicas procesadas en clave distópica. La potencia de la contrarrevolución se proyectaría en la dictadura militariniciada en 1973 al convertirse en una suerte de ideología oficial de Estado, y se convertiría en una experiencia fundante de los sectores conservadores chilenos, con reverberaciones incluso en nuestros días.
In: Radical Americas, Band 6, Heft 1
ISSN: 2399-4606
The election of Salvador Allende and the Unidad Popular (Popular Unity) in 1970 unleashed a radical and original revolutionary process, discernible not only in the depth of its redistributive measures and the expectations it generated, but also in the ferocity with which those who identified with the counter-revolutionary ideal responded to that project. The counter-revolution, initially confined to the conservative and reactionary sectors, in a matter of months became an immense mass mobilisation that would end up paving the way for the military coup. This article analyses that counter-revolutionary process, exploring its historic roots, the main actors involved and the innovations in political practices it developed at the time. The 'counter-revolutionary bloc' was formed by a diverse array of political and social actors – some of whom did not have previous experience in political mobilisations – who based their actions on the adoption and socialisation of a long-standing anti-Communist script, through which they could make sense of the period's changing reality. That script – based on decades of taking in events from other parts of the world, elaborations and accusations against all those who identified as Communists – aimed to reduce the originality of the Unidad Popular's political project to a remake of classic socialist experiences in Chilean territory and processed in a dystopian key. The counter-revolution's power would be projected into the military dictatorship that began in 1973, when it became a sort of official state ideology, and it would become a foundational experience for Chilean conservative sectors with reverberations even in in the present.
In: Cold war history, Band 20, Heft 3, S. 367-372
ISSN: 1743-7962
In: Journal of social history, Band 54, Heft 3, S. 944-969
ISSN: 1527-1897
Abstract
This article studies the political trajectory of the Chilean middle class under the Popular Unity government (1970–1973) through its representative social organizations, especially small merchant, trucker owner, and professional associations. In the context of increased political polarization, the middle class—after a brief "honeymoon" with the government—radicalized for counterrevolution. Along with political, media, and business opposition, these middle-class groups formed a powerful counterrevolutionary social bloc that challenged the Popular Unity through massive strikes and protests, including a major one in October 1972. I argue that this process was a result of the breakdown of the channels of participation and negotiation that had existed between these groups and the state since the 1930s. These channels broke down with the Left's implementation of a revolutionary, socialist project, which led both to the state's unprecedented attention to the working class and to a major economic crisis. At the same time, the very idea of the middle class was redefined in counterrevolutionary terms. While the internal contradiction of the Left prevented it from engaging with the middle class, the opposition succeeded in defining that social identity as inherently anti-Marxist. Consequently, the organizations studied here assumed a leading role in the increasingly insurrectional opposition to the Popular Unity, which culminated in enthusiastic middle-class support for the September 11, 1973, coup d'état.
In: Journal of Latin American studies, Band 51, Heft 3, S. 523-548
ISSN: 1469-767X
AbstractDrawing on minutes, publications, diplomatic documents and the written press, I explore the transnational networks of the Chilean right wing within Latin America in the 1950s, especially around the four Congresses against Soviet Intervention in Latin America held in Mexico City, Rio de Janeiro, Lima and Antigua between 1954 and 1958. I argue that the Chilean right wing's participation in those networks alongside other Latin American like-minded actors was based on both its long local experience in fighting communism and its attachment to Cold War anti-communism. In these transnational spaces, some Chilean right-wingers gained recognition and prestige, as was the case with the conservative leader Sergio Fernández Larraín, largely thanks to his systematic denunciation of supposed Soviet penetration in the Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), then the ruling party in Bolivia.
In: Bulletin of Latin American research: the journal of the Society for Latin American Studies (SLAS), Band 42, Heft 4, S. 487-489
ISSN: 1470-9856
In: História Unisinos, Band 25, Heft 2, S. 218-230
ISSN: 2236-1782
A inicios de la década de 1980, el concepto "neoliberalismo" era escasamente utilizado. En las décadas siguientes, sin embargo, se convirtió en una categoría indispensable para caracterizar los programas de liberalización y privatización económica implementados en distintas partes del mundo. En este artículo planteamos que el origen de la resemantización y difusión del concepto neoliberalismo radicó en la experiencia de las reformas económicas aplicadas en Chile por los "Chicago Boys" durante la dictadura militar que encabezó Augusto Pinochet. Basándonos en la producción de intelectuales y centros de investigación conservadores, socialcristianos y socialistas, proponemos que entre 1981 y 1982 tuvieron lugar los primeros intentos por describir y criticar el proyecto refundacional de la dictadura a partir de la categoría de neoliberalismo, precisamente en el momento en que dicho modelo entraba en una profunda crisis. La pertinencia de este concepto como eje articulador de un espacio de oposición política e intelectual heterogéneo se explica por los propios efectos de las reformas económicas de la dictadura. La clausura y contracción del Estado como parte de las exigencias de liberalización económica radical impuestas por los "Chicago Boys" produjo desafecciones importantes que terminaron quebrando la alianza social contrarrevolucionaria que apoyó inicialmente al régimen. No es casualidad, entonces, que en la crítica al modelo desde la noción de "neoliberalismo" hayan coincidido pensadores conservadores, socialcristianos y socialistas en procesos de "renovación".
A inicios de la década de 1980, el concepto "neoliberalismo" era escasamente utilizado. En las décadas siguientes, sin embargo, se convirtió en una categoría indispensable para caracterizar los programas de liberalización y privatización económica implementados en distintas partes del mundo. En este artículo planteamos que el origen de la resemantización y difusión del concepto neoliberalismo radicó en la experiencia de las reformas económicas aplicadas en Chile por los "Chicago Boys" durante la dictadura militar que encabezó Augusto Pinochet. Basándonos en la producción de intelectuales y centros de investigación conservadores, socialcristianos y socialistas, proponemos que entre 1981 y 1982 tuvieron lugar los primeros intentos por describir y criticar el proyecto refundacional de la dictadura a partir de la categoría de neoliberalismo, precisamente en el momento en que dicho modelo entraba en una profunda crisis. La pertinencia de este concepto como eje articulador de un espacio de oposición política e intelectual heterogéneo se explica por los propios efectos de las reformas económicas de la dictadura. La clausura y contracción del Estado como parte de las exigencias de liberalización económica radical impuestas por los "Chicago Boys" produjo desafecciones importantes que terminaron quebrando la alianza social contrarrevolucionaria que apoyó inicialmente al régimen. No es casualidad, entonces, que en la crítica al modelo desde la noción de "neoliberalismo" hayan coincidido pensadores conservadores, socialcristianos y socialistas en procesos de "renovación". ; A inicios de la década de 1980, el concepto "neoliberalismo" era escasamente utilizado. En las décadas siguientes, sin embargo, se convirtió en una categoría indispensable para caracterizar los programas de liberalización y privatización económica implementados en distintas partes del mundo. En este artículo planteamos que el origen de la resemantización y difusión del concepto neoliberalismo radicó en la experiencia de las reformas económicas aplicadas en Chile por los "Chicago Boys" durante la dictadura militar que encabezó Augusto Pinochet. Basándonos en la producción de intelectuales y centros de investigación conservadores, socialcristianos y socialistas, proponemos que entre 1981 y 1982 tuvieron lugar los primeros intentos por describir y criticar el proyecto refundacional de la dictadura a partir de la categoría de neoliberalismo, precisamente en el momento en que dicho modelo entraba en una profunda crisis. La pertinencia de este concepto como eje articulador de un espacio de oposición política e intelectual heterogéneo se explica por los propios efectos de las reformas económicas de la dictadura. La clausura y contracción del Estado como parte de las exigencias de liberalización económica radical impuestas por los "Chicago Boys" produjo desafecciones importantes que terminaron quebrando la alianza social contrarrevolucionaria que apoyó inicialmente al régimen. No es casualidad, entonces, que en la crítica al modelo desde la noción de "neoliberalismo" hayan coincidido pensadores conservadores, socialcristianos y socialistas en procesos de "renovación".
BASE
In: História Unisinos, Band 19, Heft 1
ISSN: 2236-1782
In: Estudios interdisciplinarios de América Latina y el Caribe: EIAL, Band 34, Heft 1, S. 17-42
ISSN: 2226-4620
Este artículo estudia las relaciones entre Yugoslavia y los socialistas chilenos en las décadas de 1950 y 1960. Mientras Yugoslavia necesitaba de nuevos aliados internacionales luego de la ruptura con la Unión Soviética, los socialistas chilenos requerían de nuevos referentes internacionales para afirmar sus líneas estratégicas internas. La afinidad ideológica estrechó e incrementó el nivel de relaciones políticas entre ambos, incluyendo viajes oficiales y publicaciones. Sin embargo, en los años 1960 estos vínculos empezaron a ser eclipsados por la Cuba socialista, crítica del enfoque yugoslavo percibido como moderado en materia de política extranjera y en la no-alineación. El socialismo chileno terminaría decantándose por esa retórica revolucionaria e insurreccional por sobre las ideas yugoslavas.