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Law and Evaluation.
Law and evaluation are closely linked, contrary to appearances. There is a real - if not desirable - interlink as well at the ex ante stage of decisionmaking, action or policy analysis as at the ex post stage. If important legal elements are put aside in prior evaluation, it can only lead to errors, possibly litigation, and compromise the financial and social success of a project. In the same way, the attitude of judges, especially those of administrative courts, shows that they take more and more evaluation into account in their legal reasoning. The evaluators have not yet developped as much the attitude of taking law into account, but this can be explained by the relatively recent growth of evaluation.

El Ministerio de Educación Nacional, de lejos el mayor empresario de Francia (un millón de empleados) cuenta unos cincuenta empleos a la discreción del gobierno.
En el momento de la alternancia de mayo de 1981, la filosofía relativa a estos empleos era : es legítimo cambiar algunos titulares de estos empleos, es necesario hacerlo rápidamente (a nueva política, hombres nuevos) ; hay que hacerlo cuando estos altos funcionarios aunque legales, son no credibles ; ellos mismos pueden y deben dimitir si se encuentran mal a gusto ; por fin se tienen que tratar lo más humanamente los altos funcionarios remplazados.
Se aplicó esta filosofia : en el año que sucedió a las elecciones de mayo-junio de 1981, 60 % de los directores, un poco más de 60 % de los rectores, 30 % de los directores de establecimientos públicos administrativos dimitieron o fueron remplazados. Es una proporción importante, pero poco superior a lo que sucedió durante alternancias menos radicales.
En fin, si se comentan estos cambios, se debe estimar que fueron operados de manera no sistemática y sin sectarismo, que los altos funcionarios remplazados han sido tratados humanamente y que muchos de ellos han sido el objeto de halagüeños nombramientos, que solo los empleos a la discreción del gobierno dieron lugar a emplazamientos y que por fin los nuevos titulares, si parte de ellos tenían simpatías por el nuevo poder o una sensibilidad claramente cercana de él, fueron contratados sobre criterios de competencia a los que, en mayoría, respondieron.