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L'objet de cette recherche est de cornprendre la singularité des pratiques artistiques militantes aujourd'hui, c'est-a-dire les formes d'art qui trouvent leur univers de référence et d'action dans les luttes de transfonnation sociale. Reconnues comme des expressions d'art engagé, mi de contestation, o u art rnilitant, ces pratiques artistiques s 'inscrivent a l'intersection des dimensions esthétique et politique, bousculant leurs frontieres et renouvelant les possibilités d'expression dans ces deux espaces de la vie sociale. A partir de l'approche de la sociologie de l'art, on analysera comment se développe une pratique artistique qui releve d'une expérience a la fois esthétique et politique. Ce travail abordera cette miiculation, analysant les différents domaines de la production d'une uvre singuliere : celle de la Compagnie Jolie Móme, qui depuis plus de vingt ans fait vivre un théatre au creur des luttes sociales d'aujourd'hui. Elle rejoint ainsi la tradition de l'agit-prop et du théatre d'intervention, dans une volonté de faire des spectacles un moyen de transfonnation sociale, un projet qu'elle affiche d'emblée lorsqu'elle se présente a ses publics : "Attachés a la beauté et a la force des mots, nous espérons faire un thééitre populaire. C'est-a-dire un thééitre festif, oit l'on se retrouve entre amis, entre camarades et ou regne une atmosphere d'insolence, de rébellion. Cette atmosphere fraternelle participe a faire de notre thééitre un acte politique". Partant d'une conception des euvres comrne des processus sociaux qui vont de la production a l'interprétation, cette recherche se construit sur la base d'une ethnographie de l'activité artistique de la compagnie Jolie Mome, analysant sa trajectoire, ses filiations, sa production et la réception des spectacles.

Para la presente libro aborda un estudio original para las ciencias sociales en América Latina y escasamente explorado en Chile: las condiciones laborales y sociales de los músicos en este país y la implicancia que tienen las políticas públicas (de trabajo y de cultura) en ellas. Es así que indagamos en las condiciones laborales que viven los músicos en Chile, a partir de un análisis crítico de las políticas públicas que los afectan, específicamente aquellas vinculadas a cultura y trabajo que se han implementado en el país desde el retorno de la democracia en 1990. A partir de ello, analizamos los paradigmas, enfoques e ideologías tras estas políticas públicas, buscando fundamentalmente hallar las consecuencias prácticas en las condiciones laborales que enfrentan los artistas en el país, centrando la atención en el trabajo de los músicos.

La música como disciplina artística, pero también como fuente de trabajo, ha sufrido cierto abandono por parte de las políticas públicas chilenas, especialmente desde el golpe de Estado ocurrido en 1973 y su consecuente dictadura militar. Desde el retorno de la democracia, y especialmente desde la creación de una institucionalidad pública sobre cultura, estos temas vuelven a ponerse sobre la mesa, sin embargo, sin la especificidad que requieren y sin considerar integralmente la diversidad de los distintos ámbitos de la cultura. Particularmente, la situación de la música en Chile ha cambiado considerablemente en los últimos años. La industria musical se ha visto afectada por diversas transformaciones, tanto positivas como negativas. Igualmente ha sido una industria que ha tenido un fuerte crecimiento, especialmente de ciertos eslabones de la cadena de producción y difusión, como las productoras de grandes eventos musicales; los sellos independientes; las editoras de música; los medios de comunicación masivos; etcétera. Sin embargo, los músicos chilenos no han visto mejoras en su situación laboral y social sino que, por el contrario, sufren una mayor desprotección social que en el pasado, y sus condiciones de trabajo se han precarizado. Las iniciativas que se han implementado para mejorar esta situación no atacan la raíz del problema, sino que se proponen paliar algunos de sus efectos con instrumentos parciales e insuficientes. La política cultural se ha dejado en manos de la concursabilidad y la competencia entre artistas para conseguir los escasos recursos públicos. El Estado se aparta y deja la tarea reguladora al mercado. Por ello, no existe un marco normativo potente que proteja el trabajo musical, ni que asegure la difusión de las producciones nacionales, o que establezca fuentes de financiamiento estables para los sindicatos y asociaciones de músicos. ; Introducción y descripción del problema 4 Introducción 4 Descripción del problema 5 Marco teórico de referencia 7 Condiciones laborales y previsionales de los músicos 10 Condiciones laborales de los músicos 10 Condiciones previsionales y su evolución 15 Asociatividad entre los músicos 16 Principales asociaciones existentes 18 Principales logros 23 Principales dificultades y necesidades del sector asociativo 25 Las políticas públicas referidas a la música 28 Evolución de las políticas culturales en Chile 28 Marco institucional y normativo 30 Institucionalidad cultural 30 Política Cultural 2011-2016 32 Política de la Música 32 Ley de Propiedad Intelectual 33 Instrumentos de fomento 34 Fondos concursables 34 Fondo de la Música 35 Escuelas de Rock 36 Financiamiento de Orquestas Profesionales 37 Paradigmas de la política actual 37 Las políticas laborales y previsionales 40 Breve análisis de la situación latinoamericana 44 Principales demandas y expectativas de los músicos 47 Demandas de difusión y protección a la música nacional 47 Demandas laborales 53 Demandas previsionales 56 Autopercepción y valoración social de los músicos 57 Músico como artista v/s músico como trabajador 58 Conocimiento de los músicos respecto a sus derechos 60 Valoración social del arte y de la música 61 Reflexiones finales 66 Bibliografía 68 Medios de comunicación 74 Legislación 74 Sitios web 75

La música como disciplina artística, pero también como fuente de trabajo, ha sufrido cierto abandono por parte de las políticas públicas chilenas, especialmente desde el golpe de Estado ocurrido en 1973 y su consecuente dictadura militar. Desde el retorno de la democracia, y especialmente desde la creación de una institucionalidad pública sobre cultura, estos temas vuelven a ponerse sobre la mesa, sin embargo, sin la especificidad que requieren y sin considerar integralmente la diversidad de los distintos ámbitos de la cultura. Particularmente, la situación de la música en Chile ha cambiado considerablemente en los últimos años. La industria musical se ha visto afectada por diversas transformaciones, tanto positivas como negativas. Igualmente ha sido una industria que ha tenido un fuerte crecimiento, especialmente de ciertos eslabones de la cadena de producción y difusión, como las productoras de grandes eventos musicales; los sellos independientes; las editoras de música; los medios de comunicación masivos; etcétera. Sin embargo, los músicos chilenos no han visto mejoras en su situación laboral y social sino que, por el contrario, sufren una mayor desprotección social que en el pasado, y sus condiciones de trabajo se han precarizado. Las iniciativas que se han implementado para mejorar esta situación no atacan la raíz del problema, sino que se proponen paliar algunos de sus efectos con instrumentos parciales e insuficientes. La política cultural se ha dejado en manos de la concursabilidad y la competencia entre artistas para conseguir los escasos recursos públicos. El Estado se aparta y deja la tarea reguladora al mercado. Por ello, no existe un marco normativo potente que proteja el trabajo musical, ni que asegure la difusión de las producciones nacionales, o que establezca fuentes de financiamiento estables para los sindicatos y asociaciones de músicos. ; Policy Brief