En Kenia, sólo el 6% de las violencias sexuales son denunciadas a alguna autoridad (The National Bureau of Statistics, 2015). Las violaciones, a pesar de ser un problema global, no se tratan de igual manera según las víctimas. Los cuerpos de las mujeres casadas y los cuerpos de las niñas tienen diferente honor y diferente pertenencia en el sistema patriarcal (Segato 2003; Federicci, 2004). En este estudio nos centramos en recoger las barreras que se han eliminado en los procesos de denuncia de la violencia sexual cuando las víctimas son menores de edad. Se aplica una metodología cualitativa, llevando a cabo un estudio de campo de 14 meses en la isla de Lamu. Entre las conclusiones recogemos avances, como la justicia gratuita o la existencia de centros de rescate. Estos avances se dan en gran medida por la resistencia intergeneracional que están propulsando las propias mujeres.
Programa de Doctorado en Ciencias Sociales ; Línea de Investigación: Genero e Igualdad ; Clave Programa: DSO ; Código Línea: 59 ; La presente tesis doctoral se enmarca en las Ciencias Sociales, en la línea de género y se contextualiza en una isla de Kenia que se llama Lamu, durante los años 2017 a 2021. La problemática principal de la investigación son las Violencias Machistas, comprendidas como una consecuencia de la situación de discriminación de las mujeres que se vive tanto en el ámbito público como privado (Bodelón, 2012) y las estrategias de las propias mujeres para la lucha frente a él mismo son el eje central de nuestra Tesis Doctoral. Nuestro estudio se enmarca entre aquellas investigaciones que tratan de denunciar el contexto de subordinación de lo femenino que vivimos en las distintas sociedades, denominado como Sociedad Patriarcal y entendido como "un sistema social complejo, donde todo lo vinculado a lo femenino está subordinado a los masculino y donde el sistema de vínculos se organiza jerárquicamente" (Figueroa, 2018, p.29). Esta estructura de subordinación afecta directamente a todas las esferas de la vida, desde el acceso a la educación, la brecha salarial o la existencia de tradiciones culturales o religiosas discriminatorias para las mujeres, como los matrimonios forzados y, como punta del Iceberg de estas estructuras, se encuentran las Violencias Machistas. En esta línea, nos unimos a diversos autores y autoras africanas, como Walgwe et al., (2016), Semahegn y Mengistie, (2015), Oware (2020), Ohba, (2020) o Chhichhia (2020), que relacionan las barreras en la eliminación de las Violencias Machistas con la transmisión de las desigualdades de género en la cultura o la educación. Por ello, para estudiar la situación de las mujeres que participan en la investigación, tenemos en cuenta varios de los elementos que consideramos cruciales en el mantenimiento de la Sociedad Patriarcal en el contexto, como el acceso a la educación o al mercado laboral y las condiciones de dicho acceso, para dar una visión global de la situación de desigualdad de género en la que viven. Debido a que esta Tesis recoge una realidad africana y diversa, consideramos necesario aplicar la perspectiva del feminismo intersectorial ya que es imprescindible analizar las diferencias sociales teniendo en cuenta que en una misma persona se cruzan diferentes formas de discriminación (Crenshaw, 2017). Como expone Mohanty (2008), las mujeres se construyen como grupos a través de la compleja interacción de clase, cultura, religión y otras instituciones y marcos, por ello, tenemos en cuenta estas diversidades a la hora de construir toda la investigación. Y, de esta manera, nos apoyamos en otros estudios africanos y decoloniales que aplican esta metodología para relacionar las Violencias machistas con otros aspectos, como las desigualdades sociales (Lawoko et al., 2007) o el acceso de las mujeres a la educación (Walgwe et al., 2016). También en otros estudios decoloniales que relacionan las violencias machistas con la cultura de una etnia determinada, como Bunchaft et al. (2021), que realizan un análisis interseccional sobre las violencias que sufren las mujeres quilombolas, o Vera (2018), que profundiza de manera interseccional en el discurso tradicional de violencia sobre las mujeres Mapuche. En Kenia, donde se contextualiza nuestro estudio, las Violencias Machistas son un problema social de primer orden. Como muestra el Informe demográfico publicado por el propio gobierno de Kenia, el 39% de las mujeres casadas declara haber sufrido violencia física o psíquica por parte de sus esposos (The National Bureau of Statistics, 2015). Estos datos son muy altos a pesar de que el Gobierno ha realizado en los últimos años una apuesta por la Igualdad, aprobando en Kenia diversas Leyes que suponen un gran avance legislativo hacía la Igualdad de género, así como en la lucha contra las Violencias Machistas. Entre ellas se encuentran: La Ley de Delitos Sexuales, de 2006; La reforma de la Constitución, en 2010, en la que por primera vez se reconoce la discriminación por razón de género; La Ley de prohibición de la Mutilación Genital Femenina, de 2011 y la Ley de Protección frente a la Violencia Doméstica en 2015 (The National Council for Law Reporting, 2006, 2010, 2011, 2015). Para poder profundizar sobre los problemas de implementación de las leyes que ha aprobado el Gobierno, siendo este uno de nuestros objetivos de la investigación, debemos tener en cuenta que Kenia es un país marcado por su historia colonial anglosajona, así como por la convivencia de más de 40 grupos étnicos y diferentes religiones, con relevante arraigo en las sociedades (UNESCO, 2020). Por lo que tenemos que entender que, no solo se aplican las normas jurídicas, sino también las normas religiosas y las normas tribales, que al tener mayor arraigo en muchos casos se impondrán a las primeras y, para esta comprensión, compartimos con diversos estudios decoloniales que analizan las convivencias normativas en países que han sido colonizados, como Makau (2016), Castro-Gómez y Grosfoguel (2007) o Segato (2003). Este estudio nos permite conocer consecuencias de la época colonial y poscolonial en Kenia, desde el punto de vista de las mujeres que intervienen y aporta luz respecto de la dicotomía en la que se encuentran muchas mujeres cuando se ven forzadas a elegir entre seguir las normas tradicionales de su comunidad, que en ocasiones pueden ser perjudiciales, o las normas civiles, que pueden vivirse como normas externas, impuestas o como una traición a su propia comunidad. La finalidad principal de esta investigación es conocer la situación de violencia que viven las mujeres que forman parte de ésta, las barreras y obstáculos a los que se enfrentan en los procesos institucionales frente a las Violencias Machistas, así como sus procesos de resistencia. Los procedimientos de resistencia se recogen gracias a que se convive durante aproximadamente un año y medio en el lugar donde se realiza la investigación, se lleva a cabo una recogida de información diaria y se compatibiliza esta labor con la de coordinación de una ONG centrada en el empoderamiento de las mujeres. Todo esto permite poder compartir una visión más interseccional de la realidad de las mujeres en la isla de Lamu y de su capacidad de resistencia a las Violencias Machistas. Esta investigación se apoya epistemológicamente en artículos recientes que ponen en valor la resistencia de las mujeres en distintos ámbitos, como Morgana-Contreras (2018) respecto del acceso a la educación de las mujeres, León (2001) respecto de las formas de llegar al empoderamiento económico, o Shelk (2018), que recoge ejemplos de resistencia femenina que se encuentran en la cultura swahili. Y, especialmente relevante son los estudios de Perry et al., (2014) y Salvador (2015), ya que estas últimas autoras recogen experiencias de mujeres que han pasado por situaciones de Violencia y ponen el acento en la importancia de tener en cuenta las estrategias que estas han usado para salir de la violencia, de manera previa a organizar cualquier tipo de intervención con ellas. Los resultados de esta investigación apoyan las preocupaciones de la criminología feminista crítica sobre los riesgos de la orientación punitiva de la legislación sobre violencia de género, que revictimiza a las mujeres y provoca desafección con las normas existentes (Makau, 2016; Fischer, 1992; Abreu, 2007; Segato, 2003). Por ello, esta investigación podría ayudar a fundamentar la importancia de que la normativa que regula las violencias machistas contra las mujeres indígenas deje la orientación punitiva, remueva los obstáculos todavía existentes en el proceso institucional y recoja la experiencia propia de las mujeres que resisten las violencias para garantizar sus vidas más allá de la violencia. ; Universidad Pablo de Olavide de Sevilla. Escuela de Doctorado
The Gender Violence is a global problem of the first order. Their manifestations are very diverse and should be treated as an inter-sectorial problem, since ethnic, class or socio-cultural differences influence their different degrees of oppression. There are innumerable legal instruments that have been promulgated for their eradication but without greatly improving the figures. Partly because it has been forgotten on many occasions to have the voices and experiences of women who have suffered these experiences and has fallen into false paternalism in its regulation and elsewhere because some of its manifestations are carried out in private spaces and remain invisible, especially sexual assaults within marriage. This communication refers to an investigation carried out in an island of Kenya called Lamu where different projects of social and economic empowerment of indigenous women are developed. It deals with knowing the degree of knowledge and legitimacy of the legislation against sexist violence, the barriers in the judicial process and the existing diversity according to ethnicity, religion or socio-cultural level, as well as resilience strategies of the women themselves in the face of these violence. It is carried out from a qualitative methodological framework where the key piece is the in-depth interviews with indigenous women themselves. From it we will draw, among other conclusions, that when the judicial process of divorce and that of sexual violence are independent, in the absence of economic capacity, the second is abandoned. ; Las violencias machistas son un problema global de primer orden. Sus manifestaciones son muy diversas y deben tratarse como un problema intersectorial, ya que influye en sus distintos grados de opresión las diferencias étnicas, de clase o de nivel sociocultural. Son innumerables los instrumentos legales que se han promulgado para su erradicación pero sin mejorar en gran medida las cifras de violencia a nivel mundial. En parte debido a que se ha olvidado en muchas ocasiones contar con las propias voces y experiencias de las mujeres que han sufrido estas experiencias y se ha caído en falsos paternalismos en su regulación y en otra parte porque algunas de sus manifestaciones se realizan en espacios privados y quedan invisibilizadas, especialmente las agresiones sexuales dentro del matrimonio. La presente comunicación se refiere a una investigación llevada a cabo en una isla de Kenia llamada Lamu donde se desarrollan distintos proyectos de empoderamiento social y económico de las mujeres indígenas. En la misma se trata de conocer el grado de conocimiento y legitimación de la legislación contra las violencias machistas, las barreras en el proceso judicial y la diversidad existente según la etnia, la religión o el nivel socio-cultural, así como las estrategias de resiliencia de las propias mujeres frente a estas violencias. Se realiza desde un marco metodológico cualitativo donde la pieza clave son las entrevistas en profundidad a las propias mujeres indígenas. De la misma sacaremos, entre otras conclusiones, que cuando el proceso judicial de divorcio y el de denuncia de violencia sexual son independientes, ante la falta de capacidad económica, se abandona el segundo.
La trata persiste como un fenómeno dinámico cuya realidad esta invisibilizada en muchas ocasiones, especialmente cuando nos referimos a mujeres que desde una perspectiva interseccional están sometidas a múltiples discriminaciones. Los asentamientos de Huelva esbozan una realidad multifactorial de vulnerabilidad para las mujeres migrantes, donde la explotación sexual, en su invisibilidad, requiere ser analizada. Nos proponemos identificar los riesgos de captación de víctimas de explotación sexual, así como detectar los posibles indicadores de trata vinculados, en el contexto de exclusión sociocultural de las mujeres temporeras marroquíes de la provincia de Huelva. Se ha implementado una metodología etnográfica, fundamentada en un trabajo de campo a través de técnicas cualitativas; búsqueda bibliográfica, observación participante, y entrevista semidirectiva. Intervienen agentes sociales claves y mujeres que se encuentran en la situación objeto de estudio. Entre los resultados, observamos una situación multifactorial de discriminación y desigualdad en las mujeres migrantes de los asentamientos de Huelva, quedando fuera del sistema de protección e incrementándose el contexto de vulnerabilidad con grave riesgo de sufrir violencias. Las conclusiones manifiestan la necesidad de nuevas estrategias sociales y políticas frente a este problema social invisibilizado que debería ser prioritario en la agenda pública actual.
According to the World Health Organization (2018), gender-based violence is a global phenomenon that affects more than a quarter of women around the world. Despite the promulgation of a multitude of regulations against gender-based violence, it is estimated that more than 40% of women who suffer violence do not report it (ONU, 1979, 2017; Unión Africana, 2005). This study aims to identify and encourage strategies to counter gender-based violence in Indigenous women od Lamu, Kenya. In this work, we adopt the social justice perspective developed by Young (1990) to ask how the gender-based violence legislative reforms of the last few years in Kenya have affected indigenous women, what resilience strategies they have developed, and whether these strategies could be integrated into institutional actions. To this end, a field study was developed in Lamu (Kenya), where we conducted in-depth interviews with indigenous women and key agents. We concluded by establishing a relationship between the lack of female participation and the barriers that still exist in gender-based violence administration that silence and revictimize indigenous women (Maqueda, 2008). We also emphasize the importance of rejecting the passive image of women and incorporating the resilience strategies they have developed in education and work (Salvador, 2015; Piotti, 2015; Hambry, 2005). Según la Organización Mundial de la Salud (2018), la violencia de género es un fenómeno global que afecta a más de una cuarta parte de las mujeres en todo el mundo. A pesar de la promulgación de multitud de normativas contra la violencia de género, se estima que más del 40% de las mujeres que sufren violencia no la denuncia (ONU, 1979, 2017; Unión Africana, 2005). Este estudio tiene como objetivo identificar y fomentar estrategias para contrarrestar la violencia de género en las mujeres indígenas de Lamu, Kenia. En este trabajo, adoptamos la perspectiva de justicia social desarrollada por Young (1990) para preguntar cómo las reformas legislativas sobre violencia de género de los últimos años en Kenia han afectado a las mujeres indígenas, qué estrategias de resiliencia han desarrollado y si estas estrategias podrían integrarse en las acciones institucionales. Para ello, se desarrolló un estudio de campo en Lamu, donde realizamos entrevistas en profundidad con mujeres indígenas y agentes clave. Concluimos estableciendo una relación entre la falta de participación femenina y las barreras que aún existen en la gestión de la violencia de género que silencian y revictimizan a las mujeres indígenas (Maqueda, 2008). También destacamos la importancia de rechazar la imagen pasiva de las mujeres e incorporar las estrategias de resiliencia que han desarrollado en la educación y el trabajo (Salvador, 2015; Piotti, 2015; Hambry, 2005).
Con este proyecto se valora el grado de implementación de las reformas legislativas en materia de Violencia de Género y especialmente respecto de la práctica de la Mutilación Genital Femenina en Kenia en la actualidad y las estrategias de resiliencia propias de las mujeres indígenas frente a las Violencias Machistas con el objetivo de recuperar las voces subalternas (Spivak, 1992). Se comienza la investigación por medio de un una revisión normativa y un estudio piloto en el terreno donde se realizan distintas entrevistas en profundidad a mujeres indígenas y entrevistas semi-estructuradas a agentes clave vinculados a proyectos de cooperación en la zona y dentro del proceso institucional frente a las Violencias Machistas. Entre las conclusiones se identifica cómo la prohibición de la mutilación femenina ha traído consecuencias positivas, pero también negativas, como el aumento del riesgo para la salud de las menores a las que todavía se les práctica esta mutilación ; This project assesses the degree of implementation of the legislative reforms on Gender Violence and especially regarding the practice of Female Genital Mutilation in Kenya today and the resilience strategies of indigenous women. with the aim of recovering the subaltern voices (Spivak, 1992). The research is started by means of a normative review and a pilot study in the field where different interviews are carried out with indigenous women and semi-structured interviews with key agents linked to cooperation project and within the institutional process to the gender violence. Among the conclusions, it is identified how the prohibition of female mutilation has brought positive, but also negative, consequences, such as the increased risk to the health of minors who are still being practiced this mutilation.
Las violencias machistas son un problema mundial que impide llegar a la Igualdad de género. Las mujeres indígenas sufren estas violencias, cruzadas con otras debido a su etnia, religión o nivel socio-cultural. Frente a ellas, crean estrategias de resiliencia que han sido invisibilizadas y deben ser puestas en valor. La presente comunicación aborda parte de los resultados de un proyecto de investigación cuyos objetivos son identificar las barreras todavía existentes en el proceso institucional frente a las Violencias Machistas, recogiendo que papel juegan las diferencias étnicas, culturales o religiosas y las estrategias de resiliencia propias de las mujeres indígenas frente a las Violencias Machistas con el objetivo de recuperar lo que Spivak (1992) denomina las voces subalternas. Pero para la consecución de los objetivos se realiza una investigación de corte cualitativo en el contexto de Kenia a través de entrevistas en profundidad a mujeres indígenas que participan en una Ongd de comercio justo y entrevistas semi-estructuradas a agentes clave para analizar el empoderamiento económico y social de estas mujeres, así como la respuesta institucional frente a las Violencias Machistas. Partiendo de de un análisis de la legislación vigente y de Indicadores naciones e internacionales que muestran datos de violencia abismales, como que el 39% de las mujeres casadas declaran haber sufrido violencia física por parte de sus parejas (The National Bureau of Statistics, 2015) Una de las conclusiones que ofrece esta investigación es que las normas culturales y religiosas ocupan en muchas ocasiones un lugar jerárquico superior a las normas jurídicas y ello limita las posibilidades de acudir al proceso institucional, sumado a la violencia institucional y las barreras económicas para acceder a una justicia real. De igual modo, respecto del empoderamiento económico, se detecta un cambio en la mentalidad de las mujeres cuando no sólo se aporta independencia económica, sino una verdadera posibilidad de empoderamiento social. ; Violence against women is a global problem that prevents reaching gender equality. Indigenous women suffer these violence, crossed with others due to their ethnicity, religion or socio-cultural level. Faced with them, they create resilience strategies that have been made invisible and must be put into value. The present communication addresses part of the results of a research project whose objectives are to identify the barriers still existing in the institutional process in the face of the Machos Violence, picking up the role played by ethnic, cultural or religious differences and the resilience strategies of the indigenous women in front of the Violence with the objective of recovering what Spivak (1992) calls the subaltern voices. But for the achievement of the objectives a qualitative research is carried out in the context of Kenya through in-depth interviews with indigenous women participating in a fair trade NGO and semi-structured interviews with key agents to analyze economic empowerment and of these women, as well as the institutional response to the Machos Violence. Based on an analysis of current legislation and national and international indicators that show abysmal violence data, such as that 39% of married women report having suffered physical violence by their partners (The National Bureau of Statistics, 2015). One of the conclusions offered by this research is that cultural and religious norms often occupy a hierarchical place superior to legal norms and this limits the possibilities of resorting to the institutional process, added to the institutional violence and the economic barriers to access a real justice. Similarly, with respect to economic empowerment, a change in the mentality of women is detected when not only economic independence is provided, but a real possibility of social empowerment.