Si bien muchos manuales sitúan parte de los orígenesde la historia de la sociología en la Escuela de Chicagocon Mead, Dewey, Thomas, etc., pocos son los querecogen los nombres, los retratos y los trabajos de lasmujeres que desde la Universidad de Chicago aunaronteoría, investigación y activismo, contribuyendo alafianzamiento de las ciencias sociales dentro y fuerade la academia. Este artículo analiza la obra colectivade las mujeres de la Escuela de Chicago desde posicionesinterdisciplinares y desde la confusión cienciareformaen el contexto de EE.UU. de principios del sigloXX. Para ello recoge a modo de muestra sustrabajos publicados en la American Journal of Sociologydesde su número inaugural hasta 1920. Con ellose pretende reflexionar sobre las políticas de género yreconocimiento dentro de las ciencias sociales y sobrela supuesta neutralidad de su historia.
Recuperar la historia de las trabajadoras sociales es un ejercicio de justicia epistémica que puede contribuir a repensar la identidad profesional de la disciplina. A través de un recorrido histórico con perspectiva feminista, este artículo analiza cómo las políticas de género y racialización han guiado las políticas de conocimiento. Atendemos a los procesos de segregación sexual disciplinar en la institucionalización de la ciencia social: entre una sociología teórico-académica, masculinizada y legitimada, y su cara práctico-aplicada, feminizada y desvalorizada, convertida en trabajo social. Así mismo, mostramos las estrategias y negociaciones de las pioneras articulando, desde centros sociales como la Hull House, la investigación sociológica con la reforma sociopolítica. En concreto, presentamos los aportes teórico-prácticos de las pioneras del trabajo social, principalmente en Estados Unidos, centrándonos en: Edith Abbott y Sophonisba Breckinridge, por su papel en la institucionalización de la disciplina, y en las trabajadoras sociales afroamericanas, por la invisibilización de sus experiencias y resistencias.
[Resumen] El artículo comienza analizando la situación de las mujeres en la psicología (como sujetos y objetos de conocimiento); para posteriormente abordar cómo el feminismo, como teoría crítica y movimiento social, ha transformado la psicología. En primer lugar, describe cómo las pioneras psicólogas utilizaron sus conocimientos científicos para desmontar mitos sobre la inferioridad de las mujeres y los efectos de la educación en su salud. En segundo lugar, analiza cómo los feminismos de los 70 denunciaron el androcentrismo en salud mental y crearon los grupos de auto-conciencia como formas colectivas de politizar los malestares con efectos terapéuticos. Por último, cómo las psicólogas feministas han criticado la esencialización de las diferencias y los dualismos de sexo/género y la patologización de la diversidad. El artículo termina con una reflexión sobre las relaciones entre el feminismo y la psicología hoy. ; [Abstract] The article begins by analyzing the situation of women in psychology (as subjects and objects of knowledge); to later address how feminism, as a critical theory and social movement, has transformed psychology. First, it describes how the pioneering psychologists used their scientific knowledge to dismantle myths about the inferiority of women and the effects of education on their health. Second, it analyzes how the feminisms of the 70s denounced androcentrism in mental health and created the groups of self-consciousness as collective forms of politicizing discomforts with therapeutic effects. Finally, how feminist psychologists have criticized the essentialization of sex and gender differences and dualisms and the pathologization of diversity. The article ends with a reflection on the relations between feminism and psychology today.
En este artículo enfatizamos el valor epistémico de las emociones en los procesos de investigación (en el saber qué y en el saber cómo). Nos centramos no sólo en cómo las emociones de quien investiga afectan el proceso de investigación sino cómo el propio proceso afecta –emocionalmente- a las investigadoras. En concreto, explicamos las diferentes razones por las cuales es importante reconocer el papel de las emociones en los procesos de investigación: metodológicas e instrumentales, éticas, analíticas, políticas y sanadoras. También exponemos los inconvenientes de enfatizar las emociones en la investigación. Partiendo del concepto de "reflexividad fuerte" de las epistemologías feministas, proponemos un viaje para reflexionar sobre las emociones y sus diferentes implicaciones en una investigación académica: el impacto emocional de la investigación en la investigadora (especialmente cuando se trabaja con población vulnerable), el trabajo emocional que implica la investigación y, en concreto, el trabajo de campo (y los dilemas éticos que puede implicar), las emociones como datos o evidencia y el conocimiento emocionalmente sentido.In this paper, we emphasize the epistemic value of emotions in the research process (to know what and know how). We focus not only on how the researcher's emotions affect the research process but also on how the process itself affects – emotionally- the researchers. Specifically, we explain the different reasons why it is important to recognize the role of emotions in research processes: methodological and instrumental, ethical, analytical, political and "healers". We also expose the drawbacks of emphasizing emotions in research. Starting from the concept of "strong reflexivity" of feminist epistemologies, we propose a journey through emotions and their different implications in feminist research: the emotional impact of research on the researcher (especially when working with vulnerable population); the "emotional work" involved in the research and, specifically, in the fieldwork (and the ethical dilemmas that may involve); emotions as data/evidence and emotionally sensed knowledge.
Este artículo se enmarca dentro de una tesis doctoral que trata de explorar, desde una perspectiva de género e interseccional, los elementos implicados en la construcción subjetiva del deseo sexual. Partiendo de que la pornografía se constituye en la actualidad como uno de los principales referentes en el aprendizaje de la sexualidad, en este trabajo se ha analizado cómo el consumo de pornografía puede influir en la experimentación de deseo sexual atendiendo a diferentes componentes identitarios que modulan la aproximación a la misma. Para ello, se ha llevado a cabo una investigación cualitativa, realizando doce entrevistas en profundidad y un grupo de discusión, con una muestra conformada por personas de edades, clase social, raza y orientaciones sexuales diversas. El análisis de los relatos en primera persona nos ha permitido explorar conflictos identitarios y la posibilidad de ejercer o sufrir comportamientos sexuales violentos que podrían asociarse al visionado de pornografía. Conclusión: En nuestro trabajo observamos que el consumo de pornografía estaría más extendido entre los hombres heterosexuales participantes, teniendo cada vez más las mujeres de la muestra esta herramienta como referente. A su vez, las prácticas sexuales de contenido violento estarían cobrando relevancia entre las personas más jóvenes participantes, quedando en un segundo plano la satisfacción del deseo femenino. Los conflictos y malestares asociados a la pornografía se han detectado mayoritariamente en las mujeres participantes, donde la adopción de lugares de sumisión en las prácticas sexo-afectivas parece derivarse de los marcos de referencia de aprendizaje sexual -incluyendo la pornografía-. Sin embargo, en el marco no heteronormativo, el consumo de pornografía influiría en menor medida en las prácticas sexuales elegidas, ocupando el deseo significados más alejados de la sexualidad hegemónica trasmitida a través del porno.
This article explores the connections between the construct of sexism and other sociodemographic and attitudinal variables, such as internalized homonegativity and heteronormative resistances, among psychology students. Both unrefined and inferential analyses were used with a representative sample of 841 psychology students from public universities in Madrid. Results showed higher levels of sexism, internalized homonegativity and low resistances to heteronormativity among groups of men, heterosexuals and conservatives. Interactions were found that showed a higher degree of hostile sexism in: heterosexual people with respect to LGB and heterosexual men with respect to heterosexual women. Also, interactions were found to show a greater degree of heteronormative resistance in: LGB people with respect to heterosexuals and left-wing women with respect to right-wing women. Correlations with sexism varied according to gender identity and sexual orientation. In addition, heteronormative resistances correlated negatively with sexism, while some components of internalized homonegativity correlated positively. Political affiliation was the most frequent predictor of sexism. The results highlight the need for an intersectional approach to understanding the phenomenon of sexism. ; This research and article are made possible by the guidance and support of the project team "FEM2016-76797-R: Epistemologías feministas y activismos en salud".
The present study evaluates the correlations between sexism, homonegativity, binegativity, pro-trans attitudes, political affiliation, contact with LGBT individuals and perceived stigma among psychology students. A study was conducted with 655 cis women (471 heterosexuals, 179 bisexuals and lesbians) and 174 cis men (120 heterosexuals, 54 bisexuals and gays). Descriptive, multivariate analysis of variance, bivariate correlations and multiple regression were used. In general, the groups of men and heterosexuals obtained higher negativity scores and lower acceptance scores, with significant correlations being more frequent in the heterosexual group. Predictive models confirmed the literature on social and ideological conservatism.
This article explores the connections between the construct of sexism and other sociodemographic and attitudinal variables, such as internalized homonegativity and heteronormative resistances, among psychology students. Both unrefined and inferential analyses were used with a representative sample of 841 psychology students from public universities in Madrid. Results showed higher levels of sexism, internalized homonegativity and low resistances to heteronormativity among groups of men, heterosexuals and conservatives. Interactions were found that showed a higher degree of hostile sexism in: heterosexual people with respect to LGB and heterosexual men with respect to heterosexual women. Also, interactions were found to show a greater degree of heteronormative resistance in: LGB people with respect to heterosexuals and left-wing women with respect to right-wing women. Correlations with sexism varied according to gender identity and sexual orientation. In addition, heteronormative resistances correlated negatively with sexism, while some components of internalized homonegativity correlated positively. Political affiliation was the most frequent predictor of sexism. The results highlight the need for an intersectional approach to understanding the phenomenon of sexism.