La COVID-19 es una pandemia devastadora. El vehículo para su propagación ha sido la misma red de transportes necesaria para la globalización. El objeto de este trabajo es determinar hasta qué punto la presente situación puede provocar una alteración de las cadenas logísticas de valor entre China y la UE, que a su vez implique un aumento de las asimetrías entre ambas partes. Analizaremos si triunfará el offshoring, el reshoring o el nearshoring. Para ello, realizaremos un análisis de ambos actores internacionales y de sus respectivas reacciones a la pandemia, tanto desde el punto de vista idiosincrático, como económico y administrativo.
Both geographical ends of continental Eurasia, i.e. the European Union and China, are trying to spread their respective influence toward each other, as well as the rest of the Eurasian countries. However, the results differ, and therefore the asymmetries between both sides increase. Hence, the EU's TRACECA is undertaking a great task, but only thirteen countries have joined the project, whereas China's New Silk Road, officially named the Belt and Road Initiative (BRI) holds one hundred and thirty one countries and thirty international organizations. China is developing a more comprehensive interconnectivity strategy, both politically, with the support of the 16+1 and the Southern Europe Initiatives, as well as financially, with the rise of the Asian Infrastructure Investment Bank. The result is that China is not only tightening its links with the countries along the routes toward the EU, but is also strengthening its influence over the European Union, especially Central and Eastern Europe (CEE) as well as Southern Europe. The reason for these asymmetries is not only China's strength, but also the lack of cohesion of the EU. In this article we analyze the relationships between BRI and the cohesion of the EU. ; Ambos extremos geográficos de Eurasia continental (la Unión Europea y China) prolongan sus mutuas influencias, así como sobre todo el territorio existente entre ambos. Sin embargo, los resultados obtenidos aumentan las asimetrías preexistentes entre ambas partes. Así, la iniciativa europea TRACECA asume un reto considerable, pero solo trece países se han sumado al proyecto. Por su parte, el proyecto auspiciado por China, la iniciativa llamada Franja y Ruta (nueva ruta de la seda), comprende ciento treinta y un países y treinta organizaciones internacionales. China desarrolla pues una estrategia de interconectividad más amplia, tanto desde el punto de vista político como financiero, con el establecimiento del Banco Asiático de Inversión e Infraestructuras. El resultado no es solo que China esté reforzando sus lazos con aquellos países situados a lo largo de la ruta hacia la UE, sino que además está aumentando su influencia sobre la Unión Europea, especialmente sobre los Estados de la Europa central, oriental (PECOS) y del sur. La razón de esta asimetría no es solo la pujanza de China, sino también la falta de cohesión de la UE. En este artículo analizamos la BRI y sus efectos sobre la cohesión de la UE.
