El envejecimiento en México: el siguiente reto de la transición demográfica
In: Ciencias sociales
In: Segunda década
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In: Ciencias sociales
In: Segunda década
In: Estudios demográficos y urbanos, Band 20, Heft 1, S. 103
ISSN: 2448-6515
México muestra una dinámica demográfica hacia el envejecimiento con evidencias de una acumulación de personas en edades extremas. Asimismo, la longevidad máxima, la forma de la mortalidad, las esperanzas de vida, las causas de muerte, los estados de salud y la presencia de discapacidades toman ahora matices importantes. Si bien los factores que determinan el envejecimiento en la cúspide de las edades y sus consecuencias aún aguardan identificación, conceptos, información confiable y metodologías apropiadas, es necesario realizar estimaciones y perspectivas aun con métodos indirectos.Los cálculos de mortalidad y estructuras de población del Consejo Nacional de Población y la reconstrucción demográfica a partir de 1930 constituyen un avance que permite hacer prospectivas. La versión del año 2000 incluye al grupo abierto de 100 años y más, desde 1930 hasta la proyección de 2050. Si bien para antes del año 2000 el límite de 100 años y más es suficiente para elaborar las estructuras de población y las tablas de mortalidad, desde ese año resulta insuficiente no sólo para realizar las proyecciones, por lo que el abultamiento de 100 años y más requiere un desglose en edades aún más avanzadas.Una proposición es asumir el comportamiento de Gompertz en la mortalidad a partir de la moda derecha de dx, aunque con una sobreestimación de la mortalidad en la vejez extrema, con lo cual la sobrevivencia es mayor a la calculada. La distribución de dx se ajusta a una curva normal en el lado derecho, cuya media se va incrementando en el tiempo mientras la desviación estándar disminuye, lo que corresponde a la forma esperada de acuerdo con experiencias y planteamientos teóricos. Esta forma permite conjeturar sobre la longevidad máxima, la cual al parecer es de 109 años en 2000 y de 114 en 2050. Si además se consideran los avances potenciales en programas de atención a la salud, los nuevos medicamentos y la terapia genética, se reitera que es una cota inferior.AbstractMexico shows a demographic dynamic towards ageing with evidence of an accumulation of persons of extreme ages. As a result, maximum longevity, type of mortality, life expectancy, causes of death, states of health and the presence of disabilities are becoming increasingly important. Although the factors that determine ageing at the cusp of ages and their consequences still require identification, concepts, reliable information and appropriate methodology, estimates and perspectives have yet to be carried out using indirect methods. The calculations of mortality and population structures of the National Population Council and the demographic reconstruction from 1930 constituted an advance that enabled demographers to make forecasts. The 2000 version included the open group of those ages 100 and over, from 1930 to the 2050 forecast.Although prior to the year 2000, the limit of 100 years and over was sufficient for drawing up population structures and mortality tables, from that year onwards, it proved insufficient for undertaking forecasts, meaning that the group ages 100 and over needs to be broken down into smaller sub-divisions.One suggestion is to assume Gompertz behavior in mortality on the basis of the right dx mode, even though this overestimates mortality in extreme old age, as a result of which survival rates are higher than those calculated. The dx distribution adjusts to a normal curve on the right side, whose mean increases over time, while standard deviations decreases, which corresponds to the expected shape based on experience and theoretical proposals. This shape enables one to make conjectures about maximum longevity, which was apparently 109 years in 2000 and 114 in 2050. If one also considers the potential advances in health care programs, new medication and genetic therapy, then this is definitely an underestimation.
In: Estudios demográficos y urbanos, Band 16, Heft 3, S. 545
ISSN: 2448-6515
Las esperanzas de vida (EV) al nacimiento y en todas las edades se han incrementado notablemente y se proyecta que habrá más ganancias en el futuro. Los cambios y sus características reflejan las formas y los tiempos de los descensos de mortalidad. Entre 1930 y 1970 las EV reflejaron la baja de la mortalidad infantil y el combate a las enfermedades infecciosas. En las últimas décadas ha disminuido el ritmo de crecimiento de la esperanza de vida al nacimiento y ha aumentado el de las edades adultas y envejecidas, reflejando mayor sobrevivencia. Se proyectan cambios más lentos, que dan cuenta de las dificultades y costos que implica el abatir las enfermedades crónicas. Entre los años 2000 y 2010 se logrará una tasa bruta de mortalidad aún menor, que habrá de crecer nuevamente debido a las estructuras cada vez más envejecidas de la población. Las muertes se están acumulando en las edades avanzadas, y en las décadas por venir el mayor porcentaje de decesos ocurrirá después de los 75 años de edad. Surge el tema de la morbilidad e incapacidad en el envejecimiento y se genera el concepto de la esperanza de vida dividida en EV con y sin buena salud. La información de la ENSE-94 constituye un medio para estimar esas modalidades. Los resultados indican mayores EV en las mujeres, pero en peores condiciones de bienestar; es asimismo relevante advertir que el nivel socioeconómico determina no sólo la extensión de la EV, sino también de las condiciones de salud.
In: Estudios demográficos y urbanos, Band 15, Heft 3, S. 613
ISSN: 2448-6515
Al entrar al siglo XXI México se encuentra en una etapa de desarrollo intermedio, experimentando profundas transformaciones sociales, económicas, políticas y demográficas. Los cambios demográficos muestran un rápido envejecimiento de su población aunado a insuficiencia financiera y déficit actuariales en los sistemas de seguridad social. Así, un reto a enfrentar son los grandes requerimientos por pensiones de retiro. El sistema de seguridad social está compuesto por varias instituciones que cubren grupos diferentes de trabajadores: asalariados de compañías privadas, del servicio público y de empresas descentralizadas. Más de la mitad de la población económicamente activa queda del todo excluida; éstos son los trabajadores del campo y el sector informal de menores recursos. Apenas 24% de la población mayor de 60 años tiene algún tipo de pensión de retiro, y en su mayoría los estipendios son raquíticos. Los institutos de seguridad social presentan deficiencias producto de los problemas económicos y sociales del país. Bajo distintos escenarios de proyección, aparecen como inevitables grandes desbalances en dos cocientes importantes: entre trabajadores activos y pensionados, entre costos de las jubilaciones e ingresos por salarios. Estas perspectivas obligan a pensar en modificaciones. El principal cambio se ha hecho en el IMSS, el cual cubre a los asalariados urbanos del sector privado. Se ha pasado del sistema de beneficios definidos al de contribuciones definidas. Este sistema no logrará un porcentaje adecuado de reemplazo del salario y las pensiones futuras estarán en su mayoría en el nivel mínimo garantizado. Este nivel de garantía corre a cargo de las finanzas públicas, lo cual aunado a los costos de transición significan una gran carga tanto para los afiliados a la seguridad social como para los no afiliados. En términos de activación económica se puede asegurar que con el ahorro interno de la seguridad social, la economía del país no está adaptada para convertir esos recursos en inversión productiva. El problema merece atención política, económica y social con visión a largo plazo.
In: Estudios demográficos y urbanos, Band 10, Heft 3, S. 687
ISSN: 2448-6515
Los indicadores socioeconómicos señalan que México es un país de desarrollo intermedio. Así también presenta etapas intermedias en sus transiciones demográfica y epidemiológica. Cuando se traducen estas características en perspectivas sociodemográficas, todas las proyecciones indican que en el siguiente medio siglo se esperan: i) decrementos porcentuales en la población de niños y adolescentes, ii) grandes aumentos tanto en números porcentuales como absolutos de la población adulta y iii) incrementos notorios en la población envejecida. De modo concomitante en el ámbito de la salud las prospectivas son: a) abatimiento de las enfermedades contagiosas y parasitarias y b) incrementos en las incidencias y prevalencias de las enfermedades crónicas y degenerativas, propias de las edades adultas y de la vejez. En la población envejecida, las muertes debidas a enfermedades infecciosos son menores que en otros segmentos de la población y se incrementan las debidas a padecimientos crónicos, en cambios notorios y recientes, durante las últimas dos décadas. Esta transformación no es homogénea, es más acelerada en las áreas urbanas y más desarrolladas que en las rurales. Estos procesos tienen implicaciones sociales, económicas, familiares y para el sistema de salud.
In: Estudios Demográficos y Urbanos, Band 16, Heft 4, S. 599
ISSN: 2448-6515
In: Estudios Demográficos y Urbanos, Band 14, Heft 4, S. 481
ISSN: 2448-6515
In: Estudios Demográficos y Urbanos, Band 14, Heft 3, S. 389
ISSN: 2448-6515
In: Estudios Demográficos y Urbanos, Band 13, Heft 2, S. 254
ISSN: 2448-6515
In: Estudios Demográficos y Urbanos, Band 11, Heft 1, S. 102
ISSN: 2448-6515
In: Estudios Demográficos y Urbanos, Band 10, Heft 3, S. 400
ISSN: 2448-6515
In: Estudios Demográficos y Urbanos, Band 7, Heft 2, S. 243
ISSN: 2448-6515
In: Estudios Demográficos y Urbanos, Band 6, Heft 3, S. 341
ISSN: 2448-6515
In: Demographic Transformation and Socio-Economic Development Volume 6
In: Demographic Transformation and Socio-Economic Development, v. 6
This book examines potential economic opportunities that countries can experience when fertility rates fall and the average life expectancy of the working age population increases. It presents detailed demographic and economic analysis of middle-income countries throughout the world in order to show how these countries can take advantage of this demographic bonus. The book first traces the common link between policies that contribute to fertility transition as well as create the right kind of environment for reaping the benefit of demographic dividend. Next, it explores different countries and regions who are at different levels of development. It assesses the long term impact of gender equality on economic growth and development in Latin America; describes the life-cycle saving patterns of Mexican households; and examines demographic determinants of economic growth in BRICS. The book also offers demographic and economic analysis of the Mediterranean area, Sub-Saharan Africa, and New Zealand. The comparison between the different territorial contexts allow for the identification of three typologies of demographic dividend: the first dividend, when the working population grows faster than total population, the second dividend, as active generations get older and invest their savings in the production system of their country, and the third dividend, based on the coexistence of two populations age structure strongly contrasting. Overall, this book argues for the need to capitalize on the opportunities that come from the demographic dividend by investing heavily in education programs, training programs for the population working age, health programs, the creation of health insurance systems as well as programs to reduce or increase fertility levels.