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<p>En este artículo se describe el desempeño institucional de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Puebla, de 1993 a 2015. En general, se muestran las deficiencias institucionales en torno a la defensa de los derechos humanos en la entidad, entre las que destacan la ambigüedad y aplicación discrecional de los instrumentos de conclusión de quejas que tienen como finalidad restituir a las víctimas en el goce de sus derechos vulnerados. Ello, a raíz de que no se considera el nivel de satisfacción de las víctimas como criterio fundamental para dar solución a los expedientes de queja. En particular, se analizan dos recomendaciones emitidas por la Comisión, ya que éstas son el instrumento más fuerte del organismo para restablecer los derechos humanos de las víctimas, pero se encontró que las autoridades públicas del estado y las del organismo defensor simulan el cumplimiento de las recomendaciones, lo que genera una violación adicional a los derechos de los afectados, al no restituírseles sus derechos violentados.</p>

<p>En este artículo se describe el desempeño institucional de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Puebla, de 1993 a 2015. En general, se muestran las deficiencias institucionales en torno a la defensa de los derechos humanos en la entidad, entre las que destacan la ambigüedad y aplicación discrecional de los instrumentos de conclusión de quejas que tienen como finalidad restituir a las víctimas en el goce de sus derechos vulnerados. Ello, a raíz de que no se considera el nivel de satisfacción de las víctimas como criterio fundamental para dar solución a los expedientes de queja. En particular, se analizan dos recomendaciones emitidas por la Comisión, ya que éstas son el instrumento más fuerte del organismo para restablecer los derechos humanos de las víctimas, pero se encontró que las autoridades públicas del estado y las del organismo defensor simulan el cumplimiento de las recomendaciones, lo que genera una violación adicional a los derechos de los afectados, al no restituírseles sus derechos violentados.</p>

<p>La importancia de reseñar el libro de Jorge Castañeda se debe a varias razones. La primera, la actualidad que comporta el tema de las candidaturas independientes en el caso mexicano, a raíz de la reforma política electoral de agosto de 2012 y los triunfos independientes en los estado de Guanajuato, Nuevo León, Sinaloa y Jalisco durante las elecciones de 2015.</p>

Este artículo analiza las principales desigualdades normativas y fácticas que enfrentaron las candidaturas independientes en materia de financiamiento y acceso a medios durante el proceso electoral 2014-2015 en México. Además, se describe su desarrollo durante dicho proceso. Por primera vez en la historia de nuestro país, seis candidatos independientes ganaron elecciones: una gubernatura, tres alcaldías y dos diputaciones. A nivel federal, los independientes se posicionaron como la tercera fuerza política en los veinte distritos electorales donde participaron. A excepción de Jaime Rodríguez "El Bronco", en Nuevo León, los candidatos independientes no aumentaron el porcentaje de participación ciudadana, si se compara este porcentaje con el de la elección inmediata interior. Salvo José Kumamoto en Zapopan, Jalisco, y César A. Valdés en García, Nuevo León, los cinco candidatos independientes militaron en partidos políticos, lo que hace cuestionable su independencia.