Search results

La determinación de las fronteras terrestres de Colombia fue objeto de un dilatado proceso de más de un siglo. Su apasionante historia y los esfuerzos de muchos para su consolidación, aunque en su momento se registraron, poco a poco se fueron diluyendo, quedando tan sólo impresiones y leyendas. Nos acostumbramos a ignorar la periferia nacional y dimos la espalda al mar. No mirábamos hacia el Pacífico, mientras que el Caribe de singular, importancia geopolítica, parecía estar reducido a tres conglomerados urbanos en la costa y nada más. Sin embargo, cuando ya se creía que el complejo proceso de fijación de las fronteras estaba concluido después del tratado de 1941 con Venezuela, se abrió para Colombia el desafío de la nueva dimensión del mar y de nuevo su compleja delimitación con los Estados vecinos. Ese proceso, poco a poco, se fue consolidando discreta pero eficientemente. Después de 1958, once gobiernos de Colombia, siguiendo una auténtica política de Estado, trabajaron para proyectar a nuestro país tanto en el Caribe como en el Pacífico de conformidad con el derecho del mar. Colombia fue pionera en ese proceso lo que le permitió consolidar extensos espacios en ambos mares. Sucintamente se reúnen aquí algunos hechos sobre esta acción colombiana. Se incluye una breve reseña del caso con Nicaragua, que desde 1913 ha pretendido el archipiélago de San Andrés y gran parte de los espacios marítimos del Caribe occidental, incluyendo algunas consideraciones sobre los fallos de la Corte Internacional de Justicia en 2007 y 2012. Seguramente de cada episodio se podría escribir un libro. No obstante la Universidad del Rosario ha considerado conveniente recoger una breve relación objetiva de este capítulo de la historia y de la política exterior colombiana, elaborado por uno de sus actores: Julio Londoño Paredes. ; The determination of the land borders of Colombia was the subject of a lengthy process of more than a century. Its fascinating history and the efforts of many for its consolidation, although at the time they were registered, little by little they were diluted, leaving only impressions and legends. We got used to ignoring the national periphery and turned our backs on the sea. We were not looking towards the Pacific, while the Caribbean of singular geopolitical importance seemed to be reduced to three urban conglomerates on the coast and nothing more. However, when it was already believed that the complex process of fixing the borders was concluded after the 1941 treaty with Venezuela, the challenge of the new dimension of the sea and again its complex delimitation with neighboring States was opened for Colombia. This process, little by little, was consolidated discreetly but efficiently. After 1958, eleven Colombian governments, following a true State policy, worked to project our country both in the Caribbean and in the Pacific in accordance with the law of the sea. Colombia was a pioneer in this process, which allowed it to consolidate vast spaces in both seas. Some facts about this Colombian action are briefly gathered here. A brief review of the case with Nicaragua is included, which since 1913 has sought the San Andrés archipelago and a large part of the maritime areas of the western Caribbean, including some considerations on the rulings of the International Court of Justice in 2007 and 2012. Surely of each episode could write a book. However, the Universidad del Rosario has considered it convenient to collect a brief objective account of this chapter in Colombian history and foreign policy, prepared by one of its actors: Julio Londoño Paredes.