EL PRINCIPIO DE BALANCE: UN ENFOQUE AMBIENTAL DE LOS OBJETIVOS DE POLITICA PRIMARIA Y SECUNDARIA DE LA CONTRATACIÓN PÚBLICA
En este artículo muestra los resultados de una investigación sobre la reconstrucción teórica y conceptual del principio de balance en la contratación pública, específicamente en lo que respecta al enfoque medioambiental de los objetivos de política primaria y secundaria propios del referido principio, exponiendo la perspectiva OCDE y el contexto de los estándares de buena praxis medioambiental para la contratación pública, los cuales, han permitido la formulación de una serie de estándares para la aplicación, por lo menos teórica, del principio de balance contractual enfocado en criterios ambientalmente sostenibles. El estudio realizado permitió definir un estándar de Estándar de buenas prácticas con base al balance de los objetivos primarios y secundarios de la contratación del sector público, teniendo en cuenta la coherencia que los que debe guardarse en factores como: el criterio ambiental de selección de contratistas, la inclusión de pliegos tipo y cláusulas modelo amigables con el medio ambiente, las prohibiciones para contratar con personas inmersas en malas prácticas y delitos ambientales, las facultades y potestades unilaterales (exorbitantes) de la administración en materia de contratación para prevenir riesgos y mitigar impactos medio ambientales y la implementación de modelos de cumplimiento normativo en materia de contratación medioambiental. ; En este artículo se muestran resultados de investigación basados en la reconstrucción teórica del principio de balance en la contratación pública con enfoque medioambiental, desde su contenido sustentado en objetivos de política primaria y secundaria. Lo anterior, se logró a partir de técnicas cualitativas, deductivas y de análisis documental de información recolectada contentiva de reportes, estudios de caso e instrumentos jurídicos sustantivos emanados en el seno de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico –OCDE- donde, se evidenciaron estándares de buena praxis medioambiental para la contratación pública, que, permitieron la formulación de una serie de factores para la aplicación, por lo menos teórica, del principio de balance en el panorama de los sistemas de compras públicas ambientalmente sostenibles.