Este estudio describe la situación de desbalances macroeconómicos en el mundo, que al crear las condiciones propicias para el incremento de los flujos de capital, contribuyeron a debilitar la solidez financiera de los Estados Unidos y otras economías avanzadas. Cuantifica los flujos de capital antes y después de la crisis internacional y describe los hechos más relevantes durante el desarrollo de la crisis, para tratar de identificar sus posibles causas y respuestas de política.
La década del 2000 se caracterizó por el fuerte incremento de los flujos de capital entre las economías avanzadas, al igual que entre estas últimas y las economías emergentes, que tuvieron lugar en ambas direcciones. Los 05res flujos de capital se dieron en un contexto de globalización financiera y comercial, liberalización del comercio, innovación e integración de los sistemas bancarios y financieros, y avances en los procesos de privatización. Adicionalmente, los desbalances globales caracterizados por los excesos de ahorro en China y varias economías petroleras del medio oriente, dieron lugar a importantes flujos de capital que en su 05r parte se dirigieron hacia los Estados Unidos. La crisis financiera de 2008 evidenció los desequilibrios macroeconómicos que los fuertes flujos de capital, la debilidad en la regulación financiera y la ausencia de respuestas oportunas de política indujeron en las economías avanzadas, principalmente los Estados Unidos. Así, lo que comenzó como un problema de incumplimiento de pagos en el mercado inmobiliario estadounidense se tradujo en la peor recesión mundial desde la posguerra. Todo ello incrementó la aversión al riesgo internacional, afectó los flujos de capital de las economías desarrolladas y emergentes, desestabilizó las relaciones comerciales y bancarias, redujo el crecimiento económico y aumentó el desempleo a nivel mundial. Para contribuir al mejor entendimiento de una experiencia tan traumática, cuyas consecuencias continúan sintiéndose en la actualidad, este trabajo buscar cumplir tres objetivos. El primero es describir la situación de desbalances macroeconómicos a nivel mundial, que al crear las condiciones propicias para el incremento de los flujos de capital, contribuyeron a debilitar la solidez financiera de los Estados Unidos y otras economías avanzadas. El segundo es cuantificar los flujos de capital antes y después de la crisis internacional y describir el contexto macroeconómico en el cual éstos se presentaron. El tercer objetivo es el de describir los hechos más relevantes durante el desarrollo de la crisis, para tratar de identificar sus posibles causas y respuestas de política.
Las crisis financieras recientes han incrementado de manera significativa la complejidad de la política económica. Hoy día es necesario estar preparado para enfrentar huracanes financieros que surgen de lugares inesperados y que se expanden alrededor del mundo como reguero de pólvora. Para peor, estas crisis producen un profundo desconcierto entre inversores y analistas —incluyendo al propio Fondo Monetario Internacional—. La presente obra contiene un conjunto importante de artículos de alto calibre profesional que se enfocan sobre los nuevos desafíos que enfrenta la política económica en estas circunstancias. Los artículos estudian las características de los flujos de capitales, tanto en su totalidad como en su composición (capital de cartera, inversión directa, etc.) y su interrelación con el mercado de commodities (café y petróleo, en particular). Esto se complementa con un estudio cuidadoso de las vulnerabilidades financieras y un detallado análisis del papel de todos estos factores en la economía colombiana. El libro se convierte en un verdadero pionero en esta literatura y debería transformarse en referencia obligada para todos aquellos que quieran entender los nuevos fenómenos y desarrollar herramientas para prevenir sus peores consecuencias o paliar sus costos en economías emergentes, como la colombiana.