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Após mais de trinta anos de reforma e abertura, a China enfrenta desafios cada vez maiores para manter seu desenvolvimento sustentável e para definir sua posição no cenário mundial. O resto do mundo, por sua vez, está adaptando suas estratégias diante da ascensão chinesa. Assim, a China encontra-se perante a necessidade de construir uma relação favorável com o exterior. É nesse contexto que o país avança uma estratégia de desenvolvimento pacífico e uma visão de mundo harmoniosa com o objetivo de assegurar a seus parceiros suas boas intenções. Nesse processo, a China valoriza a cooperação entre países emergentes, notadamente com os países BRICS. Comparado ao modelo desigual de interação do G8+5, os BRICS oferecem uma plataforma independente para potências emergentes trabalharem como um grupo no âmbito do atual sistema internacional. A China considera os países BRICS parceiros estratégicos para o desenvolvimento, pares com opiniões compartilhadas sobre os assuntos mundiais e novas forças em prol da reforma do sistema internacional. Conquanto aposte no futuro dos BRICS, permanece consciente das diferenças e cautelas existentes entre os membros. Como sua grande estratégia é de ascensão pacífica e construtiva, a China entende os BRICS como uma força internacional progressiva e cooperativa, e não como uma força coletiva de bloqueio.

The Lula era has witnessed a changing bilateral strategic partnership between China and Brazil, having the interlocutions between both countries became more substantial, comprehensive and influential. To enlarge the global impacts of the partnership, both countries should inject more regional and global components into their bilateral agenda. In doing so, both sides need to enhance the ties not only in terms of economic cooperation but also of social interaction

The Lula era has witnessed a changing bilateral strategic partnership between China and Brazil, having the interlocutions between both countries became more substantial, comprehensive and influential. To enlarge the global impacts of the partnership, both countries should inject more regional and global components into their bilateral agenda. In doing so, both sides need to enhance the ties not only in terms of economic cooperation but also of social interaction. Adapted from the source document.

AbstractAfter the catastrophic 9/11 terrorist attacks, the United States (US) launched a war in Afghanistan to combat terrorism as a major non‐traditional security threat. Twenty years later, Afghanistan is still struggling for solidarity, stability, and development, and remains a hotbed for transnational terrorism. Although observers view China as a key player in Afghanistan, which will fill the strategic vacuum left by the US withdrawal, a successful Chinese approach in Afghanistan depends on many factors including the US competition strategy vis‐à‐vis China, the Taliban's rule, neighbouring countries' interests and choices with respect to Afghanistan, and other factors. Therefore, China may devise a realistic, pragmatic, constructive, and cooperative approach to address the non‐traditional security challenges in Afghanistan. Taking due cognisance of the bitter stories of the Soviet Union in Afghanistan, China maintained a low‐key stance in Afghanistan after the Soviets withdrew from the country. After 1991, to address the security concerns in Xinjiang, China supported the building of a stable, peaceful, and prosperous Afghanistan and seeks to avoid any military presence in the country. China will largely maintain this prudent approach in Afghanistan after US withdrawal from the country.

AbstractA puzzle of BRICS is why countries such as India and China work together within the group despite facing consistently difficult bilateral border tensions. This contribution argues that the multilateral logic of BRICS gives its members a chance to cooperate. As emerging powers, BRICS members need to adopt a collective approach to enhance their voices in the global governance system. Existing evidence shows that China and India have managed to separate their bilateral frictions from their collective actions within BRICS. This contribution examines the stakes of China and India's BRICS engagement. Since China and India are the most promising emerging powers in global governance, their partnership will determine the BRICS' depth and the length. Since China has dealt with the pandemic better than other BRICS members, it has become stronger which might increase the disparity of power within BRICS. Following the multilateral logic it may help India to cooperate with a stronger China in the post‐COVID‐19 era.

Hoy en día, las relaciones de China con el mundo están experimentando profundos cambios sin precedentes, lo que se refleja principalmente en dos aspectos. En primer lugar, China se encuentra en un período crucial de mejorar la calidad de la reforma y del desarrollo. Si da un paso adelante, podrá realizar el objetivo de construir una sociedad acomodada de manera integral, podrá atravesar la trampa del ingreso medio, el ingreso nacional pasará del nivel bajo al medio en las filas de los países de ingresos medios y altos, y se revelará aún más la superioridad de la teoría, el sistema y la cultura del camino del socialismo con peculiaridades chinas. Si continúa avanzando, podrá lograr el segundo objetivo centenario y materializar el sueño chino de la gran revitalización de la nación china. Nos encontramos en un gran momento, así como en una gran era, en la que se requiere tener un valor extraordinario y un esfuerzo excepcional. En segundo lugar, China está acercándose al centro del escenario mundial. El hecho de que un país socialista en vías de desarrollo como China entre al centro del escenario mundial tiene una inevitabilidad histórica, es decir, sucederá tarde o temprano. Pero también tiene una contingencia, que consiste en que desde 2008, debido al profundo impacto de la crisis financiera internacional, Estados Unidos y otros países occidentales comenzaron una recuperación lenta; sin embargo, no han logrado tener mucho éxito y su influencia internacional viene disminuyendo. Mientras tanto, China aprovecha la oportunidad para seguir adelante y ha aumentado significativamente su influencia internacional. No obstante, nos queda mucho por hacer para consolidar dicha situación y tenemos que esforzarnos más para hacerla irreversible. La clave consiste en superar el "talón de Aquiles" en la innovación, resolver absolutamente las principales contradicciones, y evitar la "trampa de Tucídides" en la relación entre las principales potencias. Solo así se podrá garantizar que nada detenga la tendencia del desarrollo en general de China, incluso después de que Estados Unidos y otros países occidentales se recuperen completamente. Se requiere una lucha larga y difícil para conseguir un contexto internacional favorable para China. Y es necesario hacer más esfuerzos para consolidarlo. El futuro desarrollo de China depende de cinco aspectos, los cuales pueden ser resumidos en los siguientes ejes temáticos.