Mujeres bajo sospecha: (memoria y sexualidad, 1930 - 1980)
In: Colección Ciencia 339
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In: Colección Ciencia 339
In: Feminismos 14
In: Revista española de investigaciones sociológicas: ReiS, Heft 40, S. 97-111
ISSN: 1988-5903
Se tratan algunos ensayos de Georg Simmel referentes a la ?cuestion femenina?. Ensayos que aparecieron originariamente en Philosophische Kultur (Leipzig: Werner Klinkhardt, 1911). Una traducción española de algunos de estos ensayos aparece entre 1923-1925 en la Revista de Occidente, editada por José Ortega y Gasset; pero tan solo recientemente han sido traducidos al inglés por Guy Oakes. Un concepto central en Simmel es la equiparación de lo "objetivo" con lo "masculino" y lo "subjetivo" con lo "femenino." Se repasan las distintas reacciones provocadas por las ideas de Simmel en diversas épocas y en las diversas comunidades del lenguaje - como las ediciones mencionadas-, incluyendo las de Karen Horney, José Ortega y Gasset, Rosa Chacel, y Julian Marías. A pesar de la publicación temprana en el mundo de habla hispana, existía una carencia de verdadero interés por la emancipación de la mujer entre esos conocedores de las ideas de Simmel, excepto Rosa Chacel.
The majority of female political prisoners in Franco's times that have left their testimonies kept themselves apart from common-law prisoners, usually prostitutes, because of their rejection of non-normative sexuality. Their position, however, was not homogeneous. In this article we try to delve into the reasons for the divergence among the prisoners themselves: the communists taking one side, and the political prisoner and republican writer Carlota O'Neill separating her opinion from theirs. The position of the latter reveals a much more open-minded approach to sexuality. Within the context of the current attempt to recuperate our historical memory, a biographical study of her figure allows us to claim her as one of the great republican exiles. ; El grueso de las presas políticas del franquismo que nos han dejado testimonio se distanció de las presas comunes, prostitutas en su mayoría, por su rechazo de las sexualidades no normativizadas. Su postura, no obstante, no fue unitaria. En este artículo nos proponemos profundizar en las razones de la divergencia entre las propias presas comunistas, de una parte, de las que se desmarca la presa política y escritora republicana Carlota O´Neill. Sus posiciones ilustran una postura mucho más liberal en lo sexual. Remitirnos biográficamente a su figura nos permite, además, reivindicarla como una de las grandes republicanas exiliadas en un contexto de recuperación de la memoria histórica.
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In: Política y sociedad: revista de la Universidad Complutense, Facultad de Ciencias Políticas y Sociología, Band 46, Heft 1-2, S. 57-77
ISSN: 1130-8001
In: Política y sociedad: revista de la Universidad Complutense, Facultad de Ciencias Políticas y Sociología, Band 46, Heft 1-2, S. 129-142
ISSN: 1130-8001
Female common and political prisoners lived together in the heart of the crowded postwar Francoist prisons, thus sharing a close intimacy. In an environment of unavoidable promiscuity, many female common prisoners were keen on self-eroticism and lesbian displays, which were the only ones that were possible within that context of internment. The official morality and the intolerant social mentality of that time towards those kinds of expressions of sexuality went hand in hand. The same circumstances ruled Nazi concentration camps, where a lot of female political exiles and some former prisoners from Franco's jails ended up. We are interested here in the analysis of the reasons for the development of a rigid sexual morality by female political prisoners, most of them communist, within both kinds of "total institutions", as they showed rejection towards the aforementioned expressions. This had to do with the tendency that the authorities of the centers had of turning laissez faire policies into a bargaining chip in order to attain greater control of the prisoners, especially of the female political prisoners. The strategy that was chosen to avoid the vulnerability against policies ultimately doomed to extermination, was a life of militancy based on an iron discipline. This included keeping at a distance from the female common prisoners and the denial of every single display of sexual pleasure within the internment centers. ; En el seno de las atestadas prisiones franquistas de posguerra, presas comunes y políticas convivían en estrecha intimidad. En un entorno de promiscuidad inevitable, no pocas presas comunes, se prodigaban en manifestaciones de autoerotismo y lesbianismo, únicas posibles en ese contexto de internamiento. La moralidad oficial y la intolerante mentalidad social propia de la época hacia ese tipo de expresiones de la sexualidad se daban la mano. Parecidas circunstancias regían en los campos de concentración nazis, adonde fueron a parar no pocas exiliadas políticas y alguna expresa de las cárceles de Franco. Nos interesará examinar las razones del desarrollo de una rígida moral sexual, que rechazaba cualesquiera de las expresiones mencionadas por parte de las presas políticas, mayoritariamente comunistas, en ambos tipos de "instituciones totales". Ello tenía que ver con la tendencia de la autoridad de los centros a convertir en moneda de cambio una política de laissez faire en el terreno de la sexualidad. Con ello se lograba un mayor control de la reclusión, en particular de las presas políticas. La estrategia escogida para evitar la vulnerabilidad frente a una política abocada en último término al exterminio fue la de una vida de militancia cimentada en una férrea disciplina. Su mantenimiento exigía la mayor distancia posible de las presas comunes y la negación, propia y ajena, de toda manifestación de goce sexual en los centros de internamiento.
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The central themes in the life-thoughts-thesis of Norma Mejía. PhD in Social Anthropology and postoperative transsexual woman, are presented here in interview format. Mejía describes and analyzes everything she has seen and experienced from the perspective of extreme ethnography, in which object and subject become one, as well as the etic and emic visions, and the person who observes is part of the observed group. The peculiarity of her case resides in the strong autobiographical content of her discourse, which renders imposible the intended subject/object separation, so characteristic of social sciences. Mejía explains that when she was an eight-year-old boy living in Bogotá. his home town. The case of a male to female transexual person after going through Sex Reassignment Surgery (SRS) was widely covered by the mass media. It was then that he realized he wanted to be a transsexual person. Forty years later, when she was a transsexual prostitute living in Barcelona, she decided to write an Anthropology PhD thesis on the gods of traditional societies. but she ended up writing it about transsexualism. In the university, she learned that biology and genetics do not influence psychology due to the fact that human beings are social constructs. She had health problems in 2001 and quitted prostitution and anthropology. She got herself a modest job and a loan. She traveled to Thailand, underwent SRS and when she returned. she finished and presented her thesis, titled Transgenderisms. She then noticed that SRS had changed her, and not only physically speaking, so she reached the conclusion that, contrarily to what she had declared in her thesis, biology does influence people's personalities. That is why, when the Government passed a law to make non-surgical sex change legal, she was against it. The article tackles this issue and several others that are offered here in an exercise of what Mejía defines as extreme ethnography. ; En formato de entrevista, se presentan aquí los ejes principales que atraviesan la vida-reflexiones-tesis de la doctora en antropología social y transexual operada Norma Mejía. Mejía narra y analiza lo que ha visto y lo que ha vivido a través del prisma de la etnografía extrema, en la cual se funden el objeto y el sujeto, la visión etic y la emic, y la persona que observa forma parte del grupo observado. La peculiaridad de su caso es el fuerte contenido autobiográfico de su discurso, que convierte en indistinguible la pretendida separación sujeto/objeto característica de las ciencias sociales. Mejía cuenta que cuando era un niño de 8 años residente en Bogotá, su ciudad natal, los medios de comunicación se hicieron amplio eco del caso de un transexual de hombre a mujer después de su Cirugía de Reasignación Sexual (CRS). Entonces fue cuando se dio cuenta de que deseaba ser transexual. Cuarenta años después, siendo prostituta transexual en Barcelona, decidió hacer una tesis de doctorado en antropología sobre los dioses de las sociedades tradicionales pero finalmente la hizo sobre transexualismo. Aprendió en la Universidad que la biología y la genética no tienen influencia en la psicología porque los seres humanos son construcciones sociales. En 2001 tuvo problemas de salud y dejó la prostitución y la antropología. Se consiguió un trabajo modesto y un crédito. Se fue a Tailandia, se sometió a la CRS y cuando volvió terminó y presentó su tesis, llamada Transgenerismos. Entonces observó que la CRS la había cambiado, y no solo físicamente, y llegó a la conclusión de que, contrariamente a lo que había afirmado en su tesis, la biología tiene influencia en la forma de ser de las personas. Por ello, cuando el gobierno hizo una ley para permitir el cambio legal de sexo sin CRS ella estaba en contra. Estos y otros temas atraviesan el artículo que se ofrece aquí en un ejercicio de lo que Mejía denomina etnografía extrema.
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Desde finales de los años noventa del pasado siglo, cuando en España se tomó conciencia sobre la gravedad del fenómeno de la violencia de género, las Administraciones Públicas, empujadas por el feminismo, han ido afinando las herramientas conceptuales y estadísticas a fin de lograr la contabilidad imprescindible para la intervención pública. A partir de lo que se incluya bajo esta rúbrica se ha de distinguir entre «la violencia de género» y «las cifras de la violencia »: entre la definición «abstracta» de la violencia y las cifras median los «indicadores» de qué se considera violencia, y ello depende en buena parte, en primer lugar, de la toma de conciencia del problema y, en segundo lugar, de los diversos intereses en liza; en definitiva, es una cuestión política. En el presente artículo analizaremos las razones de sucesivas ampliaciones de las cifras de la violencia y revisaremos críticamente algunas de las transformaciones conceptuales que las han acompañado. From the end of the last century Spain became conscious of the seriousness of gender violence. Thereafter and under the influence of feminism, the Establishment set conceptual and statistical tools to reach the necessary accounting to undertake public policies. According to what is included in the definition of violence it might be necessary to distinguish between «violence» and the «violence data»: in between we find the «indicators» of what is meant by violence. This depends, on the one hand, of the consciousness of the problem; on the other hand, of the different interests involved. In sum, it is a political issue. In this article we will analyse the reasons behind the constant broadening of violence data. We will also revisit with a critical vision some of the conceptual changes which have taken place.
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Existe un tope invisible que impide a las mujeres llegar, en el terreno público, donde están los hombres. Es lo que se ha denominado techo de cristal, que oculta una discriminación indirecta, no reflejada en las leyes y que se mide por los resultados diferenciales. Ello es lo que justificaría las acciones positivas y la paridad. Partimos de desigualdades reales sustantivas entre hombres y mujeres en cuanto al acceso a los recursos, el poder de los amigos, el tiempo disponible y los modelos de socialización. Para contrarrestar las desigualdades entre miembros de grupos con diferente poder social se han utilizado, en primer lugar, las acciones positivas, cuyo objetivo es el de desmasculinizar los sistemas de cooptación existentes; más recientemente, se acuñó el término de democracia paritaria tras la constatación de que, en democracia, lo números cuentan: se necesita una masa crítica, es decir, incrementar la cantidad relativa de mujeres para lograr un cambio cualitativo en las relaciones de poder, objetivo de ambas iniciativas. Para comprender su necesidad comentaremos qué sucede cuando las mujeres, un grupo con menor poder que los hombres, forman una minoría y se convierten en mujeres símbolo. Se romperán de esta manera algunos mitos o especulaciones relativas a si las mujeres en el poder o en altos cargos se asimilan a la dinámica existente sin más transformaciones —como si ello dependiera de una mera decisión voluntarista—, al igual que se entenderán los costes que supone el estar en minoría en un lugar donde la mayoría está formada por varones. Pasar a ser una minoría menos minoritaria —para situarse en torno al 30-35%— va a permitir comenzar a influir en la cultura del grupo y lograr el establecimiento de alianzas entre los partícipes del grupo minoritario. De esta forma, sus miembros podrán empezar a cambiar la estructura de poder y, por añadidura, el propio estatus como minoría ; There is an invisible limit which prevents women to reach men´s level in the public domain. This is what has been called the glass roof, which hides an indirect discrimination, not reflected in the law and which can be measured by differential results. This justifies affirmative actions and paridad. Our point of departure are present substantial inequalities found in relation to access to resources, the power of friends, the time available, and socialization models. To counteract inequalities between members of groups with different social power there has been used, first of all, affirmative actions, whose goal is to «un-male» actual systems of cooptation; more recently, the term democracia paritaria was coined after checking that in democracy, numbers are relevant: we need a critical mass, i.e., to increase the relative amount of women to be able to reach a qualitative change in power relations, which is the goal of both initiatives. To understand the need of those initiatives we will discuss what happens when women, a group with less power than men, form a minority and become token women. This way some of the myths and speculations about whether women in power or in high positions become assimilated without any changes will be broken off. Moreover, the costs to be a minority in a place where the majority belong to men will be understood. To become a more numerous minority –around 30-35%- will allow to start to influence the group´s culture and to establish alliances between members of the minority group. This way those members will be able to start to change the power structure and, in addition, their own status as a minority.
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In: Política y sociedad: revista de la Universidad Complutense, Facultad de Ciencias Políticas y Sociología, Band 42, Heft 2, S. 163-180
ISSN: 1130-8001
In: South European society & politics, Band 5, Heft 1, S. 166-167
ISSN: 1360-8746
In: Isegoría: revista de filosofía moral y política, Band 0, Heft 14, S. 79-93
ISSN: 1988-8376