En pro de la justicia: Juan de Villabona Zubiaurre, rector de Sevilla y juez-oidor en Bogotá y México, 1577-1634
In: Colección Americana 70
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In: Colección Americana 70
In: Revista de Humanidades, Issue 43
ISSN: 2340-8995
Se trata de un estudio de caso en el cabildo de Cartagena de Indias: la pugna entre el regidor Vicente de Peñalosa y el teniente general Domingo de la Rocha, el primero sin estudios y el segundo licenciado en Cánones. El primero atesoraba unos antepasados con muchos servicios a la Corona y en las conquistas. Peñalosa comenzó por la tierra donde sus antepasados habían protagonizado sus hazañas, en Mompox, que no le resultó suficiente y quiso dar el salto a Cartagena como escribano. Las opiniones de los vecinos no pudieron ser más negativos: inquieto, revoltoso, pleitista y sedicioso. No obstante, Peñalosa tenía dos cédulas reales que lo avalaban, pero el cabildo recurrió al Consejo de Indias y no consiguió ser escribano. Pero gracias a sus amistades logró ser elegido regidor de Cartagena, donde logró dominar el cabildo, contra la opinión del teniente general, que realizó algunas reformas en el mercado. Pagó 550 pesos por un regimiento perpetuo, que no consta fuera confirmado, aunque en su enfrentamiento con de la Rocha logró que el que ya había ascendido a oidor de Santa Fe fuera condenado en una causa judicial con Peñalosa e incluso a pagar las costas del juicio. De nada sirvieron los inmejorables informes sobre de la Rocha frente a las influencias cortesanas de Peñalosa.
This is a case study in the city council of Cartagena de Indias: the conflict between the councilor Vicente de Peñalosa and the legal councelor (teniente general) Domingo de la Rocha, the first one without a University title and the second one with a Law title by Salamanca. The former one accumulated ancestors with many military services and merits in conquests. Peñalosa started out where his ancestors had stared in their feats, in Mompox, where he did not feel completely realized and tried to jump to Cartagena as notary. His neighbours, however, put down very negatives opinions about him: restless, unruly, litigious and seditious. Nontheless, Peñalosa had two royal letters that backed him, but the City Council appealed to the Council of the Indies in Madrid and Peñalosa did not get the post. But by means of friends he got to be elected councilor of the city of Cartagena, in which he dominated the rest of the gang, having always in front the governor's legal counsellor, who introduced some reforms in the city market. He paid 550 pesos for the seat in the City Council without time limit, which was never confirmed, although in the confrontation with de la Rocha, already promoted to the post of judge in Santa Fe, he got a positive sentence in a judicial case with Peñalosa, which obliged the counterpart to pay the legal costs. Of no use were the insuperable informs about de la Rocha against the courtly influences of Peñalosa. ; Se trata de un estudio de caso en el cabildo de Cartagena de Indias: la pugna entre el regidor Vicente de Peñalosa y el teniente general Domingo de la Rocha, el primero sin estudios y el segundo licenciado en Cánones. El primero atesoraba unos antepasados con muchos servicios a la Corona y en las conquistas. Peñalosa comenzó por la tierra donde sus antepasados habían protagonizado sus hazañas, en Mompox, que no le resultó suficiente y quiso dar el salto a Cartagena como escribano. Las opiniones de los vecinos no pudieron ser más negativos: inquieto, revoltoso, pleitista y sedicioso. No obstante, Peñalosa tenía dos cédulas reales que lo avalaban, pero el cabildo recurrió al Consejo de Indias y no consiguió ser escribano. Pero gracias a sus amistades logró ser elegido regidor de Cartagena, donde logró dominar el cabildo, contra la opinión del teniente general, que realizó algunas reformas en el mercado. Pagó 550 pesos por un regimiento perpetuo, que no consta fuera confirmado, aunque en su enfrentamiento con de la Rocha logró que el que ya había ascendido a oidor de Santa Fe fuera condenado en una causa judicial con Peñalosa e incluso a pagar las costas del juicio. De nada sirvieron los inmejorables informes sobre de la Rocha frente a las influencias cortesanas de Peñalosa.
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El juez oidor de la Audiencia de Santa Fe, ex-rector de la Universidad de Sevilla, Dr. Juan de Villabona Zubiaurre, fue enviado a Cartagena de Indias a visitar esa provincia y las de Santa Marta y Antioquia en 1609. El juez, de ideas claras y determinación firme, se enfrentó a la autoridad política, militar y eclesiástica de la ciudad, y especialmente, al poder de extorsión de los encomenderos sobre los indios a través de una tributación abusiva en servicio personal. que él se encargó de corregir. Cifró los remedios de la visita no sólo en las 82 ordenanzas, sino en la agregación de pueblos y en el establecimiento de doctrinas en los nuevos pueblos durante todo el año. La oposición de los encomenderos con apoyo del gobernador y las gestiones de un procurador en Madrid le llevaron a recomendar la supresión de la encomienda.
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Fr. Pedro Aguado, fraile franciscano, provincial en el Nuevo Reino de Granada y procurador de esa provincia en España, nacido en Valdemoro (Madrid) y autor de la Recopilación Historial, visitó tres veces al menos el territorio de Cartagena de Indias. En 1576 redactó un memorial para el territorio de Cartagena, que es modelo de conocimientos y recomendaciones sobre el modo de misionar a los indios resumido en diez puntos. El obstáculo principal eran los encomenderos, que no sólo abusaban en el cobro de tributos, sino que toleraban borracheras, malas conductas e idolatrías con tal que pagaran sus abusivos tributos y no los denunciaran. Otro de los obstáculos a la predicación y prácticas religiosas se hallaba en la dispersión poblacional, por lo que recomendaba la agrupación en pueblos. A los clérigos doctrineros recomendaba no cobrar excesivos estipendios, que disuadían de la práctica de los sacramentos y el propósito de que vivieran concentrados en conventos resultaba utópico por la dispersión de los pueblos. Estos fines no podían lograrse sin un entendimiento con la autoridad civil, en este caso con el gobernador de la provincia, Francisco Baamonde de Lugo, entre 1571 y 1574, al que prestó su decidido apoyo, a pesar del cúmulo de acusaciones de carácter privado y en asuntos públicos que se le acumularon de carácter económico, fiscal y político. ¿Se debió esta actitud de Aguado a alguna recomendación del arzobispo de Bogotá, Fr. Luis de Zapata, miembro que había sido de su misma orden religiosa? Por el momento no se ha podido resolver la incógnita. ; Fr. Pedro Aguado, Franciscan friar, superior in the New Kingdon of Granada, proctor of that province to the Court of Spain, born in Valdemoro (Madrid) and autor of the Recopilación Historial, visited the territory of Cartagena de Indias at least three times. In 1576 he wrote a memorial on the territory of Cartagena, which is a model of knowledge and councelling about the way to convert the Indians into Christians, summarized in ten points. The main obstacle to the mission were the encomenderos, who not only abused the Indians in the perceptions of tributes, but also tolerated drunkenness, bad conduct and idolatries so long as they paid the excessive tributes and handed no incrimination. Another obstacle to the preaching and religious practices resided in the people's dispersion and the necessary concentration in townships. To the clergy in charge of Indians recommended to avoid charging excessive stipends, practice which discourage the practice of the sacraments and, likewise encouraged them to live in communal dwellings, a totally utopic purpose given the great dispersion of the native population. These objectives were not at hand if there were not an understanding with the civil authority, in this case the governor of the province, Francisco Baamonde de Lugo, between 1571 and 1574, to which he supported openly in spite of the amount of charges in private and public affairs against him in economic, fiscal and political matters. Was this attitude of Aguado due to some council of the Archbishop of Bogotá, Fr. Luis de Zapata, member likewise of the Franciscan order? For the moment this far we have got.
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In: Temas americanistas, 19, 3-19
El poder municipal se vio disminuido por desastres naturales, por el poder superior de los gobernadores y por unas rentas muy escasas. Cuatro asuntos no podían esperar a mediados de siglo: las casas de cabildo, la cárcel, el matadero y el lazareto para leprosos. ; The municipal council had to struggle against natural disasters, the superior government of the province and its meaner income. By mid-century four problems could not wait any longer: the city council lodging, the jail, the slaughter house and a hospital for lepers.
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In: Publicaciones de la Escuela de Estudios Hispano-Americanos de Sevilla 200