Fundamentos ideológico y personales en el pronunciamiento del emperador Juliano
El presente trabajo trata de demostrar que el pronunciamiento en la Galia del césar Juliano contra el emperador legítimo, su primo Constancio II, hijo de Constantino, fue la culminación de un proyecto soñado desde que de niño vivió en directo el asesinato de la mayoría de los miembros de su familia paterna, incluido su padre, en una revuelta de soldados que estaba inspirada por el propio emperador. La amargura de su niñez y juventud, apartado de la corte y en el exilio, sin familiares ni amigos, fue un campo abonado para quienes defendían en distintas ciudades del Imperio y desde puestos de poder los intereses de su familia desaparecida. Entre ellos se encontraba una buena parte de los fi lósofos neoplatónicos y rétores paganos que veían con acritud la persecución de las religiones tradicionales por un emperador cristiano e intolerante. La conjunción de una serie de circunstancias, ajenas en gran parte al propio Juliano, permitió que éste contase con el apoyo militar y político para poder llevar a cabo, una vez enviado a la Galia como césar para defender sus fronteras, el motín que le convirtió primero en Augusto de Occidente y poco después de todo el Imperio. ; Th is work attempts to show that the rebellion in Gaul of the Caesar Julian against the legitimate emperor, his cousin Constantius II, son of Constantine, was the culmination of a project he had dreamed of ever since, as a child, he had witnessed the murders of most members of his father's family, including his father himself, in a revolt by soldiers inspired by the Emperor himself. Th e bitterness of his childhood and youth, kept away from the court and in exile, without family or friends,was fertile ground for those who, in diff erent cities of the Empire and in positions of power, upheld the interests of his dead family. Among these were a good proportion of Neo-Platonic philosophers and pagan rhetoricians who watched bitterly as the traditional religions were persecuted by an intolerant Christian Emperor. Th e conjunction of a series of circumstances, largely beyond the control of Julian himself, meant he received the military and political support so that, once he had been sent to Gaul as Caesar to defend its frontiers, he could carry out the rebellion that made him Emperor, fi rst of the West, and then of the whole Empire.