Los Estatutos de Autonomía de última generación incorporaron la participación de los ciudadanos como derechos, competencias e instituciones, pero siempre desde la democracia participativa. No obstante, la más reciente legislación autonómica en materia de participación popular de algunas Comunidades Autónomas como Andalucía, Cataluña y Navarra, además de desarrollar aquello previsto en los EE.AA., recogen nuevas modalidades de consulta popular, diferenciadas del referéndum y también de las demás consultas propias de la democracia participativa. Ello nos lleva a cuestionarnos acerca del modelo de ejercicio de democracia a nivel autonómico desde la perspectiva de las consultas populares, llegando a la siguiente conclusión: el modelo de democracia de las Comunidades Autónomas reproduce el modelo de democracia estatal, fundado en la democracia representativa. Aun así, la diferencia entre ambos modelos radica en la complementariedad de esta última: mientras que en el modelo estatal es la democracia directa (y semi directa) quien complementa de forma residual la democracia representativa, en el modelo autonómico este lugar lo ocupa la democracia participativa. Para llegar a esta conclusión se procede delimitando previamente el concepto de consulta popular –tanto a nivel teórico, como en nuestro ordenamiento jurídico- constitucional–; a partir del derecho comparado –con especial relevancia del modelo de democracia en los Estados de EE.UU. y del modelo de democracia de las Regiones de Italia–; y analizando los EE.AA. y el posterior desarrollo legislativo. El punto de partida teórico propone observar la consulta popular desde una doble vertiente: la consulta popular como categoría genérica –donde el referéndum es una subespecie– y la consulta popular como institución propia de participación popular, más allá de los demás instrumentos de democracia participativa. Esta concepción nos conduce a proponer una interpretación que sitúa la consulta popular –que denominamos como tertium genus o híbrida– como un instrumento a ...
[spa] Los Estatutos de Autonomía de última generación incorporaron la participación de los ciudadanos como derechos, competencias e instituciones, pero siempre desde la democracia participativa. No obstante, la más reciente legislación autonómica en materia de participación popular de algunas Comunidades Autónomas como Andalucía, Cataluña y Navarra, además de desarrollar aquello previsto en los EE.AA., recogen nuevas modalidades de consulta popular, diferenciadas del referéndum y también de las demás consultas propias de la democracia participativa. Ello nos lleva a cuestionarnos acerca del modelo de ejercicio de democracia a nivel autonómico desde la perspectiva de las consultas populares, llegando a la siguiente conclusión: el modelo de democracia de las Comunidades Autónomas reproduce el modelo de democracia estatal, fundado en la democracia representativa. Aun así, la diferencia entre ambos modelos radica en la complementariedad de esta última: mientras que en el modelo estatal es la democracia directa (y semi directa) quien complementa de forma residual la democracia representativa, en el modelo autonómico este lugar lo ocupa la democracia participativa. Para llegar a esta conclusión se procede delimitando previamente el concepto de consulta popular –tanto a nivel teórico, como en nuestro ordenamiento jurídico- constitucional–; a partir del derecho comparado –con especial relevancia del modelo de democracia en los Estados de EE.UU. y del modelo de democracia de las Regiones de Italia–; y analizando los EE.AA. y el posterior desarrollo legislativo. El punto de partida teórico propone observar la consulta popular desde una doble vertiente: la consulta popular como categoría genérica –donde el referéndum es una subespecie– y la consulta popular como institución propia de participación popular, más allá de los demás instrumentos de democracia participativa. Esta concepción nos conduce a proponer una interpretación que sitúa la consulta popular –que denominamos como tertium genus o híbrida– como un instrumento a caballo del referéndum y de las demás consultas de democracia participativa. ; [cat] Els Estatuts d'Autonomia d'última generació incorporaren la participació dels ciutadans com a drets, competències i institucions, però sempre des de la democracia participativa. No obstant això, la més recent legislació autonòmica en matèria de participació popular d'algunes Comunitats Autònomes –com Andalusia, Catalunya i Navarra– a més de desenvolupar allò previst als EE.AA., recullen noves modalitats de consulta popular, diferenciades del referèndum i també de les demés consultes populars pròpies de la democràcia participativa. Això ens duu a qüestionar-nos sobre el model d'exercici de democràcia a nivell autonòmic des de la perspectiva de les consultes populars, havent arribat a la següent conclusió: el model de democràcia de les Comunitats Autònomes reprodueix el model de democràcia estatal, fundat sobre la democràcia representativa. Tot i així, la diferència entre ambdós models radica en la complementarietat d'aquesta darrera: mentres que en el model estatal és la democràcia directa (i semi directa) qui complementa de forma residual la democràcia representativa, en el model autonòmic aquest lloc l'ocupa la democràcia participativa. Per arribar a aquesta conclusió es procedeix delimitant prèviament el concepte de consulta popular –tant a nivell teòric, com en el nostre ordenament jurídic-constitucional–; a partir del dret comparat –amb especial rellevància del model de democràcia dels Estats dels EUA i el model de democràcia de les Regions d'Itàlia–; i analitzant els EE.AA. i el posterior desenvolupament legislatiu. El punt de partida teòric proposa observar la consulta popular des d'una doble vessant: la consulta popular com a categoria genèrica –on el referèndum és una subespècie– i la consulta popular com a institució pròpia de participació popular, més enllà dels demés instruments de democràcia participativa. Aquesta concepció ens porta a proposar una interpretació que sitúa la consulta popular –que denominem com a tertium genus o híbrida– com a un instrument a cavall del referèndum i de les demés consultes de democràcia participativa. ; [eng] The Statutes of Autonomy of the latest generation incorporates the citizen participation as rights, competencies and institutions, but always from the perspective of a participatory democracy. However, the most recent autonomous legislation on popular participation of some Autonomous Communities such as Andalusia, Catalonia and Navarre, in addition to developing what is foreseen in the Statutes of Autonomy, includes new modalities of popular consultation, differentiated from the referendum and from other consultations inherent to participatory democracy. For this reason, the model of the exercise of democracy at the autonomous level is queried from the perspective of popular consultations. A conclusion is drawn that the model of democracy of the Autonomous Communities reproduces the model of state democracy, founded on representative democracy. The difference between the two models lies in the complementarity of the latter: while at the state model it is the direct (and semi direct) democracy that complements representative democracy in a residual way, at the autonomous model this place is occupied by participatory democracy. In order to reach this conclusion, the concept of popular consultation is delimited beforehand, both on a theoretical level and in our legal-constitutional order; on the basis of comparative law, specifically the model of democracy at state level of US and the model of democracy in the Italian regions; by analyzing the Statutes of Autonomy and the subsequent legislative development. The theoretical starting point proposes an observation of popular consultation from a double perspective: popular consultation as a generic category, where the referendum is a subspecies; popular consultation as an institution of popular participation, beyond the other instruments of participatory democracy. This conception leads us to propose an interpretation that situates the popular consultation, which we call tertium genus or hybrid, as an instrument that stands between the referendum and the other participatory democracy consultations.
Treballs Finals de Màster en Dret. Facultat de Dret, Universitat de Barcelona, Curs: 2013-2014, Tutor: Josep M. Castellà Andreu ; Actualmente, nadie podrá negar que exista una crisis de legitimidad de los gobiernos y las administraciones, por diferentes motivos, lo cual propicia el aumento de la desconfianza en la democracia representativa y la consiguiente desafección política. Para algunos, parece ser que la clase política y los partidos se han convertido en parte del problema1; como expuso Mosca en su momento, "que el diputado es elegido por la mayoría de los electores es un supuesto legal que, aunque forme parte de nuestro sistema de gobierno, aunque sea ciegamente aceptado por muchos, está sin embargo en perfecta contradicción con el hecho real. Quienquiera que haya asistido a unas elecciones sabe perfectamente que [.] son sus amigos quienes lo hacen elegir. En todo caso, una candidatura es siempre obra de un grupo de personas unidas por un propósito común, de una minoría organizada que, como siempre, fatal e inevitablemente se impone a la mayoría desorganizada"2. Por lo tanto, ante esta situación, el reto principal hoy en día será conseguir que nuestro actual sistema político recupere su legitimidad. Una posible forma de afrontar este problema sería incorporando a los propios ciudadanos en el proceso de toma de decisiones. Como señala BRUGUÉ, "será imprescindible que muestre [nuestro sistema político-administrativo] una renovada capacidad para afrontar los problemas de la ciudadanía y, simultáneamente, que se incorpore a los propios ciudadanos en el diseño y la implementación de estas soluciones"3. Sea como sea, una de las formas de recuperar la legitimidad pasa por mejorar la calidad de nuestra democracia, fomentando la participación ciudadana.
