Las relaciones internacionales de las últimas décadas del siglo XIX estuvieron marcadas por los problemas derivados de las malas delimitaciones territoriales y los deseos de consolidar los espacios que cada Estado reclamaba como propios. En efecto, los problemas de reclamaciones territoriales no fueron pocos y prácticamente en todos los países de la región se presentaron episodios de disputa en lo que fueron las antiguas fronteras establecidas por el imperio español. Esta situación, al igual que el escenario europeo de la época, dio paso al establecimiento de una serie de transformaciones militares, como también negociaciones, contactos e intercambios bilaterales entre los países considerados como "amigos". Así, hacia finales del siglo no era extraño leer en la documentación diplomática la designación de "entente americana", "países aliados" o "naciones hermanas". Así llegamos al caso de Chile y Ecuador, dos actores relevantes en el escenario latinoamericano de finales del siglo XIX, especialmente si se considera que Chile debió enfrentar los avatares de una guerra con Perú y Bolivia. Por esos mismos años, mantenía una fuerte pugna territorial con ese país, lo cual influyó de forma determinante en las relaciones bilaterales chileno–ecuatorianas en este período y durante gran parte del siglo XX.
El estudio de las relaciones internacionales de los países latinoamericanos durante la primera mitad del siglo xx, nos presenta la realidad de una serie de conflictos bélicos que enfrentaron a países vecinos, mientras otros gobiernos se esforzaban en restituir la paz en la región. Bajo esta premisa es que en 1941, las relaciones bilaterales entre Ecuador y Perú colapsaron tras años de frustradas negociaciones tendientes a evitar una confrontación armada. Los países vecinos, ya inquietos por el escenario europeo de conflagración, vieron con preocupación como al interior de la región, un nuevo brote de violencia se apoderaba de las páginas de la prensa. Nuestro país no fue indiferente al proceso. Ya antes había estado en situaciones similares, cuando otros Estados eran los que se aprestaban para las acciones bélicas y, por ende, procuró a través de sus representantes, incorporarse al nuevo proceso de negociaciones que tendría como misión detener la confrontación y allanar las posturas de los beligerantes. La intervención de Argentina, Brasil y Estados Unidos, en mayo de ese año bajó la ambigua calidad de negociadores; marginó a nuestra cancillería de la anhelada participación, sin embargo, esta actitud no mermó el interés de nuestra diplomacia por involucrarse en el proceso, hecho que produjo toda una modificación de las actividades de las representaciones diplomáticas chilenas en los países que estaban involucrados. Así, Lima y Quito pasaron a tener alta prioridad para el interés nacional como, también, las representaciones en Buenos Aires, Río de Janeiro y Washington D.C..No obstante, los intereses de la cancillería chilena se vieron interferidos por una realidad que no se anticipó y que los representantes chilenos no quisieron aceptar. Tanto Perú como Ecuador no estaban interesados en la participación chilena y, más aún,si existió alguna coincidencia entre estos dos países en conflicto fue, justamente, la idea de mantener a Chile lejos de la mesa de negociación. ¿Cuáles son las motivaciones de estos dos países para rechazar la intervención chilena? Por otra parte, considerando que Chile en dos ocasiones anteriores había participado en negociaciones tendientes a resolver conflictos (1915 y 1934). ¿Por qué se le margina en ésta? Y, finalmente, ¿por qué entonces la insistencia de Chile en participar de un debate que traería consecuencias insospechadas (que permanecen hasta nuestros días) para las relaciones bilaterales con los dos contendores? Nuestro interés en esta monografía, es presentar la acción de una de las representaciones involucradas, pues la cancillería había designado los objetivos nacionales en complejo escenario ecuatoriano-peruano, por lo que nos interesa analizar la actitud de las representaciones en Quito y Lima, específicamente en éste trabajo, la participación de la embajada chilena en Lima.
Transcurridos más de ciento cuarenta años de la Guerra del Pacífico, que enfrentó a Bolivia y Perú contra Chile, aún es posible encontrar en los países vencidos un discurso que apela al sentir nacional y a la reivindicación ante las consecuencias desfavorables de la confrontación, surgido en arengas cada cierto tiempo, e impulsado por intereses políticos y electorales. Este artículo analiza las causas de estos singulares vestigios, pese a tratarse de un conflicto decimonónico convencional como varios otros. Para ello estudia sus causas territoriales y económicas, su desarrollo, sus consecuencias y el origen del discurso sobre la guerra injusta en los países vencidos. Se concluye que esto se debe al uso político de la historia, que implica una visión anacrónica e intentos de reescribir la historia.
More than one hundred and forty years after the War of the Pacific, which pitted Bolivia and Peru against Chile, it is still possible to find a discourse in the defeated countries that appeals to national sentiment and vindication faced with the confrontation's unfavorable consequences. It arises, from time to time, in harangues driven by political and electoral interests. This article analyzes the causes of these singular vestiges, despite the confrontation's conventional nineteenth-century conflict nature. To this end, it examines its territorial and economic causes, its development, its consequences, and the origin of the unjust war discourse in the defeated countries. It concludes that the discourse's source is the political use of history, which implies an anachronistic vision and attempts to rewrite history. ; Transcurridos más de ciento cuarenta años de la Guerra del Pacífico, que enfrentó a Bolivia y Perú contra Chile, aún es posible encontrar en los países vencidos un discurso que apela al sentir nacional y a la reivindicación ante las consecuencias desfavorables de la confrontación, surgido en arengas cada cierto tiempo, e impulsado por intereses políticos y electorales. Este artículo analiza las causas de estos singulares vestigios, pese a tratarse de un conflicto decimonónico convencional como varios otros. Para ello estudia sus causas territoriales y económicas, su desarrollo, sus consecuencias y el origen del discurso sobre la guerra injusta en los países vencidos. Se concluye que esto se debe al uso político de la historia, que implica una visión anacrónica e intentos de reescribir la historia.
Chile and its foreign policy: Trance and transition from the Great War to the Cold War (1914-1964) is a collective book that brings together the advances and results of research related to the main problems that characterized Chile's international relations at the regional level. , continental and global from the vision that the Chilean political leaders and diplomats projected as part of a strategy of greater ties with the region and the world in a complex period of transition for Latin American countries. These States had to make decisions that impacted both politics and the economy, this being the main challenge that had to be faced during the time frame considered in the book, where the end of the belle époque, the development and consequences of the I World War, the emergence of the Union of Soviet Socialist Republics, the birth of the League of Nations, the consolidation of European totalitarianism and American hegemony in America, the crisis of 1929, the outbreak of World War II and its end , brought with it the transition to a critical stage for the world, such as the emergence of the Cold War with bipolarity, political and military conflicts, and the latency of nuclear destruction.