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Desde el siglo pasado, los problemas medioambientales forman parte de los espacios de discusión de grupos ecologistas y de diversos movimientos sociales. Sin embargo, en nuestro tiempo, la perspectiva ecológica no es suficiente para examinar la interrelación ontológica existente entre el hombre y la naturaleza, ya que se evidencia que la crisis y el deterioro medioambiental están determinados por un modelo económico, político y epistemológico, basado en la racionalidad eurocéntrica moderna, la cual cosifica la naturaleza, negándole todo tipo de derecho. La modernidad da apertura a la colonialidad de la naturaleza; ve en la misma un instrumento útil para la explotación y el avance social, dejando rezagada la visión ancestral, el sentir de la tierra y la el buen vivir como necesarios para un genuino desarrollo sostenible. Por esta razón, el artículo analiza las categorías de colonialidad de la naturaleza, desarrollo sostenible y buen vivir, frente a las pretensiones de la lógica moderna de colonizar todos los elementos de la vida misma. No se pretende que el trabajo sea conclusivo; por el contrario, es una perspectiva más que se suma a esta prolífica discusión. ; Since the last century, environmental problems have been part of the discussion spaces of environmental groups and various social movements. However, in our time, the ecological perspective is not enough to examine the existing ontological interrelation between man and nature, since it is evident that the crisis and environmental deterioration are determined by an economic, political and epistemological model, based on modern Eurocentric rationality, which reifies nature, denying it all kinds of rights. Modernity opens up the coloniality of nature; he sees in it a useful instrument for exploitation and social advancement, leaving behind the ancestral vision, the feeling of the land and the need for good living as necessary for genuine sustainable development. For this reason, the article analyzes the categories of coloniality of nature, sustainable development and good living, against the claims of modern logic to colonize all the elements of life itself. The work is not intended to be conclusive; on the contrary, it is one more voice that joins this prolific discussion.