Background of INCASI Project H2020-MSCA-RISE-2015 GA 691004. WP1: Compilation ; En la actualidad no existen estudios comparativos que midan de forma global la política social como input de los gobiernos. Una alternativa es la inclusión de diversos indicadores relevantes para la política social en un solo índice, que permita realizar un análisis estadístico y comparativo de diferentes países. El objetivo de este estudio es conocer la factibilidad de medir la política social basándonos en sus input y aplicando el Social Policy Index (SPI) en tres países de diferente régimen de bienestar social, estableciendo una comparación retrospectiva de la situación de las políticas sociales entre cada uno, considerando los años 2001 a 2010. Los resultados arrojan una coherencia entre el valor obtenido por el SPI y el contexto socioeconómico y político de cada país, y su clasificación en diferentes regímenes de bienestar, por lo cual es un índice que puede ser utilizado como herramienta de medición y comparación de políticas sociales. Introducción Desde 1990, la investigación en la política social comparada se ha enfocado en las formas en que los estados de bienestar nacionales se han visto afectados y cómo han respondido a la internacionalización económica e integración política, especialmente en los países Europeos (Clasen, 2007). Si deseamos evaluar la política social podemos dirigir las interrogantes a los outcomes o los inputs. En los primeros, nos centraríamos en el impacto que tienen las políticas y si estas cumplen con sus objetivos, respuestas que pueden ser encontradas a través de la implementación de programas sociales (por dar un ejemplo). En el segundo caso, cabe preguntarse ¿cuál es el esfuerzo que el/los Estados invierten en materia de políticas sociales? Y con ello apuntamos a conocer el esfuerzo basado en los inputs. Con este planteamiento surge la siguiente interrogante ¿podemos medir este esfuerzo? Las ciencias sociales carecen de un instrumento que permita cuantificar el esfuerzo por parte del Estado en la implementación de políticas sociales. Una alternativa sería la elaboración de un índice que comprendiera algunos aspectos relevantes para la política social y permitiera la categorización y posterior comparación entre diferentes países. Las razones para construir un índice, provienen de la necesidad de reunir en un solo indicador diversas variables que por sí solas no son capaces de ofrecer un retrato de la situación de las políticas sociales en cada país y por ende no son capaces de reflejar el esfuerzo (inputs) del Estado frente a la atención de diversos riesgos sociales. Una primera aproximación a la creación de un índice con estas características, la realiza Naren Prasad de United Nations Research Institute for Social Development (en adelante UNRISD), con la propuesta del Social Policy Index en 2006. Aún cuando no hay publicaciones científicas al respecto, la propuesta de este índice se configura como un primer paso para que tanto investigadores como organizaciones interesadas en continuar con esta propuesta, puedan utilizar la metodología sugerida. Por su parte, Garcés et. al realizan una primera aplicación del SPI el fin de evaluar si este cumplía con el objetivo propuesto por sus creadores. Para garantizar la disponibilidad de los datos, seleccionaron un país perteneciente a la OECD, Chile, y lo analizaron en tres diferentes períodos de tiempo con el fin de comprobar la efectividad del mismo. Los resultados mostraron una coherencia entre el desarrollo económico y social del país y las fluctuaciones del SPI, lo que llevó a concluir, que el índice puede llegar a ser una herramienta capaz de reflejar la situación de un país en materia de políticas sociales. Objetivos Sobre esta base y tras la primera aproximación a la aplicación del SPI, el objetivo de este estudio es conocer la factibilidad de medir la política social basándonos en el esfuerzo por parte del Gobierno aplicando el SPI en tres países de diferente régimen de bienestar social (España, Finlandia y México), estableciendo una comparación retrospectiva de la situación de las políticas sociales entre cada uno, considerando el período de tiempo que abarca 2001 a 2010. Objetivo General Realizar un análisis comparativo de la política social, basado en los inputs, en Finlandia, España y México, entre 2001 a 2010. Objetivo específico 1: Seleccionar indicadores socioeconómicos y de política social, en ámbitos como vivienda, salud, educación y seguridad social, y comparar la situación entre los tres países estudiados (análisis contextual). Objetivo específico 2: Aplicar el Social Policy Index (SPI), instrumento de medición y comparación de los input de la política social, a los tres países objeto de estudio, creando categorías que permitan clasificar el esfuerzo de gobierno en materia de políticas sociales. Para ello se requiere: - Determinar los valores mínimos y máximos en el universo de cuarenta países, por cada año considerado en el estudio en el período establecido, ponderar y agregar al SPI. - Establecer categorías que permitan la clasificación de los países de acuerdo al esfuerzo en materia de políticas sociales y comparar los resultados entre los tres países. - Contrastar la información obtenida por el Social Policy Index con otra sobre la política social y sus regímenes de bienestar elaborada en la descripción contextual de cada país. Preguntas de Investigación Pregunta de Investigación Nº1: ¿La descripción contextual de las políticas sociales en Finlandia, España y México, basadas en indicadores orientados en los inputs, reflejan las diferencias entre sus regímenes de bienestar? Pregunta de Investigación Nº2: ¿La aplicación del Social Policy Index en un período de tiempo que abarca diez años, refleja la situación de las políticas sociales en los tres países objeto de análisis? Instrumento El Social Policy Index SPI se centra en los inputs de la política social y no en los outcomes de la misma. Prasad (2005) sugiere utilizar elementos de la política fiscal, el régimen de seguridad social y la gobernanza (calidad institucional) junto con el gasto social, argumentando que el gasto actual en servicios como los mencionados, podría indicar las prioridades del gobierno en dichas áreas. A estas dimensiones se añade una quinta, el PIB per cápita utilizado por Garcés et al. (2012) que suele ser utilizado para estimar la riqueza económica de un país y por ello está estrechamente relacionado con la calidad de vida de la población. Los resultados de estas dimensiones son normalizados (min-max), luego se ponderan (pesos equiproporcionales 1/5) y se agregan a la fórmula del SPI: SPIit = β1Hit + β2Eit + β3HSit + β4SPW it + β5PPCit Tabla Nº 4: Dimensiones consideradas en el SPI Dimensión Variables Fórmula (si aplica) Gasto social Gasto social como % del PIB en educación, vivienda, salud y protección social. *SSIit =β1Hit +β2Eit +β3HSit +β4SPWit Tax policy Impuestos directos y total de impuestos como % del PIB. TaxI= DirectTaxation TotalTaxation Seguridad Social Puntuación relativa a la cobertura de la seguridad social según UNRISD y % del PIB en seguridad social. Media aritmética entre ambas variables. Gobernanza (calidad institucional) - Voice and accountability - Political stability - Government Efectiveness - Regulatory Quality - Rule of Law - Control of Corruption Media aritmética de las variables consideradas por el Worlwide Governance Indicators (WGI) PIB per cápita PIB per cápita en US dollars Logaritmo del PIB per cápita en US dollars *H= Health, E= Education, HS= Housing and Sanitation, SPW= Social Protection and Welfare. Fuente: Elaboración propia (2014) Debido a que en el estudio sólo se analizan tres países, no se persigue establecer un ranking - que sería más adecuado si la muestra de países fuese más amplia- sino ofrecer una categorización de los resultados. La puntuación va de 0 a 1 y las categorías son las siguientes: SPI muy bajo: 0 - 0,299, SPI bajo: 0,25 - 0,499, SPI medio: 0,5 - 0,749, SPI alto: 0,75 - 1 Resultados Finlandia durante todo el período se mantiene sobre los 0,775 puntos, España 0,611, y México no supera los 0,327. Estos resultados demuestran las diferencias existentes entre los tres países estudiados considerando el esfuerzo por parte del gobierno en la implementación de políticas sociales. Existe una coherencia entre el valor obtenido por el SPI y el contexto socioeconómico y político de cada país, y su clasificación en diferentes regímenes de bienestar, por lo cual es un índice que puede ser utilizado como herramienta de medición y comparación de políticas sociales. Conclusiones Algunas de las limitaciones del estudio se deben a la elección de los períodos, que tuvieron que adaptarse a la disponibilidad de los datos y a las fuentes que los contienen, impidiendo realizar una aplicación del SPI a periodos temporales mayores o a un mayor número de países. Otro punto a considerar sería el peso dado a cada uno de las dimensiones, si variamos este peso podríamos ajustar mejor el SPI. Para ello sería necesario realizar estudios comparativos con un mayor número de países. No obstante, consideramos que el estudio presentado contribuye al desarrollo de la investigación comparada entre países del continente europeo y Latinoamérica, al ser este un campo poco explorado debido a la falta de una identidad definida para la política social en muchos países en desarrollo y (según la mayoría de los casos), su subordinación a la política económica, lo que ha inhibido la expansión de la investigación de la comparación a un nivel cross-national (Kennett & Oakley, 2001) al menos entre ambos contextos.
The present thesis studies public economics questions in the context of developing countries. In particular, I investigate the impact and design of specific government policies in Brazil. Government interventions may be desirable when unregulated market economies deliver socially inefficient outcomes. Goods and services tend to be under-provided in the presence of imperfect or asymmetric information. Such market failures may be pervasive in the insurance market and prompt governments to provide certain types of insurance directly. Chapters 1 and 2 study social insurance programs, and more specifically unemployment insurance (UI). In contrast, goods and services tend to be over-provided if they generate negative externalities. In recent years, there has been a lot of interest in the negative externalities associated with energy consumption. Chapter 3 studies energy conservation policies, and more specifically residential electricity conservation. In each of the three essays, I develop a simple theoretical framework to guide my empirical analysis. I then estimate the relevant impacts and combine theory and empirics to inform the design of government programs.There is vast literature in public economics (and related fields) on social insurance programs and energy conservation policies. Yet, as for most research in public economics, existing work focuses almost entirely on the context of developed countries. Arguably, social insurance and energy conservation are not first-order priorities in least developed countries. However, these topics are becoming increasingly relevant for developing countries. Most of the growth in energy demand is forecast to come from the developing world, especially for residential consumers. Social insurance programs have been adopted in a growing number of developing countries. Currently some form of UI exists in Algeria, Argentina, Barbados, Brazil, Chile, China, Ecuador, Egypt, Iran, Turkey, Uruguay, Venezuela and Vietnam; Mexico, the Philippines, Sri Lanka, and Thailand have been considering its introduction. Moreover, the severe data constraints that limited empirical work at the intersection of public and development economics are being removed. Today, large administrative datasets and high-quality surveys are available in many developing countries. Importantly, results from more advanced countries are unlikely to translate easily to a developing country context. For instance, the enforcement of social program eligibility is a major challenge in developing countries where the informal sector accounts for a large share of the economy. In Brazil, about half of the employed population works in jobs that escape oversight and monitoring from the government. The presence of a large informal sector is widely believed to increase the efficiency costs of social programs. The main concern is that informal job opportunities exacerbate programs' disincentives to work in the formal sector. The essay in the first chapter (joint work with Gustavo Gonzaga) evaluates such a claim. We begin by developing a simple theoretical model of optimal UI that specifies the efficiency-insurance tradeoff in the presence of informal job opportunities. We then combine the model with evidence drawn from 15 years of uniquely comprehensive administrative data to quantify the social costs of the UI program in Brazil. We first show that exogenous extensions of UI benefits led to falls in formal-sector reemployment rates due to offsetting rises in informal employment. However, because reemployment rates in the formal sector are low, most of the extra benefits were actually received by claimants who did not change their employment behavior. Consequently, only a fraction of the cost of UI extensions was due to perverse incentive effects and the efficiency costs were thus relatively small (only 20% as large as in the US, for example). Using variation in the relative size of the formal sector across different regions and over time in Brazil, we then show that the efficiency costs of UI extensions are actually larger in regions with a larger formal sector. Finally, we show that UI exhaustees have relatively low levels of disposable income, suggesting that the insurance value of longer benefits in Brazil may be sizeable. In sum, the results overturn the conventional wisdom, and indicate that efficiency considerations may in fact become more relevant as the formal sector expands.The findings of this essay have broader implications for our understanding of social policies in developing countries. Many social programs and taxes generate incentives for people to carry out their economic activities informally. For the same reasons as for UI, they are viewed as imposing large efficiency costs in a context of high informality. By going against the conventional wisdom, our results cast doubt on whether efficiency considerations actually limit the expansion of social policies in these cases too.The essay in the second chapter (joint work with Gustavo Gonzaga) follows directly from the above results. Governments face two main informational constraints when implementing any program or regulation (e.g., welfare program). First, there is a screening issue. Government may fail to identify the ex-ante population of interest (e.g., poorest households). Second, there is a monitoring issue. Agents may adopt unobserved behaviors to join or escape the population of interest (e.g., reducing work efforts). The lack of strict monitoring policies for government programs is often considered to be a major issue in developing countries where non-compliance is widespread. Yet, we know surprisingly little about the magnitude of the behavioral responses that we wish to mitigate, relative to the cost of efficient monitoring policies. The Brazilian UI program offers a stark example of a weak monitoring environment. Until recently and for over 20 years, there was absolutely no monitoring of formal job search for UI beneficiaries in Brazil, even though many beneficiaries work informally when drawing UI benefits. In the second chapter, we argue that the results presented in the first chapter may rationalize the complete lack of monitoring in Brazil until 2011. We begin by deriving a theoretical upper bound for the maximum price that a government should be willing to pay per beneficiary to perfectly monitor the formal job search of UI beneficiaries. We show that the bound corresponds to the share of program costs due to behavioral responses. Intuitively, there is little incentive to introduce monitoring if most beneficiaries draw UI benefits without changing their formal reemployment behavior. The overall scope of the monitoring issue is thus limited in Brazil because most beneficiaries would collect UI benefits absent any behavioral response, as shown in the first chapter. Yet, monitoring policies may still be cost-effective if the government is able to target them towards workers with relatively larger behavioral responses. In the empirical analysis, we investigate to what extent the government could use information readily available ex ante (a signal) to identify worker categories with relatively larger behavioral responses. We find that most of the heterogeneity is not easily captured by observable characteristics. Therefore, monitoring policies would be relatively costly even if the government used available signals to target them efficiently. These results motivate future work on the cost-effectiveness of job-search requirements for UI beneficiaries, which have been recently introduced in Brazil.If there is little evidence on the impact of social insurance programs in developing countries, there is almost no evidence on the impact of energy conservation policies. Moreover, results from more advanced countries are also unlikely to translate easily to the context of developing countries. Households in the developing world own fewer appliances and consume much less energy on average. Average monthly residential electricity consumption in Brazil was below 200 kilowatt hours in 2000. Enforcement is also a major challenge. Electricity theft amounts to 15% of the total load for some utilities in Brazil. In the third chapter, I investigate the short- and long-term impacts on residential consumption of the largest electricity conservation program to date. This was an innovative program of economic (fines) and social (conservation appeals) incentives implemented by the Brazilian government in 2001-2002 in response to supply shortages of over 20%.Achieving ambitious energy conservation targets through economic incentives is often considered infeasible. Yet, there is little evidence from ambitious conservation policies. I find that the Brazilian conservation program reduced average electricity consumption per customer by .25 log point during the nine months of the crisis. Importantly, the program induced sizable lumpy adjustments; it reduced consumption by .12 log point until at least 2011. Using individual billing data from three million customers, I show that average effects came from dramatic reductions by most customers. I also provide suggestive evidence that lumpy adjustments came from new habits rather than physical investments. Finally, I structurally estimate a simple model to quantify the role of social incentives and lumpy adjustments. Social incentives amounted to a 1.2 log point increase in electricity tariffs, and may thus be particularly powerful in times of crisis. Importantly, a .6 log point permanent increase in tariffs would have been necessary to achieve the observed consumption levels during and after the crisis absent any lumpy adjustment. The possibility of triggering lumpy adjustments may thus substantially reduce the incentives necessary to achieve ambitious energy conservation targets. Beyond the specific issues it addresses, I hope that this dissertation will help convince senior and junior scholars alike of the relevance and feasibility of academic research at the intersection of public and development economics. More work is deeply needed.
Los días 11, 12 y 13 de octubre de 2012 se llevaron a cabo las X Jornadas Nacionales y V Congreso Internacional de Enseñanza de la Biología en la localidade Villa Giardino, Córdoba, Argentina. Dichas jornadas, como señalan Berzal y Ortiz (2006), constituyen uno de los proyectos más conspicuos de la ADBiA y, en esta ocasión, fueron organizadas en conjunto con la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la Universidad Nacional de Córdoba. Asimismo, contaron con el auspicio de numerosas instituciones, tanto nacionales como internacionales.El desarrollo de las X Jornadas en la Provincia de Córdoba significó para el grupo de trabajo de la Filial 13 por un lado, un importante desafío y por otro, una gran motivación. Encontrarnos nuevamente en Córdoba fue re-pensarnos enfunción de aquellos objetivos planteados en I Jornadas Nacionales de Enseñanza de la Biología en donde tuviera lugar la creación de la Red Nacional de Enseñanza de la Biología y años más tarde, la constitución de ADBiA (Campaner, 1998). Diecinueve años más tarde nos enfrentamos a nuevos desafíos, pero aquellos principios que nos nuclean siguen vigentes.La reunión se organizó bajo el lema "Entretejiendo los hilos de la enseñanza de la Biología en una urdimbre emancipadora" y, en concordancia con dicha premisa, sus objetivos fueron los siguientes:Promover el debate y la reflexión en torno al estado actual del aprendizaje y la enseñanza de las Ciencias Experimentales, en particular la Biología.Articular el intercambio y la cooperación entre los educadores e investigadores en Ciencias Experimentales y su didáctica.Profundizar la formación profesional, para favorecer la inclusión social, política, económica y cultural.Crear redes de cooperación y construcción a nivel nacional e internacional que potencien los procesos de emancipación.El Congreso se desarrolló bajo este lema y estos objetivos basados en el convencimiento de que enseñar Biología es un gran desafío que implica entrelazar a múltiples áreas de conocimiento. En este sentido, sostenemos que sería impensable enseñar y aprender esta disciplina alejándonos de las problemáticas ambientales, las realidades áulicas, los problemas de salud, entre otras cuestiones. Es por ello que imaginamos a la educación en Biología desde una mirada que reconoce las diferencias y encuentra en ellas la riqueza de la convergencia de múltiples perspectivas de análisis. Por otra parte, consideramos que cualquier aula en la cual se intente una formación científica ciudadana responsable requiere la creación de espacios democráticos en los cuales se comprendan conceptos y se adquieran herramientas de pensamiento, acción y reflexión. Todo esto en pos de una sociedad más justa y equitativa, que ofrezca posibilidades de empoderamiento permanente.El Congreso contó con una totalidad de 595 asistentes que participaron activamente de las actividades desarrolladas: conferencias plenarias, mesas redondas, presentación de comunicaciones orales, sesiones de pósters, talleres y presentaciones de libros. Al igual que en otras ocasiones, el colectivo involucrado incluyó investigadores en didáctica de las ciencias, formadores de formadores, docentes de distintos niveles del sistema educativo y estudiantes de la carrera de profesorado en Ciencias Biológicas de diferentes regiones del país y del mundo. Los asistentes extranjeros correspondían a los siguientes países: España, Portugal, Reino Unido, México, Colombia, Venezuela, Brasil y Chile. En cuanto a la representación nacional, hubo participantes de todas las provincias del país, dando espacio a la construcción y fomento del espíritu federal que se promueve en la asociación.La conferencia inaugural fue desarrollada por la Dra. María Pilar Jiménez Aleixandre, de la Universidad de Santiago de Compostela, quien centró su presentación en "La participación del alumnado en las prácticas epistémicas en las clases de ciencias". La disertante basó su análisis en una forma particular de comprender las relaciones entre epistemología y aprendizaje de las ciencias: como práctica social. Desde esta perspectiva, se pone el foco en el alumnado, es decir cómo ellos llevan a cabo prácticas como seleccionar y usar pruebas para sustentar conclusiones, construir modelos teóricos o representados, diseñar y planificar indagaciones para resolver problemas en el laboratorio, entre otras cuestiones.La Dra. Sibel Erduran, de la Universidad de Bristol, desarrolló la presentación "Beyond Linguistics Accounts of Argument: Establishing the Role of Visual Epistemic Objects in the Construction of Arguments" (Más allá de las consideraciones lingüísticas de la argumentación: establecer el rol de los objetos epistémicos visuales en la construcción de argumentos). La conferencista presentó un análisis de las tendencias recientes y emergentes en los estudios sobre argumentación, a partir del cual destacó que prácticamente no se hace mención alas representaciones visuales como formas de afirmaciones, evidencias o justificaciones. Las representaciones visuales se constituyen en objetos epistémicos ya que les permiten a los científicos comprender fenómenos complejos y hasta pueden brindar pruebas, no observables de otras maneras. Es por ello que el estudio de las representaciones visuales resulta un área de interés para la investigación en argumentación.La conferencia de cierre estuvo a cargo del Dr. Jorge V. Crisci, de la Universidad Nacional de la Plata. El título de su presentación fue "Ciencia, educación y medios de comunicación en el contexto de las democracias modernas". El conferencista argumentó acerca del valor de la alfabetización científica ciudadana, sobre el poder emancipador que genera el conocimiento y sobre el rol que ejercen los medios de comunicación en la divulgación de los contenidos científicos. Asimismo, enfatizó la importancia de que los científicos se involucren en la tarea de comunicar la ciencia al público a través de los medios como parte de sus responsabilidades sociales.Además de las conferencias plenarias, investigadores argentinos y de diferentes países participaron en mesas redondas que propiciaron la actualización y el debate en torno a temas centrales en la enseñanza de la Biología en el contexto iberoamericano. Los temas desarrollados en las mesas redondas fueron los siguientes: "El currículo de biología: tradiciones y reformas"; "Actualización en Biología"; "Divulgación, arte y ciencia"; "Hablar, leer y escribir en Biología"; "Tecnologías de la Información y la Comunicación y la enseñanza de la Biología"; "Los temas transversales en la enseñanza de la Biología"; "Formación docente y desarrollo profesional"; "Nuevas propuestas para repensar la evolución" y "Perspectivas socioculturales y educación científica ciudadana".A su vez, se abrió el espacio a la presentación de libros de edición reciente y se desarrollaron 11 talleres a cargo de especialistas de diversas universidades del país, México y España. Dichos talleres contaron con la participación de 294 personas y tuvieron como objetivos centrales abordar cuestiones teóricas del campo de la Biología a partir de actividades prácticas y promover la participación activa y el aprendizaje colectivo. Estas actividades pueden pensarse como un mecanismo de perfeccionamiento profesional, pero también como nuevas herramientas didácticas para trabajar en los espacios educativos formales e informales.Aparte de lo desarrollado en estas instancias, se presentaron 164 comunicaciones orales y 77 pósters que se organizaron en los siguientes ejes temáticos: "Perspectivas socioculturales y educación científica ciudadana"; "Formación docente y desarrollo profesional"; "Innovación, investigación, proyectos y actividades de aula en la enseñanza de la Biología"; "Tecnologías de la Información y la Comunicación y la enseñanza de la Biología"; "El currículo deBiología: tradiciones y reformas"; "Temáticas emergentes en la educación en Biología"; "Hablar, leer y escribir en Biología" y "Educación no formal y divulgación científica".Para el proceso de evaluación de los trabajos presentados se utilizó el software Open Conference Systems (OCS) creado por Public Knowledge Project (PKP)1, Canadá. Este es un software libre que permite gestionar la recepción, evaluación y edición de las contribuciones de los autores. La incorporación de este sistema permitió agilizar el tiempo requerido para la gestión de la evaluación, garantizando la calidad de dicho proceso. Como resultado de la utilización de esta herramienta tecnológica y del trabajo de un equipo de investigadores de excelencia comprometidos con nuestra Asociación, las memorias en formato CD fueron entregadas a los asistentes del Congreso. Actualmente, estamos trabajando en la generación de las memorias online, lo que constituirá una manera de comenzar a compartir nuestra producción de conocimiento con un público mucho más amplio.En este sentido, consideramos que publicar de manera abierta entraña, en primer lugar, acordar con una filosofía de democratización del conocimiento y, para ello, estamos convencidas de que es menester poder acceder al saber. En segundo lugar, permite que otros colegas puedan leer las producciones desarrolladas en el marco de los eventos organizados por la Asociación, lo cual genera oportunidades para discutir con otros, intercambiar saberes y crear redes de trabajo conjunto. Por último, el acceso abierto nos ofrece el beneficio de que nuevas personas interesadas en la educación en Biología conozcan la ADBiA y su producción académica y, a partir de ello, contemos con un mayor número de docentes e investigadores en cada nueva edición de los eventos organizados.Por último, es importante aclarar que durante el desarrollo de las jornadas, en todos los casos, se propició un clima de compañerismo, debate académico e interacción entre los participantes. Así, se generó un espacio que no solo dio lugar a la comunicación de trabajos por parte de autores, sino que también posibilitó el debate de las ideas presentadas en el marco de una comunidad de educadores e investigadores, lo cual nos permitió co-construir conocimientos.A continuación se presenta un análisis de las presentaciones realizadas en el Congreso a partir de categorías utilizadas en el estudio de las tendencias en investigación en enseñanza de las ciencias. Para ello, organizamos nuestro análisis en torno a dos preguntas centrales: ¿Qué tipo de trabajos se presentaron en este congreso? y ¿Qué temáticas se estudiaron?
Como es habitual en toda democracia, la proximidad de elecciones presidenciales genera gran ansiedad y es motivo de diversas especulaciones. En el caso de la Argentina, país caracterizado por la reiteración de ciclos de crecimiento económico seguidos de severos colapsos económicos, sociales e institucionales, la sensación generalizada de incertidumbre contribuye a confundir tanto al público en general, como a periodistas y políticos. Para comprender las transformaciones que a distintos niveles experimenta hoy la sociedad argentina es necesario un análisis que combine de manera dinámica elementos estructurales con estrategias de partidos y otros actores involucrados. La nacionalización de una internaEl estrepitoso final del gobierno de Fernando de la Rúa en Diciembre de 2001 fue también el fin del sistema cuasi-bipartidista que había caracterizado a la Argentina durante medio siglo. Desde entonces las elecciones presidenciales han sido protagonizadas por candidatos del Partido Justicialista que compiten entre sí en la primera instancia calculando meticulosamente un potencial valotage. La antaño poderosa estructura de la Unión Cívica Radical ha pasado a jugar un rol secundario muy parecido al del partido socialista u otros partidos minoritarios, viendo cada vez más disminuida su capacidad de movilización vis-a-vis el Partido Justicialista. En gran medida esta situación se debe a la capacidad organizacional del P.J. para adaptarse a diversos escenarios conservando, e incluso ampliando, su base electoral. Esta capacidad descansa en la fluidez que caracteriza a sus jerarquías dirigenciales y la relativa autonomía que experimenta la autoridad partidaria (Burgess y Levitsky 2003). (1)Es por lo anterior que el concepto de ¨maquina populista¨ (Levitsky y Roberts) (2) resulta explicativo. Según quien lidere, esta máquina puede orientarse más a la ¨derecha¨ o más a la ¨izquierda¨. Este fenómeno, sin embargo, no implica en absoluto el fin de la competencia entre ideas políticas o proyectos económicos. Antes bien, anuncia el hecho de que, en el futuro, tales cuestiones habrán de dirimirse al interior de la estructura de poder justicialista. No resulta difícil imaginar la arena política de los próximos años caracterizada por el enfrentamiento entre dos coaliciones justicialistas disputándose el control del aparato partidario. Una de ellas gobierna actualmente y es liderada por el ¨kirchnerismo¨, la otra se expresa hoy en el "Peronismo Federal." Ambas podrían expresarse de otro modo en el futuro. Al margen de los referentes coyunturales de cada coalición, lo importante es identificar las distinciones actuales y potenciales entre ambas, así como los proyectos que encarnan. El Kirchnerismo: Reedición de una alianza defensiva y delimitación de grupos económicosEl 25 de Mayo de 2003 Néstor Kirchner anunció en su discurso inaugural que apoyándose en la expansión permanente del consumo interno, el objetivo de su gobierno sería la construcción de ¨…un capitalismo nacional que genere las alternativas que permitan reinstalar la movilidad social ascendente.¨ Este objetivo distaría del seguido durante la década del 90, cuando la prioridad había sido el control de la inflación y ¨La medida del éxito (…) la daba las ganancias de los grupos más concentrados de la economía, la ausencia de corridas bursátiles y la magnitud de las inversiones especulativas sin que importara la consolidación de la pobreza…¨ Según Néstor Kirchner, durante la década que antecedió a su gestión ¨Se intentó reducir la política a la sola obtención de resultados electorales; el Gobierno, a la mera administración de las decisiones de los núcleos de poder económico con amplio eco mediático…¨(3)Tanto la gestión de Kirchner como la de Cristina Fernández de Kirchner han estado alineadas con los objetivos señalados en 2003 y es posible hoy realizar un balance. En cuanto a la creación de un capitalismo nacional que introduzca a la sociedad argentina en la dinámica del ascenso social que conoció en el pasado, el éxito ha sido limitado pero no despreciable. El gobierno ha detenido el proceso de pauperización masiva, ha brindado cierta protección social a sectores vulnerables y ha interrumpido la depredación que venía padeciendo la pequeña y mediana industria. No obstante, esto ha sido posible por el hábil manejo del tipo de cambio y del superávit fiscal y comercial que brinda un modelo basado primordialmente en la exportación de productos primarios con escaso valor agregado, pero dependiente de la demanda internacional de commodities, cuya distribución dista de poder considerarse progresiva. (4) Mirado en perspectiva histórica, antes que haber garantizado el ascenso social, el gobierno ha tenido éxito en detener momentáneamente su declinación. No es poco, y debe ser valorado; pero no es suficiente. Si existe un plan estratégico de desarrollo, basado en la incorporación de conocimiento y tecnología, sustentable en el largo plazo, aún no ha sido explicado por el gobierno. Solo con un plan semejante el kirchnerismo podrá llegar a representar algo más que una suerte de reversión de ¨alianza defensiva¨ (5) policlasista y esporádica destinada a quebrarse en algún momento para dar lugar a una alianza capitalista depredadora. En cuanto a la delimitación del poder encarnado por los grupos económicos locales el gobierno se encuentra hoy a la ofensiva. El grupo Clarín está viendo, no ya amenazados, sino afectados, sus privilegios. La causa judicial por la identidad de los hijos de Herrera de Noble, la inédita exposición de su CEO, Magnetto, el retiro de licencia a su empresa proveedora de internet, la redefinición del rol del Estado en la fabricación de papel prensa y la debatida ¨ley de medios¨ hacen notar que las reglas del juego están cambiando. El futuro dirá si el recorte de poder a los grupos económicos da lugar a un mercado más transparente, un Estado más independiente y al servicio del bien común, o tan solo al desarrollo de nuevos ámbitos protegidos por el Estado para la obtención de rentas extraordinarias por parte de nuevos beneficiarios. (6) En el primer caso, el kirchnerismo debería lograr lo que Pinochet logró en Chile, disciplinar a la gran burguesía nacional imponiéndoles la ley y negándoles toda posibilidad de nacionalización de sus deudas. En el segundo caso, nada nuevo estaría sucediendo en la Argentina más allá de un cambio de titularidad en fortunas amasadas o por amasar. El Peronismo Federal: Partido conservador de masas y status quoComo puede comprenderse, el kirchnerismo plantea un serio desafío tanto para líderes justicialistas, que por ambiciones personales no desean ver acrecentarse el control que éste movimiento ejerce sobre la ¨máquina populista,¨ como para aquellos que se encuentran interesados en defender los privilegios de los grupos económicos establecidos. El Peronismo Federal expresa esta reacción. Lo primero que debe destacarse es que de ningún modo ha sido planteado un modelo económico alternativo, puesto que no hay hoy en la Argentina una alianza de sectores que por su definición estructural desee alterar el mismo. Tampoco existirían las condiciones internacionales para tal cosa. Lo que plantea el Peronismo Federal es la rotación de quienes lideran el modelo actual. Con miras en este objetivo, figuras como el ex presidente Duhalde aportan el peso peronista necesario, mientras De Narvaez da el tono empresarial. Estas dos figuras se esfuerzan por explicar al Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, los beneficios de construir su poder desde el interior del P.J., sin embargo, los tiempos de cada uno difieren. La derrota del proyecto que lidere Duhalde en las próximas elecciones le daría un golpe quizá definitivo y podría relegarlo al pasado. En cambio, el líder del PRO cuenta con tiempos propios y un doble aspecto en tanto jugador. Su edad le permite ser paciente y dado que si bien en su carácter de figura política enfrenta los reveses que la lucha por el poder le impone, en tanto representante de un grupo económico se cuenta entre los beneficiarios del actual modelo y lleva buenas relaciones con el gobierno. Sus tiempos distan también de ser los tiempos del grupo Clarín. El éxito del Peronismo Federal depende de hacer funcionar la estructura de la ¨maquina populista¨ como un partido conservador de masas que proteja el status entre el Estado y los grupos económicos. A modo de cierreDurante el siglo XVII Baruch Spinoza sugirió que temor y esperanza son los afectos básicos mediante los cuales la dominación política se ejerce sobre las multitudes. Si el contexto actual se mantiene hacia las elecciones de 2011 el triunfo del kirchnerismo dependerá de cómo se siga materializando la esperanza alimentada. El triunfo del Peronismo Federal dependerá de la influencia que el temor pueda ejercer.(1) Burgess, K. y Levitsky, S.; ¨Explaining Populist Party Adaptation in Latin America¨, Comparative Political Studies, Vol. 36, No. 8, Octubre 2003.(2) Levitsky, S y Roberts K.; ¨Latin America's Left Turn¨. En Prensa.(3) Discurso en el acto de asunción como Presidente ante la Asamblea Legislativa, 25 de Mayo de 2003. Disponible online:http://constitucionweb.blogspot.com/2010/02/discurso-de-asuncion-de-presidente.html(4) Para un análisis detallado del modelo económico actual véase: Gastón Ángel Varesi, ¨La Argentina Posconvertibilidad: Modelo de Acumulación¨, 2009. Disponible online:http://www.journals.unam.mx/index.php/pde/article/view/18500(5) Guillermo O´Donnell, ¨Estado y Alianzas en la Argentina: 1956-1976¨, Presentado en el simposio sobre Estado y Desarrollo en América Latina, Universidad de Cambridge, 12-16 de Diciembre de 1976.(6) Castellani, Ana. "Estado y grandes empresarios en la Argentina de la post-convertibilidad," Cuestiones de Sociología, Nº 5-6, 2010.*Sociólogo, Universidad de Buenos Aires (UBA)Maestría en Estudios Internacionales, Universidad Torcuato Di Tella (Tesista) Schusterman Center for Israel Studies Fellow, Brandeis University
Por alguna razón, Luiz Inácio Lula Da Silva se transformó en años recientes en el parangón de la democracia liberal y del progreso del mundo "emergente". Esto responde principalmente a dos grandes simpatías.La primera es hacia Brasil como país. Con cierta periodicidad surgen oleadas de interés y profecías sobre Brasil como un país avasallante, dueño del futuro, instalado en el concierto de la política mundial y en general transformado en un actor de primer nivel. La segunda es una suerte de inversión emocional masiva que ha tenido lugar, tanto en el mundo "subdesarrollado" como en el de los paíes más productivos, en la figura individual de Lula.No caben dudas de que Brasil está cambiando, y que en los últimos años ha tenido resultados interesantes. Ha acumulado poder: así lo atestiguan sus multimillonarias compras de armamento. Ha generado atracción económica: basta ver una tapa reciente de The Economist, en la cual el Cristo Redentor despega del Corcovado propulsado alegóricamente por la economía brasileña. También ha generado prestigio: Brasil aparece de forma prominente en las negociaciones de la OMC, en las del grupo BRIC y hasta en las de la inocua UNASUR. Incluso ha generado envidia, al enterarse el mundo de los fabulosos hallazgos petroleros en las costas de Brasil, particularmente el yacimiento denominado Tupí.Sin embargo, no deben transformarse estas tendencias en un espejismo que niegue la realidad. Aunque a la economía brasileña le ha ido bien en los últimos años, su crecimiento ha sido muy moderado. La tasa promedio de aumento anual del PBI para los años 2000-8, que abarca todo el período de "bonanza" y excluye la Gran Recesión, no llega al 4%. Los sacudones del pasado año y medio llegaron a quitarle hasta un 70% del valor a los índices que combinan las acciones de las empresas brasileñas en mercados como el de New York. El Índice de Desarrollo Humano de Naciones Unidas, que mide indicadores de gran prioridad para el actual gobierno como salud, educación e ingresos, apenas registra una variación de dos puntos desde el año 2000 (cuando no gobernaba Lula), y deja a Brasil todavía abajo de Albania y Libia. Su sistema de tráfico aéreo es una vergüenza mundial.El país está sumido en una ola de crímenes en sus dos mayores ciudades, São Paulo y Rio de Janeiro. La violencia ha llegado al punto de requerir en numerosas ocasiones intervenciones militares y hasta la aplicación de doctrinas anti-insurgencia, hasta ahora sólo usadas en guerras de alta intensidad como las de Iraq y Afganistán. Brasil figura además en los abismales puestos 105 y 75 respectivamente de los rankings de libertad económica y transparencia en el gobierno. Cuando el régimen de Evo Morales expropió (el término leninista para decir "robó") gran parte de las propiedades del estado brasileño en Bolivia, un país comparativamente muy débil, Brasil terminó tolerándolo – difícilmente algo que admita una supuesta potencia regional.Además de esta relativización del boom brasileño, también es necesario reconsiderar la figura de Lula. Su más reciente grosería es la invitación al pretendiente a dictador iraní, Mahmoud Ahmadinejad, con abrazo y toma de las manos incluida. Esta medida responde a un viejo instinto de Lula, que es la inmadura necesidad de demostrarle a los "del norte" que retiene una independencia, una rebeldía y un anti-"imperialismo" con orgullo.Esto se vio también en sus racistas declaraciones sobre los orígenes de la Gran Recesión (culpa de banqueros "blancos y de ojos azules"), en su apertura de relaciones con el régimen de los Kim en Corea del Norte y su peligrosa colaboración con Manuel Zelaya para intentar un contra-golpe de estado en Honduras. Más aún, la idea de un Lula moderado y de una especie de Papá Noel bonachón y amable no refleja la realidad: el presidente brasileño ha utilizado muy hábilmente el asistencialismo para asegurarse los votos de las legiones que pasan a depender económicamente de su presencia en el estado. Adicionalmente, Lula está rodeado de escándalos de corrupción realmente flagrantes y vergonzosos. Entre estos se incluyen la compra de docenas de legisladores por parte de su Partido dos Trabalhadores, la compra por USD 800.000 (de dudoso origen) de un expedientepara calumniar a un candidato de la oposición, el robo de fondos estatales por un ministro y sus allegados para proyectos fraudulentos y hasta negocios ilegales con casinos del hermano de Lula. Aunque existe un empeño en proteger la figura presidencial, sería demasiada casualidad que prácticamente todas las figuras más importantes que lo rodean estén involucradas en corrupción sin su conocimiento. Esto incluye además de a su hermano a su jefe de gabinete, el presidente de su amado partido y la candidata oficialista a sucederlo.Si Lula y su Brasil no son entonces nada extraordinarios -sino más bien ordinarios- a nivel mundial, ¿por qué entonces tanta fascinación con ellos? La respuesta la provee muy amablemente un vecino suyo, y es indicadora de lo mal que se encuentra la región.Se trata de Hugo Chávez, un criminal de carrera que cada vez se acerca más a su tan soñada confrontación abierta con sus enemigos. La última aventura es clásica respecto a su estilo. Por un lado, se entretiene -sabiendo muy bien la reacción que logrará- proclamando públicamente su admiración por los asesinos en masa Idi Amin y Robert Mugabe, además de su compatriota Ilich Ramírez ("Carlos", el terrorista comunista converso al Islam). Por el otro, anuncia la llegada de cientos de carros blindados rusos y ordena que sus "milicias" privadas, compuestas de ciudadanos, formen parte del personal que los opere.Esta es la razón por la cual Lula genera simpatía en lugares como América del Norte y Europa. Los parámetros de la dignidad en las Américas se han reducido tanto en los últimos años que aún siendo corrupto, proteccionista, levemente populista y amigo de numerosos dictadores, Lula aparece como un ancla de estabilidad en la región. El hecho de que Brasil haya progresado algo en estos años es a pesar de Lula, y que tenga tanto prestigio no se debe a sus talentos, sino al alivio de observar que Brasil sigue siendo una república democrática liberal y capitalista.Considérese por ejemplo el tema de la semana, Irán. Está fuera de disputa que el régimen que gobierna ese país es una organización totalitaria, violenta y agresiva. En el ámbito doméstico oprime salvajamente a la mitad de su población, la femenina. Contra ellas se aplica exclusivamente, además de una serie de imposiciones legales y hasta de vestimenta, la pena de muerte por lapidación. Los homosexuales son ahorcados en público. La oposición política, enemiga del fraude electoral y el autoritarismo, fue perseguida, torturada y asesinada este mismo año. Internacionalmente, Irán financia y opera redes terroristas -incluidos dos ataques en Buenos Aires- y promueve abiertamente el antisemitismo. Por si esto fuera poco, desarrolla rápidamente un programa de bombas nucleares y otro de misiles balísticos.¿Qué pretende Brasil con un gobierno de ese tipo? Lula parece adherir a la escuela según la cual "hablar" con alguien no implica conferirle legitimidad. Eso es cierto sólo en algunos casos, y este no es uno de ellos. Recibir a Ahmadinejad es mucho más que "hablar". Es reconocer su legitimidad desde el momento en que se le ofrecen guardaespaldas, protocolo, privilegios y honores de estado. Es indicar que el propio Lula, representante de un país libre, tiene el mismo valor como Presidente que un potencial genocida. Darle la mano es sugerir que es una persona o gobernante normal ante el cual puede hablarse en términos de cordialidad, incluso de amistad. Por último, significa que Lula no sólo no siente culpa o vergüenza por su error, sino que se enorgullece de la forma en que frustra los supuestos planes de terceros países más poderosos.Lo único que logra esa "demostración de independencia" es manifestar su inmadurez y su falta de preparación para participar en la política internacional. Es un acto digno de Lázaro Cárdenas, Juan Perón o Gétulio Vargas, siempre vacilando entre las democracias y el totalitarismo. Es posible ser "independiente" sin ser un necio, pero eso no parece alcanzar al progresista Lula, quien después de todo tiene orígenes políticos ideológicos. Su falta de raciocinio lo llevó a especular con la posibilidad de un papel para Brasil en la solución del conflicto israelí-palestino. Si ni siquiera el mesiánico Barack Obama puede obtener resultados en esa área, ¿qué puede conseguir Lula?La región de las Américas, siempre excluyendo a Canadá y Estados Unidos, se encuentra cerrando una década nefasta. La mayoría de sus economías crecieron, aunque en muy pocos países se tradujo eso en un desarrollo significativo. Varios países dejaron de ser democracias: Honduras, Nicaragua, Venezuela, Ecuador, Bolivia y Argentina. Cuba y Haití no han hecho más que empeorar. El crimen y la corrupción han aumentado significativamente. Tan sólo unos pocos países, como México, Panamá, Colombia, Perú, Chile y Uruguay han al menos evitado empeorar, y algunos de ellos mejoraron.Brasil es uno de ellos, pero no deja de llamar la atención lo decepcionante que resulta el liderazgo de Lula en relación al potencial desperdiciado. Por si quedaba alguna duda sobre su falta de honestidad, en presencia de Mahmoud Ahmadinejad dijo lo siguiente:"Defendemos los derechos humanos y la libertad de elección de nuestros ciudadanos, y repudiamos todos los actos de intolerancia o el recurso del terrorismo".Sólo un político puede mentir tan descarada y públicamente. Lic. en Estudios Internacionales. Universidad ORT - Uruguay
IntroducciónA fines de los cincuenta, el escritor argentino Jorge Abelardo Ramos comenzaba su libro Revolución y contrarrevolución en la Argentina con las siguientes palabras: "Somos un país porque no pudimos integrar una nación y fuimos argentinos porque fracasamos en ser americanos. Aquí se encierra todo nuestro drama y la clave de la revolución que vendrá…La Nación, que hasta 1810 era el conjunto de América hispana, y en cierto sentido, también España, se disgrega en una polvareda difusa de pequeños estados… En el siglo que presencia el movimiento de las nacionalidades, la América indo-ibérica pierde su unidad nacional. En nuestros días se festeja dicha tragedia: esta monstruosidad no hace sino iluminar sombríamente la pérdida de la conciencia nacional latinoamericana. Recobrarla por un acto de reposesión de nuestro pasado histórico, será el primer paso de nuestra revolución…" (Ramos, 1957:13-14). El texto suena más como bandera de lucha que como verdad histórica; sin embargo, el argumento fue tomado a pie juntillas por varias generaciones de latinoamericanos, en particular en los años setenta del siglo pasado. La idea de América Latina como una región unida y luego fragmentada por los imperios, las oligarquías nativas, los militares, los nacionalistas, los conservadores o los liberales es un mito fuertemente arraigado en la región, que ha logrado instalarse de nuevo en la mente de mucha gente. Otra literatura, tan profusa como la anterior, presenta en un sentido opuesto a la desunión latinoamericana como un problema de origen. Con motivo de la celebración del Bicentenario en varios países de la región, el escritor chileno Carlos Franz escribió lo siguiente: "América Latina entra en su tercer siglo más invocada que vista, más virtual que real, más literaria que literal. No en balde, la narrativa es uno de los pocos sitios en los que América Latina llegó a existir como imagen conjunta. Nuestros bicentenarios conmemoran, sobre todo, doscientos años de soledad" (Franz, 2010: 19). Este texto, como tantos otros, remite a la idea de América Latina como una mera geografía, a una región formada por varias subregiones, a un continente con realidades diversas, a la desunión como una condición histórica inicial que se transforma con el tiempo en un aspecto estructural. Esta visión de América Latina también se ha reforzado en la última década con el fin de la homogeneidad "rara" de los noventa –más propia del acomodamiento de un área periférica a las realidades internacionales de la inmediata posguerra fría que de nuevas condiciones endógenas- y, en particular, con la aparición de fuerzas políticas y sociales muy críticas de las ideas liberales que reinaron en aquellos años.Sepultados el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) en su versión continental y el Consenso de Washington, cuestionada en muchos lugares la democracia liberal, avivados viejos y nuevos conflictos entre países y profundizadas las brechas sociales la mentada mayor homogeneidad de los noventa dio paso a la noción de "creciente heterogeneidad" de los 2000. Las dificultades de los procesos de integración también alentaron la idea de que América Latina tendía más a acentuar sus divisiones que a construir un proyecto político y económico común, incluso a escala subregional. Alianzas que habían sido definidas como estratégicas –el caso más notorio, fue la formada por la Argentina y Brasil- no mostraron en los hechos tal carácter. La relación bilateral careció de las formas de cooperación estrechas, la confianza mutua, la colaboración prolongada y la comunidad de intereses propias de toda alianza. Así, la idea de heterogeneidad de la región, el fracaso de la integración y la amenaza de polarización signaron la forma predominante de acercarse a los temas de América Latina en la década de 2000. Más aún, la oposición integración/polarización se convirtió en el recurso heurístico principal para abordar las relaciones entre países o grupos de países en la región. Cientos de artículos y numerosas reuniones académicas que han convocado a reflexionar sobre el futuro de la región a partir de estas opciones polares son la evidencia más clara de que el asunto no es banal y que expresa dilemas o dicotomías que están en el ambiente de nuestro tiempo. La espiral de conflictos entre Colombia y Venezuela, sus diferentes modelos de política interna y estrategias opuestas de política exterior se han citado hasta el cansancio como la mejor muestra de la diversidad y polarización regional.Debo confesar de entrada que no me siento cómodo frente a preguntas del tipo América Latina ¿integrada o fragmentada? o ¿dónde está y hacia dónde va América Latina en materia de relaciones intrarregionales? Nos colocan frente a un universo demasiado agregado en el que es fácil despistarse o terminar diciendo trivialidades. Más aún, me cuesta pensar que alguien pueda plantearse seriamente contestarlas. Sí creo entender o, al menos, vislumbrar el rumbo internacional de algunos de sus países, al igual que ignoro el de otros, por ejemplo, el de mi propio país, la Argentina. Así como tengo numerosas dudas sobre el futuro de la región, creo tener algunas certezas directamente referidas a las oposiciones polares en boga y, en consecuencia, las expongo de una vez: los caminos que transita la región no van en dirección de la integración ni de la polarización. Ni una ni otra han de ser los procesos dominantes en los próximos años, otros procesos de afuera y de adentro definirán el carácter de los vínculos intrarregionales. No sé muy bien como lo harán, pero hasta aquí me atrevo a llegar.Si estoy en lo cierto, tampoco vale, como suele hacerse, enlazar a la integración y la polarización con una conjunción disyuntiva, presentando a ambos procesos como alternativas opuestas, al estilo "unidos o dominados", "liberación o dependencia". Se trata, como éstas, de una oposición falsa y reduccionista y, además, sin ninguna clase de appeal: integración o polarización no vibra como un buen slogan para sacar una muchedumbre a la calle. Advierto finalmente que nada hay en este artículo de carácter normativo. Mi propósito se limita a comentar el alcance de los dos procesos identificados en el título del trabajo como así también a señalar otros fenómenos que considero más relevantes para pensar el futuro de las relaciones intrarregionales. I. La integración: ¿de qué estamos hablando?Una primera aclaración se impone en este punto. Digo que América Latina "no se integrará" si entendemos la integración como un proceso de ahondamiento de las opciones de integración subregional por las que optaron en su momento los países de la región teniendo como espejo a la Unión Europea. El rumbo seguido por América Latina en las dos últimas décadas en materia de integración es un libro abierto sobre las dificultades de procesos relativamente exitosos que terminan empantanados –la Comunidad Andina de Naciones (CAN)- y de otros que han experimentado sucesivas situaciones de crisis, retrocesos y fugas hacia delante que ponen seriamente en duda su realización como una unión aduanera –el caso del Mercosur-. A estas alturas del partido, sabemos que no hay un solo texto para la integración y que ella puede incluso frustrarse. América Latina o algunas subregiones dentro de ella tampoco reunirán en los años venideros los atributos que desde ópticas más políticas se identifican como constitutivos de un bloque integrado de países: la posibilidad de actuar en equipo y la formación una "comunidad pluralista de seguridad" en el marco de una cultura de amistad (Wendt, 1999: 297/307).Es fundamental hacer esta puntualización porque el término integración se usa de modo frecuente para referirse a procesos de naturaleza bien diferente. Por ejemplo, a la "integración hemisférica" mediante la constitución del ALCA (un proyecto que se frustró en la Octava Reunión Ministerial de Comercio celebrada en Miami en el mes de noviembre de 2003 y que no tiene posibilidades de resucitar con un alcance interamericano) y, en sus antípodas, a la "integración de los pueblos" como promesa de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA). 2La parálisis de los procesos de integración subregionales influyó en la utilización del término integración para referirse a vínculos políticos y militares, a lazos culturales y entre actores de la sociedad civil, a políticas sociales, a proyectos para la construcción de obras de infraestructura y de energía entre países. Así, toda vinculación transfronteriza entró en esta amplia y difusa categoría de la integración. Solo faltó poner bajo el rótulo de la integración latinoamericana a las redes transnacionales del crimen organizado y el narcotráfico, esto es, al lado oscuro de la luna en materia de relaciones intrarregionales. En principio, no es incorrecto extender el concepto integración a gran parte de los procesos que menciono; el problema es que esta práctica habitual se convierta –como de hecho sucede- en un recurso para disimular o velar reveses al tiempo que la llama de la idea original de integración se mantiene viva a la manera de un rito. La ceremonia se celebra con frecuencia irregular pero el oficio siempre convoca a relanzar procesos cada vez más alejados de las metas fijadas y de las expectativas creadas en el momento de su fundación. No es mi propósito explayarme sobre los factores que dan cuenta de este fenómeno: vacío o incompatibilidad de objetivos estratégicos, exceso de nacionalismo, déficit de liderazgo, fuertes asimetrías entre los socios, falta de voluntad política para cumplir los compromisos asumidos, ausencia de mecanismos de trade off que generen incentivos para una cooperación estable, adopción de medidas de política comercial unilaterales, estrategias diversas y aun divergentes de inserción internacional, fracturas y conflictos políticos, factores externos a la región que operan como fuerzas centrífugas. La literatura especializada los ha tratado de manera extensa y convincente. Sí me importa señalar su impacto negativo sobre el resultado y las perspectivas de los procesos de integración regional, cuyo principal objetivo de origen fue la integración económica de los países el área, independientemente de la retórica más o menos colorida que siempre ha acompañado a esta empresa. Como concluyen Bouzas, da Motta Veiga y Rios: "De hecho, la "pérdida de foco" ha sido una característica reiterada de los procesos de integración en América del Sur, lo que ha contribuido a hacerlos crecientemente irrelevantes desde el punto de vista económico. Si la integración regional es concebida como un instrumento para promover los proyectos nacionales de desarrollo, un criterio fundamental para la construcción de la agenda debería ser la identificación del aporte que la integración económica puede hacer y de los instrumentos concretos para hacerla efectiva" (Bouzas, da Motta Veida y Ríos, 2008: 340/1).En los hechos, se ha seguido el camino inverso y los temas económicos quedaron en la trastienda para no obstaculizar la "nueva" agenda de la integración de América Latina, mucho más ambiciosa y extensa que la "vieja". Ella incluye, entre otros temas, la "interconectividad", la cultura, la ciencia y la tecnología, el vínculo entre los "pueblos", la cooperación en temas de seguridad y de defensa, la búsqueda de acuerdos y la coordinación de políticas para resolver problemas o crisis regionales. Esta manifiesta alteración de las jerarquías en los temas de la agenda, como ha sucedido en los últimos años, es la mejor muestra de las penurias y tropiezos de la integración realmente existente en América Latina. Además, integración, cooperación y concertación se pusieron en una misma bolsa como si fueran conceptos similares. En medio de esta confusión bastante generalizada, la única expresión reciente de un avance meritorio en materia de integración regional fue la firma del demorado Código Aduanero del Mercosur, la eliminación del doble cobro de arancel y la distribución de la renta aduanera durante la 39 Cumbre del bloque, realizada de San Juan, Argentina, a principios de agosto de 2010. Por cierto, todas estas decisiones deben completar el ciclo de su aprobación en cada país miembro. Como advierte acertadamente Félix Peña, hay que tener en cuenta que el Mercosur tiene varios "cadáveres legales", por ejemplo, importantes acuerdos en materia de defensa de la competencia y de tratamiento a las inversiones que no pudieron atravesar exitosamente ese ciclo. También advierte que el propio Código Aduanero ya había sido aprobado en 1994 en una versión anterior (Peña, 2010: 2) Retomo el tema de la integración más adelante.II. Ahora la polarizaciónDigo en segundo lugar que América Latina "no se polarizará" si entendemos por polarización un acrecentamiento de las diferencias políticas y económicas existentes que lleve a la división en partes o direcciones contrarias entre los países de la región. No se trata de negar las diferencias, que existen y son importantes. El error frecuente en los análisis de moda es el de exagerarlas, por ignorancia o interés, o el de presentarlas en forma simplista e ideologizada, como cuando se habla ligeramente de buena y mala izquierda (Castañeda, 2006). Mi punto es que estas diferencias no concluirán en la polarización de América Latina, entendida la idea como lo acabo de hacer, esto es, como una región conformada por polos opuestos y enfrentados. Los problemas y conflictos están a la orden del día, pero también pesan numerosas fuerzas de moderación, históricas y nuevas. Además, estos conflictos y problemas no son necesariamente una consecuencia de las diferencias políticas, a veces lo son de las similitudes políticas. No se me escapa que la idea de polarización se estructura en torno a otra noción, de fuerte presencia en la región y con la que se establece una dudosa correlación: la así referida "mayor heterogeneidad de América Latina". Una frase repetida por puro hábito y que por lo general se reduce solo a este enunciado, sin que se aclare, por consiguiente, cual es la circunstancia anterior en la que la región habría sido más homogénea. La idea solo puede aceptarse si hace referencia a la homogeneidad de los noventa –que es la que en general se observa para hacer comparaciones con la década actual- en la que tuvo mucho que ver el fin de la Guerra Fría y la victoria de Estados Unidos en ese conflicto. También podría aceptarse si se hace referencia a que los "diferentes" -antes bien, yo diría, los "históricamente relegados"- no solo son más visibles desde el punto de vista político sino que también gobiernan algunos países. Fuera de esto, la noción de mayor heterogeneidad no es más que una muletilla. ¿Cuándo fue América Latina homogénea política y económicamente? ¿Acaso cuando convivieron en la década de 1910 revoluciones como la mexicana, dictaduras tradicionales, repúblicas bananeras y democracias que ampliaban la participación popular? Y en los años setenta ¿qué homogeneidad mostraron las dictaduras militares del Cono Sur con regímenes políticos como los de Costa Rica, Colombia y Venezuela o el de México, bajo los gobiernos del PRI? ¿Qué años o qué década pueden citarse como ejemplo de homogeneidad? Siempre se apela, pero como excepción a la regla, a la fugaz homogeneidad relativa de principios de los sesenta que posibilitó anudar con Washington la Alianza para el Progreso en respuesta a la "heterogénea" Cuba. Por otra parte, ¿Cuándo tuvo América Latina un proyecto político estratégico regional o actuó con una sola voz? El Consenso de Viña del Mar del año 1969 y el Grupo de Contadora junto a su Grupo de Apoyo en los años ochenta suelen citarse más como casos singulares que como muestra de la capacidad de la región para la acción colectiva. América Latina en su totalidad o segmentos de ella como región unida y relevante en el mundo ha sido hasta aquí una aspiración de buena parte de los latinoamericanos, una idea movilizadora cuyo tiempo está por verse si alguna vez llegará.La diversidad política, económica, geográfica, cultural y social de América Latina salta a la vista y, en consecuencia, no es materia de discusión; más aun, su variedad es, en muchos aspectos, un capital extraordinario. La región fue, es y será heterogénea, aunque probablemente menos que muchas otras áreas del mundo. ¿Qué es entonces lo que hoy inquieta o da pie al debate cuando se habla de heterogeneidad? Claramente, dos cosas: el vínculo entre heterogeneidad y polarización y, en una versión más atenuada, entre heterogeneidad y fragmentación. La heterogeneidad varía de condición a problema para que América Latina o partes de ella se unan, se integren, cooperen, se expresen al unísono. En el primer caso, la polarización sería, en lo fundamental, la consecuencia esperable de las diferencias políticas e ideológicas que hay en América Latina. En el segundo caso, la fragmentación sería el producto de una gama de factores más complejos, aunque las variables políticas también ocupan un lugar de relevancia en el análisis.El asunto que tenemos entre manos es resbaladizo y requiere algunas aclaraciones. Primero, estimo altamente improbable que las diferencias políticas existentes terminen dividiendo a la región en partes (de nuevo, los polos) que se aíslen o se enfrenten. No hay evidencia empírica para sustentar esta tesis. Las fuerzas políticas con mayores credenciales para polarizar a la región serían las distintas corrientes que integran o se consideran cercanas al "socialismo del siglo XXI". Pongo el acento en estas fuerzas porque son las que más se mencionan como principal fuente de "polarización" y porque la "izquierda buena" hace rato que aprobó el examen en la asignatura "no polarización". La acción "polarizadora" de la derecha liberal en América Latina tiene un viejo linaje y es un argumento clásico de los sectores nacionalistas tanto de derecha como de izquierda, tan usado como el de la obra "balcanizadora" de los imperios en la región. 3Los "albistas" tienen mucho en común, constituyen en buena medida una alianza y aparecen a primera vista como lo más cercano a un bloque en América Latina y el Caribe. No debe subestimarse su capacidad de reunir adeptos, dentro y fuera del espacio que ocupan sus países miembros en una región con profundas cesuras sociales como la nuestra. Pasar de esto a un polo que se separe o enfrente a otro u otros es algo bien improbable. También lo es que una escalada bilateral entre un país bolivariano y otro del ambiguo resto obligue a los demás a partirse en dos bandos. 4Cuba y Venezuela han establecido en la década de 2000 la alianza más estrecha que existe en América Latina. La Habana la buscó para asegurar la subsistencia del régimen y para obtener beneficios económicos, Caracas consideró a la experiencia revolucionaria de la isla como una fuente de inspiración y de ayuda vital para implantar su propio proyecto revolucionario. Como bien destaca Carlos A. Romero: "La puesta en marcha del ALBA, a fines de 2004, y el tránsito venezolano de una revolución nacionalista hacia una revolución socialista permitieron darle un giro a las relaciones entre a los dos países hacia un plano más regional" (Romero, 2009: 3 y 4). Sin embargo, es poco probable que la epopeya revolucionaria que promueven se expanda y asiente mucho más allá de su alcance actual. El libreto bolivariano se opone a la mayor parte de las ideas en materia de democracia, desarrollo económico, defensa y política exterior que prevalecen en la región. También es visto en muchas capitales como una forma indebida de injerencia en asuntos internos o en proyectos subregionales acuñados con anterioridad. La salida de Venezuela de la CAN para acceder con anhelos fundacionales a un "nuevo Mercosur" encontró una rápida respuesta por parte del canciller de Brasil; Celso Amorín: "No es el Mercosur el que tiene que adaptarse a Venezuela, sino Venezuela la que tiene que adaptarse al Mercosusr". Es asimismo poco probable que los miembros del ALBA sean capaces de unirse en torno a un proyecto colectivo en condiciones de realizarse. Encuentran resistencia en sus propios países, aunque de diferente magnitud, y dentro y fuera de la región. Sus "aliados" externos son pocos y con fuertes límites, ningún actor extrarregional (salvo Irán) procura alianzas "agresivas" en la región que aviven el fuego de la discordia o que hostiguen a Estados Unidos. En consecuencia, la posibilidad de que las fuerzas que impulsan el ALBA logren construir un "nuevo mapa geopolítico" en la región, como suele ponerlo Hugo Chávez, y que a este mapa se oponga un "eje" de la derecha es a mi juicio remota. Que estas mismas fuerzas sean al mismo tiempo una fuente de polarización doméstica es discutible, ya que la evidencia empírica es contrastante. Chavistas y opositores pueden terminar ahondando gravemente las fracturas políticas en Venezuela. Por su parte, "polarizadores" como Evo Morales y Rafael Correa se han mostrado capaces de brindar estabilidad política a dos países signados por la debilidad y fragilidad de los gobiernos y por crisis institucionales crónicas, enfrentando fuerzas de fragmentación internas, sobre todo en Bolivia.En su gran mayoría, las distintas expresiones de la derecha latinoamericana tampoco cuentan con condiciones o se proponen la formación de un bloque activo que confronte a los albistas o a otras formas de la izquierda en la región. Los gobiernos de derecha no han cerrado filas con la Colombia de Uribe en sus conflictos con la Venezuela de Chávez ni los gobiernos de izquierda han corrido en apoyo de este último, más allá de sus declaraciones de solidaridad con Caracas y sus críticas al Uribismo y a Washington. Si bien apunta a contrarrestar la iniciativa del ALBA, el principal objetivo del "Acuerdo del Pacífico" impulsado por Alan García en 2006, es el de ampliar el comercio y las inversiones de los países que lo integran con las naciones de Asia-Pacífico. En breve, las intenciones de los actores, en su gran mayoría, no van en sentido de la polarización. Tampoco ella sería el resultado no querido de la competencia entre las fuerzas políticas y sociales que más gravitan en América Latina o de factores que podrían operar en ese sentido desde el exterior. Estados Unidos, siempre el primer imputado en la asignatura "divide y reinarás", no parece estar particularmente ocupado en agrietar la región. Los intereses y energías de Washington vis-a-vis su vecinos del sur están más puestos en los problemas transnacionales que le llegan de América Latina (crimen organizado, narcotráfico, migraciones ilegales), en los que Estados Unidos es claramente co-responsable, que en derrotar la causa de los bolivarianos y de otros movimientos afines.Cabe recordar que en los setenta se señalaba a la geografía, al tipo de vínculo establecido con los Estados Unidos y al grado de diversificación de las relaciones exteriores como las causas principales de la separación "irremediable" entre la América Latina del Norte y la del Sur. Es correcto situar a esta idea como la primera versión fuerte de una forma de polarización regional al norte y sur del Canal de Panamá, una visión que perdura hasta hoy por razones fáciles de entender: las "dos" Américas Latina viven realidades diferentes y sus vínculos con Estados Unidos tienen distinto carácter e importancia relativa. México, el Estado más importante de la América Latina del Norte, concentra el 90% de su comercio exterior con Estados Unidos de donde proviene el 90% de las inversiones y del turismo que llegan al país. Como se ha dicho tantas veces, México tiene su corazón en América Latina pero su cabeza y cartera en Estados Unidos, un dilema que también viven la mayoría de los países de América Central y el Caribe.La idea de la separación de América Latina en dos partes diferenciadas es una construcción intelectual valiosa para explicar un proceso que debe atenderse cuidadosamente en todo análisis de las relaciones interamericanas e intrarregionales. Sin embargo, cuando se toma esta lectura al pie de la letra se corre el riesgo de no captar otros fenómenos que nos permiten plantear algunos interrogantes sobre la profundidad, límites geográficos, magnitud y evolución probable de esta "fractura". La América Latina del Norte estrechará cada vez más sus lazos con Estados Unidos al tiempo que establecerá nuevas formas de relación con la del Sur. Estos dos procesos, a pesar de la incuestionable menor relevancia del segundo, ponen en entredicho las visiones que apuestan a una separación creciente de la brecha entre el norte y el sur de América Latina. Me valgo de algunos ejemplos muy a la mano para sostener mis dudas. La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) está integrada por países de las dos Américas Latinas –Bolivia, Ecuador y Venezuela por la del Sur y Antigua y Barbuda, Cuba, Dominica, Nicaragua y San Vicente y Granadinas por la del Norte-. La estrecha alianza entre Bogotá y Washington parece situar a Colombia en la América Latina del Norte o, dicho de otro modo, parece ampliar la frontera austral de esta subregión introduciendo una cuña importantísima en el territorio disminuido, por consiguiente, de la América Latina del Sur. Los países del Cono Sur juegan un papel de primer orden en la operación de mantenimiento de la paz en Haití, conocida como MINUSTAH. También lo jugaron, sobre todo la Argentina y Brasil, en la crisis de Honduras tras el golpe de estado contra Zelaya; luego de la elección de Porfirio Lobo, las posiciones a favor y en contra del reconocimiento del nuevo gobierno salvadoreño no obedecieron al clivaje geográfico norte-sur que dividiría a las dos Américas Latinas. El comercio entre los países que componen el Mercosur se retrajo a mediados de los 2000 mientras aumentaba la importancia de México como mercado de destino para las exportaciones sudamericanas, especialmente para la Argentina, Brasil, Colombia, Chile y Uruguay. Las inversiones mexicanas han crecido notablemente en los últimos veinte años en Venezuela, Brasil, la Argentina, Chile, Colombia, Ecuador y Perú. La "complementariedad natural" entre México y Colombia en el combate al crimen organizado y el narcotráfico ha llevado a los dos países a buscar nuevas formas de cooperación en este campo. México y Chile han forjado un estrecho vínculo a partir de enfoques e intereses comunes en el plano bilateral, al igual que en el regional y global. Los dos países unieron fuerzas en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para oponerse a la decisión del gobierno de George W. Bush de invadir militarmente a Irak en 2003. Por último, los gobiernos de México y Brasil acordaron en febrero de 2010 iniciar un proceso de trabajo para alcanzar un acuerdo comercial amplio y estratégico entre los dos países. Todo esto sin la grandilocuencia que suele acompañar a los anuncios y empeños formales de integración y cooperación regional. La noción de polarización en América Latina reapareció en los noventa, la causa esta vez era el proyecto ALCA promovido por Washington y las reacciones favorables y adversas que generaba. Como ya apunté, la iniciativa de alcance hemisférico se fue debilitando para terminar diluyéndose, aunque siguió avanzando mediante la firma de tratados de libre comercio bilaterales o por grupos de países. Es mucho lo que se puede decir sobre este proceso, pero no que su resultado haya sido la polarización de la región entre quienes firmaron y quienes se opusieron. Simplemente, no se conformaron dos bloques (Pacífico y Atlántico, como se los construía), ni siquiera uno. En realidad, este proceso incidió negativamente en la integración subregional, como la entiendo aquí, en especial en la CAN. Puede considerarse un factor de fragmentación pero no de polarización. * Ph.D. en Relaciones Internacionales, The Paul Nitze School of Advanced International Studies (SAIS), The Johns Hopkins UniversityDirector de la Maestría en Estudios Internacionales, Universidad Torcuato Di TellaPresidente de la fundación Grupo Vidanta1. El presente artículo es una versión reducida de un trabajo preparado para el German Institute for International and Security Affair2. A pesar de la forma teatral en la que Hugo Chávez decretó la muerte del ALCA en la III Cumbre de los Pueblos, una reunión paralela a la IV Cumbre de las Américas de Mar del Plata que tuvo lugar en noviembre de 2005, este proyecto de integración hemisférica había sido herido de muerte en la reunión de Miami citada. En esta oportunidad, el proyecto original, estructurado sobre la base del consenso continental y del "single undertaking", fue reemplazado por un ALCA-light, de compromisos vagos y pocos profundos.3. Me refiero aquí al argumento de uso generalizado y no a la actuación de los imperios en la región, que sin duda produjo divisiones y acentuó o alentó varios conflictos entre países.4. Durante el último pico de tensión entre Colombia-Venezuela, que sucedió a la ruptura de relaciones bilaterales por parte de Hugo Chávez en julio de 2010, los países latinoamericanos, sin distinción de banderas políticas, procuraron moderar el conflicto y no azuzarlo. Néstor Kirchner, en su calidad de Secretario General de la UNASUR, con la ayuda de Lula y de los hermanos Castro, logró que los gobiernos de Bogotá y Caracas restablecieran sus lazos y que se abriera un espacio de diálogo entre las partes.BibliografíaBouzas, Roberto; da Motta Veiga, Pedro y Ríos, Sandra (2008): "Crisis y perspectivas de la integración en América del Sur." En Lagos, Ricardo (compilador) (2008): América Latina ¿integración o fragmentación? Buenos Aires: Editorial Edhasa. Castañeda, Jorge (2006): "Latin America's Left Turn." En Foreign Affairs, Vol: 85, No. 3 (May - Jun., 2006). Franz, Carlos (2010): "Doscientos años de soledad." En La Nación, 27 de mayo.Hirst, Monica (2008): "La política sudamericana de Brasil: entre el peso de las asimetrías y la incidencia de nuevas coyunturas." En Escenarios Políticos en América Latina: cuadernos de gobernabilidad democrática 2: Trabajos del Observatorio Regional / coordinado por Fernando Calderón, Primera Edición. Buenos Aires: Siglo XXI Editores.Peña, Felix: "¿Una nueva etapa del Mercosur?: Horizontes abiertos tras la Cumbre de San Juan." Disponible en: http://www.felixpena.com.ar/index.php?contenido=negociaciones&neagno=informes/2010-08-horizontes-abiertos-cumbre-san-juan. Ramos, Jorge Abelardo (1957): Revolución y contrarrevolución en la Argentina. Las masas en nuestra historia. Buenos Aires: Editorial Amerindia.Romero, Carlos A. (2009): "Venezuela y Cuba. Una seguridad diferente." Disponible en: http://nuevomundo.revues.org/55550 Wendt, Alexander (1999): Social Theory of International Politics. Cambridge: Cambridge University Press.
Las epidemias siempre han acompañado al hombre, las cuales presentaron sus propios patrones de distribución espacial, ocasionando millones de fallecimientos. Unas de las más antigüas la tuberculosis (750 a.c.) en América; y la Plaga Antonina la cual se expandió en el imperio romano (165-166 D.C.). En el nuevo mundo durante la conquista se originaron epidemias de tifoidea, viruela y sarampión entre otras que devastaron a la población nativa.
En el siglo XX, se expandió la epidemia más devastadora que fue la fiebre española (1918 – 1919) que cobró de 40 a 50 millones de vidas; también se originaron otras como la gripe asiática (1957), gripe de Honk Kong (1968-1970), VIH/Sida (1981- ), SARS (2002-2003), gripe H1N1/gripe porcina y MERS (2012- 2016).
A 100 años después de la fiebre española se originó sorpresivamente la pandemia de COVID-19, en Wuhan, China y en tres meses se expandió prácticamente en todas las regiones del mundo, incidiendo en los cambios de los mapas epidemiológicos a nivel local, regional y global, al día 22 de mayo del 2021 se registraron 166.292.312 casos y 3.446.451 defunciones acumulados, gracias al desarrollo de las ciencias, las tecnologías y el papel de la toma de decisiones, a un año ya se cuenta con vacunas, para el 22 de mayo del 2021 se tienen 1.630.588.299 de dosis de vacunas administradas a nivel mundial.
El comportamiento espacio temporal de la pandemia de COVID-19, se está presentando en forma diferenciada en el territorio y en la población. Comparar los países no es lo adecuado porque cada uno de ellos tiene sus propias características sociales, económicas, culturales, ambientales y políticas que explican la expansión de la pandemia y sus consecuencias, pero es importante conocer lo que está pasando en el mundo, como se va expandiendo la pandemia, las diferentes políticas y estrategias que se implementaron, aquellas que tienen éxitos y aquellas que inciden en las primeras, segundas y terceras olas.
La COVID–19 ha afectado principalmente áreas urbanas, con alta concentración y densidad de población, teniendo consecuencias ambientales, sociales, económicas, culturales y políticas, agudizándose problemas en los sistemas de salud, en el desempleo, en la movilidad, la violencia, el abasto alimentario, entre otros. También se abren nuevos campos de oportunidad y desafíos en el potencial para la salud: Geotecnologías, telemedicina, inteligencia artificial, ciber-salud, entre otros, que justifican el publicar y dar a conocer las situaciones de la salud púbica en diversos espacios geográficos.
En este contexto es que este dossier temático de Revista Persona y Sociedad contempla 11 trabajos seleccionados sobre la pandemia de COVID-19 y la salud pública en los contextos territoriales de Argentina, Chile y México. Ante estos eventos extraordinarios que estamos viviendo es importante conocer el estado actual y futuro, los retos y oportunidades, a partir de los cuales en esta revista se consideran cuatro campos temáticos que articulan los artículos: la primera el estado actual de la pandemia, los aspectos sociales como la vulnerabilidad y las desigualdades ante la COVID-19; la tercera el papel de la gestión y gobernanza, planteamiento de escenarios y efectos de la pandemia; y la cuarta las geotecnlogías y métodos de análisis espacial.
Este dossier temático de Revista Persona y Sociedad es una invitación a pensar en la pandemia de COVID-19 desde el punto de vista territorial, el comportamiento espacial durante el año 2020, los escenarios post pandemia, las desigualdades y vulnerabilidad ante la COVID-19; las escalas de análisis espacial son diversas, desde nacionales, estatales, zonas metropolitanas y a niveles locales.
Abre este número el trabajo de Marcela Santana en el que se aborda la Covid-19 en México, el análisis del comportamiento espacio – temporal a partir de los Condicionantes Socioespaciales de la Salud, del mes de febrero al mes de octubre de 2020. La autora consideró los condicionantes geográficos, epidemiológicos, sociales y demográficos. Los procedimientos y técnicas empleados para la evolución de los casos y defunciones son cuadros históricos, gráficos y cartográficos; para la distribución espacial se emplearon los mapas temáticos de contagios y defunciones, así como cartografía de tasas de mortalidad y morbilidad. La autora señala que se presenta una marcada diferenciación espacial de la incidencia de los casos y contagios en áreas densamente pobladas, como las principales zonas metropolitanas (de acuerdo con el tamaño de población), las ciudades fronterizas del norte y las ciudades costeras, que son los principales epicentros de la pandemia, principalmente por el incremento de la movilidad. Una de las conclusiones de la autora es que, en México para octubre del año 2020, el condicionante que tuvo un papel importante en el inicio del aumento de la curva epidémica fue la toma de decisiones por parte de la población en general en el incremento de la movilidad y el no considerar las medidas sanitarias. Hechos que se evidencian en la realización de aglomeraciones de diversa índole: turísticas, religiosas, sociales, comerciales, políticas, deportivas, etc.
Los cinco trabajos siguientes siguen el hilo conductor de la temática de las desigualdades territoriales y vulnerabilidad, inicia Manuel Fuenzalida y María Paz Trebilcock, con la investigación de un diagnóstico cuantitativo de las desigualdades existentes en morbi y mortalidad asociada a COVID-19 al interior de las tres principales Áreas Metropolitanas de Chile, siendo estas las de Valparaíso (AMV), Santiago (AMS) y Concepción (AMC). El análisis de distribución espacial fue valorado como desigualdad en términos de brecha, entre quienes están en mejor posición versus peor situación. La metodología que los autores emplearon contempla el Análisis Exploratorio de Datos Espaciales uni y bi variado, la construcción de un Índice de Determinantes Sociales de la Salud (IDSS) y la valoración de las relaciones de morbi-mortalidad por COVID-19 con el IDSS. Los autores señalan que el patrón territorial de la valoración de las relaciones morbi-mortalidad por COVID-19 y los Determinantes Sociales de la Salud son diferentes para cada área metropolitana analizada. COVID-19, tiende a generar un mayor impacto en morbilidad y mortalidad en el Área Metropolitana de Santiago. El Área Metropolitana de Concepción muestra mayoritariamente impactos fuertes en morbilidad y mínimo en mortalidad. El Área Metropolitana de Valparaíso exhibe mayormente impactos controlado y mínimo para morbi-mortalidad.
En el trabajo de Salvador Villerías, aborda el análisis espacial de vulnerabilidad por COVID-19 en el estado de Guerrero, México, examina la variabilidad espacial de la vulnerabilidad socioeconómica y concentración urbana de la población del estado de Guerrero con relación al COVID-19. Parte de los conceptos de análisis espacial y Geografía de la salud, vulnerabilidad social y COVID-19. El autor señala que ante la concentración de la población por la actividades socioeconómicas que prevalecen en el territorio guerrerense, los lugares con mayor riesgo de contagio son: Acapulco, Chilpancingo, Iguala, Zihuatanejo, Taxco, además de considerar que la entidad guerrerense, el 42% de la población vive en la zona rural y es donde existen menor riesgo de contagio por el COVID-19, porque tiene menor movilidad la población y hay mayor dispersión de la población, no así en los cuatro centros urbanos antes mencionados. El autor concluye que es importante reflexionar sobre los beneficios de la concentración de la población y los servicios que en estos lugares se concentran, pero también los beneficios de una mayor dispersión de la población, como hoy se vive ante la pandemia y que en el futuro se debe de considerar una mayor dispersión de los servicios en general.
En la investigación de María Xochitl Mejía, Luis Miguel Espinosa y Miguel Angel Balderas, determinan y relacionan la degradación de suelos, fertilidad y sustentabilidad, ante la deficiencia en la producción agrícola y como consecuencia la seguridad alimentaria a nivel nacional e internacional, desde el inicio de su trabajo advierten que en la actualidad el bajo rendimiento de los suelos ha limitado la producción de alimento, asociado a la presente pandemia del COVID – 19 y que ha frenado la economía a nivel nacional e internacional. Los autores se enfocan en determinar y relacionar la degradación de suelos, fertilidad y sustentabilidad, ante la deficiencia en la producción agrícola y como consecuencia la inseguridad alimentaria a nivel nacional e internacional, a través del estudio de la edafología, geomorfología, morfoedafogénesis, geografía humana y geografía de la salud. Muestran distintos puntos de vista que se han generado en torno a este tema, para ello analizaron las condiciones edáficas de los suelos y la producción agrícola, mediante datos de fertilidad, de producción y venta de alimentos de hace veinte años a la actualidad, a través del comparativo de una línea de tiempo de COVID-19. Los resultados mostraron la sustentabilidad en la zona de estudio, la intervención antrópica y el escenario ante la actual pandemia de COVID–19. Se obtuvo la alteración del espacio natural de la zona de estudio, a manos de las actividades antropogénicas. Los autores concluyeron que, a través del análisis de fertilidad efectuados, fue posible determinar la alteración natural y antrópica en la zona de estudio, misma que ha limitado los servicios ambientales y como consecuencia la producción agrícola y que la sustentabilidad de los suelos se observa limitada, ya que los suelos han perdido de forma considerable la fertilidad.
Eska Solano, Jonathan Hernández y Daniel Hernández abordan la evaluación de requerimientos de accesibilidad universal desde una perspectiva urbano-territorial en la post-pandemia, a partir de una comparación jerárquica de los requerimientos de accesibilidad identificados por personas con discapacidad (PcD) en el territorio urbano-arquitectónico de México, dichos resultados fueron contrastados por grupos de expertos en la materia. La autora evaluó los resultados a través de un modelo matemático-fenoménico, el cual posibilitó la realización de un análisis de juicios y percepción, identificando así los comportamientos prospectivos en cuanto a las prioridades identificadas. Como resultados de esta investigación son las guías y recomendaciones basadas en un enfoque participativo, las cuales perfilan hacia la generación de un territorio urbano arquitectónico inclusivo, que considera las demandas de accesibilidad a través de la participación de los sectores consultados y responda a las condiciones que demandan la nueva normalidad. Una de las conclusiones de los autores concluye que las prioridades para una persona con discapacidad visual, no coinciden necesariamente con una persona con discapacidad motora o mental, y que la generalización de las necesidades de las PcD da lugar a acciones de apoyo poco útiles o pertinentes, dado que no alcanza a cubrir las necesidades de todas la PcD, e incluso no cubren la de ningún grupo de PcD, al no ser producto de un diseño centrado en el usuario.
En esta línea similar, pero para el caso de la educación, Agustín Olmos Cruz y Carlos Reyes Torres, abordan el coronavirus y la educación básica en México. Un aspecto de vulnerabilidad y marginación desde una visión geográfico-cultural, con el propósito de identificar espacialmente la infraestructura digital que apoya al Sistema Educativo Mexicano, para continuar con la impartición de clases a distancia y evitar ausentismo, pues es importante disponer de servicios y recursos tecnológicos que permitan generar condiciones de confort y seguridad, requerimientos necesarios para el aprendizaje.
La metodología empleada incluye la combinación del método geográfico, etnográfico y fenomenológico, que ayudó a identificar y ordenar la información recabada y ver qué relación guarda con la población que recibe educación en el nivel básico.
En el eje temático de la gestión, la gobernanza, el planteamiento de escenarios y efectos de la pandemia se incluyen tres trabajos, el de María Elina Gudiño contextualiza América Latina en el marco de la gestión y gobernanza territorial plantea problemas como el lento crecimiento económico, las desigualdades sociales y la degradación ambiental, la autora plantea posibles escenarios frente al cambio climático y la pandemia COVID-19 y destaca la importancia del uso de las Tecnologías de Información Geográfica (TIG), para la propuesta de acciones que permitan disminuir el margen de error en la toma de decisiones. La autora propone generar un desarrollo innovativo en la gestión sustentada en la coordinación multinivel y la gobernanza territorial. Ante esta "nueva normalidad" plantea 2 escenarios alternativos hacia el futuro: el escenario 1 en el que todo sigue igual, aumento de la inseguridad y la vulnerabilidad ante amenazas naturales y sanitarias; el escenario 2 en el que se producen cambios estructurales que llevan a aumentar la seguridad y la disminución de la vulnerabilidad ante amenazas naturales y sanitarias. Concluye la autora que se necesitan cambios estructurales para aumentar la seguridad y disminuir la vulnerabilidad ante amenazas como el COVID-19.
En esta línea similar Francisco Monroy, Milagros Campos y Cuauhtli Flores plantean nuevos escenarios económicos para el Estado de México, ante la presencia del COVID-19. La investigación se centró en delinear el efecto negativo de la crisis generada por la pandemia (COVID-19) en la caída de la actividad económica, a partir de análisis espacial para conocer los territorios de las afirmaciones presentadas por el Banco de México, en las que plantea, que existen sectores de actividades económicas con una mayor y/o menor propensión a la caída del valor generado por la presencia de esta pandemia para los próximos meses, los sectores que son considerados con un alto impacto negativo en el estado son actividades no esenciales. Para la realización del pronóstico se utilizó la técnica llamada econometría por mínimos cuadrados ordinarios(MCO). Los autores proponen una serie de estrategias para reducir el impacto de estos subsectores a corto plazo, para incentivar e incrementar la actividad económica ante la nueva normalidad, en las zonas más afectadas de las actividades que tienen una mayor relevancia. Una de las conclusiones de los autores es que la presencia del COVID-19, en el Estado de México se encuentra marcada por una tendencia alta en los municipios donde la riqueza de la mayor parte de las actividades económicas, generan riqueza, fuentes de trabajo, producción y distribución de productos.
En la investigación de Yered Canchola, David Velázquez, Acatl Reyes, Carlos Velázquez y Adriana Trejo, son analizados los principales impactos que se presentaron por la pandemia de COVID-19 en el sector turístico de las principales ciudades costeras del Estado de Quintana Roo, que son Cancún, Chetumal y Playa de Carmen, desde un punto de vista cuantitativo, partiendo por las condiciones previas de la pandemia y las afectaciones en las diversas ramas económicas al año 2020. Se hace un análisis estadístico-cartográfico en cuatro fases metodológicas: la primera la delimitación de las zonas de estudio; la segunda la medición y cuantificación de la vulnerabilidad y exposición ante el COVID-19, así como la estimación del nivel de resiliencia ante esta pandemia; en la tercera fase se identificaron y se cartografiaron los peligros y riesgos asociados al COVID-19, en las tres ciudades costeras; y en la cuarta fase metodológica se presentaron los impactos por el COVID-19 con un enfoque direccionado al turismo. Una de las conclusiones de los autores es que el impacto de la COVID-19 tiene orígenes de aparición y propagación en los centros turísticos de Quintana Roo, por los flujos del turismo internacional que acuden a esta región y que ha llegado al largo del año 2020.
Dos trabajos muestran el gran potencial de las geotecnologías y los métodos de análisis espacial y la importancia para la salud pública. los autores: Giovanna Santana Castañeda, Noel Bonfilio Pineda Jaimes y Rebeca Serrano Barquín desarrollaron el análisis de conglomerados espacio temporales de la neumonía en población vulnerable del estado de México, para identificar las zonas que requieren mayor atención, mediante el uso de técnicas socio-epidemiológicas y geoespaciales, a nivel municipal en el Estado de México. Se explican los métodos de conglomerados, Método de K-medias, Modelo de probabilidad de Poisson, así como la distribución espacial de la mortalidad en el grupo J. En los resultados se muestra la cartografía de mortalidad, por grupos de edad más vulnerables y por sexo, así como de los conglomerados espaciales, y cartografía del Riesgo relativo de contraer influenza, gripe y neumonía, 2018. Loa autores concluyen que el empleo de estos métodos de análisis permitieron tener mayor detalle en la exploración del espacio geográfico brindando la posibilidad de analizar el territorio con una mayor desagregación espacial y de esa manera detectar tendencias en lugares con exceso de casos, para dirigir recursos en investigación en salud con el objetivo de reducir la carga de morbilidad y mortalidad de la población y que esto nos lleve a alcanzar ambientes saludables para mejorar la calidad de salud de la población.
Los autores Miguel Ernesto González Castañeda, Igor Martín Ramos Herrera, Antonio Reyna Sevilla y Juan de Dios Robles Pastrana, nos guían en el mundo de las geotecnologías, se documentan la justificación conceptual del uso de las herramientas geográficas en el análisis de situación de salud; así como las experiencias tenidas en la aplicación de éstas en el seno de una Sala de Situación ante el COVID-19 en Guadalajara, México. El objetivo que se persigue es compartir las actividades prioritarias de análisis de situación de la pandemia, su evolución y tendencias espacio temporales en la población jaliscience con el fin de apoyar a la toma de decisiones al interior de la propia universidad, así como para las autoridades e instituciones de salud estatales. A través del método de salas de situación en salud desarrollada por la Organización Pan-americana de la Salud (PAHO por sus siglas en inglés) que se trata de un espacio físico o virtual donde se realiza un "diagnóstico situacional de salud" que favorece la toma de decisión en la búsqueda de una nueva realidad e identificar los municipios y regiones prioritarias. Los resultados se muestran en diversos reportes científico-técnicos y mapas. En específico el Reporte Geo epidemiológico, que comprende a la fecha un total de 30 Reportes de análisis de las condiciones en Jalisco y la Región Occidente de México desde distintas perspectivas, así como 11 reportes especiales; la generación de mapas de distribución en diferentes escalas (regional, estatal y sub regional), entre otros; así como el uso intensivo de los buscadores, sistemas de cálculo y los SIG. Se agregan, además, datos procesados en diferentes plataformas en forma de gráficos, visualizaciones y expresiones cartográficas, con el fin de contextualizar los hechos más relevantes. Aportes importantes para la toma de decisiones, la generación de conocimientos para las sugerencias en el tratamiento de la pandemia, para incidir en la reducción de las cadenas de contagio.
Finalmente, nuestros agradecimientos y reconocimientos al equipo editorial de la Revista de Persona y Sociedad por brindarnos la oportunidad de publicar la situación de la pandemia de COVID-19 y la situación de la salud en diversos espacios geográficos; a los autores de los artículos por sus valiosas contribuciones; así como a los evaluadores de los artículos que con sus sugerencias han hecho posible el enriquecimiento y fortalecimiento de dichos documentos.
Este es un material preparado desde la UN para trabajos en prevención de desastres de origen sísmico y volcánico, para el caso de Manizales. Consiente de la amenaza sísmica y volcánica, como de los eventos hidrometeorológicos propios del clima tropical andino, la UN por intermedio del IDEA ha mantenido un programa para facilitar la gestión del riesgo que requiere ser apropiado por la sociedad civil, en cuyo marco se presentan estas notas relacionadas con sismos y volcanes de interés para Manizales.
Novel species of fungi described in this study include those from various countries as follows: Algeria, Phaeoacremonium adelophialidum from Vitis vinifera. Antarctica, Comoclathris antarctica from soil. Australia, Coniochaeta salicifolia as endophyte from healthy leaves of Geijera salicifolia, Eremothecium peggii in fruit of Citrus australis, Microdochium ratticaudae from stem of Sporobolus natalensis, Neocelosporium corymbiae on stems of Corymbia variegata, Phytophthora kelmanii from rhizosphere soil of Ptilotus pyramidatus, Pseudosydowia backhousiae on living leaves of Backhousia citriodora, Pseudosydowia indoor oopillyensis, Pseudosydowia louisecottisiae and Pseudosydowia queenslandica on living leaves of Eucalyptus sp. Brazil, Absidia montepascoalis from soil. Chile, Ilyonectria zarorii from soil under Maytenus boaria. Costa Rica, Colletotrichum filicis from an unidentified fern. Croatia, Mollisia endogranulata on deteriorated hardwood. Czech Republic, Arcopilus navicularis from tea bag with fruit tea, Neosetophoma buxi as endophyte from Buxus sempervirens, Xerochrysium bohemicum on surface of biscuits with chocolate glaze and filled with jam. France, Entoloma cyaneobasale on basic to calcareous soil, Fusarium aconidiale from Triticum aestivum, Fusarium juglandicola from buds of Juglans regia. Germany, Tetraploa endophytica as endophyte from Microthlaspi perfoliatum roots. India, Castanediella ambae on leaves of Mangifera indica, Lactifluus kanadii on soil under Castanopsis sp., Penicillium uttarakhandense from soil. Italy, Penicillium ferraniaense from compost. Namibia, Bezerromyces gobabebensis on leaves of unidentified succulent, Cladosporium stipagrostidicola on leaves of Stipagrostis sp., Cymostachys euphorbiae on leaves of Euphorbia sp., Deniquelata hypolithi from hypolith under a rock, Hysterobrevium walvisbayicola on leaves of unidentified tree, Knufia hypolithi and Knufia walvisbayicola from hypolith under a rock, Lapidomyces stipagrostidicola on leaves of Stipagrostis sp., Nothophaeotheca mirabibensis (incl. Nothophaeotheca gen. nov.) on persistent inflorescence remains of Blepharis obmitrata, Paramyrothecium salvadorae on twigs of Salvadora persica, Preussia procaviicola on dung of Procavia sp., Sordaria equicola on zebra dung, Volutella salvadorae on stems of Salvadora persica. Netherlands, Entoloma ammophilum on sandy soil, Entoloma pseudocruentatum on nutrient poor(acid)soil, Entoloma pudens on plant debris, amongst grasses. [.] ; Leslie W.S. de Freitas and colleagues express their gratitude to Conselho Nacional de Desenvolvimento Científico e Tecnológico (CNPq) for scholarships provided to Leslie Freitas and for the research grant provided to André Luiz Santiago; their contribution was financed by the projects 'Diversity of Mucoromycotina in the different ecosystems of the Atlantic Rainforest of Pernambuco' (FACEPE–First Projects Program PPP/ FACEPE/CNPq–APQ–0842-2.12/14) and 'Biology of conservation of fungi s.l. in areas of Atlantic Forest of Northeast Brazil' (CNPq/ICMBio 421241/ 2017-9) H.B. Lee was supported by the Graduate Program for the Undiscovered Taxa of Korea (NIBR202130202). The study of O.V. Morozova, E.F. Malysheva, V.F. Malysheva, I.V. Zmitrovich, and L.B. Kalinina was carried out within the framework of a research project of the Komarov Botanical Institute RAS (АААА-А19-119020890079-6) using equipment of its Core Facility Centre 'Cell and Molecular Technologies in Plant Science'. The work of O. V. Morozova, L.B. Kalinina, T. Yu. Svetasheva, and E.A. Zvyagina was financially supported by Russian Foundation for Basic Research project no. 20-04-00349. E.A. Zvyagina and T.Yu. Svetasheva are grateful to A.V. Alexandrova, A.E. Kovalenko, A.S. Baykalova for the loan of specimens, T.Y. James, E.F. Malysheva and V.F. Malysheva for sequencing. J.D. Reyes acknowledges B. Dima for comparing the holotype sequence of Cortinarius bonachei with the sequences in his database. A. Mateos and J.D. Reyes acknowledge L. Quijada for reviewing the phylogeny and S. de la Peña- Lastra and P. Alvarado for their support and help. Vladimir I. Kapitonov and colleagues are grateful to Brigitta Kiss for help with their molecular studies. This study was conducted under research projects of the Tobolsk Complex Scientific Station of the Ural Branch of the Russian Academy of Sciences (N АААА-А19-119011190112-5). E. Larsson acknowledges the Swedish Taxonomy Initiative, SLU Artdatabanken, Uppsala (dha.2019.4.3-13). The study of D.B. Raudabaugh and colleagues was supported by the Schmidt Science Fellows, in partnership with the Rhodes Trust. Gregorio Delgado is grateful to Michael Manning and Kamash Pillai (Eurofins EMLab P&K) for provision of laboratory facilities. Jose G. Maciá-Vicente acknowledges support from the German Research Foundation under grant MA7171/1-1, and from the Landes-Offensive zur Entwicklung Wissenschaftlich-ökonomischer Exzellenz (LOEWE) of the state of Hesse within the framework of the Cluster for Integrative Fungal Research (IPF). Thanks are also due to the authorities of the Cabañeros National Park and Los Alcornocales Natural Park for granting the collection permit and for support during field work. The study of Alina V. Alexandrova was carried out as part of the Scientific Project of the State Order of the Government of Russian Federation to Lomonosov Moscow State University No. 121032300081-7. Michał Gorczak was financially supported by the Ministry of Science and Higher Education through the Faculty of Biology, University of Warsaw intramural grant DSM 0117600- 13. M. Gorczak acknowledges M. Klemens for sharing a photo of the Białowieża Forest logging site and M. Senderowicz for help with preparing the illustration. Ivona Kautmanová and D. Szabóová were funded by the Operational Program of Research and Development and co-financed with the European Fund for Regional Development (EFRD). ITMS 26230120004: 'Building of research and development infrastructure for investigation of genetic biodiversity of organisms and joining IBOL initiative'. Ishika Bera, Aniket Ghosh, Jorinde Nuytinck and Annemieke Verbeken are grateful to the Director, Botanical Survey of India (Kolkata), Head of the Department of Botany & Microbiology & USIC Dept. HNB Garhwal University, Srinagar, Garhwal for providing research facilities. Ishika Bera and Aniket Ghosh acknowledge the staff of the forest department of Arunachal Pradesh for facilitating the macrofungal surveys to the restricted areas. Sergey Volobuev was supported by the Russian Science Foundation (RSF project N 19-77- 00085). Aleksey V. Kachalkin and colleagues were supported by the Russian Science Foundation (grant No. 19-74-10002). The study of Anna M. Glushakova was carried out as part of the Scientific Project of the State Order of the Government of Russian Federation to Lomonosov Moscow State University No. 121040800174-6. Tracey V. Steinrucken and colleagues were supported by AgriFutures Australia (Rural Industries Research and Development Corporation), through funding from the Australian Government Department of Agriculture, Water and the Environment, as part of its Rural Research and Development for Profit program (PRJ-010527). Neven Matočec and colleagues thank the Croatian Science Foundation for their financial support under the project grant HRZZ-IP-2018-01-1736 (ForFungiDNA). Ana Pošta thanks the Croatian Science Foundation for their support under the grant HRZZ-2018-09-7081. The research of Milan Spetik and co-authors was supported by Internal Grant of Mendel University in Brno No. IGAZF/ 2021-SI1003. K.C. Rajeshkumar thanks SERB, the Department of Science and Technology, Government of India for providing financial support under the project CRG/2020/000668 and the Director, Agharkar Research Institute for providing research facilities. Nikhil Ashtekar thanks CSIR-HRDG, INDIA, for financial support under the SRF fellowship (09/670(0090)/2020-EMRI), and acknowledges the support of the DIC Microscopy Facility, established by Dr Karthick Balasubramanian, B&P (Plants) Group, ARI, Pune. The research of Alla Eddine Mahamedi and co-authors was supported by project No. CZ.02.1.01/0.0/0.0/16_017/0002334, Czech Republic. Tereza Tejklová is thanked for providing useful literature. A. Polhorský and colleagues were supported by the Operational Program of Research and Development and co-financed with the European fund for Regional Development (EFRD), ITMS 26230120004: Building of research and development infrastructure for investigation of genetic biodiversity of organisms and joining IBOL initiative. Yu Pei Tan and colleagues thank R. Chen for her technical support. Ernest Lacey thanks the Cooperative Research Centres Projects scheme (CRCPFIVE000119) for its support. Suchada Mongkolsamrit and colleagues were financially supported by the Platform Technology Management Section, National Center for Genetic Engineering and Biotechnology (BIOTEC), Project Grant No. P19-50231. Dilnora Gouliamova and colleagues were supported by a grant from the Bulgarian Science Fund (KP-06-H31/19). The research of Timofey A. Pankratov was supported by the Russian Foundation for Basic Research (grant No. 19-04-00297a). Gabriel Moreno and colleagues wish to express their gratitude to L. Monje and A. Pueblas of the Department of Drawing and Scientific Photography at the University of Alcalá for their help in the digital preparation of the photographs, and to J. Rejos, curator of the AH herbarium, for his assistance with the specimens examined in the present study. Vit Hubka was supported by the Charles University Research Centre program No. 204069. Alena Kubátová was supported by The National Programme on Conservation and Utilization of Microbial Genetic Resources Important for Agriculture (Ministry of Agriculture of the Czech Republic). The Kits van Waveren Foundation (Rijksherbariumfonds Dr E. Kits van Waveren, Leiden, Netherlands) contributed substantially to the costs of sequencing and travelling expenses for M. Noordeloos. The work of B. Dima was supported by the ÚNKP-20-4 New National Excellence Program of the Ministry for Innovation and Technology from the source of the National Research, Development and Innovation Fund, and by the ELTE Thematic Excellence Programme 2020 supported by the National Research, Development and Innovation Office of Hungary (TKP2020-IKA-05). The Norwegian Entoloma studies received funding from the Norwegian Biodiversity Information Centre (NBIC), and the material was partly sequenced through NorBOL. Gunnhild Marthinsen and Katriina Bendiksen (Natural History Museum, University of Oslo, Norway) are acknowledged for performing the main parts of the Entoloma barcoding work. Asunción Morte is grateful to AEI/FEDER, UE (CGL2016-78946-R) and Fundación Séneca - Agencia de Ciencia y Tecnología de la Región de Murcia (20866/PI/18) for financial support. Vladimír Ostrý was supported by the Ministry of Health, Czech Republic - conceptual development of research organization (National Institute of Public Health – NIPH, IN 75010330). Konstanze Bensch (Westerdijk Fungal Biodiversity Institute, Utrecht) is thanked for correcting the spelling of various Latin epithets. ; Peer reviewed
El diseño industrial es una disciplina proyectual que soluciona problemas y mejora la calidad de vida de los usuarios a través del desarrollo de productos, supliendo necesidades de la vida cotidiana mediante respuestas funcionales. Una de las áreas del diseño industrial es el diseño médico. Sin embargo, éste, a pesar de resultar en productos, cumple con condiciones diferentes a la creación de objetos cotidianos, tales como las reglamentaciones legales, regulados en Colombia por decretos, resoluciones y certificaciones. En cuanto al desarrollo de dispositivos médicos ortopédicos externos, las normas legales en el país son puntuales y excluyentes a otro tipo de diseño médico, situación que se evidencia en cuanto a la realización de estudios, evaluaciones y producción.
En Colombia, aunque el diseño médico se ha hecho conocer paulatinamente con el desarrollo de profesiones como la ingeniería biomédica y las especializaciones en la misma área, el desarrollo y crecimiento de la industria, es muy escaso. A diferencia de otros países del mundo, que toman al diseño industrial con relevancia para el desarrollo de dispositivos médicos, como Estados Unidos con empresas de desarrollo de diseño e innovación como IDEO y FROG, en Chile con empresas como PTC, o DIDIMO en Argentina, con sus propias áreas de desarrollo de productos médicos.
El diseño médico en Colombia, está más ligado hacia la ingeniería que hacia el diseño, esto se evidencia en la académica en la cuál no existen especializaciones de diseño médico desde el diseño industrial sino desde la ingeniería biomédica, o la ingeniería mecánica, un ejemplo, es la especialización en Ingeniería Biomédica de la Universidad de los Andes que hace parte de la propuesta académica de la facultad de Ingeniería, al igual que las nuevas carreras técnicas de dispositivos médicos de prótesis internas prótesis externas del SENA, que entraron en rigor en el 2012 y su tarea principal no es el desarrollo de nuevos productos médicos sino la adaptación de los productos importados en el país a los pacientes. La importancia del diseño médico no sólo recae en el desarrollo objetual que tiene el dise- ño de producto en sí, sino que también tiene una especial valor pues no solo es el usuario al que está enfocado, sino que está dirigido al cuidado de la salud por lo tanto, como expresa Guillermina Nöel, profesora de la universidad de Alberta en Canadá:
El diseño puede contribuir directamente a la salud de los pacientes de muchas maneras tales como la prevención de enfermedades y la promoción de la salud, haciendo los servicios médicos más seguros, de mejor calidad y efectivos, evitando los errores en la comunicación entre el médico y el paciente. (2004).
Es decir, el diseño mejora las condiciones de la atención de servicios y productos para la salud, que mejora las comunicaciones entre los diferentes actores.
De igual manera, es necesario tener en cuenta, lo ya dicho respecto a que, la reglamentación legal es diferente a la concebida de un producto cotidiano. Por lo tanto, el diseño médico ortopédico externo, tiene restricciones no solamente de usuario, sino legales para su desarrollo y no puede ser ideado y contextualizado con la misma autonomía que otro producto del diseño industrial.
Desde 1800, con la revolución industrial, las empresas empezaron a utilizar métodos para adaptarse a los cambios y a las nuevas demandas de mercado. Estos, se han modificado a través de los años. La enseñanza del diseño industrial, ha planteado diferentes métodos para la producción de proyectos industriales, que han variado a lo largo de la evolución de la profesión y que han influido en la formación académica de los nuevos profesionales. Estos métodos han sido abordados desde diferentes áreas, la ingeniería, la arquitectura y las ciencias sociales entre otras, y han planteado que cada uno de ellos tiene una manera única y diferente de abordar proyectos de diseño, desde las características de los materiales, la función, la forma, el usuario, entre otras. Tantas son los métodos que se utilizan según el criterio del propio diseñador o el tipo de proyecto a desarrollar. Por ejemplo la adaptación de diferentes métodos y la apropiación de los mismos para el desarrollo de productos, de acuerdo con las características del mismo. Respecto a este punto, cabe citar a María Eugenia Ramos, quien expresa que: "Los métodos de diseño implican conocimientos técnicos que han de adoptarse según las circunstancias y los fines" (2006, p. 201). Para Martín Boschetti, director comercial de DIDIMO en Argentina, las etapas de los proyectos de diseño para la salud, como lo expresa en la revista Telesalud (2011) son:
a) investigación y definición,
b) desarrollo conceptual de alternativas,
c) creación de un prototipo,
d) ingeniería de producto, e) ingeniería de procesos y pres-serie". Además, añade "Dentro de las formas de entablar un proyecto, encontramos como metodología [sic], la colaboración entre el fabricante y el diseño, la interface comercial y la productiva. (Boschetti 2011).
Es decir, en Argentina, país que expresa la importancia del diseño industrial a la salud y al desarrollo de productos para la salud, por la empresa DIDIMO, tiene en cuenta cinco fases principales, dentro de las que se puede observar la influencia del diseño de productos y la ingeniería. Ahora bien, resulta importante, indagar respecto a si éste mismo método, o alguno similar, es utilizado en Colombia pese a la normativa, en cuanto a dispositivos médicos. Es claro, que los métodos de diseño se adaptan de acuerdo al proyecto que se esté realizando. Sin embargo, en el entendido que un producto médico ortopédico externo en Colombia tiene restricciones legales, y no puede ser concebido como algún otro tipo de objeto del diseño industrial, cabe preguntarse, si ¿los métodos de diseño industrial pueden ser aplicados en el diseño de dispositivos médicos? O en caso contrario, ¿Cuál es el proceso metodológico utilizado para desarrollar productos médicos en Colombia? ¿Cuál es la relación de los diseñadores en cuanto a lo metodológico al realizar proyectos de diseño médico? Además también es viable preguntar: ¿Cómo es realmente la concepción de un producto de diseño médico?¿Cómo afectan las regulaciones al momento de diseñar dispositivos ortopédicos externos?
Se necesita entender por parte de los diseñadores las relaciones que existen entre métodos, y entre ellos mismos en cuanto a modelo metodológico de diseño medico, para fortalecer el desarrollo de dispositivos médicos en Colombia desde el diseño, con razones teóricos fundamentados y posicionarla como nueva área de diseño y aportar nuevos conocimientos al diseño industrial.
El objetivo general de este trabajo es analizar la incidencia de la normativa legal colombiana para el desarrollo de productos ortopédicos externos, en cuanto al desarrollo metodológico proyectual.
Respecto a los objetivos específicos se postulan tres, a saber: investigar los métodos proyectuales utilizada para el desarrollo de nuevos productos médicos en Colombia; examinar las relaciones metodológicas de los diseñadores encargados de diseñar productos médicos en Colombia; y establecer los patrones metodológicos en el diseño de productos médicos ortopédicos. Teniendo en cuenta lo anterior se plantea como hipótesis que, a pesar de las restricciones que implican el cumplimiento de normativas legales en Colombia, el diseño de dispositivos médicos ortopédicos externos se desarrollan sobre métodos proyectuales tradicionales. El desarrollo del trabajo se va a realizar un recorrido teórico que dará las bases de la investigación. En el capítulo I se explica la definición de Diseño, se exponen las diferentes definiciones existentes y se establecerá una como eje en la que el trabajo de investigación irá en torno a ella. De igual manera, se explican los aspectos generales respecto al diseño industrial y para cerrar el capítulo se exponen lo que corresponde al diseño industrial en Colombia para dar forma y analizar los antecedentes de los términos y el contexto en general en donde se desarrolla la investigación. También, se analiza el diseño médico, y se da paso a la situación de este tema en Colombia, para indagar más a fondo la situación en el que se basa la investigación.
En el Capítulo II se explican los dispositivos médicos, la clasificación de los mismos, y se especifica en los dispositivos médicos ortopédicos externos.
El último capítulo dentro del marco teórico, explica los métodos de diseño desde diferentes áreas a lo largo de los años. A continuación se expone el método de diseño médico, para luego ser analizados y evaluados.
El cierre del marco teórico integra los conceptos vistos a los largo del mismo, y desglosa y selecciona los aspectos más importantes que fortalecen y permiten darle forma a la hipótesis. Es necesario ver que el marco teórico inicia en un concepto muy grande como la definición de diseño y propone un camino coherente por el que pasan distintos temas relevantes a la investigación, que ayudan a contextualizar la situación que se está en estudio, hasta analizar puntualmente los métodos de diseño en el desarrollo de dispositivos médicos ortopédicos externos.
La línea temática, Pedagogía del diseño y las comunicaciones, permite la investigación de los métodos de diseño industrial en el desarrollo de diseño médico, puesto que se analiza el proceso creativo del diseño industrial en cuanto al proceso metodológico utilizado para desarrollarlos; al hacerlo se ayuda a la labor de solidificar conocimiento dentro del área al igual que la actualización del campo, permite también la presentación de nuevos postulados respecto a la teoría del diseño y más puntualmente respecto al proceso creativo, sus métodos, las necesidades de los diseñadores con las mismas y la necesidad de desarrollar procesos metodológicos para la pertinencia del diseño.
Esta investigación esta dentro de los parámetros y ayuda a cumplir los objetivos que tiene la línea de investigación Pedagogía del diseño y las comunicaciones, de la Universidad de Palermo.
We gratefully acknowledge the support of the National Institute of Health-National Institute of Environmental Health Sciences (NIEHS) conference grant travel support (R13ES023276); Glenn Rice, Office of Research and Development, United States Environmental Protection Agency, Cincinnati, OH, USA also deserves thanks for his thoughtful feedback and inputs on the manuscript; William H.Goodson III was supported by the California Breast Cancer Research Program, Clarence Heller Foundation and California Pacific Medical Center Foundation; Abdul M.Ali would like to acknowledge the financial support of the University of Sultan Zainal Abidin, Malaysia; Ahmed Lasfar was supported by an award from the Rutgers Cancer Institute of New Jersey; Ann-Karin Olsen and Gunnar Brunborg were supported by the Research Council of Norway (RCN) through its Centres of Excellence funding scheme (223268/F50), Amancio Carnero's lab was supported by grants from the Spanish Ministry of Economy and Competitivity, ISCIII (Fis: PI12/00137, RTICC: RD12/0036/0028) co-funded by FEDER from Regional Development European Funds (European Union), Consejeria de Ciencia e Innovacion (CTS-1848) and Consejeria de Salud of the Junta de Andalucia (PI-0306-2012); Matilde E. Lleonart was supported by a trienal project grant PI12/01104 and by project CP03/00101 for personal support. Amaya Azqueta would like to thank the Ministerio de Educacion y Ciencia ('Juande la Cierva' programme, 2009) of the Spanish Government for personal support; Amedeo Amedei was supported by the Italian Ministry of University and Research (2009FZZ4XM_002), and the University of Florence (ex6012); Andrew R.Collins was supported by the University of Oslo; Annamaria Colacci was supported by the Emilia-Romagna Region - Project 'Supersite' in Italy; Carolyn Baglole was supported by a salary award from the Fonds de recherche du Quebec-Sante (FRQ-S); Chiara Mondello's laboratory is supported by Fondazione Cariplo in Milan, Italy (grant n. 2011-0370); Christian C.Naus holds a Canada Research Chair; Clement Yedjou was supported by a grant from the National Institutes of Health (NIH-NIMHD grant no. G12MD007581); Daniel C.Koch is supported by the Burroughs Wellcome Fund Postdoctoral Enrichment Award and the Tumor Biology Training grant: NIH T32CA09151; Dean W. Felsher would like to acknowledge the support of United States Department of Health and Human Services, NIH grants (R01 CA170378 PQ22, R01 CA184384, U54 CA149145, U54 CA151459, P50 CA114747 and R21 CA169964); Emilio Rojas would like to thank CONACyT support 152473; Ezio Laconi was supported by AIRC (Italian Association for Cancer Research, grant no. IG 14640) and by the Sardinian Regional Government (RAS); Eun-Yi Moon was supported by grants from the Public Problem-Solving Program (NRF-015M3C8A6A06014500) and Nuclear R&D Program (#2013M2B2A9A03051296 and 2010-0018545) through the National Research Foundation of Korea (NRF) and funded by the Ministry of Education, Science and Technology (MEST) in Korea; Fahd Al-Mulla was supported by the Kuwait Foundation for the Advancement of Sciences (2011-1302-06); Ferdinando Chiaradonna is supported by SysBioNet, a grant for the Italian Roadmap of European Strategy Forum on Research Infrastructures (ESFRI) and by AIRC (Associazione Italiana Ricerca sul Cancro; IG 15364); Francis L.Martin acknowledges funding from Rosemere Cancer Foundation; he also thanks Lancashire Teaching Hospitals NHS trust and the patients who have facilitated the studies he has undertaken over the course of the last 10 years; Gary S.Goldberg would like to acknowledge the support of the New Jersey Health Foundation; Gloria M.Calaf was supported by Fondo Nacional de Ciencia y Tecnología (FONDECYT), Ministerio de Educación de Chile (MINEDUC), Universidad de Tarapacá (UTA); Gudrun Koppen was supported by the Flemish Institute for Technological Research (VITO), Belgium; Hemad Yasaei was supported from a triennial project grant (Strategic Award) from the National Centre for the Replacement, Refinement and Reduction (NC3Rs) of animals in research (NC.K500045.1 and G0800697); Hiroshi Kondoh was supported in part by grants from the Ministry of Education, Culture, Sports, Science, and Technology of Japan, Japan Science and Technology Agency and by JST, CREST; Hsue-Yin Hsu was supported by the Ministry of Science and Technology of Taiwan (NSC93-2314-B-320-006 and NSC94-2314-B-320-002); Hyun Ho Park was supported by the Basic Science Research Program through the National Research Foundation of Korea (NRF) of the Ministry of Education, Science and Technology (2012R1A2A2A01010870) and a grant from the Korea Healthcare Technology R&D project, Ministry of Health and Welfare, Republic of Korea (HI13C1449); Igor Koturbash is supported by the UAMS/NIH Clinical and Translational Science Award (UL1TR000039 and KL2TR000063) and the Arkansas Biosciences Institute, the major research component of the Arkansas Tobacco Settlement Proceeds Act of 2000; Jan Vondráček acknowledges funding from the Czech Science Foundation (13-07711S); Jesse Roman thanks the NIH for their support (CA116812); John Pierce Wise Sr. and Sandra S.Wise were supported by National Institute of Environmental Health Sciences (ES016893 to J.P.W.) and the Maine Center for Toxicology and Environmental Health; Jonathan Whitfield acknowledges support from the FERO Foundation in Barcelona, Spain; Joseph Christopher is funded by Cancer Research UK and the International Journal of Experimental Pathology; Julia Kravchenko is supported by a philanthropic donation by Fred and Alice Stanback; Jun Sun is supported by a Swim Across America Cancer Research Award; Karine A.Cohen-Solal is supported by a research scholar grant from the American Cancer Society (116683-RSG-09-087-01-TBE); Laetitia Gonzalez received a postdoctoral fellowship from the Fund for Scientific Research–Flanders (FWO-Vlaanderen) and support by an InterUniversity Attraction Pole grant (IAP-P7-07); Laura Soucek is supported by grant #CP10/00656 from the Miguel Servet Research Contract Program and acknowledges support from the FERO Foundation in Barcelona, Spain; Liang-Tzung Lin was supported by funding from the Taipei Medical University (TMU101-AE3-Y19); Linda Gulliver is supported by a Genesis Oncology Trust (NZ) Professional Development Grant, and the Faculty of Medicine, University of Otago, Dunedin, New Zealand; Louis Vermeulen is supported by a Fellowship of the Dutch Cancer Society (KWF, UVA2011-4969) and a grant from the AICR (14–1164); Mahara Valverde would like to thank CONACyT support 153781; Masoud H. Manjili was supported by the office of the Assistant Secretary of Defense for Health Affairs (USA) through the Breast Cancer Research Program under Award No. W81XWH-14-1-0087 Neetu Singh was supported by grant #SR/FT/LS-063/2008 from the Department of Science and Technology, Government of India; Nicole Kleinstreuer is supported by NIEHS contracts (N01-ES 35504 and HHSN27320140003C); P.K. Krishnakumar is supported by the Funding (No. T.K. 11-0629) of King Abdulaziz City for Science and Technology, Riyadh, Saudi Arabia; Paola A.Marignani is supported by the Dalhousie Medical Research Foundation, The Beatrice Hunter Cancer Institute and CIHR and the Nova Scotia Lung Association; Paul Dent is the holder of the Universal Inc.Chair in Signal Transduction Research and is supported with funds from PHS grants from the NIH (R01-CA141704, R01-CA150214, R01-DK52825 and R01-CA61774); Petr Heneberg was supported by the Charles University in Prague projects UNCE 204015 and PRVOUK P31/2012, and by the Czech Science Foundation projects P301/12/1686 and 15-03834Y; Po Sing Leung was supported by the Health and Medical Research Fund of Food and Health Bureau, Hong Kong Special Administrative Region, Ref. No: 10110021; Qiang Cheng was supported in part by grant NSF IIS-1218712; R. Brooks Robey is supported by the United States Department of Veterans Affairs; Rabindra Roy was supported by United States Public Health Service Grants (RO1 CA92306, RO1 CA92306-S1 and RO1 CA113447); Rafaela Andrade-Vieira is supported by the Beatrice Hunter Cancer Research Institute and the Nova Scotia Health Research Foundation; Renza Vento was partially funded by European Regional Development Fund, European Territorial Cooperation 2007–13 (CCI 2007 CB 163 PO 037, OP Italia-Malta 2007–13) and grants from the Italian Ministry of Education, University and Research (MIUR) ex-60%, 2007; Riccardo Di Fiore was a recipient of fellowship granted by European Regional Development Fund, European Territorial Cooperation 2007–2013 (CCI 2007 CB 163 PO 037, OP Italia-Malta 2007–2013); Rita Dornetshuber-Fleiss was supported by the Austrian Science Fund (FWF, project number T 451-B18) and the Johanna Mahlke, geb.-Obermann-Stiftung; Roberta Palorini is supported by a SysBioNet fellowship; Roslida Abd Hamid is supported by the Ministry of Education, Malaysia-Exploratory Research Grant Scheme-Project no: ERGS/1-2013/5527165; Sabine A.S.Langie is the beneficiary of a postdoctoral grant from the AXA Research Fund and the Cefic-LRI Innovative Science Award 2013; Sakina Eltom is supported by NIH grant SC1CA153326; Samira A.Brooks was supported by National Research Service Award (T32 ES007126) from the National Institute of Environmental Health Sciences and the HHMI Translational Medicine Fellowship; Sandra Ryeom was supported by The Garrett B. Smith Foundation and the TedDriven Foundation; Thierry Massfelder was supported by the Institut National de la Santé et de la Recherche Médicale INSERM and Université de Strasbourg; Thomas Sanderson is supported by the Canadian Institutes of Health Research (CIHR; MOP-115019), the Natural Sciences and Engineering Council of Canada (NSERC; 313313) and the California Breast Cancer Research Program (CBCRP; 17UB-8703); Tiziana Guarnieri is supported by a grant from Fundamental Oriented Research (RFO) to the Alma Mater Studiorum University of Bologna, Bologna, Italy and thanks the Fondazione Cassa di Risparmio di Bologna and the Fondazione Banca del Monte di Bologna e Ravenna for supporting the Center for Applied Biomedical Research, S.Orsola-Malpighi University Hospital, Bologna, Italy; W.Kimryn Rathmell is supported by the V Foundation for Cancer Research and the American Cancer Society; William K.Decker was supported in part by grant RP110545 from the Cancer Prevention Research Institute of Texas; William H.Bisson was supported with funding from the NIH P30 ES000210; Yon Rojanasakul was supported with NIH grant R01-ES022968; Zhenbang Chen is supported by NIH grants (MD004038, CA163069 and MD007593); Zhiwei Hu is grateful for the grant support from an institutional start-up fund from The Ohio State University College of Medicine and The OSU James Comprehensive Cancer Center (OSUCCC) and a Seed Award from the OSUCCC Translational Therapeutics Program.
Mientras uno de los personajes paradigmáticos de la izquierda populista latinoamericana se dirige hacia un nuevo triunfo en las elecciones presidenciales, se hace oportuno analizar los cambios estructurales que Bolivia ha tenido durante su mandato.Constantemente caricaturizado por parte del discurso de la derecha latinoamericana, las noticias que nos llegan de Evo Morales son casi siempre de carácter anecdótico: que usaba siempre el mismo un sweater; que dijo que comer pollo provocaba la homosexualidad; que su avión fue "detenido" en Austria cuando, viniendo de una cumbre de productores de hidrocarburos en Rusia, España, Italia y Francia le impidieron atravesar su espacio aéreo (esto ya es más serio).Parte del discurso dijimos, y es que hay una segunda visión complementaria que muestra al presidente boliviano como un feroz enemigo del sentido común (es decir, el capitalismo) y la institucionalidad (es decir, la democracia liberal arquetípica).Sin embargo, si evitamos el espectáculo y nos concentramos en la información relevante, la frivolización y demonización mediática de Bolivia y de Morales parece representar más bien el comportamiento de una avestruz escondiendo la cabeza ante una serie de reformas que, para bien o para mal (esto queda a juicio del lector), han supuesto una radical transformación del país andino. De eso no se habla demasiado.Recordemos muy brevemente el "antes". La historia como país independiente no ha sido grata con el pueblo boliviano: pérdida de su salida al mar, de Antofagasta y de sus salitres; pérdida de Acre y de su producción de caucho; pérdida del Chaco y de sus promesas en petróleo; setenta y ocho gobiernos, casi la mitad de ellos fruto de golpes militares; tímidos pasos hacia la inclusión social y distribución de riqueza (Revolución de 1952); colapso económico en los '80s. y reclamo estadounidense por el cultivo tradicional de Coca; en los '90s. políticas económicas liberales, impuestazos, privatizaciones e incremento de la conflictividad social.La segunda presidencia de Gonzalo Sánchez de Lozada (el presidente que hablaba mejor inglés que castellano; todo un símbolo 2002-2003) constituyó un punto de quiebre. Ante la posibilidad de la exportación de hidrocarburos (ya privatizados) a través de puertos chilenos, estalló un conflicto social que, como último resultado, cambiaría al país andino de una forma que no se había visto antes. El pueblo boliviano, que ya había sufrido en su historia una "expoliación" de las riquezas que yacían en las entrañas de sus tierras (plata y oro primero, luego estaño, gas ahora), por primera vez decía "alto".La figura de Evo Morales (Oruro, 1959) no es ningún accidente histórico, y su fama creció a la par de los errores políticos de una clase política tradicional que gobernaba más pensando hacia fuera que hacia adentro y con una incapacidad crónica de dar respuesta a los reclamos de la ciudadanía, que, como veremos, en Bolivia tiene una complejidad importante.De origen aymara, Morales fue liderando distintas "causas", a la par que los gobiernos de La Paz erraban una y otra vez. Su primer gran éxito fue ser el principal líder de los "cocaleros" que lucharon contra el intento de erradicación total del cultivo de coca a pedido de EE.UU. Pronto se haría con el control del partido político Movimiento al Socialismo (MAS), ejerciendo la doble función de político y gremialista, y extendiendo su reclamo al tema del gas natural (defensa de la re estatización y, como hemos dicho, oposición a su exportación vía Chile aprovechando las pocas simpatías de todos los bolivianos hacia dicho país).Mención aparte merece su pretendido papel "representativo" y de defensor de las casi cuarenta comunidades indígenas (60% o 40% de la población dependiendo de la fuente, en su mayoría quechuas y aymaras) y con prácticamente una nula participación previa en un poder dominado por "criollos".Cocalero, indigenista, socialista: con este perfil Morales vencería en las elecciones de 2005 con una amplia mayoría (54%) y repetiría en el 2009 aún con más votos (64%).Ahora bien, ¿qué ha significado para Bolivia el gobierno del MAS? Para dar cuenta de esta pregunta debemos remontarnos a la aprobación de la Constitución del 2009. Ya de por sí su aprobación fue polémica, dado que el MAS no logró la mayoría esperada para la Asamblea Constituyente y lo que precisaba dos tercios de los votos se terminó aprobando por mayoría simple, lo que constituyó una grosera violación al orden constitucional. Bolivia seguía los pasos de su aliado en Caracas, estableciendo una refundación nacional a través de una nueva Carta Magna y, finalmente, la misma fue refrendada ante el pueblo con éxito.Refundación que comienza con el nombre: desde ahora se hablará del "Estado Plurinacional de Bolivia". Ello intenta un pleno reconocimiento de las varias etnias que componen la población. Además de privilegiar sus derechos políticos y de inclusión social, la Constitución (junto a leyes posteriores) consagra una descentralización progresiva (departamentos, municipios, regiones) que en última instancia hasta puede llegar a reconocer el autogobierno de distintos grupúsculos étnicos en base a sus propias culturas "ancestrales". La complejidad para alcanzar dicho estatuto, su originalidad y las consecuencias que podrían acarrear, amerita un estudio más detallado de lo que pueda escribirse en el presente artículo. Lo diremos entonces en pocas palabras: la nacionalidad boliviana ha pasado a fundamentarse en su diversidad, única modalidad de inclusión de una población tan heterogénea.La Constitución también consagra las medidas destinadas a la estatización parcial o total de la explotación de los recursos naturales, fundamentalmente el gas natural (principal riqueza del país). Del mismo modo, varias empresas estratégicas de servicios fueron o están siendo adquiridas por el gobierno total o parcialmente. Un potente mensaje al respecto fue cuando la privatizada Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos fue ocupada militarmente (¡!) previo a cualquier acuerdo con las transnacionales.En cuanto a la Política Exterior, ampliamente conocida es la pertenencia del gobierno de Morales al grupo ALBA como un aliado incondicional de Caracas. Aunque tal vez cabría acotar que muchas veces la verborragia "albista" de Morales no trasciende de las palabras y, esencialmente, no traduce su discurso incendiario al campo de la diplomacia.¿Qué tan eficiente ha sido la administración Morales? Pasemos a los fríos números y comparemos 2005 con 2013 (se utilizan dólares corrientes):-El Producto Bruto Interno nominal prácticamente se triplicó en ocho años a aproximadamente 30 mil millones. El crecimiento del 2013 fue de un 6,8%.- Asimismo, el Producto Bruto Interno per cápita pasó de $1000 a $2900 en el mismo período.- La deuda pública ha bajado de un 90% del PBI a un 33%.- Las Reservas Internacionales han crecido de $1.700 millones a $14.000 millones.- La Tasa de Mortalidad Infantil tuvo un descenso de 53/1000 a 40/1000, mientras la Esperanza de Vida subió unos tres años hasta los 67.-En materia de alfabetización se dio uno de los mayores logros y, con ayuda cubana y venezolana, Bolivia fue declarada el mes pasado como país libre de analfabetismo según la UNESCO (es decir, por debajo del 4%). Es principalmente gracias a la educación que también se ha incrementado el Índice de Desarrollo Humano.Concluyendo, si bien muchos indicadores (principalmente los macroeconómicos) muestran un avance significativo, seguimos hablando de uno de los países más pobres de Latinoamérica. Tampoco podemos atribuir todo éxito o fracaso al gobierno, teniendo en cuenta su total dependencia de la demanda y el precio de las commodities. Pero para los bolivianos lo logrado no es poca cosa y, sin duda, la mayoría de ellos percibe un incremento en su calidad de vida bajo esta administración.La diversidad boliviana también se advierte en la oposición a Morales. Y es que su primer desafío provino de los departamentos orientales (Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija) de geografía (Chaco), economía (agrícola además de hidrocarburos) y demografía (criollos) diferentes a las del Altiplano.Fue el departamento de Santa Cruz el que promoviera, en 2008, una serie de referéndums no reconocidos por La Paz en dichos departamentos, clamando por una mayor autonomía o -incluso- blandiendo una amenaza de secesión. Algo que hubiese constituido un golpe letal para el proyecto del MAS teniendo en cuenta que esos departamentos aportaban casi la mitad del producto interno bruto.Para los políticos de la región (también conocida como "Media Luna" próspera), el mencionado referéndum fue un éxito (más del 80% por el "Sí"). El gobierno de Morales, en cambio, desestimó cualquier tipo de legitimidad legal o simbólica aduciendo el altísimo abstencionismo de los potenciales votantes.Teniendo en cuenta este factor, podría interpretarse la complejidad de la descentralización territorial de la Constitución del 2009 como una forma de desarticular cualquier tipo de vocación separatista.Y, en el mismo sentido, y tras unas elecciones presidenciales (2005) donde se volvió a evidenciar la división geográfica (el oriente votó masivamente al candidato opositor de centro derecha Manfred Reyes Villa), puede decirse que el MAS de Morales decidió "bajar de los Andes", moderar su discurso netamente altiplánico y de esta forma instalarse progresivamente en las zonas conflictivas del llano. Tal es así que, según la última encuesta, en Santa Cruz el oficialismo obtendría el 40% de los votos en el departamento.Llegamos entonces al momento actual y a las próximas elecciones presidenciales, a realizarse el próximo 12 de octubre. Si bien la Constitución señala que un presidente sólo puede gobernar durante dos períodos, el Poder Electoral, con formidable astucia, ha dicho que el Estado Plurinacional de Bolivia es un sujeto distinto a la anterior República Boliviana, así que Morales puede presentarse nuevamente sin inconveniente alguno. La oposición -fragmentada en cuatro alianzas- tampoco parece despertar mucho entusiasmo con sus candidatos.Por su parte las encuestas dan resultados notoriamente diferentes, donde el apoyo electoral de Morales varía del 44% (sin contar indecisos) a un 65% que se correspondería al índice de aprobación de la gestión. Para los críticos del gobierno, esta segunda cifra parece la más cercana a la realidad. Cualquier otro resultado sería sin duda la sorpresa del año.Marcos Rodríguez Schiavone es estudiante de la Licenciatura en Estudios InternacionalesFACS-ORT-Uruguay
Recurrentes noticias de la actualidad política latinoamericana traen, una y otra vez, los malos olores que emanan de la consolidación y expansión de las experiencias populistas que asuelan a los países del continente y a sus ciudadanos.Quizás lo más grave del asunto es que las nuevas generaciones de ciudadanos (donde los hay en sentido estricto), y de proto-ciudadanos en la mayoría de los casos, en la medida en que no han conocido, más que de forma excepcional, el funcionamiento mínimo adecuado de la democracia liberal, ni siquiera logran entrever el enquistamiento y la recurrencia de la perversión populista.A este proceso de "populisitización" de las democracias que surgieron de la caída de los regímenes militares, grosso modo durante la década de los años 80, han colaborado diversas corrientes, algunas de las cuales, en realidad, son viejas tendencias históricas. La convergencia de éstas con versiones más modernas han terminado por desarmar el espíritu democratizador de los tiempos de las luchas contra los militares.Hoy las ciudadanías latinoamericanas, en su enorme mayoría, creen que viven en democracia porque el Gorila (macho o hembra) de turno, los invita a votar con regularidad. En la más patética y paradójica de las simplificaciones, las elecciones se han transformado en el ritual que ha dado por tierra con los valores esenciales del régimen democrático representativo y liberal. Este proceso de falsificación de la democracia hasta ha sido teorizado por infaltables académicos peronistas que siempre se arremolinan en torno a las cortes de las Presidencias "populares" y que han acuñado la expresión "democracia plebiscitaria" para vestir lo que, en realidad, es una ficción de elección ya que no hay nada parecido a la libre competencia en estos rituales autoritarios.En el ejercicio de estos plebiscitos ratificatorios de los caudillos populistas, ahora llamados "elecciones", altos porcentajes de las ciudadanías de nuestros países ni siquiera están al tanto de las constantes presiones y gruesas violaciones de la ley que son ejercidas sobre los medios de prensa por estos regímenes. Es más, en este mismo momento, en Santiago de Chile, la Sociedad Interamericana de Prensa (S.I.P.) denuncia la muerte de un número récord de periodistas asesinados en el primer semestre de 2014 y el aumento de las agresiones de todo tipo por parte de agentes estatales (golpizas, encarcelamiento ilegal, presiones tributarias, etc.) de los países del continente. Como siempre Cuba, Venezuela y México se disputan el podio de la anti-democracia. Argentina es mencionada como otro país agresivamente adverso a la libertad de prensa.Igualmente, los votantes ignoran -(en parte porque no hay nadie dispuesto, por aceptación, por corrupción o por miedo, a denunciarlo)- que los distintos niveles de los Poderes Judiciales subsisten más o menos sometidos a las órdenes -(o a las prebendas)- de los Presidentes cada vez más enquistados en sus sillones ejecutivos. Ya casi nadie señala que la Presidencia de la República debería ser la representación y la encarnación de toda la Nación y/o de la "voluntad general" de Rousseau, si es que recurrimos a una definición más técnica. En realidad, los Presidentes populistas, por definición no representan, ni quieren representar a la Nación. Son Jefes de Facciones, más o menos amplias, que, embanderados en retóricas populacheras, se han establecido como Presidentes mediante el viejo y conocido recurso de fracturar a la ciudadanía y a la sociedad política entre dos campos "opuestos": los "buenos populares" y los "malos privilegiados".Para ello han echado mano a los mismos procedimientos que el PRI mexicano utilizara -(y utiliza)- desde aproximadamente 1929: a idénticas mañas que las que manejaban Perón o Getulio Vargas y las que hoy continúan manejando Cristina Kirchner o Dilma Rousseff.Ante todo declarar, aunque sea contra toda evidencia, que con la instauración del régimen populista de turno se inicia, siempre, algún tipo de renovación –(o de revolución "bolivariana", "multiétnica", "nacional y popular" o lo que sea)- que sólo puede tener como destino final la consecución completa de los fines históricos nacionales y la instauración del infinito bienestar de los desposeídos del país.Para ello, el requisito fue -(y sigue siendo)- destruir todos o casi todos los lazos con el pasado, en particular, con el pasado organizativo de los trabajadores. En ese sentido priísmo, peronismo, varguismo, aprismo, etc. siempre comenzaron por arrasar con los gérmenes de organizaciones obreras que, en muchos países del continente, provenían del anarquismo mediterráneo, de formas llamadas "utópicas" como el chartismo o el owenismo británicos, del marxismo de la IIa. y de la IIIera. Internacional, etc. Logrado ese objetivo, al control de las organizaciones de trabajadores se agrega, rápidamente, el control por el partido populista de las organizaciones campesinas y de artesanos, pequeños propietarios, empleados de servicios, etc.En este sentido, el perfil del populismo mexicano es casi "un modelo" de encuadramiento de la sociedad y de organización de la necesaria sumisión de buena parte de la ciudadanía. En el caso de México, sólo el relato "progresista" puede no advertir el carácter netamente fascista del trípode sobre el cual descansa la otrora "dictadura perfecta" del PRI: la Central de Trabajadores Mexicanos (CTM), la Confederación Nacional Campesina (CNC) y la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP).Aunque la perfección de este modelo no siempre ha podido ser emulada, lo cierto es que su función esencial se ha conseguido recorriendo vías menos sofisticadas. De lo que se trata es de destruir a la ciudadanía democrático-liberal y, con ella, al proceso de legitimación ascendente que va, desde la voluntad individual de cada ciudadano, hasta la institucionalización de un poder legítimo. En otros términos, la legitimidad del régimen populista ni nace ni descansa en los ciudadanos como en la democracia. Ahora, la legitimidad nace de las distintas formas de "excepcionalidad" que el Líder se auto-adjudica, que sus cortesanos le consolidan y que "las organizaciones populares" reproducen.En este aspecto, el mejor ejemplo reciente es el de Hugo Chávez que pasó de ser un oficial golpista cualquiera a fungir como la reencarnación viviente de Simón Bolívar. Como el populismo latinoamericano todavía no ha encontrado la forma de tornar inmortales a sus más prestigiosos Gorilas, la estruendosa operación política de Chávez se vio cortada por la enfermedad y posteriormente por la muerte. Aunque el proceso llamado "bolivariano" estaba en caída ya antes de ellas, lo cierto es que el reemplazo del oficial golpista por el inepto Maduro ha condenado al fracaso un proyecto de autoritarismo político mayor, que parecía tener un futuro brillante por delante para desgracia de la ya bastante castigada ciudadanía venezolana.La construcción de la legitimidad populista, que ahora desciende desde el líder hacia las masas, tiene dos enormes ventajas que hacen del populismo uno de los modelos más apetecidos de autoritarismo político. Por un lado como la voluntad del Líder "es" lo que determina la legitimidad de las decisiones del régimen, el Estado de Derecho o bien desaparece o bien queda entre paréntesis, recluido a problemas marginales de la juridicidad de la sociedad. Es el conocido proceso por el cual "lo político está por arriba de lo jurídico". Por el otro, y como resultado de lo anterior, la corrupción generalizada de la sociedad política -(y luego de la civil)- termina siendo el corolario de la consolidación del autoritarismo populista.En todo caso, el relato detallado y la explicitación teórica de todas las características de la variopinta fauna populista latinoamericana es una tarea que desborda esta nota editorial. Por otra parte, se corre el riesgo que el lector apresurado crea que estamos hablando de temas o demasiado históricos o demasiado abstractos cuya relación con su cotidianeidad política le parece lejana.Por ello corresponde concluir con algunas notas breves de la más estricta actualidad y que representan ejemplos concretos de las menciones generales hechas arribaHace pocas semanas, Evo Morales acaba de obtener "el derecho" para ejercer por tercera vez la Presidencia de la República. Desde luego que ya es vox populi en La Paz que estos años por venir los dedicará el Presidente Morales a elaborar, desde su posición en el Ejecutivo, una reforma constitucional que le permita reelegirse el mayor número de veces que logre imponer. O, quizás, como su colega de Ecuador, el Presidente Correa, apunte de una buena vez por todas a la reelección perpetua e indefinida con buenas chances de lograrlo. Por la vía de "la democracia plebiscitaria" son varios los Líderes populistas latinoamericanos que esperan realizar el milagro de transformarse en Monarcas por votación.En materia de los daños causados por la escisión de la sociedad, deliberadamente causada por el relato populista, Venezuela está llegando a barbaridades sólo vistas hasta ahora en Cuba. La persecución política, la delincuencia promovida por el gobierno, la denigración de toda conducta social medianamente cívica, han causado una emigración de las clases medias venezolanas que no tiene parangón. Un reciente estudio señala que el 5.5% de los 29 millones de venezolanos se han ido de su país de 1999 a la fecha. Esos 1.6 millones que han emigrado constituyen el núcleo de las clases medias y los sectores de mayor educación de un país destinado a colapsar económicamente, entre otras razones, por la ausencia de profesionales y técnicos.Aunque los casos de consolidación del populismo latinoamericano son de diferente dimensión. En Brasil, donde el Partido de los Trabajadores gobierna desde 2003 a la fecha, ha hecho de la corrupción su punto fuerte. El "Mensalao", obra maestra de Lula, ya hoy ha quedado empalidecido por "la fiesta" de corrupción del Mundial de Fútbol. Como es sabido, cuando se eligió a dicho país para ser país anfitrión de ese evento futbolístico, la FIFA requirió la existencia de ocho sedes adecuadamente equipadas. La respuesta del gobierno del PT fue tajante: haremos 12 sedes. Mejor demostración de la voracidad para apropiarse de los dineros públicos y mayor desinterés por la seriedad en la política nacional de inversión pública no puede concebirse.Estos son los gobiernos "democráticos" que se están dando los países latinoamericanos a sí mismos y esto es lo que hoy se llama "democracia latinoamericana". No resulta ser particularmente perspicaz para sospechar que nada de esto termina bien y que las ciudadanías de nuestros países terminarán pagando caro los delirios de los Líderes populistas.