La investigación tuvo como objetivo interpretar realidades en competencias digitales de docentes y estudiantes en Norte de Santander, buscó contribuir con la educación de calidad en la consolidación de competencias digitales, al innovar y transformar la realidad universitaria a través del pensamiento reflexivo hacia un aprendizaje significativo y colaborativo con horizonte pedagógico socio critico apoyado en las teorías de la complejidad y el constructivismo para lograr que concurran los tres elementos básicos: Estado-Profesores-Estudiantes. Siguió la metodología cualitativa, mediante la etnografía y con un método de análisis hermenéutico, a partir de cuatro fases sistemáticas para la correcta gestión de la investigación, se seleccionaron como informantes clave a profesores, estudiantes a quienes se les aplicó la entrevista a profundidad así como la observación participante, el análisis de la información se llevó mediante la categorización, emergiendo resultados cruciales en los espacios académicos para la consolidación de competencias digitales. Resultados muestran el escaso dominio de competencias digitales por parte de profesores y estudiantes en logro de un aprendizaje significativo; se concluye que existe un distanciamiento entre la realidad y el deber ser; es decir, entre la planeación y ejecución de acciones que conduzcan al uso, familiarización e integración de las tecnologías como se demanda y prácticas en el ámbito educativo y laboral actual. ; The objective of the research was to interpret realities in digital competences of teachers and students in Norte de Santander, to contribute to quality education in the era of knowledge in which modern societies live, innovating and transforming the university reality through the consolidation of digital competences based on reflective thinking towards meaningful and collaborative learning with a pedagogical horizon critical partner supported by theories of complexity and constructivism to get the three basic elements concur: State-TeacherStudents. The integration of technology in university academic spaces has been transformed, from being a tendency to serve as an element to encourage and assist in the construction of the pedagogical entity of those who exercise that role and in the development of graduates with creative minds, elements necessary for their relevant insertion into society, to align qualification activities and training in teachers, in competences related to continuous learning, information management, networking, communication among others; in coherence with the pedagogical socio-critical horizon taken by the University and in synchrony with the educational goals proposed by the national government in the search for a strengthened graduate to integrate into the professional scene of the 21st century. For this, this research was developed based on qualitative methodology, through ethnography and with a method of hermeneutical analysis, completing four systematic phases for the correct management of research, selected as key informants teachers, students who were applied the in-depth interview as well as the participant observation, the analysis of the information was carried out through the categorization, emerging crucial results in the academic spaces for the consolidation of digital competences. Results show the limited mastery of digital competences by teachers and students in achieving significant learning; it is concluded that there is a distancing between reality and what should be; that is, between the planning and execution of actions that lead to the use, familiarization and integration of technologies as demanded and practices in the current educational and labor environment. ; O objetivo da pesquisa foi interpretar as realidades das competências digitais dos professores e estudantes do Norte de Santander, para contribuir para a educação de qualidade na consolidação das competências digitais, inovando e transformando a realidade universitária através do pensamento reflexivo para uma aprendizagem significativa e colaborativo com um horizonte pedagógico de parceiros críticos apoiado por teorias de complexidade e construtivismo para alcançar os três elementos básicos: Estado-ProfessorEstudantes. A metodologia qualitativa seguiu, através da etnografia e com um método de análise hermenêutica, a partir de quatro fases sistemáticas para o gerenciamento correto da pesquisa, os informantes-chave foram selecionados como professores, estudantes a quem a entrevista em profundidade foi aplicada, bem como a observação participante, a análise da informação foi realizada através da categorização, emergindo resultados cruciais nos espaços acadêmicos para a consolidação das competências digitais. Os resultados mostram o domínio limitado das competências digitais pelos professores e alunos na realização de aprendizagem significativa; conclui-se que existe um distanciamento entre a realidade e o que deveria ser; isto é, entre o planejamento e a execução de ações que levam ao uso, familiarização e integração de tecnologias exigidas e práticas no atual ambiente educacional e laboral
Uno de los habituales prejuicios a la hora de abordar el análisis del movimiento futurista, al igual que sucede con el constructivismo, es la consideración del contexto político en el que se desarrollaron ambas vanguardias. Sin embargo, y dejando a un lado un enfoque del arte con finalidad política de signo diverso, habría que insistir en el hecho de que posiblemente sean tanto el futurismo italiano como el constructivismo ruso, los movimientos que con mayor entusiasmo se manifestaron, en un sentido amplio, a favor de la modernidad. Filippo Tommaso Marinetti, auténtico catalizador del grupo futurista y uno de los mejores interlocutores del arte de vanguardia, será el encargado de articular la ideología del culto a la máquina en correspondencia con la necesidad de una intervención social. Esta polémica antipasado explícita en los términos franceses del `Passeisme' frente al `Futurisme'- se presentaba como la única posibilidad de una auténtica renovación y como una superación de los límites espacio-temporales. Antonio Sant'Elia, con sus conocidas ciudades de diferentes niveles de circulación, profetizaba algunas realizaciones de la segunda mitad del siglo, con dibujos caracterizados por prescindir del ornamento y optar por contundentes volúmenes. Por otro lado, en el campo de la tipografía se llevaron a cabo experiencias de contraste visual, tipología o disposición en el formato que se adelantaban a propuestas posteriores, buscando crear en el lector un intencionado impacto visual asociado a experiencias sensitivas con frecuencia desconcertantes. La misma búsqueda de soluciones novedosas y experimentales era planteada de igual forma en pintura con artistas como Gino Severini o Giacomo Balla, con trabajos que sin duda influirían en el origen y formación de movimientos como el rayonismo ruso o el vorticismo inglés. Sin embargo, a pesar de la fuerza implícita en sus planteamientos, los primeros pintores futuristas eran aún deudores del puntillismo y del cubismo, pero también de las fotografías estroboscópicas de Muybridge y Marey. En el campo de la escultura, Umberto Boccioni, con su conocida obra Formas únicas de continuidad en el espacio pasaba a convertirse en uno de los autores más representativos del futurismo al intentar descomponer el movimiento en las tres dimensiones espaciales. Luigi Russolo, personaje carismático y polifacético, artista plástico y músico inventó el intonarumori o `máquina de ruidos' y redactó, en el año 1913, el manifiesto del ruidismo, un documento que hizo acompañar con la máquina diseñada por él. La propuesta futurista iba desde el vestido, la publicidad o la decoración a la casa y la ciudad, pero sin dejar de lado las artes escénicas o la música; la idea de simultaneidad posibilitaba la superación de la representación tradicional, la cual era sustituida por una propuesta integradora de gran diversidad de estímulos que producían la exaltación de los cinco sentidos. El ya mencionado Sant'Elia, fue, sin lugar a dudas, el principal paladín del futurismo arquitectónico, quizás, y en parte, por la contundencia de su manifiesto. Sin embargo, las propuestas arquitectónicas futuristas tuvieron, al igual que sucedió con el cubismo, muchas menos materializaciones concretas de las que hubiese cabido esperar, lo que no significa que las repercusiones de estas pocas producciones en el posterior panorama arquitectónico no fueran concluyentes. Tradicionalmente se habla de dos tipos diferentes de futurismo arquitectónico: el milanés -de tintes racionalistas- y el romano, éste último con un mayor interés por las artes plásticas. En 1917 Volt, seudónimo del conde Vicenzo Fani, redactaba otro manifiesto de arquitectura futurista, en el que se abogaba por las formas dinámicas, asimétricas y anticúbicas, pero también por cromáticas viviendas sin fachada, `transportables' y `mecánicas'. Por último, ya en la etapa final del movimiento, Marchi publicaba, en la revista Roma futurista, el 29 de febrero de 1920 el ¿Manifesto dell'architettura futurista dinamica, stato d'animo, drammatica¿; algo después, hacia 1934, y durante el que se ha dado en llamar el `segundo futurismo turinés', Marinetti, Mazzoni y Somenzi redactaron el ¿Manifiesto futurista de la arquitectura aérea¿ que sería publicado en el número tres de la revista Sant'Elia-. Junto a Sant'Elia, otro autor de un notable interés por sus novedosas propuestas fue el polifacético Fortunato Depero, quien en el año 1927 proyectó el Pabellón del Libro para la casa editorial Bestetti, Tuminelli y Treves, en la III Bienal de Artes Decorativas de Monza; se trataba de un diseño cúbico de arquitectura publicitaria que tenía un claro referente tipográfico -el continente pasaba a tener la forma del contenido- y que sin duda resultaría provocador rodeado de pabellones historicistas. Otro autor de un enorme interés fue Virgilio Marchi, artífice del primer diseño arquitectónico futurista construído, la rehabilitación de la Casa de Arte y Teatro de los Independientes (Roma, 1921), encargo de Anton Giulio Bragaglia, un conocido empresario y crítico de arte. Marchi propuso para la arquitectura la idea de `escultura habitable', con un fuerte protagonismo de los estímulos sensitivos, fruto de impresiones ópticas y sonoras, referidos al proyecto de metrópolis moderna. También es destacable el papel desempeñado por Sartoris, a pesar de que su adhesión al futurismo se vió matizada por una estética purista preocupada por la articulación de la planta -proyectos como Capilla-bar futurista (1927) o Notre Dame du Phare (1931)- lo que significa que su ruptura con la tradición no fue tan radical como en el caso de los futuristas ; One of the habitual prejudices at the moment of approaching the analysis of the futurist movement, as it happens with the constructivism, it is the consideration of the political context in which both vanguards were developed. Nevertheless, and leaving aside an approach of the art with political purpose of diverse sign, it would be necessary to insist on the fact that possibly they should be so much Italian futurism as the Russian constructivism, the movements that with greater enthusiasm was pronounced, on a wide sense, in favour of the modernity. Filippo Tommaso Marinetti, authentic catalyst of the futurist group and one of the best speakers of the art of forefront, will be the manager of articulating the ideology of the worship to the machine in correspondence with the need of a social intervention. This polemic antipassed -explicit in the French terms of the 'Passeisme' opposite to ' Futurisme '- was appearing as the only possibility of an authentic renovation and like an overcoming of the space-temporary limits. Antonio Sant'Elia, with its well-known cities of different levels of traffic, was prophesying some accomplishments of the second half of the century, with drawings characterized for doing without the ornament and choosing for forceful volumes. On the other hand, in the field of the typography they led to themselves to end experiences of visual contrast, typology or disposition in the format that they were advancing to later offers, seeking to create in the reader a meaningful visual impact associated with sensitive experiences often disconcerting. The same search of novel and experimental solutions was raised of equal form in painting with artists as Gino Severini or Giacomo Balla, with works that undoubtedly they would influence the origin and formation of movements as the Russian rayonismo or the English vorticismo. Nevertheless, in spite of the implicit force of their expositions, the first futurist painters were still debit of the pointillism and of the cubism, but also of the stroboscopic photographies of Muybridge and Marey. In the field of the sculpture, Umberto Boccioni, with its well-known work unique Forms of continuity in the space was happening to be converted into one of the most representative authors of the futurism on having tried to separate into its elements the movement in all three spatial dimensions. Luigi Russolo, charismatic and versatile personage, plastic and musical artist invented the intonarumori or 'machine of noises ' and wrote, in the year 1913, the manifest of the ruidismo, a document that he made accompany on the machine designed by him. The futurist proposal went from the dress, the publicity or the decoration to the house and the city, but without leaving of side the scenic arts or the music; the idea of simultaneity was making possible the overcoming of the traditional representation, which was replaced with an of integration offer of great diversity of stimuli that were producing the exaltation of all five senses. Already mentioned Sant'Elia, it was, no doubt, the principal paladin of the architectural futurism, probably, and partly, by the forcefulness of his manifest. Nevertheless, the architectural futurist offers had, as it happened with the cubism, great fewer concrete materializations from which it had been necessary to expect, which does not mean that the repercussions of these few productions in the later architectural panorama were not conclusive. Traditionally one speaks about two different types of architectural futurism: The Milanese -of racionalist dyes- and the Roman, this one last one with a greater interest by the plastic arts. In 1917 Volt, pseudonym of the count Vicenzo Fani, he was writing another manifest of futurist architecture, in which one was pleading for the dynamical, asymmetric and anticubic forms, but also for chromatic housings without front, 'transportable' and 'mechanical'. Finally, already in the final stage of the movement, Marchi was publishing, in the magazine futurist Rome, on February 29, 1920 " futurist dynamical Manifesto dell'architettura, stato d'animo, drammatica "; a little later, about 1934, and during that it has been given in to call ' the second futurism turinés ', Marinetti, Mazzoni and Somenzi wrote " futurist Manifest of the air architecture " - that would be published in the number three of the magazine Sant'Elia-. Together with Sant'Elia, another author of a notable interest for his novel offers was the versatile Fortunato Depero, who in the year 1927 projected the Pavilion of the Book for the publishing house Bestetti, Tuminelli and Treves, in the Biennial III of Monza's decorative Arts; it was a question of a cubic design of advertising architecture that it had a clear typographical modal -the continent was happening to have the form of the content- and that undoubtedly would turn out to be provocative surrounded from historicist pavilions. Another author of an enormous interest was Virgilio Marchi, maker of the first architectural design futurist realized, the rehabilitation of the House of Art and Theatre of the Independent ones (Rome, 1921), I entrust of Anton Giulio Bragaglia, an acquaintance businessman and critic of art. Marchi proposed for the architecture the idea of ' inhabitable sculpture ', with a strong protagonism of the sensitive stimuli, fruit of optical and sonorous impressions, recounted to the project of metropolises modern. Also it is prominent the role recovered by Sartoris, in spite of the fact that his adhesion to the futurism was seen tinted by a purist aesthetics worried by the joint of the plant - projects as futurist Chapel-bar (1927) or Notre Dame du Phare (1931) - what means that its rupture with the tradition was not as radical as in the case of the futurist ones.
Der Beitrag diskutiert theoretische Grundlagen, methodologische Implikationen und methodische Umsetzungen der Wissenssoziologischen Diskursanalyse (WDA). Die WDA entwirft einen sozialwissenschaftlichen Ansatz der Untersuchung gesellschaftlicher Wissensverhältnisse und Wissenspolitiken, der in den letzten Jahren zunehmend Verwendung auch in Nachbardisziplinen der Soziologie (bspw. Erziehungs-, Geschichts-, Politik-, Religions-, Sprachwissenschaften, Kriminologie) findet. Sie übersetzt theoretische Konzepte und Überlegungen von Michel FOUCAULT in die Tradition der sozialkonstruktivistischen Wissenssoziologie von BERGER UND LUCKMANN und macht sie an das in der interpretativ-qualitativen Analysetradition entwickelte methodische Instrumentarium anschlussfähig. Im Unterschied zu linguistischen Ansätzen der Diskursforschung rückt damit das von FOUCAULT anvisierte wissensanalytische Interesse sowie das Interesse an "diskursiven Kämpfen" wieder stärker ins Zentrum der sozialwissenschaftlichen Diskursanalyse.
Mit meinem Beitrag versuche ich für die akademische Psychologie und für verwandte sozialwissenschaftliche Gebiete die wesentlichen Beiträge literarischer Genres zu zeigen, wie sie sich aus einem sozialkonstruktivistischen Verständnis von (Alltags-) Erzählung und aus der interaktiven Konstruktion narrativer Collagen ergeben. Dem zugrunde liegt eine eigene Untersuchung "Der Beitrag strukturalistischer Literaturtheorie für die Entwicklung eines narrativen 'Selbst' in einem sozialkonstruktionistischen Ansatz", die von der Universität Santo Tomás (Bogota, Kolumbien) finanziert wurde und die alternative Optionen – Metaphern, visualisierte Narrationen und interaktive, künstlerische Performances – für die Ergebnispräsentation nutzt, um das Publikum zur Teilhabe einzuladen und zu ermöglichen, dass relevante Konzepte der Konsolidierung sozialer Konstruktionsweisen des Alltäglichen nachvollziehbar gemacht werden.
La presente investigación se desarrolla en la propuesta epistemológica de la Maestría en Psicología Clínica y de la Familia del grupo de investigación de la Facultad de Psicología denominado Psicología, Familia y Redes, en la línea de investigación de Psicología, Sistemas humanos y Salud mental, adscrita al macroproyecto Historias y narrativas de los sistemas humanos en diversidad de contextos, de la Maestría en Psicología Clínica y de la Familia de la Universidad Santo Tomás. El objetivo general de este estudio es reconocer las narrativas dominantes (modelo religioso y médico) y emergentes (diversidad funcional y enfoque de derechos) en los actores principales que participan en la autonomía y toma de decisiones sobre la sexualidad de las personas con DI leve, por medio de un análisis del estado del arte documental; respondiendo así a la pregunta ¿Cuáles son las narrativas dominantes y emergentes de las personas con DI leve, familiares o cuidadores, personal de salud y educación frente a la autonomía y toma de decisiones sobre la sexualidad de las personas con DI leve? El sistema teórico se enmarcó desde las diversas conceptualizaciones a nivel histórico de la discapacidad llegando hasta el concepto de diversidad funcional, utilizando como marco de referencia y análisis la propuesta teórica de la complejidad, construccionismo, constructivismo, epistemología de la cibernética de segundo orden, el modelo sistémico y ecológico; las cuales interpretar a los actores como activos dentro del proceso de comprensión del fenómeno de investigación, por lo que sus discursos permitirán comprender las narrativas dominantes y emergentes vigentes. El sistema metodológico por medio del cual se llevó a cabo este estudio es la investigación cualitativa, específicamente se realizó una investigación documental de tipo Estado del arte documental. Se realizó un análisis de categorías construidas a partir de las necesidades identificadas desde la experiencia profesional de la autora, las cuales comprenden: narrativas dominantes de la discapacidad, marco legal, relatos disciplinares, construcción de narrativas desde la experiencia, autonomía y derechos humanos, y autogestión. Estas categorías se analizaron de manera transversal por las tendencias elegidas como apropiadas para un Estado del arte documental: tipo de documento, disciplina, cronología, país, tipo de investigación y población. Entre los aportes significativos de este estudio, se pueden resaltar la persistencia de narrativas dominantes como las que provienen del modelo médico – asistencial en los discursos de la familia, cuidadores y personal de salud, percibiendo a las personas con DI leve en una condición de anormalidad e inferioridad, razón por la cual las personas a su alrededor deben 'cuidarlos y protegerlos, sosteniendo la narrativa del "niño eterno"; discursos limitantes que han obstaculizado históricamente el desarrollo de independencia y responsabilidad sobre sus vidas. No obstante, el análisis de documentos respecto al fenómeno de estudio en los últimos 10 años, mostró una creciente construcción de normativas y legislaciones que reconocen a las personas con DI como sujetos de derechos; posturas que plantean narrativas emergentes, las cuales han sido posibles por la presencia de diversos modelos epistemológicos como el modelo sistémico y ecológico, que han conducido a la construcción y reconocimiento de nuevas realidades; es decir, modelos más integradores y posibilitadores, rompiendo con los conceptos y categorías dominantes, dando lugar a las experiencias subjetivas. ; This research is conducted within the epistemological proposal of the Master of Clinical and Family Psychology from the Psychology, Family and Networks research group of the Department of Psychology. The line of research is psychology, human systems, and mental health, which is part of the macro project, Stories and Narratives of Human Systems in a Variety of Contexts, of the Master of Clinical and Family Psychology at the Universidad Santo Tomás. The study aims to recognize the dominant (religious and medical model) and emerging (functional diversity and rights approach) narratives of the main parties involved in the autonomy and decision-making on the sexuality of people with mild ID. This study was carried out through a state-of-the-art documentary research to answer the question: What are the dominant and emerging narratives of people with mild ID, family, caregivers, and health and education personnel regarding the autonomy and decision-making on the sexuality of people with mild ID? The theoretical system focused on the historical conceptualizations of disability and the concept of functional diversity. As a reference and analysis framework, the study utilized the theoretical proposal of complexity, constructionism, constructivism, second-order cybernetics epistemology, and the systemic and ecological model. This theoretical proposal considers parties as assets in the analysis of the research phenomenon, so that their discourse will facilitate an understanding of the current dominant and emerging narratives. A qualitative methodology was utilized to conduct this study, specifically a state-of-the-art documentary research. Based on the needs identified by the researcher's professional experience, some categories were established including dominant narratives of disability, legal framework, disciplinary narratives, and narratives constructed from experience, autonomy, human rights, and self-management. These categories were analyzed transversally by the trends appropriate for a state-of-the-art documentary research, such as document type, discipline, chronology, country, research type and population. Among the significant findings of this study, the persistence of dominant narratives is highlighted, such as those from the medical-care model in the family, caregivers and health personnel's discourses, in which people with mild ID have an abnormal and inferior condition and should be cared for, supporting the "eternal child" narrative. These discourses have historically limited and hindered people with mild ID from being independent and responsible for their lives. Nevertheless, the analysis of documents about this phenomenon written in the last decade, showed a growing development of regulations and legislation that recognize people with ID as subjects of rights. These positions present emerging narratives, which have been created due to epistemological models, such as the systemic and ecological model. These models have led to the construction and recognition of new realities like more inclusive and enabling models, breaking dominant concepts and categories, which result in subjective experiences. ; Magíster en Psicología Clínica y de la Familia
En ocasiones anteriores, ya hemos hablado aquí en Letras Internacionales sobre qué hace único y distintivo al campo de las relaciones internacionales con respecto a otras disciplinas, y sobre las implicancias generales de teorizar o pensar en términos teóricos acerca del mundo. En esta oportunidad, sin embargo, hablaremos más bien sobre qué iguala a nuestra disciplina con las demás ciencias sociales. Sobre todo en lo que concierne a la teorización. Asimismo, discutiremos con cierto grado de detalle un caso paradigmático y ejemplificador como es la perdurabilidad de la Unión Europea (UE) dentro del marco de explicaciones teóricas de la disciplina. El foco principal de este ensayo está puesto en analizar las implicancias de la existencia de la UE para la teoría de relaciones internacionales; en particular, en lo que respecta a la última gran crisis europea.IEn términos generales, se considera que una teoría debiera poder cumplir dos funciones básicas. Por un lado, simplificar realidades complejas con el fin de ayudar a alcanzar ciertas explicaciones sobre relaciones causales presentes en determinados tipos de situaciones. Es decir, clarificar y dar sentido a fenómenos complejos. Y por el otro, en base a esas relaciones de causas y efectos supuestas y/o constatadas, generar expectativas y predicciones sobre futuros rumbos o resultados concretos a partir de un objeto de estudio determinado. En relaciones internacionales, así como en todas las disciplinas dentro de las ciencias sociales, el acto de teorizar está sujeto a múltiples limitaciones y dificultades.A diferencia de las ciencias "duras" o naturales, por ejemplo, donde quien teoriza tiene la capacidad de experimentar controlando su objeto de estudio —ya sea en un laboratorio o en una computadora—, y donde dicha experimentación puede ser repetida una y otra vez bajo mismas condiciones, en las ciencias sociales cada situación es, como bien dice Jean-Baptiste Duroselle, un suceso esencialmente único e irrepetible. Este punto de contraste entre ambas áreas de estudio también plantea serios obstáculos a la capacidad predictiva de las teorías. En lo exclusivamente concerniente a la teoría de relaciones internacionales, al no poder escapar a estas mismas fuertes limitaciones más generales, ésta va necesariamente detrás de los hechos. En otras palabras, en nuestra disciplina, construir teorías para predecir el futuro es un acto más de fe que de ciencia exacta. A lo sumo, el carácter predictivo de las teorías de relaciones internacionales se asemeja más a una partida de póquer que a una de truco, ya que nuestras expectativas teóricas sobre el futuro no se apoyan en adivinanzas sobre las cartas del otro (o donde es posible y hasta beneficioso "engatusar" al otro con "trucos" y "envidos"), sino en lo que comúnmente se llama "educated guesses" (o "adivinanzas educadas"). Éstas, a diferencias de las otras, son decisiones del tipo de "adivinanza", pero que están respaldadas por estimaciones de probabilidad. Comprender dicha distinción es fundamental para evaluar cuándo estamos frente a una "predicción" simplona que bien podríamos reemplazar con el lanzamiento de una moneda, o bien cuándo estamos frente a una "prognosis", apoyada en cierto conocimiento probabilístico y/o contextual, aunque nunca despojado por entero del gran factor homogeneizador que es la incertidumbre. Con estos elementos introductorios en consideración, veamos ahora cómo algunas de las teorías más importantes de relaciones internacionales tratan el caso de la UE, tanto en su creación como en su perdurabilidad, y los prospectos a futuro.IIDesde el fin de la Guerra Fría, el continente europeo ha brindado la oportunidad de estudiar y contrastar, en los hechos mismos, el grado de validez de muchas teorías de relaciones internacionales. En particular, ha permitido evaluar con profundidad cada una de las "predicciones" destiladas de las diferentes corrientes teóricas. La UE, en tanto caso de estudio, representa una de esas oportunidades históricas inigualables (como se ha dicho más arriba), únicas e irrepetibles, que es de gran utilidad a la hora de evaluar tanto las virtudes como las limitaciones de la teorización en relaciones internacionales.Los argumentos teóricos más importantes acerca de la UE pueden ordenarse en tres grupos. En un primer lugar, existe un grupo numeroso de trabajos que problematiza los orígenes de la UE en clave "seguridad" vs. "economía". Según este grupo, el identificar cuáles son las motivaciones particulares iniciales detrás del proyecto de integración europea es central para la discusión del segundo grupo. Así, en segundo lugar, otro grupo de trabajos problematiza lasustentabilidad del proyecto europeo en el tiempo. Para ambos grupos, entender los orígenes de la UE en términos de amenazas a la seguridad, o de prosperidad económica, plantea grandes diferencias analíticas ya que, uno u otro rumbo, sirven por igual para sustentar distintas explicaciones con respecto a la capacidad de la UE de perdurar en el tiempo, o bien menguar lentamente, a la luz de la implosión de la Unión Soviética (URSS) en 1991. Un tercer grupo de trabajos problematiza el carácter único, distintivo e inédito del proyecto europeo. Según esta última perspectiva, la UE constituye un fenómeno nunca antes visto en las relaciones internacionales y que, por lo tanto, no puede supeditarse tan rígidamente a los mismos estándares teóricos que, por ejemplo, se aplican para entender las relaciones interestatales más vulgares.En la primera discusión, son más bien los autores realistas y neorrealistas quienes plantean de manera más sólida la tesis de la "seguridad" como el disparador de la integración europea. Principalmente, autores como Mearsheimer, Layne, Waltz, Posen, Grieco, Jones, y en especial Rosato, defienden la idea de los orígenes más bien paganos de la UE. En concreto, la UE se explica por el efecto combinado del contexto histórico de hostilidad bipolar de la Guerra Fría, la amenazante presencia cercana de la URSS, y el rol de primacía de los Estados Unidos. Para estos autores, el acercamiento entre los otrora archirrivales Francia y Alemania se explica de manera muy natural y simple por factores que la corriente realista tradicionalmente ha resaltado. Por el contrario, otro grupo sostiene que los orígenes se encuentran en la búsqueda de la prosperidad (principalmente autores liberales europeo-norteamericanos como Moravcsik, Olson, Cooper, Keohane, Hoffmann, Rosecrance; o constructivistas, como Risse-Kappen, Haas, Checkel, o Wendt). Es decir, que el motivo fundamental del acercamiento y la pacificación de las relaciones franco-alemanas, que permitió luego dar inicio a una serie de proyectos integradores a escala continental, no se debió a cuestiones mundanas de seguridad, típicamente destacadas por los realistas, sino que más bien surgió del reconocimiento por parte de los líderes del momento (una versión europea de los "padres fundadores") de que la lucha, el antagonismo y la confrontación crónica de las relaciones europeas sólo había llevado a los países del continente a una posición relegada y disminuida en las relaciones internacionales. En resumidas cuentas, la versión realista de los orígenes de la UE se apoya en consideraciones de seguridad, supervivencia, temor a un enemigo común, y a la presencia protectora del paraguas militar norteamericano. El momento clave para los realistas es, pues, el Tratado de Dunkirk (1947) y el Tratado de Bruselas (1948). Para la versión liberal-constructivista, los puntos de inicio son 1951, año de la creación de la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA), y más formalmente 1957, con el Tratado de Roma.En la segunda discusión, nuevamente se da un corte entre realistas, por un lado, y tanto liberales como constructivistas, por el otro. Los primeros sostienen que dada la naturaleza de seguridad de los orígenes de la UE, su evolución y sustentabilidad en el tiempo están estrechamente ligadas a los mismos factores. En concreto, sostienen que en la medida en que tanto la actual Federación Rusa no pueda reemplazar en igual grado de amenaza y antagonismo a la otrora URSS, como que el compromiso norteamericano mengue, las fuerzas estructurales en juego hacia el mantenimiento de una UE coherente y unificada se debilitarán. Como consecuencia principal, para los realistas, la UE en tanto una institución internacional se encuentra en jaque hoy más que nunca ya que los incentivos que le dieron origen y justificación actualmente han desaparecido o están en un franco proceso de retirada. Los segundos, compuestos tanto por liberales como por constructivistas, sostienen una visión mucho más optimista de la UE. Se apoyan en los clásicos argumentos liberales relacionados al rol estabilizador y homogeneizador de las instituciones internacionales por sobre el comportamiento exterior de los estados, así como por sobre las identidades y la configuración de sus preferencias de política exterior. En este sentido, la institución internacional que todos llamamos "Unión Europea" ha cobrado vida por sí misma y, ahora, su perdurabilidad depende de sí y ya no de elementos típicamente realistas. El impacto por sobre los estados-miembro de la UE no sólo se da en el plano institucional, sino también en el de las identidades y la identificación con la forma de gobierno democrático-republicana, y ciertos valores y principios generales que incluyen, pero van más allá, de la declaración de los Derechos Humanos y las normas del derecho internacional.Por último, en la tercera discusión, un grupo pequeño pero creciente de autores da por tierra con todos los argumentos anteriores, ubicándolos en el plano del anacronismo y la obsolescencia. Desde esta nueva perspectiva, las herramientas teóricas tradicionales de la disciplina (y particularmente las provenientes del realismo), ya son parte del pasado, de una forma ya anticuada de ver el mundo, y de una concepción de las relaciones internacionales anclada en una etapa anterior de la evolución del sistema internacional. Por ello, la UE exige la elaboración de nuevos enfoques y herramientas analíticas, de un carácter mucho más original y sui generis. Muchos de los autores dentro de esta última corriente se ubican en lo que comúnmente llamamos teorías del "post-modernismo" en relaciones internacionales, aunque también muchos autores liberales y constructivistas suelen aportar ideas interesantes en este otro campo. Uno de los trabajos más característicos de esta discusión es el libroInternational Relations and the European Union, editado por Hill y Smith en 2005. Esta obra ya clásica, demuestra en todo su esplendor el argumento en pos de una concepción distintiva e inédita sobre la UE, presentando una pléyade de autores que recorren el espectro liberal, de sociedad internacional, marxistas y neo-marxistas, así como otros de difícil categorización.IIIEn suma, entonces, como hemos visto existen diversos tipos de explicaciones teóricas con respecto a los orígenes, el desarrollo y el carácter de la UE, y cada uno de ellos se condice de manera coherente con los preceptos básicos de cada corriente teórica. Sin embargo, aún resta por aclarar algunos aspectos relacionados a la predicción o prognosis de estos mismos enfoques. Por un lado, y si pausamos por un momento los alegatos del tercer grupo, podemos decir que tanto las teorías realistas como las liberales y las constructivistas poseen elementos claramente distintivos unos con otros y que generan potenciales escenarios a futuro de manera clara y coherente. Para unos, más pesimistas, el futuro de la UE está ligado a las condiciones de seguridad iniciales, y dado el actual entorno internacional, su futuro es incierto y problemático. Para otros, más optimistas, las condiciones iniciales de búsqueda de prosperidad económica plantean escenarios prospectivos de otra índole, más estables y duraderos, aún a pesar de los grandes cambios en el entorno.Como conclusión, debemos regresar a nuestro punto de inicio. Dado que, como se ha dicho al comienzo, la teorización en ciencias sociales va más bien por detrás de los hechos, momentos como el actual constituyen una instancia inigualable de testeo de muchas de las premisas y predicciones teóricas de nuestra disciplina. Plantear cuáles perspectivas o autores arrastran más peso sería traicionar los principios planteados por nosotros mismos en este ensayo. Sin embargo, sí puede mencionarse la constante renovación y ascenso en importancia de distintas teorías en distintos momentos históricos de la UE; es decir, el constante estado de auge y declive de ciertos grupos de explicaciones por sobre otras. En los últimos diez años, las corrientes liberales y constructivistas, así como también las post-modernas, parecían reinar por sobre las más tradicionales, simplistas y añejas perspectivas; parecían verse constatadas de manera irrefutable por los hechos. Sin embargo, cual ave Fénix, estas mismas perspectivas se han quedado mudas frente a los renovados embates mundanos de las corrientes siempre-escépticas y más pesimistas de la UE y las relaciones internacionales más en general. De hecho, uno podría argumentar que no son estos embates en sí quienes han descolocado a las explicaciones optimistas de la UE, sino la evidencia de los hechos en sí. Si bien aún es muy temprano para declarar quiénes han sido refutados y quiénes revalidados, las tendencias son cada vez más claras en el sentido contrario a los defensores de la perdurabilidad de lo inédito y lo imaginado. Todo pareciera indicar que el cambio cualitativo en las relaciones internacionales (es decir, uno que modifique sustancialmente y haga trascender la condición "anárquica" o descentralizada del sistema de estados) es más difícil incluso de lo que muchos escépticos creen. Todo pareciera indicar que estamos comenzando a vivir el ayer, una vez más.*Profesor, Universidad Abierta Interamericana (UAI), Buenos Aires.Maestría en Estudios Internacionales,Universidad Torcuato di Tella (Tesista).Lecturas sugeridas: Visiones generales:Filippo Andreatta, "Theory and the European Union's International Relations", en: Christopher Hill y Michael Smith (eds.), International Relations and the European Union(Oxford: Oxford University Press, 2005).Simon Collard-Wexler, "Integration Under Anarchy: Neorealism and the EU", European Journal of International Relations, Vol. 12, No. 3 (2006), pp. 397-432.Joseph M. Grieco, "The Maastricht Treaty, Economic and Monetary Union and the Neo-Realist Research Programme", Review of International Studies, Vol. 21 (1995), pp. 21-40.Visiones realistas y neorrealistas:John J. Mearsheimer, "Back to the Future. Instability in Europe After the Cold War",International Security, Vol. 15, No. 1 (Summer 1990), pp. 5-56.Eric Posner, "Europe's Missing Identity", Wall Street Journal (June 4, 2010). Disponible en: http://online.wsj.com/article/SB10001424052748704596504575272742111445082.htmlNiall Ferguson, "The End of the Euro", Newsweek (May 07, 2010). Disponible en:www.newsweek.com/2010/05/07/the-end-of-the-euro.html.Sebastian Rosato, "The Untied States of Europe", en: Stephen M. Walt Foreign Policy blog (Wednesday, June 23, 2010). Disponible en: http://walt.foreignpolicy.com/posts/2010/06/23/guest_post_the_untied_states_of_europe.Barry S. Posen, "ESDP, Response to Unipolarity", Security Studies, Vol. 15, No. 2 (April-June 2006), pp. 149-186.Sebastian Rosato, "Balancing Act: The Power Politics of European Integration", Program on International Politics, Economics, and Security (PIPES), Fall 2006 Speaker Series, University of Chicago (October 5, 2006), 57 pp.Sebastian Rosato, "The Strategic Logic of Integration", paper presentated at the Annual Meeting of the American Political Science Association, Washington, DC (September 2005), 22 pp.John J. Mearsheimer, "Warum herrscht Frieden in Europa?", Leviathan, 37 (2009), pp. 519-531.Stephen Van Evera, "Primed for Peace: Europe after the Cold War", International Security, Vol. 15, No. 3 (Winter 1990/91), pp. 7-57.Adrian Hyde-Price, "A 'Tragic Actor'. A realist perspective on 'ethical power Europe'",International Affairs, Vol. 84, No. 1 (2008), pp. 29-44.Christopher Layne, "America as European Hegemon", The National Interest (Summer 2003), pp. 17-29.Visiones liberales y constructivistas:Andrew Moravcsik, The Choice for Europe. Social Purpose and State Power from Messina to Maastricht (Ithaca: Cornell University Press, 1998).Stanley Hoffmann, "Obstinate or Obsolete? The Fate of the Nation-state and the Case of Western Europe", Dædalus, Vol. 95, No. 3 (Summer 1966), pp. 862-915.Richard Rosecrance, "The European Union: A New Type of Actor", en: Jan Zielonka (ed.),Paradoxes of European Foreign policy (The Hague: Kluwer Law International, 1998), pp. 15-23.Stanley Hoffmann, Robert O. Keohane y John J. Mearsheimer, "Correspondence. Back to the Future, Part II: International Relations Theory and Post-Cold War Europe", International Security, Vol. 15, No. 2 (Fall 1990), pp. 191-199.Bruce M. Russett, Thomas Risse-Kappen y John J. Mearsheimer, "Correspondence. Back to the Future, Part III: Realism and the Realities of European Security", International Security, Vol. 15, No. 3 (Winter 1990/91), pp. 216-222.Andrew Moravcsik, "In Defense of Europe", Newsweek (May 30, 2010). Disponible en:www.newsweek.com/2010/05/30/in-defense-of-europe.html.Thomas Risse, "Social Constructivism and European Integration", en: Antje Wiener y Thomas Diez (eds.), European Integrations Theory (Oxford: Oxford University Press, 2004), pp. 159-176.Robert O. Keohane y Lisa L. Martin, "The Promise of Institutionalist Theory", International Security, Vol. 20, No. 1 (Summer 1995), pp. 39-51.Joseph Jupille, James A. Caporaso y Jeffrey T. Checkel, "Integrating Institutions. Rationalism, Constructivism, and the European Union", Comparative Political Studies, Vol. 36, No. 1/2 (February/March 2003), pp. 7-40.John G. Ruggie, "The False Premise of Realism", International Security, Vol. 20, No. 1 (Summer 1995), pp. 62-70.Visiones post-modernas: Christopher Hill y Michael Smith (eds.), International Relations and the European Union(Oxford: Oxford University Press, 2005). En especial, ver cap. 1 y cap. 18.Karen Smith, "The European Union: A Distinctive Actor in International Relations", The Brown Journal of World Affairs, Vol. 9, No. 2 (Winter/Spring 2003), pp. 103-113.Alex Warleigh, "Learning from Europe? EU Studies and the re-thinking of 'International Relations'", European Journal of International Relations, Vol. 12, No. 1 (March 2006), pp. 31-51.
El agotamiento del positivismo No sólo el abrupto final de la Guerra Fría desbrozó el camino para el constructivismo. Como ya señalábamos en la primera parte, también hubo agotamientos y desarrollos conceptuales y epistemológicos, tanto a nivel de las ciencias sociales como de la filosofía, que llamaron a replantear el problema de las relaciones internacionales por fuera de la ya vetusta dicotomía realismo versus liberalismo. Uno de los procesos más importantes que incidieron en la conformación del constructivismo, fue el progresivo debilitamiento del positivismo para los años 70 y 80, el cual había funcionado como base epistemológica del realismo y, aunque en menor medida, también del liberalismo. Hay que apuntar aquí que ese agotamiento no se constató solamente en el ámbito específico de las Relaciones Internacionales sino que afectó más ampliamente a todas las ciencias sociales y aún más allá. El autor constructivista Nicholas Onuf, en su texto The Strange Career of Constructivism in International Relations (2002), describe muy bien el ambiente intelectual de esos años, cuando se comenzara a sospechar y, más aún, a cuestionar abiertamente los fundamentos de la ciencia positivista. Así señala: "Scholars have always raised questions about accepted ways of seeing. Beginning in the 1970s, their numbers increased, in the 1980s dramatically. Some critics came to the radical conclusion that we know not what we see, and delude ourselves into thinking that we do. A few others began to see worlds as never-ending construction projects involving even themselves as agents, and realized that they needed new and different tools—tools for making worlds and not just for seeing them." (Onuf, 2002). Lo que estaba sucediendo era, nada menos, que una auténtica revolución epistemológica acaecida en el seno mismo del pensamiento occidental, que no pudo menos que repercutir en las Relaciones Internacionales. Es que nos encontramos en los albores de la posmodernidad y, por lo tanto, se advierte ya un profundo desgaste de los llamados meta-relatos típicos de la Modernidad, que, como señala Lyotard en su La condición posmoderna (1979), habían apuntalado el desarrollo de la ciencia moderna: el más importante de ellos, el del "progreso". En efecto, es por entonces que el "binomio indisociable" ciencia-progreso, sobre el cual la Ilustración había montado un proyecto civilizatorio de una ética, una política y, en fin, de una sociedad "científica", comenzó a resquebrajarse. Los Bachelard y los Kuhn, en la estela de la revolución de Einstein, y luego los Lakatos y los Feyerabend dejaron en claro que el progreso en materia de conocimiento era decididamente más complicado que simplemente acumular y avanzar linealmente, como habían previsto inicialmente los Turgot y los Condorcet y, en general, el grueso de Las Luces. Por otro lado, también se suscitaron en el campo de la antropología, de la sociología, de la lingüística y de la semiótica varias coupures épistémologiques cuyo resultado más significativo, siendo esquemáticos, fue el de hacer patentes las carencias del estructuralismo en la comprensión de la realidad social. Pero lo importante a destacar, a los efectos de este trabajo, de todas estas "revoluciones" es que todas ellas convergieron en señalar, principalmente para los 70, que muchas de las asunciones de la ciencia positivista resultaban, en realidad, insostenibles a la luz de los nuevos desarrollos conceptuales. En particular, la idea de que era posible acceder transparentemente a la naturaleza de las cosas y de que se podía estudiar a la sociedad de la misma manera que cualquier otro "hecho natural", como pretendía Durkheim en la misma dirección que Marx y Comte, pasó a ser concebida más como la expresión de un deseo totalmente utópico que como una posibilidad certera sobre la cual fundamentar el conocimiento científico. Esa objetividad realista a la que habían aspirado tanto el positivismo como el neopositivismo se transformó en una quimera ya que se argumentaba que toda imagen de la Naturaleza, incluida, claro está, la imagen de la sociedad misma, por más distante que fuera simbólicamente hablando, presupone siempre al hombre no sólo como observador pasivo sino como constructor activo del objeto al que se enfrenta. En otras palabras: el nuevo paradigma epistemológico afirmaba que no hay fenómeno sin sujeto puesto que el segundo es la condición de posibilidad del primero. Y ello, amén de Kant, ya lo había visto Heisenberg para la física de los años 30, cuánto más válido era para las ciencias sociales de los años 70. De esa forma, se comenzó a trabajar sobre la concepción de que tanto el "objeto" sociedad como su conocimiento eran, en verdad, un ente artificial, una "techné" o construcción como la definió Hobbes en su momento. Quizás la corriente que más haya trabajado con esta concepción, sobre todo con la idea de que la sociedad es una suerte de artefacto, fue la ecléctica Escuela Inglesa de Relaciones Internacionales, que tomó renovados impulsos con las obras de Wight, Bull, Vigezzi y Dunne, entre otros, a partir de los años 80. Por ese carril, la Escuela Inglesa abandonaba el crudo cientificismo del positivismo, del que el realismo era claro portador y que ignoraba raudamente la especificidad ontológica de la esfera humana además de hipostasiar las relaciones internacionales al equiparlas con el resto de los hechos del mundo natural. Para esta nueva corriente de pensamiento de relaciones internacionales, sino ya constructivista, al menos claramente proto-constructivista, la anarquía del sistema internacional no es una estructura que, por sí misma, determine automáticamente una situación de self-help por parte de los Estados, como describe Waltz. Los mismos no se comportan solamente en base al principio hiper-racionalista de costo-beneficio sino que comparten con otros Estados intereses comunes y, en virtud de ellos, pueden, como había imaginado el contractualismo, decidir establecer normas e instituciones que regulen las interacciones. De esa forma, les es otorgada a los Estados la potestad de convertir esa anarquía estructural dada en algo diferente que un sistema en donde sólo se pueda practicar un egoísmo feudal. Por otro lado, por esos años se asiste también a la emergencia del concepto de identidad tanto en sociología, en filosofía como en ciencia política, que trajo aparejado un renovado interés por el estudio de la cultura, propio de las teorías posmarxistas. A ello se sumó luego la ya mencionada caída del comunismo, lo que despertó una preocupación por las identidades nacionales que habían sido largamente ensombrecidas por el bicromatismo de la Guerra Fría. Además de otros autores, quizás haya sido Bourdieu uno de los sociólogos más influyentes en dedicarle un lugar privilegiado en su reflexión al tema de la identidad y del multiculturalismo –recuérdese, simplemente, a título de ejemplo, su L'identité et la représentation (1980)–. En este punto, hay que decir que Bourdieu no descarta el estructuralismo: lo que hace es historizarlo y dotarlo de una dimensión subjetiva, al concebir a las estructuras sociales, no como un fenómeno natural de orden objetivo sino como producto de una historia colectiva, tejida constantemente por las prácticas sociales y, por lo tanto, no determinista. De esa manera, Bourdieu no sólo le imprime a la idea de estructura un nuevo significado sino que lo hace de tal modo que, al mismo tiempo, logra también recuperar, por la vía de rescatar la intersubjetividad, la importancia de la agencia en la definición y conformación de cualquier estructura. Por otro lado, el concepto de identidad también se volvió fundamental para atacar las teorías de la elección racional, que eran la consecuencia natural del modelo positivista de ciencia. Dichas teorías, aún para finales de los 70 gozaban de buena salud –de hecho, el Theory of International Politics (1979) de Waltz es un ejemplo de esa metodología– y permitieron fundamentar lo que se dio en llamar el "twinning" del neorrealismo y del neoliberalismo de los años 80 (Baldwin, 1993). Los modelos matemáticos y la formalización pasaron a dominar la escena, y en algunos círculos académicos hasta el día de hoy. Pero las ciencias sociales, poco a poco, se despegaron de este modelo y, en su lugar, señalaron que los intereses, sean éstos individuales o colectivos, no están simplemente dados a priori por ocupar un determinado lugar o función en la estructura sino que se configuran libremente en el incesante juego de las subjetividades. Demás está decir que todas estas innovaciones conceptuales y metodológicas que mencionamos serán cristalizadas por la teoría constructivista, en lo que Onuf llama el constructivistic turn, y, en particular, por los textos de Wendt que, en general, estarán fuertemente impregnados de una tónica sociológica. Esas innovaciones van a dar lugar a lo que aquí llamaremos la revolución "onto-epistemológica" del constructivismo, la que veremos en la siguiente parte. Sobre el autorLic. en Estudios Internacionales Universidad ORT-Uruguay Maestrando en Filosofía Contemporánea
Global Governance has been increasingly used in the study of International Relations which, thanks to its versatility and utility, has generated an expansion of its conceptual, methodological, and practical scope. Regional governance is a useful derivation because it makes it easier to understand, from a more precise perspective, how global issues with local repercussions are solved. In this sense, the article shows that security governance in Latin America is characterized by enduring balance of power practices, geopolitics, and mistrust between different parties. At the same time there is coexistence between the historical intention to establish security communities, to find resolutions to controversies, and to solve disputes through institutional instruments, principles, and values that favor peaceful means. In other words, in the region we are in the presence of a hybrid security governance, with practices that evolve over time in accordance with three key factors: the behavior of States and other agents, the capacity of institutions to overcome structural and conjunctural challenges, and finally, the effects of changes in perceptions of organized crime and other ideological and political challenges. Therefore, this article consists of three parts. In the first, the definitions and scope of global governance will be reviewed. Subsequently, its utility will be validated for the comprehension of regional orders and the characteristics that are forged there. Finally, it will be used to expose the hybrid characteristics in Latin America throughout the 21st century. Traditionally, since its inception as a scientific discipline, the explanations provided by International Relations,have been the subject of multifaceted debates. In fact, it was through these great debates, sometimes theoretical and in other cases methodological, that the discipline grew in terms of academic and research production, as well as in the political scope for decision-making. This led to the creation of a true field of study, which took as its initial object of study the area of war and peace between nations, before later moving on to cooperation, the environment, and other issues of the contemporary international agenda. Likewise, governance has been an ideal vehicle to give greater scope and heterogeneity to explanations of processes and empirical events, ones which go beyond traditional theoretical approaches such as realism, institutional liberalism or constructivism. Along the same lines, this progressive academic production has stimulated the specialization and concentration of governance in regional orders, since it allows a clearer reflection on the historical patterns of behavior among the members. This offers a more nuanced explanation of the challenges present,the responses required for structural or conjunctural issues, and the eventual emergence of distinctive elements between different groups. Security governance has mainly focused on four challenges to solve. First, the expansion of the research agenda to specific contexts; second, the greater attention that academic production should give to the relationship between intergovernmental organizations and other non-state actors in defined spaces; third, the predominance of explanations on security in the Euro-Atlantic region and, finally, the need to further link the security governance agenda to debates on region and regionalism. In the same way, the construction and specific behaviors developed in the regions cannot be detached from global dynamics. In this sense, regardless of the geographical character of a region such as Europe or South America, these are mainly political factors, as Hurrell well recognizes, that regional dynamics are a historical social construction, which has been politically contested and criticized. with the intention of recognizing patterns of continuity and transformation, which facilitate the identification of dynamics that particularize and distinguish between them. In this sense, Latin America has not neglected the use of governance, as a concept and as a valid analysis methodology to understand the distinctive characteristics that have made up a particular set of elements that, on the one hand, endure over time and, on the other hand, have recently changed. When referring to security, the opposing points of view show the emergence and incipient development of a heterogeneous, incomplete, and controversial governance. The main objective of this article, based on a hybrid and eclectic approach, will be to understand the evolution of the concept of governance and establish the characteristics of security for Latin America. Thus, in matters of security governance, this article highlights the hybrid character from two lines of argument; on the one hand, there are defenders of a vision based on geopolitics, the balance of power and the latent tension between states; and on the other, there is one more oriented to analyze security characteristics from a constructivist, associative and cooperative perspective. Indeed, Adler and Greve presented an interesting initial reflection on the subject, in the sense that both are necessary for the holistic understanding of the movements, not always ascending, that states carry to equip themselves with instruments and mechanisms that enable them. They allow you to live together in a more harmonious and peaceful way. First, some authors situate regional governance in mainly realistic terms, in which the dynamics of balance of power between states continue to prevail two hundred years after independence. They underline, for example, realities of ungovernability, while a series of specific variables, among which at least five stand out: first, the old geopolitical tensions between states continue to determine situations of conflict and mistrust; secondly, the competencies of individual and personal leaders in provision of common goods and dispute resolution stand out. Third, regional disputes have continued to be fueled both by internal competition - that is, between the states of the region - and, at the same time, by permissiveness in the face of the influence of external powers; Fourth, the importance of the quality of democracy for the countries of the region, which facilitates internal governance processes and strengthening the rule of law and, finally, the link between security and the economy in terms of economic development, that is, the effect of economic independence and economic autonomy in strengthening state security. Second, there is the most interpretive line of reflection on reality, highlighting that beyond the instruments of power and geopolitical, political processes and new ideological realignments must be understood, in which the following variables can be highlighted: first, the internal factors that condition or reinforce the international action of the States; second, the regional redefinition based on the creation of alternative multilateral forums, beyond the OAS, such as CELAC, UNASUR or ALBA, in which there are also components not only of trade and integration, but also of security and, finally, the little regional cooperation in security with low institutional, political and budgetary density. ; La gobernanza global es un enfoque que se incorpora con mayor interés en el estudio de las Relaciones internacionales. Su versatilidad y utilidad amplían el alcance conceptual, metodológico y práctico de la disciplina, lo cual permite investigar y explicar las interacciones y procesos en ocasiones poco claros que se producen entre actores de distinta naturaleza. Desde esta aproximación, la Gobernanza se ha erigido como una herramienta que amplía las explicaciones de los enfoques conceptuales y metodológicos tradicionalmente utilizados, en otras palabras, la gobernanza es un enfoque multidisciplinario y reflexivo que logra desvanecer fronteras interpuestas por los lentes teóricos convencionales y adicionalmente genera nuevas comprensiones entre lo global y lo local. Con base en lo anterior, se ha abierto y estimulado la utilización de la gobernanza al estudio de los órdenes regionales, pues aquellos se encargan de gestionar la agenda internacional, variada y compleja, ubicándose en un punto medio entre dinámicas globales y afectaciones locales. En ese sentido, ha contribuido a fortalecer una comprensión holística de los patrones históricos de comportamiento entre los miembros que los conforman, otorgándole mayor profundidad, ampliación y reflexividad a los procesos y desafíos allí presentes, así como a las respuestas requeridas a disyuntivas estructurales y coyunturales que evolucionan o emergen. En ese sentido, América Latina ha vivido en los últimos veinte años importantes transformaciones en la forma en la que se relacionan los estados y otros actores. La agenda de seguridad no ha sido ajena al fenómeno, por el contrario, el estudio de la gobernanza de seguridad se ha insertado como una categoría adicional de estudio. Así las cosas, la seguridad contemporánea emerge de una combinación entre estructuras políticas, sociales y culturales, que reflejan tendencias históricas, así como nuevos marcos de comprensión analítica, generando un espacio gris, híbrido y heterogéneo. El objetivo central de este artículo es establecer aquellas variables teóricas y prácticas necesarias para el estudio de la gobernanza híbrida de seguridad en América Latina a lo largo del siglo XXI a partir de un enfoque metodológico analítico, ecléctico y situado que señale los elementos distintivos y al mismo tiempo disputados o enfrentados que le han dado forma a la región. Se señala entonces que, la gobernanza híbrida seguirá alterando las definiciones tanto de seguridad como de región, conforme se alteren las dinámicas de poder, los principios y valores que guían el comportamiento de los agentes involucrados y la eficacia que tengan las organizaciones regionales para la gestión de los desafíos presentes y futuros. Para lo anterior, este escrito consta de tres partes. En la primera, se hará una revisión exhaustiva de las definiciones y alcance de la gobernanza global para así facilitar la comprensión sobre su utilidad teórica, revisando algunas críticas. Posteriormente se validará su beneficio para formular nuevos marcos de comprensión acerca de los órdenes regionales y las características que allí se forjan y, finalmente, se empleará para mostrar cómo ha consolidado una estructura heterogénea, disputada y conflictiva que no se ha terminado de completar o de desarrollar en América Latina.
"Wir leben immer in einer Welt,die wir uns selbst bilden." Johann G. Herder "We construct worlds we knowin a world we do not." Nicholas Onuf Introducción Es indiscutible que en los últimos años –grosso modo, desde finales de los 80' hasta esta parte- el constructivismo se ha consolidado como una de las alternativas más sólidas a las teorías realistas y liberales, que, desde el fin de la Primera Guerra Mundial, ejercieron un dominio indiscutido, y aparentemente indiscutible, sobre la reflexión internacional. En la presente tríada de artículos pretendemos explicar a qué se debe ese particular suceso de este nuevo paradigma a la vez que intentaremos poner de relieve la "diferencia específica" del constructivismo con respecto al resto de las teorías de RRII. En esta primera parte abordaremos las condiciones históricas e intelectuales que propiciaron al auge del constructivismo, mientras que en las dos siguientes trataremos respectivamente del declive del positivismo y de la contribución propiamente dicha de la teoría constructivista al estudio de las RRII. a) El auge del constructivismo El World of Our Making (1989) de Nicholas Onuf junto con el Anarchy is What States Make of It (1992) de Alexander Wendt son dos de los textos fundacionales del constructivismo en las RRII y constituyeron un punto de inflexión en la historia del pensamiento teórico de la disciplina. Y ello porque, ante todo, lo que Onuf y Wendt lograron hacer con sus respectivas propuestas fue romper con el modelo ontológico y epistemológico positivista que tanto el realismo como el liberalismo presuponían, tal vez no del todo conscientes, y en cuyo marco se había desarrollado toda la discusión teórica en RRII desde principios de siglo XX. Haciéndose eco de los desarrollos acumulados durante décadas en las áreas de la filosofía, de la antropología, de la lingüística y especialmente de la sociología, el constructivismo, en un movimiento kuhniano, propuso para la disciplina un cambio radical de paradigma. Escudado en su nueva epistemología, el constructivismo se abrió paso justamente por allí donde el realismo y el liberalismo, y sus respectivas versiones "neo", o bien no habían explorado lo suficiente o bien ni siquiera lo habían intentado debido a un esencial desinterés teórico. De esa forma, el constructivismo cobró un fuerte impulso, y fue así que la literatura de dicho enfoque virtualmente explotara para los años 90. Quizás los ejemplos más destacados de esa inusitada proliferación sean el National Interests in International Society (1996) de Crawford, el Legitimacy and Power Politics (2002) de Bukovansky, el Revolutions in Sovereignty (2001) de Philpott, Rethinking the World: Great Power Strategies and International Order (2007) de Legro, entre otros autores. Con esta prodigiosa producción intelectual, se redescubrieron viejos problemas, más que nada los ligados a la contingencia histórica, y se iluminaron otros, tales como los del origen, significación y legitimación de la idea de soberanía. Problemáticas todas que las teorías realistas y liberales habían sencillamente ignorado, al haberse anclado en enfoques más bien del tipo estructuralista e institucionalista, de corte positivista y racionalista, de preeminente carácter transhistórico. En ese punto es bueno advertir que, en realidad, y a la luz de los múltiples desarrollos que ha tenido recientemente, no es preciso hablar de "el" constructivismo, como si fuera una corriente única, internamente consistente. Existen, como en el caso del realismo y del liberalismo, dentro del mismo paradigma constructivista distintos acentos y enfoques, que han pautado diferencias tanto en las líneas de investigación como propiamente teóricas. De hecho, es porque los desarrollos del constructivismo fueron tan rápidos como dispares, que, como muy bien retrata Stefano Guizzini en su "Reconstruction of Constructivism in International Relations" (2000), algunos autores, como Adler, Checkel, Hopf y también él mismo, se han empeñado en la tarea de reconstruir, con vocación sistematizadora, la coherencia interna del movimiento, amenazada, en algún punto, por la avalancha de artículos de eclécticas perspectivas que aparecieron en los últimos años. Pero las razones para este particular auge del constructivismo, son varias. Sin embargo, a grandes rasgos las podemos dividir en dos: por un lado, las exógenas, es decir, las que provienen por fuera de la reflexión teórica propiamente dicha y, por otro, las endógenas, a saber, las que surgen de un desarrollo interno sea al pensamiento internacional mismo o en disciplinas aledañas. Comencemos por las primeras. b)Caída de la URSS y sus implicaciones teóricas Uno de los factores exógenos que más coadyuvó a la envión constructivista de los años 90 fue, sin dudas, la inesperada caída del muro de Berlin y el subsiguiente derrumbamiento de la URSS. El motivo por el cual estos acontecimientos fertilizaron el terreno para el constructivismo es muy sencillo y evidente: los mismos marcaban el fin de la Guerra Fría, y significaban, por sobre todo, el final del marco histórico-estructural que había amparado la emergencia de varias teorías de RRII, sobre todo, el neorrealismo de Waltz y el neoliberalismo de Keohane y Nye, que habían ejercido un predominio casi monopólico. En general despreocupadas por comprender los cambios sistémicos, puesto que éstos, se aducía, eran excepcionales, ambas teorías se vieron totalmente sorprendidas por los sucesos históricos que desencadenaron el final del comunismo y de una bipolaridad que se había creído falazmente como sempiterna. Es que esos cambios difícilmente podían ser explicados o predichos por unas teorías de fuerte prosapia positivista como las suyas, siempre desveladas por intentar desentrañar las hipotéticas leyes naturales que regirían la estructura objetiva e invariable del sistema internacional, que por atender las contingencias históricas, a menudo retratadas como accidentales o accesorias. Pero, por su magnitud para el sistema internacional en su conjunto, el desplome de la Unión Soviética y, como consecuencia, de toda la estructura político-ideológica que se había montado alrededor de ella, no podía ser, bajo ningún punto de vista, un episodio histórico teóricamente marginalizable: convocaba a una reflexión profunda no sólo sobre la naturaleza del sistema internacional sino también sobre los fundamentos y, por ende, la validez de los enfoques teóricos planteados hasta el momento. Y es que, ante todo, la debacle soviética trajo al centro de la escena lo que el realismo y el liberalismo se habían empeñado en negar: en primer lugar, la ineludible importancia de la historia a la hora de entender el desarrollo de las RRII y, en segundo lugar, la necesidad de elaborar una teoría que efectivamente pensara los cambios estructurales y no como meras excepciones. Hasta entonces, principalmente el realismo, se había enfocado en la producción de un herramental teórico que pudiera dar cuenta, en clave fuertemente cientificista y mecanicista, del funcionamiento de la estructura internacional. Pero, por otro lado, estaba completamente huérfano de toda reflexión metafísica sobre la naturaleza profunda de ésa estructura: a saber, su origen histórico, sus despliegues internos y su temporalidad. Tenía una teoría sobre cómo se daban las interacciones al interior de la estructura, no obstante, carecía de una teoría sobre la estructura misma. Simplemente se asumía que estaba "dada", como el mundo trascendental de Platón o las ideas innatas de Descartes, y que, teniendo ese supuesto como base, podrían descubrirse sin más los patrones básicos del comportamiento internacional. Sin embargo, ¿cómo era posible explicar la Perestroika y la Glásnost de Gorvachov parados desde el paradigma realista que asumía, con bastante ligereza, la existencia de una estructura a priori y supuestamente atemporal? Con la caída de la URSS, no pudo sino reconocerse o, mejor dicho, terminar de reconocerse, que el mundo internacional era definitivamente más complejo de lo que señalaban los presupuestos del realismo, cuya larga hegemonía teórica en la disciplina comenzaba a ser rápidamente socavada. En general, los realistas se vieron obligados a aceptar que, a la luz de lo sucedido, en la estructura internacional existen, cuanto menos, algunos "puntos de fuga" por donde su teoría falla. Es que el fin del mundo bipolar reveló que no bastaba sólo con "medir" el poder nacional, definido generalmente en términos materiales, identificar la posición de los actores (Estados) en el sistema y, a partir de allí, derivar, como en un silogismo, unos intereses nacionales que aparentemente estarían abstraídos del espacio y del tiempo. Por otro lado, tampoco satisfacían los intentos, para finales de los años 90, más cosméticos que sustantivos, emprendidos por el realismo neoclásico de autores como Rose, Aferro y Labell, que buscaban matizar el materialismo, por momentos recalcitrante, del realismo así como su enfoque metodológico preeminentemente holista, cuando señalaban respectivamente la importancia de las ideas y de las elites en la toma de decisiones. El problema con estos intentos de revitalización del realismo es que, en lo esencial, mantenían el mecanicismo tosco sobre el cual el realismo había fundamentado su estructuralismo y con el cual había funcionado sin mayores dificultades por más de medio siglo. Pero justamente era ése mecanicismo lo que había que reformular. Entiéndase bien, no se trataba de abandonar completamente el estructuralismo, si bien eso fue lo que propusieron en general las teorías posmodernas, sino de señalar sus evidentes carencias y limitaciones teóricas. En ese sentido, podemos decir que luego de la caída de la cortina de hierro, se convino en señalar que una teoría materialista del sistema internacional era ciertamente necesaria pero, en ningún caso, suficiente por sí misma para agotar la complejidad intrínseca de las RRII. Siendo muy lacónicos, podemos decir que la tarea urgente era la siguiente: había que conservar el estructuralismo pero, a la vez, había que superarlo, poniéndolo en nuevos términos. Y fue precisamente labor, casi hegeliana por lo que tiene de dialéctica, la que llevó a cabo el constructivismo al conjugar el enfoque estructuralista con una perspectiva, más que idealista –puesto que el concepto tiene connotaciones epistemológicas que no son asimilables al constructivismo– ideacionista ya que subraya la importancia de la intersubjetividad, de las ideas y de la historicidad en la conformación de cualquier estructura social, sea nacional o internacional. Con esta perspectiva teórica novedosa, el constructivismo se volvió rápidamente exitoso en los círculos académicos pues con su parsimonia característica evita caer tanto en los excesos del materialismo como en los del idealismo, logró conquistar el llamado middle ground entre la teoría realista y liberal, que había estado vacante durante mucho tiempo y que el post-estructuralismo de las teorías posmodernas no supo cómo capitalizar. Otro factor que coadyuvó a allanar el camino al constructivismo fue sin dudas el agotamiento de la concepción positivista de la ciencia, al cual le dedicaremos íntegramente la siguiente parte. Sobre el autorLic. en Estudios Internacionales Universidad ORT-Uruguay Maestrando en Filosofía Contemporánea
El Ecuador, como país intercultural y plurinacional recoge en su memoria social todas las costumbres, mitos, leyendas y tradiciones que transforman en direccionamientos para el desarrollo del país en todas sus áreas, ya que compila en el Derecho Consuetudinario de los pueblos originarios del Ecuador su forma de actuar, ya hoy en día gracias a la revolución ciudadana, lo podemos socializar y aplicar, mismos que deben ser cumplidos en forma coercitiva porque ese es su modo de vida, que con toda seguridad lo manifiesto, es la base para llegar al Sumak Kausay. El presente trabajo explica en resumen la historia de nuestros pueblos originarios, mismos que para llegar a la vida republicana y la colonización han sufrido un proceso de expansionismo y dominación incaica – española, en su debido orden, para luego entrar en la capitulación por las grandes empresas de conquistas, organizadas técnicamente en Centro América y expandirse hacia América del Sur e ingresar al proceso de formación del amerindio, que en el tránsito de Inca a indio y campesino, ha sufrido discriminaciones en todo sentido, llegando a ocultar toda la sabiduría ancestral que luego fue catalogado como actividades paganas en contra de Dios de acuerdo a la Biblia que nos trajeron del viejo mundo (Vera, 1989) En este proceso, el amerindio pasa por un período de tamizaje en donde se cumplió con el gran objetivo de la conquista; que desaparezca de una vez por todas los rasgos culturales de la cosmología andina, que el runa y la huarmi tengan vergüenza de sus ancestros, sus etnias y culturas; de este modo, terminaron con su vestimenta, culto, creencias, mitos, leyendas y tradiciones (Derecho Consuetudinario). Conscientes estamos que toda la memoria ancestral se resume en el Derecho Consuetudinario de los pueblos originarios del Ecuador, pero no se puede desarrollar, preservar y socializar sino existe un proceso de enseñanza básica para que sea transmitida de generación en generación, caso contrario, toda esa riqueza cultural quedaría en el olvido. Razón por la cual los maestros cumplen un papel importante en el proceso de enseñanza aprendizaje, ya que son los responsables del conocimiento histórico real del antes y el después de las comunidades y pueblos del Ecuador. Para que un docente pueda transmitir los conocimientos ancestrales inéditos a las futuras generaciones, debe dominar la norma y la sociología jurídica ya que nos da la sabiduría y todas las herramientas para hacerlo con eficiencia, efectividad, y eficacia de todos los conocimientos ancestrales en prácticas diarias; es así como, en la vida republicana, hasta la década de los 90 los educadores no podían realizar prácticas educativas reales en forma clara, transparente y cierta, porque los contenidos científicos se basaban sólo en conocimientos extranjeros o currículos de otros países y en el mejor de los casos al catecismo. Es la Sociología Jurídica, la filosofía y el Derecho Consuetudinario especialmente la danza el teatro y los juegos populares las únicas actividades que de una u otra manera utilizan legalmente los educadores para realizar el proceso de enseñanza aprendizaje con saberes ancestrales plasmados en mensajes a través de corografías, obras teatrales y juegos lúdicos o populares. Tanto en el Ecuador como en el resto de América Latina, existe un nuevo escenario político en la cual la: multi-pluri-inter-culturalidad está ganando espacio y legitimidad. Esta nueva coyuntura incluye el reconocimiento por parte de los estados sobre la diversidad étnica y cultural, así también la necesidad de reconocer derechos específicos, colectivos y de la naturaleza, lo que algunos autores llaman el nuevo "constitucionalismo multicultural", que está enfocado en una nueva forma de solución de conflictos, ya sea por la conciliación, mediación, arbitraje, pero principalmente la justicia indígena (Van, 2000) y su relación con la ciudadanía "étnica" "cultural". (Montoya, 2002). Ratifican la aplicación de los Métodos Alternativos y Solución de Conflictos (MASC) mismos que están amparados por la Constitución ecuatoriana en su Artículo 190. Como bien sabemos, a diferencia de otros países de la región, en el Ecuador este reconocimiento oficial es de mayor jerarquía; reflejo y resultado de luchas y demandas del movimiento indígena, de sus procesos de fortalecimiento identitario como actores sociales, políticos y culturales y de su cuestionamiento de los modelos existentes de ciudadanía, democracia, estado y nación liderados por los movimientos indígenas en sus diversas organizaciones de la costa, sierra y oriente. Las demandas de reconocimiento cultural de los pueblos indígenas y pueblos originarios del Ecuador, han puesto en duda la vigencia de un sistema jurídico mono cultural, aun teniendo en cuenta el escenario del multiculturalismo constitucional que recorrió las reformas constitucionales latinoamericanas desde la aprobación del Convenio No. 169 por parte de la Organización Internacional de Trabajo en 1989. En el Ecuador este proceso es primordial y de sumo interés, razón por la cual con la aprobación del referéndum de la nueva Constitución en el 2008, en la que se define como Estado Plurinacional de Derechos, reconociendo la coexistencia de una diversidad de sistemas jurídicos. Los países de la región, como Bolivia y Venezuela, entre otros, han transitado procesos similares, cuestionando la permanencia del denominado monismo jurídico quien plantea que las crisis son una precondición para el surgimiento de nuevas teorías y referentes para la solución de conflictos. El reconocimiento por parte del Estado de los sistemas jurídicos, no implica que las autoridades de los pueblos y nacionalidades indígenas tengan el objetivo de crear algo nuevo, sino el reconocimiento de una realidad histórica de ejercicio de derechos consuetudinarios, que en el marco de la construcción colonial de la dominación estatal fueron invisibilizados, negados y perseguidos, como prácticas al margen de la ley. El pluralismo jurídico no es una "alternativa" del derecho, sino un proceso de construcción de otras formas jurídicas que identifiquen al derecho con los sectores mayoritarios de la sociedad, y de respuestas institucionales a procesos de transición de una sociedad marcada por la colonialidad hacia una construcción social y estatal de carácter intercultural y plurinacional, en donde se compila todas las costumbres, tradiciones, leyendas y mitos ancestrales. Tal como lo plantea (Coutinho, 1990), "un pluralismo de sujetos colectivos fundado en un nuevo desafío: construir una nueva hegemonía que contemple el equilibrio entre el predominio de la voluntad general, sin negar el pluralismo de los intereses particulares". En los últimos cuatro años de vigencia de la nueva carta magna del Ecuador, la coexistencia de la justicia ordinaria y la justicia indígena no ha estado exenta de conflictos respecto de los alcances de la jurisdicción de la administración y justicia indígena, de la adaptación de procesos a los derechos humanos, de los mecanismos de coordinación entre autoridades estatales y autoridades indígenas, entre otros. En ciertos casos se alcanzan situaciones en las que las autoridades comunitarias fueran sometidas a la justicia ordinaria por exceder su jurisdicción (Ref. Caso La Cocha), así como fuertes reclamos por parte de las autoridades comunitarias respecto de la intervención no solicitada de operadores de justicia al margen de sus derechos colectivos. Razón por la cual sociólogos, filósofos e investigadores para dar jerarquía a toda la memoria, filosofía ancestral y la cosmovisión andina, enfocan como Derecho Consuetudinario para llegar al cumplimiento de la armonía comunitaria. ; Ecuador, as an intercultural and multinational country in its social memory, collects all customs, myths, legends and traditions that become the country's means for development in all areas, as compiled in the customary law of the indigenous peoples of Ecuador that nowadays, thanks to the citizen's revolution we can socialize and apply, these should executed as an imperative because that is their way of life, which I can surely say, is the foundation to achieve the Smac Kausay. In this paper we explain in brief the history of our people, whom to reach the republican status and colonization have undergone a process of expansionism and Inca- Spanish domination, thereafter entering the capitulation by the big companies conquests, technically organized in Central America to expand into South America and enter the process of formation of the Amerindian going from Inca to Indian and peasant, has suffered discrimination in every way; thus hiding all ancient wisdom since it was listed as pagan activities against God and the Bible that were brought from the old continent. In this process the Amerindian goes through a period of screening where he meets the great object of conquest, disappearing once and for all the cultural traits of the Andean cosmology, the run and huarmi are ashamed of their ancestors, their ethnicities and cultures; in this way the screening process finished with their costume, religion, beliefs, myths, legends and traditions. It is known that all the ancestral memory is summed up in the customary law of the indigenous peoples of Ecuador, however, it is not possible for it to develop, preserve and socialize, unless through a process of basic education to be transmitted from generation to generation; otherwise, all this cultural richness would be forgotten. This is why teachers play an important role in the teaching-learning process since they are responsible for the actual historical knowledge before and after the communities and people of Ecuador. For a teacher to transmit to future generations unpublished ancestral knowledge, you must 22 master the art, as only art gives us the wisdom and all the tools to do it with efficiency, effectiveness, and expertise of all ancient knowledge in daily practices; the reason being is that during the republican period until the 90s, educators could not make real educational practices in clear, transparent and authentic ways, because scientific contents are based only on foreign expertise or curricula of other countries. Performing arts are especially theater and dance popular games the only activities that one way or another legally used educators for the teaching-learning process with ancestral knowledge embodied in messages through choreographies, plays and recreational or popular games. Both in Ecuador and in the rest of Latin America, there is a new political scenario in which the multi- -inter-culture is gaining ground and legitimacy. This new bias includes the States recognition over ethnic and cultural diversity, and also the need to recognize personal and common rights, as well as those of nature, for which some authors call the new "multicultural constitutionalism." Van Cott (2000) and its relation to the cultural ethnicity. Montoya (2002). In relation to what is the Alternative Dispute Resolution mean (ADR) which are covered by the Constitution in Article 190. As we know, unlike other countries in the region, in Ecuador this official recognition is of major prominence; reflection and result of struggles and demands of the indigenous movement in the processes of strengthening identity and social, political and cultural actors and their questioning of existing models of citizenship; democracy, state and nation led by indigenous movements in their various organizations through the coast, mountains and east. The demand for cultural recognition of indigenous peoples and indigenous people of Ecuador have questioned the validity of a mono cultural legal system, even taking into account the stage of the constitutional multiculturalism that swept Latin American constitutional reforms since the adoption of Convention No. 169 by the International Labor Organization in 1989. In Ecuador this process is essential and of great interest, thus with the approval of the referendum on the new Constitution in 2008, which is defined as multinational State of Rights, recognizing the coexistence of a variety of legal systems in it. The countries of the region such as Bolivia, Venezuela and others, have passed similar processes, questioning the permanence of the so-called legal monism who argues that crises are a precondition for the emergence of new theories and relating to conflict resolution. The recognition by the State of legal systems does not imply that the authorities of the indigenous people and nationalities have the goal of creating something new, but the recognition of a historical reality exercise of customary rights, which under the colonial domination were invisible, denied and persecuted, and practices outside the law. We do not consider the legal pluralism as an "alternative" use of law but as a process of construction of other legal forms identifying the law with the majority sectors of society and institutional responses to processes of transition from a society marked by colonialism moving towards a social state characterized as intercultural and multinational where all the customs, traditions, legends and ancient myths are compiled. As stated by Coutinho (1990), "a pluralism of collective subjects based on a new challenge: to build a new hegemony that considers the balance between the dominance of the general will, without denying the pluralism of individual interests". In the last 4 years of validity of the new Constitution of Ecuador, the coexistence of ordinary justice and indigenous justice, has not been free of conflict over the scope of the jurisdiction of the administration and indigenous justice, the adaptation of cases to human rights, the mechanisms of coordination between state authorities and indigenous leaders, among others. Reaching in some cases, situations where the Community authorities were subjected to regular courts to "exceed" its jurisdiction (Ref. Case La Cocha) and strong complaints from the Community authorities regarding the unsolicited intervention of justice operators regardless of their collective rights. 24 In this research all cultural features of the main communities and indigenous nationalities of the three regions of Ecuador are also being analyzed, which have gone unnoticed in the social context and in the best case, taken as isolated activities, put in practice or socialized in the main festivities of the people. This is the reason for us as educators for basic education, to give all the memory hierarchy, ancient philosophy and the Andean world we take it as customary law to take into action with the community may it be as a voluntary act or coercively. Part of the study of this paper is also to extent the responsibility to the State-Government, to maintain all the values and principles of the ancestral memory and cultural heritage of the indigenous people of Ecuador in an intact and unchanged way, to transmit to future generations; goal which you can achieve only with the education and training of teachers in different areas, but mainly in performing arts ; as well, on how to handle: customs, traditions, ethnic and folk legends, which is part of the standard of living of the indigenous people and peasants, and serves as a relevant issue to the development of basic education curriculum. This research with proposed development schedule was fulfilling the objectives, analyzing the extent to which cultures of indigenous people of Ecuador are present in the teaching of basic education, teacher training, and the level of positioning in the absence the arts, the presence of popular traditions in the curriculum and teacher preparation for teaching and its impact on society, and only then get to know the cultures of indigenous people of Ecuador in basic education. A study on the contribution of arts and popular traditions in the curriculum of basic education to achieve the implementation of the common system of legal pluralism with coarse principles based on Andean philosophy. The methodology, as an instrument for the operationalization of variables and objectives of the research is based on the paradigm of functionalism and constructivism, with field research (indigenous community leaders, members of councils, cultural promoters, educational authorities, elders of the different communities , basic education teachers) as descriptive, bibliographic and documentary scientific contributions in the areas of study, collecting data with the technique of the survey, interview and observation, and tools such as questionnaire. Interview guide and observation sheets, which allowed establishing the relationships between variables and approving the alternative hypothesis. Thus affirm that in our country, knowledge of the cultures of the indigenous people of Ecuador have not been involved, but rather have been marginalized and forgotten, where only basic education devoted to teaching general knowledge and specified in the area of mathematics and language, which is why there is a lack of 80% of the current population, and especially of teachers, both Ecuadorian reality as ethnicities and cultures of our ancestors.
1-. International relations (IR) theory has suffered a restructuring among several lines over the past two decades. The gradual but uninterrupted decline of systemic theories - primus inter pares in the discipline since the 1970s- is one of those. (1) This decline was accompanied by a rise of those approaches that privilege domestic politics as the place to look for answers. For reasons I will develop below, such an intellectual step was logical, expected, and partially appropriate. (2) While the current state of affairs should not be seen as immutable and a systemic comeback is plausible, the truth is that domestic politics, and non-systemic approaches in general, are well entrenched in a semi-hegemonic position. In this essay I will explain the reasons behind the aforementioned shift, assess its consequences, and advance some hypotheses on the future of systemic theories of IR.2-. Born between the interwar period and the dawn the Cold War world, IR was created with the explicit objective of explaining the causes of war –particularly great wars, understood under the lenses of the two devastating conflicts of the first half of the 20th century. Since then, IR scholars have struggled to respond to the main challenges –or what they perceive as the main challenges- in world politics. (3) This "duty" to explain the world drives theory to follow the patterns of change in international politics, which, as they develop, suggest new problématiques and novel ways to approach them. In important ways then –although, as discussed later, this is not the whole picture- (4) a sociology of inquiry is needed to better understand some of the key transformations in IR theory -e.g. the shift from systemic to domestic theories. Systemic approaches (5) made their meteoric rise under the shelter of K. Waltz's Neorealism. (6) They were created as a tool for a particular time with particular problems. (7) This was a world in which the primary preoccupation was how to manage the bilateral relationship between the United States and the USSR so that it would not en up in World War III. There were certainly other interests in the discipline, but this one outweighed all the rest. A Cold War context made systemic theories very appropriate. Needless to say, the bipolar conflict had been in place a long time before Waltz's path-breaking Theory of International Politics. (8) The essential point is, however, that Neorealism proved to be very successful in explaining the basic patterns of interest in this particular period of the history of IR –i.e. dynamics of polarity, relevance of nuclear weapons, consequences of anarchy and its relationship with war and cooperation, inter alia- in a more parsimonious and convincing way than the discipline had ever been able to do.The IR community recognized this "Copernican turn", as Waltz defined it, as progress and systemic approaches were established as mainstream, maybe even as "normal science." Anyone trying to explain something in international politics had to reckon with the system. This was true for realists (see the work of Gilpin, Walt, and Grieco) but also for scholars with a line of inquiry that differed substantially from Waltz's (see Keohane's Cooperation after Hegemony for a good example). 3-. A dramatic event that shakes the bases of an academic discipline is sometimes needed to motivate scholars to devise new lines of inquiry and surpass research programs that appear to be losing heuristic power. This is what the fall of the Soviet Union did with Neorealism, and systemic approaches in general. (9) Structural realism was in many ways, and problematically so, a theory for the Cold War. Its discussion on nuclear weapons, bipolarity, uncertainty, and superpower dynamics seemed to be too tied to a specific historical context. (10) The inability of neorealism, or any other systemic theory for that matter, to foresee –or even explain- the disappearance of the bipolar world –a systemic change par excellence-supposed a hard blow to its appeal. (11) Both the fall of the USSR and the subsequent appearance (or uncovering, once the Cold War veil was lifted) of new "themes" in international politics -IPE, civil wars, the role of leaders, the democratic peace, inter alia- opened a fertile camp over which to argue for the need to "go beyond systemic theory." (12) I argued supra that this was an appropriate move (or partially appropriate). But the reasons implicitly inferred up to know -failure in predicting events and a crisis in the IR community (in a Kuhnian sense)- cannot support this claim. The other face of the coin is that the thorough self-examination of the 1990s also responded to internal problems of systemic theories as research programs. For example, in the 1980s the discipline was stuck in the mud of absolute vs. relative gains debate, a degenerative discussion from a Lakatosian perspective. (13) Visible problems of heuristic power were calling for a partial move beyond the system. This was the real cause for the shift, and the best argument to characterize it as "appropriate". The exogenous shock (fall of the USSR) had the role, not at all minor, of opening a window of opportunity for dissenting scholars. Helen Milner was one of the most eloquent advocates for this turn. Her argument, in short, was that "systemic theory simply cannot take us far enough" (Milner, 1992). The assumption that anarchy was the principal variable defining states preferences and the primacy of a straight causal line from the system to the state and then to policy-making was excessively simplistic, Milner argued. How could the discipline solve this quagmire? By studying domestic politics to understand states' preferences and, consequently, the differing patterns of conflict and cooperation in international politics. (14) As Milner contended: "…cooperation may be unattainable because of domestic intransigence, and not because of the international system." (15) A reaction against systemic theories was not exclusive to the liberal trenches. Following this turn toward domestic politics, some realist scholars directed their efforts at the incorporation of domestic variables as a way to add complexity to systemic models that they saw as too crude. In his From Wealth to Power, F. Zakaria argued that anarchy and the distribution of power were not enough to explain the behavior of rising powers. After observing that at the end of the 19th century the US was not as assertive as a structural approach would have predicted, he hypothesized that this was because it did not have the governmental capacity to do so. To solve this puzzle he argued for the incorporation of models of resource extraction and governmental capability to try to get through the Neorealist corset. This was an important intra-realist challenge to a somewhat ossified systemic realism. (16)The rise of domestic approaches represented a generalized discontentment with the excessive importance given to parsimony and the inflexibility that came with it. Parsimony, which should be no more than a tool in theory building, was placed as a goal in itself, restricting research in a way that went against the discipline's own progress. Those boundaries had to be overcome if we wanted to say something about some of the important issues left unstudied by a focus on the system. Once again, the Cold War world with its apparently clear strategic problems may have seemed more propitious to a highly parsimonious approach to theory building. In a post Cold War world, the costs of parsimony were too heavy. Domestic theories certainly lost in parsimony, but they gained in a more real approach to IR problématiques. This was the primary rationale behind the turn here discussed, and in this limited sense, the shift was appropriate. (17)4-. It would be nice to unambiguously assert that the fall of systemic theories made IR a coherent and progressive discipline. This, unfortunately, is not the case. The past two decades have seen the formation of a different ethos of theory building and discipline development that may end up doing more harm than good to our broader understanding of international politics. Something not mentioned up to now is the ascent of quantitative and strategic-choice approaches in the discipline. Quantitative approaches gained prominence by the same time that, and related to, domestic theories were supplanting systemic theories. (18) Strategic choice and game theory, following developments in other academic areas -especially economics-, also gained importance in the 1990s under the idea of formalizing theories and going beyond the "isms." There is nothing wrong with these approaches per se. Quantitative work has been very important in the empirical development of IR -maybe too neglected in the past. Formal theory, on the other hand, is a powerful and clear tool to build and evaluate theories while avoiding problems of underspecification all too common in the discipline –though, this is only true if one can get through its assumptions. (19)The problems of this new "methodological bets" are to be found in the costs for the general development of the discipline. The most pressing are the ones related to the idea that theory construction should be a bottom to top affair, and the implicit notion that by building the parts individually we will eventually end up in a progressive accumulation of theoretical knowledge. However, this epistemological decision may well result in the proliferation of particularistic theories of problems ever more sophisticatedly studied, increasingly particular and micro, and in crescendo uninteresting. (20) By depending on a kind of magical automatic accumulation of theoretical knowledge we are risking to end up with an even more chaotic and incoherent discipline (more on this in the conclusion). 5-. As said in the introduction, the fall of grace of systemic theories cannot be taken as an irreversible given; it is possible to devise some scenarios in which systemic approaches could make a comeback.The first one is linked to the relationship between theory and History discussed earlier. The post Cold War world, particularly the 1990s, was a strange period for the discipline. The study of IR has historically dealt with great power politics as its core. The "curious" 1990s came with a certain absence of great power politics, especially due to the overwhelming power position of the US. This goes a long way in explaining the growing emphasis on domestic politics, civil wars, international organizations, inter alia, during those years. A partial return of classical great power politics (or the perception of it) -for example under the banner of the rise of China and some other middle powers- might motivate a recasting of systemic theories -particularly for those wanting to study polarity (a passé topic in the unipolar 1990s), (21) systemic change and its consequences, etc. (22)Another plausible scenario would be the success of some of the ongoing projects to make systemic theories more sophisticated and comprehensive by, for example, incorporating domestic variables. A good example is "Neo-classical Realism" (see fn. 16). This research project proceeds from a systemic assumption of the influences of the system (that is, a neorealist basis) but incorporates domestic politics as an intervening variable between systemic pressures and decision-making. Though a rather interesting proto-school, Neoclassical Realism is still in its infant stages and has yet to produce work of remarkable characteristics. Lastly, domestic politics, as should have been expected, were not the panacea for the development of IR theory. There might well be a social exhaustion with the results of domestic and micro-theory –a Kuhnian crisis analogous to the one that discredited systemic theories. This may eventually take IR on unexpected paths. Nevertheless, if measured by academic output and Geist, predicting a comeback of systemic approaches seems a risky bet. The discipline appears to be quite comfortable with increasing its empirical production, formalizing theories towards an Icarian "scientism", and avoiding, at its own peril, a "wholist" view of international politics. 6-. Going beyond systemic theories –not in the sense of vanishing them, but of relaxing some of their strictures, increasing their sophistication, and trying new approaches- was the necessary thing to do for a methodology that was unable to cope with many of the relevant problems in IR. The turn to domestic and particularistic perspectives brought much needed renovation, indeed. However, the excesses incurred by systemic theorists as a result of an obsession with parsimony and structural effects may now seem analogous (although for the opposite reasons) to a fixation with the particular and micro-level studies in contemporary IR theory. A blind push to obtain ever more data of increasingly micro phenomena puts at risk what we can say about international relations in general. We may, for example, be more much prepared to sophisticatedly answer why a specific insurgent group responded in a specific way to the level of aggression of a specific state, (23) but we may also be losing our interest and capacity to think about the nature of conflict in its most elemental condition. The stakes are too high for the IR community to avoid an honest discussion on how far we are willing to continue on this path. (1) This essay works with the assumption of a relative decline of systemic apporaches. To argue that they have vanished would be utterly incorrect. For a convincing argument on the inevitability of structural constraints see Jervis'sSystem Effects.(2) Although a change may be welcomed, the results are not always as encouraging as expected (more on this qualification of "appropriate" later).(3) This does not mean, of course, that there is an exclusive focus on policy or immediacy, It means that in its most basic essence, the idea of the discipline is to be able to provide some answers to the pressing problems in the international system. To give an example, few people would be interested in studying the prospects of war between France and Germany in the 21st century per se –though it surely is studied as a historical case that can shed light on other issues-, while this was one of the main topics in the nascent IR discipline.(4) Social science does not progress only by exogenous shocks, but also for endogenous reasons that cannot be explained by what happens outside theoretical disscusions.(5) Understood simply as those that privilege the influence of the structure over the behavior of the units.(6) This type of theories certainly were not born with Waltz; systemic is a much broader category than Neorealism. The important point is that Waltz devised the more convincing type of systemic theory. For simplicity, Waltz' Neorelism will be used here as the epitome and a kind of proxy for systemic theory. (7) It must be said that the rise of systemic theories also responded to changes in the social sciences in general; for example, the influence of structuralist anthorpoligist Levi-Strauss' work, which Waltz knew well.(8) Theories of IR before Waltz hosted a diverse group of analysts: Classical realism from the hand of a Hans Morgenthau, Geroge Kennan and Raymond Aron; liberal approaches from a Stanley Hoffman, Robert Keohane and Joseph Nye; Bureacratic Organization and foreign policy from a Graham Allison; and a long et cetera.(9) See R. N. Lebow, "The Long Peace, the End of the Cold War and the Failure of Realism."(10) See I. Oren's Our Enemies and US: America´s Rivalries and the Making of Political Science.(11) As with its rise the decline of systemic theories was also linked to broader transformations in the world of ideas, to which IR seems to always be a latecomer. From a broad perspective, this phenomenon had started in the 1960s with the work of Foucault, Derrida, Geertz and others.(12) The end of the immediate preoccupation with bipolarity also gave the opportunity to rethink some long-term historical problems of Neorealism (see Schroeder 1994).(13) Some of the scholars engaged in this deabate were: Keohane, Grieco, Axelrod, and Mastanduno; cf. Milner (1992).(14) In another article in International Organization (1987) she argues that to understand the way in which states make decisions in the international economy it is not enough to look at anarchy. Her model studies the type of economic links between countries (high or low interdependence) and the influence of interests groups that may pressure the state to make particular decisions; these policy outcomes would have been incomprehensible from a systemic/anarchic stance. According to Milner, there is an important dynamic of preference construction and strategies adopted that are to be found in domestic politics.(15) See also Putnam (1988) for an interesting effort to move beyond lists of domestic factors and towards a coherent two level theory.(16) This line of research has been given the title of Neoclassical Realism (see G. Rose 1998). See the work of R. Schweller, J. Taliaferro, A. Friedberg, and T. Christensen.(17) Systemic theories were also attached to what has been discussed as the "paradigm wars" between realism, liberalism, constructivism, etc. The turn away from them can also be given credit for helping to discredit this unproductive way of theorizing.(18) This trend was tied to the notoriety of the "democratic peace" project that was, and still is, an empirical enterprise at its core. See Russett and Oneal (1999); cf. Gartzke (2007).(19) See Wagner, War and the State, and Lake and Powell Strategic Choice and International Relations.(20) This is not the nature of all the work in this approach, of course, but just a possible trend of the school as a whole. See Walt's "Rigor or Rigor Mortis" for a sharp, but not always convincing, critique.(21) For an exception see the work by N. Monteiro on unipolarity. This does not mean that polarity disappeared from the IR map, but it was certainly shrinked as a research question.(22) Some young scholars on this line of research are: P. MacDonald, J. Parent, D. Kliman and M. Beckley.(23) See Jason Lyall's "Does Indiscriminate Violence Incite Insurgent Attacks? Evidence from Chechnya" To be fair, Lyall's work attempts to generalize from this specific case –how convincing he is not very clear, however. *Ph.D. StudentDepartment of Political ScienceUniversity of Pennsylvania.E-mail: gcastro@sas.upenn.edu
Este libro contiene la selección de los mejores trabajos de investigación y desarrollo tecnológico postulados y presentados al CIINATIC2014. El Congreso Internacional en Innovación y Apropiación de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones - CIINATIC es una iniciativa de la Red de Decanos y Directores de Ingeniería de Sistemas y Afines del Nororiente Colombiano, red compuesta por las siguientes universidades: Universidad Pontificia Bolivariana Seccional Bucaramanga, Universidad Francisco de Paula Santander, Universidad Autónoma de Bucaramanga y Unisangil. En la versión de este año se contó con el patrocinio de Colciencias, la Gobernación de Santander y su Secretaria de tecnologías de la información y las comunicaciones. El libro ofrece una mirada a la Innovación y la Apropiación de las TIC en Colombia, desde la diversidad de los diferentes aportes incluidos. Todas las comunicaciones fueron evaluadas por pares académicos con reconocimiento y visibilidad internacional. Esperamos que este libro se constituya en un referente sobre el estado del arte de las TIC en el Oriente Colombiano. ; Universidad Pontificia Bolivariana (UPB) ; OTRI Estratégica Oriente ; Universidad del Magdalena ; Universidad de los Andes (ULA) ; Universidad Francisco de Paula Santander (UFPSC) ; Unisangil ; Universidad Industrial de Santander (UIS) ; SENA ; La identificación por radiofrecuencia en la gestión de la cadena de suministro: una mirada desde el laboratorio de logística UIS…. Capítulo 1 Análisis técnico basado en estándares internacionales para la implementación del Data Center de apoyo a la gestión tecnológica y de formación por competencias en el CEET del SENA Distrito Capital…… Capítulo 2 Voto electrónico con SSL/TLS e IPSEC…… Capítulo 3 Red abierta, libre y neutral para la ciudad de Cúcuta……. Capítulo 4 Implementación de una experiencia de usuario a través de una aplicación móvil para la personalización de productos usando realidad aumentada……. Capítulo 5 Aplicación del Webcast como estrategia de instrucción para el aprendizaje significativo en la enseñanza de Fisiología Médica…… Capítulo 6 Pruebas de seguridad en aplicaciones web como imperativo en la calidad de desarrollo del software……. Capítulo 7 Sistema de comunicación OFDM Óptico-Criptográfico…… Capítulo 8 Análisis de las principales amenazas de la base de datos utilizando MS SQL Server…… Capítulo 9 Entorno de aprendizaje para la toma de decisiones en sistemas dinámicos complejos……. Capítulo 10 Sistema de información web para la gestión investigativa de sistemas automatizados (SIGSA)…… Capítulo 11 Formación de formadores en Blended Learning…… Capítulo 12 Pensamiento ausubeliano en el paradigma constructivista articulado en las tecnologías de la información y la comunicación…… Capítulo 13 TIC y formación académica: una mirada desde los docentes de la UPB-Bucaramanga…… Capítulo 14 Estrategia digital para reducir el consumo de papel en la corporación autónoma regional del Chocó – CODECHOCO…… Capítulo 15 Algoritmos y sistemas instrumentados de seguridad y control distribuido para la automatización de los procesos en la planta piloto de la UNAB…. Capítulo 16 Detección de ataques de denegación de servicio basada en la estimación del ancho de banda disponible…… Capítulo 17 Plataforma NetFPGA para la clasificación de tráfico de red…. Capítulo 18 Educación en creatividad para la innovación y desarrollo tecnológico en ingeniería……. Capítulo 19 Lineamientos para definir estrategia para la gestión dinámico sistémica de la cooperación en proyectos de software libre…. Capítulo 20 Análisis de la teoría de la mente humana basada en el reconocimiento de patrones…… Capítulo 21 Una nueva forma de concebir la memoria: entre la filosofía de la mente y el aprendizaje automático. Capítulo 22 Aplicación de la educación formativa a las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) y seguridad de la información digital…. Capítulo 23 Orientación de la fase preliminar de TOGAF para su aplicación en proyectos de arquitectura empresarial en universidades: revisión de literatura…. Capítulo 24 "IN" Seguridad de la información y delitos informáticos en Colombia……. Capítulo 25 Propuesta de redes para la implementación del observatorio A TIC…… Capítulo 26 Sistema de gestión de proyectos integradores para la facultad de ingeniería de sistemas e informática - Universidad Pontificia Bolivariana seccional Bucaramanga…. Capítulo 27 Modelo empírico que permite evaluar el rendimiento de la red LAN basada en el estándar Homeplug AV para la transmisión de voz sobre el protocolo IP…. Capítulo 28 Optimización de una red HAN sobre PLC mediante el uso de la teoría de juegos cooperativos en un escenario realista…. Capítulo 29 Adaptación del modelo LTI de canal PLC a las condiciones de la red eléctrica colombiana…. Capítulo 30 ; This book contains the selection of the best research and technological development papers postulated and selected for CIINATIC2014. The International Congress on Innovation and Appropriation of Information and Communication Technologies - CIINATIC is an initiative of the Network of Deans and Directors of Systems Engineering and Afin of the Colombian Northeast, a network made up of the following universities: Universidad Ponti fi cia Bolivariana Seccional Bucaramanga, Francisco de Paula Santander University, Autonomous University of Bucaramanga and Unisangil. This year's version was sponsored by Colciencias, the Government of Santander and its Secretariat for information and communication technologies. The book offers a look at the Innovation and Appropriation of ICT in Colombia, from the diversity of the different contributions included. All communications were evaluated by academic peers with international recognition and visibility. We hope that this book becomes a reference on the state of the art of ICT in the Colombian East.