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Si hay un ámbito cultural en Quebec que ha desarrollado y abordado profusamente en las últimas décadas todos los temas relacionados con la(s) identidad(es) en general y la(s) homosexual(es) en particular ése es claramente el teatro, fomentando una visión pluralista de la sociedad. Marginalidad, discriminación, deseo, cuestionamiento de las relaciones afectivas de pareja, de amistad o de familia han sido el epicentro temático de muchas obras teatrales. A través del análisis de La Duchesse de Langeais (1968) y Hosanna (1971) de Michel Tremblay, dos obras transgresoras de marcado cariz subversivo que tienen el travestismo como eje central, pretendemos poner de relieve el gran valor social de este teatro reivindicativo y políticamente pedagógico, así como su enorme contribución tanto a la visibilidad de la diferencia lingüística y cultural como a la diversidad de identidades y orientaciones sexuales dentro y fuera de Quebec. ; In recent decades, the theatre in Quebec has without doubt been the cultural field that has best dealt with matters relating to identities in general, and in particular to homosexual ones. This has contributed to promoting a pluralistic vision of society. Indeed such themes as marginalization, discrimination, desire or the questioning of relationships between partners, friends or relatives, can be found in many plays. Through the analysis of the transgressive and subversive works, La duchesse de Langeais (1968) and Hosanna (1971) by Michel Tremblay, both of which have a political and transvestite component as their central axis, we aim to highlight the great social value of this highly demanding and pedagogical theatre. Certainly, these works contribute greatly in giving insight into the linguistic and cultural differences, as well as to the different identities and sexual orientations, both inside and outside of Quebec.

Si hay un ámbito cultural en Quebec que ha desarrollado y abordado profusamente en las últimas décadas todos los temas relacionados con la(s) identidad(es) en general y la(s) homosexual(es) en particular ése es claramente el teatro, fomentando una visión pluralista de la sociedad. Marginalidad, discriminación, deseo, cuestionamiento de las relaciones afectivas de pareja, de amistad o de familia han sido el epicentro temático de muchas obras teatrales. A través del análisis de La Duchesse de Langeais (1968) y Hosanna (1971) de Michel Tremblay, dos obras transgresoras de marcado cariz subversivo que tienen el travestismo como eje central, pretendemos poner de relieve el gran valor social de este teatro reivindicativo y políticamente pedagógico, así como su enorme contribución tanto a la visibilidad de la diferencia lingüística y cultural como a la diversidad de identidades y orientaciones sexuales dentro y fuera de Quebec. In recent decades, the theatre in Quebec has without doubt been the cultural field that has best dealt with matters relating to identities in general, and in particular to homosexual ones. This has contributed to promoting a pluralistic vision of society. Indeed such themes as marginalization, discrimination, desire or the questioning of relationships between partners, friends or relatives, can be found in many plays. Through the analysis of the transgressive and subversive works, La duchesse de Langeais (1968) and Hosanna (1971) by Michel Tremblay, both of which have a political and transvestite component as their central axis, we aim to highlight the great social value of this highly demanding and pedagogical theatre. Certainly, these works contribute greatly in giving insight into the linguistic and cultural differences, as well as to the different identities and sexual orientations, both inside and outside of Quebec.

Identidad social y gestión de un riesgo de salud.
Este analísis de las disposiciones prácticas que adoptan unos homosexuales para protegerse contra la contaminación del virus HIV, así como su capacidad de movilizar apoyos en caso de enfermedad hace aparecer una diversidad de reacciones posibles al SIDA, ellas mismas tributarias de las disposiciones que se desprenden de una homosexualidad más o menos asumida y/o aceptada. Como enfermedad sexualmente transmisible, el SIDA révéla de manera caricatural la lógica de los intercambios sexuales. Empero él revela también su cara oculta en forma de fenómenos de desidentificación, de desolidarización, de angustias sociales y de rechazo. Como enfermedad contagiosa, el SIDA revela los desfases entre un discurso medical sobre las vías, poco numerosas de transmisión viral, y unos dispositivos prácticos muy diversos, inspirados por angustias más generales proyectándose sobre las enfermedades, o también por emociones haciendo «poco caso» de ciertos riesgos. No se puede comprender por tanto las diferentes maneras de llevar este riesgo de salud que a condición de establecerlas en relación con las trayectorias sociales y los sentimientos de identidad que se originan en ellas.

Las representaciones y practicas culturales que existen acerca de la reproducción y de la sexualidad son elementos claves para abordar la salud reproductiva y sexual, y los derechos respectivos en Bolivia. Por la fuerte diversidad cultural del país, no existe uno sino varios patrones del comportamiento reproductivo y sexual. Los aymaras consideran por ejemplo que el parto y la menstruación limpian y purifican el cuerpo, que la mujer es fértil durante su menstruation, que se tiene que enterrar la placenta, etc. Así la población boliviana recurren a menudo a la medicina tradicional, legalmente reconocida en Bolivia, pero poco considerada por la medecina llamada "moderna", lo que confiere al país dos sistemas de salud paralelos. La medicina biomédica, predominante en el sistema de salud institucionalizado, da cuenta de un fenómeno de no comunicación entre los saberes populares y las enseñanzas científicas, no respeta y discrimina las cosmovisiones y las prácticas culturales. Choque y distancia entre los modelos cognitivos de los médicos y de las mujeres andinas, falta de capacitación, actitud autoritaria de no aceptación de las expectativas y tradiciones culturales de la parte del personal de salud genera un subacceso a los servicios médicos, una cierta pasividad de las mujeres respecto a su salud materna y femenina, y condiciona entonces la salud reproductiva y sexual de las mujeres, y sobre todo el ejercicio de semejantes derechos. Ningún esfuerzo político y social esta desplegado para reconceptualizar la salud de la reproducción y de la sexualidad y sus prácticas, lo que permitiría por lo tanto la articulación entre la médicina científica y los conocimientos de la medicina tradicional, y así la mejora de los índices de salud reproductiva y sexual, como las mortalidades materna y infantil que tienen las tasas entre las mas altas de América Latina. ; Les représentations et pratiques culturelles existantes autour de la reproduction et de la sexualité sont des éléments clés pour appréhender la santé reproductive et sexuelle et les droits afférents en Bolivie. De part l'importante diversité culturelle du pays, il n'existe pas un mais divers patrons du comportement reproductif et sexuel. Les aymaras considèrent par exemple que l'accouchement et la menstruation nettoient et purifient le corps, que la femme est fertile lors des menstruations, que le placenta doit être enterré, etc. La population bolivienne a ainsi souvent recours à la médecine traditionnelle, légalement reconnue en Bolivie, mais peu prise en considération par la médecine dite « moderne », ce qui confère au pays deux systèmes de santé parallèles. La médecine biomédicale, prédominante dans le système de santé institutionnalisé, rend compte d'un phénomène de non communication entre les savoirs populaires et les enseignements scientifiques, ne respecte pas, voire déprécie les cosmovisions et les pratiques culturelles. Choc et distance entre les modèles cognitifs des médecins et des femmes andines, manque de formation, attitude autoritaire de non acceptation des expectatives et traditions culturelles de la part du personnel médical alimentent une sous utilisation des services de santé, une certaine passivité des femmes quant à leur santé maternelle et féminine, et conditionnent ainsi la santé reproductive et sexuelle des femmes, et surtout l'exercice de leurs droits à cet égard. Aucun effort politique et social n'est déployé pour re-conceptualiser la santé de la reproduction et de la sexualité et ses pratiques, ce qui pourtant permettrait d'articuler la médecine scientifique avec les connaissances de la médecine traditionnelle, et ainsi d'améliorer les indicateurs de santé reproductive et sexuelle, tels que les mortalités maternelle et infantile, dont les taux figurent parmi les plus élevés d'Amérique Latine.