Gordon Brown y el internacionalismo realista
Gordon Brown está a punto de completar su primer semestre como primer ministro británico y ya es posible evaluar algunos de los cambios que ha introducido en la política exterior del Reino Unido. Algunas de las intenciones de Brown han quedado de manifiesto en su respuesta a ciertas cuestiones (desde el Tratado de Reforma de la UE hasta Darfur) que requerían acción inmediata, pero el primer ministro también ha tratado de reformular algunos de los principios que regirán la política exterior británica a más largo plazo. Brown describe esta nueva visión, que combina multilateralismo con intervencionismo, como un "internacionalismo realista". Gordon Brown ha adoptado un perfil más bajo en la escena internacional que su predecesor, Tony Blair. Durante sus primeros seis meses de mandato, las principales cuestiones de política exterior han girado en torno a Europa y a EEUU. El último capítulo de la perennemente difícil relación del Reino Unido con la UE ha venido protagonizado por el proceso de ratificación del Tratado de Reforma. Brown está intentando evitar a toda costa el referéndum que piden el opositor Partido Conservador y poderosos sectores de los medios de comunicación. El primer ministro ha reafirmado la preeminencia de la relación transatlántica como vínculo bilateral de mayor importancia del Reino Unido, pero ha dado a entender que el surgimiento de un mundo multipolar requerirá cambios de estrategia. Su doctrina de realismo práctico trata de predecir algunos de esos cambios abogando por reformar las instituciones multinacionales e insistiendo, al mismo tiempo, en que la intervención (en ocasiones por la fuerza) será más necesaria que nunca en un mundo globalizado.