El capítulo describe el diseño del proyecto Haku Wiñay según los lineamientos vigentes del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social y muestra su despliegue en el territorio nacional entre el 2012 y el 2014, así como la proyección para los años que vienen.
Javier Escobal y Carmen Ponce presentan una discusión sobre la experiencia internacional en torno a la combinación de programas sociales con intervenciones de corte productivo desde una perspectiva histórica. Este capítulo permite iniciar la reflexión sobre el impacto del proyecto Haku Wiñay en entornos intervenidos por el programa Juntos, pues identifica consensos y retos compartidos, desde la experiencia nacional e internacional, en la búsqueda de salidas sostenibles de la pobreza. En la segunda parte, se presenta una descripción detallada de la intervención y su despliegue a lo largo del país.
Este es un balance de la producción de investigación relacionada con la violencia infantil, así como de las principales políticas y programas destinados a prevenirla o disminuirla. El documento se inicia con una presentación de las definiciones más utilizadas en el tema, y luego se discuten los factores de riesgo más recurrentes. Se reseñan también las consecuencias de la violencia infantil identificadas por la literatura sobre la salud, la educación y las conductas. Finalmente, se plantea una breve discusión acerca de las políticas y los programas. En todos los temas, se incorporan las investigaciones producidas tanto en el exterior como en el Perú.
A partir de su visita a las aulas, los autores ofrecen elementos útiles para analizar qué ocurre en diversas áreas de este ámbito educativo peruano. ¿Cómo adquieren sentido los discursos sobre la historia del Perú según el contexto institucional en el que se dictan? ¿De qué manera influyen las circunstancias sociales individuales en la implementación de los programas de educación bilingüe? Los procesos de capacitación docente ¿están tomando en cuenta las prácticas cotidianas asentadas en el tiempo? ¿Cuánto y de qué modo se relacionan las medidas que buscan mejorar la enseñanza con el contexto y los protagonistas del proceso? Esta valiosa indagación se sustenta en la necesidad de observar el nivel micro de las organizaciones para conocer la real interacción entre los hacedores de política, los actores locales y el entorno.
El componente cuantitativo de este estudio evalúa el impacto inicial del proyecto Haku Wiñay en un conjunto de áreas: la calidad de vida en el hogar - prácticas saludables, seguridad alimentaria, manejo de residuos sólidos, entre otros -, el sistema de producción familiar - tecnologías de producción agrícola y forestal, manejo de animales menores, entre otros -, la generación de ingresos autónomos - actividades independientes de tipo agropecuario, servicios, comercio, artesanías, entre otros -, y las capacidades de uso y manejo de instrumentos financieros. En particular, el estudio se centra en identificar el impacto inicial que el proyecto ha tenido en hogares usuarios del programa Juntos. Cabe notar que, en la medida en que todos los hogares estudiados han sido intervenidos por Juntos, cuando mencionamos genéricamente el programa/ tratamiento/ intervención, nos referimos al proyecto Haku Wiñay. Con el fin de obtener estimadores consistentes (insesgados) del efecto del programa sobre la población intervenida, se aplicó un diseño experimental y estimadores de doble diferencia. En esta sección se presenta el marco metodológico utilizado, así como una breve explicación del diseño experimental implementado. En segundo lugar, se discuten potenciales problemas derivados del tamaño pequeño de la muestra, de imperfecciones en la asignación programada del tratamiento, de la heterogeneidad de la intervención y de la pérdida de hogares entre la primera y segunda visita (attrition).
Este texto analiza la situación de los programas sociales alimentarios y nutricionales a la luz de lo observado y aprendido durante la última década en el país, e identifica los principales retos que aún se enfrentan. Se retoma el estudio ¿Por qué no funcionan los programas alimentarios y nutricionales en el Perú? (Alcázar 2007) para revisar cómo han cambiado, y la efectividad de estos cambios. Se encuentra que, si bien se han producido avances, estos han sido insuficientes para enfrentar la anemia y la desnutrición infantil. Se ha avanzado en especial en la articulación de los programas y en la estrategia en torno a la creación del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (MIDIS). No se ha hecho mucho en relación con los programas asistencialistas. En cuanto a programas de alimentación escolar, Qali Warma ha logrado importantes mejoras en términos de sus procesos y otros aspectos, como la calidad de las raciones que distribuye; sin embargo, enfrenta aún grandes retos, en particular para llegar más y mejor a zonas rurales y remotas. Además, este programa consume una enorme parte del presupuesto social del país, pero las expectativas en cuanto a su impacto en el desarrollo de los niños no son claras. Por otro lado, la articulación intersectorial para la lucha contra la desnutrición infantil se ha visto reforzada por la priorización de intervenciones según resultados, así como por la inversión en infraestructura, vacunas y controles. No obstante, aún existen importantes desafíos relacionados con la adecuada y suficiente entrega de suplementos nutricionales, así como con la mejora de la cobertura y calidad de los servicios de salud, de la consejería y de la educación nutricional. Otro de los principales retos es adecuar las intervenciones, de manera efectiva y articulada, para que se atienda mejor las diferentes realidades del país.
Hace notar que algunos países vecinos no solo ya han respondido anteriormente a interrogantes relacionadas con la posibilidad de desarrollo del cultivo, sino que además han podido avanzar en la elaboración formal de instrumentos de política para promocionar el cultivo de la palma con criterios cercanos a los que aquí buscamos. Ecuador y Brasil, por ejemplo, cuentan ya con mapas aprobados a nivel de Estado que permiten identificar zonas con aptitud para palma aceitera, así como instrumentos para promover la instalación en estas áreas, y normatividad y regulación para controlar intervenciones fuera de ella. Además, los instrumentos y programas públicos desarrollados por los gobiernos de Brasil y Colombia, por ejemplo, dejan en claro su rol "proactivo" en la promoción de una mayor participación de pequeños productores o productores en pobreza en el desarrollo sostenible de la palma. Pese a estos avances, es difícil aún encontrar propuestas que busquen integrar estos instrumentos y políticas dentro de estrategias de desarrollo territorial inclusivo y sostenible.