La transición de la humanidad de un sistema de predominio de energía de cohesión a otro de predominio de energía negativa. ¿Y después qué?
In: Revista Kawsaypacha: sociedad y medio ambiente, Heft 10
ISSN: 2709-3689
Para responder a la pregunta «¿y después qué?», primero es necesario preguntarnos cómo aparecimos en la Tierra y cómo llegamos hasta donde estamos; luego, responder qué ocurre hoy; y, finalmente, intentar establecer cómo podría desplegarse en el futuro nuestro sistema humano perturbado. El desarrollo y elaboración del presente documento utiliza una perspectiva de sistemas complejos. La vinculación entre los componentes del sistema humano es considerada como una energía social que puede cohesionar o repulsar. Cuanto mayor sea la energía de cohesión, mayor será la capacidad adaptativa del sistema; su continuidad implica transformación. La energía entrópica lleva al colapso. El despliegue histórico del sistema humano ha generado modificaciones en el predominio de las energías de cohesión y de repulsión que se han manifestado en el patrón de vínculos. Con la aparición de la pandemia de COVID-19 se ha potenciado la energía entrópica. Lo mismo ocurre con el crecimiento de los trastornos mentales y el uso de la energía fósil. Para atenuar su impacto negativo es necesario alterar el rol de los componentes y sus lógicas de comportamiento.