La ponencia explica y analiza el paralelismo conceptual y metodológico entre el realismo políticoy el neoliberalismo económico, como dos teorías que conjuntan la política y la economía comopolitizar la economía y economizar la política en las relaciones internacionales.
L'Autore affronta e analizza il tema della separazione o unificazione di Gerusalemme. Da una parte vi č il funzionalismo basato su un'ipotesi liberal-idealista, in cui la cittŕ č suddivisa per funzioni specifiche ma non vi č una divisione territoriale. Dall'altra parte vi č l'approccio realista che vede la soluzione nella separazione territoriale delle due Gerusalemme. L'Autore discute dell'incrocio dei due approcci, che riflette la complessitŕ dei problemi di Gerusalemme. E cosě puň aversi una separazione della sovranitŕ e lo stabilimento di due municipalitŕ; ma vi puň essere anche una sovranitŕ condivisa per siti, aree e servizi che possono perdere il loro valore se divisi o separati; ed infine una cooperazione nella sfera economica cosě come nei servizi č necessaria per motivi di welfare economico e sociale.
El modelo económico–político vigente en México basado en la concentración de poder y riqueza, una plutonomía que ha prohijado una camada de magnates y una mayoría poblacional subsumida en la pauperización, se ha decantado hacia su lado más perverso: el realismo salvaje que articula el binomio violencia–inseguridad como ejercicio de control político. Las violencias sistémicas destruyen la simbiosis entre sociedad y naturaleza, en tanto que las violencias emergentes desencadenan estrategias coercitivas y punitivas que destruyen el tejido social, criminalizan a los sectores excluidos, minimizan la ciudadanía y precarizan el mundo del trabajo.
El acuerdo firmado el 27 de septiembre pasado en Nueva York compromete a Argentina en dos cuestiones: sus recursos petrolíferos y el reclamo territorial sobre las islas Malvinas. Se trata de clarificar las diferencias entre lo que se dijo que Argentina obtuvo, lo que suscedió y lo que efectivamente se perdio. Concretamente, el Acuerdo no detalla ladistribución de Regalías. A criterio del autor la fórmula del "paraguas de Soberanía" no es efectiva porque se está concediendo un recurso cuya magnitud y significado económico son considerables. El mayor objetivo británico es la seguridad política del área, lo que fué alcanzado por el Acuerdo En este marco la negociación por Malvinas se enmarca en una "resignación realista". ; The agreement wich was signed last 27 september in New York compromises Argentina in respect with two issues: petroleum resources and the territorial claim on the Malvinas islands. It is necessary to make the diferences clear between what Argentina was said to obtain, what actually happened and what was in a fact lost. Definitely, the Agreement does not explain royalty distribution in detail. Acording to the author, the sovereignty umbrella formula is not effective, for it entails granting a resourse of considerable dimension and economic significance. The major British aim is political security in the area, wich has been reached by the Agreement. Within this framework, the negotiation on Malvinas can be said to represent a "Realistic Resignation". ; Dossier: Malvinas ; Instituto de Relaciones Internacionales
El artículo profundiza en el concepto de democracia a través de la puesta en común de dos concepciones filosóficas: el esencialismo y el realismo. Con esto se pretende dar cuenta de la acción colectiva ciudadana en el plano de lo político, particularmente en el contexto colombiano. Tanto el esencialismo como el realismo ofrecen algunas posturas que permiten analizar fenómenos contemporáneos en los que prevalecen: la deslegitimación de los sistemas, la justicia y los partidos políticos, la corrupción y la falta de participación en el quehacer de la ciudadanía. Estudios de este tipo tratan de verificar y cuestionar el ejercicio de la democracia en las épocas de crisis del caso colombiano, acudiendo, por ejemplo, al refugio de lo privado y el poderío económico, a la aparición de leyes que superponen el mercado por encima de la ciudadanía, a espacios políticos cerrados y fuerzas políticas destructivas o antipolíticas que privilegian los usos indiscriminados de la violencia.
Desde la perspectiva teórica del realismo periférico se analiza la política comercial y exterior de los países periféricos en una coyuntura de cambio internacional. Así, el periodo 1989-2014 es relevante porque se produce el cambio del epicentro económico mundial hacia el Pacífico Norte y se acelera el ascenso de China como gran potencia. El caso argentino expone como un país periférico reorienta su política comercial y exterior hacia los nuevos centros de poder internacional. Asímismo, el factor estructural sale a la luz al estudiar las relaciones bilaterales de Argentina con Inglaterra, bajo el epicentro económico del Atlántico europeo, y con Estados Unidos, ya con el eje económico sobre el Atlántico Norte. El estudio de tendencias recurrentes del sistema resulta de un alto valor instrumental para el diseño e implementación políticas comerciales y exteriores. Argentina aprovechó su vínculo bilateral y la complementación comercial con Inglaterra. Frente al ascenso de Estados Unidos optó por confrontar y tuvo que lidiar con estructuras productivas competitivas. Ante la emergencia de China como una gran potencia cabe preguntarse qué tipo de vínculos comerciales y políticos mantuvo la Argentina con el país asiático.
This paper deals with realism and international standards of accounting and aims at disclosing the foundations of the process of regulation in the field of accounting services, that common sense considers as a product of scientific research, derived of the construction of descriptions of the economic reality that support predictions dynamized by a communicative action.My methodological approach, based on hermeneutics, gives us a comprehension of the phenomenon, tries to know its causes and dynamics, appealing to historical interpretation, and seeks the origins and contents of accounting regulation as a mechanism of incorporating it in the global markets, out of strategies of international relations based on cooperation. ; Este escrito, trata sobre Realismo y Estándares Internacionales de Contabilidad. Pretende develar los fundamentos del proceso de regulación en el campo de los servicios contables que el sentido común, considera producto de investigación científica, derivado de la construcción de descripciones de la realidad económica que fundamentan predicciones dinamizadas por una acción comunicativa. El enfoque metodológico soportado en hermenéutica, construye una comprensión del fenómeno, busca conocer sus causas y dinámicas, apelando a interpretación histórica, buscando en ella los orígenes y contenidos de la regulación contable como mecanismo de incorporación a, y de los mercados globales, desde estrategias de relaciones internacionales basadas en cooperación.El proceso interpretativo, permite entender la regulación desde una perspectiva de realismo, confirmando prácticas de segmentación cognitiva para transformar la contabilidad de bien público, en mercancía para satisfacer intereses de los agentes del financiamiento empresarial, abandonando el campo de la descripción, propio de la contabilidad como historia, desplazándola a la predicción por expectativas derivadas de valoraciones ancladas en el pasado y medidas en el futuro. No existen,en la regulación, estructuras hipotético-deductivas ni teleológicas en la perspectiva de las metodologías de construcción, que son políticas; ni bases epistemológicas, lo prevaleciente, es la instrumentalización de intereses y valores.Palabras clave:Teoría del régimen internacional, regulación contable,realismoeconómico, realismo político, cooperación.
Este trabajo revisa desde el realismo social los desafíos para la modernización del Estado latinoamericano y propone dos mecanismos para la implementación del cambio. Para lograr esto, sitúa históricamente el problema de la modernización del Estado latinoamericano y caracteriza las tendencias relacionales entre la sociedad civil y el Estado. Concluye de esta primera revisión la existencia de una brecha de representación política por la existencia de una relación de incompatibilidad entre los intereses creados que controlan el Estado y los de la sociedad civil organizada. Los mecanismos que propone este artículo para cerrar esta brecha se orientan a aumentar la capacidad estatal para cumplir las funciones públicas que demanda el interés general: un primer mecanismo actúa correctivamente sobre el sistema económico y tiene por protagonista a los movimientos sociales y grupos corporativos ya constituidos de la sociedad civil; y un segundo mecanismo, actúa propositivamente diversificando ideacional y diferenciando estructuralmente a grupos primarios, actualmente no constituidos como grupos de interés, para gestionar áreas de lo social. A modo de reflexión, creemos que la emergencia de una contingencia que eleve a nivel nacional el desafío de renovación estratégica, puede cambiar la incompatibilidad instalada entre el Estado y la sociedad civil, y así abrir la oportunidad para la construcción de nuevas agencias en torno a los intereses generales que están a la base de nuestra comunidad política.
Adam Smith se maravilló con los resultados de la división del trabajo y del cambio desarrollado en una economía de mercado (el mecanismo de la "mano invisible"); pero llamó la atención sobre los límites a largo plazo del proceso capitalista de acumulación, que parecía imponer una tendencia a la baja de las ganancias.David Ricardo fue un firme defensor del libre comercio y propuso la teoría de las "ventajas comparativas", pero avanzó el descubrimiento del fundamento económico de la lucha de clases, que él ubicó en la pugna distributiva por el "producto neto" y en la ley de los rendimientos decrecientes.John Stuart Mill realizó una síntesis sincrética de la Escuela clásica inglesa y del desarrollo capitalista hasta mediados del siglo XIX, pero incorporó en su marco conceptual la contradicción entre la producción y la distribución (la eficiencia y la equidad), y adelantó la teoría del "estado estacionario".Karl Marx reconoció e incluso elogió, la "misión histórica civilizadora" del capitalismo y el gigantesco desarrollo de las fuerzas productivas que el mismo ha hecho posible, pero dedicó gran parte de su vida a demostrar científicamente los efectos autodestructivos sobre el ser humano y sobre la naturaleza que el capitalismo conlleva en sus entrañas.
Adam Smith se maravilló con los resultados de la división del trabajo y del cambio desarrollado en una economía de mercado (el mecanismo de la "mano invisible"); pero llamó la atención sobre los límites a largo plazo del proceso capitalista de acumulación, que parecía imponer una tendencia a la baja de las ganancias. David Ricardo fue un firme defensor del libre comercio y propuso la teoría de las "ventajas comparativas", pero avanzó el descubrimiento del fundamento económico de la lucha de clases, que él ubicó en la pugna distributiva por el "producto neto" y en la ley de los rendimientos decrecientes.John Stuart Mill realizó una síntesis sincrética de la Escuela clásica inglesa y del desarrollo capitalista hasta mediados del siglo XIX, pero incorporó en su marco conceptual la contradicción entre la producción y la distribución (la eficiencia y la equidad), y adelantó la teoría del "estado estacionario". Karl Marx reconoció e incluso elogió, la "misión histórica civilizadora" del capitalismo y el gigantesco desarrollo de las fuerzas productivas que el mismo ha hecho posible, pero dedicó gran parte de su vida a demostrar científicamente los efectos autodestructivos sobre el ser humano y sobre la naturaleza que el capitalismo conlleva en sus entrañas.
"Self-preservation is the first duty of a nation"Alexander Hamilton "The whole point of the doomsday machineis lost if you keep it a secret!!"Dr. Strangelove VI) El Interés Nacional y las políticas de poder La mayoría de los teóricos han recurrido al interés nacional como concepto ordenador y exegético del accionar de los estados en el concierto internacional. Alexander Wendt (1999: 242) reconoce que nadie puede negar que los estados actúan sobre la base de intereses nacionales, tal como ellos los perciben y los definen. Toda teoría de relaciones internacionales o de política exterior articula su entendimiento del relacionamiento de los estados en el S.I en referencia, precisa o difusa, al interés nacional. El interés nacional, como concepto teórico, cumple dos funciones, una normativa y una descriptiva. El rol normativo intenta aportar, en última instancia, un estándar a partir del cual juzgar la conducta de los estados, basándose principalmente en consideraciones éticas. Este es precisamente uno de los principales puntos que los realistas, y en particular el principal teórico del interés nacional, H. Morgenthau, criticarán. La función descriptiva trata sobre el componente empírico (lo que los estados hacen) del interés nacional (Nincic, 1999: 30). En otras palabras, la concepción del interés nacional oscila entre lo que debería ser y lo que efectivamente es (o ¿cuál es la política exterior implementada que defiende el interés nacional?). Si bien existe un consenso sobre la idea del interés nacional como motor de la acción del estado, esta unanimidad no se aplica a la definición sustantiva del término (función normativa) ni tampoco, en cierta medida, a su rol descriptivo. Esto tiene importantes consecuencias en la elaboración y conducción de la política exterior. Efectivamente, la política exterior, de ser racional, debe estar en sintonía con la idea que nos hacemos del interés nacional. En otras palabras, la política exterior debe apuntar siempre a defender el interés nacional. Sin embargo, este aspecto, o sea la visión descriptiva de lo que es el interés nacional (o de las políticas implementadas en su defensa) no siempre encuentra unanimidad, incluso dentro de una misma escuela teórica. En este sentido, es interesante estudiar el debate entre H. Morgenthau y Henry Kissinger en torno a la guerra de Vietnam y en qué medida la intervención americana se justificaba en defensa del interés nacional. Si Morgenthau, el principal teórico realista en materia de interés nacional criticaba la intervención, H. Kissinger, el principal policy maker realista, pensaba todo lo contrario (Zimmer, 2011). La noción o idea de interés nacional puede, y de hecho representa y vehicula distintos significados y justificaciones (morales, económicas, de seguridad, políticas, etc.) de la acción de los estados. El interés nacional recorre el mismo camino difuso que nociones tales como Nación y Comunidad. Al debate histórico de qué o quién representa la Nación (Greenfield, 1999: 48-49), el interés nacional obliga a una reflexión sobre los objetivos nacionales así como sobre el propósito y razón de ser del estado (el encargado de perseguir el interés nacional). Los primeros en preocuparse por la noción de interés nacional fueron los teóricos realistas clásicos, como Tucídides, Hobbes o Rousseau. Más recientemente, una perspectiva liberal y luego una visión constructivista, aún más cercana en el tiempo, han atacado la concepción realista del interés nacional, quebrantando aún más la idea de una lectura unívoca y monolítica de este concepto (Battistela, 2002: 143). El tratamiento que los realistas han dado al interés nacional, y en particular Morgenthau, ha sido fuertemente criticado por otras escuelas teóricas, particularmente los liberales y los constructivistas, pero igualmente los behavioristas. Estos últimos ven en la noción de interés nacional un concepto a nula operacionalización científica, incapaz de explicar el accionar y la continuidad de la política exterior de los estados. El interés nacional es, para los behavioristas, lo que la nación, y más precisamente el decisor en política exterior, decide que sea (Rosenau, 1968). El enfoque realista del interés nacional funcionaría más sobre la base de un axioma o suposición filosófica que a partir de un postulado científicamente verificable. En efecto, el realismo clásico asume que el mundo es y actúa de una determinada manera, y el interés nacional no es más que el accionar racional del estado en un contexto que no domina completamente (el control que el estado tenga en la escena internacional dependerá en gran parte del poder almacenado). Hobbes es uno de los primeros en articular la noción de interés nacional indisociablemente ligado a una visión de la seguridad del estado. La paz de Westfalia en 1648 representa el triunfo de la visión Hobbesiana, con la consolidación del estado como la unidad territorial de referencia (paradigma de la soberanía) así como con la creciente rivalidad entre los estados poderosos (Badie, 2001: 254). La concepción realista del interés nacional se desprende de dos de las premisas importante ya mencionadas del realismo: la naturaleza anárquica del sistema internacional y la relación conflictiva entre estados en el marco de dicho sistema. Por lo tanto, si el estado de anarquía conduce a la inseguridad general, el principal cometido del estado, entendido en términos de interés nacional, debe ser el de asegurar su seguridad. ¿Qué se entiende entonces por seguridad y cuáles son las cuestiones incompresibles que el estado no puede abandonar?. Los realistas definen estas cuestiones de manera relativamente vaga, pero es innegable la centralidad de las ideas de integridad territorial, independencia política e identidad cultural. ¿Cómo se alcanza, defiende o preserva el interés nacional? Principalmente a través del uso o la amenaza de la fuerza. Por lo tanto, para los realistas, el interés nacional se traduce casi exclusivamente en términos de poder (principalmente militar, aunque no exclusivamente), ya que la fuerza sería, en un contexto de anarquía y de conflicto, la única manera de disuadir o alcanzar los interéses de un estado. Hans Morgenthau (1961:5) así lo expone: "the main signpost that helps political realism to find its way through the landscape of international politics is the concept of interest defined in terms of power". Para los realistas, el interés nacional ha sido inmutable a lo largo de la historia y, producto de la naturaleza del sistema internacional (anarquía), de la naturaleza humana (para los realistas clásicos), y de la estructura (para los neorrealistas), destinado a permanecer así. Este es uno de los principales puntos de crítica de los liberales y en particular de los constructivistas, quienes avanzan que la difusión de valores, normas y códigos compartidos en el seno de la comunidad internacional han contribuido a modificar el comportamiento de los estados. En este punto, los realistas se encuentran en las antípodas del pensamiento liberal. El poder es, para los realistas, casi exclusivamente el único criterio que debe determinar la política exterior. Cualquier otro principio, en particular aquellos de orden moral, estarán subordinados a la búsqueda, preservación y fortalecimiento del poder (Tucker, 1952: 215). Para Morgenthau, la escena internacional se articula sobre la búsqueda de poder contra poder y no, como a menudo se ha instrumentalizado el conflicto, entre dos visiones del bien y el mal, de virtud o de vicio, de moralidad o inmoralidad. La descripción de interés nacional y poder que hace Morgenthau ha conducido a dos interpretaciones distintas de la noción de poder (Williams, 2004: 639-640). La primera reduce el realismo a una suerte de materialismo, donde el poder y el interés es definido en términos principalmente militares (el propio Morgenthau criticará está visión simplificadora). El segundo enfoque sería instrumentalista: si el poder es un medio necesario para alcanzar los intereses, entonces se transforma en un fin en sí. La búsqueda de poder, para los realistas, es entonces a la vez un fin y un medio para dicho fin ¿Por qué? Porque el mundo es anárquico debido a que los hombres buscan el poder (naturaleza humana o, como diría Morgenthau, un impulso bio-social) y al mismo tiempo deben buscar el poder justamente para protegerse de ese impulso natural. Por lo tanto, la búsqueda de poder como medio para un fin depende de la naturaleza del sistema (anarquía) mientras que la búsqueda del poder como un fin en sí debe encontrarse en las necesidades manifiestas de los miembros del sistema (Nincic, 1999:33). Se ha argumentado largamente que la naturaleza tautológica de esta definición (los estados buscan el poder porque están ontológicamente predeterminados a hacerlo), así como el supuesto inicial de que la búsqueda de poder es una necesidad primaria del ser humano, debilitan la posición realista y restan fuerza a sus postulados centrales. El interés nacional, bajo la óptica realista, es entonces por naturaleza egoísta y superior a los intereses privados sub-nacionales (Battistela, 2002: 145). Es egoísta porque los estados se encuentran en un sistema de self-help y de suma cero, donde las ganancias de un estado representan la pérdida de otro. Asimismo, los realistas defienden la idea del interés Nacional y no, como lo hacen los liberales, la idea que los estados pueden compartir intereses comunes (vitales) en el seno de una comunidad internacional. El interés nacional entendido en términos de seguridad es la matriz irreductible sobre la cual se sustenta todo proyecto de construcción nacional o comunitaria y no puede ser, por definición, compartido en el seno de una comunidad inter-nacional, inter-comunitaria o inter-estatal. Ya lo decía Morgenthau cuando criticaba la visión moral y cooperativa propuesta por el idealismo de W. Wilson: "It therefore follows that, despite the profound changes which have occurred in the world, it still remains true, as it has always been true, that a nation confronted with the hostile aspirations of other nations has one prime obligation – to take care of its own interests. The moral justification for this prime duty of all nations- for it is not only a moral right but also a moral obligation- arises from the fact that if this particular nation does not take care of its interests, nobody else will" (Morgenthau, 1952: 4). El interés nacional es igualmente superior a los intereses individuales o privados, porque sólo en la salvaguardia de la seguridad del estado, los demás intereses pueden ser perseguidos. Por lo tanto, como decía Raymond Aron (1984: 101), el interés nacional es irreductible a los intereses privados. Frente a la rigidez del concepto de interés nacional defendido por los realistas, los liberales han aportado una perspectiva diferente, planteando que el interés nacional es lo que una nación decide que sea. Este no se limita a cuestiones de seguridad, pero puede englobar igualmente intereses materiales o espirituales. El estado es, para los liberales, el encargado de llevar adelante los intereses individuales de la sociedad y no, como para los realistas, una entidad independiente con agenda propia. Para los liberales, el interés nacional está determinado por los valores internos de una sociedad, y no por las limitantes externas presentes en el sistema internacional (anarquía, estructura, relación de fuerzas, etc.). ¿Cómo se define entonces el interés nacional para los liberales? Principalmente a través de la negociación y la adopción de los intereses "mayoritarios". Los enfoques constructivistas, particularmente fecundos luego de la guerra fría, rechazan la idea de inmutabilidad presente en el realismo (critican la incapacidad de los realistas, clásicos o estructurales, para pensar el cambio). Si es cierto que los constructivistas comparten con los liberales la idea que el interés nacional no está predeterminado por condiciones "fijas" , ellos consideran, sin embargo, que los intereses se definen sobre la base de la identidad y las representaciones que los estados se hacen de ellos mismos, de los otros estados, del sistema internacional y del lugar que ocupan en él (y no, como en el liberalismo, a través de un proceso de negociación interna). Asimismo, el accionar de los estados, y sus intereses, se ven condicionados por el conjunto de normas y valores que, compartidas en un marco internacional, regulan y estructuran la vida política internacional. Para los constructivistas, todos los conceptos están sujetos a interpretaciones y sentidos cambiantes. Así, un concepto central como el de anarquía en el realismo puede ser comprendido bajo diferentes enfoques. Cuando los estados se consideran como enemigos en el plano internacional, podemos hablar de una anarquía hobbesiana. En el caso de estados que se consideran como rivales, se trataría de una anarquía lockiana. Por último, cuando los estados se ven como amigos, estaríamos en presencia de una anarquía kantiana. Sólo en el primer caso, central al realismo, el interés nacional puede ser definido en términos de seguridad y supervivencia. Como hemos visto, los autores neorrealistas focalizan su estudio en la interacción de los grandes poderes y en la polaridad del sistema internacional como factores explicativos de la ocurrencia de conflictos o guerras. Los neorrealistas, sin embargo, no parecen concernidos por las cuestiones relativas al cambio ni a la evolución del poder en el sistema internacional. Los realistas no se preguntan de dónde viene el poder, ni como los estados son capaces de emerger, consolidarse y descomponerse. Para ellos, tanto los actores como la estructura del sistema son variables consideradas como dadas o variables independientes. La única variable dependiente, o sea, el único proceso que los neorrealistas intentan explicar, es la guerra (Kratochwil, 1993). El foco del neorrealismo ha sido el de intentar explicar la fase de consolidación del poder en el sistema internacional en un reducido número de grandes potencias y como este sistema ha logrado evitar la unipolaridad (Cederman, 1994: 504). Entre las principales críticas que pueden hacerse a la noción del interés nacional defendida por los realistas, es posible citar la obsesión realista con las políticas de poder y el recurso sistemático y axiomático a la idea de anarquía. El primer punto refiere a que muchos estados pequeños o medianos no determinan ni implementan su política exterior en términos de poder ni, generalmente, tienen preocupaciones relacionadas a la seguridad. Inclusive las grandes potencias por momentos se apartan igualmente de esta lógica (como en el caso estadounidense bajo las presidencias de W. Wilson y J. Carter). Igualmente, ciertos teóricos realistas a menudo obvian que el concepto de poder es relativo al tipo de asunto en cuestión. El poder militar, o el poder económico, sólo son útiles en determinadas circunstancias. Es indudable que el poderío económico de Japón hace de este país una potencia capaz de influenciar el comportamiento de otros estados y eso, a pesar de no contar con un poderío militar importante. Los defensores de las políticas de poder argumentarán que la posición privilegiada de Japón en el comercio mundial es únicamente posible gracias al respaldo militar que su alianza con los Estados Unidos le otorga. No sólo esta apreciación niega de manera burda la dimensión económica presente en el sistema internacional, sino que condicionaría todo desarrollo posible a la expansión del poderío económico o a la concertación de alianzas defensivas. ¿Cómo explicar entonces los niveles de desarrollo de países como Suiza o Luxemburgo?. En segundo lugar, el concepto de anarquía derivado del estado de naturaleza Hobbesiano y que ha estructurado y condicionado el pensamiento realista, no es un absoluto empíricamente comprobable. Diferentes mecanismos de cooperación, coordinación y reciprocidad son posibles en un universo donde priman los actores egotistas (Nincic, 1999: 34-36). La respuesta a estas críticas, principalmente por parte de los neorrealistas, ha sido de argumentar que, si bien todos los estados son iguales, sólo cuentan en términos de poder y de estructura los grandes y poderosos. Para Waltz (1979:94), la estructura del sistema internacional (polaridad) y la naturaleza de éste (anarquía) dependen del número de grandes actores y la distribución de fuerzas entre estos. Si bien esta argumentación responde parcialmente a la segunda crítica, no así a la primera. Podemos mencionar igualmente que en la actualidad el concepto de Estado-Nación como unidad central de análisis del sistema internacional ha sido parcialmente puesto en jaque por los postulados liberales o constructivistas. Si, efectivamente, el Estado Nación no es más la única unidad de referencia, de subordinación o de pertenencia del individuo moderno, el postulado realista del estado unitario se resquebraja. En este sentido, resulta difícil justificar la idea del interés nacional en términos de defensa de la independencia política o cultural, ya que estas nociones tendrían crecientemente menos importancia para los individuos. Resulta imposible desprenderse de la idea que la concepción del mundo propuesta por los realistas es profundamente pesimista e impregnada de una desconfianza generalizada acerca la naturaleza humana (en el caso de los realistas clásicos) y que, gran parte de los supuestos realistas se sustentan en un "worst case scenario". En palabras de Wittner (1985:285): "Admittedly, people sometimes fail to live up to the level of cooperation and moral development encouraged by civilization, but most of the time, they do. Realism focuses upon the exception and turns it into the rule. Indeed, it transforms that exception into a normative principle of international behavior!". Los realistas responderán seguramente que el interés nacional último es el de defender la supervivencia e integridad física del estado y de sus ciudadanos y, ciertamente, en un mundo donde la amenaza del uso de las armas nucleares representa inequívocamente el fin absoluto, la posición realista no deja de presentar una argumentación válida (la ausencia de conflicto atómico en los últimos 60 años ahonda precisamente en el sentido del balance de poder defendido por los neorrealistas). El peor escenario posible, en un mundo nuclear, es efectivamente lo suficientemente aterrador para justificar el pesimismo realista. Los realistas no dicen que la guerra sea inevitable, la mayoría de sus teóricos han intentando buscar las causas de la guerra, sin por lo tanto entrar en consideraciones morales sobre el bien fundado de la acción de los estados. Al explicar como el mundo es, y no cómo debería ser, los realistas se despojan de consideraciones filosóficas que apartan al estadista de su verdadero objetivo: preservar la seguridad del estado. Es en este sentido que uno de los primeros realistas, Maquiavelo, consideraba que existen dos éticas diferentes. La primera, relativa a la salvación individual, debía ser regulada por las consideraciones morales y religiosas; y la segunda, en claro contraste con la primera, es la ética de la responsabilidad que tienen los gobernantes, obligados a llevar adelante ciertas acciones consideradas como "inmorales" en defensa del interés nacional (Viotti y Kauppi, 1993: 38). *Este artículo fue presentado en la 9° sesión el Seminario Interno de Discusión Teórica 2013, organizado por el Departamento de Estudios Internacionales de la Universidad ORT Uruguay. Sobre el autorGermán Clulow es Licenciado en Estudios Internacionales por la Universidad ORT –Uruguay, Master en Ciencia Política por la Université de Genève – Suiza, y Master en Estudios de Desarrollo por el Instituto de Altos Estudios Internacionales y de Desarrollo (IHEID-The Graduate Institute) Ginebra, Suiza.
From the theoretical perspective of peripheral realism this article is an analysis of theforeign and commercial policy of peripheral countries in a changing international environment. It is mainly focused on the 1989 - 2014 period due to the shift of the world economic axis towards the North Pacific with China rapidly rising to become a great power. From the Argentinean case, the way a periphery country readdresses its commercial and foreign policy towards the new centers of international power is analyzed. In spite of this time delimitation, the structural factor is considered when studying the bilateral relations between Argentina and England under the economic epicenter of the European Atlantic, and with United States under the economic axis of the North Atlantic. The analysis of recurring tendencies of the system provides a high instrumental value for the design and implementation of commercial and foreign policies. Argentina profited from its bilateral relation and its commercial complement with England. With the rising of the United States, Argentina chose the confrontation an also faced the competitiveness of its productive structures. As China emerges as a great power we asked: What kind of commercial and political relationship Argentina remained with this country? ; Desde la perspectiva teórica del realismo periférico se analiza la política comercial y exterior de los países periféricos en una coyuntura de cambio internacional. Así, el periodo 1989-2014 es relevante porque se produce el cambio del epicentro económico mundial hacia el Pacífico Norte y se acelera el ascenso de China como gran potencia. El caso argentino expone como un país periférico reorienta su política comercial y exterior hacia los nuevos centros de poder internacional. Asímismo, el factor estructural sale a la luz al estudiar las relaciones bilaterales de Argentina con Inglaterra, bajo el epicentro económico del Atlántico europeo, y con Estados Unidos, ya con el eje económico sobre el Atlántico Norte. El estudio de tendencias recurrentes del sistema resulta de un alto valor instrumental para el diseño e implementación políticas comerciales y exteriores. Argentina aprovechó su vínculo bilateral y la complementación comercial con Inglaterra. Frente al ascenso de Estados Unidos optó por confrontar y tuvo que lidiar con estructuras productivas competitivas. Ante la emergencia de China como una gran potencia cabe preguntarse qué tipo de vínculos comerciales y políticos mantuvo la Argentina con el país asiático.
La Filosofía del Derecho contemporánea plantea retos importantes, que según Carla Faralli se sistematizan en dos. Por una parte, la apertura a los hechos; y por otra a los valores políticos y éticos. La tradicional conversación del iusnaturalismo con positivismo y el realismo jurídico parece haber sido superada, especialmente después de la obra de Hart. Y en este periodo, lo cierto es que las consecuencias del realismo jurídico han derivado en modos de proponer el concepto, aplicación e interpretación del Derecho, mas ajustados con la realidad. En este sentido, la apertura a la economía, protagonizada por el análisis económico del Derecho; la critica abierta al análisis económico llevada a cabo por el movimiento Critical legal Studies; y las argumentaciones de Derecho y Literatura ofrecen alternativas importantes, que se analizan en este articulo ; Contemporary Philosophy of Law poses important challenges, which according to Carla Faralli can be systematized in two. On the one hand, openness to facts; and on the other openness to political and ethical values. The traditional conversation between iusnaturalism & positivism & legal realism seems to have been overcome, especially after Hart's work. And in this period, it is certain that the consequences of legal realism have led to ways of proposing the concept, application and interpretation of law that are more in line with reality. In this sense, the opening to economics, led by Law and Economics; the open critique of Law and Economics carried out by the Critical legal studies movement; and the arguments of Law and Literature offer important alternatives, which are analyzed in this paper.
Realism in architecture is a "mutant' concept which admits multiple meanings. Accordingly it would be more precise to talk about realism - in plural - and to try to properly place each one in the contemporary context. at the same time, the relation between realism and architecture is not precise and specific anymore, we could even say it is not "real" any longer and, paradoxically, it has become more abstract. This new situation has a reason: the multiplicity of meanings that architectural realism has assumed. Trends which use architecture adjectivally are increasing more and more. For example, we can talk about high tech, iconic, virtual, sustainable, modern, commercial, classic-postmodern, or real architecture, among others. Facing this architectural variety, the debate between "realist" and "non realist" is increasingly becoming a complex issue. ln the architectural context, the main difficulty in order ta comprehend realism and specifically critic realism is precisely the definition of the meaning of "realism". We usually refer to realism in terms of what has meant in the past and not what it means in the present. The recognition of architecture realism's mutability and therefore the multiplicity of meanings establish a starting point tor this research. Among all realisms, there is one which assumes a critical attitude and a commitment with the built city as well as with the complexity of the new information Age and of globalization. In turn, architectural critical realism also assumes different forms which place it in the frame of resistance to the global; cammunicative and urban integration will; social and environmental commitment; technological development and programmatic pragmatism. This research approaches the (fragmented) definition of architectural critical realism through the study of projects built in Western Europe since 1980s and supported with references from postwar reaism (1950-1960) and the artistic and literary realism of the second half of the 191th century. Architecture of critic realism claims to be an "ethic attitude" as new brutalism was in the postwar and also in the 19th century. This attitude settles ils architectural proposals in the knowledge of reality understood as a physical, social, political, economical, technological and cultural context. It recognizes the complexity of globalization and of the new information age. At the same time it assumes a strong commitment with the built city, society and archilectural discipline. The age of simultaneity-which chronologically contextualizes this research - is a consequence of the technological and informative revolution consolidated since the 1990s at the same time as the global transfer from analogical to digital was taking place. In the architectural environment we can recognize simultaneity in hybrid programs, the new professinal partenship (increasing collaboration with consultants) and the new construction management systems (for example the fast track). One of the consequences of simultaneity is the difficulty in information management. ln this aspect, critic realism always tries to work with the essential information required for an architectural design. The built city is the natural scenario for the critic and realist attitude; a city which is the result of globalization effects such as urbanalization of historic centers and outs kirts, and the inevitable absorption of the periphery -which was one of the big issues of the 1980s. Critic realism intervenes in this context aiming to revitalize, transofrm, restore and even demolish it if necessary. In any case critic realism always acts with the aim to build or rebuild the identity of the built city and to set up the idea of urban sense of belonging. ; El realismo en arquitectura es un concepto "mutante" que admite múltiples significados . En consecuencia, sería más preciso hablar de realismos en plural e intentar situarlos a cada uno adecuadamente en el contexto contemporáneo. A su vez la relación entre realismo y arquitectura ha dejado de ser precisa y concreta, e incluso diríamos que ya no es "real", pasando a ser más abstracta. Esta nueva situación ha sido motivada por los múltiples significados que ha asumido el realismo arquitectónico. Cada vez existen más corrientes que acaban adjetivando a la arquitectura. Por ejemplo, hablamos de arquitectura high tech, icónica, virtual, sostenible, moderna, comercial, clásico-posmoderna o realista, entre otras. Ante esta variedad arquitectónica, el debate entre 'realistas' y 'no realistas' se convierte en una cuestión cada vez más compleja. En arquitectura, la principal dificultad para la comprensión del realismo, y específicamente del realismo crítico, se halla en la definición del propio significado de 'realismo', ya que nos referimos a él por lo que significó en el pasado y no por lo que representa en el presente. El hecho de asumir la mutabilidad y de ahí, la multiplicidad de significados de los realismos arquitectónicos contemporáneos, establecerá un punto de partida para esta investigación. De entre todos los realismos, el realismo crítico asume una actitud critica y un compromiso con la ciudad construida, así como con la complejidad de la nueva era de la información y de la globalización. El realismo critico arquitectónico también adopta a su vez diferentes formas que lo sitúan en el marco de la resistencia a lo global, la voluntad comunicativa y de integración urbana, el comprmiso social y ambiental, el desarrollo tecnológico y el pragmatismo programático.Esta investigación aborda la definición (fragmentada) del realismo critico arquitectónico a través del estudio de proyectos construidos en la Europa occidental a partir de la década de 1980 apoyándose en la naturaleza del realismo de posguerra (1950-1960) y en el realismo pictórico literario de la segunda mitad del siglo XIX La arquitectura del realismo critico contemporáneo pretende ser una "actitud ética", como lo fue en la posguerra o en el siglo XIX. Esta actitud basa sus propuestas arquitectónicas en el conocimiento de la realidad, entendida como contexto físico , social, político, económico, tecnológico y cultural, reconociendo la complejidad de la nueva era de la información y de la globalización. A su vez asume un fuerte compromiso con la ciudad construida, la sociedad y la disciplina arquitectónica. La era de la simultaneidad, que contextualiza cronológicamente esta investigación, es una consecuencia de la revolución tecnológica e informativa consolidada a partir de la década de 1990, coincidiendo con el traspaso a nivel global del sistema analógico al digital. En el ámbito arquitectónico, concretamente, podemos reconocer esta simultaneidad en los programas híbridos, las nuevas organizaciones profesionales (la cada vez más habitual colaboración con consultores) y los nuevos sistemas de gestión de obra (por ejemplo, el fast-track). Una de las consecuencias de la simultaneidad es la dificultad de la gestión de la información. Y en este sentido, el realismo crítico intenta siempre trabajar con la información esencial y necesaria para el diseño de un proyecto arquitectónico. La ciudad construida es el escenario propio de la actitud critico-realista; una ciudad que es el resultado de los efectos de la globalización, entre los que podemos destacar la "urbanalización" del centro y del extra-radio de las ciudades, y la inevitable absorción urbana de la periferia, que fue uno de los grandes temas de debate en la década de 1980. ; Postprint (published version)