El nacimiento de la imagen en movimiento, a finales del siglo pasado, cuando la organización escolar apenas había conseguido una forma definida, por una parte, y la progresiva democratización de la cultura que el ritmo de la moderna sociedad industrial comporta, por otra, han determinado en una buena parte una revisión de los métodos didácticos tradicionales. La moderna sociedad de masas padece el desfasamiento de la eficacia de la institución escolar, impotente para seguir los pasos acelerados de la extensión y evolución de la cultura. Ha surgido, por tanto, el problema de la posibilidad de una yuxtaposición, fusión o independencia de las dos didácticas : «Escolar» y «Antiescolar» , instituciones tradicionales y sistemas mecánicos, vertiente tradicional y localista y metodología de los medios audiovisuales.
Plinii epistulae III 13 ct 18 de Paneryrico disserunt, quartini in altera scriptor librimi, quo nuper optimo principi consul gratias egit, Uoconio Romano ad corrigendum mittit, in altera Uibio Seuero 1 de Panegvrici recitatione nuntiat. Mommsen orationem, quamquam Kalendis Septembribus a. 100 in senatu habitam, anno tarnen posteriore publicatam esse affirmat, cum Panegvrici cap. X V I et sequentia, ubitriumphus futurus nuntiatur, certe non ante bellum Dacicum a. 1 0 1 inceptum scripta sint Allain ratione, quam Plinius in libris edendis obseruauerat, ex ep. V I I 17 perquisita, Panegyricum a. 103 editimi esse censuit Durry in maiore Panegvrici editione quaestionem accuratissime perscrutatur4. Primum illud " nuper" in ep. III 13 nullum argumentum esse recte monstrat, cum dissimulanter dictum esse possitr', similiter atque in Pan. 56, 2 " necdum de biennio (scilicet regni Traiani) loquor" ad probandam orationem a. 100 habitam esse fictum. Fieriigitur potuit ut Panegyricus a. 103 publicaretur. Atque eo magis id credimus, quod in libro multae res post annum 1 0 0 gestae significantur et obscure significantur, ut oratio a. 10 0 habita eodem anno scripta esse uideatur. Durry Mommsenum, uirum doctissimum, ita argumentatum esse ostendit: " epistulas III 13 et 18 sine dubio (?) a. 10 1 scriptas esse, nani Panegyricum certissime (!) eodem anno editum esse; omnes igitur tertii libri epistulas a. 10 1 exaratas esse . Chronologiam tarnen mommsenianam a multis uiris doctis carptam ct reiectam esse atque multas epistulas in libro tertio diuersis annis datas inueniri. Quare argumenta in Panegyrico ipso inquirenda esse. 1) Panegvrici uerbis " rogant, supplicant" ( 12 , 2) uarias legationes, quae Traianum aut senatum in primo bello Dacico aut post bellum anno 10 2 exeunte adierint, commemoratas esse, sed hanc interpretationem possibilem esse, non certain 8.
Colección de artículos publicados en El Conservador entre 1881 y 1882: Centenario de Bello; Historia y filosofía; Recuerdos y rectificaciones; El tiranicidio y la impunidad; La Religión y la Poesía; Juicios sobre Bolívar.
La pensée politique d'Azcárate se car ocíense en premier lieu par son souci éthique bien marqué. Azcárate s'efforqa de marier son christianismé liberal a la religión et a la métaphysique, deux formes de la vie spirituelle qui dans son temps étaient plus éloignées que jamáis. Pour Azcárate la religión est non seulement une forme mais quelque chose de substantif dans la vie de l'homme, Azcárate tombant toutefois dans une sorte de panthéisme lorsqu'ü souligne l'aspect personnel de la religión. Cette conception religieuse, indubitablement liée a sa pensée, accentue le caractere éthico'normatif de celle'ci. Le point de départ se trouve dans la conscience d'un devoir étre qui irouve sa justification dans son immanance. Un autre trait essentiel de sa pensée en est le criticisme. II surgit devant la réalité politique de son temps, son attitude étant a l'opposé de celle de Cas novas et de ses partisans. II ne croit pas que la Monarchie restaurée puisse resondre les problémes qui se posent a l'Espagne. La solution serait la République, mais non pas une République individualiste et étroite, jalouse princu palment des formes, ni une République révolutionnaire et désorganisatrice, mais une République réformiste et conservatrice tout a la fois, décentralisée et unte en mime temps. Azcárate fut une homme politique a idees et d'acüon. Sa critique doctri' naire vade pair avec 40 ans de vie parlementaire intense. C'est pourquoi, il amerite une place de choix parmi les hommes publics de son temps, autant par la noblesse de sa pensée que par l'authenticité de sa vie. Et s'ü est vrai qu'ü ne fut pas un penseur créateur de génie on peut diré, toutefois, en andysant sa conception de la politique, de la souveraineté, de la société, de l'homme, de l'Etat, qu'il se montra a la hauteur de son époque.
Colección de artículos publicados en El Tradicionalista entre 1872 y 1873: La controversia religiosa; Los hermanos de las escuelas cristianas; Valor y propiedad; Bastiat y Bentham; La religión y las escuelas; La libertad liberal; Non verbo sed opere; El veinte de julio; Historia novelesca; Ricardo de la Parra y sus pronósticos. Se incluye también el artículo publicado en el Boletín de la Real Academia de la Historia: La conquista.
Correpondence exchanged among Mr. Fernando Torreblanca, Mrs. María Tapia-Obregón, B.A. Aarón Sáenz, Engr. Luis G. Franco and B.A. Alfonso Romandía Ferreira. Sáenz, Franco and Romandía are President, Secretary and Treasurer, respectively, of the Gen. Alvaro Obregón Civic Association. The correspondence is in regard to issues of said association: organization of the tribute to Gen. Alvaro Obregón; payment of the Association fees of Misters Fernando Torreblanca, Rodolfo Elías Calles and Plutarco Elías Calles. Invitations to the following people: Generals Isaac M. Ibarra and Manuel de J. Solís; Colonels Juan José Amatt Bañuelos C., Paulino Fontes and Jesús Vidales Marroquín, to attend the commemorative ceremony on the anniversary of the surrender of the Federal Army to Gen. Alvaro Obregón in Teoloyucan, State of Mexico. Account statement (deposits and expenses) of the Gen. Alvaro Obregón Civic Association. The following article is also included: RAMIREZ, Alfonso Francisco, "Political thought. Alvaro Obregón", EL UNIVERSAL, Mexico City. November 9th, 1959, pp. 3, 18 and 19, section 1a. It contains Gen. Alvaro Obregón's opinions on various topics such as agrarian reform, education, oil, international relations, morals, religion, etc. Brochure containing the speech given by Mr. Agustín Arroyo Ch. at the tribute of 1953, published in 1959 by Ediciones del Boi. (See file 23, bundle 2/2 of this series). / Correspondencia entre los Srs. Fernando Torreblanca, María Tapia Vda. de Obregón, Lic. Aarón Sáenz, Ing. Luis G. Franco y Lic. Alfonso Romandía Ferreira, respectivamente, Presidente, Secretario y Tesorero de la Asociación Cívica Gral. Alvaro Obregón, que se refiere a ciertos asuntos de dicha asociación: organización del homenaje al Gral. Alvaro Obregón; pago de las cuotas de los Srs. Fernando Torreblanca, Rodolfo Elías Calles y Plutarco Elías Calles a la Asociación. Invitaciones a las siguientes personas: Grales. Isaac M. Ibarra y Manuel de J. Solís; Corls. Juan José Amatt Bañuelos C., Paulino Fontes y Jesús Vidales Marroquín, para asistir a la ceremonia conmemorativa del aniversario de la rendición del Ejército Federal ante el Gral. Obregón en Teoloyucan, Edo. de México. Estado de cuenta (ingresos y egresos) de la Asociación Cívica Gral. Alvaro Obregón. También se incluye: RAMIREZ, Alfonso Francisco, "El pensamiento Político. Alvaro Obregón", EL UNIVERSAL, México, D.F., Noviembre 9, 1959, pp. 3, 18 y 19, secc. 1a. Contiene varios puntos del pensamiento del Gral. Alvaro Obregón como son: la reforma agraria, la educación, el petróleo, las relaciones internacionales, la moral, la religión, etc. Folleto que contiene el discurso pronunciado por el Sr. Agustín Arroyo Ch. en el homenaje de 1953, publicado en 1959 por Ediciones del Boi. (Ver Exp. 23, Legajo 2/2 de esta serie).
Estudio acerca del significado de las instituciones españolas en América durante la colonia, su vigencia y reivindicación en la república. Se trata de una respuesta al "Ensayo sobre las revoluciones políticas y la condición social de las repúblicas colombianas Hispano-americanas; con un ápendice sobre la orografía y la población de la Confederación Granadina" de José María Samper.
Bohdan Chudoba, Spain and the Empire, 1519-163-t. University of Chicago Press, Chicago, 1952, 299 págs. La interpretación de la Historia está sujeta a cambios de acuerdo con la moda y las fluctuaciones y revisiones, tanto o más, quizá, que otras actividades humanas. Durante muchos siglos los países del Occidente europeo contemplaban la historia de España como una serie interminable de equivocaciones causadas por el fanatismo, las fuerzas retrógadas y la ineficiencia, dando el alerta a otras naciones para que no tuviesen en cuenta el ejemplo español, si querían evitar la suerte de aquel infortunado país.
I. Introducción. Bosquejar, siquiera sea brevemente, no ya un mero acontecimiento histórico sino todo un proceso, supone una visión del conjunto que sólo se logra mediante la lenta y gradual decantación de ideas, el examen minucioso de fuentes y bibliografía, la revisión constante de las propias convicciones y, lo que es más importante, la plena identificación con el problema sometido a nuestra curiosidad. Vano intento sería tratar de descifrar la trascendencia de una cpoca, o la significación de un hecho tan sólo, sin procurar fundirnos —por la intuición o por la razón— con lo entrañable que encierran. Por otra parte, carentes de la erudición y la paciencia que exige el buen logro de toda investigación, puede servir de excusa a la ausencia del inevitable aparato científico en el presente trabajo la circunstancia de que nuestro entusiasmo nos empujara a emprenderlo. Y no se nos oculta que pueda parecer ingenuo el procurar una interpretación —privativa de especialistas— con el solo auxilio de un criterio poco objetivo. Pero esta consideración no detiene nuestro primer impulso, porque juzgamos que no nos está vedado penetrar un poco a saco en los terrenos de la investigación cuando no pretendemos otra cosa que la exaltación de ciertos valores, prescindiendo de un determinismo fatal que quisiera aclarar de golpe y de una manera uniforme todas las circunstancias que puedan presentarse dentro del tema propuesto. Reconocemos su complejidad y, por ello mismo, dejamos de lado toda concepción unilateral y simplista. No queremos en modo alguno prejuzgar los hechos y las teorías del mundo antiguo, pero tampoco podemos evitar las analogías que podrían ocurrírsenos con respecto al mundo moderno. Hemos escogido un momento culminante en la historia del pueblo griego, porque es precisamente en él cuando más vigorosamente se relievan primitivos valores al contrastar con otros nuevos que, paradójicamente, significan el instrumento demoledor de la civilización que los engendró y auspician una nueva, antagónica de la primera por su universalidad, pero en el fondo idéntica por el substrato cultural: tal nos parece el sentido del Helenismo. Y al hablar de crisis de valores de la ciudad-Estado, queremos referirnos concretamente a la desaparición paulatina de la suprema objetividad —la primitiva forma del Estado— y el auge creciente del individualismo. Con ello podemos darnos cuenta de la magnífica floración griega que presenciara el siglo iv a. Ch. El hombre helenico se descubre a sí mismo primeramente —como observa el profesor español Montero Díaz— a través de su fe religiosa x, que le aporta "la convicción íntima en la pervivencia del yo, la inmortalidad del alma, la responsabilidad de las acciones" 2. Si comprendemos la significación de la polis como fin último para los friegos de la época clásica, nos será fácilmente accesible el sentido e estas palabras. Es lo que el mismo Montero Díaz denomina el ideal transpersonalista del Estado, y Hegcl Espíritu objetivo; en otros términos, la omnipotencia del Estado frente al individuo que no tiene conciencia de si mismo. En palabras textuales de Hegel, "el sujeto no tiene aún la libre idealidad del pensamiento, la infinita subjetividad; ésta implica la determinación de la conciencia moral, que todavía no tiene puesto aquí. No existe aquí todavía lo que justifica por sí al hombre; no ha tenido lugar la ruptura por la cual la individualidad autónoma, independiente, trata de determinar por medio del pensamiento lo ético y lo justo, y no reconoce lo que no se justifica ante su propio examen. La voluntad particular todavía no es libre, precisamente por esto; la particularidad de la opinión no puede todavía prevalecer y las pasiones no se inmiscuyen en la marcha del Estado'' s. Sin embargo, todos estos elementos negativos que, durante tres siglos, han contribuido a la grandeza de la polis, desaparecerán sin dejar rastro al advenimiento de una nueva conciencia política que se anuncia con la primera liberación —la religiosa— y cuya formación se debe exclusivamente al movimiento sofístico del siglo v y a la libertad moral preconizada por Sócrates. No es otra cosa el proceso de lo que se ha llamado "crisis de la ciudad-Estado", aunque el rastreo de este proceso a través de la historia de Grecia no sea tan sencillo como su definición. Tropezamos primeramente con el problema insoluble de localizar exactamente los gérmenes de la decadencia, y seguir, paso a paso, la génesis de los nuevos valores, aunque las más de las veces éstos se identifican con aquéllos. Porque lo que para una sociedad más amplia pudo servir de base, para la restringida ciudad-Estado significó la ruina. Queremos decir con esto que el individualismo político, la nueva conciencia, no se amoldaba a la configuración de la polis. Pero cuando uno de estos valores no contribuye a precipitar la decadencia, surge con mayor fuerza la dificultad que anotábamos. Porque ambos fenómenos (creación de valores, ruina de los antiguos) no se suceden en el tiempo, sino que existen paralelos uno al otro e insensiblemente van acercándose al vértice fatal de su trayectoria: el derrumbamiento de una civilización *. Es entonces cuando la crítica puede desentrañar la trascendencia de todos los hechos que precedieron a la crisis, dando a cada uno un valor aproximativo. De la exactitud que se logre en esta valoración depende el rigor científico de la investigación. II. La Sofítica. 1. El racionalismo.-— 2. La religión.— 3. Ley de la naturaleza y ley del Estado. — 4. "La fuerza es la ley suprema" (Tesis de Calicles).— 5. Cosmopolitismo y plebeyismo. — 6. Conclusión. 1. Desde un punto de vista rigurosamente histórico resultaría muy aventurado enjuiciar negativamente la labor política de los sofistas. Si bien es cierto que muy pocas cosas valederas encontramos en su doctrina, ellos representan el punto de partida para una revaloración del hombre 26. Si éste no es precisamente Ja medida de todas las cosas, la crítica que envuelve tal aseveración —a manera de un reto lanzado a los dioses— nos revela claramente la actitud de estos "maestros de la sabiduría" frente a las cosas y a sí mismos. 2. "En la época clásica —dice Festugiére—, el hecho religioso aparece primero como un hecho social y propiamente como un hecho cívico. Religión y ciudad se hallan inseparablemente ligadas. Ambas están en el fundamento mismo de la ciudad. Genos, fratría, tribu, se definen esencialmente por cultos comunes: antepasados comunes, héroes epónimos, Zeus y Apolo Patróos" 34. Si consideramos el profundo descrédito en que la religión y los dioses habían caído en el siglo iv, y nos remontamos al siglo anterior (podríamos aún ir más lejos) para buscar las causas de este fenómeno, fácil nos será comprender el papel que desempeñara el sofista en el desconocimiento de los valores suprasensibles por esta sociedad decadente. 3. Si concebimos un Estado de Derecho íntegramente basado en principios convencionales (a los cuales dieran forma Clístenes y Solón en la ley objetiva), sin la posibilidad de que admita la flexibilidad tan necesaria a las exigencias de nuevas condiciones sociales, tendremos el bosquejo aproximado de lo que constituía los cimientos inmutables de la polis. Isócrates advierte que la constitución es el alma de un Estado, y que los atenienses fueron incapaces de conservar su hegemonía sobre Grecia debido a la carencia de una constitución apta. "Pues el alma de la ciudad no es otra que la constitución (politeia), que tiene el mismo poder que el pensamiento en el cuerpo: él es el que delibera sobre todo, el que procura los éxitos y ayuda a evitar las desgracias; es ella la que debe servir de modelo a las leyes, a los oradores y a los simples particulares, y necesariamente se logran diversos resultados según la constitución que se posea" (Areop., 14). III. Sócrates: hacia la búsqueda de la conciencia moral . 1. Sócrates como culminación de la sofística. — 2. La continuidad de los primitivos valores en Sócrates. — 3. La aparición de la conciencia moral y la plenitud de la libertad subjetiva. 1. Se ha dicho, y no sin fundamento, que la filosofía posterior a la sofística presupone su existencia. Toda la filosofía del siglo iv, efectivamente, admite un tema constante: la refutación del sofista, no como un mero pasatiempo dialéctico sino con el rigor de la argumentación más elevada . IV. ¡Sócrates y Demóstenes — Crisis de la ciudad-estado. 1. El individualismo. — 2. La tesis de Calicles y sus implicaciones históricas. — 3. Dos actitudes: Isócrates y Demóstenes. 1. La lucha tradicional de Atenas y Esparta por la hegemonía había tocado a su fin en el 404, y una nueva y profunda transformación se dejaba presentir. Glotz-Cohen nos describen la situación en los siguientes términos: "Espectáculo siempre efímero aquel de un feliz equilibrio entre el poder del Estado y los derechos del individuo.