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An article, published in the English original this April, at the time of the global peak of the coronavirus pandemic, takes stock of the challenges that COVID-19 has brought to society and in particular to sociologists. Draws attention to the process of de-globalisation, which has temporarily affected social sciences, and supports a more global sociology. According to the author, this does not mean limiting it to macro-analysis and methodological globalism. Stresses, on the contrary, the importance of empirical and analytical knowledge from different regions. It then commented on four major themes that social sciences have so far reflected the impact of the coronavirus pandemic, highlighting also important policy aspects. Expresses concern, inter alia, that the pandemic could reinforce authoritarian tendencies using biopolitics based on new technologies and artificial intelligence. ; Článek, publikovaný v anglickém originále letos v dubnu, tedy v době globálně vrcholící koronavirové pandemie, se zamýšlí nad výzvami, které onemocnění covid-19 přineslo pro společnost a zejména pro sociology. Poukazuje na proces deglobalizace, který dočasně zasáhl i sociální vědy, a pléduje pro globálnější sociologii. Podle autora to neznamená omezování se na makroanalýzy a metodologický globalismus. Naopak zdůrazňuje význam empirických a analytických poznatků z různých regionů. Následně komentuje čtyři významné tematické okruhy, jimiž sociální vědy zatím reflektovaly dopady koronavirové pandemie, a zdůrazňuje při tom i významné politické aspekty. Vyslovuje mj. obavu, že by pandemie mohla posílit autoritářské tendence využívající biopolitiku založenou na nových technologiích a umělé inteligenci.

Este artículo se centra en la lucha sobre los significados de la crisis planteada por la pandemia COVID-19. Interpretar las crisis es una función clave de los movimientos sociales que puede tener un impacto importante en la transformación social. Los intelectuales progresistas y los movimientos para la justicia social la consideran como una crisis multidimensional que abrió oportunidades para construir un mundo más justo. Sin embargo, las secuelas de la crisis financiera mundial de 2007-2008 sugieren un enfoque más cauteloso al examinar la conexión entre las crisis y el cambio social. Si bien los movimientos populares y los intelectuales progresistas pueden influir en el significado de la crisis y en su resultado, compiten en este campo con actores reaccionarios, capitalistas y estatales que también tratan de imponer un significado de la crisis y una orientación al mundo que saldrá ella.

This article examines ways in which social movements have been impacted and responded in light of the COVID-19 pandemic. Between March and May 2020, lockdown measures put a halt to mass protests for democracy, and the virus spread became the only political focus and news headline. Far from disappearing, social movements have adapted to unexpected circumstances and been particularly active during this challenging period. The first section of the article provides an overview of grassroots movements initiatives to complete five roles. The second section focuses on the struggle over the meaning of the crisis. While progressive intellectuals and movements consider the COVID-19 pandemic opened opportunities to build a fairer world, they compete with reactionary, capitalist and state actors to shape the meaning of the crisis and the world that may come out of it. The intensity of social justice movements' initiatives during the lockdown may show the outlines of a global wave of movements, embodied in countless decentralized reactions to a global event that has shaken billions of human lives.

This article examines ways in which social movements have been impacted and responded in light of the COVID-19 pandemic. Between March and May 2020, lockdown measures put a halt to mass protests for democracy, and the virus spread became the only political focus and news headline. Far from disappearing, social movements have adapted to unexpected circumstances and been particularly active during this challenging period. The first section of the article provides an overview of grassroots movements initiatives to complete five roles. The second section focuses on the struggle over the meaning of the crisis. While progressive intellectuals and movements consider the COVID-19 pandemic opened opportunities to build a fairer world, they compete with reactionary, capitalist and state actors to shape the meaning of the crisis and the world that may come out of it. The intensity of social justice movements' initiatives during the lockdown may show the outlines of a global wave of movements, embodied in countless decentralized reactions to a global event that has shaken billions of human lives.

Este artículo se centra en la lucha sobre los significados de la crisis planteada por la pandemia COVID-19. Interpretar las crisis es una función clave de los movimientos sociales que puede tener un impacto importante en la transformación social. Los intelectuales progresistas y los movimientos para la justicia social la consideran como una crisis multidimensional que abrió oportunidades para construir un mundo más justo. Sin embargo, las secuelas de la crisis financiera mundial de 2007-2008 sugieren un enfoque más cauteloso al examinar la conexión entre las crisis y el cambio social. Si bien los movimientos populares y los intelectuales progresistas pueden influir en el significado de la crisis y en su resultado, compiten en este campo con actores reaccionarios, capitalistas y estatales que también tratan de imponer un significado de la crisis y una orientación al mundo que saldrá ella.

Social scientists have shown that the CoVID-19 pandemic is not only a sanitary crisis. It is also a social and political crisis, and should be treated as a moment of rupture that will bring major changes into our lives, our societies and our world. While often sidelined by policymakers, social sciences' contributions in dealing with the coronavirus pandemic have been as important as, and in many ways complementary to, those of the hard sciences.

Social scientists have shown that the CoVID-19 pandemic is not only a sanitary crisis. It is also a social and political crisis, and should be treated as a moment of rupture that will bring major changes into our lives, our societies and our world. While often sidelined by policymakers, social sciences' contributions in dealing with the coronavirus pandemic have been as important as, and in many ways complementary to, those of the hard sciences.

"Estamos ante un libro que, además de ser innovador, es muy oportuno. No podríamos pensar en una publicación más adecuada en el momento en que CLACSO organiza el Primer Foro Mundial del Pensamiento Crítico." Boaventura de Sousa Santos, Universidad de Coimbra "Geoffrey Pleyers pone en la práctica una sociología de los movimientos sociales que efectivamente combina lo global-local, pone de relieve experiencias multisituadas, mostrando lo común de un momento riquísimo en movilizaciones y expresiones de descontento y esperanza. Nadie más podría hacer un ejercicio tan cosmopolita (en un sentido contextual y no etnocéntrico), movilizando luchas diversas y a sus intérpretes locales." Alexis Cortés, Universidad Alberto Hurtado, Chile "Al transitar por experiencias distintas y por decenas de países, Pleyers echa raíz en múltiples realidades y logra una visión global de los movimientos sociales sensible a los contextos locales y nacionales y a los principales dilemas políticos de este siglo." Breno Bringel, Universidad de Rio de Janeiro

"Estamos ante un libro que, además de ser innovador, es muy oportuno. No podríamos pensar en una publicación más adecuada en el momento en que CLACSO organiza el Primer Foro Mundial del Pensamiento Crítico." Boaventura de Sousa Santos, Universidad de Coimbra "Geoffrey Pleyers pone en la práctica una sociología de los movimientos sociales que efectivamente combina lo global-local, pone de relieve experiencias multisituadas, mostrando lo común de un momento riquísimo en movilizaciones y expresiones de descontento y esperanza. Nadie más podría hacer un ejercicio tan cosmopolita (en un sentido contextual y no etnocéntrico), movilizando luchas diversas y a sus intérpretes locales." Alexis Cortés, Universidad Alberto Hurtado, Chile "Al transitar por experiencias distintas y por decenas de países, Pleyers echa raíz en múltiples realidades y logra una visión global de los movimientos sociales sensible a los contextos locales y nacionales y a los principales dilemas políticos de este siglo." Breno Bringel, Universidad de Rio de Janeiro

Para François Houtart, el compromiso religioso y el compromiso social no podían ser disociados, como tampoco podían serlo el análisis de la realidad social y las luchas sociales por transformarla. Era al mismo tiempo teólogo, sociólogo y militante global. Este artículo analiza los principales ejes de las contribuciones de François Houtart a las ciencias sociales contemporáneas a partir de las convicciones que guiaron su compromiso como sociólogo junto a los actores sociales. La primera parte hace un breve recorrido de su trayectoria y su contribución a la teología de la liberación. La segunda enfatiza el rol precursor de François Houtart en las ciencias sociales en particular en el diálogo con las epistemologías del Sur que invita a analizar el mundo, los mecanismos de opresión y los proyectos de emancipación desde las perspectivas de los actores sociales y de los oprimidos del Sur del planeta siguiendo el enfoque de "otra mundialización".

Desde 2011 hasta la fecha, sin interrupción, ha surgido una ola de protestas ciudadanas y de movimientos sociales que ha afectado a todas las regiones del mundo. Estos movimientos no corresponden a las formas, componentes ni mecanismos del "antiguo" movimiento obrero, tampoco a los "nuevos movimientos sociales" de los años 1970 y 1980; lo cual, nos obliga a repensar qué son los movimientos y la democracia en nuestros tiempos. El presente artículo explora las dimensiones de estos "movimientos democratizadores de los años 2010" y de la cultura "alter-activista" que anima a estos actores, a partir de cinco debates que los analistas de dichos movimientos se han planteado: I. ¿Qué tan nuevos son estos movimientos?; II. ¿Son movimientos globales o nacionales?; III. ¿Son los "movimientos Facebook", más "virtuales" que "reales"?; IV. ¿El rechazo de las organizaciones tradicionales por muchos de estos movimientos no reflejaría más los valores individualistas del capitalismo que de la solidaridad?; V. ¿Cómo se vinculan estos movimientos con la política institucional?

Desde 2011 hasta la fecha, sin interrupción, ha surgido una ola de protestas ciudadanas y de movimientos sociales que ha afectado a todas las regiones del mundo. Estos movimientos no corresponden a las formas, componentes ni mecanismos del "antiguo" movimiento obrero, tampoco a los "nuevos movimientos sociales" de los años 1970 y 1980; lo cual, nos obliga a repensar qué son los movimientos y la democracia en nuestros tiempos. El presente artículo explora las dimensiones de estos "movimientos democratizadores de los años 2010" y de la cultura "alter-activista" que anima a estos actores, a partir de cinco debates que los analistas de dichos movimientos se han planteado: I. ¿Qué tan nuevos son estos movimientos?; II. ¿Son movimientos globales o nacionales?; III. ¿Son los "movimientos Facebook", más "virtuales" que "reales"?; IV. ¿El rechazo de las organizaciones tradicionales por muchos de estos movimientos no reflejaría más los valores individualistas del capitalismo que de la solidaridad?; V. ¿Cómo se vinculan estos movimientos con la política institucional?

Mobilisés dans des mouvements pour plus de démocratie ou pour une transition écologiste, de nombreux jeunes redéployent une culture militante « alteractiviste » qui place la relation à soi au cœur de l'engagement. Cet article montre qu'ils fondent le sens de leur action dans la construction de soi comme sujet et la cohérence entre leurs valeurs et leurs pratiques bien plus que dans des organisations militantes, des manifestes, ou l'impact de leur action dans la société. Il souligne également que si l'on ne peut comprendre l'engagement des jeunes et les mouvements d'aujourd'hui sans donner toute son importance au processus de subjectivation, celui-ci ne va pas forcément dans le sens d'un renforcement de la capacité d'agir et de devenir acteur dans la société.

À partir de recherches empiriques portant sur des mouvements pour une démocratisation ou pour une transformation de la vie quotidienne dans cinq pays (Canada, Liban, Belgique, Espagne et Turquie), les articles de ce dossier se penchent sur différentes modalités et enjeux de ces formes d'engagement « individualisées mais solidaires », incarnées dans l'« alter-activisme », une culture activiste qui a été redéployée et mise en œuvre par des jeunes militants sur les places, dans des campements, en ligne ou dans la vie quotidienne. L'alteractivisme place la relation à soi, l'expérience vécue et la cohérence entre les pratiques et les valeurs du mouvement au cœur de la conception de l'engagement et du changement social. L'engagement fait la part belle à la subjectivité, à la créativité, à la transformation de soi, à l'expérience et à l'expérimentation. La démocratie y est conçue comme une revendication adressée aux dirigeants politiques mais aussi et surtout une exigence personnelle, une valeur qui doit s'incarner dans ses pratiques et dans sa manière de se relier aux autres.