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Tous les ans depuis 1990 la Commission nationale consultative des droits de l'homme (CNCDH) commande un sondage mesurant le niveau du racisme en France, qui permet d'établir un indicateur longitudinal de tolérance à l'égard des minorités (ILT). Le terme de « minorité », qui n'a pas de reconnaissance officielle en France, est employé ici de manière pragmatique. L'ILT permet de saisir les perceptions des minorités en France, leur évolution dans le temps et les facteurs qui les expliquent.

En 2018 les actes antisémites recensés par la police ont connu une hausse de 74 %. Faut-il en conclure à un retour de l'antisémitisme en France ? Le sondage annuel sur le racisme, l'antisémitisme et la xénophobie effectué pour la Commission nationale consultative des droits de l'homme (CNCDH) montre une réalité plus complexe. Si les actes antisémites augmentent, les préjugés envers les juifs reculent, comme les autres préjugés racistes. Et si, comme les autres préjugés, ils se renouvellent, le « nouvel » antisémitisme fondé sur la critique d'Israël et du sionisme reste périphérique. L'imaginaire antijuif reste structuré par des vieux stéréotypes associant les juifs à l'argent et au pouvoir. Cet article s'attache à expliquer ces deux paradoxes.

Drawing on the case of France during the 2017 presidential election, which was marked by the victory of the centrist Emmanuel Macron and the surge of the populist radical right (Marine Le Pen) and left (Jean-Luc Mélenchon), this paper analyses the impact of social insecurity on voting, using a multidimensional indicator of "precariousness" that combines measures of economic hardship and social and cultural isolation. On the basis of the 2017 French Election Study, a series of logistic regressions estimate the impact of precariousness on individual vote choice (including abstention) in both rounds, controlling for socio-demographic and attitudinal variables. Precariousness mainly has a strong negative impact on turnout, silencing the most deprived. Among those who vote, it has a strong negative impact on support for Emmanuel Macron. It also has a positive impact on support for the populist radical right and, to a lesser extent, on support for the populist radical left when controlling for socio-demographic variables. But this effect practically disappears after controlling for attitudes. Social insecurity does not necessarily breed populism. Ideological divisions make the difference, especially attitudes towards the European Union, immigration, and the left-right divide.

1er paragraphe : Desde hace unos veinte años la derecha radical populista vive un auge electoral sin precedentes, con una orientación xenófoba, autoritaria y euroescéptica1. En las elecciones al Parlamento Europeo de 2014, tres de estos movimientos se situaban a la cabeza en sus respectivos países, el Partido por la Independencia del Reino Unido (UKIP), el Partido del Pueblo Danés (DF) y el Frente Nacional francés (FN). En 2016, el Partido de la Libertad de Austria estuvo a punto de ganar las últimas elecciones presidenciales y, tras las legislativas de 2017, acaba de llegar a un acuerdo de gobierno con los conservadores. En septiembre de ese mismo año, 92 diputados de Alternativa por Alemania (AfD) entraban en el Bundestag. En Francia, Marine Le Pen pasaba a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, en las que obtuvo más de una tercera parte de los sufragios, a saber, casi once millones de votos. Analizamos aquí los esortes y los frenos de la dinámica electoral del Frente Nacional, como espejo de aumento de las transformaciones que afectan a esta familia política.

1er paragraphe : Desde hace unos veinte años la derecha radical populista vive un auge electoral sin precedentes, con una orientación xenófoba, autoritaria y euroescéptica1. En las elecciones al Parlamento Europeo de 2014, tres de estos movimientos se situaban a la cabeza en sus respectivos países, el Partido por la Independencia del Reino Unido (UKIP), el Partido del Pueblo Danés (DF) y el Frente Nacional francés (FN). En 2016, el Partido de la Libertad de Austria estuvo a punto de ganar las últimas elecciones presidenciales y, tras las legislativas de 2017, acaba de llegar a un acuerdo de gobierno con los conservadores. En septiembre de ese mismo año, 92 diputados de Alternativa por Alemania (AfD) entraban en el Bundestag. En Francia, Marine Le Pen pasaba a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, en las que obtuvo más de una tercera parte de los sufragios, a saber, casi once millones de votos. Analizamos aquí los esortes y los frenos de la dinámica electoral del Frente Nacional, como espejo de aumento de las transformaciones que afectan a esta familia política.