Vicissitudes of the transition in Chile: between continuity model and the limits of politics ; Vicisitudes de la transición en Chile: entre la continuidad del modelo y los límites de la política

Abstract

Practically it exists a consensus in the recognition that in Chile has achieved be imposed a society model whose soundness in terms of its reproduction seems something unquestionable. However, there are fundamental questions that they have not been cleared. In presidential selection, technically a second return defines the result though it does not solve the narrowness of the differences; this can be considered an index of the difficulties incubated in the continuity itinerary. Either it can be disavowed the political impact of the social expectations accumulated to be proven that the concept of "equity" has not achieved be domiciled in the general development of the economy and the society neither in the feeling of the population. Thos society model, inheritance of the military regime much more than the previous one, seems to demand, as inherent phenomenon to its operation, the deepening of the social and political asymmetries that always existed. All this is not desirable, it is argued, to the time that orchestrates decisive proposals and resolutely mechanisms within a same matrix or political model that demands at the same time an increasingly opened economy, privatized, deregulated and globalized. But, by on the inertia of the model, its subsistence requires participation and consensus instruments. How to build consensus when the economy polarizes and segregates? Until where is possible to channel the policy such as perceived in the beginnings of the transition when the electoral system and parties does not achieve to guarantee the representation and participation of the whole society? ; Prácticamente existe un consenso en el reconocimiento de que en Chile ha logrado imponerse un modelo de sociedad cuya consistencia en términos de su reproducción parece algo indiscutible. Sin embargo, hay interrogantes fundamentales que no han logrado ser despejadas. En elecciones presidenciales, técnicamente una segunda vuelta dilucida el resultado aunque no resuelve la estrechez de las diferencias. Esto puede considerarse un índice de las dificultades incubadas en el itinerario de continuidad. Tampoco puede desconocerse el impacto político de las expectativas sociales acumuladas al comprobarse que el concepto de "equidad" no ha logrado domiciliarse en el desenvolvimiento general de la economía y la sociedad ni en el sentir de la población. Este modelo de sociedad, herencia del régimen militar, mucho más que el anterior, parece exigir, como fenómeno inherente a su funcionamiento, la profundización de las asimetrías sociales y políticas que siempre existieron. Todo esto no es deseable, se argumenta, al tiempo que se instrumentan propuestas y mecanismos resolutivos dentro de una misma matriz o modelo político que exige a su vez una economía cada vez más abierta, privatizada, desregulada y globalizada. Pero, por sobre la inercia del modelo, su mantenimiento requiere instrumentos de participación y consenso. ¿Cómo construir consensos cuando la economía polariza y segrega? ¿Hasta dónde es posible encauzar la política tal como se percibe en los inicios de la transición cuando el sistema electoral y el de partidos no garantizan la representatividad y participación del conjunto de la sociedad?