La batalla por el colapso: crisis ecosocial y élites contra el pueblo
In: Ecología Ecorama 21
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In: Ecología Ecorama 21
In: Filosofía del derecho
The aim of Suarezian political theory is to achieve the common good in the facticity of the concrete human reality. From this perspective, it is possible to defend that the acceptance of political resistance involves, ultimately, that this resistance is the last limit to the political power. Furthermore, that point of view means clearing the ways for a thoughtful, proportional, and cautious use of violence. In short, violence operates as a factical instrument of self-defence searching concrete common good. ; El motor de la teoría política suareciana es la consecución del bien común inserto en la facticidad de la realidad humana concreta. Desde ahí cabe sostener que la admisión de la resistencia al poder político supone, en última instancia, erigir esta última como límite de aquel y abrir la puerta a un uso ponderado, proporcional y precavido de la violencia. En definitiva, esta opera como un instrumento fáctico de legítima defensa en la búsqueda del bien común concreto.
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En el marco de las medidas posibles para frenar al tirano, Suárez señala la del sometimiento legítimo de este a juicio de deposición, bien por parte de la propia comunidad política, bien por parte del Papa (siempre que aquel sea cristiano). Además, Suárez propone para el tirano condenado por juez legítimo un tratamiento especial que supone la ampliación de las posibilidades de occisión legitima del mismo. En todo caso, en términos estrictos, la ejecución de la sentencia (que puede conllevar, en determinadas circunstancias la muerte del tirano condenado) debe corresponder a priori al que la dictó o a aquellos en que el mismo delegue. ; Francisco Suárez provided a series of measures to stop the tyranny. One of them is the possibility of impeaching the tyrant, which can be either done by the political community or the Pope (if the tyrant is Christian). Furthermore, once condemned by a rightful judge, Suárez proposed a special treatment for that tyrant, which supposed more possibilities of legitimate tyrannicide. In any case, in strict terms, the carrying out of the execution of the sentence (that may involve, in certain circumstances, the death of the condemned tyrant) must correspond a priori to he who dictated the sentence or to those who he delegated to. ; Ministerio de Economía y Competitividad, Gobierno de España, y Fondo Europeo de Desarrollo Regional (MINECO/FEDER). Proyecto I+D+I «Pensamiento y tradición jesuita y su influencia en la Modernidad desde las perspectivas de la Historia, la Traductología y la Filosofía Jurídica, Moral y Política» (ref. FFI2015-64451-R), cuyo investigador principal es el Prof. Dr. Juan Antonio Senent de Frutos. ; peerReviewed
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It is possible to sustain that Suárez's political thinking is in transit from Middle Ages to a different Modernity. The core of this interpretation is this thesis: The motor of the Suarezian political theory is the achievement of the common good inserted in the facticity of the concrete human reality. Based on these premises, the principal elements of this theory are analysed here. Firstly, the community origin of political power, which originates from the base of the social character of human beings, created in this way by God. Secondly, the operational articulation of that power, through the absolute transfer to a ruler and the (relative) preference towards Monarchy as form of government, according to Suárez. Thirdly, the acceptance of the resistance to tyranny in certain cases and conditions. Therefore, one can understand that the flagrant contradiction between the total translatio of political power andthe simultaneous admission of resistance means to reject the first, to proclaim the last as a limit to power, and open the possibility to a model of direct democracy. ; Es posible defender que el pensamiento político de Suárez se halla en tránsito desde lo medieval a una Modernidad diferente. El núcleo de dicha interpretación es la tesis de que la consecución del bien común inserto en la facticidad de la realidad humana concreta es el motor de la teoría política suareciana. Desde ahí se analizan sus elementos fundamentales: primero, el origen comunitario del poder político a partir de la naturaleza social de la persona, creada así por Dios. Segundo, la articulación operativa de dicho poder a través de su entrega absoluta a un gobernante y la preferencia (relativa) por la Monarquía como forma de gobierno. Tercero, la aceptación de la resistencia al tirano en determinados casos y condiciones. Así, cabe sostener que la flagrante contradicción entre la translatio total del poder político y la simultánea admisión de la resistencia a este supone, en última instancia, negar la primera, erigir esta última como límite del poder, y abrir la puerta a un modelo de democracia directa.
BASE
In: Revista de fomento social, S. 210-213
ISSN: 2695-6462
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In: Revista de fomento social, S. 211-250
ISSN: 2695-6462
El "consenso socialdemócrata" que se alcanza tras la segunda guerra mundial permitió la instauración del modelo de Estado social en el mundo desarrollado occidental. El concepto de "Estado social de Derecho" fue elaborado por Hermann Heller como reacción a la crisis del Estado liberal. El modelo de Estado social y el consenso que lo sustentaba entran en crisis a partir de los años 70 al desaparecer el crecimiento económico de las décadas precedentes. Desde entonces arrecian las críticas del neoliberalismo y se inicia el desmantelamiento de dicho modelo. Las consecuencias son una sociedad menos cohesionada, la inhibición del Estado en el ámbito económico y la destrucción de las bases de nuestro sistema político–constitucional. Las desigualdades que genera el neoliberalismo acaban provocando conflictos sociales; por tanto, es necesario buscar alternativas que permitan nuevos consensos.
In: Revista de fomento social, S. 147-152
ISSN: 2695-6462
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In: Araucaria: filosofía y ciencia, Heft 55, S. 399-425
ISSN: 2340-2199
En el presente artículo tratamos algunos de los desafíos que un constitucionalismo global tiene actualmente respecto a la consecución de una justicia cosmopolita: pluralismo jurídico más allá del monismo jurídico y cultural del Estado moderno, sociodiversidad e interculturalidad, y sostenibilidad socioecológica de los modos de vida legitimados jurídicamente. Para ello consideraremos cómo entiende la tradición escolástico-católica de la Modernidad temprana las exigencias de lo común que atraviesan todo fenómeno jurídico en la vida colectiva y entre los pueblos, atendiendo específicamente a algunas contribuciones clave de Francisco Suárez. De otra parte, como contrapunto del humanismo escolástico católico trataremos la visión de la Modernidad liberal, la cual plantea un modelo racional unívoco y ahistórico de configuración tanto de las exigencias de justicia entre los pueblos, como del modo de propiedad, el cual se identifica con una única forma de propiedad individual desvinculada de las exigencias del bien común.